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sábado, 7 de septiembre de 2024

Bandada de jaicus

¿Qué puedo decir / que no fuera dicho ya / una y otra vez? 
oOo
 
 Vuelve el agua a fluir / al río que se secó; / se oye su canción. 
 
Caen a mis pies, / hojas lentas, yertas, muertas / al final del mes. 
 
Suave, arrastra el viento / las primeras hojas secas. / ¡Qué estremecimiento!
 oOo 
Día y noche, M. C. Escher (1938)
 
 Por el cielo azul / los pájaros en bandadas / volando se van. 
 
¡Cómo pasa el tiempo! / Otra vez voló el verano. / ¡Y no pasa nada! 
 
Zumba el abejorro / libando de flor en flor / y refunfuñando. 
 
El verano va / agostándose a su fin / lentamente ya.
 
Mece el viento sur / altas cañas de bambú: /¡Figúrate tú!
oOo
 
Tres mundos, M. C. Escher (1955)
 
 
No hay en el penal / celdas a disposición / libres que ocupar. 
 
Muy a mi pesar, / echo la vida a perder / ganándomela. 
 
Ganar es perder / en el juego del revés, / y perder, ganar. 
 
Yo no sé quién soy; / tampoco de dónde vengo / ni hacia dónde voy.
 
Ego sum qui sum, / habló el buey y dijo mu, / duro de testuz. 
 
¿Yo soy el que soy? / ¿Soy el que era y el que fui? / ¿Soy el que seré? 
oOo
 
Yo no sé sumar / por más vueltas que le doy / ¿uno y otro, dos? 

Tanto como saben, / y solo saben que sí: / no saben que no. 
oOo
Cinta de Moebius, M. C. Escher (1963)  
 
Presente y letal, / el virus del porvenir, / acechando está. 
 
¿Es delito odiar? / ¿No es lo mismo odiar que amar? / ¿Es delito amar? 
 
Un verano más. / Vino tinto con sifón / y una sed sin fin.

miércoles, 12 de junio de 2024

Comprimidos en cápsulas

Érase una vez, una vez que no acabó de pasar aún. 
 
En realidad todo cambia, y en verdad todo sigue igual. 
 
De repente, se ha levantado el viento, y va todo y yo a volar. 
 
Todo fluye, igual que el río que se quedó seco sin caudal. 
 
Lo mismo duró que lágrima de rocío al salir el sol. 
 
 
En la vieja charca salta la rana de Basho, chapotea el agua.
 
 ¿Qué será el amor, que nos tiene en vivas ascuas a nosotros dos? 
 
 ¿Error del sistema? No. El sistema es el error. ¡Ese es el problema! 
 
Se pone nocturna, por detrás de las montañas, fría ya la luna.
 
Pez, y no pescado, nadando en la mar salada, nunca en el mercado. 
 
¿La realidad? Es de la imaginación delirio ideal. 
 
Un lobo la paz camuflado bajo piel de oveja feroz. 
 
  ¿Crímenes de guerra? El crimen, la guerra misma en la negra tierra. 
 
 ¡Qué contradicción:  las imágenes atrofian la imaginación! 
 
Lo que se pierde es de alguna forma, también, ganancia a su vez. 
 
 Últimas noticias: Nada nuevo bajo el Sol, salvo el mismo Sol.
 
 ¿Hay vida después de la muerte? Y antes ¿la hay? ¿Quién la vio y la ve? 
 

 
¿Habrá vida en Marte? ¿La hay acaso aquí, en la Tierra? ¿Y en alguna parte? 
 
 “El trabajo libera” (lema de algunos campos de exterminio nazis) 
¿Quién nos librará del trabajo que nos da falsa libertad? 
 
 ¿Manda el pueblo allí, en el Reino Unido? No: el Big Ben es rey. 
 

 
Llega el finde ya, pero el fin de la semana ¿cuándo llegará? 
 
¿Cómo puede ser, si es imposible, que esté el magnolio en flor? 
 
 ¿Quién recordará el año, el día y el mes de la fecha de hoy? 
 
 oOo 
 
Helo aquí el week-end, el maldito invento inglés una y otra vez. Pero la semana al fin vuelve siempre a comenzar. 
 
 Canta, encantador, el petirrojo cantor triste su canción. Reconforta el corazón ahuyentando el mal de amor.
 
 
Me paro a escuchar la interminable canción, melodioso son del arrollo y las linfas que fluyen del hontanal.
 
