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lunes, 9 de septiembre de 2024

Pareceres LVII

276.- ¿Desarrollo sostenible? No sólo no hay en la realidad algo que pueda llamarse “desarrollo sostenible”, es decir, desarrollo que se sostenga cabalmente a sí mismo fundamentándose en un recurso tan limitado y perecedero como el petróleo, ese líquido oleaginoso de color negruzco y hediondo, materia grasa mezcla de hidrocarburos que arde fácilmente, expulsado de las entrañas de la tierra, formado por miríadas de microorganismos muertos animales y vegetales, sino que ni siquiera hay “desarrollo” que no sea contradictorio consigo mismo. La idea de Desarrollo, como antaño la de Progreso, no deja de ser una de las epifanías con las que a algunos se les revela apocalípticamente de repente la cara dura y oculta de Dios: una idea, nada más y nada menos, que, cuando se materializa, lo hace adoptando la forma que ya conocemos de la “marea negra”: un maremágnum de chapapote que nos invade y ensucia la belleza incomparable de nuestras playas, lo que no es ningún accidente sino la consecuencia lógica de esta civilización industrial cuya esencia son los petrodólares y el oro negro pronto a reconvertirse ya en energías verdes y renovables no menos sostenibles.  De hecho, la sustitución de las energías basadas en combustibles fósiles por renovables está destrozando el mundo rural en España. Algo que venía a salvar el medio ambiente y a hacer que resurgiera la vida de los pueblos, se está convirtiendo paradójicamente en todo lo contrario.
 
 277.- ¿Qué quieres ser cuando seas mayor? Escribía Fernando Savater un artículo periodístico titulado “San Sebastién” publicado en The objective el 11 de agosto de 2024:  “Los niños no piensan en el mañana, son los adultos quienes les inoculan el virus letal del porvenir con sus «¿qué quieres ser de mayor?», algo tan irreal como preguntarles «¿qué quieres soñar esta noche?». Con esa pregunta que por lo general suelen hacerles sus maestros, sus tíos o amigos de la familia, les están imponiendo la fantasmagoría del futuro, algo que les era completamente ajeno. Se trata, además, de una pregunta tramposa, que da por supuesto que el niño quiere ser mayor y quiere dejar de ser el niño que es y cambiarse por el adulto que está llamado a ser... Recuerda a aquel pecio de Ferlosio: ¿Quién soy yo para ponerle riendas, como a caballo propio, al que he de ser mañana? Son aquí los mayores los que al formular a los menores esa pregunta les están animando a espolear al caballo que han de ser mañana. Son también los adultos quienes les inoculan el virus letal del amor preguntándoles “¿a quién quieres más, a papá o a mamá”. Se trata de otra pregunta tramposa que conlleva la idea de que se quiere más a una persona que a otra, y que puede llevarnos en el futuro a la declaración solemne del amor: “Te quiero”. 
 278.- Diuide et impera. Cuando se fomenta el enfrentamiento horizontal entre homosexuales y heterosexuales, extranjeros y nacionales, agnósticos y creyentes -y dentro de estos, entre islámicos y cristianos, por ejemplo-, así como en definitiva entre hombres y mujeres, izquierdas y derechas, se nos está dividiendo desde arriba, según la vieja táctica estratégica del “divide y vencerás”, y se está ocultando y haciendo invisible la contradicción principal político-económica existente entre ricos y pobres, y entre pudientes y podidos. Hacen que nos enfrentemos entre nosotros para que no nos enfrentemos con ellos. Se impone pasar de la fase tolemaica a la copernicana abandonando la dicotomía de izquierdas y derechas para pasar a la de arriba y abajo: derecha e izquierda son hoy lo de arriba, la supraestructura, que está contra lo de abajo, que no tiene representación.
 
 
279.- La noticia del verano. El 28 de agosto se abrió el sepulcro de santa Teresa de Jesús en Alba de Tormes, provincia de Salamanca, donde se encuentra la tumba de la fundadora de la Orden del Carmelo y dos de sus preciadas reliquias, el corazón y el brazo izquierdo, y se comprobó según fuentes fidedignas de la diócesis abulense, que estaba "en las mismas condiciones que en la última apertura de 1914", si bien ninguno de los que asistieron en esta ocasión a la apertura estuvo presente hace ciento diez años. Pero los expertos pudieron comprobar que los restos mortales de la santa, pese al ligero olor a santidad y putrefacción, seguían incorruptos desde 1582, más de cinco siglos después de su sepultura. El proceso para llegar hasta la urna de plata que contiene a modo de sarcófago el cadáver de la Doctora de la Iglesia que vivía sin vivir en sí y tan alta vida esperaba que moría porque no moría, ha sido harto complejo. Primero se ha tenido que retirar la losa de mármol que lo cubría,  después, en la sala habilitada, y ya solo con la presencia del equipo médico científico y los miembros del tribunal eclesiástico se ha abierto el sepulcro de plata, que se encontraba en perfecto estado de conservación, destacando su excelente orfebrería, regalo que fue en su día de sus majestades los reyes Fernando Sexto y su esposa Bárbara de Braganza. Y se han utilizado para proceder a la apertura las famosas diez llaves del sepulcro: las tres que se conservan en Alba de Tormes, las tres que les ha prestado el Duque de Alba, y las tres que conserva en Roma el Padre General, además de la llave del rey. Tres de esas llaves son para abrir la reja exterior, tres son para abrir el sepulcro de mármol, y las otras cuatro son para abrir la urna de plata. 
 
