miércoles, 3 de noviembre de 2021

Hechos, no probabilidades

    Cuando muere de repente un joven 'en buen estado de salud', es decir, sin ningún antecedente conocido hasta la fecha, al muy poco tiempo de haber recibido un pinchazo de la vacuna contra la enfermedad del virus coronado, y estar oficialmente inmunizado; cuando muere un joven que, prestándose voluntaria- y desinteresadamente a la inoculación,  pretendía salvar su vida y la de los demás, se dice que no hay por qué establecer una relación de causa a efecto entre lo uno y lo otro, que puede tratarse de una casualidad y no necesariamente de causalidad, con lo que la sedicente vacuna queda exonerada de toda responsabilidad, como ya están exentos los laboratorios que la crearon. Es cierto: no hay por qué caer en la falacia del 'post hoc ergo propter hoc' creyendo que lo que sucede antes es causa siempre de lo que viene después, que pasa así a ser su consecuencia.

    Los efectos clínicos adversos posteriores a la vacunación registrados podrían ser, en efecto,  casualidades, y no causalidades. Podrían en realidad  deberse a otros factores. Pero hay que tener en cuenta un criterio no poco importante, que es el tiempo transcurrido entre la inyección salvífica y la presentación del cuadro clínico adverso y contraproducente. Si vemos que el número de efectos adversos (por ejemplo infartos de miocardio e ictus) aumenta considerablemente en los primeros días posteriores a la inoculación y luego declina, parece una señal de que podría estar causalmente relacionado.

Centro de vacunación en Transilvania (Rumanía), castillo del conde Drácula.

    Pero esa misma lógica que no quiere buscar la causa porque no cree en ella y no quiere responsabilidades,  que sirve para salvar la maltrecha reputación de las vacunas, no se aplica en el sentido contrario: si no es la causa de la muerte, ¿hemos de suponer que es la causa de que la inmensa mayoría de los que se han inoculado, como predican los gobiernos y los medios a su servicio, haya salvado el pellejo y siga con vida a fecha de hoy?

    El presidente del gobierno español, por ejemplo, llegó a afirmar que gracias a las medidas draconianas que impuso su gobierno en plena pandemia (encierros, toques de queda, cuarentenas, mascarillas quirúrgicas, distancias personales, prohibición de reunirse personas no convivientes...) y que luego han sido consideradas anticonstitucionales porque se aplicó el “estado de alarma” y no el “estado de excepción” previsto en la constitución, se habían salvado doscientas mil vidas en nuestro país: una hipótesis indemostrable que se basa en un a todas luces exagerado e interesadamente improbable cálculo de probabilidades que se justificaba porque las medidas salvaban vidas que de lo contrario habrían peligrado.

 

    La vacunación de la población, la censura mediática y la imposición de un nuevo documento de identidad que demuestre que uno ha recibido la pauta completa de vacunación para poder hacer ciertas cosas que antes hacía sin ningún problema y que van, según los sitios, desde tomarse un café en un bar hasta poder trabajar, recibir un trasplante o viajar han creado una doble ciudadanía: ciudadanos de primera clase que pueden hacer esas cosas porque han recibido la gracia divina de la bendita inoculación y ciudadanos de segunda clase o capitidisminuidos, que deberían tener la decencia de segregarse de la comunidad voluntariamente, según Noam Chosmky, o ser recluidos como si de prisioneros se tratara porque son peligrosos para la comunidad: de hecho son el enemigo público número uno: el peor terrorista habido y por haber. 

 

    Si una persona se ha vacunado -y lo han hecho cientos de millones en todo el mundo- ¿ha salvado por eso su vida? ¿Es la vacuna la causa de que siga con vida y no se haya muerto de la misteriosa enfermedad contagiosa? ¿Cómo sabemos que la vacuna ha impedido que contraiga la enfermedad y que se vaya al otro barrio? Es más, cada vez hay más personas vacunadas que contraen la enfermedad. Se dice que es lógico (?) porque cada vez son más los vacunados, y no solamente son más, sino que son la mayoría aplastante de los que contraen la supuesta enfermedad o síndrome del virus coronado, y la mayoría los que se mueren supuestamente de él, y que en todo caso contraen la enfermedad en forma leve, casi sin síntomas, y que si no lo hubieran hecho, enfermarían gravemente y se pondrían al cabo de la muerte... Pero no lo sabemos. Reconozcamos que la hipótesis de que la vacuna salva vidas es indemostrable porque no sabemos qué hubiera sido de las personas que se han vacunado si no lo hubieran hecho. Sí sabemos, sin embargo, que algunos que sí lo hicieron han enfermado gravemente al poco tiempo y han muerto. Y no sólo algunos, sino muchos, demasiados ya, son los que enfermaron gravemente y fallecieron. Y eso son hechos con los que hay que contar y de los que hay que dar cuenta, no probabilidades indemostrables.

martes, 2 de noviembre de 2021

Entrada a la lírica popular femenina

-Madre mía, cáseme, 
que me pica el chiriví. 
-Hija mía, ráscale (*), 
que también me pica a mí. 
 