Ya no soy aquel que era, aquel que fui una vez, pero el mismo soy. Es mentira y es verdad: Mira a ver si puede ser.
 
 oOo 
 
¿De qué nos sirve, en la presente situación, cambiar de conductor y no de dirección? 
 
Podemos elegir el carcelero que ha de vigilarnos, sin escapatoria ya de nuestro cautiverio. A eso, nada más, tan solo, se reduce nuestra libertad. 
 
Resuenan los clarines de la guerra a fin de que aceptemos condición de falsa paz.

viernes, 30 de junio de 2023

Mensajes, jaicus y una copla goliárdica

 La guerra contra el terrorismo internacional (global war on terrorism) resultó mucho más terrorífica que el terrorismo convencional que pretendía combatir. 
 
Nunca hay agresión / cuando ataca el tío Sam / sino intervención: 
 Libia, Afganistán, / Siria, Yemen, Paquistán, / Somalia e Iraq. 
 

 oOOo 
 
El ministro sanitario dice que las máscaras seguirán siendo recomendables, presente como sigue el virus, cuando no sean obligatorias en farmacias y hospitales. 
 
Dicen que ellos son / el gobierno de la gente: / gente que gobierna. 
 
oOOo 
 
 
Si nos roban, es por no hacer caso del cartel de la policía metropolitana -el que avisa no es traidor- de tener precaución en la zona donde operan carteristas.
 
oOOo 
Tras los virólogos, les toca a los meteorólogos ahora el turno de panicatacarnos con oleadas futuribles de rojas temperaturas mortales y llamaradas infernales.
 
 Noche de san Juan: / la realidad del mundo / toda ella arderá.
 
oOOo 
 La muerte es algo que ignoras cuando eres niño y muchacho, temes cuando llegas a la mitad del camino de la vida y le das la bienvenida cuando alcanzas la vejez. 
 
Y en aquellos días buscarán los hombres la muerte, y no la hallarán; y desearán morir, y la muerte huirá de ellos: (La pesadilla apocalíptica: la inmortalidad). 
 
 
 El futuro no es / nunca lo que imaginamos: / tal su gran virtud. 
 
oOOo 


El cartel del café lo dice bien claro en la lengua del Imperio: estamos sin efectivo, por lo que no se aceptan pagos en metálico, sino electrónicos o digitales. 
 
 Ni Dios puede hacer / todo poderoso que es / lo que es imposible.
 
oOOo 

 Si te pica, / ¡notifica!, / dice el tonto de Simón. / Un mosquito / muy chiquito / puede ser un problemón.

domingo, 18 de junio de 2023

Ejercicios de jaicus (del taller de métrica)

    Si partimos del esquema rítmico que propone Agustín García Calvo en su monumental Tratado de rítmica y prosodia y de métrica y versificación para el jaicu japonés, que sería + - + - + / + - + - + - + / + - + - +, en el que "+" representa una sílaba tónica o marcada rítmicamente en principio con el acento y "–" una sílaba átona o no marcada, nos encontramos efectivamente con un esquema silábico 5 / 7 / 5, que es el que ordinariamente se reconoce en los jaicus, pero si tenemos en cuenta que en la métrica española los versos que acaban en final agudo cuentan como que tienen una sílaba más sobre las que tienen realmente, el esquema silábico rítmico del jaicu japonés sería en castellano 6 / 8 / 6, por lo que podríamos reescribirlo así, poniendo entre paréntesis la última sílaba átona: + - + - + (-) / + - + - + - + (-) / + - + - + (-). Sirvan estos ejemplos:
 
   Se levanta el viento / y comienza a susurrar, / rumoroso, el chopo. 
 
 Ando yo descalzo / por la playa; una ola / me ha besado el pie.
 
De repente España / se volvió  lo que fue siempre: / una gran prisión.
 
¡Qué pena que yo / para ganarme la vida / tenga que perderla! 

 
 Si en la democracia / un hombre es un voto, yo / soy un voto nulo.

 No queremos ser / ni electores ni elegidos: / nadie, nunca, nada. 
 
 Aunque el vendaval / derribó el cerezo, el viejo / tronco ya echa flor.  
 
Individuo no / se nace, sino que se hace / a la fuerza uno.
 
 No ha tardado, no. / Como lobo hambriento, está / vivo aquí el dolor.
 
No se da en el tiempo / ni en el espacio; se da / ahora y aquí. 
 