 
 280.- Virus y olas de calor extremo. Descubren, antes que América, el Mediterráneo. Las temperaturas abrasadoras que azotan Europa han matado, según la prensa progresista, a decenas de miles de personas en los últimos años, pero, a medida que aumentan las muertes, los investigadores descubren que un grupo es el que sufre desproporcionadamente el peso del calor extremo: quienes viven en la pobreza según los estudios de los investigadores. Uno de estos estudios revela que las personas con ingresos inferiores a la media tienen más probabilidades de morir en olas de calor. Ya dijeron algo parecido los expertos cuando en la pasada pandemia descubrieron que los más afectados por el virus asesino eran las personas de bajísimos ingresos. ¿Por qué será? ¿Serán el virus y el calor extremo las causas de las muertes de los pobres o será, más bien, la pobreza y la miseria en la que viven? Uno de estos expertos, profesor de investigación de un prestigioso instituto especializado en temas sanitarios, cuyo nombre propio no viene a cuento, afirma que “No es lo mismo una ola de calor cuando estás en una habitación compartida con otras tres personas y sin aire acondicionado, que cuando estás en un chalet con acceso a piscina y aire acondicionado”.  Unas 175.000 personas mueren cada año en la vieja Europa por causas relacionadas con el calor, según la Organización Mundial de la Salud.
 

sábado, 4 de mayo de 2024

Más notas marginales

Noticias del mundo:
  Se ha registrado ya el primer caso de morsa muerta por gripe aviar en el Ártico, y The Guardian alerta: El virus resucitado ya ha matado a otros mamíferos... 
 En los campus universitarios norteamericanos está surgiendo, bienvenido sea, un movimiento contra la guerra de exterminio que Israel lleva a cabo en Palestina. 
 Nuevo rapto de Europa: El toro, que es Zeus, o sea la Alianza Atlántica, seduce, rapta y acaba empujando a Europa a la guerra a fin de defender la 'democracia'. 
  Israel se defiende atacando a todos los que critican el genocidio que perpetra en Palestina acusándolos de antisemitas, confundiendo el Estado con el pueblo.
  Alístate en el ejército ucraniano, que se dispone a volver al frente a pelear como espartanos por Ucrania y la democracia contra el enemigo, contra el monstruo.

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 Variedades: 
 Que las máquinas se asemejen cada vez más y más a los seres humanos no es tan alarmante como que los homínidos nos hayamos convertido en máquinas robotizadas.
  Etimología de cretino: Del francés crétin, 'cristiano' en dialecto francés de Suiza, eufemismo compasivo (pobre cristiano) del que sufría el mal del cretinismo.
 Decía Cocteau que si el fuego quemara su casa, sólo salvaría una cosa de las llamas del incendio: el fuego. No tendría donde vivir, pero en él el fuego viviría.
 
Vano e inútil el intento de aprender a vivir porque cuando aprendemos a hacerlo gracias a la experiencia acumulada ya es demasiado tarde a fin de aprovecharla.
 Los estados se han desarrollado históricamente como máquinas de guerra para "mantener la paz" mediante el uso de la violencia, generando violencia por doquier.
 Cuando el fotógrafo nos pide que sonriamos a la cámara para tomarnos una fotografía, la sonrisa se convierte enseguida en un rictus o idea forzada de sí misma.
 Ya no importa tanto el número del Documento Nacional de Identidad que otorga la policía, como el del teléfono móvil o celular, en el que cabe el alma personal.
 
 En una relación tóxica el elemento más pernicioso amenaza a menudo con dejar al otro -chantaje emocional- en pos de afecto ególatra y adhesión inquebrantable.
 Tras haber erradicado mediante vulvectomía el tumor maligno, la ginecóloga dijo que podía volver a reproducirse porque las vulvas solían ser muy traicioneras.
 A veces no basta toda una vida por larga que pueda ser para desaprender lo mucho mal aprendido que nos hemos dejado meter en la cabeza y allí se ha sedimentado. 
  Cuando se dice de alguien que no tiene ni (puta o ni puñetera) idea, se está diciendo en realidad lo contrario: alberga muchas ideas, demasiadas ideas todavía.
  El término obeso, que destituyó a gordo, se sustituye ahora por ABCD, acrónimo políticamente correcto de Adiposity Based Chronic Disease, para no estigmatizar.

