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sábado, 4 de mayo de 2024

Más notas marginales

Noticias del mundo:
  Se ha registrado ya el primer caso de morsa muerta por gripe aviar en el Ártico, y The Guardian alerta: El virus resucitado ya ha matado a otros mamíferos... 
 En los campus universitarios norteamericanos está surgiendo, bienvenido sea, un movimiento contra la guerra de exterminio que Israel lleva a cabo en Palestina. 
 Nuevo rapto de Europa: El toro, que es Zeus, o sea la Alianza Atlántica, seduce, rapta y acaba empujando a Europa a la guerra a fin de defender la 'democracia'. 
  Israel se defiende atacando a todos los que critican el genocidio que perpetra en Palestina acusándolos de antisemitas, confundiendo el Estado con el pueblo.
  Alístate en el ejército ucraniano, que se dispone a volver al frente a pelear como espartanos por Ucrania y la democracia contra el enemigo, contra el monstruo.

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 Variedades: 
 Que las máquinas se asemejen cada vez más y más a los seres humanos no es tan alarmante como que los homínidos nos hayamos convertido en máquinas robotizadas.
  Etimología de cretino: Del francés crétin, 'cristiano' en dialecto francés de Suiza, eufemismo compasivo (pobre cristiano) del que sufría el mal del cretinismo.
 Decía Cocteau que si el fuego quemara su casa, sólo salvaría una cosa de las llamas del incendio: el fuego. No tendría donde vivir, pero en él el fuego viviría.
 
Vano e inútil el intento de aprender a vivir porque cuando aprendemos a hacerlo gracias a la experiencia acumulada ya es demasiado tarde a fin de aprovecharla.
 Los estados se han desarrollado históricamente como máquinas de guerra para "mantener la paz" mediante el uso de la violencia, generando violencia por doquier.
 Cuando el fotógrafo nos pide que sonriamos a la cámara para tomarnos una fotografía, la sonrisa se convierte enseguida en un rictus o idea forzada de sí misma.
 Ya no importa tanto el número del Documento Nacional de Identidad que otorga la policía, como el del teléfono móvil o celular, en el que cabe el alma personal.
 
 En una relación tóxica el elemento más pernicioso amenaza a menudo con dejar al otro -chantaje emocional- en pos de afecto ególatra y adhesión inquebrantable.
 Tras haber erradicado mediante vulvectomía el tumor maligno, la ginecóloga dijo que podía volver a reproducirse porque las vulvas solían ser muy traicioneras.
 A veces no basta toda una vida por larga que pueda ser para desaprender lo mucho mal aprendido que nos hemos dejado meter en la cabeza y allí se ha sedimentado. 
  Cuando se dice de alguien que no tiene ni (puta o ni puñetera) idea, se está diciendo en realidad lo contrario: alberga muchas ideas, demasiadas ideas todavía.
  El término obeso, que destituyó a gordo, se sustituye ahora por ABCD, acrónimo políticamente correcto de Adiposity Based Chronic Disease, para no estigmatizar.

Gordito Relleno ya no sería obeso, eufemismo de gordo, sino alguien con una Enfermedad Crónica Basada en la Adiposidad, o sea un ABCD en la lengua del Imperio. 

viernes, 26 de abril de 2024

Guerra higiénica (y II)

    Cuatro años después de la declaración de guerra al virus, hemos pasado del capitalismo vírico al capitalismo bélico.  Ahora el camino hacia la guerra tradicional se presenta como la mejor receta médica: Europa debe recuperar la “higiene democrática”. Rusia y China son peligrosos víruses que hay que erradicar mediante sanciones y bloqueos.

       La guerra es una higiene, otra vez, democrática. Recuérdese la metáfora del cordón sanitario que las democracias neoliberales occidentales tanto de derechas como de izquierdas quieren poner al fascismo y a la extrema derecha, o al totalitarismo, como si ellas mismas no fueran la expresión más cabal de eso mismo que quieren acordonar. 
 
    Hablamos de democracias liberales, pero, como dice la gente, donde hay capitán no manda marinero. Solo una única mano fuerte puede guiar la nave del Estado, escribía Platón precisamente para rechazar la democracia. Eso también lo comparten la pandemia y la guerra que se ha instalado en el imaginario colectivo europeo: con ellos se ha instaurado la figura del Gran Timonel más temible que todos los dictadores: el Capital todopoderoso, de los fondos de inversión que antes invirtieron en farmacia y ahora lo hacen en multinacionales energéticas y en industria militar, sin olvidar la industria tecnológica que está detrás de todo. 
 
    Nuestro pasado sacrificio fue en nombre de la Ciencia, que era la nueva religión, y hoy lo es la defensa de la democracia, que ha venido a sustituirla. Con la pandemia se crearon algunas metáforas. El Estado de alarma, de excepción, de sitio o como quiera denominarse se ha convertido en la nueva normalidad, se convierte en la regla.  La suspensión temporal de los derechos se hace permanente, como denunció Agamben, y como reconocía la gente de a pie cuando decía "esto que nos ha caído de arriba no puede ser bueno" y "ha venido para quedarse".
 

