martes, 10 de noviembre de 2020

24 mensajes más encapsulados en mínimas dosis

 "El sueño de la razón produce monstruos" de Goya no alude al sueño onírico, óneiros, sino al hipnótico, hýpnos: los endriagos surgen cuando dormita la razón.



Nitimur in uetitum semper cupimusque negata: Siempre a prohibido tendemos y ansiamos lo que se niega, como dejó escrito el poeta Ovidio en verso en sus Amores.

Todos aciertan en sus críticas demoledoras y yerran al hacer propuestas constructivas, pues no puede edificarse nada nuevo en solar que no ha sido despejado.

Yo no tengo fe, que perdí hace no recuerdo cuánto tiempo, en que pueda haber un cambio dentro de la sociedad como resultado de unas elecciones democráticas.

Votar, apuntó Élisée Reclus, es abdicar o renunciar a la propia soberanía; de ahí que sea, digo yo, el sufragio universal un derecho y un deber, claudicación.

Sumergido en las olvidadizas aguas del Leteo, ignoro las reencarnaciones que tuve de mis antepasadas y, si he de proseguir el ciclo, las futuras que tendré.

Sólo se gana lo que se pierde y sólo se pierde lo que se gana, ni hay mal que para bien no venga ni pérdida que no sea al fin y a la postre opípara ganancia.

En el pasado no pasa nada porque ya pasó, en el futuro tampoco porque no ha pasado aún, de modo que ahora por lo uno o por lo otro no pasa nada desde luego.

Dios, sugiere el poeta Ovidio, es una "palabra sin cosa" que en vano inspira temor y es temida, pero capaz de mover a la gente con su estúpida fe y credulidad.

Fallecieron (y no murieron) noventa y tres españoles en la misión internacional (y no guerra) de Afganistán. ¡Cómo informando de la realidad nos la camuflan!

El diablo preguntó al carbonero: "¿En qué crees?" Y éste le contestó: “En lo que manda la Santa Madre Iglesia”. -"Y ¿qué manda?". -"Creer en lo que creo yo".

No preguntes por quién están doblando las campanas de la ermita que están tocando a muerto: todos morimos un poco a cada momento en cada uno de nosotros.

Hay ateos que creen en la Naturaleza, convirtiendo la ecología en nueva religión que promete la salvación planetaria y la suya propia, con fe de carbonero.

El fideísmo, palabro que deriva del latín fides, fe, es la actitud acrítica que consiste en creer en lo que manda la Madre Iglesia, sin necesidad de raciocinio.

¿No menospreció, acaso, Jesucristo el trabajo en el Sermón de la Montaña alabando a las aves de los cielos "que no siembran ni siegan ni amontonan en graneros"?

Ni siquiera el sabio rey Salomón se revistió nunca con toda su inmensa gloria como los humildes lirios de los campos, quienes jamás se afanaron por su atuendo.

Las elecciones con más de un pretendiente son siempre un quebradero de cabeza porque los electores no se ponen nunca de acuerdo en elegir a un solo candidato.

Mientras que Marta desempeñaba el trabajo doméstico de las tareas del hogar, María eligió la mejor parte: sentada a los pies del Señor, escuchaba sus palabras.

"Ni se compra ni se vende / el cariño verdadero; / no hay en el mundo dinero / para comprar los quereres", según letra del viejo pasodoble del maestro Monreal.

Contra el trabajo asalariado: La mejor actividad es la gratuita, la que se hace gratis por la gratificación de sus propias gracias y no por codicia del dinero.


Nobilísima la pretensión de Lucrecio de liberarnos a los hombres de la preocupación y del miedo, condenada como estaba al fracaso a la vuelta de los siglos.

Éxtasis místico: Salirse uno de uno mismo, dejando de girar en torno al hediente pozo del ego y de la personalidad propia, esa etimológica máscara o mascarilla.

...orquestada por la élite satánica con el beneplácito de la chusma de la casta política para poner en venta a precio de saldo a la gente en pública subasta.

Propagan un virus por el ancho mundo para que las empresas farmacéuticas obtengan, a río revuelto, copiosas ganancias por la venta de medicamentos y vacunas.


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