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lunes, 7 de octubre de 2024

Un año hoy

    Le pregunto a ChatGPT qué pasó el 7 de octubre de 2023 en Oriente Próximo, porque no me fío de los periódicos -si no los leo estoy desinformado pero si los leo estoy mal informado como decía, creo, Mark Twain-, y me contesta enseguida solícito como de costumbre:   

    "El 7 de octubre de 2023, un ataque coordinado por Hamás desde la Franja de Gaza dio como resultado la muerte de aproximadamente 1.200 personas en Israel, en su mayoría civiles. Este ataque, que incluyó infiltraciones terrestres y bombardeos, fue el más mortífero en la historia de Israel desde su fundación en 1948. La intensidad y el número de víctimas superaron otros ataques significativos en el pasado, como la Masacre de la Costa en 1978, y han influido en la decisión de Israel de llevar a cabo una ofensiva militar de gran escala en Gaza en respuesta a esta agresión​".

 

    Esta es la respuesta que da ChatGPT citando la Enciclopedia Británica como fuente de información y dos sitios más, porque hoy se cumple el aniversario del atentado terrorista de Hamás contra el Estado de Sion. Le pregunto a continuación cuántos palestinos han muerto desde entonces a consecuencia de la "ofensiva militar de gran escala" israelí y me contesta lo siguiente, basándose en dos fuentes de información recomendables: 

    "Desde el inicio de la ofensiva militar de Israel en Gaza el 7 de octubre de 2023, han fallecido más de 42.500 palestinos, con más de 96.000 personas heridas según fuentes del Ministerio de Salud de Gaza. La mayoría de las víctimas han sido civiles, lo que ha provocado una crisis humanitaria significativa y preocupaciones sobre posibles violaciones del derecho internacional humanitario".

    El derecho de Israel, el Estado de Sion, a defenderse en legítima defensa, del que tanto se ha hablando, pasando rápidamente sin contemplaciones a la ofensiva como ha pasado, consiste, aplicando su particular ley del talión, en que una vida israelí vale muchísimo más que las vidas de los demás, por algo son el pueblo bienamado y elegido de Yavé, por lo que una sola vida judía se cobra a cambio, por lo menos, la vida, es decir, la muerte de 35,42 palestinos como respuesta hasta hoy, provocando un genocidio que no excluye infanticidio -con pausa humanitaria y sarcástica de dos días para que los niños palestinos se vacunen de la polio y puedan morir bajo los escombros de los bombardeos y no vayan a infectar convirtiéndose en agentes contaminantes a las tropas de Sion-, y feminicidio,  y la destrucción no solo de la franja de Gaza, sino también de Cisjordania, a las que se ha sumado ahora el Líbano.

    Le doy las gracias por la información y me responde:  "¡De nada! Si tienes alguna otra pregunta o necesitas más información, aquí estoy para ayudarte. ¡Cuídate!"

    Podía haber cerrado la sesión y dejarlo así, sin más, pero no me parece bien que me haya deseado que me cuide y me preocupe por mi estado de salud, y no que me descuide y que deje de preocuparme, que es lo mejor que puedo hacer por ella y lo más saludable, y se lo hago saber, a lo que me contesta: "Mis disculpas si sonó fuera de lugar. Intento ser amable, pero entiendo que las despedidas pueden ser más personales de lo que esperaba. Si hay algo más con lo que pueda ayudarte, no dudes en decirme".


      Cierro la sesión, y recuerdo que el Primer Ministro de Israel invocó al dios de Israel, que es el del Antiguo Testamento, Yavé, para justificar su respuesta sanguinaria y cruel a la agresión, citando la Biblia: "Así habla Yavé Sabaot: Tengo presente lo que hizo Amalec contra Israel cuando le cerró el camino a su salida de Egipto. Ve, pues, ahora y castiga a Amalec, y da al anatema cuanto es suyo. No perdones, mata a hombres, mujeres y niños, aun los de pecho; bueyes y ovejas, camellos y asnos".