     De una alarma vamos saltando a otra: antiterrorista, climática, vírica, bélica... Por eso no se oye ningún NO a la guerra. No sería raro no vamos a decir mañana, sino hoy mismo que a las ocho de la tarde sonara la sirena y algunos, acostumbrados como están a hacer lo que les mandan, salieran a aplaudir a los balcones.
 
     Recordemos a los rastreadores, aquellos profesionales encargados de seguir el rastro de todas aquellas personas que hubieran estado en contacto con un positivo -el enemigo portador del virus- para controlar la situación según los protocolos. 
 
     Recordemos los Códigos de Rápida Respuesta o códigos QR, erre que erre, que eran el salvoconducto o pasaporte sanitario que nos daba acceso a volar y a entrar en establecimientos públicos: bares, restaurantes...
 
    Recordemos el control policial en cada esquina revisando tu permiso de movimiento o el tique de la compra. 
 
 
    Recordemos a los sanitarios disfrazados de astronautas que nos apuntaban a la cabeza con una pistola termométrica. 
 
    Recordemos que si no estábamos vacunados nos negaban el pase para visitar a nuestros familiares hospitalizados.
 
    Recordemos al Ejército desplegado en cada pueblo rociando con gel casas y aceras, como si el virus estuviera allí depositado. 
 
   Recordemos la presencia militar de los tres ejércitos en las calles y en las pantallas, y el vocabulario bélico omnipresente.
 
    Recordemos cómo nos enseñaban a ponernos y quitarnos la mascarilla y los guantes, como si fuéramos idiotas.
 
      Recordemos a la regenta de la UE que nos instruía en un vídeo que se hacía viral, mezclando pedagógicamente la teoría y la práctica y predicando con su ejemplo, cómo había que lavarse correctamente las manos con agua y con jabón.
 
 
     Hemos a raíz de todo aquello aprendido muchas cosas que pueden sernos muy útiles en caso de guerra y que forman parte de la economía bélica: racionamiento en las compras (sólo se podían comprar artículos de primera necesidad, recuérdese la discusión sobre lo que era necesario para cada cual y lo que no), toques de queda, e incineración de ancianos muertos en las residencias de los que sólo daban a sus familiares las cenizas. 
 
   Recordemos cómo hace cuatro años no voy a decir que renunciamos a la libertad que no teníamos en nombre de la seguridad que nunca tendremos, pero sí que abrazamos lo que llamaron Nueva Normalidad con resignada mansedumbre. Por eso ahora, en 2024, no va a ser muy difícil que sigamos haciendo lo mismo so pretexto de la amenaza de una guerra a las puertas, acostumbrados como estamos a seguir dócilmente los protocolos. Estos lodos precisamente vienen de aquellos protocolos.

miércoles, 24 de abril de 2024

Guerra higiénica (I)

    La cosa, si no recuerdo mal, empezó hace cuatro años cuando los gobiernos le declararon la guerra al famoso virus. Recordemos las palabras del presidente francés: Nous sommes en guerre (contre le virus). Hace cuatro años el enemigo era el virus, el virus chino, se decía, otorgándole una denominación de origen bárbara, ajena al Occidente grecorromano y cristiano. 
 
    El presidente español declaró, como el francés y tantos otros de la vieja Europa, el estado de alarma, y más tarde, el toque de queda, que denominó con el ridículo eufemismo rimbombante  de “restricción de movilidad nocturna” porque según él lo de “toque de queda” era algo cutre, una expresión trasnochada, de otros tiempos, de cuando la guerra. Nos ocultaba capciosamente así que la guerra era aquello mismo que estábamos viviendo entonces y no otra cosa, y esto mismo que estamos viviendo aquí y ahora, esta paz. 
 
       Para hacernos olvidar que la guerra era orgüelianamente la paz, hace dos años, además, retransmitieron la película de larga duración La Guerra de Ucrania, que oficialmente había comenzado con la invasión rusa el 22 de febrero de 2022, pero verdaderamente llevaba un recorrido mucho más largo sobre el terreno.  El zar ruso, se dijo medio en serio medio en broma, había conseguido acabar con el virus, convirtiéndose en el nuevo virus contra el que había que luchar. 
 
     Bob Moran, en la que es sin duda una de sus mejores viñetas, representó magistralmente este cambio de decorado. De un escenario teatral desaparecía el atrezo de la pandemia, el rótulo mismo de la palabra "pandemic" en inglés,  que era rápidamente sustituido por la utillería de guerra  y la palabra correspondiente en la lengua de Chéspir, que es "war", que a partir de ahora iba a estar enfocada en primer plano en el centro del escenario, bajo la batuta del director de orquesta.
 
    La guerra era la higiene que se imponía por doquier, haciéndose realidad las palabras del Manifiesto Futurista (1909) de Marinetti, que se anticipó a las dos guerras mundiales del siglo XX y a todos los manifiestos de las vanguardias artísticas: Queremos glorificar la guerra —única higiene del mundo—, el militarismo, el patriotismo, el gesto destructor de los anarquistas, las ideas por las cuales se muere y el desprecio por la mujer.  
 
    La guerra se ha glorificado declarándola bajo el manto de la higiene -sanitaria en el primer caso y democrática en la lucha contra los regímenes totalitarios de las potencias emergentes que ponen en peligro la hegemonía de la alianza atlántica-, y en ese sentido se glorifica constantemente la labor del ejército -el militarismo- y el patriotismo deportivo. Marinetti, que sentenció que un automóvil cualquiera era más bello que la Victoria de Samotracia,  quería glorificar el gesto destructor de los anarquistas que ponían bombas, el terrorismo, que lejos de atentar contra el sistema lo que hacía era, como se ve, fortalecerlo. Y lo que se glorifica de ese modo son las ideas que matan porque son las que dan sentido a la vida, los nuevos dioses que exigen sacrificios humanos por los que se debe morir, y también el desprecio de la mujer, que va de la mano de su poderío o empoderamiento que las equipara a los varones.  
 
     
    Otra viñeta de Bob Moran representa lo que parece la caricatura de Winston Churchill habida cuenta de su puro y sombrero emblemáticos pintando en un lienzo la blanca paloma de la paz con la rama de olivo en el pico  con unos botes de pintura que son:  sangre, esfuerzo, lágrimas y sudor, haciéndose eco de su famosa frase: I have nothing to offer but blood, toil, tears and sweat ("Sólo puedo ofrecer sangre, esfuerzo, lágrimas y sudor"). Viene a ser una expresión moderna de la justificación que ya se dio desde los romanos de la guerra: si uis pacem, para bellum: si quieres la paz, dispara la pistola.

martes, 16 de abril de 2024

La guerra de la razón contra la razón de la guerra

   Como dijo Cicerón, belli neruus pecunia: "el dinero es el motor -el nervio, literalmente- de la guerra", y es lo que a uno se le ocurre cuando se entera de cómo la guerra, a la que  nos llevan de cabeza, está reactivando la economía europea en lo que toca a la industria armamentista, y hace que esta incluso supere a la competencia norteamericana, como puede leerse en La Información, donde se da cuenta cumplida de la subida del gasto en defensa, es decir, en material de guerra. Algunos datos sacados de allí:   

    La guerra en Ucrania, que acaba de cumplir su segundo año en todas las pantallas, ha puesto en órbita a todo el sector aeroespacial y de defensa en Europa. Basta con mirar a Rheinmetall. El principal fabricante mundial de municiones de artillería y fabricante del famoso tanque Leopard, dijo recientemente que espera que sus ventas en 2024 crezcan un 40% hasta un récord de 10.000 millones de euros, lo que no es moco de pavo. Sus acciones llevan una subida del 69% en 2024 y del 85% en un año. 

    Otras empresas que se suman a esta fuerte tendencia del sector en 2024 incluyen a Kongsberg Gruppen (53%), Saab (51%), Leonardo (48%), Safran (29%), BAE Systems (21%), Airbus (20%) y Thales (15%). Todas ellas se benefician de la expansión de los presupuestos militares europeos.

      

    La española Indra se beneficia por partida doble. A su favor cuenta su presencia en los dos segmentos más alcistas en bolsa este año: la tecnología y el negocio de defensa. La compañía, que acaba de aprobar la segregación de su unidad de negocio espacial, acumula una subida del 51% en doce meses. Indra, que también lidera las subidas del Ibex este año con un alza entorno al 30%, tiene más margen para seguir subiendo, lo que supone todo un orgullo para esta sucursal nuestra del ofensivo patrioterismo europeo.

    

 Tras las fuertes ganancias acumuladas, las acciones europeas de defensa -en realidad, de la guerra- superan claramente a sus competidoras estadounidenses como Lockhedd Martin, Boeing, Northrop Grumman, General Dynamics, RTX y Leidos Holdings, después de más de dos décadas de ir siempre por detrás de los americanos. La relación causa-efecto entre guerra y beneficios no admite discusión. El índice europeo que agrupa a las principales empresas aeroespaciales y armamentísticas STOXX Europe Total Market Aerospace sube un 50,3% en un año.

domingo, 14 de abril de 2024

Espectáculo de variedades

Yo también soy idiota. Hecha esta confesión personal, debo decir que el escritor catalán Quim Monzó publica ‘Ments preclares’, subtitulado “El llibre dels idio­tes”, un libro, que no he leído, de artículos periodísticos sobre los idiotas, y declara: “No encuentro tan grave llamar idiota a alguien; yo mismo soy idiota”. Y me hago la siguiente reflexión: etimológicamente idiotas, en efecto, somos todos y cada uno en el sentido original del término griego: persona privada o particular, simple ciudadano, hombre del común, plebeyo, también soldado raso; ignorante, rudo, vulgar, inexperto, profano. Ya lo decía el Bachiller Carrasco en El Quijote, atribuyéndoselo al Eclesiastés y citando la Vulgata latina, para ponderar el gran número de necios que había en todos los tiempos y lugares: stultorum infinitus est numerus: "el número de imbéciles es infinito". Así que yo mismo soy idiota ἰδιώτης, etimológicamente hablando, lo reconozco. ¿Qué le vamos a hacer? Y una de las características de mi persona que tengo como idiota que soy es además de hablar, leer y escribir, que para eso me enseñaron en la escuela, un idioma ἰδίωμα, que es lo mismo que una patria, una nacionalidad, o sea, una propiedad privada, una jaula, pero también un instrumento con el que, sin embargo, puedo, denunciarlo. 

Inteligencia Artificial: IA no son solo las siglas de “inteligencia artificial” sino también, y más propiamente hablando, de la expresión “invasión algorítmica”, que es de lo que se trata lo primero. 