Gordito Relleno ya no sería obeso, eufemismo de gordo, sino alguien con una Enfermedad Crónica Basada en la Adiposidad, o sea un ABCD en la lengua del Imperio. 

viernes, 26 de abril de 2024

Guerra higiénica (y II)

    Cuatro años después de la declaración de guerra al virus, hemos pasado del capitalismo vírico al capitalismo bélico.  Ahora el camino hacia la guerra tradicional se presenta como la mejor receta médica: Europa debe recuperar la “higiene democrática”. Rusia y China son peligrosos víruses que hay que erradicar mediante sanciones y bloqueos.

       La guerra es una higiene, otra vez, democrática. Recuérdese la metáfora del cordón sanitario que las democracias neoliberales occidentales tanto de derechas como de izquierdas quieren poner al fascismo y a la extrema derecha, o al totalitarismo, como si ellas mismas no fueran la expresión más cabal de eso mismo que quieren acordonar. 
 
    Hablamos de democracias liberales, pero, como dice la gente, donde hay capitán no manda marinero. Solo una única mano fuerte puede guiar la nave del Estado, escribía Platón precisamente para rechazar la democracia. Eso también lo comparten la pandemia y la guerra que se ha instalado en el imaginario colectivo europeo: con ellos se ha instaurado la figura del Gran Timonel más temible que todos los dictadores: el Capital todopoderoso, de los fondos de inversión que antes invirtieron en farmacia y ahora lo hacen en multinacionales energéticas y en industria militar, sin olvidar la industria tecnológica que está detrás de todo. 
 
    Nuestro pasado sacrificio fue en nombre de la Ciencia, que era la nueva religión, y hoy lo es la defensa de la democracia, que ha venido a sustituirla. Con la pandemia se crearon algunas metáforas. El Estado de alarma, de excepción, de sitio o como quiera denominarse se ha convertido en la nueva normalidad, se convierte en la regla.  La suspensión temporal de los derechos se hace permanente, como denunció Agamben, y como reconocía la gente de a pie cuando decía "esto que nos ha caído de arriba no puede ser bueno" y "ha venido para quedarse".
 

     De una alarma vamos saltando a otra: antiterrorista, climática, vírica, bélica... Por eso no se oye ningún NO a la guerra. No sería raro no vamos a decir mañana, sino hoy mismo que a las ocho de la tarde sonara la sirena y algunos, acostumbrados como están a hacer lo que les mandan, salieran a aplaudir a los balcones.
 
     Recordemos a los rastreadores, aquellos profesionales encargados de seguir el rastro de todas aquellas personas que hubieran estado en contacto con un positivo -el enemigo portador del virus- para controlar la situación según los protocolos. 
 
     Recordemos los Códigos de Rápida Respuesta o códigos QR, erre que erre, que eran el salvoconducto o pasaporte sanitario que nos daba acceso a volar y a entrar en establecimientos públicos: bares, restaurantes...
 
    Recordemos el control policial en cada esquina revisando tu permiso de movimiento o el tique de la compra. 
 
 
    Recordemos a los sanitarios disfrazados de astronautas que nos apuntaban a la cabeza con una pistola termométrica. 
 
    Recordemos que si no estábamos vacunados nos negaban el pase para visitar a nuestros familiares hospitalizados.
 
    Recordemos al Ejército desplegado en cada pueblo rociando con gel casas y aceras, como si el virus estuviera allí depositado. 
 
   Recordemos la presencia militar de los tres ejércitos en las calles y en las pantallas, y el vocabulario bélico omnipresente.
 
    Recordemos cómo nos enseñaban a ponernos y quitarnos la mascarilla y los guantes, como si fuéramos idiotas.
 
      Recordemos a la regenta de la UE que nos instruía en un vídeo que se hacía viral, mezclando pedagógicamente la teoría y la práctica y predicando con su ejemplo, cómo había que lavarse correctamente las manos con agua y con jabón.
 
 
     Hemos a raíz de todo aquello aprendido muchas cosas que pueden sernos muy útiles en caso de guerra y que forman parte de la economía bélica: racionamiento en las compras (sólo se podían comprar artículos de primera necesidad, recuérdese la discusión sobre lo que era necesario para cada cual y lo que no), toques de queda, e incineración de ancianos muertos en las residencias de los que sólo daban a sus familiares las cenizas. 
 
   Recordemos cómo hace cuatro años no voy a decir que renunciamos a la libertad que no teníamos en nombre de la seguridad que nunca tendremos, pero sí que abrazamos lo que llamaron Nueva Normalidad con resignada mansedumbre. Por eso ahora, en 2024, no va a ser muy difícil que sigamos haciendo lo mismo so pretexto de la amenaza de una guerra a las puertas, acostumbrados como estamos a seguir dócilmente los protocolos. Estos lodos precisamente vienen de aquellos protocolos.

martes, 23 de abril de 2024

Cuidado, porque Sanidad...

    Resulta conmovedor que una cadena de televisión como “La Secsta”, que te llamaba idiota en 2021 si no ponías el brazo para que te pincharan inyectándote algo, no se sabía muy bien qué, se retracte de alguna forma ahora dando una información como la que sigue a propósito del pasaporte y de la vacuna del virus coronado. 
 