 *variante: Si te pica, ráscate. 
 
Se trata de un diálogo entre una madre y una hija. La hija le pide a la madre que le busque marido porque tiene calenturas, a lo que esta le contesta que se procure satisfacción a sí misma porque ella, que está casada, se supone aunque podría estar viuda igualmente,  tiene el mismo problema, lo que implica que el matrimonio no es la solución del mal que ambas padecen. Para algo tan sencillo como el deseo sexual no es necesario buscar un remedio institucional como el matrimonio, que a la larga puede ser más problemático que resolutivo: a pequeños problemas no deben buscarse grandes remedios cuando hay soluciones más sencillas al alcance de la mano. Tiene bastante la coplilla de protesta femenina contra el matrimonio en la respuesta desengañada de la madre. 
 
En cuanto al lenguaje de esta cuarteta anónima de la tradición oral, destaca el término, no documentado por otra parte, “chiriví”, de carácter más bien expresivo, que alude al coño. En cuanto a la estrofa, se trata de una cuarteta con rima abab, formada por cuatro octosílabos, o más exactamente heptasílabos oxítonos. Bien es verdad que los versos primero y tercero acaban en palabra proparoxítona (cáseme, ráscale), pero no por ello se consideran hexasílabos, ya que se pronuncian (casemé, rascaté) con un acento secundario que determina el ritmo, que es el de un dímetro trocaico cataléctico, por lo que funcionan como oxítonos. 
 
 
Una variante asturiana presenta el mismo diálogo entre la madre y la hija (la “fía” en bable), con la aparición del diminutivo “paxarín”, el pajarito, como metáfora afectiva para referirse al coño: “–Madre, you quiero casame / que me pica el paxarín. / –¡Arráscalo, fia del alma, / que tamién me pica a mí!” 
 
Nos encontramos, en ambos casos, ante una preciosa supervivencia de una canción que era ya conocida en el siglo XVI,  que fue glosada en el Cancionero del Bachiller Jhoan López. La versión que allí se recoge dice así: Madre, la mi madre, / que me come el quiquiriquí. / Ráscatele, hija, y calla, / que también me pica a mí. Y a continuación se glosa del siguiente modo: –Madre, no sé que me ha dado / que no lo puedo sufrir, / deste mal he de morir / si no es presto remediado; / nunca por nadie ha pasado / tanto mal como por mí. / –Ráscatele hija. / –¿Qué m’aprovecha el rascar / que más lo hago encender? / Otra cosa es menester / para haberle de curar, / y no se ha de dilatar / porque estoy fuera de mí. / Dadme otro medio mejor; / dejémonos de esas cosas: / las uñas son enconosas / y acrecientan el dolor; / dadme otro rascador / cual convenga para mí. 
 
En esta otra variante la hija desesperada le pide a la madre que le procure un novio no el matrimonio, y recibe de la madre una respuesta más deslenguada: -Madre, me busque usté un novio / que me pica el chapirí. / -Cállate, hija del demonio, / también me pican a mí / los cuatro pelos del coño.

lunes, 1 de noviembre de 2021

Refranero popular castellano latinizado de don Juan de Iriarte (y II)

También versificó don Juan de Iriarte algunos refranes castellanos en impecables dísticos elegíacos de hexámetro y pentámetro dactílicos, a modo de epigramas, entre los que destaco los siguientes:


Retrato alegórico de Juan de Iriarte 

Caballo que ha de ir a la guerra, 
no le come el lobo ni le aborta la yegua. 
 
Quisquis equus bellum debet periturus adire,
nec lupus hunc mandit,     hunc nec abortat equa.

oOo

El gaitero de Bujalance, 
un maravedí porque empiece, y diez porque acabe.
 
Unum tibicen malus, ut canat, accipit assem; 
at canere ut cesset     postulat ille decem.
 
oOo

El mozo por no saber, y el viejo por no poder, 
dejan las cosas perder.
 
Perdere cuncta solent pariter iuuenisque senexque,
quo rudis est iuuenis    inualidusque senex.

 Quien a médicos no cata / o escapa o Dios lo mata, / quien a ellos se ha entregado, / un verdugo y bien pagado.
 
