444.- Para dar ejemplo. Tanto el ejército francés como el de las otras naciones participantes en la que se dijo que iba a ser la última de las últimas guerras mundiales (la der des der, la llamaron los franceses: la dernière (guerre) des dernières (guerres), algo así como si nosotros dijéramos “la ulti de las ultis”), y que ha pasado paradójicamente a la Historia como la Primera Guerra Mundial (1914-1918), pasando de ser la última a la primera de la serie, tuvieron que enfrentarse a los primeros rechazos de la obediencia debida a los superiores, lo que llevó a muchos soldados a la rebelión y a la deserción. Poco a poco iban multiplicándose los actos de insumisión y de rebeldía individuales y colectivos según se sucedían las derrotas militares, los errores de mando, y el número de muertos en los campos de batalla. Las autoridades militares decidieron entonces frenar los casos de indisciplina con diferentes sanciones que iban desde condena a trabajos forzados a ejecuciones frente a un pelotón de fusilamiento “para dar ejemplo”. La estupenda película Senderos de Gloria (1957) de Stanley Kubrick, que trata magistralmente el tema de los amotinamientos y de los fusilados para dar ejemplo, no pudo exhibirse en Francia hasta 1975. Los generales y mariscales no murieron en el frente de combate, sino en sus lechos de muerte.
viernes, 14 de noviembre de 2025
Pareceres XC
jueves, 13 de noviembre de 2025
El zorro en el gallinero (remasterizado)
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La principal preocupación sanitaria es que el virus pueda mutar o recombinarse para transmitirse fácilmente entre humanos, lo que podría originar una pandemia, otra pandemia más como la que tuvimos, suma y sigue, o peor aún, si cabe. Por eso se mantienen estrictas medidas de vigilancia y control en granjas y aves silvestres, por eso el terrorismo informativo de RTVE, el Ente Público que difunde para configurar el monstruo de la Opinión Pública, proclama urbi et orbi: España refuerza sus medidas contra la gripe aviar con la prohibición de criar aves de corral al aire libre.Y el resultado es esto:

miércoles, 12 de noviembre de 2025
Citas previas
Para saber lo que es bueno, no hace falta haberlo catado previamente: cualquiera sabe que lo bueno es bueno y, al primer sabor de boca, sabe bien, se reconoce.
La Educación Secundaria Obligatoria española, la ominosa ESO, nomen omen, es 'corrupción de menores al por mayor' en palabras de un amigo, profesor desesperado.
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martes, 11 de noviembre de 2025
Creer y pensar: no es lo mismo
Creer viene del latín 'credere', un término compuesto de dos raíces indoeuropeas: *kerd- 'corazón' (presente en el latín cor cordis, en el griego y derivados modernos cardía y en el inglés heart) y *dhē 'poner', cuyo significado primitivo sería, por lo tanto, 'poner el corazón', en el sentido de confiar, con un claro componente afectivo, mientras que 'pensar', que es el doblete culto del término patrimonial 'pesar', deriva del latín 'pensare', que significaba en principio valorar, medir, sopesar, aludiendo a una operación, como si dijéramos, más objetiva que se basa precisamente en la desconfianza de poner en tela de juicio lo que se cree.
Pensar, igual que razonar, es esencialmente repensar, revolverse contra el propio pensamiento: reflexionar, negarse a creer, es decir, desconfiar, no confiar en lo que uno cree. Cuando pensamos, pesamos y sopesamos, pero no emitimos opiniones personales, que no dejan de ser una interrupción del pensamiento que permite el afloramiento de las creencias.
El pensador, lejos de adherirse inmediatamente a sus opiniones, por el contrario, las cuestiona: no sólo piensa por sí mismo, sino también contra sí mismo. No solo debe desconfiar de los demás, sino también de sí mismo en primera instancia. ¿Es placentera esta lucha contra uno mismo? Es más fácil y por tanto más agradable aferrarse a las propias creencias que andarse cuestionando uno siempre a sí mismo y a los demás.
