jueves, 30 de julio de 2020

Seguidilla y seguiriya gitana contra la Nueva Normalidad

La seguidilla es una copla de cuatro versos de arte menor, el primero y el tercero heptasílabos y el segundo y cuarto pentasílabos, con rima parcial en los pares,  que en su forma simple está atestiguada en nuestra lírica desde las jarchas de los siglos XI y XII. He aquí un ejemplo de cosecha propia:



Aunque es real, y tanto,
no es verdadera
la mascarada bufa
de la pandemia.

Nos han metido un virus
en la conciencia,
y no hay quien se lo saque
de la sesera;

un mostro virulento
que no nos deja
vivir y descuidarnos
a pierna suelta; 

un bicho que no es nada
más que una idea
real y al mismo tiempo
falsa moneda.


La seguiriya gitana, por su parte, es una copla de cuatro versos también: los dos primeros hexasílabos, el tercero hendecasílabo y el cuarto hexasílabo, con rima parcial entre el segundo y cuarto verso.



Todo tiene un precio
ay, en esta vida,
cuesta parné, madre mía, hasta el aire
que uno respira.

Gratuito el aire,
yo creía que era;
respiro a pleno pulmón, y dinero
es lo que me cuesta.

Señor policía,
¿qué me quiere usté?
Si tapo nariz y boca, me asfixio
y me ahogaré.

Por no llevar puesta
yo una mordaza,
cien pavos debe apoquinar el menda,
ay, y estoy sin blanca.

Que puedo, me dicen,
tener yo ese bicho
metido dentro, y que contagia y mata
a todo vecino.

Maldito mil veces
el puto individuo;
pero barrunto que yo no lo tengo,
no, que soy yo mismo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario