martes, 14 de octubre de 2025

¿Qué es el tiempo?

Philomena Cunk es el personaje cómico de ficción interpretado por Diane Morgan que encarna a una atolondrada periodista de investigación científica en la serie televisiva británica Moments of wonder, 'Momentos de asombro'. En ella, Philomena divulga información errónea a la vez que hace preguntas básicas a sus entrevistados no exentas a veces de enjundia y de malicia, que dejan pensando al espectador y al propio entrevistado. Estos no son personajes ficticios, suelen ser catedráticos, doctores y especialistas en filosofía, teología, física cuántica, arte y muchas otras disciplinas, la flor y nata académica del Reino Unido. A un físico, por ejemplo, le preguntó qué es más veloz la luz o la sombra.

En esta ocasión, desde el Museo del Reloj de Greenwich, que es para ella la capital del tiempo, Philomena se pregunta qué es el tiempo, después de afirmar que es algo valioso, relacionándolo remotamente con el dinero, diciendo que ha existido antes de que empezara a contar, lo que le lleva a preguntarse qué son los relojes y qué es lo que miden. 

 Un reloj musical suizo 

A la vista de la mayoría de los relojes, podría decirse que el tiempo es algo circular -el eterno retorno- pero en realidad es lineal, es la línea vertical imaginaria del meridiano de Greenwich, también llamado meridiano cero y primer meridiano, que divide el planeta en dos mitades idénticas de 180º cada una, segmentadas en husos horarios de 15º, que es el resultado de la división de los 360º de la circunferencia completa entre las veinticuatro horas que tiene el día.  

Moments of Wonder: ¿Qué es el tiempo?

Philomena dice que se halla en el único lugar del mundo donde puede estar a la vez entre el pasado y el futuro, con el presente pasándole por su entrepierna,  running right up trough my middle bits.

Dice que nadie sabe lo que es el tiempo excepto los científicos, que lo saben todo. Y entonces pregunta al científico Stuart Clark, doctor, astrónomo y miembro de la Royal Astronomical Society, qué es el tiempo, y este le responde categóricamente: En realidad no lo sabemos. Pero, acto seguido, formula dos posibles hipótesis manteniendo la dicotomía físico/psíquico, que viene a ser la misma, grosso modo, que objetivo/subjetivo: el tiempo puede ser algo físico y objetivo y entonces sería como un río que fluye, o algo psicológico y subjetivo. 

Philomena le interrumpe preguntándole qué quiere decir con la hipótesis del río, a lo que Stuart Clark le responde que el tiempo fluye como el agua del río, y que los sucesos que nos pasan en la vida son como cosas que hay en el río que el agua encuentra a su paso, de lo que concluye la presentadora que los eventos que nos pasan en la vida son como los peces y demás que hay en los ríos. 

 

En la línea de la respuesta seria del científico de no se sabe qué es el tiempo, nos viene como anillo al dedo lo que escribió Agustín de Hipona, San Agustín, en sus Confesiones XI, 14, 17, donde contrapone el hecho de saber lo que es el tiempo, con el de ponerse a explicarlo, porque saber sabemos lo que es, tenemos una idea de él que todos manejamos, (gracias sobre todo, entre paréntesis, a los llamados tiempos verbales de nuestras gramáticas escolares), esa idea nos sirve para hablar de las cosas, pero no podemos hablar de ella sin poner en peligro su consistencia y existencia, por eso dice el santo que no puede explicarlo con palabras, que lo sabemos pero no lo sabemos: 

 

¿Qué es, pues, el tiempo? Si nadie me lo pregunta, lo sé; pero si quiero explicárselo al que me lo pregunta, no lo sé. Lo que sí digo sin vacilación es que sé que si nada pasase no habría tiempo pasado; y si nada sucediese, no habría tiempo futuro; y si nada existiese, no habría tiempo presente. Pero aquellos dos tiempos, pretérito y futuro, ¿cómo pueden ser, si el pretérito ya no es y el futuro todavía no es? Y en cuanto al presente, si fuese siempre presente y no pasase a ser pretérito, ya no sería tiempo, sino eternidad. Si, pues, el presente, para ser tiempo es necesario que pase a ser pretérito, ¿cómo deciros que existe éste, cuya causa o razón de ser está en dejar de ser, de tal modo que no podemos decir con verdad que existe el tiempo sino en cuanto tiende a no ser?


lunes, 13 de octubre de 2025

Hojarasca otoñal

Jota alternativa: La Virgen del Pilar dice que no quiere ser francesa ni quiere ser española, ni convicta ni confesa, ni tampoco capitana de la tropa aragonesa.

 
La información que los medios masivos de comunicación ponen en escena es la máquina más sofisticada de guerra, por una parte publicidad y por otra propaganda.
  Antes de que nos echen de la OTAN por no alcanzar los objetivos, como amenaza el déspota yanqui, lo honesto sería negarnos a seguir y que nos fuéramos nosotros.
 
...Dos años ya siguiendo en directo, día a día, una guerra informativa de una violencia sin par entre Israel y Palestina polarizando la opinión pública mundial.
 
Hay una guerra en el frente militar y otra, no menos cruenta, en el frente informativo. Palestina la ha perdido en el militar, pero ha ganado en el informativo.
 
La guerra informativa de Gaza se ha convertido en las sufridas España en una batalla semántica, sobre si es o no es un genocidio y de quién es el genocidio.
 
Se realizará el homenaje a los que dieron su vida por España, y se procederá a la izada solemne de la bandera nacional, tiñéndose el cielo de sangre y amarillo.
 
A las boinas de los tres ejércitos de tierra, mar y aire (y espacio), se suma la de la neófita UME, Unidad Militar de Emergencias, de color amarillo mostaza.
 
En el cartel del Desfile del Día de la Fiesta Nacional del Ministerio de Defensa no se ve el sombrero de tres picos de la Guardia Civil, el simbólico tricornio.
 
Gozoso no es poder ir al trabajo a pie o en bici, como propone la ley de movilidad sostenible del gobierno progresista, la gozada es no tener que ir a trabajar.
 
Uno de los primeros ejemplos trágicos y literarios occidentales de violencia vicaria contra el otro sexo que recae mortalmente sobre los hijos es el de Medea.
 
La campaña “Personas con energía propia” que fomenta el Ministerio para la Transición Ecológica promueve el beneficio individual y colectivo del autoconsumo.
En Bruselas no convence la estrategia española de contabilizar la lucha contra el cambio climático como inversión en defensa que ensancha el concepto militar.
 
