viernes, 30 de diciembre de 2022

El apéndice celular móvil

    Fabio Coala es un dibujante de cómic brasileño, que publica desde 2010 historietas en su página mentirinhas con diferentes personajes, generalmente animales, en cuatro viñetas, con un estilo muy característico. He elegido esta en que un cuervo le pregunta a otro si lo que ven desde las alturas es un ser humano, a lo que el otro le responde que no, que se trata de un espantapájaros, de lo que está seguro por la sencilla razón de que no está mirando su teléfono móvil.

    La respuesta nos produce una ligera sonrisa. No puede decirse que 'mirar el móvil' sea una nota característica esencial de las personas. Al menos, no lo había sido hasta ahora. Pero ya lo es. Hay tantos móviles como personas. De hecho hay más. Cada teléfono móvil está asociado a un número personalizado que lo identifica, tan característico y definitorio como el número del DNI español o el de la tarjeta de crédito o débito o nuestro ADN esencial.

    Cada vez es más frecuente ver niños en edad escolar absortos en su teléfono móvil que llevan siempre consigo como un apéndice imprescindible de su personalidad. Es la imagen típica característica de esta época. Probablemente es el objeto que más atraiga nuestra atención, tanto de los pequeños como de los adultos, también el que más tocamos a lo largo del día. En el caso de los primeros parece más grave porque para ellos la realidad es una novedad todavía, y en consecuencia, un espectáculo, pero la realidad que les entra por los ojos a través del teléfono inteligente no es la real, valga la redundancia, sino la virtual.

    La realidad virtual gana con creces a la real porque decide por nosotros dónde centrar nuestra atención haciéndonos creer que somos nosotros los que decidimos. La primera reflexión que surge cuando se trata este tema es cómo el progreso de la tecnología ha trastornado nuestros hábitos. Es algo evidente, pero estaba ya en nuestra naturaleza crear un mundo virtual, ideal, que sustituyera al real, para evadirnos de este.

    No son internet y el esmarfon los que han provocado el cambio de hábitos nuestros, sino que tanto lo uno como lo otro son el resultado de lo que siempre hemos querido tener entre manos. Una herramienta que pone todo a nuestra disposición, incluidos los otros usuarios. La pregunta que debemos hacernos es ¿por qué anhelamos tanto la creación de un mundo virtual y tener acceso inmediato a él?


    La respuesta no puede ser simple, sino muy compleja. Queremos trascender el mundo físico, y por eso nos refugiamos en el metafísico. Nos evadimos así de la realidad de un mundo que nos genera mucho sufrimiento y dolor, además de un tremendo cansancio. Por lo que buscamos refugiarnos en otro mundo, purgado de todo el sufrimiento de este. No nos importa que ese mundo sustitutorio sea un engaño y trampantojo.

    Podemos criticar el transhumanismo todo lo que queramos, pero de hecho lo estamos aceptando tácitamente desde el momento en que incorporamos a nuestras vidas como lo más normal del mundo estos artilugios que a modo de apéndices nos anulan como seres humanos. Y a eso lo llamamos progreso o camino hacia delante, pero ¿a dónde vamos?

jueves, 29 de diciembre de 2022

El bombero pirómano y el triángulo de Karpman

En las Españas, y más ampliamente en la vieja Europa, la crisis sanitaria del síndrome del virus coronado es un buen ejemplo de lo que se ha dado en llamar “ingeniería social” de gobernanza mediante el caos que se disfraza de orden establecido. Nos hallamos con la vieja estructura narrativa ya conocida de la «amenaza terrorista» o del cuento infantil de “¡que viene el lobo!”, con una mezcla de realidad y ficción en el sentido de presentarnos una realidad que es ficticia y una ficción que es real. Si los partidarios de «todo es real» están equivocados, los partidarios de «todo es ficción» también lo están, y llegaríamos a un punto intermedio en que lo real es ficción y la ficción es la única realidad que nos es dado contemplar, combinada con dos estrategias o, por mejor decir, estratagemas bien precisas que son: 
 
1.- El bombero pirómano. El bombero provoca el incendio para justificar su trabajo de extinguirlo. Uno de ellos ha reconocido su culpabilidad, justificando su comportamiento por el subidón de adrenalina que le provocaba y la necesidad de sentirse imprescindible. Una vez conseguido esto se presenta como el único Salvador capaz de sacarnos del atolladero donde él mismo nos colocó de manera solapada. Finalmente hace de bombero apagando el incendió que él mismo provocó. 
 
