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jueves, 29 de febrero de 2024

Con el alma en un vilo

En el mar de la duda en que bogo” (Bécquer)

  Ángel Exterminador, cementerio de Comillas, Josep Limona (1895)
 
Con el alma en un vilo, lobo que aúlla versos de amor románticos bajo la luna 
 
 bogando a la deriva va de las musas, naufragando en muy vastas mares de dudas. 
 
Olvidada la letra, queda la música, rimas que son cadencias de oro y de púrpura. 
 
¿Dónde está la razón? ¿En la locura? ¿Es la niebla que acecha densa, traslúcida? 
 
Las ideas son átomos de aire, burbujas, olas que en playas rompen hechas espumas. 
 
En la pupila el alma baila desnuda. Vuela el cendal, el céfiro suave susurra. 
 
Resplandeciente arcángel vela las tumbas con la espada sacada ya de su funda. 
 
Un cementerio gótico y arquitectura de un paisaje que no tiene figuras. 
 
En el aire, el misterio y una pregunta: ¿Quién tañerá la lira sin partitura? 
 
Un silencio elocuente, sordo, retumba: se oye su eco, prosaica literatura.

viernes, 10 de noviembre de 2023

Seguidillas palestinas

 

Cuando duermen los ángeles, niños pequeños, no a despertarlos vayas, guarda silencio,
 
deja que en brazos caigan del buen Morfeo, en el pozo bendito del dios del sueño, 
 
pero cuando los maten y caigan yertos, cercenadas sus alas, quebrado el vuelo, 
 
-ahora mismo en Gaza, flor del desierto, ya enterrada entre escombros de bombardeos-, 
 
 alza la voz y el grito pon en el cielo, maldice al Dios que exige crimen horrendo.
 
 ¡Ay del Dios de Israel, señor de ejércitos, cruel patriarca borracho, Yavé sangriento, 
 
que ha mandado a sus huestes dar muerte al pueblo palestino: no quede ni rastro de ellos! 
 

Los hijos de Israel cumplen, guerreros, sin compasión sus órdenes y mandamiento. 
 
Matan hombres, mujeres, niños de pecho. Y no dejan a nadie vivo viviendo. 
 
 No son seres humanos iguales que ellos: no tienen a la vida ningún derecho.
 
En el nombre de atroz dios justiciero truenan los cielos, se hunde ya el firmamento. 
 
Las madres, pobres, no hallan ningún consuelo: sollozan, chillan dándose golpes de pecho, 
 
rasgan sus vestiduras, mesan el pelo, gritan al mundo, sordo, su planto y duelo. 
 
No encuentran las palabras en sus adentros.  Y a mí, ay, el corazón me ha dado un vuelco. 



jueves, 5 de octubre de 2023

Seguidillas londinenses

Lenta-, pausadamente, como si nada, herrumbroso el otoño hace su entrada. 
 
 Octubre se desprende de la mortaja que es su sudario, viejo traje de gala. 
 
Bajo el puente colgante los barcos pasan, fluye el río hacia el mar, la mar salada. 
 
En el muelle recuerda una fragata que esta paz es la guerra no declarada. 
 
¿Qué rey en Inglaterra, qué reina manda? El reloj de la torre es el monarca: 
 
 
el tiempo que es dinero, y es todo y nada, que es futuro efectivo, moneda falsa. 
 
 ¿Quién trazaba tu línea con la navaja,  meridiano de Greenwich,  imaginaria? 
 
¿Quién partió el mundo en dos medias naranjas e hizo del territorio un triste mapa? 
 
Cuanto más se transforma todo y más cambia, más permanece todo igual que estaba. 
 
Bajo el puente de Londres corren las aguas, pasan horas y siglos: no pasa nada.

viernes, 19 de agosto de 2022

¡Ay! En Granada

 

 
¿Dónde encontrará su hora,    verde aceituna?
¿Dónde a la negra Parca,    su última Musa?
 
¿Dónde hallará la muerte?     ¡Ay! En Granada,
donde escupe el fusil     rabia de balas.
 
Le entran cuatro puñales,     en el costado
dando rienda a la sangre    suelta y claveles;
 
cruz de cuatro balazos     que se le clavan
y hunden entre las telas    rotas del alma.
 
Han matado al chiquillo,    lo han hecho un hombre;
malditos asesinos de un niño muerto.
 
Se tiñen los alcores     de roja sangre:
la negra tierra, herida,     abre sus carnes.
 
Ya se viste la lira     toda de luto
y en el silencio se hunde,    crótalo oscuro.
 
Llora la seguidilla.    Plañen mujeres; 
se mesan los cabellos,     ay, y enmudecen:
 
Que han fusilado a Lorca,     allá, en España,
donde pintan ahora,     bastos y espadas.

miércoles, 27 de abril de 2022

En la Plaza del Pino

En la plaza del pueblo / no hay ningún pino, / aunque todos la llaman / "Plaza del Pino".  