    Pero no deja de ser lamentable cómo lo hacen: deprisa, corriendo y mal en un par de minutos escasos. A la vez que te están diciendo lo que estás oyendo, estás viendo que el Real Madrid no sé qué y no se cuánto, una mosca superior te informa de que a las 22,30 echan no sé qué película, que si La Real Sociedad y el Getafe... Y las imágenes de los que hablan se mezclan con escenas de hospitales y vacunaciones. Y encima a veces ni se entiende lo que dicen, hablan deprisa, se atropellan, se interrumpen, como deseando pasar página y a otra cosa mariposa... Pero lo dicho, dicho queda, y por si acaso lo transcribo yo ahora aquí, para que quede constancia escrita, salvo error u omisión. 
 
 
    -Cuidado porque Sanidad admite ahora que sí, que más de treinta y cinco mil vacunados se murieron a causa del coronavirus. 
    -Sí, esto se ha sabido durante el fin de semana. La primera noticia es que el Ministerio de Sanidad contestaba a la Asociación Liberum, que llevan desde 2020 denunciando que el pasaporte cóvid y la obligación de ponernos la vacuna era un engaño y una imposición, y lo estaba denunciado. Bueno, finalmente el Ministerio de Sanidad reconoce que siete millones y medio de personas vacunadas se terminaron contagiando del cóvid y fallecieron más de treinta y un mil personas. Y estamos hablando solo de personas fallecidas. Pero la novedad del día de hoy es que, además, el Ministerio de Sanidad hace una segunda respuesta que exigía que tuviera responsabilidades. Y esto es lo que dicen. Lo escuchamos en un comunicado del Ministerio de Sanidad: “El ciudadano que recibe voluntariamente una asistencia sanitaria debe asumir los efectos adversos derivados de la misma, si prestó su consentimiento informado”. Lo que viene a ser que si nosotros nos metíamos en la página de Sanidad, ya se nos advertía de que había riesgos asociados a la vacuna. Lo que dicen los abogados es que esto es una auténtica vergüenza porque la gente de a pie no se está todo el día metiendo en la página del Ministerio de Sanidad para ver qué efectos adversos tiene una vacuna que en su día fue prácticamente obligatoria. 
    -Pero si es que, aparte, es igual: o sea, ya te abocaban a que te tenías que vacunar sí o sí. 
    -Es que no podías escoger. 
 
 
    -O esta o esta. No podías escoger. Esto no es verdad. No es una cuestión de que te metías en la página. Es que por narices te tenías que vacunar. 
    -Claro porque había, no era una obligación, porque es ilegal, pero sí que es verdad que si no nos vacunábamos, no teníamos certificado cóvid, y por tanto no nos podíamos mover en ocasiones de la ciudad.
    -No podías moverte ni podías hacer nada... 
  -De entrada, si no te vacunabas, ni viajabas ni tenías la consideración de nadie, porque eras un apestado .
    -Claro, la libertad de movimientos se daba con ese pasaporte cóvid y el pasaporte te lo daban con la vacuna. 
    -Es que ahora, claro, es “haberte metido a la página”, pero ¿cómo que en la página? 
     -¡Si no podías entrar ni a un restaurante...! 
    -Nada, no podías hacer absolutamente nada, no podías salir de casa.
 oOo 
 
La vacuna ya estaba preparada antes que el virus.       
 
    ¿Qué cara se les pondrá cuando se enteren de que la vacuna que se pusieron había comenzado a elaborarse en mayo de 2019, antes de que surgiera el virus coronado a finales de ese mismo año, a tenor de un documento desclasificado ahora según informa Reseau International?

jueves, 28 de diciembre de 2023

Más mensajería

 Hemos asistido estupefactos a la incorporación femenina a tareas antaño masculinas -el trabajo, la guerra y la política- so pretexto de liberación de la mujer.
 
La sociedad tripartita medieval compuesta de agentes masculinos -laboratores, bellatores y oratores- se agranda ahora con laboratrices, bellatrices y oratrices.
 
 oOo
 
 El mundo está en guerra... Europa está en guerra... España está en guerra... Todos los estados del universo mundo están en una guerra perpetua contra el pueblo.
 
Si se va en son de paz, va uno desarmado y con bandera blanca, negación de la bandera, pero el Gobierno envía armas y tropas al frente en misión "humanitaria".
 
 Vuelve la guerra tradicional con su propaganda bélica y sus bombas, tanques, aviones y ahora drones. Heridos y muertos yacen entre los escombros por doquier.
 

El Estado de Israel aprendió la lección alemana de la Endlösung, y ya aplica en Gaza y en Cisjordania su Solución Final al problema palestino: el exterminio.

 
 Querían en su lucha contra el terrorismo librar del mal al mundo, por lo que muchos veteranos de vuelta a casa tomaron, consecuentes, la decisión de suicidarse.
 

oOo
 
Unos murieron y otros, enfermados por el suero contra el virus que iba a salvarnos, son intimidados para que guarden silencio sepulcral: no es por la vacuna... 
 