Qui medicum uitat sanatur, obitue benigne;
qui uocat, is carum    uolt sibi carnificem.
 
 oOo

Pasó Pudiste, vino Querrás; entonces no quisiste, ahora no podrás.
 
Posse abiit, iam Velle uenit; cum posse licebat, 
nolueras, cum uis    iam nihil ipse potes. 
 
oOo

Pon lo tuyo en concejo: uno dirá que es blanco, otro que es bermejo.
 
Consilio rem, Prisce, tuam propone uidendam:
dixerit hic albam,     dixerit ille rubram.
 
oOo

Cuando lo busco nunca lo veo; 
cuando no lo busco, hételo aquí luego.
 
Nusquam repperio, quaeram licet undique, Sextum:
cum minime quaero,     tum mihi Sextus adest.

domingo, 31 de octubre de 2021

¿Chochea Noam Chomsky?

    No se puede negar que Noam Chomsky  es uno de los mayores intelectuales de la izquierda americana. Como lingüista, su gramática generativa y transformativa, mejor que 'transformacional' como se 'tradujo' entre nosotros generative and transformational grammar,  y su distinción entre la estructura superficial y la profunda de la frase han caído ya en el olvido. Él, sin embargo, ha sido uno de los críticos más implacables de las guerras llevadas a cabo por el Imperio en el mundo entero, es decir, de la política internacional de los Estados Unidos.

    Aunque estemos de acuerdo con él en sus críticas, no podemos estarlo  en sus adhesiones: ha apoyado los movimientos socialistas autoritarios sudamericanos y nacionalismos emergentes independentistas tales como el escocés y el catalán, entre nosotros, lo que no se entiende muy bien en alguien que se ha definido a veces como afín al movimiento libertario, esencialmente antinacionalista. Su crítica desde un punto de vista ácrata tiene valor en cuanto negativa, pero queda desautorizada totalmente desde el momento en que se hace positiva y favorable a movimientos como los citados que pretenden un cambio cosmético del mundo para que todo siga igual al fin y a la postre. 

Noam Chomsky (1928-...)
  
    El caso es que últimamente ha hecho unas declaraciones a favor del aislamiento de las personas que han rechazado la vacuna contra el virus coronado porque son, dice él, un peligro para la comunidad, afirmación gratuita sin ninguna evidencia científica cuando comienza a vislumbrarse que el auténtico peligro pueden constituirlo, antes bien, los que se han inoculado la proteían vírica y están favoreciendo la aparición de variantes del virus coronado. Ya antes se mostró poco crítico con las derivas que tomaron la mayoría de los gobiernos del mundo, y apoyó los encierros, el uso de las mascarillas, y todas las medidas que la élite imponía a toda la población. Algunos han pensado que chochea con los noventa y tantos años que tiene a sus espaldas, y que, como suele decirse, ha naufragado en la vejez, pero en realidad su opinión no está nada lejos de la opinión de la clase dominante y casta a la que siempre ha pertenecido en su versión de izquierda sistémica dentro del Instituto Tecnológico de Masachuses (MIT, acrónimo del Massachusetts Institute of Technology).

    En unas recientes declaraciones, en efecto, del 24 de octubre afirma que los que rechazan la vacuna son como los conductores que no respetan el código de circulación y se saltan un semáforo en rojo poniendo en peligro su vida y la de los demás. La única actitud conveniente, según él, es apartarlos de la comunidad, y que si no lo hacen voluntariamente hay que obligarles a hacerlo: They should have the decency to remove themselves from the community. If they refuse to do that, then measures have to be taken to safeguard the community from them. 

    Cuando el entrevistador le pregunta qué habría que hacer para alimentar a estas personas aisladas del resto, Chosmky, ni corto ni perezoso, responde en primer lugar que ese es su problema: Well, that’s actually their problem, y añade poco después, que habría que darles de comer como se les da a los prisioneros en la cárcel, con lo que se muestra como lo que es: no como un antiautoritario, sino como un firme y convencido partidario de la actual dictadura sanitaria globalizada y del apartheid que crea una clase de ciudadanos capitidisminuidos que han perdido su estatus anterior y ven ahora mermados sus derechos.

    Extraña esta opinión en alguien que se ha mostrado como él muy lúcido y crítico con la política del Imperio durante las últimas décadas, y que se ha proclamado muchas veces heredero del socialismo y del anarquismo clásicos. Pero era mentira, el anarquismo y socialismo decimonónicos eran antiparlamentarios y contrarios a la (pseudo)democracia representativa que padecemos, por lo que han estado fuera de la clasificación derecha/izquierda, que son las dos alas de la oligarquía capitalista que surgió de la revolución francesa y burguesa de 1789.

