viernes, 17 de octubre de 2025

Cárceles

    Un Ministro del Interior de las Españas ya fallecido  (no era el actual, que aún vive, pero para el caso como si lo fuera, ni siquiera recuerdo si era conservador o progresista, lo que viene a ser lo mismo) declaró que la situación económica que por entonces atravesaba el reyno y que calificó como difícil, no muy distinta de la actual, no afectaría a la partida destinada a las prisiones para el año venidero. Haya o no haya nuevos presupuestos del Estado para el año que viene, no importa, se prorrogan los existentes, y siempre habrá una partida para las cárceles.
  
    Según los datos disponibles en la Red, en el reyno de las Españas hay unos 23.000 funcionarios de prisiones, o sea, carceleros, y la población reclusa para 2025 se cifra en alrededor de los 60.000 'internos', según los datos disponibles de principios de año. A 31 de diciembre de 2024, en efecto, se registraron 59.226 personas privadas de libertad, de las cuales 55.103 eran hombres y 4.123, mujeres. La cifra total puede variar ligeramente durante el año debido a la fluctuación de ingresos y salidas de prisión, por lo que la ta tasa española de población reclusa podría situarse en torno a un poco más de uno por ciento: 126,2 reclusos por cada 100.000 habitantes, según los datos de 2023, y España se encontraría entre los países de Europa Occidental con mayor población reclusa. Pero podemos dormir tranquilos pensando que los malhechores están encarcelados y que nosotros somos libres, lo que no es verdad, porque ni son todos los que están ni están todos los que son. Además, no hace falta insistir en que el Poder Judicial existe para que no haya precisamente justicia, legitimando con su existencia las tropelías y las injusticias. 
 

    El excelentísimo aprovechó su discurso para combatir la imagen "distorsionada", según él, de las cárceles, como si no supiéramos lo que es eso. Al día siguiente publicó un artículo en El Diario Global(ista), alias El País, diciendo: "La sociedad debe conocer qué se hace dentro de las prisiones. Es bueno que ahora que se habla tanto de impuestos la gente sepa en qué se gasta el dinero. Nos vamos a seguir esforzando para que las prisiones sigan teniendo los recursos que necesitan… No se puede hablar de justicia o de seguridad sin hablar del sistema de prisiones". 
 
    Todo esto ocurría, precisamente, el día de la patrona de las prisiones, el día de la Merced y de las Mercedes, el 24 de septiembre. Muchas mercedes, o sea, muchas gracias, señor ministro, le sean dadas a Vuestra Merced, o sea a Vd. por recordarnos a qué se destinan los impuestos con los que contribuimos a la causa, esos impuestos que pagamos y que según la publicidad vuelven a nosotros. 
 
    ¿Hemos olvidado cuál es la razón de ser de las cárceles? No lo perdamos de vista: Las prisiones existen para que los que estamos fuera creamos, engañados, que somos libres: privamos de libertad de una manera evidente a nuestros semejantes para que no se vea la evidencia de que todos estamos en verdad privados de ella. 
 
    La cárcel es, por lo tanto, una metáfora de la falta de libertad en la que malvivimos todos. Hemos de desmentir el mito de la libertad, que sirve como sostén principal del Estado y del orden establecido;  reconozcamos que lo que está padeciendo en la cárcel no es precisamente la persona, que está presa lo mismo dentro que fuera de la prisión, sino algo que no es la persona, que queda por debajo y que de una manera especial está allí constreñida; más bien algo que está contra la persona lo mismo que está contra la cárcel. 
 
    Chicho Sánchez Ferlosio lo expresó muy bien en la versión que grabó del célebre romance anónimo de El Prisionero en su disco A contratiempo (1978), al que añadió unos versos de su cosecha en los que el prisionero se quejaba también de la cárcel que tiene por dentro:  Cárcel tengo por fuera / cárcel por dentro... / Tener no me importara / cárcel por fuera / si de la de aquí adentro / salir pudiera.
    La cárcel es un encerramiento grosero por medio de muros, con la consiguiente privación de libertad que conlleva. Suele distinguirse entre presos políticos y presos comunes, pero en realidad y bien mirado los presos comunes son tan políticos o más que los primeros. A veces creemos que las cárceles están llenas de peligrosísimos delincuentes, pero no es cierto: la mayoría de los que están entre rejas están por delitos de drogas o contra el patrimonio por haber robado porque carecían de todo. La gente no suele engañarse cuando piensa, lo diga o no lo diga, que los malhechores más peligrosos están fuera de las cárceles, igual que los locos más peligrosos, que no están precisamente en los hospitales psiquiátricos.
 
    El poema completo de Chicho (tomado de Chicho Sánchez Ferlosio: Canciones, poemas y otros textos, Edit. Hiperión, 2008)'Cárcel tengo por fuera'. Subrayo en negrita los versos que canta añadidos al Romance del Prisionero, cantados en esta ocasión por Amancio Prada bajo el título Cárcel por dentro, añadiendo al final estos dos versos que supongo del propio Chicho:  '¿Quién tu cuerpo y tu cara / me devolviera?'
  Cárcel tengo por fuera, / cárcel por dentro, / voy vagando y vagando, / puerta no encuentro; / puerta no encuentro, ¡ay, no!, / puerta no encuentro, / el camino que busco nace / de adentro.
 
Tener no me importara / cárcel por fuera / si de la de aquí adentro / salir pudiera, / salir pudiera, ¡ay, sí!, / salir pudiera, / por un rayo de luz / mi vida diera. 
 
Veo el campo a lo lejos / por la ventana, / tristeza y esperanza, / noche y mañana; / noche y mañana, ¡ay, sí!, / noche y mañana, / tristeza omnipotente, / esperanza vana. 
 
Allí crece la yerba / de primavera, / esperanza y tristeza, /  (luz y quimera) / flor y tijera, / flor y tijera, ¡ay, sí!, / flor y tijera, / tristeza del que espera / y desespera. 
 
Donde nacen las penas / no crece hierba, / crecen cardos y ortigas, / frontera negra, / frontera negra, ¡ay sí!, / negra frontera, / por dentro mi dolor, / mi alma por fuera. 

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