 
2.- El triángulo de Karpman. El triángulo de Karpman presenta un juego de roles triangular: el verdugo, la víctima y el héroe salvador o socorrista. Las autoridades permiten que se instale una situación de crisis, o hasta incluso contribuyen a desatarla de manera voluntaria o involuntaria, para contribuir a liberar a la víctima del desastre que ellas mismas han creado, convirtiéndose el verdugo en el héroe salvador e incorporando ambos roles. 
 
La «versión oficial» de la crisis del virus coronado es falsa, lo que no quiere decir que no haya una epidemia real, una epidemia básicamente de miedo que hizo, sobre todo al principio de la crisis, que la gente se abasteciera de cantiades ingentes de papel higiénico porque, literalmente, se cagaba de miedo, con perdón. 
 

La «versión oficial» de los ataques terroristas es falsa. Eso no significa que no haya habido ataques terroristas. Esos eventos han tenido lugar, sólo que el relato que los explica es falso, los ha falseado magnificándolos, y amenazándonos con que puedan suceder, lo que, de hecho, es imposible, porque ya han sucedido.

miércoles, 28 de diciembre de 2022

Todo cambia y todo sigue igual

    Heráclito, o mejor Heraclito, con acentuación llana, más latina y por lo tanto más castellana, el oscuro presocrático, está considerado el filósofo del devenir, que, según Platón, dijo "panta rhei" o todo fluye, incluidos nosotros que constatamos el flujo de los ríos heraclitanos en los que sólo podemos bañarnos una vez, porque sus aguas, a la segunda vez, ya no son las mismas que nos bañaron la primera vez. Pero Heraclito nunca dijo eso, o si por fortuna lo hubiera dicho, tendría que haber añadido, fiel a su lógica, lo contrario. En palabras de Machado: Todo pasa y todo queda.
 
 
    Pero para mejor entendimiento de cómo son las cosas debemos decir que no es que todo cambie, incluidos nosotros también, en el todo que cambia y en el cambio de todo, por supuesto, es que, al mismo tiempo que cambia todo, todo permanece igual idéntico a sí mismo, inmutable, porque Heraclito no es como nos dijeron en la clase de historia de la filosofía del Bachillerato, si llegamos por ventura a dar el tema de los presocráticos, el filósofo del devenir y del cambio, sino el filósofo de la contradicción y de la coincidencia de los opuestos: Cambia lo superficial, cambia también lo profundo; porque siga todo igual cambia todo en este mundo.

martes, 27 de diciembre de 2022

Una bala perdida

    El artista británico Chris Mitton (Londres 1963-...) confiesa que cuando era niño no podía entender cómo el revólver tan utilizado en las películas del oeste americano de indios y vaqueros que veía en el cine y la televisión, el Colt 45 se llamaba “pacificador” (peacemaker, o 'hacedor de la paz' en la lengua del Imperio), hasta que comprendió la idea de que la paz se mantiene gracias a la amenaza de las armas, el viejo 'si uis pacem, para bellum' de los romanos (si quieres la paz, prepara la guerra, que es el fundamento de la pax Americana),  una ideología que ha robustecido siempre el militarismo y que evolucionó hasta la proliferación de armamento nuclear de destrucción mutua asegurada y masiva de la Guerra Fría de mediados del siglo XX hasta la actualidad, cuyo uso desembocaría en la destrucción completa tanto del atacante como del atacado, tanto de los tirios como de los troyanos.
 
      Esta arma de acción simple, cuyo tambor tiene cabida para seis cartuchos, fascinó al niño que era el artista Chris Mitton, que, una vez adulto, decidió reproducirlo haciendo una réplica exacta de 3:1 de un original, tallada a mano en un bloque de mármol de Carrara blanco, lo que le llevó seis meses, presentándolo sobre un soporte de acero inoxidable, convirtiéndola en una Obra de Arte.  En esta página se pueden ver fotos del proceso imitativo, mejor que creativo, que ha seguido el artista.
 
    Dice, a propósito, la inevitable Güiquipedia que el Colt Pacificador fue ampliamente utilizado por la industria cinematográfica, que lo elevó a la categoría de mito al asociarlo a grandes estrellas de la pantalla en las películas del viejo oeste americano. 
 
La pistola pacificadora, Chris Mitton   
 
    El que a un instrumento de muerte se le denomine 'pacificador' sólo se explica por la amenaza que conlleva. Este nombre es como el viejo epíteto latino “pacifer”, portador de la paz, a imagen y semejanza de “lucifer”, portador de la luz, que los romanos le dieron a Marte, el dios de la guerra. La paz, evidentemente, solo puede estar fundada sobre la amenaza de la guerra, lo mismo que la vida sobre la de la muerte. Claro que en ambos casos ni la paz es paz verdadera ni la vida es vida de verdad, sino todo lo contrario. Por eso nos va como nos va. 
 
  Hay, según me cuentan, una serie televisiva norteamericana, estrenada este mismo año, titulada así mismo 'Peacemaker' (El pacificador), cuyo argumento se resume muy sencillamente: Un hombre lucha por la paz a toda costa, sin importar a cuántas personas tenga que eliminar para conseguirla. Quizá debería acabar la última temporada de dicha serie con el suicidio del protagonista y de la serie. 
      
Ulises y Nausícaa, Jean Alfred Marioton (1888)
 
    Cuando Ulises naufraga en la isla de Esqueria, desarmado y desnudo, después de haber perdido tripulación y barco, donde lo encuentran unas muchachas y una de ellas, Nausícaa, la hija del rey Alcínoo, se enamora perdidamente de él, descubre que sus habitantes, los feacios, no saben de arcos ni flechas, porque son un pueblo pacífico que solo se preocupa de los aparejos de sus negras naves. En el ágora se levanta un templo al dios del mar, el terrible y fascinante Posidón, y allí mismo los feacios, que no se cuidan de las armas, se dedican en cambio a sus amarras y velas, a los mástiles y remos de sus naves "con las que cruzan ufanos el mar plateado de espumas". Gracias a ellos y a uno de sus navíos podrá Ulises, después de regalarles a cambio de su hospitalidad el relato de toda su odisea, volver a su reino, a Ítaca, que había dejado atrás hacía veinte años para poder ganar una guerra en la que al final no hay ni vencedores ni vencidos, ni buenos ni malos, sino solo derrotados.    
     

lunes, 26 de diciembre de 2022

Pareceres (XI)

 51. -La mascarilla se presenta falsamente como un caparazón o escudo protector de virus exteriores, ajenos al portador, visión que no casa con la doctrina que se impartió de que sólo deberían llevarla los enfermos para no esparcir sus virus interiores hacia fuera. Al hacerse obligatoria para todo el mundo en el transporte público, las farmacias y los hospitales, se borra la distinción entre sanos y enfermos, considerándonos todos contagiadores contagiosos, fomentando como consecuencia la desconfianza hacia los desconocidos con los que coincidimos en dichos ámbitos que consideramos potenciales contagiadores ante los que hay que ponerse la máscara profiláctica. Pero también se fomenta la desconfianza hacia uno mismo. Nosotros no sabemos si somos un foco de contagio: creemos que estamos sanos. Y ahí es donde radica el éxito perverso de las autoridades sanitarias que nos advierten de que no nos fiemos de las apariencias, que podemos ser enfermos asintomáticos, oximoro de gran éxito que, repetido hasta la saciedad, hemos acabado por asimilar como si se tratara de un axioma científico. Resulta que según esa mentira repetida mil veces y convertida por lo tanto en verdad al modo goebbelsiano, podemos estar enfermos y ser los últimos en darnos cuenta de ello, ya que la aparente buena salud es un engaño y un foco mortal de contagio. Ese es el mayor éxito de esta farsa que dio en llamarse la Pandemia. 

