viernes, 20 de enero de 2023
Más eseemeeses
jueves, 19 de enero de 2023
In memoriam Sacco y Vanzetti
Meto hoy en el arcón a Ennio Morricone dirigiendo la orquesta en la Arena de Verona. Los músicos interpretan la melodía que el maestro italiano compuso para la banda sonora de la película Sacco y Vanzetti de Giuliano Montaldo (1971). Menos conocida que el Here's to you que también compuso Morricone para dicha película y que inmortalizó la voz de Joan Baez, la gran Dulce Pontes interpreta la Balada de Sacco y Vanzetti. En ella se cantan cosas como: La ley está contra nosotros. / La policía sabe cómo hacer de un hombre / un culpable o un inocente. / El poder de la policía está contra nosotros.
La película retrata admirablemente la injusticia que sufrieron los anarquistas Nicola Sacco y Bartolomeo Vanzetti, trabajadores inmigrantes italianos que fueron juzgados en Masachuses (Estados Unidos de América), sentenciados y condenados a morir en la silla eléctrica en el año de gracia de 1927 por robo a mano armada y el asesinato de dos personas, delitos que no habían cometido, acusados de “terroristas”.
    El monólogo final de Bartolomeo Vanzetti en la película, en el que se declara inocente porque no sólo no ha cometido ningún delito (no ha robado nunca en su vida ni ha matado ni derramado sangre humana), sino que ha luchado, además, a lo largo de toda su vida para tratar de eliminar el mayor delito: la explotación en todas y cada una de sus formas del hombre por el hombre.
miércoles, 18 de enero de 2023
Los grises de entonces, los azules de ahora

martes, 17 de enero de 2023
¿Cómo nos vendieron la moto?
lunes, 16 de enero de 2023
¿"El pueblo tiene el Poder"o "El Poder tiene al pueblo"?
Una de las peores canciones de Patti Smith que conozco, si no es la peor de todas, es, en cuanto a su letra, "People have the power" (El pueblo tiene el Poder) que sacó en 1988 en su álbum Dream of life, y que enseguida se convirtió en un éxito mundial que consagraba la vuelta a los escenarios de la poetisa roquera en olor de multitudes. Es un himno a la democracia, y, por lo tanto, un ditirambo al sistema de gobierno predominante en el mundo occidental. Es, además en los Estados Unidos, un himno del Partido Demócrata, obviamente, con el que la cantante no dudó en apoyar la campaña de Obama, el Mesías negro que iba a redimir el mundo del pecado original.
No se puede identificar al pueblo con ningún partido, pese a que muchos partidos se llamen Populares o Demócratas, palabra griega que funde en uno dos conceptos opuestos el pueblo -demos- y -cratos- el gobierno del Estado.
Recuerdo un eslogan ácrata de la transición española que viene al caso y decía con muchísima razón: "El pueblo unido funciona sin partidos". Contraponía las palabras "unido" y "partido", que como salta a la vista se contradicen: el pueblo es un conjunto que en cuanto se parte queda dividido, y que por lo tanto no puede ser representado -aunque sí gobernado, pero ese es otro cantar- por ningún partido político que sea.
    Hay en la letra que se presenta como un sueño que se hace realidad algunas
imágenes poéticas sugerentes -los valles resplandecientes, el aire
puro, la alusión bíblica del leopardo y el cordero yaciendo juntos, 
los ejércitos dejando de avanzar, fuentes que manan en los
desiertos...- como en la mayoría de las canciones de esta mujer,
pero el mensaje político es bastante conformista y nauseabundo, la verdad. 
domingo, 15 de enero de 2023
Desengaño de la política en general (y de la española en particular)
sábado, 14 de enero de 2023
Rápida mensajería
viernes, 13 de enero de 2023
De la China ha venido un barco cargado de...
    El presidente de una pequeña comunidad autónoma que celebra con orgullo su heroica derrota, valga el oximoro, en las guerras históricas que sostuvo contra el imperio romano, ha hecho un llamamiento a la responsabilidad de los mayores de ochenta años, ya que “sólo” el 73%  en toda España -sin duda, le
parece poco todavía- se ha inyectado la cuarta dosis, que en realidad es el segundo refuerzo de la pauta "completa", entre comillas completa, porque nunca se completará totalmente, dado que cada dos por tres necesita de refuerzos.  
El gerifalte de la taifa autónoma, que quería pincharnos a todos “por las buenas o por las malas, por lo civil o por lo militar”, juzga que es una “irresponsabilidad total” no ponerse la cuarta inyección o segunda dosis de recuerdo, cuando -afirma- "ya sabemos que la vacuna es la salvación". La salvación ¿de quién, señor mío?, ¿de qué es, dígame usted, la salvación?
Afirma usted que “hay países que no tienen nada y se está muriendo la gente”. La gente, señor mío, no va a dejar de morirse en los países que no tienen nada y en los que tienen mucho, porque, como decía el poeta aquel del imperio que subyugó a nuestros antepasados cántabros y les enseñó a hablar en latín -Cantabrum indoctum iuga ferre nostra-, la Pálida muerte llama con el mismo pie dando un patadón a las puertas de las chabolas de los pobres y a los casoplones y palacetes de los ricos.
"Me da mucha pena que por desidia o porque están influenciados por algunas teorías extrañas haya gente que no se quiera vacunar, por ellos y por los demás. Hay que ser un poco solidarios, por el egoísmo personal de saber que una vacuna te cura y por solidaridad los demás", ha insistido el necio presidente que sigue haciendo apostolado de la inoculación, conjugando como sólo podía hacerlo un político de su escasa estatura moral, el egoísmo personal y la solidaridad con los demás.
Acompañaba el susodicho en su visita a la comunidad a la ministra de Sanidad, que al parecer va a dejar el ministerio y va a presentarse a las elecciones municipales para la alcaldía de Las Palmas de Gran Canaria, lo digo porque no vaya a ser que algún canarión no sepa quién es, la vote y salga elegida alcaldesa, que el día antes había hecho un llamamiento irresponsable a la vacunación en su visita a un balneario cántabro, y que reiteró, erre que erre, al día siguiente en su visita al centro hospitalario de Reinosa.


