El aforismo de Kafka núm. 16 dice : “Una jaula fue a buscar a un pájaro” ("Ein Käfig ging einen Vogel suchen"). Veo que a veces se traduce mal a nuestra lengua como “*Una jaula fue a buscar un pájaro”, que en castellano suena ambiguo porque parece que el sujeto de la frase es el pájaro y el objeto la jaula. Esta ambigüedad no existe en alemán donde el pájaro está en caso acusativo, como revela el artículo “einen”, y por lo tanto es el objeto de la frase. La traducción castellana, para ser exacta, debe contener la preposición “a”, que es un índice funcional negativo, como dicen los gramáticos estructuralistas, es decir, que sirve para dar a entender que lo que viene después no es el sujeto, sino otro elemento de la frase, en este caso el objeto.
Una vez establecida la traducción, llama la atención que el objeto (la jaula, el ser inanimado, la cosa) desempeñe la función del Sujeto gramatical, y que el sujeto (el pájaro, el ser animado, la no-cosa) sea el Objeto gramatical. He ahí la paradoja kafkiana: es la jaula la que va a buscar al pájaro y no el pájaro el que va a buscar la jaula. Sería más lógico que fuera al revés, bien porque el pájaro esté hambriento y sediento y haya visto que en su interior hay agua y comida, bien porque busque refugio, temeroso de la intemperie y del peligroso depredador que es el gato que acecha en el jardín, por ejemplo, y prefiere la seguridad a la libertad, ya que en su interior hay unos barrotes que impiden la intromisión de las garras del felino.
La jaula, que hemos de suponer vacía y abierta, es una invitación al pájaro para que se adentre en ella. Pero lo que le gustaría realmente a la jaula es que el pájaro hubiera nacido en ella, porque el pájaro vernáculo nacido en cautividad no sabrá nunca volar ("El canario, enjaulado; / la jaula, abierta; / pero el pobre no sabe / volar que pueda"), y aunque permanezca abierta la puerta nunca saldrá probablemente de ella, como el preso que pudiendo evadirse de la prisión no lo hace, porque ¿a dónde va a ir él que mejor esté? A fin de cuentas, en el módulo penitenciario no le falta comida ni cama ni techo, y puede recibir con la debida autorización visitas del exterior de carácter íntimo. Fuera hay un mundo hostil donde hay que ganarse la vida perdiéndola en el intento.
Lo que llama la atención del aforismo kafkiano es que se centra no en la libertad -el vuelo del pájaro- sino en la necesidad de la prisión -la jaula que lo contenga. Hay quien sugiere que la jaula es el cuerpo y el pájaro el alma que necesita encarnarse en ella. Puede ser, pero en este caso es el cuerpo el que quiere tener un alma, y no el alma la que quiere tener un cuerpo. En realidad, es una metáfora del sistema legislativo de represión vigente. La cárcel va a buscar al hombre para recordarle que no es libre y convertirlo en un presidiario que así se realiza por propia voluntad.
Podría decirse que la jaula es una trampa que el pájaro se tiende a sí mismo. Podría decirse que la jaula es el gato que quiere capturar al pájaro. Y podría decirse, en definitiva, que la jaula es el pájaro mismo, como cantaba Agustín García Calvo en aquellos versos: De su jaula aletea y sangra / el pájaro desconocido. / Salir quiere y no puede:/ su jaula es él mismo. Y es que el mundo a veces, o casi siempre, por no decir siempre, es completamente distinto de lo que parece.
El poeta vasco Joxean Artze (1939-2018) es autor de uno de los poemas más bellos dentro de la brevedad que conozco, convertido enseguida a través de su versión cantada en poesía popular, porque acierta a formular con muy pocas palabras algo que todos sentimos y pensamos y a veces no acertamos a expresar, gracias sobre todo a la musicalización que Mikel Laboa (1934-2008) llevó a cabo y otros muchos después de él han cantado. Que viene a decirnos que la posesión mata las cosas, simbolizada en este caso no por la jaula sino por el hecho de amputarle las alas al pájaro. Txoria txori, en eusquera o, lo que es lo mismo, Pájaro, pajarito: Si le hubiera cortado las alas / habría sido mío, / no se me habría escapado. Pero así, / habría dejado de ser pájaro. Y yo... / yo lo que amaba era el pájaro.