martes, 13 de mayo de 2025
Inmunosenescencia
domingo, 11 de mayo de 2025
Pareceres LXXV

jueves, 24 de octubre de 2024
La banalidad de la gripe
viernes, 11 de octubre de 2024
¿Dos pinchacitos de nada, uno en cada brazo?
domingo, 12 de mayo de 2024
AstraZeneca se retira
La empresa farmacéutica británico-sueca AstraZeneca ha detenido la producción y suministro de su producto estrella contra la enfermedad del virus coronado cosecha 2019, que deja de comercializar. La propia empresa, según informó Telegraph, había reconocido una semana antes que su vacuna podía causar trombocitopenia trombótica en algunos casos.
Una de las primeras víctimas mortales, como ya informamos en su momento en La mejor de las vacunas, fue un cabo del ejército español de 35 años de edad, cuya muerte fue reconocida por la Ministra de Defensa, que sin embargo, siguió empecinada en animar a la vacunación: “Desde el punto de vista médico hay que seguir vacunándose, hay que animarse y que todo el mundo se vacune”. Con la mención de la “vacuna” se refería a lo que algún periódico del ruedo ibérico como era el Periódico Global, alias El País, denominó “el fármaco anglosueco”, el preparado de los laboratorios AstraZeneca.
Nuestra ministra guerrera se refería con lo de "todo el mundo" a las personas jóvenes que no tienen riesgo porque están fuera de peligro. Esto es lo que dijo en el funeral del cabo: “Queríamos estar hoy aquí para transmitir nuestro agradecimiento, nuestro cariño, y, al mismo tiempo, pues para dar ese toque (sic) de que al virus lo tenemos que vencer y que la mejor manera de vencerlo, aunque haya momentos duros y dolorosos, es, precisamente, vacunarse.” Eso decía la Ministra, como si el suero de AstraZeneca fuera el Santo Grial o el Cordero de Dios que quita los pecados del mundo.
El cabo se había inoculado voluntariamente, pero no nos engañemos con lo de “voluntariamente”. Como escribimos en su momento, voluntariamente no es sinónimo de libremente, sino todo lo contrario. La voluntad es una de las altas instancias del alma humana, da igual que sea propia que ajena, y someterse a sus dictados merma nuestra libertad.
Pero AstraZeneca se retira con la satisfacción de la misión cumplida y la conciencia más que tranquila, porque según sus propias estimaciones ha "salvado" más de seis millones y medio de vidas en el primer año de su uso, habiéndose suministrado más de tres mil millones de dosis en todo el mundo.
Cierto es que la vacuna se ha inoculado a miles de millones de personas en todo el mundo, y no se puede negar que se ha terminado la pandemia, pero ambos hechos no conllevan una relación de causa a efecto, sino que nos hallamos ante lo que se llama la falacia lógica del “post hoc ergo propter hoc” -después de esto, por causa de esto”-, consistente en que cuando se produce un suceso después de otro, se considera que el segundo es consecuencia del primero: el gallo suele cantar antes de que amanezca, ergo: el canto del gallo es el causante de que salga el astro rey y que alboree.
El hecho de que se aplicara en las Españas en una franja de edad donde no había mayor peligro de morir a causa de esa enfermedad, entre los 18 y los 55 años ayudó a que se considerara que había salvado esas vidas que, por otra parte, no corrían ningún peligro, salvo la del citado cabo del ejército, que murió a causa de ella.
martes, 23 de abril de 2024
Cuidado, porque Sanidad...
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La vacuna ya estaba preparada antes que el virus. |
domingo, 21 de abril de 2024
"Se la pusieron voluntariamente"
miércoles, 8 de marzo de 2023
¿Cuándo lanzamos la nueva variante?
Matthew John David Hancock, más conocido como Matt Hancock, miembro del partido conservador británico y Secretario de Estado de Salud y Asistencia Social del Reino Unido desde el año 2018 hasta junio de 2021 en que dimitió por haber violado los protocolos del virus coronado que su propio gabinete de Gobierno y Ministerio habían decretado, habiendo mantenido un tórrido encuentro sexual en su despacho con su asesora y amante que no pasó desapercibido al ojo indiscreto de la cámara de seguridad, deseoso de amedrentar a la población (frighten the pants off everyone, literalmente asustar los pantalones de todo el mundo acudiendo apresuradamente al retrete para no hacérselo encima) con el fin de que cumpliera los protocolos que él mismo no cumplió y se olvidara de los quebraderos de cabeza que estaba trayendo a su país el dichoso Brexit o salida exitosa que al final resultó un chasco de la Unión Europea, escribió un guasap bastante significativo de lo que ha sido todo esto del virus coronado que todavía algunos se empeñan en mantener vivito y coleando, que decía “¿Cuándo lanzamos la nueva variante?” (When we do deploy the new variant).
