lunes, 2 de noviembre de 2020

Otros treinta y dos mensajes breves (embotellados)

Reivindicación urgente de la propia infancia, porque si uno no pone remedio antes, desaparecerá de la faz de la tierra esta especie única en vías de extinción.

Gracián vertió el latinajo cedant arma togae como "cedan los arneses a las togas"; buen lema, pero mejor: cedan hábitos militares y civiles a los vivos cueros. 

¡Maldita sea la democracia que con el pretexto de encarnar la voluntad y soberanía popular ejerce sobre el pueblo la más totalitaria y enmascarada dictadura! 

Un dístico elegíaco de hexámetro y pentámetro dactílicos: Blanca paloma anidó en el casco de un militroncho: / ¡Qué íntima relación entre la guerra y la paz! 
 
Los datos de la realidad, convertidos en guarismos de estadísticas, no sirven para fomentar el conocimiento que pretenden, sino para ocultarnos la verdad. 
 
 

Quinto, el hermano de Cicerón, ya escribió un Breviario de campaña electoral que detallaba cómo había que embaucar al pueblo en Roma para ganar las elecciones.

¿Cómo queremos que el Estado solucione nuestros problemas políticos si el mayor problema de esa índole que hay que resolver es la propia existencia del Estado? 

El pez grande se come al chico, lo mismo que el Amor mayúsculo e ideal se come al amor minúsculo, que es, no hace falta decirlo, el buen amor, el verdadero.

Cuando uno está enamorado de alguien, Proust dixit, ya no quiere a nadie, ni siquiera, por paradójico que parezca, a la persona de la que se haya enamorado. 

"Si no estás empadronado, no eres nadie” rezaba el lema de un Ayuntamiento. ¡Qué bendición no ser nadie, digo yo, y no figurar en padrón ni en censo electoral!
 
Dos objeciones más al uso de la mascarilla: velan la sonrisa de nuestro semblante e impiden dar la cara e ir, como deberíamos, con ella descubierta por la vida.

La Luna, inalcanzable y lejana, a pesar de que el Hombre, según dicen, pusiera pie en ella y la hollara y mancillara, se enamoró de Endimión, el lunático poeta. 

(Serrana): El párroco en el templo diciendo misa: “¡Los gozos verdaderos vienen de arriba!”. Manda carajo, si unos vienen de arriba, otros de abajo. 

"No hay futuro" vaticinaron al unísono el astrólogo y la pitonisa tras consultar la carta astral y la bola de cristal con los naipes del tarot sobre la mesa.

Sin ánimo de ofender creencias, Dios no es más que el pretexto o, mejor dicho, la disculpa para creer en algo que tienen los creyentes, incluidos los ateos.

Quevedo nos advirtió de no buscar a Roma en Roma, donde sólo queda su cadáver, pero las agencias de viaje nos ofertan la Ciudad Eterna en turísticos paquetes.
 
(A Ferlosio) Vendrán muchas más pandemias mucho más letales y nos harán más ciegos que ciegos; vendrán más confinamientos y nos volverán más malos que peores. 

En la sesión de güija y espiritismo, el espectro fantasmagórico del difunto se materializó indignado en la médium y proclamó que los muertos éramos nosotros.

No hay nada más dulce que el recuerdo, y nada más amargo que la memoria, pero sólo la mala memoria, olvidadiza ella, deja que afloren, buenos, los recuerdos.

La villanía de la memoria consiste en que nos falla cuando más es menester que esté presente, y nos viene y está de sobra cuando menos convenía que viniera.

Dice Gracián que las cosas que más hay que olvidar son las más acordadas; el remedio del mal sería olvidar el mal, pero –qué paradoja- olvidamos el remedio.

Fraude estadístico: No es que no haya fraudes estadísticos, que los hay y no deja de haber muchos, es más que eso: toda estadística es un engaño fraudulento.
 
Así son siempre las cosas: o las tienes o las gozas. Poseer y disfrutar, el usufructo de los bienes y la posesión que nos brinda el dinero son incompatibles.

Decir de alguien que no goza de lo que tiene no es hacerle un reproche, sino reconocer lo que nos pasa a todos al ser enemigos íntimos disfrute y propiedad.

“La propiedad es el robo”, sentenció Proudhon, el anarquista, de una vez por todas. La propiedad privada nos da aquello de lo que priva a los demás.

¿Qué es el amor? Un niño llamado Eros o Cupido, hijo de Afrodita o, si se prefiere, Venus: un mozalbete hideputa, travieso, loco de atar, venéreo y cegato.

Marte castigando a Cupido, Bartolomeo Manfredi (1613)

Ciego, sí, es el amor verdadero y eterno, que dura un par de años y que nos deja malheridos de muerte con sus flechas mucho más que Apolo con sus dardos. 
 
Tras los efectos desastrosos de EVICO-19(*), listas sus sucesivas actualizaciones: por lo pronto EVICO-20 a fin de perpetrar el golpe de Estado contra el pueblo.

¡Dios nos libre del amor y no sólo del amor de Dios! Y es que no hay peor herida que la del amor, porque es la única que no tiene eficaz cura ni remedio.

Como dice el cancionero: Amor loco, amor loco, yo por vos y vos por otro. Y además, digo yo, ese otro por el que vos estáis, señora, ay, no es tampoco para vos.

La tía Hortensia se quedó solterona, no soltera, lo que no es lo mismo; compuesta y sin novio, esperando durante toda su vida al hombre ideal inexistente.

La Ciencia -escribo esta palabra con mayúscula inicial honorífica, como corresponde a Dios- es la nueva fe en la que cree la mayoría ciega-, religiosamente. 
 
(*)EVICO acrónimo castellano formado por las siglas de Enfermedad del Virus "Corona", que equivale al extendido y propagado en lengua inglesa COVID Corona Virus Disease.

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