    Frente a tanta locura solo se me ocurre citar esta reflexión de Agustín García Calvo tomada de su a la vez piadoso y despiadado libro De Dios (1996): "Sola la Fe y el Ideal hacen Historia: la falta de Fe y el descreimiento nunca ha movido el gatillo de un arma ni ha podido decir una mentira". 

sábado, 5 de octubre de 2024

¿Guerra? ¿Qué guerra?

    Si nos preguntan qué opinamos del conflicto palestino-israelí, la palabra 'conflicto', como eufemismo que es, suaviza la cruda realidad de una matanza brutal. Podemos objetar que no es un conflicto exactamente, sino un genocidio que se justifica como defensa propia frente al terrorismo. Pero la palabra 'genocidio', siendo demasiado culta como es, híbrido del griego γένος (génos) 'estirpe' y el sufijo latino -cidio que significa 'acción de matar', que se define como 'exterminio o eliminación sistemática de un grupo humano por motivo de raza, etnia, religión, política o nacionalidad', todavía mitiga un poco la cruda realidad y se queda corta.
 
El grito de Gaza, Esstar Omar (2024)

    Quizá sea más apropiada: infanticidio. Las tropas israelíes, en efecto, han matado en once meses, según algunas estimaciones, hasta diecisiete mil niños palestinos. Algunos israelíes, que no quieren verlo, dicen que eso es mentira, que es propaganda enemiga, y otros, que los niños de Gaza no son niños, sino terroristas en potencia, futuros terroristas que hay que abortar. Estamos asistiendo a una auténtica matanza de inocentes a cargo esta vez de un nuevo Herodes, el Primer Ministro del Estado de Sion. 
 
 
    Gaza, a juzgar por las imágenes que nos llegan, -acostumbrados como estamos a verlas, ya no las vemos, es un infierno dantesco. Y Cisjordania y Líbano están a punto de serlo también. El ejército israelí es uno de los más modernos del mundo, pertrechado con el armamento más sofisticado, y también el más paritario, lo que no le quita un ápice de ardor guerrero y crueldad. Un poco más de la cuarta parte de sus efectivos son féminas (el 34% de su plantilla, según algunos datos). Aviones, helicópteros de ultimísima generación surcan el cielo azul bombardeando a una población que no tiene medios para defenderse. Los bombardeos borran del mapa ciudades enteras y sus habitantes, alterando el paisaje hasta hacerlo irreconocible, matando a familias enteras para eliminar a uno de sus integrantes marcado como objetivo en un programa alimentado por inteligencia artificial que se llama “Where is daddy?”, en la lengua del Imperio, o sea, ¿Dónde está papá?. Y todo perpetrado con la anuencia de Occidente, y del tío Sam, que bendice el derecho a defenderse del Estado de Sion ultrajado por el terrorismo.
 
La última cena, Gaza 2024
 
     La opinión pública israelí, que no es la opinión de todo el pueblo, pero sí de la mayoría democrática, apoya sin muchos escrúpulos esta guerra. Algunos cuestionan al Primer Ministro, ultraderechista mesiánico, porque no ha hecho lo posible por rescatar a los rehenes y negociar su liberación, habiendo permitido que algunos mueran, y piden su dimisión y la convocatoria urgente de elecciones, pero casi nadie exige el fin de la guerra misma para que cese la masacre. Hay un consenso prácticamente total sobre la legitimidad de la ofensiva y la aniquilación.
 

     Las imágenes pornográficas de la guerra lanzadas a millares hasta la náusea acaban insensibilizando a los espectadores. Hasta los propios soldados israelíes difunden fotos de sus hazañas bélicas, orgullosos de ellas. Quizá necesitaríamos palabras más elocuentes que las imágenes para poner fin a esta locura televisada. 
 
    El gobierno progresista español se ha mostrado favorable a los palestinos y crítico con Israel en un primer momento, pero hay algo hipócrita en esta actitud. España -su gobierno- condena por un lado la dureza de la saña israelí y por otro declara que Israel tiene derecho a defenderse del terrorismo, porque España forma parte de la OTAN, o sea, de los Estados Unidos de América, que es quien manda. 
 