La mentira política.  “En política no se puede mentir. Si uno miente tiene que dimitir”. Lo ha dicho una ministra del gobierno español, da igual su nombre propio y apellidos y su ministerio. Lo ha dicho y ha dicho la verdad olvidando que ella, como miembro de ese gobierno que es, es forzosamente una mentirosa, por el axioma de que gobernar es mentir, o, como escribió Maquiavelo, gobernare è far credere: "gobernar es hacer creer", que viene a ser lo mismo que mentir, porque la creencia es un acto de fe y la fe se fundamenta en la mentira. Gobernar es, en efecto, mentir, sin que pueda decirse lo contrario, que mentir sea gobernar, pero sí que parece que para gobernar es preciso ejercer el arte del engaño, y para engañar hay que mentir, porque el Poder se basa en dos pilares fundamentales que vienen a ser uno solo en definitiva y el mismo: el miedo y la mentira. 

 

La guerra es un crimen de lesa humanidad. No penséis que la guerra no es un crimen: Lo dijo Ernest Jéminguay en 1946 y debería repetirlo cualquier biennacido ahora mismo como si se tratara de un mantra religioso: Never think that war, no matter how necessary, nor how justified, is not a crime: “Nunca penséis que la guerra, por necesaria o justificada que sea, no es un crimen”. No a la guerra por lo tanto. 

Abolición del mos meretricius. Bienintencionada sin duda la querencia de abolir la prostitución que les ha entrado a algunos progresistas, si no fuera porque no se dan cuenta de que no se puede erradicar el puterío sin abolir el sistema capitalista de producción que fundamenta su propia esencia teológica. Nada más lejos de su intención porque dichos progresistas no pretenden abolir el trabajo asalariado. Escribe Paul Lafargue en El Sermón de la Cortesana, incluido en su Religión del Capital (1886): La cortesana trafica con lo que no se puede ni pesar ni medir, con la cosa inmaterial que escapa a las sagradas leyes del intercambio: vende el amor, como el tendero suministra el jabón y la candela, como el poeta detalla el ideal. Pero la cortesana vendiendo el amor se vende; da al sexo de la mujer un valor, su sexo participa entonces de las cualidades de nuestro Dios, se convierte en una parcela de Dios, es Capital. La cortesana encarna a Dios.

sábado, 13 de abril de 2024

Pareceres XLV

221.- El virus de la guerra. No tiene desperdicio este párrafo editorial de El Periódico Global, alias El País (25/03/2024), propagando e inoculando el virus de la guerra en la Unión Europea en general y en los veintisiete gobiernos vasallos en particular, incluido el nuestro, cuya política de beligerancia defensiva y gasto militar justifica el diario con un lenguaje tan culto que roza el delirio y no se sabe muy bien de qué demonios está hablando: Desde sus inicios con la coordinación de la producción del acero y el carbón hasta hoy, la UE ha sido un proyecto de paz. Para seguir siéndolo, para garantizar a sus ciudadanos seguridad, hoy es necesario que cambie. ¿Qué quiere decir eso? Que la UE se convierta en un proyecto de guerra, es decir: que se vacune contra el virus de la guerra inoculándosela. No lo dice así, tan claro, pero a buen entendedor... Atención a la verborrea diarreica de este párrafo: Resulta más inteligente trabajar para convertirse en un factor de disuasión en escenarios violentos y para reducir los efectos perversos en caso de ruptura o alteración de cadenas comerciales. Está hablando del rearme o reforzamiento artificial de nuestro sistema inmunitario. Hay que armarse hasta los dientes “para convertirse en un factor de disuasión en escenarios violentos”. Si estamos armados, sinónimo de 'inoculados', disuadiremos a nuestros enemigos de usar sus armas contra nosotros. Pero no se habla de armas, ni de enemigos -¿quiénes son nuestros enemigos?- porque resultaría obsceno. Se habla de “disuasión” y de “escenarios violentos” sin olvidar los efectos perversos de la rotura o alteración "de las cadenas comerciales", expresiones que no tienen desperdicio. 


222.- De la buena voluntad. ¿Hay acaso una "mala" voluntad humana que pueda contraponerse a la buena?; ¿o se trata de la redundancia de un epíteto totalmente innecesario que da a entender que la voluntad sería siempre esencialmente buena?; ¿qué será, si la hay, eso de la mala voluntad, si no es la voluntad de hacer el mal, cosa, como sabemos desde Sócrates, radicalmente imposible, ya que nadie hace el mal a sabiendas, conscientemente, sino por ignorancia?

 

 223.- Con diez cañones por banda... Una de las primeras siderurgias destinadas a la industria armamentística que tuvo la monarquía hispánica, si no fue la primera, fue la Real Fábrica de Artillería de La Cavada (Cantabria) que a partir del siglo XVII produjo gran cantidad de munición y piezas de artillería, lo que supuso, como contrapartida, además de la creación de puestos de trabajo y de su uso destructivo de personas y de cosas en campañas militares,  la deforestación de las montañas orientales de Cantabria y de Burgos con las consiguientes quejas, molestias y revueltas de los campesinos de los alrededores que necesitaban la leña y la madera para su subsistencia. Pero la fabricación de cañones era fundamental para sostener el poderío del Imperio. Ya sabíamos que el cañón era la ultima ratio regum: la última razón, es decir, la primera del poder de los monarcas. En dos siglos sólo en esta factoría se construyeron tres mil cañones que -se dice pronto- se fundieron gracias a la madera que suministraron, se calcula, unos diez millones de árboles, lo que vino a suponer, según esos cálculos, cincuenta mil hectáreas arrasadas. 