No quería que se me escapara de las manos lo que había conseguido al fin con tanto esfuerzo; quería poseerlo y acabé apretándolo tan fuerte que se me rompió.
 
En lugar de estar atentos a lo que pasa, de lo que nos informan sobradamente los medios masivos de comunicación, deberíamos prestar atención a lo que no sucede.
 
¿Qué es el hombre? Un triángulo equilátero, tres en uno: Padre, el documento nacional de identidad; Hijo, la cuenta bancaria, y Santo Espíritu, el esmarfon.
 

domingo, 12 de octubre de 2025

¡Carabelas de Colón, todavía estáis a tiempo!

    Nada mejor que una canción para celebrar el acontecimiento que hoy se conmemora. Agustín García Calvo es el autor de la letra de "Atrás, a contratiempo", que compuso basándose en una ocurrencia de su amigo Rafael Sánchez Ferlosio, que le ofreció los dos primeros versos (Carabelas de Colón, / todavía estáis a tiempo) y que canta con gracia y desgarro Chicho Sánchez Ferlosio, hermano del escritor, que compuso la música,  animando a las carabelas de Cristóbal Colón a que como monjitas arrepentidas den marcha atrás y vuelvan al puerto del que partieron sin descubrir América, un alegato contra la Historia, y contra lo que se pretende celebrar el día 12 de octubre, que se convirtió entre nosotros en el Día de la Hispanidad, de la españolidad o de la españolez, como decía don Rafael, y en nuestra Fiesta Nacional en el año del Señor de 1987  "con la intención de recordar de forma solemne momentos de la historia colectiva que forman parte del patrimonio histórico, cultural y social común, asumido como tal por la mayoría de los ciudadanos".

    Dicen que fue Rodrigo de Triana, por cierto, el marinero que gritó alborozado el primero en el viaje de Colón después de casi dos meses y medio de ardua navegación desde la calavera La Pinta:   "¡Tierra! "¡Tierra a la vista!"


    Sobre la cuestión de la lengua no hay nada que objetar: es una maravilla que podamos entendernos muchos americanos y españoles hablando y escribiendo en esta lengua en la que lo hacemos, cosa que no hubiera sido posible sin el descubrimiento de América. Pero lo que no parece tan bien del "descubrimiento" fue la colonización y la imposición de nuestro modelo. Hubiera sido mejor, la verdad, que el Nuevo Mundo no se hubiera convertido, como se convirtió enseguida, en un espejo de este Viejo Mundo. ¡Ojalá hubiera seguido virgen! No es que creamos aquí en el mito del buen salvaje, pues cada vez creemos menos en menos cosas, pero si en algo creemos poco, mucho menos todavía que en el buen salvaje de Rousseau, es en el mito del buen civilizado y el cuento chino de la civilización.

  

         He aquí la letra de la canción que interpretaba Chicho: Carabelas de Colón, / todavía estáis a tiempo. / Antes que el día os coja, / virad en redondo presto, / presto. / Tirad de escotas y velas, / pegadle al timón un vuelco, / y de cara a la mañana / desandad el derrotero. / Atrás, ¡a contratiempo! / Mirad que ya os lo aviso, / mirad que os lo prevengo: / que vais a dar con un mundo / que se llama el Mundo Nuevo, / nuevo; / que va a hacer redondo el mundo, / como manda Tolomeo, / para que girando siga / desde lo mismo a lo mesmo. / Atrás, ¡a contratiempo! / Por delante de la costa / cuelga un muro de silencio; / si lo rompéis, chocaréis / con terremotos de hierro, / hierro. / Agua irisada de grasas / y rompeolas de huesos, / de fruta, de cabecitas / veréis los árboles llenos. / Atrás, ¡a contratiempo! / ¡A orza, a orza, palomas!, / huid a vela y a remo. / El mundo que vais a hacer, / más os valiera no verlo, / verlo. / Hay montes de cartón-piedra, / ríos calientes de sebo, / arañas de veinte codos, / sierpes que vomitan fuego. / Atrás, ¡a contratiempo! / Llueve azufre y llueve tinta, / sobre selvas de cemento, / chillan colgadas en jaulas / crías de monos sin pelo, / pelo.  

                                            Los indios pata-de-goma, / acorazados de acero, / por caminos de betún / ruedan rápidos y serios. / Atrás, ¡a contratiempo! / Por las calles trepidantes / ruge el león del desierto. / Por bóvedas de luz blanca / revuelan pájaros ciegos, / ciegos. / Hay un plátano gigante / en medio del cementerio / que echa por hojas papeles / marcados de cifra y sello. / Atrás, ¡a contratiempo! / Sobre pirámides rotas / alzan altares de hielo / y adoran a un dios de plomo / con dientes de oro negros, / negros. / Con sacrificios humanos / aplacan al dios del miedo, / corazoncitos azules / sacan vivos de los pechos. / Atrás, ¡a contratiempo! / Trazan a tiros los barrios, / a escuadra parten los pueblos. / Se juntan para estar solos, / se mueven para estar quietos, / quietos. / Al avanzar a la muerte / allí lo llaman progreso. / Por túneles y cañones / sopla enloquecido el Tiempo. / Atrás, ¡a contratiempo! 


                                                                            Por eso, carabelitas, / oíd, si podéis, consejo: / No hagáis historia, que sólo / lo que está escrito está hecho, / hecho. / Con rumbo al sol que os nace, / id el mapa recogiendo, / por el Mar de los Sargazos / tornad a Palos, el puerto. / Atrás, ¡a contratiempo! / Monjitas arrepentidas, / entrad en el astillero. / Os desguacen armadores, / os coman salitre y muergos, / muergos. / Dormid de velas caídas / al son de los salineros / y un día de peregrinas, / id a la sierra subiendo. / Atrás, ¡a contratiempo! / Volved en Sierra de Gata / a crecer pinos y abetos,  / criar hojas y resina / y hacerles burla a los vientos, vientos. / Allí el aire huele a vida, / se siente rodar el cielo, / y en las noches de verano / cantan grillos y jilgueros. /
Atrás, ¡a contratiempo!


        Pero no sólo es el día de la Fiesta Nacional, la Iglesia celebra el día de la Virgen del Pilar, en el que la virgen María se le apareció supuestamente al apóstol Santiago a la orilluca del Ebro a su paso por Zaragoza.

