lunes, 30 de noviembre de 2020

Mensajes breves contra todo lo que hay

Ni las ciencias propiamente dichas ni pseudociencias como la astrología o la homeopatía se sostienen sin el apoyo fundamental de la ciega fe que las sustenta.

Las urnas electorales son urnas fúnebres cinerarias de mariposas en cenizas desatadas, parodiando a Góngora, o sea, sarcófagos carnívoros de votos e ilusiones. 

El Estado es el deus mathematicus que pretende que todos y cada uno seamos un número en la fosa común del olvido de un cadáver: carne dada a vermes y gusanos. 

La palabra "democracia" es un monstruo híbrido que funde y confunde dos cosas incompatibles: demo, pueblo, y cracia, el poder que se establece y se le impone. 

Muerte e inmortalidad no son cosas distintas, sino una y la misma cosa siempre futura, siempre ajena y por lo tanto no mía, de la que carezco de experiencia. 

En contra del trabajo asalariado que se hace por obligación y necesidad, y a favor de lo que se hace por cariño y por la gracia de hacerlo, gratis et amore

Si en otros tiempos la religión era, al decir de Carlos Marx, el opio del pueblo, hoy es la ciencia la que se ha convertido en la religión opiácea del pueblo. 

El dinero es lo más real y falso que hay, lo más ideal y abstracto, lo que sin ser ninguna cosa pretende valer por todas convirtiéndolas en números contables. 

Lejos de darnos la felicidad o ayudarnos, al menos, a conseguirla, no nos deja vivir y nos desvive y es la fuente de todas nuestras desgracias... el dinero. 

Al revés del rey Midas, que convertía en oro todo lo que tocaba, lo que toca el vil metal tasándolo, comprándolo y vendiéndolo se torna en mierda y excremento. 

Hay cosas que, independientemente del buen o mal uso que de ellas quiera hacerse, son intrínsecamente perversas, y eso lo sabemos todos: no nos engañemos.


Labor improbus I. -El trabajo mata: Lo dice un académico de la Escuela de Postgrado de Negocios de la Universidad de Stanford. Y tiene razón: cualquiera de nosotros lo atestigua.

Labor improbus II. -La capacidad nociva del trabajo consiste en reducir la vida a dinero, es decir a tiempo cronometrado en años, meses, semanas, días, horas, minutos y segundos. 

Labor improbus III. -El trabajo mata no sólo a consecuencia de los llamados accidentes laborales, sino reduciendo la vida del trabajador una media de ocho horas diarias. 

Labor improbus IV. -Trabajamos para ganarnos el pan, o sea, la vida, con el sudor de nuestra frente, según la maldición bíblica, y trabajando para ganarnos la vida la perdemos. 

Labor improbus V. - La serpiente que se muerde la cola: trabajar para ganar dinero y poder disfrutar de la vida, de una vida que dejamos que se pierda so pena de ganárnosla. 

Como Sísifo con su roca a cuestas día tras día, ejecutamos las mismas rutinas una y otra vez. Existimos, pero, además de existir, ¿estamos seguros de vivir? 
 
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario