La Señora Ministra de Defensa, la mejor valorada del gabinete del gobierno actual según la prensa, dice que tiene el honor de estar en el Ministerio de Defensa, llamado antiguamente, cuando al pan se le decía 'pan' y al vino 'vino', con más propiedad “... de la Guerra”, ya que parece que para justificar la existencia de un Ministerio de tal envergadura tiene que haber previamente Guerra, ya sea alguna guerra real o alguna seria amenaza al menos de las que defendernos, y para eso tiene que haber algún Enemigo declarado, y si no lo hay, se declara a propósito y se crea.
Dice la Señora Ministra de Defensa que es un lujo trabajar con los 120.000 hombres y mujeres que constituyen nuestras Fuerzas Armadas, a las que rinde un homenaje por las lecciones que nos dan y por su voluntad de servicio, aunque no es un servicio, digo yo, desinteresado económicamente, ya que son trabajadores asalariados como los demás que están desempeñando una labor profesional.
Dice la Señora Ministra de la Defensa que no tiene mucho sentido en pleno siglo XXI como estamos ser antimilitarista, y lo dice sin percatarse de que la realidad del siglo XXI es la misma que la del siglo XX, que lo único
que cambia es el cómputo temporal de los siglos y de los años, pero no
las cosas, y sostiene que eso del antimilitarismo podía entenderse cuando España era una dictadura militar, pero no ahora que España es una democracia (se le olvida añadir el adjetivo 'militar'), porque si España ha dejado de ser una dictadura para pasar a ser una democracia no ha dejado de ser en ambos casos un estado militar y militarista, y es verdad que ya no hay mili obligatoria para los varones, pero eso no significa que no haya ejército, lo hay, y aunque reconoce su Señoría que aún hay muy pocas féminas integradas en las Fuerzas Armadas, sólo un 13%, cree positivo trabajar por que las mujeres estén en todos los frentes de combate en general y en este de las Fuerzas Armadas en concreto.
Dice la Señora Ministra de Defensa que invertir en Defensa es invertir en paz, en seguridad y en valores democráticos, y también en la creación de puestos de trabajo, y que es algo que está haciendo no solo España, sino todos los países, por lo que no somos unos bichos raros, ya que hacemos lo mismo que la mayoría de los demás, y pone el caso de Alemania como el ejemplo que hay que imitar, y sostiene que es importante que países como Suecia o Finlandia, que tenían a gala hasta hace bien poco su neutralidad, se hayan dado cuenta de los riesgos y peligros que corren por ser neutrales y que por eso quieran entrar en la OTAN, cosa que a nosotros no nos hace falta porque ya estamos dentro de ella.
Dice la Señora Ministra de Defensa que no hay que olvidar que hay mujeres, niños, ancianos y personas masacradas por Putin, que es el nombre propio del Enemigo declarado, y que estamos viviendo una guerra tan cruel como la que el susodicho Enemigo está desplegando en Ucrania, y asegura que España seguirá ayudando a Kiev con material defensivo y humanitario, estableciendo la siguiente ecuación: el material defensivo y humanitario son básicamente las armas, que no son defensivas precisamente sino ofensivas, y el dinero para su adquisición que se le envía.
Dice la Señora Ministra de Defensa que se siente muy satisfecha con el aumento presupuestario de casi el 26% que el Ministerio que regenta recibirá el próximo año 2023, y destaca como si eso fuera un logro importantísimo sin precedentes que hacía muchísimos años que no se invertía en España tanto en Defensa, es decir, en armamento, y sostiene que nosotros somos muy vulnerables, con lo que da a
entender que, dada nuestra vulnerabilidad, necesitamos un Ministerio de
Defensa como el que ella tiene el honor de administrar que nos defienda.
Dice la Señora Ministra de Defensa, haciendo gala de un discurso incoherente, que no hay que atemorizarse pero tampoco bajar la guardia porque cualquier ataque por parte del Enemigo es posible, y que si hay un ataque nuclear, no habría aviso previo, sería por sorpresa y evidentemente las consecuencias serían terribles, por lo que no hay más forma de prevenirlo que apoyar a Ucrania, y que el Enemigo sepa que la comunidad internacional -la UE, la OTAN, la mayoría de países de la ONU- defienden a Ucrania porque defender a Ucrania es defender valores, paz y libertad.
Hay mujeres que han alcanzado tales cuotas de ardor imbécil y guerrero que dejan sin paridad posible a aquellos hombres ruines y fieros.
ResponderEliminarAdivina adivinanza: Una señorona muy empoderada, que ordena y que manda y es la más mandada.
EliminarHombre, hoy tocaba el sorteo de lotería, no sé si es una sensación mía o es que los niños que cantan los premios se han vuelto gilipollas con todo tipo de comentarios. Y hasta me parece que posan y se sienten personas; el mundo está loco, loco, loco... Los críos cantores antes guardaban las formas pero si ya no hay hombres como los de antes es porque ya no hay niños como los de antes. Ya lo dice el gran Guillermo Summers: los niños son como los pedos, sólo gustan los de uno. Y encima los hijoputas se niegan a cantar mi número.
ResponderEliminarFeliz Navidad, cabrones
Otra ilusión que se desvanece, otro mito que cae: los niños cantores no han cantado mi número. No me ha tocado el gordo... De ilusión también se vive, o, mejor dicho, sólo se vive de ilusiones, que es lo que está mandado. La vida es una ilusión. Y, como dice el dicho popular, "De ilusiones vive el tonto, el tonto de los cojones". Feliz Vanidad, digo Navidad. Y todo es vanidad, vanidad de vanidades, navidad de navidades.
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