    Y es también el día de las Fuerzas Armadas, "un día de orgullo, de satisfacción, de sentirnos más unidos que nunca, teniendo en cuenta que somos miembros de un gran país como es España", según declaraba hace unos años la actual ministra de la Guerra con motivo de esta efeméride o acontecimiento notable que se recuerda en su aniversario, que en su alocución enviaba un recuerdo cariñoso "a las familias que han perdido a sus familiares este año. Siempre estarán en nuestros corazones. Su acto de servicio no lo olvidaremos nunca". Consideraba significativamente la señora ministra que la muerte es un acto de servicio. Y, más adelante, en su breve y atropellada alocución afirmaba que "es un día muy importante para España y es un día importante para las fuerzas armadas, esas fuerzas armadas generosas, esas fuerzas armadas que están siempre en todos los lugares más difíciles y más complicados en el extranjero y en España; (...) los hombres y mujeres de las fuerzas armadas están siempre presentes con voluntad de servicio y de amor a España".

"Su acto de servicio no lo olvidaremos nunca"
    
     La ministra, delante de la bandera rojigualda española, se encuentra flanqueada por la de la Unión Europea, azul con sus doce estrellas marianas, y la de la NATO/OTAN, aquella organización a la que de entrada le habíamos dicho que no y en la que acabamos entrando de cabeza con todas las consecuencias, de color también azul marino como el Océano Atlántico y con la rosa de los vientos que es la brújula que nos marca el Norte.  Por cierto, antes de que nos expulsen de la NATO/OTAN como ha amenazado el déspota estadounidense que quiere engrandecer a América, no estaría mal por nuestra parte y sería un gesto digno de elogio, marcharnos nosotros por nuestro propio pie voluntariamente.   Ahí queda la sugerencia para la coalición de gobierno progresista.
 
    La ministra de la Guerra, en otras declaraciones, afirmaba que había que "trabajar pensando en la industria de Defensa" porque esa industria creaba "puestos de trabajo".  Y citaba a modo de ejemplo las fragatas F-110, los submarinos S-80, los vehículos 8 por 8 y un largo etcétera que es clave para la modernidad de las Fuerzas Armadas y la modernización de la industria de Defensa "porque crea muchos puestos de trabajo".  Ese mismo argumento podría llevarnos a la peligrosa defensa de la prostitución, ahora que dicen que España es el principal consumidor (sic) de prostitución en Europa y el tercero a nivel mundial, porque, al igual que la industria de Defensa, genera muchos puestos de trabajo en puticlús de alterne y en las esquinas a la luz de las farolas. 

sábado, 11 de octubre de 2025

El canto del cisne

Imaginemos al viejo abogado, ya jubilado, paseando a la hora imprecisa del crepúsculo, más propicia acaso que otras horas del día para la reflexión, por los jardines de su finca de Túsculo, no lejos de Roma. Absorto en sus cavilaciones, meditabundo y grave, conversa animadamente con alguien.


Habla, alejado de las intrigas cotidianas de la actualidad y la vida pública, a la que consagró sus mejores años, de la muerte, preguntándole a su interlocutor y por ende también a sí mismo si la muerte es un bien o, por el contrario, una desgracia. 

Corrían los tiempos, difíciles como lo son todos, de la dictadura de Julio César, malos tiempos para un hombre como Cicerón que había optado, en la hora decisiva de la guerra civil,  conservador y republicano de viejo cuño que era, por el bando del derrotado Pompeyo, y por aquella causa perdida que no agradó a los dioses, que no permitieron que triunfase, pero sí a hombres del temple de Catón, que se suicidó muriendo por la libertad republicana. 

 
 El joven Cicerón, Vincenzo Foppa (1464)
-A mí me parece que la muerte no puede ser mala, sino todo lo contrario: un bien. –Ha sentenciado el viejo abogado que, a punto de cruzar el umbral que separa la vida de la muerte, teme a la Parca que lo espera, y no sólo a la que llamamos muerte natural, sino a un posible asesinato. Su interlocutor no es ningún aprendiz de leguleyo que admira incondicionalmente a su maestro, como buen discípulo que se ha acercado a saludarlo y a conversar con él, como podría parecer a primera vista. No. Hemos de pensar que el discípulo de Marco Tulio Cicerón es el propio Marco Tulio Cicerón,  mucho más joven, que de pronto le replica conversando consigo mismo: 

-No. A mí, por cierto, me parece que la muerte es mala. -Ambos se han detenido un momento ante el murmullo de una fuente. Cicerón, cabizbajo, guarda silencio. El ilustre abogado sonríe porque recuerda una bellísima historia que alguna vez leyó.

Oigamos su voz bien timbrada y sus modulaciones. No en vano es la voz de uno de los mejores abogados que en el mundo han sido:

 -Comoquiera que Trofonio y Agamedes habían edificado el templo consagrado al dios Apolo en Delfos, le pidieron a este con suma reverencia que les concediese como recompensa no una cosa concreta, sino lo que él, en su inmensa sabiduría y providencia, considerase que era lo mejor para el ser humano. No le pidieron riquezas, ni placeres, ni poder, ni ninguna otra cosa mundana, sino que dejaron prudentemente a su consideración el don que el dios se dignara a otorgarles por su obra arquitectónica, un templo que no podía sino despertar la admiración y el elogio de todos los que lo habían visto terminado. Apolo les manifestó a través de un sueño que les otorgaría su premio al cabo de dos días. Cuando cantó el gallo al tercer día, ambos arquitectos fueron hallados muertos. Sus rostros, por cierto, revelaban a las claras que su muerte no había sido un castigo divino por su soberbia, como podrían creer algunos en sus cortas luces, sino el mayor galardón que podrían recibir en esta vida. Apolo les había otorgado lo que consideraba que no sólo era un bien, y no un mal como algunos creen, sino además lo mejor para el hombre. 

Cicerón conversando en su villa de Túsculo, Charles Lebayle  (segunda mitad siglo XIX)

Cicerón guarda silencio. Ha impresionado a su interlocutor vivamente, que, no obstante, reacciona al cabo de unos instantes argumentando que lo que ha contado no deja de ser una leyenda, no la prueba definitiva ni contundente de un razonamiento. 

-¿No has oído hablar del canto del cisne moribundo? –Pregunta el anciano volviendo a la carga retórica. 

-No. –Asevera el joven. 

