sábado, 24 de diciembre de 2022

¡Infeliz navidad!

 No deseo, influencer yo de nula o de ínfima monta, al encabezar este párrafo diciendo ¡Infeliz navidad!, una infeliz navidad, sino todo lo contrario a nadie, pero lo cortés, que es desearlo, no quita lo valiente, que es denunciar lo infelices que son y nos hacen las navidades en plural por la obligación que se nos impone por estas fechas precisamente de ser felices a fuerza de deseárnoslo propios y extraños, amigos y enemigos. Nos desean que seamos felices, es decir, que lo aparentemos, porque la felicidad no es quizá algo que nos falte, una carencia de algo que no poseemos, sino que puede que consista, más bien, en el desprendimiento de lo mucho que nos sobra para serlo.


En estas tres ilustraciones de arriba, tomadas de www.boligan.com, se refleja el 'entrañable espíritu navideño' que nos venden.

1 comentario:

  1. Soportar el paso y peso de la Navidad requiere de una heroicidad que te permita pasar sin mas este rito de exacerbado consumismo, hipertrofiada y bastante cínica buena voluntad y esa alegría aerotransportada por lucecitas con las que las almas se vuelven rentables hasta el hartazgo, de ahí la 'cuesta de enero' reiniciando el sempiterno giro de la noria que diluye nuestros anhelos.

    Me sumo a lo apuntado aquí en un anterior comentario que decía: Feliz Vanidad.

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