    No hace falta decir que los que actualmente se llaman socialistas y comunistas, y en general progresistas, como el sedicente 'gobierno de progreso' español, sirven tan bien como las derechas y aun mejor que estas al sistema capitalista que los nutre porque lo hacen solapadamente.

    Noam Chomsky no es un antisistema, sino todo lo contrario: un santón prosistema. No chochea. Cualquiera que escuche su entrevista, entiende que sus opiniones son coherentes con lo que siempre ha defendido. Y para algunos el de Chomsky es otro mito más que se derrumba. 

sábado, 30 de octubre de 2021

Refranero popular castellano latinizado de don Juan de Iriarte (I)

    De don Juan de Iriarte, el tío del célebre fabulista don Tomás de Iriarte, conservamos un manojo de refranes del acervo popular castellano que él versificó en latín; ofrezco aquí en esta primera entrega una pequeña pero no por ello poco significativa muestra de aquellos decires del pueblo castellano que me parece que mejor recogen esa sabiduría popular que es el escepticismo que pone en solfa y en duda todos los saberes. Iriarte convierte las diecinueve paremias castellanas elegidas en un hexámetro dactílico de perfecta factura cada una

Al que de miedo se murió, cagajones le hacen la sepultura. 
Cui timor interitum, merdae fecere sepulcrum. 

A quien no está hecho a bragas, las costuras le hacen llagas. 
Aspera inassuetas laedunt femoralia carnes. 

 ¿Adónde irá el buey que no are? 
 Bos ubinam, quocumque migret, uitabit aratrum?


El buey traba del arado, mas no de su grado. 
Bos equidem terrae, at non sponte, infigit aratrum.

El corcobado no ve su corcoba, sino la ajena.
Aspicit alterius sed non sua tubera gibber.

El pez que busca el anzuelo busca su duelo.
Hamum qui captat, captat sua funera piscis.

El que no duda no sabe cosa alguna.
Qui nullus dubitat, rem nullam, credito, callet.

En los nidos de antaño no hay pájaros hogaño. 
Hic ueteres annus uacuos uidet alite nidos. 

Ese es rey, que no vio rey.
Regia qui nunquam uidit diademata, rex est.

La cárcel y la cuaresma para los pobres es hecha.
Pauperibus carcer et quadragesima nata est. 

Más hiere mala palabra que espada afilada.
Vox male dicentis gladio plus saeuit acuto.

Mudanza de tiempos, bordón de necios.
Maxima stultorum spes est mutatio rerum.

No hay mal que por bien no venga.
Nil uenit aduersum quod non in prospera cedat.

Para ser puta y no ganar nada, más vale ser mujer honrada.
Praestiterit castam, quam gratis uiuere moecham.


Por miedo de gorriones no se dejan de sembrar cañamones.
Cannabis haud unquam satui gula passeris obstat.

Por tu ley, y por tu rey y por tu grey, y por lo tuyo morirás.
Pro sacris, pro rege mori fas est, pro gregre, pro re.

Quien a otro sirve no es libre.
Qui famulatur hero, non est, mihi credite, liber.

Quien canta sus males espanta.
Qui canit, ipse suo fugat infortunia cantu.

Uno y ninguno, todo es uno.
Unus homo et nullus numero censetur eodem.

viernes, 29 de octubre de 2021

Presentación de "El Condenado a Muerte" de Jean Genet

    Más conocido por sus novelas y piezas de teatro, el escritor francés Jean Genet (1910-1986) comenzó sin embargo escribiendo poesía. Su primera obra poética es este furibundo alegato contra la pena de muerte titulado Le condamné à mort, que compuso en 1942, dedicado a su amigo y amante Maurice Pilorge del que estaba enamorado, que fue acusado de asesinato, condenado a muerte y ejecutado en la guillotina en 1939.

    Antes de haber leído nada de Jean Genet, tuve noticia de él gracias a la edición que hizo Louis Forestier de la obra poética de Arthur Rimbaud publicada por Gallimard, donde cita como una de las claves interpretativas de la obra del poeta de Charleville una frase suya, sin especificar su fuente, que me fascinó: “Vivre c'est survivre à un enfant mort” (Vivir es sobrevivir a un niño muerto).

    “El condenado a muerte” me ha recordado esta frase, porque de alguna manera todos los adultos somos el sarcófago que contiene el cadáver que arrastramos a cuestas del niño que hemos sido. En el caso de Maurice Pilorge, el amigo de Jean Genet, su vida además fue truncada por un tribunal de justicia que le condenó a la pena capital por haber asesinado a un amante para robarle.

    La última ejecución con guillotina en Francia fue en el año 1977, siendo abolida la pena de muerte oficialmente en 1981 en el país vecino. Sin embargo, no debemos llamarnos a engaño, el hecho de que no exista la pena capital como tal acto de barbarie no significa que los Estados hayan dejado de administrar la vida y la muerte de sus súbditos de otra manera. Sucede lo mismo con la esclavitud, oficialmente abolida de la faz de la tierra, que no por ello conlleva, qué más quisiéramos, que los seres humanos hayamos dejado de ser esclavos de muchas otras formas y alcanzado la libertad.

    El poema consta de 268 versos: 264 alejandrinos o versos de catorce sílabas partidos por la mitad por una cesura en dos hemistiquios heptasílabos, con rima ABBA, y cuatro heptasílabos sueltos más que se unen como coda a cuatro de los 66 cuartetos que lo componen, rimando con los versos segundo y tercero. 

    Inserto la magnífica interpretación del poema que hace Christian Olivier del grupo Têtes raides:

  

    La traducción que presento por mi parte, y que puede leerse aquí,  está en verso, por supuesto. Una traducción en prosa sería sin duda más fiel al contenido del poema, pero sería infiel a la poesía. Sería como despojar a una canción de su melodía y reducirla a la letra, como si el contenido y no el ritmo que es la fuerza de las palabras fuera lo más importante.

    El verso empleado es el alejandrino, el mismo que usa  Genet, y aunque podría haber utilizado versos blancos, es decir sin rima, en mi versión como la mayoría de las traducciones que he consultado, he optado por la apuesta más difícil que es conservar la rima consonante o total del poema, lo que a veces ha sido muy sencillo por la hermandad de la lengua francesa y la española, pero la mayoría de ellas reconozco que bastante complicado y aun endiablado.  La poesía de Genet, por otra parte, no es fácil: mezcla las imágenes y metáforas más sublimes y los términos cultos con la jerga carcelaria y barriobajera más atrevida, sin rehuir la temática de la homosexualidad masculina, que hoy no escandaliza a nadie pero que era bastante atrevida sin duda para su época. Espero y deseo que pueda sonar de ese modo lo más parecido posible al original este canto de amor desesperado y denuncia contra la pena capital.

jueves, 28 de octubre de 2021

Dos tazas

El Ministerio de in-sanidad y propagación de las enfermedades ha acuñado un nuevo término para meter más miedo todavía, si cabe, a la población: co-infección. 

Dicen que hay que vacunarse de la gripe porque, aunque el año pasado no se la vio ni por el forro porque todo era covi, este año viene reforzada y malisísima. 

A la gripe no se la comió el lobo, y vuelve con saña por sus fueros, así que hay que “reducir la carga de enfermedad y las complicaciones que pueda ocasionar”. 

Si hay infección conjunta de lo uno con lo otro, el riesgo de éxito letal o sea muerte, que ya era considerable en el caso de una sola infección, se reduplica. 

La Comisión de Enfermedad Pública ha acordado que ambas vacunas se inyecten simultáneamente, una en cada brazo, según la evidencia científica existente. 

Los mayores de 70 años recibirán la tercera dosis de inmunización del covi a la vez que la vacuna de la gripe, matando, por así decir, dos pájaros de un tiro.


Se espera lograr mayores tasas de cobertura de vacunación en la población “diana”: mayores de 65 años, embarazadas, personal sanitario y personas vulnerables.

El Ministerio señala que pueden coincidir ambas patologías y aumentar las complicaciones en los grupos de riesgo para los que ambas enfermedades pueden ser especialmente dañinas.

El Ministerio ha elaborado un documento para la población con el objetivo de aclarar todas las dudas que hay, combatir falsos mitos y difundir los verdaderos.

Ambos virus presentan una gran variedad de síntomas, que pueden ir desde la ausencia de síntomas, o que sean muy leves, hasta enfermedades graves y la muerte.

Dos millones de españoles que fueron inmunizados con un suero monodosis van a recibir ahora un segundo pinchazo o dosis de recuerdo para reforzar la inmunidad.

Los que nos han infundido el pánico nos proporcionan ahora el remedio que lo cura: la doble vacunación. Si no queríamos taza, dos tazas: toma dosis duplicada.

martes, 26 de octubre de 2021

'El Padre de los Santos'


Traduzco, o recreo, mejor dicho, porque la traducción en sentido estricto es imposible, el soneto doblemente estrambótico porque tiene dos estrambotes como colofón, escrito en dialecto italiano romanesco por Giuseppe-Gioachino Belli el 6 de diciembre de 1832 en Roma, y titulado 'El padre de los Santos", que le dedicó a la polla y en el que aparecen cincuenta y un sinónimos o formas diferentes de referirse a lo mismo.
 