Puerta de entrada a la Fábrica que ya no existe de Artillería de la Cavada (Cantabria)
 

224.- Génesis: No se puede decir que Dios, hablando en pasado, creó el mundo. Eso pertenece a la vieja religión. Hemos de actualizarnos y, siguiendo a Paul Lafargue, hablar de la religión del Capital, que es la que padecemos en la actualidad. Dios, es decir, Don Dinero, no ha creado el mundo de una vez por todas: lo crea en cada acto de compraventa, en cada transacción económica, en cada momento, lo está creando aquí y ahora mismo. Las cosas no tienen entidad propia hasta que no se convierten en mercadurías que son objetos de consumo, hasta que no las intercambiamos por dinero, Dios mediante, y las consumimos, y el propio proceso de producción y consumo en el que estamos inmersos nos consume a nosotros, los consumidores.

 225.- ¡Cámbialo! El funcionario, muy amable, no dudó en facilitarme un impreso para que formulara mi reclamación, y me aconsejó que hiciera mi denuncia por el mal funcionamiento del sistema señalando al propio sistema como responsable, que, reconoció y me dio la razón en ello, no funciona como debería o, lo que es lo mismo, no funciona bien, funciona mal, no a los funcionarios que colaboran en su mal funcionamiento ya que a fin de cuentas son personas de carne y hueso, como usted y como yo, con sus problemas y humanos defectos, como todo el mundo. Me parecía razonable la sugerencia, pero enseguida me surgía la pregunta: ¿Qué sentido tiene formularle al sistema una queja contra sí mismo, una reclamación que el propio sistema agradece como sugerencia para mejorar su funcionamiento? Ya lo dice el propio formulario: “Con esta reclamación o sugerencia está usted colaborando con nosotros, ya que nos permite identificar problemas y efectuar propuestas de mejora para nuestros servicios”. El sistema no funciona bien o funciona mal. Y no es un error del sistema, sino que el error es el propio sistema, que no tiene empacho en reconocerlo, y que añade: ¡Cámbialo! Haz tu propuesta. Danos tu opinión, que agradecemos. Lo dice como si nosotros no formáramos parte de él, como si estuviéramos al margen y fuera del sistema y no fuésemos su soporte esencial.

 

jueves, 4 de abril de 2024

Pareceres XLIV

216.- Hespañas. Para los antiguos romanos España nunca fue una, sino varias: las Hespañas, que con hache etimológica deberíamos escribirlo si queremos ser fieles a nuestros fundamentos. Al principio solo dos: la citerior y la ulterior, para luego ser tres: la tarraconense, la bética y la Lusitania. La España contemporánea, vertebrada o invertebrada según el consabido ortegajo, ha aprobado el examen de reválida democrática.  Por eso se mantiene la ilusión ontogenética de la Aeterna Hispania, la España que continúa no sólo cronológicamente, sino esencialmente idéntica a sí misma, pese a todas las metamorfosis habidas y por haber, cumpliendo el testamento que nos legara el Generalísimo F. F., aquel pequeño Gran Dictador; la España donde todo quedaba según la expresión ya proverbial “atado y bien atado”. Es la España Negra de los aguafuertes de Goya: Saturno devorando a todos y cada uno de sus hijos y súbditos maniatados: la propia identidad que nos engulle exigiéndonos, como el policía diligente, que le mostremos la documentación que nos identifica con nosotros mismos, a pesar de que no nos parezcamos ya en nada al tipo de la fotografía instantánea que nos inmortalizó, y a pesar de que ya no seamos el que éramos porque, en realidad, nunca lo fuimos.
 
 217.- La idea de progreso. “Progresista” es una palabra, abreviada coloquialmente como “progre”, que ha venido a sustituir a “izquierdista”, bastante desprestigiada desde el 15M, cuando se dijo, siguiendo la coplilla de Isabel Escudero (Ni derechas / ni izquierdas: / entre arriba y abajo / es la pelea), recogida en Cifra y aroma (2002), que la pelea no era horizontal, sino vertical, entre lo que estaba arriba (que podía ser tanto de izquierdas como de derechas y era indiferente) y lo que estaba abajo, que se definía negativamente porque no estaba arriba. 'Progresista' ha venido en auxilio de 'izquierdista' cargándose de valor positivo, como si todo lo que progresara fuera bueno, o como si fuese bueno que progresara todo. 
 

218.- El tiro por la culata. Algunos postulados anarquistas han sido tomados por el poder contra el que se alzaban, de modo que parece a veces que el anarquismo se ha institucionalizado, dándose la vuelta y apuntando en la dirección contraria. El movimiento libertario, al menos algunos de sus postulados, ha sido asimilado por el Estado, como demuestran las políticas de libre adopción de identidad de género, el feminismo, el activismo climático que pretende lograr un capitalismo verde y 'de rostro humano', la cultura de la cancelación de lo que no es políticamente correcto, el movimiento güoque del despertar, y la agresión intelectual que acompaña a todo. El anarquismo ha pasado de ser un movimiento antiglobalización a ser globalizador, de modo que los viejos anarquistas que persisten en la condena de la globalización son tachados de teóricos de la conspiración de la extrema derecha.
 