Otras revelaciones como la del CEO de Moderna
Stéphane Bancel, declarando que su empresa fabricó 100.000 dosis de
la vacuna contra el COVID-19 en 2019, antes de que la OMS hubiera
declarado la pandemia universal, vendrían a demostrar que la presunta no se
hizo apresuradamente y se aprobó por vía de urgencia para curar la
pandemia, sino, al revés, se implementó la pandemia para justificar
la imposición de los pinchazos, o sea que fue antes la tirita que la herida.
Cada vez resulta más evidente, ahora que pronto se cumplirá el tercer aniversario del confinamiento, para el que no esté
ciego y lo quiera ver, que todo el tinglado pandemencial este de la pandemia no fue
más que una operación de guerra psicológica destinada a controlar
y a gobernar a la gente, por si hiciera falta, que parece que sí lo
hacía, más aún de lo que estábamos.
martes, 17 de enero de 2023
¿Cómo nos vendieron la moto?
jueves, 1 de diciembre de 2022
Miniconfinamientos en Viena
martes, 15 de noviembre de 2022
El peso de la humanidad: ocho mil millones.
Conservamos unos versos de los Cipria o cantos chipriotas del ciclo épico griego que con mucha seguridad constituían el comienzo del poema de la guerra que inaugura la literatura occidental. En ellos el poeta busca la causa remota de la Guerra de Troya, que no es simplemente el Juicio de Paris, sino la voluntad divina de Zeus: un motivo literario cuyos paralelos pueden encontrarse en otras literaturas. Este mito pretende explicar, ante todo, el origen de la muerte, pues se supone que en un principio los hombres eran inmortales, es decir que no eran conscientes de su mortalidad, por lo que el crecimiento y la multiplicación de la especie originó una superpoblación que abrumaba a la Tierra.
En la literatura de la antigua India, en la épica védica, en concreto en el Mahābhārata se narra que una vez la Tierra se quejó a Brahmā, que es el equivalente indio del Zeus griego, del peso cada vez mayor de la humanidad, y Brahmā creó la Muerte para aliviar el problema, pues hasta entonces los hombres eran inmortales, la fuerza maligna bajo forma de mujer que aporta el equilibrio al universo y que se encarga de que no haya superpoblación.
La solución que puede resolver tajantemente el problema de la superpoblación es la muerte, que se presenta en los Cipria por medio de la guerra que hace que los héroes se maten entre sí. Zeus, pues, tramó la Guerra de Troya, que es nuestra primera guerra mundial, a fin de que los guerreros se dieran la muerte y liberaran así al planeta de su pesada carga. En otros mitos griegos aparece una gran catástrofe destructiva como el diluvio, por ejemplo en el de Deucalión y Pirra, que puede compararse con el de Noé.
La Caída de Troya, Francisco Collantes (1635)
Así dicen los citados hexámetros griegos: Hubo un tiempo en el mundo en que tribus sin número errantes / de hombres pisaban la faz del planeta de hondas entrañas. / Viéndolo Zeus se apiadó, y en sus sabias entendederas / dio en aliviar de personas la Tierra de todos nodriza, / soliviantando la gran cuestión de la guerra troyana, / para librarla mediante la muerte del peso. Y en Troya / héroes se iban matando, y de Zeus el plan se cumplía.
ἦν ὅτε μυρία φῦλα κατὰ χθόνα πλαζομένων <αἰεὶ / ἀνθρώπων ἐ>βάρυ<νε βαθυ>στέρνου πλάτος αἴης. / Ζεὺς δὲ ἰδὼν ἐλέησε, καὶ ἐν πυκιναῖς πραπίδεσσιν / σύνθετο κουφίσαι ἀνθρώπων παμβώτορα γαῖαν, / ῥιπίσσας πολέμου μεγάλην ἔριν Ἰλιακοῖο, / ὄφρα κενώσειεν θανάτῳ βάρος. οἱ δ' ἐνὶ Τροίῃ / ἥρωες κτείνοντο, Διὸς δ' ἐτελείετο βουλή.