¿Dónde está lo que no hay  / pero que ha sido? / ¿Dónde está tras el nombre / el árbol mismo? 

¿Dónde está, rumoroso  / y alto,  aquel pino / que se alzaba  perenne  / igual que un símbolo?

 Hay un aparcamiento / triste en su sitio / para los automóviles / de los vecinos.

No juegan en la plaza / ya los chiquillos, / ni en los bancos se sientan / los viejecitos

a la sombra del árbol / verde y erguido /  cuando en agosto aprieta / el sol de estío.  

No se posa a su amparo / cantando el mirlo / ni en sus ramas jilgueros / hacen sus nidos.

Sólo queda un recuerdo / para el olvido, / una fúnebre esquela / de árbol caído.

 

viernes, 31 de diciembre de 2021

Pautas para el Camino.

Si quieres hacer el Camino, estas son las pautas que debes tener en cuenta antes de emprenderlo.
1ª.- Ten siempre presentes en tu corazón los versos de Machado: “Caminante, no hay camino / se hace camino al andar.” 
 
2ª.- No hay meta ni destino que merezca la pena: ni Roma ni Santiago. Ya sabes, peregrino: huye, como si fuera la mismísima peste, del trillado camino.
 
3ª.- Viajero de verdad, que no vulgar turista, no sabe a dónde va.
 
4ª.- Amer savoir celui qu'on tire du voyage. Lo escribió Baudelaire: Saber amargo aquél que se saca del viaje. El saber amargo y de alguna manera también el sabor amargo que obtenemos de los viajes es que no hay escapatoria, que el viaje es un engaño, y ese es el mayor aprendizaje, el del desengaño, contra lo que nos venden las agencias turísticas, que podemos obtener.
 
5ª También había que tener presente la frase que atribuyen a Aníbal sin demasiado fundamento: aut uiam inueniam aut faciam: o encontraré el camino o lo haré. Esta frase transmite un significado esencialmente negativo: no hay que seguir un camino preestablecido, pero tampoco hay que inventar ningún otro camino. Sabemos, desde Zenón por lo menos, que el movimiento no se demuestra andando. 

 



Peregrino sin rumbo, / Veleta al viento, / Recorriendo caminos / Voy y senderos.

Yo no llevo bordón / Ni calabaza, / Ni manto de estameña / Oscura o parda,

Ni tampoco un sombrero /De ala ancha y vuelta, / Ni zurrón ni mochila, / Ni una venera.

Soy sólo un caminante / Sin rumbo fijo / Sin brújula ni norte, / Sin un destino.

Yo no beso, devoto, /A ningún santo, / Ni albergo el propósito /  De ir a Santiago.

No es ese mi camino / Ni esa mi meta: / Ni Roma ni Santiago / De Compostela.


martes, 21 de septiembre de 2021

Recuerdos de la mili

 Había en San Andrés del Rabanedo,

en tierras leonesas, un campamento,

el Centro de Instrucción y Reclutamiento

núm. 12, donde aullaba el viento.

Vega, sotos y montes, y entre el olmedo

río que fluye y trae, vivo, el recuerdo

  de las voces de mando de los sargentos

de las que apenas se oyen lejanos ecos.

Cae ahora la nieve. Cunde el silencio.

Sobre los fríos páramos, vaho el aliento.

En la noche estrellada, tú solo dentro

de guardia en la garita del universo.


¿Qué al Ferral del Bernesga hoy te ha traído?

¿Qué en estos andurriales se te ha perdido?

Fuiste a servir al Rey y ya has cumplido.

Ya juraste bandera, y soldadito,

ya te has incorporado a tu destino.

Y ha pasado ya un largo cuarto de siglo:

todo ha cambiado y sigue siendo lo mismo.

Líbrate del soldado que eres tú mismo,

líbrate del cuartel que va contigo,

donde, si te descuidas, te matan vivo,

donde te hacen un hombre si no andas listo.

Húndete en la memoria del puro olvido,

líbrate de las patrias y patriotismos, 

vuelve a tu pura infancia como un chiquillo.


domingo, 11 de abril de 2021

El pájaro en la jaula

El canario, enjaulado; / la jaula, abierta; / pero el pobre no sabe / volar que pueda. 

No falta nunca alpiste / ni agua en su celda. / Se siente muy seguro / cautivo en ella. 

El pájaro cantando / ahuyenta penas. / Sus trinos de oro puro / revolotean. 

Ha perdido una pluma / amarillenta. / Un soplo de aire fresco / lejos la lleva. 

Atrofiadas sus alas, / no se despliegan, / y en su confinamiento / sueñan que vuelan. 