El periodismo como forma de terrorismo: El repunte infeccioso del cóctel de virus respiratorios coincidente con baja vacunación tensiona los centros sanitarios.

 
De 'Bienvenido al mundo" de Miguel Brieva (2007)

 El Ministerio de Sanidad del Gobierno de las Españas recomienda -¡mientras se quede ahí! -el uso de mascarilla ante el repunte de enfermedades respiratorias.
 

  No me explico cómo Nigeria con pocas restricciones y la tasa de vacunación mínima tuvo una mortalidad tan baja, pero no soy  Margarita del Val, o séase virólogo.

 
 oOo
 
Mejor que reivindicar una identidad que nos constriña como hacen todas, librarse de todas las identidades, jaulas definitorias que pretenden ser definitivas. 
 
 La filosofía capitalista del crecimiento infinito, continuo y acelerado enfocada al beneficio económico es la misma que tiene una célula cancerígena cualquiera.
 
 No hay pueblos, en plural, a pesar de las numerosas denominaciones de origen existentes, sino un único pueblo, en singular colectivo que no admite gentilicios.
 
  La religión criminales parió y despiadadas acciones (Lucrecio): Mucha de la peor violencia del mundo se ha cometido y comete en nombre de la fe o bajo su palio.  

lunes, 17 de julio de 2023

El baile de las olas (I)

    Metáfora es término griego cuya traducción latina equivalente sería translatio, o si se prefiere, traslación, o, más sencillo, traslado. No es solo una figura literaria propia de vates líricos que se transponen con sus hallazgos poéticos, sino, sobre todo, un recurso retórico que puede llegar a condicionar nuestro pensamiento y nuestra visión, que es interpretación, de la realidad, utilizado ampliamente por los medios de (in)formación de masas, mal llamados de comunicación, pues su función es formarnos como masas de individuos personales, para masificarnos, pero no comunicarnos. 
 
    Una de estas metáforas que piensan por nosotros o que nos piensa, según la afortunada denominación de Emmanuel Lizcano, y de las más recurrentes de estos últimos años es la del baile de las olas. 
 
La ola gigante de la costa de Kanagawa, Katsushika Hokusai
 
     Se me ocurren, así a bote pronto, tres ejemplos del metafórico va y ven marino de las olas: 
 
-La ola de pornografía que nos invade. Cuando desapareció la censura en el viejo régimen, moribundo ya el decrépito dictador nacional-católico, salieron a relucir tetas y culos por doquier que habían estado pudorosamente velados hasta entonces y a vislumbrarse incluso algún que otro coño velludo -donde hay pelo hay alegría, dice el refrán taurino que la gente aplica a sus intimidades-, aunque pronto comenzara la moda de la depilación, en revistas satinadas a todo color y películas. Se conoce aquella época como la del destape o descubrimiento de lo que había estado hasta entonces censurado.
 
    Se hizo proverbial durante la transacción -perdón, quiero decir transición- la expresión “ola de pornografía (y erotismo) que nos invade”, convirtiéndose la metáfora en el cliché de una frase hecha y formularia. 
 
Portada de la revista Interviú, septiembre 1976
 
     Las frases hechas son un buen recurso periodístico, un comodín que sirve tanto para remendar un roto como un descosido. Otro ejemplo de estas frases que comenzó a aparecer por entonces fue la también socorrida “crisis de la economía mundial”, que venía a justificar el colapso de la economía nacional convirtiéndola en internacional, o global, como prefieren los anglófilos; había crisis dentro porque también fuera la había. 
 
-La ola de virus que nos invade. Durante la pandemia se usó y abusó también de las olas como metáfora. Se hablaba de la llegada de olas víricas tanto pasadas como futuras con un ordinal delante: primera, segunda, tercera ola... Al final uno perdía la cuenta y ya no sabía si seguíamos en la cuarta ola coronavírica o ya nos había inundado la quinta haciéndose viral... 
 
    He aquí un titular periodístico terrorista recogido al azar de aquellos años tan convulsos: El covid entra en su tercer año de pandemia con la amenaza de nuevas variantes de coronavirus y la previsión de una nueva ola. 
 

      Las olas de virus coronado eran mortales, a diferencia de las olas de erotismo y pornografía que, como mucho, podían hacer que algún adolescente pajillero se "matara a pajas", y según la iglesia pecara de onanismo, o, según la ciencia de aquel entonces, se quedara ciego, tuberculoso, tonto, impotente y le salieran granos en la cara, contrayendo un sinfín de enfermedades a fuerza de masturbaciones, pero nada más.
 
