martes, 19 de septiembre de 2023
Caballo y caballero
lunes, 18 de septiembre de 2023
Cinco citas fidedignas y una falsa.
Una cita del filósofo alemán Immanuel Kant (1724-1804): "La inteligencia de una persona se mide por la cantidad de incertidumbres que es capaz de soportar." (Die Klugheit eines Menschen wird daran gemessen, wie viel Unsicherheiten er zu ertragen vermag.)
"La libertad a la que aspira el hombre moderno no es la del hombre libre, sino la del esclavo de vacaciones."
Nicolás Gómez Dávila (1913-1994)
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Antonio Machado (1875-1939)
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Fernando Pessoa (1888-1935)
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"La televisión es, con su sola presencia, el control social en la propia casa. No hay necesidad de imaginarla como un periscopio espía del régimen en la vida privada de cada uno, porque ella es mucho más que eso: es la certidumbre de que la gente ya no se habla, de que está definitivamente aislada frente a una palabra sin réplica."
(La TV, c'est, par sa présence même, le contrôle social chez soi. Pas besoin de l'imaginer comme périscope espion du régime dans la vie privée de chacun, puisqu'elle est mieux que cela : elle est la certittude que les gens ne se parlent plus, qu' ils sont définitivement isolés face à une parole sans réponse).
Jean Baudrillard (1929-2007)
Lo que escribía Baudrillard en los setenta a propósito de la caja tonta puede aplicarse hoy y nunca más a propósito porque parece que ha sido pensando adrede, a la WWW (World Wide Web), la Red Informática Universal de internet y todo lo que gira en torno a ella: móviles, redes sociales y demás TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación, o mejor: Tecnologías de la Conformación y de la Incomunicación).
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Recojo de la Red una cita atribuida falsamente a Jorge Luis Borges, una fake quote en la lengua del Imperio, por lo que a mí se me alcanza, de las muchas que abundan en la Red, sobre en este caso la tauromaquia. Borges, preguntado supuestamente por un periodista sobre el toreo y la figura del torero, habría respondido:
─La tauromaquia es una de las formas vigentes de la barbarie. En cuanto a la figura del torero, creo que es esencialmente un cobarde. Un hombre que con todo un aparato racional de estrategias, entrenamientos, armas, estocadas practicadas, clases y mucho estudio premeditado, se mide frente a un animal pasmado por la sorpresa, por la ansiedad; un animal que no tiene otro recurso que los reflejos de su instinto primario. Bajo esa disparidad podemos medir el valor de los toreros. La valentía verdadera no soporta desniveles tan abusivos. Por eso para mí los toreros no son valientes, sino más bien bufones.
No hace falta atribuirle esta crítica a Borges ni a ningún otro maestro de prestigio para darle valor a dicho juicio, bastan los argumentos.
domingo, 17 de septiembre de 2023
La imagen en el espejo
Las ideas que tenemos de las cosas nos impiden ver las cosas como son. Decía el poeta francés Paul Valéry: «Regarder, c’est oublier les noms des choses que l’on voit» Ver (o si se prefiere, mirar) es olvidar los nombres de las cosas que se ven. Cuando miramos un árbol y decimos “es un roble”, la mención del nombre, que es conocimiento botánico, condiciona nuestra mente de tal modo que la palabra “roble” se interpone entre nosotros y la percepción del árbol que tenemos delante.
sábado, 16 de septiembre de 2023
La jaula y el pájaro
El aforismo de Kafka núm. 16 dice : “Una jaula fue a buscar a un pájaro” ("Ein Käfig ging einen Vogel suchen"). Veo que a veces se traduce mal a nuestra lengua como “*Una jaula fue a buscar un pájaro”, que en castellano suena ambiguo porque parece que el sujeto de la frase es el pájaro y el objeto la jaula. Esta ambigüedad no existe en alemán donde el pájaro está en caso acusativo, como revela el artículo “einen”, y por lo tanto es el objeto de la frase. La traducción castellana, para ser exacta, debe contener la preposición “a”, que es un índice funcional negativo, como dicen los gramáticos estructuralistas, es decir, que sirve para dar a entender que lo que viene después no es el sujeto, sino otro elemento de la frase, en este caso el objeto.