Así nosotros mismos, / almas en pena, / no vemos, encerrados, / que hay una puerta.


lunes, 11 de enero de 2021

Chitón en boca o El tren del silencio (seguidillas)

A ciencia cierta, poca / cosa sabemos; / poca o más bien ninguna; / ni más ni menos.   
 
En el bus, el tranvía, / el tren y el metro / se impone la callada / ley del silencio. 
 
No hablemos con la gente,  / no dialoguemos; / puede ser contagiosos / que razonemos.
 
 
Bien tapada la boca,  / enmudecemos, / callados, de repente / los pasajeros 
 
en vagones en donde  / reina el silencio, / igual que en los sepulcros / del cementerio.  
 
Para evitar contagios, / señor viajero,  / mascarilla forzosa, / distanciamiento

 
y a callarse la boca / como los muertos: / chitón en boca en cada / desplazamiento.

A este paso prohíben  / que respiremos / porque en el aire hay virus / muy virulentos.

martes, 22 de diciembre de 2020

Seguidilla del agua

Del corazón del bosque/ de la montaña,/ arroyuelo que fluye/ de agüita clara,/

agua dulce, corriente / que no se estanca,/  que nunca brota turbia/  de la fontana;/

que se va abriendo paso,/  que salta y canta,/  fresca, que nos despierta/ la sed que apaga,/

 

agua que no cotiza/ en bolsa y banca/, libre,  que no se vende/ embotellada;/

que a todos abastece/ de balde, y mana/  agua viva, bendita,/  que arrulla el alma/

entre helechos y el musgo/ y la hojarasca/ del otoño dulcísimo/ que ya se acaba./

martes, 1 de diciembre de 2020

Acababa noviembre...

Acababa noviembre
de echar su cuenta,
y asomaba diciembre
con frío a cuestas.

 

Pese al toque de queda,
salió la luna
en la noche cerrada,
triste y oscura.

Pese al confinamiento,
brilló serena
en el cielo vacío
la luna llena.
 
 

 Sin tapujo ninguno,
desobediente,
y a la vista de todos
resplandeciente.
 
Musa de los poetas
ensoñadora,
desde tiempos sin cuento
trasnochadora. 

jueves, 30 de julio de 2020

Seguidilla y seguiriya gitana contra la Nueva Normalidad

La seguidilla es una copla de cuatro versos de arte menor, el primero y el tercero heptasílabos y el segundo y cuarto pentasílabos, con rima parcial en los pares,  que en su forma simple está atestiguada en nuestra lírica desde las jarchas de los siglos XI y XII. He aquí un ejemplo de cosecha propia:



Aunque es real, y tanto,
no es verdadera
la mascarada bufa
de la pandemia.

Nos han metido un virus
en la conciencia,
y no hay quien se lo saque
de la sesera;

un mostro virulento
que no nos deja
vivir y descuidarnos
a pierna suelta; 

un bicho que no es nada
más que una idea
real y al mismo tiempo
falsa moneda.


La seguiriya gitana, por su parte, es una copla de cuatro versos también: los dos primeros hexasílabos, el tercero hendecasílabo y el cuarto hexasílabo, con rima parcial entre el segundo y cuarto verso.



Todo tiene un precio
ay, en esta vida,
cuesta parné, madre mía, hasta el aire
que uno respira.

Gratuito el aire,
yo creía que era;
respiro a pleno pulmón, y dinero
es lo que me cuesta.

Señor policía,
¿qué me quiere usté?
Si tapo nariz y boca, me asfixio
y me ahogaré.

Por no llevar puesta
yo una mordaza,
cien pavos debe apoquinar el menda,
ay, y estoy sin blanca.

Que puedo, me dicen,
tener yo ese bicho
metido dentro, y que contagia y mata
a todo vecino.

Maldito mil veces
el puto individuo;
pero barrunto que yo no lo tengo,
no, que soy yo mismo.

miércoles, 26 de febrero de 2020

Seguidillas para Federico García Lorca

¿Dónde encontrará su hora, 
verde aceituna? 
¿Dónde a la negra Parca, 
su última Musa? 

¿Dónde hallará la muerte
 si no en Granada, 
donde escupe el fusil
rabia de balas?

Le entran en el costado
cuatro puñales
dando en claveles rienda
suelta a la sangre; 

cruz de cuatro balazos
que se le clavan
y hunden entre las telas
rotas del alma. 



Han matado al chiquillo,
y hecho un hombre;
malditos asesinos, 
no tienen nombre. 

Se tiñen los alcores 
de roja sangre: 
la negra tierra, herida, 
abre sus carnes. 

Ya se viste la lira
toda de luto
y en el silencio se hunde, 
crótalo oscuro. 

Llora la seguidilla. 
Las plañideras
mudas de espanto mesan
sus cabelleras: 

Que han fusilado a Lorca, 
allá, en España, 
donde pintan ahora 
bastos y espadas.