    Como perdíamos la cuenta de las olas con los numerales, periodistas, políticos y virólogos decidieron ponerles como nombres propios las letras del alfabeto griego: delta, ómicron... Y como el virus originario mutaba como Proteo y no se dejaba nunca secuenciar ni atrapar y generaba variantes y subvariantes en las sucesivas oleadas, se recurrió a nombres propios que infundieran terror, como, por ejemplo, Kraken, un mostro marino con forma de calamar gigantesco de la mitología nórdica que hacía naufragar a las naves, y para infundir más terror aún se aplicaban denominaciones más científicas e incomprensibles para el vulgo con letras y números como: Kraken XBB.5.1 se ha extendido por el noreste de EE.UU, cuya función es describir una realidad que al mismo tiempo se estaba inventando y pergeñando.

viernes, 9 de diciembre de 2022

Triplandemia 'made in USA'

    Durante una reciente conferencia de prensa, la directora de los CDC (Centros para la Prevención del Control de Enfermedades), la doctora Rochelle P. Walensky, alentó a los estadounidenses a usar mascarillas para reducir la propagación de la triplandemia o triple pandemia de enfermedades respiratorias durante las fiestas navideñas, así como a revacunarse y a alejarse de los demás. 
 
 
 Euristeo se mete en una tinaja muerto de miedo ante el can Cérbero que le trae Heraclés.
 
    Asustaba así a los norteamericanos como asustó Heraclés a su primo Euristeo cuando en el último y más difícil de sus doce hercúleos trabajos le presentó, recién traído de los infiernos, al monstruo de las tres cabezas, el tricefálico can Cérbero, el guardián de la mansión de Hades. Las tres cabezas del monstruo tricefálico con que nos amenazaba la doctora son la vieja Gripe de toda la vida -que había desaparecido ilusoriamente de la faz del mundo gracias a las mascarillas, dicen sus defensores, ya que no gracias a las fraudulentas vacunas-, el Covid-19 y el VSR o VRS (RSV en la lengua del Imperio), que es el Virus Sincitial Respiratorio o Virus Respiratorio Sincitial, si se prefiere, en nuestra lengua, que afecta sobre todo a los niños, pero también a los adultos, para el que todavía no han encontrado la panacea de la vacuna. 
 
 
  
     Para limitar el daño de esta triple circulación de virus, la directora de los susodichos CDC estadounidenses alentó a todos los estadounidenses elegibles a recibir los refuerzos de las vacunas el covid, y, de paso, la de la gripe, que no está de más. 
 
    Si a principios de septiembre, el presidente gagá de los United States of America había declarado durante una entrevista que, colorín colorado, la pandemia había terminado en el Nuevo Mundo, resulta que no, que el viejo estaba chocho y por lo tanto chocheaba. No sólo no ha terminado la pandemia, sino que se ha triplicado porque a fecha de hoy, además del virus coronado, tenemos epidemia de gripe que también golpea a los Estados Unidos, reaparecida misteriosamente, y virus sincitiales varios. 
 
 
   La Señora Walensky predicando con el ejemplo.
 
    Actualmente, las hospitalizaciones están en su punto más alto, ante lo cual la señora Walensky, que ha predicado con el ejemplo vacunándose y enmascarándose, recomienda usar mascarilla para reducir el riesgo de contagiarse y de propagar virus respiratorios durante las entrañables fiestas navideñas. La doctora Walensky dijo que Estados Unidos se enfrenta actualmente a una nueva ola de enfermedades, una nueva sobrecarga de su capacidad hospitalaria y al riesgo de una muerte trágica que es totalmente prevenible si se utilizan las vacunas y las mascarillas. 
 
    También se recomienda la adopción de gestos de barrera y medidas sanitarias como lavarse las manos, aislarse cuando se está enfermo o aumentar la ventilación durante la temporada de virus respiratorios. Nada nuevo. Los Estados Unidos se encontrarían, según las autoridades sanitarias, en medio de una tormenta con la circulación simultánea de estos tres virus respiratorios: una triplandemia, por si no teníamos bastante con la de los dos años pasados.
 

lunes, 8 de agosto de 2022

No hay inmunidad, pero sí rebaño.

    Según el periódico ABC, diario de referencia y decano de la prensa nacional, que no racional, Estos son los síntomas de la variante Ómicron que afectan a las personas ya vacunadas de Covid. Escribe el autor del artículo que firma M.L.C.: Estar vacunado no implica estar libre de coger el coronavirus. Porque no se concibieron (las denominadas 'vacunas') para evitar los contagios, sino para que los efectos del virus sean mucho menos adversos e incluso pasen desapercibidos. 
 
    ¡Qué sutileza esta última de los efectos del virus que pasan desapercibidos! Es como si quisieran que no se les dé relevancia. Pero difícilmente pueden pasar desapercibidos estos síntomas de Ómicron, la última variante o mutación o lo que sea del engendro viral, que según ABC aparecen en personas vacunadas: tos persistente, secreción nasal, cansancio, fatiga muscular, dolor de cabeza, dolor de garganta, fiebre, estornudos. La mayoría de ellos son bastante visibles y triviales. Otra cosa es que no queramos darles demasiada importancia porque son los síntomas de un catarro o constipado o gripe, si se quiere, de toda la vida, que todos hemos experimentado alguna vez.
 

 
    Lo que no podemos afirmar, porque es algo que no podemos saber a ciencia cierta, o que sólo podemos saber 'a ciencia incierta' al no tener ningún elemento de referencia para la comparación, es que estos síntomas del virus serían más graves e incluso mortales si uno no se hubiese prestado a las inoculaciones experimentales.
 