 A la polla puede llamarse pija, 
aparato, nervio, verga y cipote, 
pedazo-de-carne, mango, garrote, 
hisopo, berraco, gaita y clavija,
 
 manivela, picha, herramienta, rabo,
 el palitroque, la minga, la chorra, 
 instrumento, plátano, cachiporra, 
 cirio, mazo, tranca, pitorro y clavo; 
 
pinga y manubrio, pilila y vergajo, 
y ciruelo y pepino y el calvito, 
y canario y longaniza y badajo,
 
y, además, trabuco, paquete, pito, 
 y también crece-en-la-mano, carajo, 
 zurriago y mi hermanito pequeñito. 
 
Y añado que el doctor 
 lo llama falo, sexo varonil, 
órgano sexual y miembro viril. 
 
Y el viejo boticario dice Príapo, 
y pene su mujer 
cuando, Santo Dios, no le da placer.
 
 
"Aquí habita la felicidad"

 Fragmento de la película 'Gente di Roma' de Ettore Scola, donde se recita el soneto.
 
 
ER PADRE DE LI SANTI (Original):
 
Er cazzo se pò dì radica, ucello, 
Cicio, nerbo, tortore, pennarolo, 
Pezzo-de-carne, manico, cetrolo, 
Asperge, cucuzzola e stennarello. 
 
Cavicchio, canaletto e chiavistello, 
Er gionco, er guercio, er mio, nerchia, pirolo, 
Attaccapanni, moccolo, bruggnolo, 
Inguilla, torciorecchio, e manganello. 
 
Zeppa e batocco, cavola e tturaccio, 
 E maritozzo, e cannella, e ppipino, 
E ssalame, e ssarciccia, e ssanguinaccio. 
 
Poi scafa, canocchiale, arma, bambino, 
Poi torzo, cresscimmano, catenaccio, 
Mànnola, e mi'-fratello-piccinino. 
 
E te lascio perzino
Ch'er mi' dottore lo chiama cotale, 
Fallo, asta, verga e membro naturale.
 
 Quer vecchio de spezziale 
Dice Priapo; e la su' moje pene, 
Segno per dio che nun je torna bene.

lunes, 25 de octubre de 2021

Crisantemos para los muertos

El crisantemo simboliza la luz solar en el Extremo Oriente. Vino del país del Sol naciente a Europa, donde fue bautizado, no sin razón, con el nombre griego de χρυσός (chrysós, oro) y ἄνθεμον (ánthemon, flor), la flor dorada a causa del oro de sus pétalos.

El poeta Píndaro, muchos siglos antes de que llegara el crisantemo a la vieja Europa, ya cosechó el nombre:   ἄνθεμα χρυσοῦ (ánthema chrusoú, flores de oro) en uno de sus epinicios olímpicos. Leemos así en la traducción de Gredos de Alfonso Ortega de la Olímpica segunda: "...Allí con sus soplos / las brisas oceánicas envuelven la Isla / de los Bienaventurados; y flores de oro relucen, / unas de la tierra, nacidas de fúlgidos árboles, / y otras el agua las cría, / con cuyas guirnaldas enlazan sus manos y trenzan coronas".

Hay, por supuesto, crisantemos de otros colores, también bellísimos, blancos como la nieve, o rojos como la sangre, pero el crisantemo por excelencia es el amarillo,  que evoca la luz del sol: ex Oriente lux


La efímera floración del crisantemo coincide con el final de octubre y el comienzo de noviembre, cuando se conmemora la festividad cristiana de Todos los Santos y, al día siguiente, de los Fieles Difuntos. El cristianismo santifica la muerte, que abre la paradójica puerta de la vida verdadera y eterna, lo que no deja de ser un insulto para esta nuestra efímera y falsa vida terrenal.

Curiosa paradoja, lo que era una flor de vida en oriente se convierte en el occidente cristiano en la flor que honra la memoria de los muertos. Pero la muerte no existe aquí y ahora; la muerte real es siempre futura. Ya lo dijo el divino Epicuro, que nos libra de su temor con el consuelo de la razón, así como su paladín latino Lucrecio: Nil igitur mors est ad nos neque pertinet hilum: Nada es pués a nosotros la muerte y nada nos toca, como tradujo el célebre hexámetro García Calvo. 