 

 52- Violencia de género. ¿Qué género de violencia es la violencia de género? Un individuo ha matado a su pareja, porque era su media naranja, suya propia, muy suya. El pobre ganapán quería a la mujer con toda el alma, y por eso la hizo llorar más de una vez. Y por eso la mató, porque era suya. Después se ha suicidado, porque consideraba que también tenía derechos adquiridos sobre su propia persona, que también era suya. Era, sin ninguna duda, como ella, “muy” suyo. La mató porque era suya. Y se mató porque él también era suyo. La conciencia de la propiedad no deja de ser la usurpación de un robo que asesina.

                                      Unos cuantos piquetitos, Frida Cahlo (1935)

53.- De la meditación trascendental: ¿En qué consiste la meditación trascendental? No puede consistir en otra cosa más que en el vaciado de la mente, ese pozo negro o fosa séptica, del estiércol de las ideas recibidas e inculcadas, previas, de los prejuicios o posos del ayer. Los ojos y los oídos, embotados y obturados por un cúmulo de ideas fijas, que sentimos como propias nuestras, son rémoras que no nos dejan ni ver ni oír. Por eso, la idea que uno tiene de alguien o de algo antes de verlo con sus propios ojos, es decir, la imagen previa es lo único que uno ve cuando mira a alguien o algo. Por eso ver, como intuyó Paul Valéry, es olvidar el nombre, es decir, la idea o concepto, de la persona o cosa que se ve. 

 54- Apología de la pederastia y la pedofilia.- “Dejad que los niños se acerquen a mí” dijo el Nazareno, ese gran pederasta en el sentido más noble del término. Otro gran pedófilo, condenado también a muerte por, entre otras cosas, corromper a la juventud, fue Sócrates... Si desmenuzamos las palabras de origen griego “pederastia” y “pedofilia”, vemos que están compuestas ambas de un primer elemento “ped(o)-” que significa “niño” y un término “-erastia” en el primer caso, bajo el que se oculta el nombre propio de Eros, el dios Amor; y “-filia” en el segundo caso que significa “amistad” o “cariño”. El amor y el cariño hacia los niños está mal visto en esta sociedad, que se apresura enseguida a matar al niño que todos llevamos dentro cuanto antes, es decir, a convertirlo en adulto, a la vez que, paralelamente, infantiliza al adulto tratándolo como si fuera siempre un menor de edad que necesita tutela y asistencia pública y benéfica de las instituciones del Estado. 

55- La primera víctima de la guerra es la verdad, pero no porque se falsifiquen las noticias del frente, cosa que sucede de hecho a menudo, sino porque se tergiversa radicalmente la realidad. No es cierto que hubiera paz antes de la declaración de guerra, proyección espectacular y sangrienta de nuestra vida cotidiana, exteriorización visceral de nuestra propia intimidad.

domingo, 25 de diciembre de 2022

En aras de la seguridad mundial y la democracia

    El presidente ucraniano (o ucranio, como prefiere decir El Periódico Global), el señor Zelenski, persona del año según la revista Time, en su primer viaje al extranjero desde la invasión rusa pronunció en el Capitolio de Guásinton un emotivo discurso en la lengua del Imperio, leído obviamente, frente a las dos cámaras del Parlamento en el que afirmó que la ayuda militar en forma de dinero que recibía (y esperaba seguir recibiendo) del tío Sam no era una obra piadosa de "caridad" sino “una inversión en seguridad global y democracia” que los ucranianos (o ucranios), como buenos vasallos, administran de manera responsable.
 
    Lo más significativo de ese discurso es la constatación de que el dinero no es un acto gratuito de caridad, un regalo, sino una inversión económica a cambio de seguridad mundial y democracia.
 
