jueves, 21 de marzo de 2024
Oyendo una canción con los ojos cerrados
miércoles, 6 de marzo de 2024
Pareceres XLII
jueves, 28 de diciembre de 2023
Más mensajería
El Estado de Israel aprendió la lección alemana de la Endlösung, y ya aplica en Gaza y en Cisjordania su Solución Final al problema palestino: el exterminio.
El periodismo como forma de terrorismo: El repunte infeccioso del cóctel de virus respiratorios coincidente con baja vacunación tensiona los centros sanitarios.
No me explico cómo Nigeria con pocas restricciones y la tasa de vacunación mínima tuvo una mortalidad tan baja, pero no soy Margarita del Val, o séase virólogo.
domingo, 3 de diciembre de 2023
¡Nacionalistas!
Los nacionalismos, que Borges definía como “espectros colectivos”, son ideologías falsas -no vamos a decir irreales porque desgraciadamente son demasiado reales- en tanto en cuanto defienden, en palabras borgianas, “el prejuicio del que adolecen todos los hombres: la certidumbre de la superioridad de su patria, de su idioma, de su religión, de su sangre”. Cuando estos espectros colectivos o ficciones políticas e ideológicas alcanzan el poder institucional terminan contaminado la realidad y la vida de quienes quedan presos de sus delirios. Es absurdo, escribió, idolatrar a un adefesio porque es autóctono.
viernes, 17 de junio de 2022
No le deseo una identidad a nadie
sábado, 26 de febrero de 2022
Sometidos a una identidad
viernes, 23 de abril de 2021
¿Quién soy yo?
Érase una vez un beduino que recién llegado a Bagdad después de una larga travesía por el desierto y no poco aturdido por el gentío tropezó al doblar una esquina con otro beduino, cayendo ambos al suelo.
-Perdón -dijo educadamente mientras se levantaba y recuperaba del golpe.
-No hay de qué. No sé de quién ha sido la culpa. Los dos íbamos distraídos. -contestó el otro hombre recuperándose también de la caída.
-Déjame que te haga una pregunta, por favor: ¿tú eres tú o eres yo? ...Te lo pregunto porque si eres yo, entonces yo debería ser tú.
-¡Menuda pregunta! Me parece a mí que estás algo zumbado de la cabeza, si no lo estabas ya antes del golpe.
-No, lo pregunto porque tú y yo somos de la misma edad y complexión, beduinos ambos. Los dos vestimos ropas iguales. Yo diría que nos parecemos como dos gotas de agua. Pensé que podría haberme confundido contigo tras la caída.
-¡Por supuesto que yo soy yo y tú eres tú!
-Pues eso es lo que yo decía: pero si tú eres yo y yo soy tú, entonces entramos en un círculo vicioso, y me pregunto para salir de él ¿quién, por el amor de Dios, soy yo?
-Tú sabrás...
-¿Qué
voy a saber? Mi padre me decía a menudo: "Dime con quién
andas y te diré quién eres". Sus palabras me perseguían día
y noche porque yo quería saber quién era. Me decía también que
tuviera cuidado con las malas compañías. Pero yo no sabía si mis amigos eran buenos o malos. Tampoco sabía si el bueno o el malo era yo.
-El mío decía que valía más estar solo que mal acompañado.
-¿No le preguntaste nunca al mulá de la mezquita?
-Sí, una vez le pregunté y me dijo: “Sé tú mismo”. Pero para ser yo mismo necesitaba lo primero saber quién era yo. Por eso me lo preguntaba y sigo preguntándomelo ahora: ¿Quién soy yo? Sigo sin saberlo.
jueves, 3 de diciembre de 2020
El peso de uno mismo
La obra concebida por los artistas escandinavos Michael Elmgreen e Ingar Dragset retoma la larga tradición de la escultura de mostrar la desnudez heroica sin tapujos y la nobleza del mármol blanco como material artístico, aunque aquí se ha utilizado una nueva técnica que consiste en el empleo de polvo de mármol solidificado. Su altura es superior a la humana, 2,7 metros, por lo que sobresale y destaca dentro del paisaje urbano.
¿Acaba de salvarse a sí mismo de ahogarse en el río? Pudiera ser. Pero también pudiera ser que carga con el peso muerto de su propia identidad, con su propio cadáver, consigo mismo. Los dos hombres sin nombre no son como los héroes helenísticos, dos personajes distintos, sino el mismo desdoblado en Narciso y su doble, en uno mismo y su selfi.
Dicen los artistas que la obra es muy representativa de nuestra cultura contemporánea, que no celebra ya a ningún héroe legendario mítico y épico, sino simplemente a un individuo cualquiera que intenta salvarse, como Arquíloco cuando tiró el escudo en plena batalla y echó a correr para salvar el pellejo, volviendo la espalda al enemigo.
Pero quizá la obra nos diga algo más de lo que han pretendido sus creadores, los artistas, y ese algo puede ser que en ese intento egoísta y nada altruista por lo tanto de salvarse uno a sí mismo individualmente, lo que uno encuentra no es su salvación, sino su ruina: el propio cadáver, paradójicamente, en forma de identidad personal: la gravedad insoportable de ser lo que uno es.
miércoles, 29 de julio de 2020
El fetiche de la identidad nacional
domingo, 10 de mayo de 2020
Identidad y minoría de edad
Antonio Machado, en carta a Juan Ramón Jiménez, a principios de 1913 le confesaba lo siguiente: "Yo mismo me pregunto algunas veces ¿quién escribe muchas cosas que salen de mi pluma? Me declaro irresponsable de las tres cuartas partes de todo cuanto he hecho y de cuanto haga en lo sucesivo."