jueves, 16 de julio de 2020

Amar y trabajar

Hace tiempo echaban un anuncio de la ONCE por la tele que le atribuía a Sigmund Freud, "uno de los mayores intelectuales del siglo XX", la siguiente respuesta a la pregunta de qué era una persona sana: “Amigo mío, cualquier persona capaz de amar y trabajar.”




Como me extrañaba que Freud hubiera dicho algo así, poniendo al mismo nivel el amor y la maldición bíblica del trabajo como características de la salud, me puse a investigar el origen de la cita y su contexto. Y ¿qué descubro? Que la frase que se le atribuye pero que no está documentada en su obra es: “La salud es la capacidad de amar y trabajar” („Gesundheit ist die Fähigkeit, lieben und arbeiten zu können“). Es una definición de la salud en general, no de una persona sana, ni de la labor del psicoanálisis, aunque para él, se entiende que la tarea del psicoanalista es procurar la salud de sus pacientes.


No hay constancia de que Freud haya dicho o escrito eso aunque todo el mundo lo dé por sentado. Le pasa lo mismo a esta otra cita que se le atribuye y tiene su miga de gracia ya que Freud siempre buscaba simbolismos sexuales a todas las cosas, pero que tampoco está documentada: Manchmal ist eine Zigarre eine Zigarre (A veces un cigarro es un cigarro).

La etimología de “Arbeit” es bastante oscura en alemán, pero su campo semántico es muy similar al de nuestro “trabajo”, que, como se sabe, procede del latín tripalium, que era una especie de cepo o instrumento de tortura compuesto por tres maderos... a fin de cuentas una condena o suplicio como el otro. 

Trabajo en alemán se dice corrientemente "(die) Arbeit", y trabajar "arbeiten". Seguramente recordamos haber visto en muchas películas de nazis la leyenda que ponía a la entrada de los campos de exterminio nazis de Auschwitz y otros: Arbeit macht frei: El trabajo (nos) hace libres/libera.



Si echamos un vistazo al diccionario etimológico, se postula como origen el verbo germánico *arbejo, que significa "soy huérfano y, por lo tanto, me veo obligado a trabajar por necesidad". Esto crea una conexión con la raíz indoeuropea, *orbho- que indica alejamiento y separación, que en antiguo eslavo eclesiástico evolucionó a *orbu- con el significado de "esclavo" y también en checo y polaco a robota, que quiere decir "trabajo obligatorio", procedente de rabota "esclavitud",  de donde el origen de la palabra moderna robot.

En griego la raíz *orbho- evolucionó a ὀρφανός orphanós ‘que ha perdido un familiar’, de donde nos vienen, por la vía intermedia latina de orphanum, nuestros huérfano, orfanato y orfandad, mientras que en latín propiamente dicho la raíz evolucionó al adjetivo orbus ‘despojado de algo o de alguien, que pasa privación, y finalmente huérfano", palabra que en castellano se ha perdido, pero que se conserva por ejemplo en italiano orbo o catalán y rumano orb. 
 
La palabra “Arbeit” en antiguo alto alemán, hasta el siglo XI incluido quería decir "trabajo duro, peste, sufrimiento, resistencia", por lo que era claramente negativa y significaba principalmente algo que se ha sufrido pasivamente. El aspecto de la pasividad se pierde en el desarrollo posterior de la palabra, pero el trabajo sigue siendo una actividad laboriosa e indigna que solo realizan aquellos que tienen que luchar para ganarse la vida. Esta calificación permanece parcialmente hasta el alto alemán moderno del siglo XVI. 

Solo con Lutero la palabra "Arbeit" pierde en gran medida su significado despectivo y recibe la calificación positiva que tiene hoy. Marx y Engels, por su parte, plantean el concepto de “fuerza de trabajo” (Arbeitsvermögen), que es la capacidad física y mental de los seres humanos de producir un valor de uso. Se diferencia así del trabajo propiamente dicho (Arbeitskraft), que es la puesta en práctica de esa capacidad, al modo aristotélico de potencia ("fuerza de trabajo") y acto ("trabajo"). Contribuyen así Marx y Engels a dignificar el trabajo y la clase trabajadora, llamada a hacer la revolución.

Si identificamos la palabra "Arbeit", por lo tanto, con la esclavitud, resulta sarcástica y sangrante la frase de los nazis que citábamos de que el trabajo libera, y la atribuida a Freud de que la salud consiste en amar y trabajar. De hecho decía una canción popular de los años sesenta que había tres cosas en la vida: salud, dinero y amor, y que el que tuviera esas tres cosas "podía dar gracias a Dios". En la letra de esa canción se juntan la salud y el amor, pero no el trabajo, sino en todo caso el dinero.

Sospechaba yo que Freud no podía haber dicho que la salud fuera la capacidad de amar y de trabajar en el sentido que tiene la palabra trabajo para la mayoría de la gente, porque el trabajo, eso lo siente cualquiera, no puede ser algo bueno, como la propia historia de la palabra sugiere, aunque a veces usemos el término con otros sentidos más positivos como cuando decimos que un artista está trabajando en su obra o que alguien se está trabajando a una persona...

 
En alemán se dice Gesundheit! (¡salud!) cuando alguien estornuda (algo similar a nuestro ¡Jesús! o al God bless you! de los ingleses), expresando el deseo de conjurar así el fantasma de la enfermedad de la peste que se asociaba a ese síntoma. Entre nosotros se dice "¡salud!" cuando se brinda antes de beber.


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