    La foto no tiene desperdicio, debajo del reloj que marca el tiempo, la leyenda: IN GOD WE TRUST: Creemos en Dios. Ese Dios en el que cree esa nación es obviamente míster Dólar. Debajo la bandera de las barras y las estrellas, y detrás del orador que lee el guión que han escrito para que lo interprete, dos mujeres empoderadas que son, la presidenta de la Cámara de Representantes saliente, la señora Nancy Pelosi, y la vicepresidenta de los Estados Unidos, Kamala Harris, presidenta ex oficio del Senado de los Estados Unidos. Delante de ellas, constituyendo el centro de la imagen, el títere del tío Sam, que dice enfrentarse al Imperio del Mal, al Enemigo.
 

    Rusia en el imaginario colectivo norteamericano y por ende occidental y europeo -un concepto de Europa que excluye inexplicablemente a Rusia de sus fronteras e incluye a Ucrania- sigue siendo el Enemigo, tanto da que sea trate de la nueva Rusia, que de la vieja Unión Soviética como del Imperio de los Zares, es el Imperio del Mal que se nos presenta como una horrible maquinaria tiránica, despótica y agresiva a la que hay que dominar. 
 
    Los rusos son los antiguos bárbaros que amenazaban constantemente la definición de las fronteras del Imperio Romano, de los que debe protegerse la Civilización, lo cual se consigue en nuestros días, a Dios gracias, o sea gracias a míster Dólar, con la potencia militar de los Estados Unidos y de su OTAN feudovasallática. 
 
    Nada más falso. Como en el espléndido poema de Cavafis, “Esperando a los bárbaros”, los bárbaros, igual que ahora los “enemigos”, que eran la amenaza que se cernía sobre el Imperio y sobre la que aquel se levantaba, no existen: Porque se hizo la noche y los bárbaros no llegaron. / Algunos han venido de las fronteras / y contado que los bárbaros no existen. / ¿Y qué va a ser de nosotros ahora sin bárbaros? / Esta gente, al fin y al cabo, eran una solución. 
 
 
 
     Afirma el orador que su heroico país “nunca se rendirá”, al tiempo que recuerda que la guerra se acerca ya a cumplir los diez meses. Alaba a los bravos soldados norteamericanos que liberaron a Europa de Hitler y del nazismo, y compara a sus valientes tropas ucranianas (o ucranias) con ellos. No pide a los Estados Unidos que intervengan militarmente, sino que le sigan subvencionando la guerra porque ya se encarga él de hacer el trabajo sucio necesario. 
 
    El señor Zelensky entregó al Congreso una bandera ucraniana (o ucrania) azul y amarilla  con las firmas de puño y letra, según dijo, de algunos de "nuestros héroes  que defienden Ucrania, Europa y el mundo con sus vidas", y a cambio recibió la bandera de las barras y estrellas. Las dos cámaras de representantes del pueblo norteamericano, una vez acabado el emotivo discurso que pronunció el actor que se interpretó a sí mismo, se pusieron en pie y le obsequiaron con una cerradísima ovación. 
 
      Resulta interesante esta ilustración gráfica que recoge cómo ha cambiado la percepción de los medios de (in)formación de masas británico-estadounidenses, es decir, occidentales sobre Ucrania antes y después de febrero de 2022, la fecha en que comenzó la invasión rusa. Antes de esa fecha los titulares de los periódicos resaltaban la relación del país con los movimientos neonazis y de extremísima derecha, para ahora resaltar que esas mismas tropas están defendiendo la seguridad mundial y el sistema de gobierno democrático.

sábado, 24 de diciembre de 2022

¡Infeliz navidad!

 No deseo, influencer yo de nula o de ínfima monta, al encabezar este párrafo diciendo ¡Infeliz navidad!, una infeliz navidad, sino todo lo contrario a nadie, pero lo cortés, que es desearlo, no quita lo valiente, que es denunciar lo infelices que son y nos hacen las navidades en plural por la obligación que se nos impone por estas fechas precisamente de ser felices a fuerza de deseárnoslo propios y extraños, amigos y enemigos. Nos desean que seamos felices, es decir, que lo aparentemos, porque la felicidad no es quizá algo que nos falte, una carencia de algo que no poseemos, sino que puede que consista, más bien, en el desprendimiento de lo mucho que nos sobra para serlo.