jueves, 12 de enero de 2023
Feliz de estar aquí

«Realmente yo diría que la muerte es mi única esperanza, mi gran esperanza. Cuando me siento desdichado pienso en la muerte. Es el consuelo que tengo: saber que no voy a seguir siendo, pensar que voy a dejar de ser. Es decir, yo tengo la certidumbre más allá de algunos temores de índole religiosa, más allá del cristianismo, que desde luego lo llevo en la sangre también, más allá de la Church of England y de la de la Iglesia Católica Romana, más allá de los puritanos, más allá de todo eso, yo tengo la certidumbre de que voy a morir enteramente. Y es un gran consuelo. Es algo que le da mucha fuerza a un hombre, el saber que es efímero. En cambio la idea de ser duradero, me parece que es una idea horrible realmente. La inmortalidad sería el peor castigo. Cualquier forma de inmortalidad sería el infierno. El cielo si durara mucho sería el infierno también. Cualquier estado perdurable es la desdicha. Quizás una de las mayores virtudes de la vida es que todo es efímero, incluso lo físico es efímero, el placer es efímero también, y está bien que sea así porque si no sería muy tedioso todo».
miércoles, 11 de enero de 2023
Una canción popular: Los reyes de la baraja
La letra dice así:
Si tu padre quiere un rey, / la baraja tiene cuatro: / rey de oros, rey de copas, / rey de espadas, rey de bastos.
Corre que te pillo, / corre que te agarro, / mira que te lleno, / la cara de barro.
Del olivo me retiro, / del esparto yo me aparto, /del sarmiento me arrepiento / de haberte querido tanto.
Se caracteriza por su ritmo trocaico. La primera y tercera estrofa están compuestas de cuatro versos octosílabos con rima asonante en los versos segundo y cuarto. Pero la tercera estrofa, además, presenta una rima interna entre los dos tetrasílabos que componen el octosílabo. Tanto los octosílabos de la primera como de la tercera estrofa pueden considerarse formados por dos tetrapodias trocaicas, cuyo ritmo podemos representarlo así: + - + - + - + -, donde el signo "+" indica sílaba marcada o tónica en principio y el "-" no marcada o átona en principio. Sin embargo, en el último verso de la última estrofa nos encontramos con una rotura del esquema, nos hallamos ante un hagesicoreo ( - + - - + - + - ) que nos sorprende tanto por su ritmo como por su contenido, que puede leerse y escucharse y sentirse, sin embargo, como los anteriores: de hábèrté querído tánto.
La primera estrofa destaca por su carácter político antimonárquico diciendo que el pueblo, en el que nadie es más que nadie, solo acepta los reyes de la baraja, mientras que la última revela un arrepentimiento o desengaño amoroso.
    El estribillo, que probablemente es una cantilena de un juego popular infantil de persecución como el de "Ratón que te pilla el gato",  está formado por hexasílabos también trocaicos como los octosílabos: los tres primeros son itifálicos, como los llamaban los antiguos: + - + - + - (como en el villancico aquel: dale, dale, dale, / dale a la zambomba / dale, dale, dale, / hasta que se rompa), mientras que el último es un reiziano o telesileo sin la última sílaba, un verso que nos sorprende porque rompe aparentemente el ritmo anterior: - + - - + -, pero que puede leerse y oírse, siendo diferente, como los precedentes: lá càrá de bárro.
Elisa Serna incluyó su versión de la canción "Los reyes de la baraja" en su disco "Quejido", publicado en Francia en 1972, y fue censurada por la dictadura franquista, después de que Franco hubiera nombrado a Juan Carlos, el hoy rey emérito, su sucesor en 1969.