La
coincidencia entre las dos literaturas, la griega y la india, ha
hecho pensar en un posible origen común indoeuropeo, pero al parecer un mito similar está
atestiguado más de mil años antes en Mesopotamia. Y, fuera del
ámbito indoeuropeo, leo que pueden documentarse leyendas parecidas
entre los indígenas de América del Norte en concreto entre los cheroquis y
los navajos.
Gaseados, John Singer Sargent (1918)
Vengamos
del mito a la realidad: El caso es que ese momento, la vez del 'érase
una vez', no puede ser otra más que ahora mismo: el planeta ha alcanzado
ya, según dicen, la cifra de ocho mil millones de seres humanos, por
lo que el Dinero, que es la encarnación de Dios, Zeus y Brahmā, no
puede consentir esa sobrecarga que se juzga excesiva y amenazante para la supervivencia de la Tierra o, como le dicen ahora, del Planeta. Uno de los procedimientos más viejos y exitosos de reducción de la población es, viene siendo desde el principio, como hemos visto, la Guerra. Pero no es el único.
Las piedras guía de Georgia (EE.UU), conocidas como el Stonehenge norteamericano, eran un monumento de granito de casi seis metros de altura que contenía diez objetivos escritos en ocho idiomas, que había sido tachado de satánico por los conservadores. Fueron sin embargo erigidas por un tal señor Christian, que era un pseudónimo que representaba a un grupo de 'leales americanos que creían en Dios'. Este verano sufrieron un atentado con explosivos, y a raíz de eso fueron derribadas por razones de seguridad por las autoridades.
Se podía ver la estrella polar a través de una ranura en la piedra central, que señalaba el Norte, es decir, el rumbo que debería tomar la humanidad según ellas. El primer objetivo era «mantener la población (del planeta) por debajo de quinientos millones de habitantes en perpetuo equilibrio con la naturaleza» El décimo rezaba: «No seas un cáncer para la Tierra, deja espacio para la naturaleza». Habían sido considerados como los diez mandamientos del globalismo del Nuevo Orden Mundial. Cuando se inauguró el monumento, en 1980, la población mundial ascendía a 4.500 millones. Ahora estamos en casi el doble : 8.000 millones, muy lejos de los quinientos que proponían las 'satánicas' piedras.
Piedras guía de Georgia (EEUU.) antes de su demolición.
Bill Gates en una conferencia que pronunció en 2010 ya decía: El mundo actual tiene 6.800 millones de personas. Se dirige a unos nueve mil millones. Ahora, si hacemos un gran trabajo en nuevas vacunas, atención médica, servicios de salud reproductiva, podríamos reducir eso, quizás, en un 10 o 15 por ciento.
La Guerra, como decíamos, es el procedimiento tradicional para controlar el exceso de población, pero hay otro, que es la esterilización de la población, que se consigue, si es voluntaria, con la promoción de métodos anticonceptivos, fruto de una adecuada educación sexual, y también, si no lo es, mediante otros métodos coercitivos que intentan frenar la tendencia de algunas culturas y religiones de traer al mundo todos los hijos "que Dios nos dé".
Resultaba curiosa, a este respecto, la relación que establecía Gates entre las 'nuevas vacunas' y la reducción maltusiana de la población en un 10 ó 15 por ciento. No sé si con lo de 'nuevas vacunas' se refería a las inoculaciones génicas que se han experimentado contra la enfermedad del virus coronado estos dos últimos años. Si así fuera, podría entenderse tal vez la relación que establecía el milmillonario, ya que entre sus efectos adversos se han producido numerosos abortos en mujeres embarazadas, y es posible que hayan dejado estériles a muchas por los trastornos ocasionados en las menstruaciones. No es, por otra parte, ningún secreto ya que muchas personas han muerto a raíz de la inoculación de esos tratamientos génicos, y no precisamente a causa de la enfermedad que pretendían combatir.
¿Hay una conspiración para reducir la población? Yo no lo sé, desde luego, pero es una creencia muy extendida, como muy extendido está también, sobre todo en Occidente, y es fruto principalmente de la educación, la idea de “salvar el planeta”, que hace que muchas personas renuncien a reproducirse y no quieran tener hijos en defensa del medio ambiente, y que prefieran algunos padres la adopción a la procreación. Resulta curioso cómo se combina esta tendencia perfectamente por otra parte con una hipersexualización desconectada totalmente de la reproducción.