219.- Escritura pictográfica: Hoy ya casi nadie escribe cartas de puño y letra, como antes. Hemos vuelto a la iconografía de la escritura jeroglífica de hace cinco mil años, abandonando la alfabética, mucho más compleja y rica en matices. Se escriben a lo sumo mensajes y escuetos “e-mails” o correos electrónicos, preñados de abreviaturas y, cómo no, de erratas y faltas de ortografía, textos llenos de íconos que expresan supuestas emociones básicas: estoy contento, estoy enfadado, estoy preocupado…, en los que sólo sabemos rebuznar: yo, yo, yo… Para más inri, se anuncian ahora emoticones animados,a adquiriendo animación los pictogramas jeroglíficos. 

 

220.- Bandera blanca. Su Santidad el Papa ha declarado que Ucrania debería tener el coraje de izar la bandera blanca y negociar la paz con Rusia, y le ha caído la del pulpo, como suele decirse. El primer indignado fue el Ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, que vomitó en sus redes sociales: “Nuestra bandera es amarilla y azul. Esta es la bandera por la cual vivimos, morimos y prevalecemos. Nunca levantaremos ninguna otra bandera”. Ese es su problema, que defienden unos colores, que consideran suyos, a capa y espada. El problema es que tienen una bandera distintiva, y que para ellos no hay otra paz que no sea la victoria en la guerra, aún cuando se pueda afirmar que ya están derrotados, que no hay ucranianos ni hay Ucrania, que han huido y renegado de su país o que han muerto. Pero el histrión nato de su presidente, no se rinde, sigue erre que erre pidiendo más dinero, armas, ayuda militar y el ingreso en la Unión Europea y en la OTAN para implicar a ambas organizaciones en la guerra y derrotar a Rusia  que es el Imperio del Mal, y a su pérfido tirano. 

viernes, 29 de marzo de 2024

¡Esto es la guerra!

 El gobierno galo saca el ejército a la calle para que la población se vaya habituando a la presencia de las tropas como algo esencial de su paisaje cotidiano.


 Nuestro icónico “presi” reitera su firme apoyo a Ucrania, a la que promete “nuevas capacidades” -ridículo eufemismo- para que se pueda defender de la agresión.
 
 Los regímenes democráticos occidentales se aprestan a la fabricación de un enemigo tanto interno como externo para poder justificar la acción de su gobierno.
 
El enemigo interno es el que se opone críticamente a la definición como enemigo del foráneo, del otro que está fuera, y a la declaración de guerra consiguiente.
 

Las nuevas tecnologías hacen su aparición estelar en las homéricas guerras con atracciones tales como los drones, confiriéndoles visibilidad así espectacular.
 
   Los productos más rentables a la hora de invertir en estos tiempos que corren son las acciones de guerra: la mejor inversión del capital, beneficio asegurado.
 
En la lengua del Imperio se llama “weaponization” a la conversión en arma de cualquier recurso o dispositivo económico, financiero, comunicativo, científico... 
La guerra informativa es más importante que la desarrollada en el campo de batalla, hasta el punto de que no existiría la guerra propiamente dicha sin aquella.
 
En los modernos estados los bandos contendientes tratan de legitimar su empeño beligerante como una «guerra justa» santificada según el derecho internacional.
 
 Dice el ministro de asuntos exteriores que ni la UE ni la OTAN son alianzas ofensivas que se preparen para la guerra. Pero son ofensivas: ofende su existencia.

lunes, 25 de marzo de 2024

Vientos de guerra (Diego Fusaro)

Diego Fusaro (1983-...) es un filósofo italiano que se considera alumno independiente de Hegel y Marx y que políticamente se sitúa más allá de las categorías tradicionales de 'izquierda' y 'derecha', por lo que ha sido tildado despectivamente de 'rojipardo'. Al margen de la etiqueta con la que queramos definir al autor, el análisis que hace sobre la situación política europea 'Europa, prepárese para la guerra', publicado en Il giornale d'Italia el 22 de marzo pasado, que se ofrece aquí traducido, es incontrovertible. 

 


La paloma de la paz, Pawel Kuczynski (2014)


    Vientos de guerra comienzan a soplar también en nuestra Europa. Y ahora la Unión Europea apoya la necesidad de preparar a los civiles para la eventualidad de una guerra. Nos habían garantizado que la Unión Europea nos protegería de las guerras: era uno de los mantras favoritos de los euroinómanos de las brumas de Bruselas. Se trataba de una fake news entre las muchas en las que se basó el discurso de celebración de la Unión Europea: una fake news como aquella según la cual -Prodi dixit- gracias al euro trabajaríamos un día menos, ganando como si trabajásemos un día más. 