En estas tres ilustraciones de arriba, tomadas de www.boligan.com, se refleja el 'entrañable espíritu navideño' que nos venden.

viernes, 23 de diciembre de 2022

La canción de los cuatro poderes

    Merece la pena rescatar del olvido esta canción de los cuatro poderes (Pero al cuarto no) que Chicho Sánchez Ferlosio cantó a palo seco y en directo en un programa de televisión presentándola de la siguiente manera: Esta es una canción sobre la división de poderes. Todo el mundo sabe lo de Montesquieu del poder legislativo, ejecutivo y judicial, y también todo el mundo sabe que se llama el cuarto poder a la prensa. Es una canción que hice hace un año y que bueno pues ahí está, yo no estoy descontento de haberla hecho aunque no se haya publicado. 
 
 
    Posteriormente la cantó con acompañamiento de piano y la voz de Rosa Jiménez en una actuación en directo, que ha acabado incluyéndose y publicándose en el disco póstumo “La última noche en el Círculo de Bellas Artes” (2022). 
  

    La letra muy oportuna entonces y ahora mismo, cuando tanto se habla del conflicto entre los tres poderes del Estado, dice lo siguiente: Yo iba mirando la enciclopedia / y hallé una regla que no está mal: / separar el legislativo, / el ejecutivo y el judicial. / Y pensaba yo, y pensaba yo / que en mi tierra de alguna forma / la antigua norma se quebrantó. / Y el segundo acalló al primero, / amarró al tercero y al cuarto no, / pero al cuarto no, pero al cuarto no. / El segundo acalló al primero, / amarró al tercero y al cuarto no. / No me parece que vayan hacia / la democracia que yo soñé. / Solo siento mucho recelo, / poco consuelo, ninguna fe, / porque digo yo, porque digo yo / que al fundirse los tres en uno / quizá ninguno sobrevivió. / Y el segundo acalló al primero, / amarró al tercero y al cuarto no, / pero al cuarto no, pero al cuarto no. / El segundo acalló al primero, / amarró al tercero y al cuarto no. / Por eso busco por los diarios / y por las radios mi libertad / con cuidado de que en la tele / no se me cuele la autoridad, / porque ya se vio, porque ya se vio / que a despecho de tanta euforia / la vieja historia se repitió. / Y el segundo acalló al primero, / amarró al tercero y al cuarto no, / pero al cuarto no, pero al cuarto no... 
 
 
    ¡Qué pena que el cuarto poder, contra lo que cantaba el inolvidable Chicho, haya sido también acallado como el primero, y amarrado como el tercero por el segundo, por el ejecutivo, que no es tanto el gobierno de turno que nos toca padecer en cada momento en cada uno de los múltiples Estados, que es bastante superficial y a fin de cuenta también es un mandado, como nosotros, sino por el gobierno profundo, que es realmente quien manda y gobierna por encima de todos los Estados! 
 
    ¿De qué nos sirve que haya libertad de expresión si nuestro pensamiento es esclavo? Hemos visto cómo a lo largo de la pandemia y ahora a propósito de la invasión rusa de Ucrania el cuarto poder, la prensa, mantiene un discurso único y monocorde que tacha de “desinformación” (misinformation en la lengua del Imperio) y censura y acalla los pocos vestigios de crítica que asoman! El cuarto poder está hoy en día sometido a otro poder, al poder del Capital que lo  publicita y subvenciona.  

jueves, 22 de diciembre de 2022

Dice su Señoría

    La Señora Ministra de Defensa, la mejor valorada del gabinete del gobierno actual según la prensa, dice que tiene el honor de estar en el Ministerio de Defensa, llamado antiguamente, cuando al pan se le decía 'pan' y al vino 'vino', con más propiedad  “... de la Guerra”,  ya que parece que para justificar la existencia de un Ministerio de tal envergadura tiene que haber previamente Guerra, ya sea alguna guerra real o alguna seria amenaza al menos de las que defendernos, y para eso tiene que haber algún Enemigo declarado, y si no lo hay, se declara a propósito y se crea.
 