-He leído en algún sitio que el canto del cisne cuando barrunta su muerte es lo más hermoso que nuestro oído puede escuchar, más aún si cabe que la voz de las sirenas que encantaron a Ulises. Considera que los cisnes están consagrados a Apolo, que es el dios de la profecía, y que por lo tanto poseen el don de presentir las cosas, del que se valen cuando sienten que se avecina su hora, como suele decirse cuando uno se refiere a la de su muerte. Antes de morir, según cuentan, entonan el más bello cántico que oírse pueda, muy superior al del cortejo del cisne enamorado, con lo que nos auguran a los mortales el supremo bien que es la muerte que a todos nos aguarda. 
-Es posible, maestro, que la muerte no sea tan mala como la imaginamos y nos la pintan, y como sugieren esas historias, pero creo que no hay indicios suficientes como para dar el siguiente paso dialéctico y afirmar que sea un bien. Sería preferible en todo caso no afirmar nunca nada positivo, y concluir que la muerte puede no ser un mal sin que eso conlleve que sea necesariamente un bien, manteniendo aquella actitud socrática de no afirmar lo que no se sabe, dado que sólo conocemos a ciencia cierta la magnitud de nuestra ignorancia. 

Muerte de Cicerón

-Tal vez… -Musita Cicerón recordando a Sócrates. Pero ya no oye. Fascinado por el eco de sus propias palabras, se detiene aspirando la fragancia que exhala una flor. Tampoco puede seguir conversando. Se fatiga mucho. El viejo abogado no le teme a la muerte, y ha defendido su última causa pronunciando un discurso con el que su voz asciende a la categoría lírica del canto maravilloso del último cisne. 

-La muerte propia, de hecho, de la que no tenemos ninguna experiencia previa, es cualquier cosa que no nos figuremos ni imaginemos. Se dice finalmente a sí mismo parafraseando la sentencia del viejo Heraclito de Éfeso.

viernes, 10 de octubre de 2025

Hojas secas

Nueva edición remasterizada de Gripe Aviar: "La enfermedad en poco más de dos meses ha obligado en todo el país al sacrificio de casi dos millones de gallinas".
 
  
 El dinero es fe, dice un prestigioso economista. Si todos creemos colectivamente en él, como creemos sin duda, le conferimos un poder del que carece sin la fe.
 
Si creemos en el dinero, le otorgamos, digno de crédito, la fuerza tan poderosa que ha movido el mundo en los cinco últimos milenios y la que lo mueve todavía.
 
 Lo canta la gran Liza Minnelli en un número musical de la película Cabaret: El dinero es el motor que hace girar al mundo con su tintineante y metálico sonido.
 
  El dinero es la idea abstracta de algo que no existía pero que ahora existe, algo en lo que todos hemos decidido creer y que requiere una fe inmensa, religiosa.
 
 El dinero es tan intangible que solamente algo más de la décima parte del que se mueve en el mundo es dinero real, efectivo. El resto es dinero... financiado.
 

 ¿Hablan las cosas? Puede que nos digan algo a su modo y no entendamos su lenguaje. ¿No están acaso sugiriéndonos algo esas hojas caídas en otoño sin palabras? 
 
oOo 
 
La baja médica es la fórmula mágica que permite vivir temporalmente sin trabajar, libres de la maldición bíblica que es nuestra condena al trabajo asalariado. 
 
¿Quién orienta al orientador que aconseja a los alumnos estudiar Formación Profesional en vez de Bachillerato? Sospecho que los vaivenes del mercado laboral.

El absentismo laboral motivado por la crisis de ansiedad que provoca el trabajo es el mal del siglo que afecta especialmente, dicen, a las jóvenes generaciones.

 
  

  Los Estados Unidos, dice su presidente, están siendo invadidos por un enemigo interno que hay que controlar con las fuerzas armadas antes de que se descontrole.
 
Ha renombrado el Departamento de Defensa como lo que es de verdad: Ministerio de Guerra, y declara la guerra interna -from within- del Estado contra el pueblo.
 
 En la Teogonía de Hesíodo se dice que en primer lugar hubo caos y que de ahí surgió el orden o cosmos. No es verdad: el caos es el orden que hay establecido.
 
 
Navegamos, como Ulises, frente a la isla de las sirenas, cuyos cánticos nos invitan a naufragar en un consumo compulsivo que no podrá saciar ninguna mercancía. 
 
Los cánticos de las sirenas digitales de los teléfonos móviles nos prometen conexión con el mundo cuando en realidad nos aíslan más en nuestra vida cotidiana.
 
De tanto ir el cántaro a la fuente, acaba quebrándose y rompiendo el asa o la frente, convirtiéndose, acto seguido, en arqueológica pieza exhibida en el museo.
 
Las hijoputeces del sistema: promete facilitarnos las cosas con la implementación de nuevas tecnologías cuando lo que hace es tecnológicamente complicárnoslas. 

jueves, 9 de octubre de 2025

Crónica de cosas que pasan (4)

Fuera de servicio: Que un cargador de automóviles eléctricos esté fuera de servicio es algo que podría parecer extraordinario y excepcional y, por lo tanto, no debería preocuparnos mucho, pero desgraciadamente no es así: muchos no funcionan, la mayoría de los gratuitos -los de pago son otro cantar, claro, funcionan pero son lentos hasta la desesperación.  Como dice el cartel que le han puesto a este: ni funcionan ni han funcionado nunca desde que los instalaron. 
  
Sin embargo, dan el pego: lucen mucho: pequeños ayuntamientos, como el de Tronchón, en el Maestrazgo turolense, han colocado un punto de recarga y aparcamiento verde para vehículos eléctricos en el centro del pueblo, bien visible, prohibiéndose el aparcamiento a los demás vehículos contaminantes; cargador que, según los vecinos del pueblo citado en El Quijote por sus ya famosos quesos de oveja y de cabra, no funciona ni ha funcionado nunca porque no ha entrado en servicio desde que se instaló hace por lo menos dos años. 
 
  
Los coches eléctricos se quedan desabastecidos sin suministro eléctrico en su santa y loable tarea de salvar el planeta debido a sus nulas emisiones de C02, aunque haya quienes defiendan que el dióxido de carbono es el peor de nuestros males, sino una bendición. En el cartel de color verde del cargador permanentemente fuera de servicio puede leerse: Plaza reservada para vehículos eléctricos durante la recarga. Se refiere a ellos como EV, y no como debería decirse en castellano VE (abreviatura de Vehículos Eléctricos, que queda más guay en inglés: Electric Vehicles). 
  
Procura que no te roben. La Guardia Civil nos regala consejos bienintencionados y útiles para “evitar que nos roben”. Sin embargo, me da a mí la sensación de que esos consejos, si vinieran de otra parte, serían aceptables, pero no proceden, nunca mejor dicho, viniendo de la Benemérita institución, que parece que quiere trasladar la responsabilidad de la inseguridad ciudadana al ciudadano particular, mientras el Estado se desentiende de garantizar dicha seguridad. Nos dice la agente que caminemos por la zona interior de la acera, con el bolso mirando a la pared, para evitar que los cacos tengan acceso a nuestras pertenencias. También que no mostremos joyas u objetos de valor, pero no por el prurito cristiano de no hacer ostentación de la riqueza, sino para que no provoquen la codicia del ladrón.
 
Me contaba a propósito mi anciana madre que el otro día  se le acercó una mujer muy simpática por la calle diciéndole que le enseñara la mano si quería que le leyera la buenaventura. Ella le ofreció la izquierda, pero la quiromante -o lo que fuera- le dijo que esa no valía, que era la mano del demonio, que era en la derecha, que era la de Dios, donde se leía en las rayas de la mano el futuro que estaba escrito. Mi madre, ingenua, se la mostró, y entonces vio como la gitana intentaba sacarle disimuladamente el anillo de oro que llevaba en el dedo anular mientras le acariciaba la mano y le leía lo que no estaba escrito... Mi madre se dio cuenta enseguida de la maniobra de sacarle el anillo y retiró la mano a tiempo, descubriendo a la ladrona, que se dio a la fuga enseguida y desapareció.  
 
La adivina, Bartolomeo Manfredi (1616-1617)
 
También nos dice la agente de la Benemérita que no aceptemos ninguna oferta que nos ofrezcan por la calle por muy ventajosa que nos parezca, porque normalmente será una estafa. En caso de viaje nos aconseja que llevemos lo estrictamente necesario y que vigilemos nuestras maletas y objetos personales -entre ellos, además de la cartera, aunque esto no lo dice, el teléfono móvil supuestamente inteligente, la más personal de nuestras pertenencias.
 
¿Este es el modelo de sociedad que queremos? ¿Un ciudadano temeroso, siempre alerta, que acepta como normal vivir rodeado de ladrones, corruptos y estafadores? El mensaje subliminal es claro, por debajo de las buenas intenciones, si te roban, es culpa tuya, porque no has tenido precaución. Algo parecido al mensaje que se decía antaño a las mujeres: si te violan es porque has provocado los bajos instintos del violador. 
 
Lo que está claro es que la inseguridad no ha venido para quedarse, siempre ha estado presente y formado parte de la normalidad. Las FCSE, Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, que incluyen a la Policía Nacional, y demás policías autonómicas y municipales o locales, y a la Guardia Civil, son los organismos encargados de mantener el orden público y velar por la seguridad ciudadana, quienes, en lugar de combatirla de raíz, cosa que no pueden hacer en una sociedad esencialmente capitalista, es decir, injusta como la nuestra, nos dicen que procuremos acostumbrarnos a convivir con la inseguridad. 
  
Algo falla cuando el poder que encarna el Estado pide a sus súbditos que se comporten como víctimas indefensas y se acostumbren a vivir con miedo, cosa que pone de relieve su fracaso.

miércoles, 8 de octubre de 2025

Crónica de cosas que pasan (3)

Ángeles de la Guarda. El 2 de octubre fue el día de los Santos Ángeles Custodios, patronos de la Policía Nacional. Tras una misa solemne de una hora de duración, se celebró, ocupados los bancos por agentes, mandos, autoridades y civiles, una no menos solemne ceremonia con desfile de la bandera en homenaje a los caídos. Se pronunciaron discursos y dijeron cosas como esta: «Si la nuestra es hoy una Ciudad segura es por vuestro compromiso, vuestra entrega y vuestro trabajo coordinado con la Policía Local»
 
La Ciudad está segura gracias a la labor de los Santos Ángeles Custodios o Ángeles de la Guarda -dulce compañía-, si no al cien por cien, cosa imposible porque siempre pasan cosas, mantiene al menos unos índices de criminalidad más que aceptables y más bajos que otras ciudades de tamaño similar. Y se escuchó esta perla: «El mayor éxito de una sociedad no es que los delitos se persigan, juzguen y castiguen, sino que no lleguen nunca a cometerse». 
 

 Al hacer repaso de las actuaciones del último año, se reconoció que se habían vivido momentos complicados de singular tensión, con ajustes de cuentas entre clanes rivales que desembocaron en tiroteos, pero se remarcó que prácticamente todos los implicados habían sido detenidos. También se citaron varias violaciones y robos con violencia resueltos, y se explicó que, aunque las detenciones aumentaron, los delitos más graves habían descendido de manera muy notable. 
 
Concluidos los discursos, se entregaron distinciones. Varios agentes recibieron la Cruz al Mérito Policial con distintivo blanco. El emotivo acto concluyó con la ejecución a cargo de la banda municipal del himno nacional y el de la propia Policía Nacional. 
 
Más madera. Contra nuestra costumbre de no ofrecer nombres propios personales vamos a hacer una excepción con Guillermo (García) Lledó (1946-...), el artista español conocido como pintor y escultor desde la década de los años setenta, cuya obra "Madera" se ha hecho viral porque ha generado un debate entre la gente que utiliza las redes sociales -peces que nadaban en las aguas de la mar salada convertidos en pescados por el uso de dichas redes-, ya que la obra de arte, que parece un palé industrial, fue construida por él, por lo que no es de fabricación industrial, sino artesana, según los críticos del gremio artístico “para ser una representación ficticia de uno”, que busca provocar una reflexión sobre la naturaleza de la representación y la definición de arte. 
 
Laa obra “Madera” (1982) de Guillermo Lledó ha sido expuesta en el Museu Fundación Juan March de Palma de Mallorca. Esta pieza forma parte de la serie “Maderas pintadas” (1981-1982), que explora la relación entre la pintura y la escultura mediante el uso de madera, esmalte sintético y técnicas de pintura monocromática.
  
Madera, Guillermo Lledó (1982)
 
¿Es un palé o no es un palé? Naturalmente que es un palé. ¿Es un palé industrial? Parece que no, sino que es un palé construido por el propio artista, por lo que no puede dudarse de su carácter artesano. ¿Qué valor tiene, aparte de la firma del artista? Ninguno. Quiere hacernos reflexionar sobre la definición de arte. Si el arte es una imitación de la realidad, sería arte, porque imita a la perfección la realidad. Ahora bien, ¿qué realidad imita? La de las producciones de objetos en serie como esta armazón de una plataforma de madera cuya utilidad práctica es almacenar y transportar mercancías, como la propia obra de arte, chef d'oeuvre u obra maestra denominada “Madera”, fechada en el año del Señor de 1982.
 
