martes, 9 de diciembre de 2025
Variety show (2)
sábado, 6 de diciembre de 2025
Esperando a los bárbaros (y II)
El enemigo según la Unión Europea es el Oso ruso, el nuevo zar neoimperialista, que se presenta a veces como el abominable hombre de las nieves, la legendaria criatura que habitaba, según algunos, que avistaron sus huellas, en las montañas del Himalaya, el país del invierno. ¿O fue en los Montes Urales? En todo caso, el enemigo, perfectamente identificado, es el Oso estepario.
Frente a ese enemigo, no podemos escudarnos en que estamos fuera de peligro porque somos aliados efectivos de muchos países europeos en el marco de la OTAN y la UE, porque las dos guerras mundiales del siglo pasado, de hecho, llegaron a ser globales, es decir, casi planetarias, gracias a los sistemas de alianzas: la Triple Entente contra la Triple Alianza, los Aliados contra las potencias del Eje, como cualquier estudiante de historia de bachillerato reconoce enseguida.
Pero ¿qué está sucediendo allende nuestras fronteras, en el país vecino, por ejemplo, sin ir más lejos? Antes de la movilización general, se anuncia el regreso del servicio militar, voluntario en principio. ¿Para qué servirá? Probablemente para nada bueno para la gente, pero sí le va a servir a un presidente como el actual carente de legitimidad, dispuesto a proclamar otra vez «Estamos en guerra» para conservar un mínimo de autoridad y respeto. No es la primera vez que lo hace el mandatario francés. Ya lo hizo hace cinco años cuando dijo a los franceses: «Estamos en guerra, sin duda, una guerra sanitaria… pero el enemigo es invisible».

El presidente francés ha anunciado ya el regreso del servicio militar nacional, al igual que otros países europeos, incluida Alemania, a pesar de que Francia está más endeudada que nunca. Se trata de algo innecesario para la gente, necesario para el presidente de la república, ávido de legitimar su autoridad. Desde el punto de vista estratégico: en el contexto actual, donde los misiles hipersónicos rusos con ojivas nucleares son motivo de preocupación, lo que se necesita no es un ejército improvisado como en 1940 en vísperas de la Segunda Guerra Mundial, sino, según los militronchos, armamento de vanguardia capaz de disuadir a cualquier enemigo potencial de atacarnos, y Francia ya lo posee, por lo que el servicio militar anunciado, primero voluntario y después obligatorio, un ejército improvisado ahora de golpe y sopetón, queda obsoleto cuando existe la disuasión nuclear desde hace años y cuando las nuevas formas que reviste la guerra son básicamente económicas.
Desde el punto de vista estratégico, la reactivación del servicio militar no se hace para mejorar la defensa militar, sino con una finalidad política. No tiene más objetivo real que ese, con el agravante de que endeudará y perjudicará a los ciudadanos. Francia va a introducir un servicio militar voluntario de diez meses destinado principalmente a los jóvenes de 18 y 19 años de ambos sexos, mientras crece la preocupación en Europa por la amenaza de Rusia. Bajo el nuevo servicio militar, hombres y mujeres -no vamos a discriminar a las mujeres-, en su mayoría de 18 y 19 años, podrían alistarse como voluntarios durante diez meses. Recibirían un salario mínimo de ochocientos euros al mes, la vieja soldada o paga del soldado que, etimológicamente, es el que está a sueldo, además de alojamiento y manutención, y un 75% de descuento en viajes en tren, tropas que solo serían desplegadas en caso de necesidad en territorio nacional.
El presidente del ejecutivo francés dijo que el servicio comenzaría a mediados de 2026 y ayudaría a Francia a responder a las "amenazas aceleradas" en el escenario mundial. Casi treinta años después de que el país galo eliminara el servicio militar obligatorio, Monsieur le Président dijo que no se retractaría de esa decisión, pero agregó: "Necesitamos movilización", porque Francia no puede permanecer de brazos cruzados. Creía, cacareó además el gallo del corral, que la juventud francesa tenía sed de compromiso y afirmó que había una generación joven «lista para defender a su nación».
Hasta el momento no hay ninguna sugerencia de que el servicio militar podría volver a ser obligatorio en Francia, como lo era antes de que el entonces presidente aboliera el servicio militar obligatorio en 1997. De hecho el presidente actual ha dicho: “No podemos volver a la época del servicio militar obligatorio”. Eso mismo dice el gobierno progre del Ruedo Ibérico. Y es que, visto lo visto, lo obligatorio no mola, por eso hay que buscar un modelo híbrido, volungatorio, digamos, que no te obliga, pero que si lo eliges te facilita un poco el hecho de ganarte la vida, según la moderna ecuación de que ganarse la vida es ganar dinero.
“Este modelo de ejército híbrido responde a las amenazas y riesgos que se avecinan, integrando a jóvenes del servicio militar, reservistas y el ejército en activo”. Tras el programa, en efecto, los participantes podrían integrarse a la vida civil, convertirse en reservistas o permanecer en las fuerzas armadas, añadió el jefe del ejecutivo francés. Dijo que el plan estaba “inspirado en las prácticas de nuestros socios europeos… en un momento en que todos nuestros aliados europeos avanzan en respuesta a una amenaza que pesa sobre todos nosotros”. El anuncio coloca a Francia en línea con casi una docena de otras naciones europeas, como Alemania y Dinamarca, que han lanzado proyectos similares.
miércoles, 3 de diciembre de 2025
Pareceres XCII
sábado, 29 de noviembre de 2025
Un Roto y varios descosidos:
A) El Roto:
"En las guerras, el arma definitiva es la paz". Al margen del dibujo y de que sea una mujer, probablemente un ama de casa desde la cocina del hogar, quien lo dice, que también es significativo por aquello de que la primera guerra es probablemente la de los sexos, el texto de José Luis Rábago, alias El Roto, es muy contundente: El arma definitiva de la guerra es la paz. No hay ninguna sola guerra en la que no se esgrima el arma y la excusa o coartada de la paz. Los militares y los ejércitos en general son los más pacifistas, pero no olvidemos a Órgüel: war is peace (la guerra es la paz, y viceversa).
B) Los descosidos:
Vuelve la pesadilla de las mascarillas:
Crece la gripe, que todavía no tocaba, a raíz de lo que sí: la vacuna contra ella. El reyno de Aragón ordena ya mascarillas volungatorias en centros sanitarios.
Influenza aviaria:
En compás de espera:

viernes, 14 de noviembre de 2025
Pareceres XC
444.- Para dar ejemplo. Tanto el ejército francés como el de las otras naciones participantes en la que se dijo que iba a ser la última de las últimas guerras mundiales (la der des der, la llamaron los franceses: la dernière (guerre) des dernières (guerres), algo así como si nosotros dijéramos “la ulti de las ultis”), y que ha pasado paradójicamente a la Historia como la Primera Guerra Mundial (1914-1918), pasando de ser la última a la primera de la serie, tuvieron que enfrentarse a los primeros rechazos de la obediencia debida a los superiores, lo que llevó a muchos soldados a la rebelión y a la deserción. Poco a poco iban multiplicándose los actos de insumisión y de rebeldía individuales y colectivos según se sucedían las derrotas militares, los errores de mando, y el número de muertos en los campos de batalla. Las autoridades militares decidieron entonces frenar los casos de indisciplina con diferentes sanciones que iban desde condena a trabajos forzados a ejecuciones frente a un pelotón de fusilamiento “para dar ejemplo”. La estupenda película Senderos de Gloria (1957) de Stanley Kubrick, que trata magistralmente el tema de los amotinamientos y de los fusilados para dar ejemplo, no pudo exhibirse en Francia hasta 1975. Los generales y mariscales no murieron en el frente de combate, sino en sus lechos de muerte.
domingo, 2 de noviembre de 2025
La guerra es la paz
Publicaba Giorgio Agamben el 23 de octubre del año vigente del Señor el siguiente billete titulado "La guerra è la pace", cuyo título nos remite a Órguel (war is peace) al mismo tiempo que nos trae a la memoria a Heraclito de Éfeso: Guerra de todos es padre, de todos rey, y a los unos los señaló dioses, a los otros hombres, a los unos los hizo esclavos, a los otros libres.
La guerra es la paz
Entre
los horrores de la guerra que a menudo se olvidan está su
supervivencia en tiempos de paz a través de sus transformaciones
industriales. Es sabido —pero se olvida— que los alambres de púas
con los que muchos aún cercan sus campos y propiedades provienen de
las trincheras de la Primera Guerra Mundial y están manchados de la
sangre de innumerables soldados muertos;