    Dice la Señora Ministra de Defensa que es un lujo trabajar con los 120.000 hombres y mujeres que constituyen nuestras Fuerzas Armadas, a las que rinde un homenaje por las lecciones que nos dan y por su voluntad de servicio, aunque no es un servicio, digo yo, desinteresado económicamente, ya que son trabajadores asalariados como los demás que están desempeñando una labor profesional. 
 
    Dice la Señora Ministra de la Defensa que no tiene mucho sentido en pleno siglo XXI como estamos ser antimilitarista, y lo dice sin percatarse de que la realidad del siglo XXI es la misma que la del siglo XX, que lo único que cambia es el cómputo temporal de los siglos y de los años, pero no las cosas, y sostiene que eso del antimilitarismo podía entenderse cuando España era una dictadura militar, pero no ahora que España es una democracia (se le olvida añadir el adjetivo 'militar'), porque si España ha dejado de ser una dictadura para pasar a ser una democracia no ha dejado de ser en ambos casos un estado militar y militarista, y es verdad que ya no hay mili obligatoria para los varones,  pero eso no significa que no haya ejército, lo hay,  y aunque reconoce su Señoría que aún hay muy pocas féminas integradas en las Fuerzas Armadas, sólo un 13%,  cree positivo trabajar por que las mujeres estén en todos los frentes de combate en general y en este de las Fuerzas Armadas en concreto.
 
 
    Dice la Señora Ministra de Defensa que invertir en Defensa es invertir en paz, en seguridad y en valores democráticos, y también en la creación de puestos de trabajo, y que es algo que está haciendo no solo España, sino todos los países, por lo que no somos unos bichos raros, ya que hacemos lo mismo que la mayoría de los demás, y pone el caso de Alemania como el ejemplo que hay que imitar, y sostiene que es importante que países como Suecia o Finlandia, que tenían a gala hasta hace bien poco su neutralidad, se hayan dado cuenta de los riesgos y peligros que corren por ser neutrales y que por eso quieran entrar en la OTAN, cosa que a nosotros no nos hace falta porque ya estamos dentro de ella. 
 
    Dice la Señora Ministra de Defensa que no hay que olvidar que hay mujeres, niños, ancianos y personas masacradas por Putin, que es el nombre propio del Enemigo declarado, y que estamos viviendo una guerra tan cruel como la que el susodicho Enemigo está desplegando en Ucrania, y asegura que España seguirá ayudando a Kiev con material defensivo y humanitario, estableciendo la siguiente ecuación: el material defensivo y humanitario son básicamente las armas, que no son defensivas precisamente sino ofensivas, y el dinero para su adquisición que se le envía.
 
    Dice la Señora Ministra de Defensa que se siente muy satisfecha con el aumento presupuestario de casi el 26% que el Ministerio que regenta recibirá el próximo año 2023, y destaca como si eso fuera un logro importantísimo sin precedentes que hacía muchísimos años que no se invertía en España tanto en Defensa, es decir, en armamento, y sostiene que nosotros somos muy vulnerables, con lo que da a entender que, dada nuestra vulnerabilidad, necesitamos un Ministerio de Defensa como el que ella tiene el honor de administrar que nos defienda.
 
    Dice la Señora Ministra de Defensa, haciendo gala de un discurso incoherente, que no hay que atemorizarse pero tampoco bajar la guardia porque cualquier ataque por parte del Enemigo es posible, y que si hay un ataque nuclear, no habría aviso previo, sería por sorpresa y evidentemente las consecuencias serían terribles, por lo que no hay más forma de prevenirlo que apoyar a Ucrania, y que el Enemigo sepa que la comunidad internacional -la UE, la OTAN, la mayoría de países de la ONU- defienden a Ucrania porque defender a Ucrania es defender valores, paz y libertad.

miércoles, 21 de diciembre de 2022

¿Por qué a Borges no le gustaba el fútbol?

    Dicen que Borges, pese a ser argentino, no amaba el balompié. Quizá odiaba el fútbol porque era poco argentino, o no lo era demasiado ni tenía el suficiente ardor patriótico que requiere la cosa de la argentinidad. Y dicen que dijo una vez: El fútbol es popular porque la estupidez es popular, equiparando balompié y estupidez.