El director del museo, en este vídeo que se ha hecho viral enseguida, trata de explicar el hiperrealismo de la obra.
 
 

martes, 7 de octubre de 2025

Obituario de Gianfranco Sanguinetti, el último situacionista

    Ha muerto el 3 de octubre del año del Señor de 2025 en Praga, a la edad de 77 años, Gianfranco Sanguinetti, el último situacionista. Hijo de una acomodada familia comunista, Gianfranco desde su juventud se declaró un rebelde. Miembro clave de la Internacional Situacionista, se convirtió en una figura central de los movimientos contestatarios de los años sesenta y setenta, forjando una profunda amistad con Guy Debord, que retrató a nuestra sociedad como la Sociedad del Espectáculo. 
 
Gianfranco Sanguinetti (1948-2025) 
 
    En 1975 engañó a la burguesía italiana con su Informe verídico sobre las últimas oportunidades de salvar el capitalismo: un panfleto firmado con el pseudónimo de “Censor”, en el que un falso empresario revelaba con cínica claridad los secretos del sistema: la burguesía debía aliarse con el Partido Comunista para ilusionar a los trabajadores a fin de reafirmar su dominio, porque, decía, "la verdadera amenaza a la presente estabilidad no proviene del PCI, sino de la revolucionaria posibilidad de una rebelión de las masas contra su condena al trabajo asalariado". Cuando se descubrió su autoría y que todo era una contundente farsa, el escándalo fue total en Italia, aunque traducido al francés por su amigo Guy Debord, el informe fue bien recibido en París: nemo propheta in patria. El informe verídico era un falso informe que se dirigía a quinientos veinte destacados industriales, políticos y periodistas italianos, que lo tomaron en serio como un manifiesto de la derecha económica, que proponía una forma de apaciguar las huelgas generalizadas y la rebelión obrera que sacudía a Italia por entonces, que, por otra parte, sin que se percataran sus destinatarios, alentaba.  
 
    Esto escribía a propósito el 13 de enero del año del Señor de 1981 Fernando Savater, cuando todavía no era persona non grata en El Diario Global(ista), alias El País, en un artículo titulado “La tesis de Sanguinetti”: Magistralmente escrito, el panfleto se presentaba como obra de un oculto gran patricio romano, cínico discípulo de Pareto y buen conocedor de los clásicos, que hacía un balance despiadado de la situación del capitalismo en Italia, revelaba que el atentado mortal de la piazza Fontana (19 de diciembre de 1969) había sido obra del SID (servicios secretos italianos), describía por lo menudo los chanchullos de los más destacados políticos de todas las tendencias y finalmente, para evitar el peligro de una sublevación social, recomendaba una alianza del gran capital con el partido comunista, pues sólo el PCI podría y querría frenar cualquier intento subversivo del proletariado
  
    En Del terrorismo y del Estado (1979) desmontó la maquinaria del miedo con una lucidez que hoy sigue siendo prodigiosa, obra que es una lección de ironía, inteligencia y coraje político, en la que ponía de manifiesto secretos de Estado: las complicidades entre los servicios secretos italianos y las Brigadas Rojas. 
  
    Así resumía Savater su tesis: Para Sanguinetti hay dos clases de terrorismo: uno, ofensivo, que ejemplifica con los atentados de los palestinos o de los irlandeses, y que es el recurso de desesperados o ilusos; otro, defensivo, tiene resultados mucho más prácticos que el anterior y es obra exclusiva de los Estados sometidos a grave crisis social o que la temen próximamente. El terrorismo de Italia es para Sanguinetti paradigma de la segunda clase de terrorismo, el defensivo o de Estado. A partir del año 1969, el Estado italiano, sumido en irresolubles conflictos laborales, padeciendo una acentuada falta de confianza popular en sus instituciones corrompidas e incapaz de inventar ningún nuevo proyecto comunitario por exigencias del capitalismo que se ve obligado a defender, encuentra en el terrorismo ofensivo una vidriosa esperanza de supervivencia. De este modo, tras varios intentos preparatorios, lleva a cabo el atentado de piazza Fontana, donde mueren por bomba numerosas personas. Se esgrime el fantasma de la conjura de extrema izquierda; los más «listos» suponen que el golpe más bien proviene de la extrema derecha: da igual, pues en ambos casos el Estado queda reforzado como imprescindible ante el peligro de un comunismo radical (frente a la derecha) o el peligro fascista (frente a la izquierda)
 
    El secuestro y ejecución de Aldo Moro fueron para Sanguinetti casos de terrorismo defensivo del Estado:    las Brigadas Rojas no eran más que uno de los disfraces de los servicios secretos italianos.
 
    Posteriormente, publicó Dinero, sexo y poder (2015), criticando las biografías falsas de Guy Debord. Desde su exilio en Praga llevaba a cabo un blog sobre el despotismo occidental con textos incisivos sobre la pandemia y el genocidio palestino.
 
    Hemos traducido y publicado en las páginas electrónicas de este arcón una pequeña aunque significativa obra de su labor como escritor:  El coño, ayer y hoy. Puede también leerse uno de sus últimos y lúcidos textos, escrito el 15 de abril de 2020 y traducido por José Sagasti, en Contraindicaciones, a propósito de la pandemia y la pretensión de imponer un gobierno mundial, titulado "El despotismo occidental".

lunes, 6 de octubre de 2025

Crónica de cosas que pasan (2)

Pre-sequía: El concejo de Vigo informa de que las duchas de las playas están fuera de servicio porque el municipio se encuentra en estado de “pre-sequía”, un término que nos recuerda a la 'nueva normalidad' que trajo la pandemia de los enfermos paradójicos que no tenían síntomas: asintomáticos y presintomáticos: aunque todavía no hay sequía, pronto va a haberla. Los casos asintomáticos y presintomáticos, no lo olvidemos, fueron denominados "propagadores silenciosos", y subrayaban la importancia del distanciamiento social continuo, el famoso confinamiento o encierro de la gente, el lavado compulsivo de las manos y la sucia higiene profiláctica basada en la mascarilla cuando se salía de la casa. 

El alcalde psoecialista vigués cierra el grifo de las duchas a los bañistas de las playas por si acaso, movido por una histeria climatérica, propia del período de la vida en el que cesa la función reproductora, más que climática. Hay quien puede preguntarse si hay sequía a estas alturas de la película en Vigo. Según el concejo todavía no, pero hay pre-sequía, por lo que hay que tomar la pre-caución de no ducharse y desperdiciar el líquido elemento, para salvaguardar la poca agua que habrá cuando llegue la auténtica sequía. Al parecer, el nivel actual de los embalses gallegos es muy bajo, cosa que, por mucho que llueva en la verde Galicia, suele suceder tras el verano, cuando las eléctricas vacían los pantanos y embalses, como hacen, para obtener electricidad, desperdiciando muchos litros de agua que solo sirven para que se enriquezcan las empresas.

 
Muerta en vida. “Una paciente acude a una consulta tras haber estado ingresada en el hospital y la doctora le comunica la noticia de su defunción”. Algo más que un titular sensacionalista y surrealista de un periódico de campanario provincial. Vamos al grano, como las gallinas. Todos los medios se han hecho eco de la noticia. La pobre mujer octogenaria había ingresado a principios de mes en el prestigioso hospital Marqués de Valdecilla de la capital cántabra aquejada de una celulitis infecciosa, y fue dada de alta pocos días después con una evolución favorable. 
 

En revisión médica posterior para seguimiento rutinario, la doctora le informó de que ¡figuraba como fallecida en el sistema sanitario de la Seguridad Social! Se trataba, obviamente, de un error administrativo, pero la pobre anciana llegó a temer que estuvieran ocultándole el diagnóstico grave de una enfermedad mortal y que la doctora fuera algo así como San Pedro informándole de que su vida había llegado a término y se hallaba a las puertas del Cielo. Creyó que su muerte, hasta entonces siempre futura, ya se había presentado, aunque no se hubieran percatado ni ella ni su más inmediato entorno. 
 
Quizá se le ocurrió pensar en su fuero interno aquello que se le ocurrió, dialécticamente, a Eurípides de ¿Quién sabe si esta vida no es estar ya muerto, /  y la muerte estar viviendo? Pero su muerte civil le acarreó varias complicaciones: no podía retirar medicamentos de la farmacia para las dolencias de la vejez ni acceder a su cuenta bancaria para acceder a su pensión, porque oficialmente estaba fallecida, viéndose obligada a solicitar una Fe de Vida (sic) que acreditara fidedignamente que estaba viva, acudiendo personalmente pese a su movilidad reducida a varias oficinas para regularizar su situación. Cosas de la burocracia. Y un error humano, que puede cometer cualquiera, pero muy significativo que hace que el Estado nos elimine de sus listas de votantes y contribuyentes, matándonos civilmente, como suele decirse, aunque sigamos vivos y coleando por debajo.

domingo, 5 de octubre de 2025

Crónica de cosas que pasan (1)

Bendiciendo un témpano de hielo. Su Santidad el Vicario de Cristo, el new Pope, bendice un bloque de hielo de más de veinte mil años de antigüedad procedente de un fiordo groenlandés que se estaba derritiendo en el océano tras desprenderse del manto glacial. Pretendía el Sumo Pontífice con ese gesto concienciar al mundo en general y a los feligreses en particular sobre la gravedad de la doctrina fideísta del cambio climático. Curiosa la paradoja, el Papa critica a los escépticos climáticos mientras bendice un témpano de hielo.
 
Estas fueron las palabras en la lengua del Imperio, ni siquiera en latín que era, como Dios manda, la lengua oficial de la Iglesia, del Obispo de Roma, un nuevo Papa que sigue la estela de su predecesor, preocupado por la teología del calentamiento planetario que está rompiendo el hielo del glaciar: “Lord of Life, bless this water, may it awaken our hearts, cleanse our indifference, soothe our grief, and renew our hope through Christ, our Lord. Amen”, o sea, en román paladino con que la gente de por aquí fabla con so vecino: 'Señor de la Vida, bendice esta agua, que despierte nuestros corazones, purifique nuestra indiferencia, calme nuestro dolor y renueve nuestra esperanza a través de Cristo, nuestro Señor. Amén'. 
  
Abogaba el Sumo Pontífice por la conversión ecológica y animaba con el simbolismo de su gesto a concienciar a la sociedad para que presione a sus gobiernos de cara a desarrollar 'normativas más estrictas' en orden a procurar la salvación no ya de nuestras almas, como antaño, sino del planeta, que es objetivo menos individual y más noble, santo y colectivo. 
 
La Iglesia Católica, Apostólica y Romana pone en el apogeo de su climaterio la religión al servicio de la nueva fe climatológica, sustituyendo el simbolismo de la cruz por el termómetro del calentamiento global y bendiciendo el hielo que se derrite y exige, según la nueva religión to develop and implement more rigorous regulations, procedures and controls”, para entenderlo mejor: desarrollar e implementar más rigurosas regulaciones, procedimientos y controles, en definitiva, lo dicho: más estrictas normativas. 
 
Pornografía infantil: Algo tenía la mítica portada de la banda roquera mugrienta y desaliñada Nirvana de su exitoso álbum que se vendió como rosquillas Nevermind de 1991 que sigue levantando ampollas: la fotografía de un bebé desnudo, con el pitilín al aire, nadando hacia un billete de un dólar prendido como cebo de un anzuelo. El caso es que el bebé retratado como Dios lo trajo al mundo, que ahora tiene treinta y cuatro años, demandó hace cuatro años a lo que queda de la banda -su cantante se suicidó-, al fotógrafo y a su sello discográfico acusándolos de explotación sexual por publicar su imagen en la portada del disco, causándole continuos daños y quebrantos personales. El caso fue desestimado. 
 
El interesado volvió a recurrir, y un juez federal acaba de volver ahora a desestimar la demanda tras determinar que esa foto no es pornografía infantil, aparte del hecho de que el demandante estaba desnudo en la portada del álbum, lo que tiene más que ver con la típica foto familiar de un niño desnudo bañándose que con el porno duro. 
  
La familia del niño cobró solo 200 dólares por la famosa fotografía del pequeño, pero el fotógrafo tampoco cobró más de 1.000 dólares, ya que, por aquel entonces, Nirvana era una banda desconocida para gran parte del público. Para conmemorar el décimo aniversario de publicación del disco, el niño, que reconoció que le atormentaba que lo vieran como una de las mayores estrellas porno del mundo, volvió a posar esta vez con bañador. 
 
