Si quieres
hacer el Camino, estas son las pautas que debes tener en cuenta antes
de emprenderlo.
1ª.- Ten siempre presentes en tu corazón
los versos de Machado: “Caminante, no hay camino / se hace camino
al andar.”
2ª.- No hay meta ni destino que merezca la
pena: ni Roma ni Santiago. Ya sabes, peregrino: huye, como si fuera
la mismísima peste, del trillado camino.
3ª.- Viajero de verdad, que no vulgar
turista, no sabe a dónde va.
4ª.- Amer savoir celui qu'on tire du voyage. Lo escribió Baudelaire: Saber amargo aquél que se saca del viaje. El saber amargo y de alguna manera también el sabor amargo que obtenemos de los viajes es que no hay escapatoria, que el viaje es un engaño, y ese es el mayor aprendizaje, el del desengaño, contra lo que nos venden las agencias turísticas, que podemos obtener.
5ª También había que tener presente la frase que atribuyen a Aníbal sin demasiado fundamento: aut uiam inueniam aut faciam: o encontraré el camino o lo haré. Esta frase transmite un significado esencialmente negativo: no hay que seguir un camino preestablecido, pero tampoco hay que inventar ningún otro camino. Sabemos, desde Zenón por lo menos, que el movimiento no se demuestra andando.
Peregrino sin
rumbo, / Veleta al viento, / Recorriendo caminos / Voy y senderos.
Yo no llevo bordón / Ni calabaza, / Ni manto de estameña / Oscura o parda,
Ni tampoco un sombrero /De ala ancha y vuelta, / Ni zurrón ni mochila, / Ni una venera.
Soy sólo un caminante / Sin rumbo fijo / Sin brújula ni norte, / Sin un destino.
Yo no beso, devoto, /A ningún santo, /
Ni albergo el propósito / De ir a Santiago.
No es ese mi camino / Ni esa mi meta: / Ni Roma ni Santiago / De Compostela.