El hecho es que llamamos “verdadero” a lo que “creemos” que es verdad. Pero la verdad sólo es accesible por la vía negativa si el individuo piensa, reflexiona, es decir, si se cuestiona. Si el individuo deja de pensar, cree saber, pero podría ser que lo que él cree que es verdad sea, de hecho, falso. Por lo tanto, debe permanecer vigilante, continuar dudando, diciendo que no a sus propias opiniones.
Por un lado, “decimos que sí”, y tenemos más que pensamientos, ideas ya constituidas y fijadas, que ya no nos tomamos la molestia de cuestionar; tenemos ideas, pensamientos enquistados, encapsulados, es decir opiniones, pero precisamente ya no pensamos: creemos. Por otro lado, decimos que no, pensamos, reflexionamos y, con ello, empezamos a mover, cuestionar, de nuevo, creencias y opiniones, las de los demás, pero también las nuestras.
Hay que oponer, por lo tanto, “pensar” y “creer” y reconocer que la creencia es el único y verdadero adversario del pensamiento, y llegar a formular clara- y concisamente que pensar es dejar de creer. Poca gente entiende una formulación como esta, tan clara y sencilla como es sin embargo, porque la gran mayoría, e incluso aquellos que parecen despojados de toda religión, busca en las ciencias oráculos en los que puedan creer y depositar su fe, una fe religiosa a la que puedan adherirse.
El verdadero pensamiento o reflexión sería el escéptico que no renuncia a la búsqueda de la verdad, sino que la examina ("skeptomai", en griego, significa : "examino"). Por el contrario, la creencia sería “dogmática”: quien cree, no sólo afirma, sino que rechaza todo cuestionamiento. En otras palabras, el pensamiento (verdadero) sería el pensamiento “vivo”, el que está siempre en movimiento, el que se cuestiona constantemente. De nuevo, por el contrario, la creencia sería el pensamiento "muerto", el que está congelado, el que "se detiene" en una idea, es decir sobre una opinión, la considera verdadera, y por lo tanto no la cuestiona más.
Creer, en este sentido, es pues dejar de pensar. Y pensar es algo que uno debe hacer por sí mismo, sin dejar que otros piensen por uno porque esta función no puede delegarse democráticamente en la mayoría y en el fetiche fantasmagórico de la opinión pública, que no deja de ser una imposición estadística, esto es, del Estado y del capital, pero al mismo tiempo debe hacerse en común con los demás y contra ella. Creer que uno puede pensar, solo, es una ilusión; obviamente necesitamos a otros para ayudar a que nuestro pensamiento evolucione, a que nos ayuden a pensar contra nosotros mismos, es decir, contra nuestras creencias y opiniones personales.
lunes, 10 de noviembre de 2025
El cáncer como metáfora (y II)
La propia Sontag padeció la enfermedad tres veces, o mejor dicho, padeció tres cánceres distintos: cáncer de mama en los años setenta (que inspiró La enfermedad y sus metáforas), luego sarcoma uterino en los ochenta, y finalmente la leucemia que causó su muerte. A lo largo de su vida defendió que no debía pensarse el cáncer como un enemigo moral o un castigo, sino como un hecho biológico que debía afrontarse sin carga simbólica.
domingo, 9 de noviembre de 2025
Micropoemas (III)

Cuando parece que ha llegado al fin el fin de la semana, y que la pesadilla se ha acabado, vuelve sin remedio a comenzar.