Lo gracioso es que el niño, que ya es un hombretón, lleva treinta y cuatro años intentando pillar el dichoso billete con sus demandas judiciales. La auténtica pornografía, sin embargo, no es nadar desnudos como Dios nos trajo al mundo  o con bañador, sino que todos vayamos en pos del billete del anzuelo para de peces libres en la mar serena pasar a convertirnos en pescados.

sábado, 4 de octubre de 2025

Recuperar la soberanía

    De vez en cuando la gente hace un descubrimiento importante: que los gobiernos elegidos democráticamente por el pueblo no gobiernan en realidad, porque están gobernados desde fuera, desde arriba: porque quien manda es Don Dinero, el más poderoso de todos los caballeros. Y donde manda capitán, que es el Capital, no manda marinero. ¿De qué sirve entonces la democracia parlamentaria? ¿Para qué sirve un gobierno sujeto al gobierno del vil metal, llámese Fondo Monetario Internacional o Banco Mundial? ¿Quién ha elegido democráticamente a Herr Kapital, das Kapital, que diría el reverendo Carlos Marx, como Dios todopoderoso del universo mundo? Algunos de los avatares de esta divinidad son Mister Dolar, o Mister Euro, la moneda única y monoteísta que sustituyó a las politeístas pesetas, francos, marcos, liras y demás divinidades trasnochadas menores que ya son poco menos que la calderilla del recuerdo, y que algunos añoran. 
 
    Hay, en efecto, quienes abogan por la vuelta a las viejas monedas nacionales para recuperar las esencias patrias de nuestra memoria histórica, como hay quienes abogan por el rechazo al dinero digital en favor del dinero físico, cuyo uso está sujeto a menos restricciones por lo que consideran que nos hace más libres del control estatal (pero no del dinero). 
 
    Entre los primeros, Giorgio Agamben publica en la Red una columna el 23 de septiembre titulada Moneta e Memoria  que establece la conexión etimológica entre la moneda y la memoria, dado que el latín 'moneta', origen de nuestro término 'moneda' y del inglés 'money', era la diosa romana equivalente de la griega Mnemósine, la Memoria. Higino, por ejemplo, escribe que de Júpiter y Moneta nacieron las Musas, equiparando de hecho a Moneta con la titánide Mnemósine, la Memoria. Pero Moneta no es la traducción del griego Mnemósine, que sería más bien 'memoria', sino un epíteto también de Juno, la hermana y esposa de Júpiter, Iuno Moneta, junto a cuyo templo se instaló en Roma una ceca donde se acuñaba la moneda. 
 
    Entra Agamben en el debate sobre la abolición de la moneda única europea y la recuperación de la moneda tradicional de cada país y escribe que cada nación del viejo continente, al renunciar a la soberanía sobre su propia moneda, ha renunciado también a su propio legado de recuerdos, a su memoria histórica, diríamos con la expresión a la moda. Y más adelante: “Cuando un distinguido economista declara que la única manera de que Francia (y quizás todos los países europeos) salgan de su crisis es recuperar la autoridad sobre su propia moneda, en realidad está sugiriendo que ese país redescubra su relación con su propia memoria. La crisis de la comunidad europea y su moneda, que ya nos afecta, es una crisis de memoria, y la memoria —no lo olvidemos— es para cada país un lugar eminentemente político. No hay política sin memoria, pero una memoria europea es tan frágil como su moneda única”. 
    De alguna manera, el filósofo italiano tras la conexión etimológica que establece entre el dinero y la memoria histórica está sugiriendo o proponiendo, como el economista cuyo nombre propio no cita, que cada país europeo recupere su soberanía nacional recobrando su propia memoria económica. No es ningún secreto su oposición al engendro de la Unión Europea: Ha dejado escrito: "Para decirlo sin tapujos ni reservas: si realmente queremos pensar en una Europa política, lo primero que tenemos que hacer es quitar de en medio a la Unión Europea, o al menos estar preparados para el momento en que, como ahora parece inminente, se derrumbe". La oposición, justa y necesaria, a las políticas de la Unión Europea lo lleva no solo a decir simplemente que no a dichas políticas supranacionales, sino a querer recuperar el viejo patrón de la soberanía de la nación, que no debe confundirse nunca con la soberanía popular. 

viernes, 3 de octubre de 2025

Elogio de la docencia

 La docencia es una de las profesiones más nobles a las que uno puede dedicarse. Por eso se la llama magisterio, que en latín quiere decir “lo más importante”.

Magisterio se contrapone etimológicamente a ministerio, “lo menos importante”; la condición propia de los que mandan, que son los más mandados: la servidumbre.

Pero la docencia no consiste en transmitir conocimientos, sino en despertar la inteligencia, para lo que es contraproducente la acumulación de los saberes. 

 
En efecto, conocer, en el sentido de atesorar conocimientos eruditos a través de la memorización, no sólo es poco inteligente sino un obstáculo para el aprendizaje.

Pues solo se aprende de los propios desengaños; saber, no sabemos nada, pero tenemos muchas, demasiadas certezas que entorpecen el descubrimiento de la verdad.

Aprender es liberarse, tanto el maestro como el discípulo de su condición previa, y de la fe y las creencias que albergan, que hacen imposible el arte de vivir.

Aprender es desaprender, desprenderse de certidumbres e ideas que ciegan razón y corazón. Aprender es liberarse uno. Enseñar es ayudar a liberarse a los demás.


Las aulas son jaulas donde los niños, pájaros prisioneros dentro, aprenden a hacer lo que la propia institución académica que los recluye no les permite: volar.

Aprender, amarrados al palo de una estaca como estamos y pudiendo movernos solamente según la longitud de la soga, es romper el cordel invisible que nos ata.

La buena conducta y buena educación no se basan en la vieja moral retributiva de premio y castigo, sino en el paulatino desprendimiento del ego de uno mismo.

Se elogia aquí la docencia porque despierta la inteligencia y abre la mente, embotada de ordinario por prejuicios y condicionada por el lastre del pasado.



Si se elogia tanto la docencia es porque rompe moldes y esquemas, y enseña la mentira de las verdades y la realidad, cuya falsía suele pasarnos desapercibida.

Contra la educación que predica los valores bursátiles, la sumisión a la dictadura de los mercados y la venta al mejor postor de nuestra fuerza de trabajo;

contra la pedagogía moderna, que desprecia la inteligencia y fomenta  la visceral incontinencia del esfínter anal, consagrándola como libertad de expresión;

contra la venta de la mano de obra y conversión de nuestra vida en trabajo asalariado, reloj cronometrado y misérrimo jornal: no hay dinero que lo valga.