Acababa noviembre
de echar su cuenta,
y asomaba diciembre
con frío a cuestas.
Pese al toque de queda,
salió la luna
en la noche cerrada,
triste y oscura.
Pese al confinamiento,
brilló serena
en el cielo vacío
la luna llena.
Sin tapujo ninguno,
desobediente,
y a la vista de todos
resplandeciente.
Musa de los poetas
ensoñadora,
desde tiempos sin cuento
trasnochadora.
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