    ¿Por qué debería Europa prepararse para la guerra? Y luego, ¿para qué guerra? ¿Quizá la OTAN se esté preparando para atacar a Rusia con una guerra preventiva pretendiendo que la propia Rusia quiere atacar a la OTAN? La verdad es que Europa debería haber asumido inmediatamente una postura de neutralidad, es decir, desde que comenzó la horrenda guerra en Ucrania, fomentando las negociaciones y la diplomacia, los pactos y el diálogo. Y, en cambio, lamentablemente eligió el camino de enviar armas a Kiev: como incluso un niño podría comprender fácilmente, enviar armas a una de las dos partes involucradas en el conflicto equivale a participar en el conflicto. Nos dijeron con insistencia que enviar armas a Kiev significaba promover la paz: una mentira igual a la del médico que dijese que quería combatir la diabetes suministrándoles azúcar. 

Diego Fusaro, ante la estatua de Giordano Bruno en el Mercato dei Fiori en Roma.
 

    Desgraciadamente, Europa ha elegido el camino de la guerra, obedeciendo a los imperativos del gran jefe de las barras y las estrellas: ese gran jefe que ha ocupado impunemente Europa desde 1945 con bases militares que a priori niegan cualquier independencia de la propia Europa, convirtiéndola de facto en una colonia de Guásinton. Y ahora sabemos que Guásinton necesariamente quiere la guerra con la Rusia de Putin, culpable de no arrodillarse ante su dominación imperialista que aspira a someter al mundo entero al consenso de Guásinton. 

    En este conflicto entre potencias mundiales, Europa desempeña el papel del jarrón de terracota de Manzoni entre jarrones de hierro. No hay duda: Europa está actualmente administrada por locos sin escrúpulos, dispuestos a sacrificar a los pueblos europeos en aras del imperialismo de Guásinton y de sus continuas atrocidades perpetradas en nombre de la libido dominandi. Evidentemente los locos que quieren la guerra son los que no irán al frente de combate y los que enviarán al frente a los que en su mayor parte no quieren la guerra.

oOo

     Un vídeo de Spanish Revolution, por otra parte, sobre el mismo tema, dedicado a nuestro entrañable gobierno progre(sista) y en concreto al presidente y a la ministra de la Guerra: Id vosotros a la guerra.

  


miércoles, 20 de marzo de 2024

Quieren guerra

    Consideran los que mandan en Europa que hay que preparar a la población para que aguante con resiliencia, que es como llaman ahora a la resignación, lo que nos están echando encima: más guerras y más pandemias en pro de la industria armamentista y de la farmacopólica respectivamente. Así como los gobiernos democráticos europeos gastaron cantidades ingentes de dinero en vacunas experimentales contra el bicho coronado, mascarillas, guantes, pruebas diagnósticas y demás parafernalia enriqueciendo al farmacopolio y a la corruptela política que enseguida sacó tajada del negocio y fomentando de paso las nuevas tecnologías de la (in)formación e incomunicación (telemedicina, tele-educación, tele-entretenimiento, telegestión... ) ahora destinan enormes partidas de dinero a los juguetes bélicos y a la tecnología militar por aquello de reactivar la economía.

    "Preparémonos para la guerra": han sido las palabras pronunciadas en los últimos días por el presidente galo, más peligroso que un mono con dos pistolas, que ya jugó un papel estelar durante la pandemia insistiendo en vacunar a todo Cristo viviente, y que no quiere perder protagonismo ahora. Por eso propuso enviar tropas europeas a Ucrania. La locura se ha apoderado del viejo continente de la mano de sus presidentes de gobierno, de la diplomacia europea y del engendro de la Comisión Europea. Quieren llevarnos a la guerra como sea. Los principales mandatarios europeos, víctimas de una locura colectiva, se han puesto de acuerdo mediante señales de humo en tañer los tambores de guerra. Hasta los Verdes en Alemania, esos ecologistas que querían salvar el planeta, han revelado la auténtica tonalidad del color político que los define, que es el caqui de los uniformes militares

    La ministra de Defensa española, la Hormiga Atómica, nos dice que la amenaza de guerra "es total y absoluta". Hay que justificar el sacrificio económico que supone la inversión que están llevando a cabo.  La amenaza no es abstracta, sino muy concreta y real. Ha dicho que Putin está dispuesto a atacarnos con armas nucleares, y tenemos que ser conscientes del riesgo en que vivimos. Llama especialmente la atención cómo la izquierda progresista española de salón, que está gobernando para que no gobierne la extrema derecha, ha pasado del “No a la guerra” y del “No es no”, al sí incondicional sin paliativos. 

 

    Esa guerra es contra Rusia, que nunca ha hecho nada contra Europa. De hecho, si somos rigurosos con la memoria histórica, es Europa la que atacó varias veces a Rusia, aunque con resultados desafortunados, y  es Rusia la que liberó a Europa del nazismo en su momento. Pero en el viejo continente prefiere seguir la grotesca narrativa de Jólivuz que nos presenta a los estadounidenses como únicos liberadores.

    Sin embargo, la nueva narrativa que nos imponen presenta a Putin como si fuera el mismísimo Hitler, y la nueva Rusia como el nazismo 2.0, mientras que Zelenski y el batallón Azov ucraniano serían hermanitas de la caridad campeonas de la democracia y los derechos. 

    De hecho resulta significativo cómo se oculta que la guerra es contra Rusia diciendo que es en defensa de Ucrania. El presidente del Gobierno de las 17 Españas, en su cuenta de la Red Social, agradece a la industria armamentística su "compromiso con el apoyo a Ucrania" y que genere empleo de alta cualificación. Está meridianamente claro que quieren guerra.

    Desde hace semanas la narrativa oficial está tratando de mentalizarnos y de justificar la guerra preventiva contra una Rusia ávida de invadir Europa y de lanzar su potencial atómico contra nosotros. Guásinton incluso ha hecho saber que si Ucrania se rinde, la guerra con Rusia sería inevitable, cosa que no se entiende, porque de hecho Ucrania no es miembro de la Alianza Atlántica ni del engendro de la Unión Europea. Realmente no debería sorprendernos que Occidente, liderado por los atlantistas, entrara realmente en guerra con Rusia, porque de lo que se trata es de mantener la hegemonía imperial anglosajona y norteamericana del dólar, para lo que Rusia y China son un obstáculo. 

Guernica, Pablo Picasso (1881-1973) 

    Se ha olvidado el valor de la diplomacia y la negociación. La paz no cotiza en bolsa, como demuestra la que le ha caído al Papa por sugerir que Ucrania debía enarbolar la bandera blanca y negociar la paz.... El gobierno ucraniano ha dicho que ellos sólo tienen una bandera, que es la suya, y que él se meta en sus asuntos. 

    Mientras tanto, el Guernica de Picasso sigue siendo la imagen perfecta del bombardeo informativo al que nos someten a todas horas nuestros mandatarios desde los medios a su alcance: quieren guerra, nos la están echando encima a todas horas como nos echaron el bicho coronado. Es su política, es decir, cuestión de economía.

domingo, 17 de marzo de 2024

Más trinos del demonio

El demonio me susurra al oído que Su Santidad el Papa también a veces en su fuero interno, como todo el mundo, se caga en Dios y en todo lo que hay alrededor.
 
 
 
Dice en algún sitio Freud que el derecho en su origen no era más que violencia bruta, por lo que no puede dejar de renunciar al apoyo esencial de la violencia.
 
Tucídides en La historia de la guerra del Peloponeso llama a la guerra “severa maestra” (o “maestro”, porque pólemos es masculino en griego): didáscalo brutal.
 
Un agencia de viajes oferta destinos cercanos y asequibles para no quedarse en casa en Semana Santa a quienes creen que yéndose se van a librar de sus cadenas.
 
El jefe del gobierno teutón instó a los países europeos a producir material militar masivamente a raíz de la amenaza duradera, según él, que Rusia representa.
 
Las relaciones digitales, que acercan a las personas que están lejos pero alejan a las que están cerca, aíslan a los individuos, si cabe, más de lo que están.
 
 
A la sociedad feudal tripartita de laboratores, bellatores y oratores se han sumado ahora, so pretexto de liberación, las laboratrices, bellatrices y oratrices.
 
 Toda decisión, etimológicamente, es tajante dado que decidere significaba en latín 'cortar de un hachazo, guillotinar hasta degollar a la víctima sacrificial'.
 
Alerta de la Agencia Estatal de Meteorología ante la previsible amenaza de una intensa ciclogénesis explosiva: confinamiento domiciliario: quédate en tu casa.
 
 La Unión Europea y la comunidad científica, según el Periódico Global, “trabajan en la prevención para el futuro”: prevenir el futuro es hacer que se presente.
 
 
Confesémonos, por lo que pueda acontecer, antes de cometer el pecado que vamos a ejecutar irremisiblemente a fin de que Dios, Nuestro Señor nos coja confesados.
 
 Memoria histórica: Planteémonos esta cuestión: ¿por qué nos obligaron a llevar mascarilla durante la pandemia si no había evidencia científica que lo avalara?

No es que os tomaran el pelo con el bozal pandémico, ni que la pandemia toda fuera la sarcástica tomadura de pelo que fue, sino que fue peor: os lo creísteis.

Un idiota es un idiota. Dos idiotas son dos idiotas. Diez mil idiotas son un partido político”. Aunque no lo escribió Kafka, no deja de ser cierto sin embargo.

 Net zero emissions. ¿Emisiones cero neto para un futuro sostenible? ¡Toma futuro que se sostenga! Dijo el demonio soltando un fétido pedo infernal insoportable.

jueves, 7 de marzo de 2024

Teletipos

 El Periódico Global publica la noticia en primera plana: Europa se prepara ya para un escenario de guerra, listo el atrezo y utillaje teatral del espectáculo.

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Se preguntaba Friedrich Nietzsche qué diferencia había entre un convencido y un engañado, y se respondía con toda razón: Ninguna, si se engaña bien al engañado.

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El Gran Padre Blanco, senil y demenciado como está, desentierra el hacha de la guerra y como buen halcón guerrero azuza las tropas de sus vasallos contra Rusia.


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La edición ucraniana de una indecente revista norteamericana de moda y tendencias publica una fotografía idílica de tres muchachas cadetes de un liceo militar.

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Ya es hora de que saquen la vacuna de la Enfermedad X aún no identificada, no vaya a ser que luego sea demasiado tarde y no pueda frenarse la próxima pandemia.


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Hay que fabricar un suero seguro y eficaz que contrarreste la amenaza mortal de la Enfermedad X a punto de provocar una crisis sanitaria global sin precedente.