En ocasiones, la rima consonante entre el primero y tercer verso nos recuerdan la tercerilla o el tercetillo castellanos, como por ejemplo:
 
 Suena muy lejana, / marcando el paso del tiempo, / sorda, la campana
 
En pie ya de guerra. / Si hubo paz alguna vez, / la tragó la tierra.
 
Troya amurallada, / de tu antiguo poderío, / ya no queda nada.  

Y ampliando la rima a los tres versos, algo como:
 
No cantan amores, / bucólicos, los pastores / sino desamores. 

 
 Y la rima asonante recuerda a la soledad castellana:
 
 Pasa el tiempo, pasan / días y años, pasa todo / mas
no pasa nada.

lunes, 22 de mayo de 2023

Retahíla de jaicus o jaicús

Están de moda los jaicus (o jaicús) japoneses. Se aprecia en estas composiciones poéticas la concisión de su brevedad, la alusión a una de las cuatro estaciones del año, la belleza de las imágenes y muchas otras pinturerías por el estilo. Su poética, dicen, se basa en la emoción que produce en el poeta la contemplación de la naturaleza. Pero ¿qué es formalmente un jaicu? 

Según la inevitable Güiquipedia, consiste en un poema breve de diecisiete sílabas, escrito en tres versos de cinco, siete y cinco sílabas respectivamente. Según esto, se trataría de una métrica “a sílabas cuntadas”, lo que no es exacto en absoluto, porque los ejemplos japoneses del género a veces no suman diecisiete sílabas, sino algunas más o algunas menos. 

A poco que se profundice, se descubre que el japonés cuenta con sílabas de dos moras, por lo que una de esas sílabas "largas" puede contar como dos elementos rítmicos. 

Entre nosotros, se han hecho imitaciones manteniendo este esquema de 5-7-5 sílabas, como en este ejemplo de Octavio Paz: Hecho de aire / entre pinos y rocas, / brota el poema, o este otro de Jorge Luis Borges: ¿Es un imperio / esa luz que se apaga / o una luciérnaga?, donde el último verso, que tiene seis sílabas, al acabar en palabra esdrújula cuenta como pentasílabo. 

Octavio Paz, precisamente, y Eikichi Hayashiya tradujeron al poeta japonés Matsuo Basho, considerado el padre del jaicu, ofreciéndonos de él esta bellísima perla: Este camino / nadie ya lo recorre, / salvo el crepúsculo

Muchos poetas actuales optan por aproximarse al jaicu japonés con una estrofa de tres versecillos con el esquema “corto, largo, corto” sin más atención al cómputo de sílabas. Y algunos ni siquiera se atienen al número tres, y entregándose al “verso libre” escriben como dice García Calvo “unos reguerillos de prosa tipográficamente separados”. 

La definición del jaicu no dice nada sobre su condición prosódica, como anota Agustín García Calvo en su monumental “Tratado de rítmica y prosodia y de métrica y versificación”, publicado por editorial Lucina en 2006, que propone como modelo rítmico japonés originario un esquema que podríamos llamar trocaico cataléctico, lo que conlleva un final yámbico o con marca rítmica en la sílaba final del verso, por lo que estos versos, según el cómputo silábico de la métrica castellana serían 6/8/6,  y ofrece este ejemplo propio: Al primer temblor / del Otoño, el frío ¡qué / dulce por la piel! 

Siguiendo este esquema propuesto por el maestro, ofrezco algunos humildes intentos propios en este sentido para devolver a los jaicus el esquema rítmico originario japonés, que no suelen seguir las traducciones a nuestra lengua que prefieren el esquema tópico de 5/7/5, o españolizarlos con nuestra seguidilla o la soleá de nuestra tradición. 


De aquí para allá, / cual rosal de Jericó, /sin echar raíz
 
Canta el ruiseñor /enjaulado su canción / que echa así a volar.
 
Margaritas mil / se abren por doquier en flor / despuntando abril.
 
Peino canas ya / pero qué me importa a mí, / viejo dizque soy.
 
Se acabó el pastel. / Picotea aquí y allá / migas el gorrión.
 
Una jaula y un / pajarito dentro, allí / sin poder volar.
 
 Un espejo, en él / veo a otro como yo / que me mira a mí.
 
Ambidiestro que es, / no se queda manco, no, / jamás el Poder.  
 

  ¡Mira, el abedul / de oro viejo amaneció / revestido aún!
 
El cerezo se ha / desprendido de otra más / hoja seca ya.
 
Mi imposible amor, / nunca haremos el amor / de verdad tú y yo.
 