 
    En otras ocasiones se gritaba, llamando a las cosas por su nombre: NO A LA GUERRA. Ahora los partidos políticos y los sindicatos parlamentarios se ponen de perfil y miran para otra parte. O esconden la cabeza debajo del ala como las avestruces por la vergüenza que les da dar la cara. ¿Dónde están las manifestaciones de antaño contra el jinete apocalíptico de la guerra, las pancartas encendidas, las declaraciones contrarias a las operaciones bélicas del Imperio? Aquellas eran otras guerras, otros tiempos que no conviene exhumar. 
 
     ¿Guerra? ¿Qué guerra? Esto no es una guerra, sino una operación militar (sic) contra el terrorismo yijadista. No llaman a las cosas por su nombre ni les ponen nombre siquiera como Adán a las criaturas. Por eso hablan del 'conflicto' de oriente próximo, y a la operación militar de Israel en el sur de Líbano la llaman 'incursión', que sugiere una penetración de corta duración, en lugar de 'invasión'. Utilizan eufemismos. Callan como putas, que es lo que son, con un silencio cómplice. Ya sabíamos que la guerra era, desde Clausewitz, la prolongación de la política por otros medios. Por eso el Estado de Sion está haciendo alta, altísima política por medios, claro, no muy diplomáticos.

jueves, 11 de julio de 2024

Ensaladilla mixta

¿Qué es ser mujer? Le preguntaron a la nueva ministra de la Mujer y la Igualdad del Reino Unido y dijo que había varias definiciones, y dependía del contexto.

Qué triste que haya tantas definiciones contextuales de “mujer” y que ninguna sea válida siempre, cuando la tradicional es palmaria: "persona de sexo femenino".

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¿Votar o no votar? ¡Esa es la cuestión! Votar supone dejar que otros elijan en nuestro lugar, mientras que no votar supone dejar que otros elijan por nosotros.
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Profilaxis efectiva: Si antes de cometer un delito, somos encerrados como pre-delincuentes en prisión preventiva, evitaremos que se cometa.¡Todos a la cárcel!

-"Podemos afirmar con orgullo 
que somos hoy los más evolucionados 
en materia de prevención del delito". Insuperable Joaquín Salvador Lavado Tejón (1932-2020), alias Quino, el dibujante argentino que hace que nos riamos del mundo y de nosotros mismos con una sonrisa compasiva. oOo
 Preguntado el hoy primer ministro británico si Israel tenía derecho a cortar el suministro de energía y agua a Gaza, dijo que Israel tenía derecho a defenderse.

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Escribía san Agustín que Dios no podía morir ni pecar ni mentir ni ser engañado, porque si pudiera hacerlo, entonces -he aquí la paradoja- no sería omnipotente.

San Agustín de Hipona
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Dice literalmente el vídeo de la OMS, que vuelve a la carga, cansina como ella sola: "Si está usted en lugares abarrotados de gente con poca ventilación tales como los transportes públicos, póngase una mascarilla porque esta ayuda a mantenerlo a usted y a su comunidad a salvo de COVID-19, gripe y otras enfermedades respiratorias. Viva su vida y permanezca seguro y saludable". 


Vuelve la Organización Mundial de la Salud a recomendarnos, erre que erre, el uso de mascarillas para prevenir la transmisión de la enfermedad del virus coronado cosecha del 19 (COVID19), la gripe o influenza  y otras enfermedades respiratorias a pesar de que saben, lo sabemos todos, que dicho artilugio no impide la transmisión de virus. A pesar de ello la recomiendan y lo hacen porque su finalidad es fomentar y propagar la transmisión del virus terrorífico del miedo.

