miércoles, 12 de octubre de 2022

"Carabelas de Colón, todavía estáis a tiempo".

    Agustín García Calvo es el autor de la letra de la canción "Atrás, a contratiempo", que compuso basándose en una ocurrencia de su amigo el escritor Rafael Sánchez Ferlosio, que le ofreció los dos primeros versos (Carabelas de Colón, / todavía estáis a tiempo) y que canta Chicho Sánchez Ferlosio,  animando a las carabelas de Cristóbal Colón a que como monjitas arrepentidas den marcha atrás y vuelvan al puerto del que partieron sin descubrir América, un alegato contra la Historia, y contra lo que se pretende celebrar el día 12 de octubre, que se ha convertido entre nosotros en el Día de la Hispanidad (o de la españolez, como decía don Rafael) y en la Fiesta Nacional.

       

       He aquí la letra de la canción que interpreta Chicho: Carabelas de Colón, / todavía estáis a tiempo. / Antes que el día os coja, / virad en redondo presto, / presto. / Tirad de escotas y velas, / pegadle al timón un vuelco, / y de cara a la mañana / desandad el derrotero. / Atrás, ¡a contratiempo! / Mirad que ya os lo aviso, / mirad que os lo prevengo: / que vais a dar con un mundo / que se llama el Mundo Nuevo, / nuevo; / que va a hacer redondo el mundo, / como manda Tolomeo, / para que girando siga / desde lo mismo a lo mesmo. / Atrás, ¡a contratiempo! / Por delante de la costa / cuelga un muro de silencio; / si lo rompéis, chocaréis / con terremotos de hierro, / hierro. / Agua irisada de grasas / y rompeolas de huesos, / de fruta, de cabecitas / veréis los árboles llenos. / Atrás, ¡a contratiempo! / ¡A orza, a orza, palomas!, / huid a vela y a remo. / El mundo que vais a hacer, / más os valiera no verlo, / verlo. / Hay montes de cartón-piedra, / ríos calientes de sebo, / arañas de veinte codos, / sierpes que vomitan fuego. / Atrás, ¡a contratiempo! / Llueve azufre y llueve tinta, / sobre selvas de cemento, / chillan colgadas en jaulas / crías de monos sin pelo, / pelo. / 

                                            Los indios pata-de-goma, / acorazados de acero, / por caminos de betún / ruedan rápidos y serios. / Atrás, ¡a contratiempo! / Por las calles trepidantes / ruge el león del desierto. / Por bóvedas de luz blanca / revuelan pájaros ciegos, / ciegos. / Hay un plátano gigante / en medio del cementerio / que echa por hojas papeles / marcados de cifra y sello. / Atrás, ¡a contratiempo! / Sobre pirámides rotas / alzan altares de hielo / y adoran a un dios de plomo / con dientes de oro negros, / negros. / Con sacrificios humanos / aplacan al dios del miedo, / corazoncitos azules / sacan vivos de los pechos. / Atrás, ¡a contratiempo! / Trazan a tiros los barrios, / a escuadra parten los pueblos. / Se juntan para estar solos, / se mueven para estar quietos, / quietos. / Al avanzar a la muerte / allí lo llaman progreso. / Por túneles y cañones / sopla enloquecido el Tiempo. / Atrás, ¡a contratiempo! /


                                                                            Por eso, carabelitas, / oíd, si podéis, consejo: / No hagáis historia, que sólo / lo que está escrito está hecho, / hecho. / Con rumbo al sol que os nace, / id el mapa recogiendo, / por el Mar de los Sargazos / tornad a Palos, el puerto. / Atrás, ¡a contratiempo! / Monjitas arrepentidas, / entrad en el astillero. / Os desguacen armadores, / os coman salitre y muergos, / muergos. / Dormid de velas caídas / al son de los salineros / y un día de peregrinas, / id a la sierra subiendo. / Atrás, ¡a contratiempo! / Volved en Sierra de Gata / a crecer pinos y abetos,  / criar hojas y resina / y hacerles burla a los vientos, vientos. / Allí el aire huele a vida, / se siente rodar el cielo, / y en las noches de verano / cantan grillos y jilgueros. /
Atrás, ¡a contratiempo!


        Pero no sólo es el día de la Fiesta Nacional, la Iglesia celebra el día de la Virgen del Pilar, en el que la virgen María se le apareció al apóstol Santiago a la orilluca del Ebro a su paso por Zaragoza.

    Y es también el día de las Fuerzas Armadas, "un día de orgullo, de satisfacción, de sentirnos más unidos que nunca, teniendo en cuenta que somos miembros de un gran país como es España", según la ministra de la Guerra, que en su alocución envía un recuerdo cariñoso "a las familias que han perdido a sus familiares este año. Siempre estarán en nuestros corazones. Su acto de servicio no lo olvidaremos nunca". Considera significativamente la señora ministra que la muerte es un acto de servicio. Y, más adelante, en su breve y atropellada alocución afirma que "es un día muy importante para España y es un día importante para las fuerzas armadas, esas fuerzas armadas generosas, esas fuerzas armadas que están siempre en todos los lugares más difíciles y más complicados en el extranjero y en España; (...) los hombres y mujeres de las fuerzas armadas están siempre presentes con voluntad de servicio y de amor a España".

"Su acto de servicio no lo olvidaremos nunca"
    
     La ministra, delante de la bandera rojigualda española, se encuentra flanqueada por la de la Unión Europea, azul con sus doce estrellas marianas, y la de la OTAN, aquella organización a la que de entrada le habíamos dicho que no y en la que acabamos entrando de cabeza con todas las consecuencias, de color también azul marino como el Océano Atlántico y con la rosa de los vientos que es la brújula que nos marca el Norte.   
 
    La ministra de la Guerra, en otras recientes declaraciones, afirmaba que había que "trabajar pensando en la industria de Defensa" porque esa industria creaba "puestos de trabajo".  Y citaba a modo de ejemplo las fragatas F-110, los submarinos S-80, los vehículos 8 por 8 y un largo etcétera que es clave para la modernidad de las Fuerzas Armadas y la modernización de la industria de Defensa "porque crea muchos puestos de trabajo".  Ese mismo argumento podría llevarnos a la defensa de la prostitución porque, al igual que la industria de Defensa, genera muchos puestos de trabajo. 

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