Una vez establecida la traducción, llama la atención que el objeto (la jaula, el ser inanimado, la cosa) desempeñe la función del Sujeto gramatical, y que el sujeto (el pájaro, el ser animado, la no-cosa) sea el Objeto gramatical. He ahí la paradoja kafkiana: es la jaula la que va a buscar al pájaro y no el pájaro el que va a buscar la jaula. Sería más lógico que fuera al revés, bien porque el pájaro esté hambriento y sediento y haya visto que en su interior hay agua y comida, bien porque busque refugio, temeroso de la intemperie y del peligroso depredador que es el gato que acecha en el jardín, por ejemplo, y prefiere la seguridad a la libertad, ya que en su interior hay unos barrotes que impiden la intromisión de las garras del felino.
La jaula, que hemos de suponer vacía y abierta, es una invitación al pájaro para que se adentre en ella. Pero lo que le gustaría realmente a la jaula es que el pájaro hubiera nacido en ella, porque el pájaro vernáculo nacido en cautividad no sabrá nunca volar ("El canario, enjaulado; / la jaula, abierta; / pero el pobre no sabe / volar que pueda"), y aunque permanezca abierta la puerta nunca saldrá probablemente de ella, como el preso que pudiendo evadirse de la prisión no lo hace, porque ¿a dónde va a ir él que mejor esté? A fin de cuentas, en el módulo penitenciario no le falta comida ni cama ni techo, y puede recibir con la debida autorización visitas del exterior de carácter íntimo. Fuera hay un mundo hostil donde hay que ganarse la vida perdiéndola en el intento.
Lo que llama la atención del aforismo kafkiano es que se centra no en la libertad -el vuelo del pájaro- sino en la necesidad de la prisión -la jaula que lo contenga. Hay quien sugiere que la jaula es el cuerpo y el pájaro el alma que necesita encarnarse en ella. Puede ser, pero en este caso es el cuerpo el que quiere tener un alma, y no el alma la que quiere tener un cuerpo. En realidad, es una metáfora del sistema legislativo de represión vigente. La cárcel va a buscar al hombre para recordarle que no es libre y convertirlo en un presidiario que así se realiza por propia voluntad.
Podría decirse que la jaula es una trampa que el pájaro se tiende a sí mismo. Podría decirse que la jaula es el gato que quiere capturar al pájaro. Y podría decirse, en definitiva, que la jaula es el pájaro mismo, como cantaba Agustín García Calvo en aquellos versos: De su jaula aletea y sangra / el pájaro desconocido. / Salir quiere y no puede:/ su jaula es él mismo. Y es que el mundo a veces, o casi siempre, por no decir siempre, es completamente distinto de lo que parece.
El poeta vasco Joxean Artze (1939-2018) es autor de uno de los poemas más bellos dentro de la brevedad que conozco, convertido enseguida a través de su versión cantada en poesía popular, porque acierta a formular con muy pocas palabras algo que todos sentimos y pensamos y a veces no acertamos a expresar, gracias sobre todo a la musicalización que Mikel Laboa (1934-2008) llevó a cabo y otros muchos después de él han cantado. Que viene a decirnos que la posesión mata las cosas, simbolizada en este caso no por la jaula sino por el hecho de amputarle las alas al pájaro. Txoria txori, en eusquera o, lo que es lo mismo, Pájaro, pajarito: Si le hubiera cortado las alas / habría sido mío, / no se me habría escapado. Pero así, / habría dejado de ser pájaro. Y yo... / yo lo que amaba era el pájaro.
viernes, 15 de septiembre de 2023
Seguridad pública y privada
jueves, 14 de septiembre de 2023
La fuga de Heraclito
miércoles, 13 de septiembre de 2023
Reflexión sobre la violencia
martes, 12 de septiembre de 2023
Cuentas y cuentos (Lenguaje científico frente a lenguaje poético)
lunes, 11 de septiembre de 2023
¡Mamá, no quiero volver al cole!
Un Giovanni Papini, especialmente cáustico y provocador, escribe un texto que cien años después resulta de plena vigencia y expresa un malestar hoy en aumento, cuando la enseñanza, reconvertida en educación, como se denomina al adoctrinamiento más pernicioso que se camufla de liberación, se ha vuelto obligatoria desde los seis hasta los dieciséis años, y se considera un logro social irrenunciable, hablándose incluso de alargar la obligatoriedad hasta los dieciocho años, que es la mayoría de edad, y de hacer obligatoria la enseñanza preescolar de 0 a 6 años, sin que pocas voces tengan el coraje de poner en cuestión y expresar su disconformidad.