    El bochornoso espectáculo de Catar 2022 que han retransmitido todas las televisiones del mundo para entretenimiento de las masas televidentes aborregadas ha servido para que se vea la vinculación del aficionado al fútbol con el fervor masivo del fascismo y el nacionalismo dogmático. El nacionalismo, dijo Borges en alguna ocasión, solo permite afirmaciones. Cualquier doctrina que rechace la duda y la negación es una forma de intolerancia y estupidez

    Esto explica, por ejemplo, la fotografía del presidente francés entristecido y consolando como a un amigo íntimo a Mbappé, el jugador estrella de la selección gala, por la pérdida del Mundial frente a Argentina. El inquilino del Elíseo, después de comportarse como un auténtico energúmeno en el estadio de Catar cual si fuera un vulgar júligan o hincha de comportamiento violento y agresivo, acudió a los vestuarios, después de la 'histórica derrota' a animar a sus desmoralizados futbolistas y a agradecerles que hubieran hecho "soñar a todos los franceses y francesas" (sic), diciéndoles que estaba orgulloso de ellos.

    Los equipos nacionales de balompié y los jugadores estrella a menudo como el susodicho se convierten en las herramientas de los regímenes autoritarios, pero no nos engañemos, regímenes autoritarios son tanto las llamadas dictaduras de antaño y algunas de hogaño que quedan como las democracias modernas, que explotan el vínculo que los fanáticos comparten con sus equipos nacionales para ganar el apoyo popular, como bien sabemos los que vivimos la oprobiosa dictadura franquista, en la que la retransmisión de un partido de balompié paralizaba un país y actuaba como anestesia de otros males, exactamente igual que en la oprobiosa democracia actual, en la que el espectáculo del mundial de Catar ha servido de cortina de humo para que no se vea lo que pasa de verdad. 

     Borges escribió un cuento junto a su gran amigo y colaborador Adolfo Bioy Casares titulado Esse est percipi, latinajo que dicen que fraguó G. Berkeley, y que significa “ser es ser percibido” en la lengua de Virgilio, es decir que el ser de algo consiste en la percepción que tengamos de ese algo. El ser son sus apariencias. En dicho cuento se deslizan algunas reflexiones interesantes y sugerentes como que el fútbol ha dejado de ser un deporte y ha entrado en el ámbito del entretenimiento. La representación del deporte ha reemplazado al deporte mismo. Los estadios se llenan, mientras que los partidos son jugados por un solo hombre que habla por un micrófono o por actores con camisetas frente a las cámaras de televisión. La población ve partidos inexistentes por televisión y radio sin cuestionar nada. 


    La crítica que hacen Borges/Bioy del balompié como espectáculo mediático de masas y la explotación de la cultura popular por parte de las fuerzas políticas todavía parece, como lo fue en su época, acertada. Y eso es así porque hoy es siempre todavía y porque época no hay más que una, que es esta misma que estamos viviendo aquí y ahora, y lo que pasa es que nos entretienen con eventos cada vez más globalizados como el propio nombre de Mundial revela  para que no nos demos cuenta así de lo que pasa.

     He aquí algunos fragmentos del cuento de Borges y Bioy.

    Los estadios ya son demoliciones que se caen a pedazos. Hoy todo pasa en la televisión y en la radio. La falsa excitación de los locutores, ¿nunca lo llevó a maliciar que todo es patraña? El último partido de fútbol se jugó en esta capital el día 24 de junio del 37. Desde aquel preciso momento, el fútbol, al igual que la vasta gama de los deportes, es un género dramático, a cargo de un solo hombre en una cabina o de actores con camiseta ante el cameraman.

-(...) ¿Entonces en el mundo no pasa nada?

-Muy poco -contestó con su flema inglesa-. Lo que yo no capto es su miedo. El género humano está en casa, repatingado, atento a la pantalla o al locutor, cuando no a la prensa amarilla. ¿Qué más quiere, Domecq? Es la marcha gigante de los siglos, el ritmo del progreso que se impone.