El fin que nunca llega y todos deseamos es el de los relojes y los calendarios.
sábado, 8 de noviembre de 2025
El cáncer como metáfora (I)

viernes, 7 de noviembre de 2025
Un poema plástico de Fernando Arrabal
jueves, 6 de noviembre de 2025
El discurso del presidente
miércoles, 5 de noviembre de 2025
Pareceres LXXXIX
436.- Santificación on line. La reciente santificación del influencer de Dios, como ya se le conoce, o el santo patrono de interné, el adolescente Carlo Acutis, quizá uno de los santos más jóvenes del santoral cristiano, llevada a cabo por el Papa León XIV a comienzos de septiembre, revela una nueva y no sé si desesperada estrategia de la vieja iglesia católica, apostólica y romana para adaptarse a los nuevos tiempos que corren conectando con el mundo digital y con la juventud, y ofreciéndoles la promesa en línea de un cielo en la nube. Antes de morir arrebatado por una leucemia fulminante en el año del Señor de 2006 a la edad de quince años, el joven Carlo ya era una celebrity en las redes. Pionero del uso de visualización en directo para la oración, había creado espacios de acompañamiento espiritual en plataformas de comunicación, transmisión en vivo y mensajería, pero también había obrado gracias a su intercesión algún milagro post mortem, como la curación inexplicable de un niño en el Brasil y de una joven sometida a una craneotomía con muy pocas posibilidades de curación en Costa Rica. En el año del Señor de 2020 fue beatificado por el papa Francisco, siendo su proceso de canonización postergado por el fallecimiento de dicho Papa, hasta que finalmente su sucesor lo ha llevado a cabo, subiéndolo a los altarese, el pasado 7 de septiembre.
437.- Taller virtual de asistencia sexual. Ha llegado a mi correo electrónico un folleto propagandístico de un taller virtual de introducción a la asistencia sexual financiado por la Unión Europea y organizado por un Fondo de Mujeres (sic) llamado CALALA que es una fundación u organización feminista que apoya a organizaciones de mujeres racializadas, migrantes, del colectivo LGBTIQ*, tanto en España como en América Latina y por OTRAS (Organización de Trabajadoras Sexuales), que al parecer es un sindicato que aboga por la despenalización y por los derechos laborales de las trabajadoras sexuales, que imagino que es un eufemismo de prostitutas, que iba a celebrarse el pasado 29 de octubre a las 17:00 horas, cuya inscripción era gratuita, y que iba a ser impartido por Flor, una chica atractiva y sonriente, con medias de rejilla, sentada sobre una colcha verde, en un entorno en el que predominaban los colores morado, blanco y amarillo, en ese orden. OTRAS defiende que lo que ellas llaman el trabajo sexual sea reconocido como tal trabajo, como de hecho sucede con la denominación que eligen de “trabajo” para algo tan placentero como es el sexo, y que quienes lo ejercen tengan derechos laborales plenos: cotización, seguridad social, protección legal, pensión de jubilación etcétera. Apoyan, pues, la despenalización y regulación de la prostitución, y el taller virtual que imparte Flor está financiado por la Unión Europea. No sé en qué ha podido consistir dicho taller. Ignoro a quiénes está dirigido si a personas de ambos sexos (o más si hay más sexos): supongo que en la práctica masturbatoria. Si consideramos que la prostitución es un trabajo (y de hecho, según el dicho popular, es el oficio más viejo del mundo), hemos de concluir que cualquier otra forma de trabajo asalariado es un ejercicio de prostitución.
438.- Europa se remilitariza. Europa no solo se rearma, sino que también se remilitariza ante la amenaza rusa. Y así Alemania, la denominada antaño locomotora del viejo continente, pretende reintroducir el servicio militar obligatorio, voluntario por ahora, al mismo tiempo que las naciones del norte y el este aceleran la activación de los civiles para el caso de entrar en guerra. La Ministra de la Guerra del rey-no de las Españas, por su parte, para tranquilizar a los españolitos y españolitas que vienen al mundo y que guarde Dios descarta el regreso del servicio militar, la vieja mili de nuestros abuelos, a la curtida piel de toro. Pero no nos engañemos. El servicio militar obligatorio existe, se ha reencarnado por la Educación Primaria, que abarca desde los seis hasta los doce años de edad, y la Enseñanza Secundaria Obligatoria, que va de los doce a los dieciséis años, etapas ambas obligatorias en las que se imparte educación física y adoctrinamiento nacional, lo que antiguamente se denominaba Formación del Espíritu Nacional.
439.- Farmacopea. Hay cosas 'muy nuestras', como nuestras enfermedades y nuestra medicación, aunque solo una pequeña, mínima quizá, parte de los medicamentos que se venden en las farmacias sean realmente útiles y beneficiosos. El paciente generalmente entrado en años que toma medicación contra el colesterol, para la tensión, para la artritis reumatoide, es más que probable que desarrolle síntomas que se diagnostican como depresión (y entonces se le receta un fármaco antidepresivo) o como ansiedad (y entonces le ponen un ansiolítico), o el insomnio, y entonces la pastilla, otro fármaco, para dormir, por lo que los pacientes hipermedicalizados, además de tomar los fármacos para sus dolencias, tienen que tomar para las secuelas de sus trastornos. Y a todo esto ahora, en plena temporada otoño-invierno 2025, toca vacunarse, porque hay que prevenir, que vale más eso que lamentar. A propósito de la vacuna de la gripe, comenta el Periódico Global(ista) que el 60 por ciento del personal sanitario desoye -me encanta este verbo- la recomendación sanitaria de vacunarse contra la gripe que viene muy mala, malísima, como todos los años, este año, lo que significa que solo el 40 por ciento oye y obedece -etimológicamente obedecer viene del latín oboedire, que es un derivado de audire 'oír', con el sentido no solo de prestar oído sino de acatar lo que se oye, que es voz de mando. No analiza el citado periódico por qué “la campaña de inmunización frente a los virus respiratorios tropieza con la escasa implicación de los profesionales”, por decirlo con sus alambicadas palabras. ¿Por qué será? Por algo será. Nadie mejor que médicos y enfermeras saben lo que se está cociendo con esos preparados, o, como dice el poeta Aarón García Peña: “El verdugo no suele cortarse con su propia hacha”.
440.- Funeral de Estado: ¿Por qué lo llaman funeral de Estado cuando quieren decir acto cívico y aconfesional como homenaje a las víctimas? El último ejemplo de esta expresión utilizada por los medios ha sido el homenaje de las víctimas de la DANA (Depresión Aislada en los Niveles Altos), como llamaron a las lluvias torrenciales que acabaron provocando riadas que arramblaron con todo lo que encontraron por delante, incluidas vidas humanas, ocurrido hace un año? Es lo que en lenguaje religioso se llamaba Cabo de Año. El "cabo de año", ese ritual de duelo que marca el primer aniversario de la muerte de una pesona con el propósito de honrar su memoria y ayudar al difunto en su tránsito hacia no se sabe dónde, que se celebra exactamente un año después del fallecimiento. El acto se celebró en el Museo de las Ciencias Príncipe Felipe, nueva catedral laica donde se diviniza a la Ciencia. No es, no podía ser, un funeral religioso, ni tampoco de Estado, según la definición tradicional de la que hasta ahora disponíamos, reservado para las exequias organizadas por el Estado en memoria de Altas Autoridades, tales como reyes o presidentes del gobierno. El año pasado se celebró una ceremonia, esta vez religiosa, en la Catedral de Madrid por las víctimas de los atentados del 11M y se llamó “funeral de Estado”, aunque los fallecidos no fueran Altas Autoridades del Estado. Y es que en esta nueva etapa de la religión, los fuenrales no tienen que ser actos religiosos, deben ser laicos y aconfesionales. Ya en 2020 se celebró otro funeral de Estado en la Armería del Palacio Real a las víctimas de la pandemia. Lo que está claro es que el Estado tiene que honrar la memoria de sus víctimas, ya sea de la pandemia, de la dichosa Depresión Aislada o de un atentado terrorista.


























