jueves, 12 de noviembre de 2020

¿Medicina o salud (II)?

Gayo Plinio Segundo, alias Plinio el Viejo, escribió en el siglo I de nuestra era en su Historia natural (XXIX, 8, 18) lo siguiente a propósito de la yatrogenia avant la lettrediscunt periculis nostris et experimenta per mortes agunt, medicoque tantum hominem occidisse inpunitas summa est. quin immo transit conuicium et inteperantia culpatur, ultroque qui periere arguuntur: Aprenden (los médicos)  a costa de ponernos a nosotros en peligro,  y hacen experimentos con nuestras muertes y solamente le es dada al médico la soberana impunidad de haber matado a un hombre. Es más, se cruza el reproche y se echa la culpa a la intemperancia, y encima hacen responsables a los que han muerto. 

Molière, el célebre comediógrafo francés, escribió "Le malade imaginaire" (que se ha traducido como El enfermo imaginario, o El enfermo aprensivo o El paciente hipocondriaco), una sátira de los efectos colaterales de la medicina, inspirándose en parte, como veremos, en el susodicho pasaje de Plinio. 

El enfermo imaginario, Max Claudet (1840-1893)

En el tercer intermedio, en efecto, del tercer acto, que es el final, de la obra se representa una ceremonia en la que entre cantos, danzas y recitados se celebra la graduación de un médico.  Utiliza Molière la siguiente fórmula latina macarrónica, que resulta cómica porque se entiende el francés que hay detrás de la morfología latina, con la que un hombre recibe el bonete que hace de él un doctor: Dice así: Ego, cum isto boneto / venerabili et docto / dono tibi et concedo / virtutem et puissanciam / medicandi, / purgandi, / seignandi, / perçandi, / taillandi, / coupandi, / et occidendi / impune per totam terram: Yo con este bonete / venerable y docto / te doy y concedo / la virtud y el poder / de medicar, / de purgar, / de sangrar, /de atravesar, / de diseccionar, / de cortar / y de matar / impunemente por toda la tierra



Finalmente todos los médicos y boticarios, bailando, le hacen una reverencia al nuevo médico. Molière se ha hecho eco aquí de la sentencia de Plinio arriba citada:  medicoque tantum hominem occidisse inpunitas summa est: Sólo un médico puede matar impunemente a un ser humano. Summa inpunitas: con toda la impunidad del mundo. No son gajes del oficio: es su oficio, matar y certificar la muerte.  

Dice la Academia que matasanos es una denominación coloquial y despectiva que se aplica a un curandero o un mal médico. Popular- y burlescamente se aplica a todos los médicos, independientemente de su cualificación profesional. Y está documentada según Coromines en castellano desde 1617, palabra compuesta del verbo matar y del adjetivo sanos. El verbo matar, por cierto, está atestiguado desde mitad del siglo X entre nosotros, y además de quitar la vida significó también "herir", como vemos en algún derivado actual como "matadura" (llaga o herida que se hace la bestia por ludirla el aparejo o por el roce de un apero) y en la expresión coloquial "dar a alguien en las mataduras" (según la Academia: Zaherirlo con aquello que siente más o que le causa más enojo y pesadumbre). 

 De qué mal morirá, Caprichos, Goya (1797-99)

El Certificado Médico de Defunción (CMD) es el documento que acredita la muerte de una persona, y que permite la inscripción de dicho fallecimiento en el Registro Civil y la inhumación del cadáver. Debe emitirlo el médico que presta la asistencia en el último momento o el facultativo llamado a comprobar la certeza del óbito o "exitus letalis" con su firma.

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