Resulta conmovedor que una cadena de televisión como “La Secsta”, que te llamaba idiota en 2021 si no ponías el brazo para que te pincharan inyectándote algo, no se sabía muy bien qué, se retracte de alguna forma ahora dando una información como la que sigue a propósito del pasaporte y de la vacuna del virus coronado.
Pero no deja de ser lamentable cómo lo hacen: deprisa, corriendo y mal en un par de minutos escasos. A la vez que te están diciendo lo que estás oyendo, estás viendo que el Real Madrid no sé qué y no se cuánto, una mosca superior te informa de que a las 22,30 echan no sé qué película, que si La Real Sociedad y el Getafe... Y las imágenes de los que hablan se mezclan con escenas de hospitales y vacunaciones. Y encima a veces ni se entiende lo que dicen, hablan deprisa, se atropellan, se interrumpen, como deseando pasar página y a otra cosa mariposa... Pero lo dicho, dicho queda, y por si acaso lo transcribo yo ahora aquí, para que quede constancia escrita, salvo error u omisión.
-Cuidado porque Sanidad admite ahora que sí, que más de treinta y cinco mil vacunados se murieron a causa del coronavirus.
-Sí, esto se ha sabido durante el fin de semana. La primera noticia es que el Ministerio de Sanidad contestaba a la Asociación Liberum, que llevan desde 2020 denunciando que el pasaporte cóvid y la obligación de ponernos la vacuna era un engaño y una imposición, y lo estaba denunciado. Bueno, finalmente el Ministerio de Sanidad reconoce que siete millones y medio de personas vacunadas se terminaron contagiando del cóvid y fallecieron más de treinta y un mil personas. Y estamos hablando solo de personas fallecidas. Pero la novedad del día de hoy es que, además, el Ministerio de Sanidad hace una segunda respuesta que exigía que tuviera responsabilidades. Y esto es lo que dicen. Lo escuchamos en un comunicado del Ministerio de Sanidad: “El ciudadano que recibe voluntariamente una asistencia sanitaria debe asumir los efectos adversos derivados de la misma, si prestó su consentimiento informado”. Lo que viene a ser que si nosotros nos metíamos en la página de Sanidad, ya se nos advertía de que había riesgos asociados a la vacuna. Lo que dicen los abogados es que esto es una auténtica vergüenza porque la gente de a pie no se está todo el día metiendo en la página del Ministerio de Sanidad para ver qué efectos adversos tiene una vacuna que en su día fue prácticamente obligatoria.
-Pero si es que, aparte, es igual: o sea, ya te abocaban a que te tenías que vacunar sí o sí.
-Es que no podías escoger.
-O esta o esta. No podías escoger. Esto no es verdad. No es una cuestión de que te metías en la página. Es que por narices te tenías que vacunar.
-Claro porque había, no era una obligación, porque es ilegal, pero sí que es verdad que si no nos vacunábamos, no teníamos certificado cóvid, y por tanto no nos podíamos mover en ocasiones de la ciudad.
-No podías moverte ni podías hacer nada...
-De entrada, si no te vacunabas, ni viajabas ni tenías la consideración de nadie, porque eras un apestado .
-Claro, la libertad de movimientos se daba con ese pasaporte cóvid y el pasaporte te lo daban con la vacuna.
-Es que ahora, claro, es “haberte metido a la página”, pero ¿cómo que en la página?
-¡Si no podías entrar ni a un restaurante...!
-Nada, no podías hacer absolutamente nada, no podías salir de casa.
oOo
La vacuna ya estaba preparada antes que el virus. |
¿Qué cara se les pondrá cuando se enteren de que la vacuna que se pusieron había comenzado a elaborarse en mayo de 2019, antes de que surgiera el virus coronado a finales de ese mismo año, a tenor de un documento desclasificado ahora según informa Reseau International?
Mienten. Entrar en la página web de ministerio de sanidad donde se indican los efectos secundarios de un producto o medicamento no es un consentimiento informado.
ResponderEliminarUn consentimiento informado es un documento que el paciente, si está de acuerdo, firma dando su autorización en el centro hospitalario después de haber sido informado de los riesgos y beneficios que corre al aplicársele un tratamiento o cirugía.
Que yo sepa la gran mayoría que fue a pincharse no firmó ningún documento ni recibió ninguna explicación de los posibles efectos adversos secundarios.
Que te digan, como les dijeron algunos, que te tomes un paracetamol si te da algo de fiebre y que vuelvas si no se te quita al día siguiente no es un consentimiento informado.
El sinvergüenza del que fue Ministro de Sanidad durante la pandemia dice ahora que en España no se obligó a nadie a vacunarse, que lo que se hizo fue una cosa muy diferente: animar, animar a la población. El Ministro llama “animar a la población” a impedirle coger un tren, impedirle coger un avión para viajar, impedirle entrar a un restaurante, impedirle ir al médico -si no estabas vacunado te decían que volvieras cuando lo estuvieses- ir al teatro, trabajar -muchos trabajadores fueron coaccionados a inocularse con la amenaza de perder el trabajo y de hecho algunos lo perdieron. Claro, claro, a nadie se le puso una pistola en la nuca para que se inoculase, pero mucha gente, sobre todo gente ignorante, que tenían sus dudas pero que tampoco sabía qué era exactamente esta vacuna, antes de perder el sueldo... y muchos jóvenes, que no podían salir de fiesta ni entrar en discotecas, pasaron también por el aro, porque según este señor “los animaron” a ello.
ResponderEliminarEse debe ser el rol y razón de ser de los que gobiernan: animadores y garantes de la voracidad empresarial global con la que también pueden acceder a algún negocio local, sin que importen las consecuencias.
EliminarGracias a todos por los comentarios y aportaciones, que tanto enriquecen lo que aquí se dice.
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