Otra que arranqué / hoja de almanaque, el mes / concluyó otra vez.
 
Llueve, el vendaval / como un lobo aúlla, y yo / tomo solo el té. 
 
Sin ningún valor / las pesetas que ahorré / para el porvenir.
 
Grillo cantarín, / escuchando su cricrí / vuelvo a la niñez.  

Canta el ruiseñor, / el galán primaveral, / y enmudezco yo.


 

lunes, 10 de abril de 2023

Jaicus y tancas de abril

“Je est un autre” (Arthur Rimbaud) 
Yo soy otro que es 
diferente del que soy, 
distinto de mí.
 oOo 
 

¡Cuánta variedad
en el centro comercial
de la mismidad! 

oOo
La fe que perdí
pérdida grande no fue:
 fue lo que gané.
 
oOo
Pensar no es creer, 
es negar lo que se cree,
y es más: descreer. 


oOo
 Primavera ya,
según la publicidad, 
en el Corte Inglés.
 
oOo
 Mandar es mentir, 
gobernar es engañar 
hasta intimidar.
 
oOo
 Volando se van,
las ideas se me van 
con el vendaval.
 Y yo las dejo marchar 
echado a volar detrás. 
 
oOo
Es mi obligación, 
mi única obligación, 
ser a mi mismo fiel; 
mas no he de cumplirla yo, 
testarudamente infiel. 
 

oOo
 
Al atardecer
al estaque se lanzó
la garza real.
Vivo ningún pez quedó,
la silueta gris voló.

oOo
 
 
Si tú no estás, 
me adentro en un abismo 
de soledad. 
 
Si no estás tú, 
me abismo, oh soledad, 
en tus adentros. 
 
Si tú no estás, 
me adentro en la soledad
 de los abismos. 
 
Si no estás tú, 
se abre el abismo, y me entra
la soledad. 
 
 

domingo, 19 de marzo de 2023

Tancas y jaicús turolenses

Dejado de Dios / hay algún lugar aún / sin cartografiar / en el reino de Aragón / y provincia de Teruel. 
 
Al pasto a pacer / bajan las cabras del monte / y al río a beber. 
 
Diego e Isabel / postergaron un amor / que no pudo ser; / los amantes de Teruel, / necia ella y necio él. 
 
 
Érase una vez, / una vez que no existió / pero sí que fue. 
 
(El milagro de Calanda)
A un tal Pellicer / le amputaron una pierna, / y a su pata coja, / gracias a la Pilarica, / le volvió a crecer el pie. 
 
 
   ¡A la pata coja -gran milagro de Calanda- le ha crecido el pie!
 
 Los gorriones chillan, / buscan migajas de pan, / humildes pardales, / parlotean sin cesar, / sabe Dios lo que dirán.
 
 Aroma de miel / y,  aunque primavera no es, / almendros en flor. 
 
(Semana Santa)
Fiesta de interés / turístico nacional / e internacional: / la semana laboral / al son de bombo y tambor. 
 
 
 En el olivar / aceitunas de Aragón, / ¡qué bonicas son! 
 
(Natalio)
Érase un pastor / al que se le apareció / dentro de una gruta / la Virgen María en forma / de una talla medieval. 
 
Cielo de Teruel / atiborrado de estrellas / sin techo ni fin. 
 
 
 
 Igual que Buñuel, / he dejado de creer, / descreyente yo, / hombre de muy poca fe, / ateo gracias a Dios. 
 
 Haz, flor de romero, / que salga todo lo malo / y que entre lo bueno. 
 
(Gobierno de Aragón o El arte de gobernar)
Para gobernar / hay que saber engañar: / mandar es mentir, / mentir es intimidar / hasta lograr obediencia.
 
 Del cañaveral / echó su vuelo a volar / la garza real.  
 
 Cochiqueras mil / en el reino de Aragón. / Carne de cañón. / Denominación de origen: / los jamones de Teruel. 
 
Al amanecer, / luce Venus, y también / al atardecer.

domingo, 27 de junio de 2021

Algunos jaicus o jaicús más.

Llega ahora ya / de la escuela lo mejor: / la hora de salir. 
 
El verano al fin: / las cigarras otra vez / cantan su canción. 
 
Volveremos a ir / zarzamoras a buscar, / niños como ayer. 

Dentro del pajar, / heno seco cuyo olor / hace suspirar.
 
Nunca olvidaré / lo que no llegó a pasar / el verano aquél. 
 