     No especifica el citado artículo si estos síntomas afectan también a las personas no vacunadas, porque si no les afectasen, serían la clara consecuencia de las inoculaciones, y serían ellas y el virus o la proteína del virus inoculada, la causa de dichos síntomas que con tanta rapidez se contagian en este verano caluroso, un verano en el que el calor mata, siempre según la prensa orgánica, disparándose la mortalidad en oleadas cada vez más extremas, de manera que cuando suben las temperaturas aumentan los fallecimientos.
 
     Otro periódico de la prensa nacional, que no racional, afirma al respecto sin ruborizarse: “Este calor no es normal: media España registra el inicio de verano más caluroso de la serie histórica”. (No sabemos nada de la serie pre-histórica, de la que no hay nada escrito ni escritura siquiera).
 
     El estudio que reporta el periódico ABC concluye que “la eficacia de las vacunas ha ayudado a que los efectos del virus se vean muy reducidos”. Pero no es una conclusión lógica, porque lo que se pretendía con las inyecciones era inmunizarnos, alcanzar la inmunidad de rebaño o de grupo, como pretenden otros, a los que ofende lo del rebaño gregario que somos, lo que quiere decir precisamente evitar el contagio. Y eso, reconozcámoslo, no se ha conseguido, sino todo lo contrario.
 
 
 
     Hay más contagios que nunca. Y en plena canícula de época estival. Estos contagios no son letales, pero ¿lo fueron acaso alguna vez? No, nunca lo fueron. Se sabía desde el principio que la letalidad del virus no era grave, no más que la de la gripe normal y corriente de todos los años por las mismas fechas, aunque se nos dijo lo contrario, sembrando el pánico y encendiendo todas las alarmas.
 
     Las autoridades sanitarias le dijeron a la profesión médica, mintiéndole e imponiéndole unos protocolos irracionales (y donde hay capitán, como dice el refrán, no manda marinero), que no se podía hacer nada para curar el COVID-19, porque no había ningún tratamiento disponible. La prensa oficial y orgánica de todo el mundo respaldaba este nihilismo terapéutico interesado*, en el sentido más económico del término, lo que justificaba la aprobación por razones de emergencia y vía de urgencia de unos sueros experimentales, que, a la vista está, han fracasado estrepitosamente porque la inmensa mayoría tarde o temprano se ha acabado contagiado.
 
     La defensa a ultranza de las presuntas vacunas anticóvid les lleva a decir que estos síntomas que padecen las personas vacunadas son insignificantes: “Tanto que pueden pasar como un resfriado corriente y que desaparezcan en apenas unos días”.
 
   
 
     Si humanum fuit errare, si equivocarse fue humano, como escribió san Agustín, habría que reconocerlo, pero no lo hacen, porque no se han equivocado. Lo que han conseguido era precisamente lo que pretendían. Así que hay que concluir como el santo: diabolicum est per animositatem in errore manere: perseverar en el error debido a su animosidad hostil, eso ya no es humano, no, sino diabólico.
 
     *El interés del capital era que trascurriera el tiempo sin hacer nada, había que quedarse en casa, no fueran a colapsarse los servicios de urgencia de los hospitales. Había que permanecer aislado (stay home) para salvar vidas (save lifes), y resistir, solos, hasta que los labios se amoratasen para ir al hospital. Se negaron la hidroxicloroquina y la ivermectina, unos tratamientos baratos y sin patente, y se puso el foco en la esperanza futura mesiánica y universal de la vacuna que según la Iglesia de la Ciencia Católica salvaría a la humanidad de la muerte eterna.  
 
    Hagamos, para acabar esta reflexión, un pequeño ejercicio sencillo de memoria histórica: El 10 de mayo de 2021 el presidente del gobierno de las Españas autonómicas nos aseguraba que faltaban sólo 100 días para lograr la inmunidad de rebaño, de grupo decía él para no ofender a nadie. En aquellos momentos, sólo un tercio de la población española había recibido alguna inyección y se fijaba para agosto el fin de la transmisión.
 
    Ahora, tras un año y 3 o 4 jeringuillazos, una vez superado aquel objetivo con creces, se demuestra que estos productos farmacéuticos no impiden la infección ni inmunizan contra ella, y que por lo tanto no son sinónimos, como pretendían políticos y periodistas, 'inmunizado' e 'inyectado con estos sueros experimentales' que no impiden la transmisión.   

 
 

sábado, 12 de marzo de 2022

Virus ex machina

A semejanza del deus ex machina o ἀπὸ μηχανῆς θεός (apò mechanês theós), el dios del teatro antiguo que venía a resolver la trama del argumento de una obra en el último momento dándole un giro inesperado a la acción dramática al introducirse de repente en el escenario desde fuera con el artificio mecánico de una grúa, el virus ex machina, retransmitido en todas las pantallas por todas las cadenas de televisión del mundo tanto públicas como privadas, sirvió para que gracias al terrorismo periodista o periodismo terrorista, tanto monta, monta tanto, cundiera el pánico y la gente corriera despavorida a ponerse inyecciones a fin de salvar una vida que, según le habían hecho creer, corría gravísimo peligro.


 

lunes, 20 de diciembre de 2021

Dos metáforas del virus

    La palabra 'virus', tomada directamente del latín, entró en nuestra lengua en 1817 según Corominas.  Sin embargo, su derivado el adjetivo 'virulento', tomado también del latín 'uirulentus' entró mucho antes, hacia 1435. Virus, el sustantivo, entró más tarde que el adjetivo porque es un tecnicismo de la Ciencia, la nueva teología, hoy muy difundida gracias al proceso de vulgarización debida a la propagación de millones de noticias que la viralizan, haciéndola viral.  

    Virus en latín significaba 'jugo', 'zumo'. La palabra servía para referirse tanto a la baba de los caracoles (así la usa Plinio) como al semen de los animales, como en el pasaje de Virgilio donde habla de la creencia 'científica' antigua de que las yeguas eran fecundadas por el viento sin ayuntamiento carnal con ningún caballo, destilando de sus ingles un veneno viscoso que los pastores llamaban 'hipómanes': "lentum destillat ab inguine uirus" (destila espesa / de sus partes la lúbrica ponzoña, en la traducción de A. Espinosa Pólit). También significaba 'veneno' 'ponzoña', y 'mal olor'.

    El caso es que el virus invisible y ubicuo como Dios que nos invade es por un lado, como dice una anónima pintada en un muro en la lengua del Imperio, el capitalismo: capitalism is the virus. El capitalismo es en efecto el sistema económico y político -ambas palabras son prácticamente sinónimas ya- basado en la propiedad privada de los medios de producción y en la libertad de mercado. Pero el capitalismo es también la ideología y el conjunto de entidades e instituciones, como dice la docta Academia, que defienden los intereses. Mejor diríamos, en lenguaje popular, que el virus es el Dinero, con la mayúsucla honorífica que le corresponde a Dios.

    Pero también, como nos llega en esta otra imagen, el virus es una metáfora de la información, en concreto de las noticias que difunde en el Reino Unido la British Broadcasting Corporation, como reza la pancarta londinense. BBC NEWS IS THE VIRUS (representado por su ícono de pelota erizada): 


     Nosotros diríamos que el virus es Radio Televisión Española, la emisora estatal, pero también sus sucursales autonómicas, y las emisoras privadas (Antena 3, Telecinco, La Cuatro, la Sexta, y la Trigésimo Quinta, si la hay). Virus es el bombardeo informativo que provoca el miedo en la gente que lo recibe a todas horas, día y noche, por todos los medios.  Virus es, en definitiva, la información. Esto explica la lucha de los gobiernos contra la desinformación (misinformation en la lengua del Imperio). Distinguen ellos entre una información buena, la suya, que informa a las masas, es decir, ahorma como la horma de un zapato, y otra mala, la que desinforma, pero en realidad no hay ninguna buena.

     

domingo, 19 de diciembre de 2021

Mensajería breve antiviral

No hay sexta ola, como no ha habido tampoco quinta, ni cuarta, ni tercera, ni segunda, ni primera: en verdad no ha habido nunca ninguna 'pandemia' en absoluto.

 
 
El pasaporte sanitario, nueva deriva autoritaria del capitalismo, no garantiza la salud, sino que intensifica el control social mediante la vigilancia digital. 
 

Un lapsus linguae significativo de mujer de ochenta y cinco años que, preguntada sobre su estado de vacunación, dijo sin ironía que ella ya estaba “bautizada”.

 
 

 La política sanitaria es una aberración médica que traiciona a la medicina con su tratamiento colectivo prescindiendo del examen y reconocimiento del paciente.
 
 
La vacuna sólo funciona si se inocula el cien por cien de la población; igualmente, el embuste sólo funciona si todo el mundo lo cree a pie juntillas verdadero. 
 
 
 
Si no vacunamos a todo el mundo no conseguimos nada, grazna el gerifalte cántabro. ¿De qué nos vale la vacuna si no nos protege de los que no se han inoculado? 
 

 
La viróloga del gobierno: “Nos infectaremos todos, así que mejor que nos pille vacunados”. O sea: Moriremos todos, así que mejor que Dios nos coja confesados. 
 
 
Las empresas farmacéuticas están tan interesadas en que la gente goce de buena salud como los traficantes de armas en que haya convivencia pacífica en el mundo.
 
 

Suspendida de empleo y sueldo una profesora navarra, que está sana, por dar clase sin mascarilla, la cosa más natural del mundo cuando uno no está contaminado.

 
-Salta, que no pasa nada. Lo ha dicho la tele.
 
Titular periodístico: “España llega a Navidad con el triple de contagios de hace un año.” (Tras un año de vacunación, iniciada el día de los Santos Inocentes). 
 
 
La pandemia es como el célebre cuchillo sin hoja de Lichtenberg al que le falta el mango: quimera inexistente que solamente existe como un espejismo colectivo.