Diógenes Laercio, en sus Vidas y opiniones de los filósofos ilustres (X, 125-126), obra a la que tanto debemos, nos ha transmitido esta preciosa carta de Epicuro a Meneceo. Merece la pena leerla en el original griego: 

τὸ φρικωδέστατον οὖν τῶν κακῶν ὁ θάνατος οὐθὲν πρὸς ἡμᾶς, ἐπειδή περ ὅταν μὲν ἡμεῖς ὦμεν, ὁ θάνατος οὐ πάρεστιν· ὅταν δ᾽ ὁ θάνατος παρῇ, τόθ᾽ ἡμεῖς οὐκ ἐσμέν. οὔτε οὖν πρὸς τοὺς ζῶντάς ἐστιν οὔτε πρὸς τοὺς τετελευτηκότας, ἐπειδήπερ περὶ οὓς μὲν οὐκ ἔστιν, οἱ δ᾽ οὐκέτι εἰσίν. 

El más aterrador por tanto de los males, la muerte, nada es para nosotros, por cuanto mientras nosotros estamos, la muerte no está presente; y cuando la muerte esté presente, entonces nosotros no estaremos. Por tanto, ni para los que están vivos es, ni para los que han muerto, por cuanto para unos no está, y los otros ya no están ellos. 

ἀλλ᾽ οἱ πολλοὶ τὸν θάνατον ὁτὲ μὲν ὡς μέγιστον τῶν κακῶν φεύγουσιν, ὁτὲ δὲ ὡς ἀνάπαυσιν τῶν ἐν τῷ ζῆν [κακῶν αἱροῦνται. ὁ δὲ σοφὸς οὔτε παραιτεῖται τὸ ζῆν] οὔτε φοβεῖται τὸ μὴ ζῆν· οὔτε γὰρ αὐτῷ προσίσταται τὸ ζῆν οὔτε δοξάζεται κακὸν εἶναι τὸ μὴ ζῆν. ὥσπερ δὲ τὸ σιτίον οὐ τὸ πλεῖον πάντως ἀλλὰ τὸ ἥδιστον αἱρεῖται, οὕτω καὶ χρόνον οὐ τὸν μήκιστον ἀλλὰ τὸν ἥδιστον καρπίζεται. 

Pero la muchedumbre ora huye a la muerte como el peor de los males, ora como cese de cuanto hay en el vivir [de malo la elige. El sabio en cambio, ni repudia el vivir] ni teme el no vivir; pues ni lo hastía el vivir ni cree que sea un mal el no vivir; y así como no elige la comida más abundante, sino la más sabrosa, así tampoco disfruta el tiempo más largo, sino el más placentero. 


Incompatibilidad, pues, de caracteres entre la muerte y nosotros. Los muertos tampoco existen. O mejor dicho: los únicos muertos que existen somos nosotros mismos, los seres supuestamente vivientes aquí y ahora. El día de Todos los Santos es el día de todos nosotros, nuestro día. Crisantemos, pues, para nosotros, para todos.

Una referencia literaria española: Mariano José de Larra escribe en "Día de Difuntos de 1836. Fígaro en el cementerio": ¿Dónde está el cementerio? ¿Fuera o dentro? Un vértigo espantoso se apoderó de mí, y comencé a ver claro. El cementerio está dentro de Madrid. Madrid es el cementerio. Pero vasto cementerio donde cada casa es el nicho de una familia, cada calle el sepulcro de un acontecimiento, cada corazón la urna cineraria de una esperanza o de un deseo.   

domingo, 24 de octubre de 2021

La ponzoña del embuste

    Ya una vieja fábula de Esopo, conocida como Hermes y los artesanos, la número 103 en la edición de Perry y la 111 en la de Chambry, nos habla de cómo Zeus, el dios supremo que era en un panteón politeísta jerárquico que prefigura ya el futuro monoteísmo triunfante judeocristiano y musulmán, ordena a Hermes, el Mercurio de los romanos, dios de los comerciantes y príncipe de los ladrones, a los que de alguna forma equipara bajo su patrocinio, que infunda a todos los artesanos (τεχνῖται techníitai dice en griego, o sea, los que aplican la τέχνη téchnee la técnica o el arte a la fabricación de cosas) la ponzoña del embuste, lo que en griego se dice ψεύδους φάρμακον (pseúdous fármakon, es decir el fármaco de lo pseudo- o falso, o el virus de lo fake, en la lengua del Imperio).

    Hermes, hijo de Zeus y de la ninfa Maya, es un dios en principio ajeno al Olimpo, que nació en una cueva del monte Cileno, de donde le viene el sobrenombre de Cilenio.