 ¡Qué palpitación! /Otra vez, ninguna vez, / la primera vez. 
 
Ah, qué raro es / que se mueva y que a la vez / quieto el mundo esté.
  
La fiesta de san Juan,
Jules Breton (1875)
 
Tú, la luna y yo, / perfecto ménage à trois, / noche de san Juan.
 
Echan a volar/ pompas que hago de jabón / y estallando están. 
 
Yo te olvidaré / pero mi recuerdo a ti / no te olvidará.
 
En el abedul / una urraca se posó, / tormenta estival.
 
Porta cada cual /(porque siempre es carnaval) / máscara y disfraz.
 
 Si temo sufrir, / sufro ya por el temor / que albergando estoy.

Derecha que va / ya la flecha al corazón; / no hace mella en él.

 No, nada pasó / ni tampoco pasará: / solo paso yo.
 

miércoles, 24 de marzo de 2021

Ramillete de jaicus primaverales

Ya está aquí, en sazón,/ la alergia primaveral; / ¡qué contrariedad! 

Me di la inyección / y adquirí la inmunidad: / puedo ya morir.

El endrino en flor: / otra vez, igual que ayer, / aunque nunca igual.

¡Con qué envidia ve, / enjaulado, el ruiseñor / volar al pardal!

Bajo el abedul / susurraba el viento, mil / palabras de amor.

¿Otra vez está / llamando a la puerta Abril? / No hay segunda vez.

Una bala aquí /directa y derecha entró, / en el corazón.

Yo no sé quién soy. / Si te digo la verdad, / mintiéndote estoy.

Falsa información / ¿Quién la verificará? / Falsa, sí, y real.

 

Praderas en primavera, Walter Crane (1883)

 Viendo un cuadro yo / entro como sin querer / a perderme en él.

Primavera ya: / un reclamo comercial / en la World Wide Web.

¡Espectacular / el almendro -mira- en flor! / Se lo digo ¿a quién?

Huella carmesí  / de unos labios sin bozal, / rojo de pasión.

Un rayo de sol / entra por el ventanal / a alegrarme a mí.

Ven, cuéntamelo: / cómo todo ya cambió y / cómo sigue igual.

Late el corazón / igual que una codorniz / en jaula y corral.

Miedo no lo hé, / que él me embarga y tiene a mí / clavándoseme.

¿Me liberaré / de todo, incluso de mí / mismo yo también?

La pregunta es flor / que tiene que florecer / aun sin responder.

 

Oviedo, Grabado (1885)
 

Oviedo, ciudad / que amo y que no existe ya,  / que conservo aún. 

Niño, pregunté: / ¿Tiene techo el cielo azul? / Nadie respondió.

Vuelven a anidar / negras golondrinas hoy / en mi corazón.

Suelta cada cual / su opinión particual / cual ventosidad.

Muchos años yo / tengo encima, y muchos más / desengaños ya.

Urna electoral, / que es sarcófago, ataúd / y orza funeral.

No hice voto yo / de obediencia,  mas me lo han / impuesto a pesar.

Libre creo ser / y hago lo que manda hacer / el ordenador.

 Canta el mirlo un son: / llega el día ya a su fin / de hoy sin conclusión.

viernes, 19 de febrero de 2021

Abanico de jaicus y tancas

Jaicus:

Fuera ya el disfraz; / se ha acabado el carnaval; / mascarada, adiós.

Maldito reloj / que cuentas el palpitar / de mi corazón.

 ¡El magnolio en flor! / Febrero, loco de atar, / ¿quién te desató?

 Si ella está, no estoy; / si yo estoy, no está. ¿Qué es? / La felicidad.

 Igual que un ladrón / a la puerta, la vejez / acechando está. 

 Día y hora no / (ni almanaque ni reloj) / quiero yo saber. 

Sombras de oro y luz / de niñez que no acabó / de pasar aún.

 Ensordecedor, / canta el grillo su canción / con arduo tesón.

 Patético amor / y patético Platón, / que lo recetó. 

Impresión fugaz, / la gaviota en el azul / del cielo y el mar. 

El barco en la mar / deja larga estela atrás. / ¿Qué voy yo a dejar?

 Infinito ayer, / que proyecta su fulgor / hoy, ahora, aquí.

 Contra el tiempo va / este momento a estallar / una y otra vez.

 Moneditas de oro / suelta pobre acacia, rica / caridad de otoño.

 Cofre del tesoro, / el arcón de los juguetes / y los sueños rotos.