oOo
La guerra è la pace
Fra gli orrori della guerra che vengono spesso dimenticati è il suo sopravvivere in tempo di pace attraverso le sue trasformazioni industriali. È noto – ma lo si dimentica – che i fili spinati con cui molti ancora recingono i loro campi e le loro proprietà provengono dalle trincee della prima guerra mondiale e sono macchiati del sangue di innumerevoli soldati morti; è noto – ma lo si dimentica – che i gommoni che affollano le nostre spiagge sono stati inventati per lo sbarco delle truppe in Normandia nella seconda guerra mondiale; è noto – ma lo si dimentica – che i diserbanti in uso nell’agricoltura derivano da quelli usati dagli americani per deforestare il Vietnam; e, ultima conseguenza e di tutte peggiore, le centrali nucleari con le loro indistruggibili scorie sono la trasformazione “pacifica” delle bombe atomiche. Ed è bene ricordare, come Simone Weil aveva compreso, che la guerra esterna è sempre anche una guerra civile, che la politica estera è, in verità, una politica interna. Rovesciando la formula di Clausewitz, oggi la politica non è che un proseguimento della guerra con altri mezzi.
23 ottobre 2025
lunes, 13 de octubre de 2025
Hojarasca otoñal
Jota alternativa: La Virgen del Pilar dice que no quiere ser francesa ni quiere ser española, ni convicta ni confesa, ni tampoco capitana de la tropa aragonesa.


domingo, 28 de septiembre de 2025
Pareceres LXXXVI
425.- Guerra a la guerra. Escribía la escritora y periodista considerada la primera corresponsal de guerra española Carmen de Burgos Seguí (1867-1932) en 1910 un artículo titulado “¡Guerra a la Guerra!”, que conviene recordar en estos tiempos de guerra, beligerancia y rearme en Europa y el resto del planeta. Recoge en él multitud de reflexiones contra la guerra y contra la imposición del servicio militar obligatorio. Escribe la Seguí: “Entendamos bien todo esto, para no caer en la anomalía de que el partido socialista pida el servicio militar obligatorio; lo que hay que pedir es la supresión de los ejércitos, el desarme, las conclusiones de la conferencia de La Haya, que acaben de una vez para siempre las odiosas guerras. Las del siglo pasado costaron la vida a catorce millones de hombres. ¿Comprendéis el horror de esta cifra? ¡Ninguna guerra vale una sola vida. ¡Hay en ellas tanto amor, tanto dolor! Yo he visto la guerra, he presenciado la tristeza de la lucha; he contemplado el dolor de las heridas en las frías salas de los hospitales, y he visto los muertos en el campo de batalla...” Entresaco de su artículo este otro párrafo: “No existe ninguna barbarie comparable a la que suscita la guerra, y sin embargo, se le concede tanto poder a los que la sostienen, que la prensa enmudece, los ciudadanos callan, y todos la secundan, escudados en la frase absurda de que es un mal necesario. ¡Necesaria la guerra!” A lo que me permito apostillar: Sí, la guerra es necesaria o quizá mejor en plural: las guerras son necesarias para que creamos que esto, por contraposición, es paz. Sucede lo mismo con las cárceles: son necesarias para que los que estamos eventualmente fuera de ellas creamos que vivimos en libertad por contraposición a los que viven dentro.

viernes, 1 de agosto de 2025
Con mal PIE*
lunes, 30 de junio de 2025
La miniguerra de los doce días

