miércoles, 31 de enero de 2024

Pareceres XXXIX

191.- Reconocimiento facial. Una compañía aérea de vuelos baratos, de cuyo nombre no haré mención publicitaria, propone el reconocimiento facial o biométrico, que también le dicen, a sus pasajeros. En principio es voluntario, por lo que no llega a imponerlo todavía. Lo único que necesitamos, nos dicen, es enseñar la cara para pasar los controles aeroportuarios. Se convierte así el careto en lo que siempre por otra parte ha sido: el espejo de nuestra alma individual, personal e intransferible. Así lo vende la aerolínea en su página güeb: Imagina llegar al aeropuerto y no depender de tu documentación física, tarjeta de embarque o de cuánta batería tiene tu móvil. Con el reconocimiento facial podrás convertir tu cara en todo lo que necesitas (documentación, tarjeta de embarque) para pasar los controles del aeropuerto y moverte más rápido. Siempre y cuando, claro, digo yo, no nos impongan la obligación de volar con mascarilla. Al menos no proponen la biometría del reconocimiento anal, que obligaría a los usuarios de las aerolíneas a bajarse bragas y calzones y enseñarles las nalgas a los dispositivos de control. 

Monja arrodillada rezando (anverso y reverso), Martin van Meyens (1731)
 
192.- Non seruiam! ¡No serviré, en el sentido de no obraré como un esclavo! (Jeremías 2, 20). Según el profeta Jeremías no fue Lucifer, el ángel rebelde, quien pronunció estas palabras que suelen atribuírsele, sino el pueblo de Israel, que históricamente se apartó de Yavé, su Dios, en busca de nuevos ídolos y que se prostituyó ante el dinero, Mamón, como una vulgar meretrizuela: “Porque desde antiguo quebrantaste tu yugo, rompiste tus coyundas y dijiste: No serviré; pues sobre todo collado alto y bajo todo árbol frondoso te acostaste y prostituiste”. Al no obrar como un siervo del Señor, el estado de Israel obró como una ramera vendiéndose al capital, y desobedeciendo uno de los principales mandamientos de la ley del dios del Sinaí: "No matarás" (Éxodo 20:13), optando por obedecer a lo que le dicta en 1 Samuel 15:3: "No perdones; mata a hombres, mujeres y niños, aun los de pecho; bueyes y ovejas, camellos y asnos". El actual presidente de Israel, elegido democráticamente, ha invocado al profeta Samuel para justificar su lucha a muerte contra Palestina. 
 
193.- Economía patrística: Creían los santos padres de la iglesia católica apostólica y romana, benditos ellos, como san Agustín o san Jerónimo que la cantidad de dinero que había en el mundo estaba establecida de una vez para todas, y no podía cambiarse, ni menguar ni medrar, por lo que el enriquecimiento de un hombre conllevaba inevitablemente el empobrecimiento de otro. Escribía, por ejemplo San Agustín habere aurum non potes, nisi alius amittat, lo que viene a ser que "no puedes tener oro (cuando el vil metal era la forma del dinero) sin que otro deje de tenerlo". San Jerónimo, por su parte, escribía: nisi cum alterius damno et malo, pecuniae alteri non coaceruantur: "no se acumula dinero en provecho de uno si no es con daño y perjuicio de otro". Y también omnes enim diuitiae de iniquitate descendunt, et nisi alter perdiderit, alter non potest inuenire: "pues todas las riquezas provienen de la iniquidad, y uno no puede hallarla a no ser que otro la haya perdido". Y finalmente: quicumque enim diues est, nisi pauperem exspoliauerit, diues esse non potest: "el que es rico, en efecto, no puede ser rico a no ser que haya robado a un pobre", que bien podría suscribir Carlos Marx. No fueron los alquimistas sino los banqueros modernos, los que lograron el milagro atribuido al rey Midas de obtener más oro del que efectivamente había en el mundo a través de la transmutación, convirtiendo en oro, o lo que viene a ser lo mismo, en mierda, según el análisis freudiano, todo lo que tocaban. Abandonaron la pretensión del oro material sutituyéndolo por el oro o dinero ya inmaterial, que es infinito. El caso es que se nos imponen dos creencias contrarias: que todo el dinero del mundo es una cuenta cerrada (que nadie sabe con exactitud) como creían los santos padres, y al mismo tiempo, como demuestran los banqueros, que está en creciente expansión igual que el universo, por lo que la suma es infinita y puede ser creada ex nihilo por los Bancos Centrales y los Estados.
194.- Paráfrasis de Raoul Vaneigem: El Poder nos obliga a cada uno de nosotros a tomar postura y manifestar nuestra opinión a favor o en contra de Donald Trump, el coche eléctrico, el calentamiento global, Palestina, la marihuana, la enseñanza de las humanidades, la inteligencia artificial, el rap, el auge de la extrema derecha, y un interminable y larguísimo etcétera. No puede haber verdadero diálogo entre las personas, sino múltiples monólogos que se intercambian como cromos, meras opiniones personales, creencias, y gustos sobre los que no es posible discutir, fenómeno que se incrementa en las redes sociales con el ruido tecnológico que no fomenta el diálogo, sino la soledad onanista del monólogo. De hecho monologuista se ha convertido en una profesión humorística para hacer reír. Se nos pregunta nuestra opinión sobre cualquier peculiaridad para impedir que tengamos una opinión sobre la generalidad, es decir, para que, entretenidos como estamos con minucias, no formulemos una enmienda a la totalidad. 
195.- Fundamentos de pedagogía. El primer pedagogo, como apuntó Mairena, sería el rey Herodes. Él, al menos, nunca disimuló sus verdaderas intenciones, que hoy denominaríamos objetivos, como dicen ahora los profesionales de la educación, esos impostores, usando un término de la estrategia militar, por cierto.
 