 Cantan las cigarras / pregonando los calores / de las horas largas. 

La luna en el lago, / desnuda en cuarto creciente; / impúdico baño.


Tancas:


(Variación sobre estribillo a lo divino de fray Íñigo de Mendoza: "Eres niño y as amor / ¿qué farás cuando mayor?").
 
Si eres niña y ya / tienes mal de amores, ay, / al crecer, ¿qué haras? / ¿Qué va a ser de ti, mayor? / ¿Qué será de ti, mujer? 
 
Dientes de león, / margaritas por doquier, / y violetas mil, / prímulas abiertas ya, /en flor por San Valentín. 
 
No se sabe a quién / a toda velocidad / le vendrá a buscar / la ambulancia, aullando atroz / con su intermitente luz.

lunes, 26 de octubre de 2020

Jaicus otoñales

Un jaicu otoñal: / hoja seca que al caer / muerta echó a volar.

 

Un frío glacial / ha comenzado a roer / mis huesos sin fin.

 

En la noche, heló / y la helada congeló / el río otra vez.

 

Sopla el vendaval, / y entre los árboles hay / vuelo de hojas mil.

 

Jaula abierta, y no / quiere el pájaro salir: / no sabe volar.

 

Hombre recto, igual / que una vara de bambú, / muy poco de fiar.

 

¿Soy feliz? No sé. / Creo que lo fui una vez, / hace tanto que...


Embozado, ¿a quién / vas, o te va, a contagiar, / solo como vas?

 

Tu sonrisa ¿quién / va en tus labios a leer, / velándonosla?

 

Se ha echado a gemir / de pronto el viento del Sur, / susurro autumnal.

 

¿No oyes el runrún / del viento murmurador, / hablando sin voz?

 

Hojas secas mil / pisándolas sin querer; / estremecedor.

 

Del viento el rumor, / barriendo hojarasca está / que me avienta a mí.

 

Del agua al beber, / escuchando la canción / en el manantial.

 

A la venta está / ya en el centro comercial / otra Navidad.

 

 Mordaza y bozal, / no se puede respirar; / mascarilla, adiós.

 

Siempre carnaval. / El vestido es el disfraz; / máscara la faz.

 

¿Quién va a detener / en prisión al huracán / hijo del monzón?

 

¿Credibilidad? / Digna de confianza no es / ni hay ninguna fe.

 

No sé qué iba a hacer / yo sin mí, pudiera así / ser tal vez feliz.

 

Floreció en mitad / del invierno, a la sazón, / el espino albar.

 

 

 

Volverá la flor / del endrino a blanquear: / no he de verla yo.

 

¿Quién gobierna aquí? / ¿Soberano el pueblo es? / ¡No! Reina el reloj.

 

La alcancía ya / llena de dinero está / sin ningún valor.

 

Un espejo y yo / no me reconozco en él: / ese no soy yo.

 

Un don Nadie soy. / Nada menos, nada más. / Otro igual que yo.

 

Viejo verde, en pos / de dorada mocedad, / joven sesentón.

 

No me olvida a mí / un recuerdo que olvidé, / ni me deja en paz.

 

(a Iván Illich) Es la Educación / nueva y religiosa fe / laica, universal.

 

(A Tomás Ibáñez) ¿Tomar el Poder? / Nunca tomas el Poder: / Él te toma a ti. 

 

La primera nuez / cayó, pregón de que ya / otoño llegó.

 


 

Tú lo olvidarás / pero no te dejará / su recuerdo en paz.

 

Un rayo de luz / de la luna llena entró / por el ventanal.

 

¿La felicidad? / ¡Ah, qué más quisiera yo! / ¡Ya no vive aquí!

 

Un espejo, en él / veo a otro como yo: / mi otro que eres tú.

 

Hay rebajas ya, / última oportunidad, / saldos de ocasión.

 

La sonrisa, así, / tras la mascarilla, no / se perfila ya.

 

A un charco cayó, / entre nubes de algodón / la luna otoñal.

 

Alfileres mil  / por la espalda me clavó / el acupuntor.

 

No hace falta rey, / ni tampoco que haya ley / ni sumisa grey.

 

En el lago está / la luna bañando allí / sin ningún pudor.

 

Chupando el pezón, / niño pequeño ojalá / fuera yo otra vez.

 

Navideño sol, / ha nacido el astro rey, / viejo niño Dios.

 

La noche cayó. / Hay toque de queda. El sol / no puede salir.