 

Mercurio alado con caduceo y bolsa de dinero ¿Iacopo Zucchi/Lodovico Buti?, ca. 1572
 

    Hermes niño robó a su hermano Apolo, que guardaba como pastor el ganado de Admeto, parte de su rebaño aprovechando el descuido de este, que estaba más atento a sus amores que al ganado. La propiedad es un robo, como sentenció Proudhon. Hermes no la destruye robándola sino que se apropia de ella. Lleva las reses a través de toda Grecia sin dejar huellas de su paso. Astuto como era, se las había ingeniado amarrando una rama a la cola de cada animal para borrar su rastro. Cuando estuvo seguro, sacrificó dos de los animales robados, dividiéndolos en doce partes: una para cada uno de los doce dioses inmortales, a fin de congraciárselos. 

    Apolo buscaba furioso su rebaño extraviado por todas partes. Zeus ordenó a Hermes que le devolviese el rebaño a Apolo.  Hermes, entre tanto, había fabricado con el caparazón de una tortuga y los intestinos tesados de los bueyes sacrificados el primer instrumento musical de cuerda: la lira de Hermes.   La lira es, por lo tanto, un objeto técnico que convierte a su fabricante en τεχνίτης (techníitees), es decir, en artesano. Sumaba así Hermes a su incipiente condición de ladrón la de artesano.  

    La furia de Apolo, que había visto la lira de Hermes y oído su melodía, desapareció por completo como por arte de encantamiento. Seducido por las notas musicales, como los marineros cuando escuchaban los cánticos de las Sirenas, ofreció a su hermano cambiar su ganado por la lira, a lo que Hermes accedió gustoso, estableciéndose así la primitiva forma de intercambio comercial y transacción de propiedades que es el trueque, no mediada todavía por la aparición del dinero.

   Volviendo a la fábula esópica, Hermes hizo lo que Zeus le mandó, preparó la poción y la distribuyó en partes iguales entre todos los gremios, aunque la parte que le sobraba al final, que no era poca, se la echó toda a los zapateros, que serían según la fábula los más embusteros de todos los comerciantes, sin que sepamos muy bien a qué se debe esta tirria en particular a ese gremio. ¿Será por la dificultad de que el calzado se ahorme al pie y sea el pie el que deba ahormarse al calzado? Algunos refranes castellanos aluden también a la condición embustera de los zapateros, que eran poco de fiar: Un sastre, un barbero y un zapatero, tres personas distintas y ninguno es verdadero; y Cazadores, sastres y zapateros los más embusteros. Desde entonces, concluye la moraleja de la fábula, todos los artesanos, y en esta denominación hay que incluir a los comerciantes,  son falsarios, lo que en griego se dice “pseudólogos”. 

      Hemos visto, pues, cómo Hermes suma, a la condición de astuto ladrón que robó el ganado que cuidaba su hermano y a la de ingenioso artesano que inventó la lira, la de comerciante, que trocó el instrumento que había fabricado por el ganado que había robado, legitimando así la propiedad, es decir, el robo. Nadie, pues, más indicado que él para distribuir el fármaco de la falsedad entre los fabricantes y los mercaderes, y convertirse en el moderno dios y símbolo del comercio.   

sábado, 23 de octubre de 2021

Ultimísimas noticias

Byung-Chul Han ha reformulado el viejo panem et circenses de Juvenal con la versión “renta básica y juegos de ordenador”, adaptándolo así a nuestra coyuntura. 
 
“La gente come noi non molla mai” (La gente como nosotros no se rinde nunca) cantan los estibadores de Trieste en huelga contra el green pass de la vergüenza. 
 
 
¿Pensando en tu próxima escapada? Date cuenta de que vayas a donde vayas, no escaparás de ti mismo: donde quiera que vayas te acompañará tu propia identidad. 
 
Tanto si gana la derecha como la izquierda quien sale ganando es el capital, ave rapaz que necesita entrambas alas a fin de alzar con ellas el vuelo y rapiñar. 
 
 
La ciencia, da igual social que natural, es la nueva religión para mucha gente que cree en ella sin que quepa la duda, con una fe ciega que no admite discusión. 
 
La moderna solidaridad con su “hoy por ti y mañana por mí”, nueva versión del interesado “do ut des” o te doy para que me des de los romanos, no es caritativa. 
 
 
 Para gobernar hay que meter miedo con el cálculo de probabilidades improbables, y con la más improbable de todas: la propia muerte de uno mismo, sobre todo. 
 
Vivir con miedo, vivir acojonado, vivir con el corazón engurruñado en un puño, no es vivir, sino estar “muerto de miedo” en el sentido literal de la expresión.