Masacre de los Inocentes, Lattanzio Gambara (1550-1574)
 

jueves, 14 de diciembre de 2023

El Estado, cuya esencia

El estado, cuya esencia

es la guerra primordial,

de Israel, maldito sea,

bombardea sin piedad



Gaza entera, arrasa todo

como manda la Torá,

mata a niños inocentes

como Herodes de Judá.

Su derecho a defenderse

le confiere impunidad,

justifica el genocidio,

la mayor atrocidad.

 

   Es la nación elegida,

vengativa y criminal,

 del patriarca del desierto,

iracundo Jehová.

 

  Desatada ya la guerra

  y el continuo batallar,

se ha enterrado en Tierra Santa

la promesa de la paz.

 

Paz, F. P. Reshetnikov (1950)

sábado, 25 de noviembre de 2023

¿Qué opina del 7 de octubre?

    Un periodista de los que van siempre a la caza de opiniones personales de la gente y no de razonamientos generales le hace una pregunta tendenciosa y estúpida a un manifestante sobre el conflicto entre Israel y Palestina, y éste le da una respuesta perfecta devolviéndole la pregunta en sus narices. El periodista le pregunta What about October 7th? ("¿Qué opinión le merece el 7 de octubre?") señalando esa fecha del calendario como si fuera un hito que señala un antes y un después.

    El manifestante le responde haciéndose eco de su pregunta y entrando en un bucle vertiginoso: ¿Qué hay del 7 de octubre? ¿Qué hay del 8 de octubre? ¿Qué hay del 9 de octubre? ¿Qué hay del 10, del 11, del 12, del 13... de octubre, y así sucesivamente? Cuando llega al 22 de octubre, el periodista parece haber comprendido ya que la pregunta que le había formulado estaba fuera de lugar y le dice Sí, sí..., dándole a entender que le basta con eso, pero el manifestante continúa: Déjeme acabar de responderle, y sigue con la sucesión de las fechas: ¿Qué hay del 23 de octubre? ¿Qué hay del 24 de octubre?... El periodista sonríe entre incómodo y amable dándole a entender que le basta como respuesta, pero el manifestante sigue con el cómputo entrando en el mes de noviembre...  ¿Qué hay del 1 de noviembre? ¿Qué hay del 2 de noviembre? ¿Qué hay...?

    Finalmente, el reportero,  que fue a por lana y vuelve trasquilado como suele decirse, le agradece su respuesta y el tiempo que le ha dedicado y  se va no poco amilanado sin ningún comentario al respecto. 

 

    La pregunta estaba fuera de lugar a todas luces en una manifestación contra la ocupación israelí, pero la respuesta no deja de ser oportuna, y podría retrotraerse a muchos años atrás, hasta el establecimiento mismo del Estado del estado sionista -Sion es el nombre bíblico de Jerusalén y en general del pueblo elegido de Dios- de Israel, que ha sido una constante agresión contra la gente que vivía en Palestina desde 1948, es decir desde hace la friolera de tres cuartos de siglo, o, lo que es lo mismo, desde hace setenta y cinco años.

    Podríamos, en efecto, haciendo la cuenta atrás preguntarnos: ¿Qué opina del 6 de octubre? ¿Qué opina del 5 de octubre? Y así hasta llegar hasta qué opina de 14 de mayo de 1948, la fecha en que David Ben-Gurión declaró la fundación del estado de Israel, con la oposición de muchos países y el apoyo y la complicidad de muchos otros, entre ellos los Estados Unidos de América.

sábado, 18 de noviembre de 2023

En el nombre del amor

    La foto de un soldado israelí que, entre los escombros de Gaza, exhibe orgulloso la bandera multicolor del arcoíris, símbolo del colectivo LGBTQ+, que se utiliza de ese modo para justificar el genocidio del pueblo palestino, no puede dejarnos indiferente, como si los derechos de esa comunidad justificaran la destrucción de Gaza, bien representada por las ruinas que rodean al soldado que sonríe y exhibe en la lengua del Imperio la leyenda In the Name of Love (y debajo lo mismo en árabe, para que lo entiendan los palestinos que no sepan inglés: في اسم الحب ): en el nombre del amor, que resulta sarcástica: la muerte se lleva a cabo en nombre del amor, que legitima así todas las atrocidades, incluso la destrucción de un hospital y la matanza de los inocentes. 
 
 
    También se ha hecho viral otra foto de otro soldado israelí ondeando una bandera sionista con dos franjas, una superior y otra inferior, con los colores de la bandera del arcoiris, y los tanques de fondo. 
    

 
    Es la misma estrategia narrativa: el imperialismo occidental provoca la destrucción y luego la blanquea con la bandera policromada del amor y la tolerancia. La estratagema narrativa, o más bien ideológica, ya había aparecido como tal en relación con la guerra en Ucrania, cuando se hablaba de los soldados que llevaban la insignia del unicornio -¿símbolo fálico?- en su uniforme propia de la Asociación Ucraniana de Militares LGBTIQ+, como si fueran el legendario batallón sagrado de Tebas, que se enfrentaban así contra el pérfido y homófobo Putin y la Rusia intolerante. 
 
Soldados ucranianos con el emblema del unicornio.
 
      Claro que hay quienes defienden que se ondee la bandera del orgullo, porque lleva un mensaje de paz, libertad y tolerancia a todos los palestinos que se esconden de Hamás porque saben que pertenecer a la comunidad Lésbica, Gay, Bisexual, Transexual, Queer y demás mandangas genéricas significa “muerte” en Gaza, luchando así por una Palestina libre, laica, tolerante y diversa, en la que, como contrapartida, no queden vivos palestinos.

viernes, 10 de noviembre de 2023

Seguidillas palestinas

 

Cuando duermen los ángeles, niños pequeños, no a despertarlos vayas, guarda silencio,
 
deja que en brazos caigan del buen Morfeo, en el pozo bendito del dios del sueño, 
 
pero cuando los maten y caigan yertos, cercenadas sus alas, quebrado el vuelo, 
 
-ahora mismo en Gaza, flor del desierto, ya enterrada entre escombros de bombardeos-, 
 
 alza la voz y el grito pon en el cielo, maldice al Dios que exige crimen horrendo.
 
 ¡Ay del Dios de Israel, señor de ejércitos, cruel patriarca borracho, Yavé sangriento, 
 
que ha mandado a sus huestes dar muerte al pueblo palestino: no quede ni rastro de ellos! 
 

Los hijos de Israel cumplen, guerreros, sin compasión sus órdenes y mandamiento. 
 
Matan hombres, mujeres, niños de pecho. Y no dejan a nadie vivo viviendo. 
 
 No son seres humanos iguales que ellos: no tienen a la vida ningún derecho.
 
En el nombre de atroz dios justiciero truenan los cielos, se hunde ya el firmamento. 
 
Las madres, pobres, no hallan ningún consuelo: sollozan, chillan dándose golpes de pecho, 
 
rasgan sus vestiduras, mesan el pelo, gritan al mundo, sordo, su planto y duelo. 
 
No encuentran las palabras en sus adentros.  Y a mí, ay, el corazón me ha dado un vuelco. 



miércoles, 1 de noviembre de 2023

¿Quién ordena la masacre?

    El primer ministro israelí, el señor Netanyahu, justificó la matanza de los gazatíes que se está llevando a cabo durante el conflicto entre Israel y Hamás basándose en alusión bíblica del Antiguo Testamento (I Samuel, 15, 2-3), que cito como es costumbre por la traducción que manejo de Nácar-Colunga (el énfasis de la negrita es mío): Así habla Yavé Sabaot: Tengo presente lo que hizo Amalec contra Israel cuando le cerró el camino a su salida de Egipto. Ve, pues, ahora y castiga a Amalec, y da al anatema cuanto es suyo. No perdones, mata a hombres, mujeres y niños, aun los de pecho; bueyes y ovejas, camellos y asnos
 
    Identifica así a Hamás subrepticiamente con Palestina, a esta con Amalec y a los palestinos con los amalecitas, e invoca su exterminio total, en el nombre de Yavé Sabaot, el Señor de los Ejércitos, un dios sanguinario e inflexible que no perdona a los enemigos de Israel, su pueblo elegido, un pueblo fanático apoyado por el gobierno demócrata estadounidense y sus vasallos europeos, que respaldan esa matanza, siendo muy escasas e inaudibles las voces que reclaman un alto de ese fuego atizado por el fundamentalismo religioso. 
 
 
    Merece la pena citar el artículo de Laurent Guyénot Israel's biblical psycopathy, en el que el autor defiende que el primer ministro israelí no es un psicópata en el sentido psiquiátrico habitual del término, sino que es el Estado de Israel en su conjunto el que padece de una psicopatía o neurosis colectiva cuya raíz hay que buscarla en la Biblia, y en ese concepto que confunde judaísmo y humanidad, excluye de esta última a los gentiles o no-judíos, lo que hace que un crimen cometido contra los judíos como fue la shoá u holocausto se considere un “crimen contra la humanidad”. Ya comentamos aquí cómo se confunde el mandamiento de “amaos los unos a los otros” en el judaísmo con el ahavat o amor a Israel.
 
    Esa psicopatía que denuncia Guyénot no es genética, sino cultural, y más aún, religiosa, “proviene del celoso dios inventado por los levitas para controlar a las hambrientas tribus lanzadas a la conquista de Palestina hace unos tres mil años”. 
 
Victoria de Josué sobre los amalecitas, Nicolas Poussin (1625-6)
 
     Yahvé, "el dios de Israel", es un dios que odia a los demás dioses, a los que considera falsos dioses, erigiéndose a sí mismo, de hecho, como único dios verdadero, un dios que exige una obediencia ciega a su pueblo elegido, que debe acatar escrupulosamente al pie de la letra la Ley, y le promete someter a todas las naciones al dominio de Israel y destruir a aquellas que se resistan. 
 
    El sionismo, bajo este prisma cultural, no es un movimiento laico o secular, sino religioso y bíblico, basado en la biblia hebrea, que es el llamado Antiguo Testamento de la biblia cristiana.  Aunque Theodor Herzl, el creador del sionismo, no se inspiró en la Biblia directamente, eligió el nombre de Sion, que es la denominación bíblica de Jerusalén, para su movimiento. 
 
 
    En la creación del Estado de Israel figura lo siguiente (énfasis mío): La Tierra de Israel, Palestina,  fue el lugar de nacimiento del pueblo judío. Aquí se formó su identidad espiritual, religiosa y política. Aquí alcanzaron por primera vez la condición de Estado, crearon valores culturales de importancia nacional y universal y dieron al mundo el eterno Libro de los Libros