sábado, 30 de noviembre de 2024

Crocodylus Niloticus

      Ya Heródoto, el padre de la historiografía, había dejado escrito que todos los egipcios no tenían las mismas creencias, porque estas no son universales, sino particulares. Para algunos de ellos, por ejemplo, los cocodrilos eran sagrados, y los veneraban eligiendo algunos ejemplares desde pequeños para amaestrarlos y volverlos mansos. Llegaban a adornar a los elegidos con colgantes de piedras engastadas y oro, y brazaletes en sus patas delanteras, suministrándoles alimentos selectos y víctimas y brindándoles, mientras vivían, toda suerte de cuidados y atenciones, embalsamándolos a su muerte y sepultándolos en féretros sagrados. Pero para otros egipcios, escribía Heródoto,  eran animales aborrecibles que de ningún modo consideraban divinos, sino que llegaban incluso a darles caza con un lazo, arriesgando algunos temerarios su vida en el intento, para luego comérselos, algo que a los ojos de los primeros era sin duda un sacrilegio imperdonable. 
 
    A propósito de la rivalidad religiosa entre los egipcios, refiere el poeta satírico latino Juvenal un curioso episodio entre los habitantes de dos ciudades del alto Egipto, no lejos de Tebas, en la margen occidental del Nilo,  Ombos -¿actual Kom Ombo?-,  y Téntira, la de umbrosos palmerales, actual Déndera, que mantenían encendida una antigua animadversión a causa de sus creencias religiosas. Escribe el poeta satírico que ambas localidades rinden culto a sus dioses y odian a los de sus vecinos pues creen que solo hay que considerar dioses a los propios que ellos adoran y no a los ajenos.
 
      Es más que probable que el casus belli del episodio que narra Juvenal fuera, aunque él no lo mencione expresamente, el cocodrilo del Nilo.
 
    En Ombos, en efecto, se veneraba al dios-cocodrilo, Sobek. Se han encontrado incluso momias de estos reptiles que son indicio de la extensión y relevancia de su culto. Los tentiritas, sin embargo, no solo no deificaban al cocodrilo, sino que lo aborrecían, le daban caza y se alimentaban de él, algo que creó una hostilidad ancestral entre ambas comunidades. 
      Durante un festival al que asistían ombitas y tentiritas, escribe Juvenal cargando sin duda las tintas, después de un copioso banquete y de mucho vino, al séptimo día, hubo por un lado danzas de hombres al son de un flautista negro, ungüentos de todo tipo, flores y muchas guirnaldas en las frentes, pero por el otro un odio famélico, insatisfecho (ieiunum odium, un odio hambriento porque está ayuno) que acaba en un enfrentamiento verbal y en los primeros insultos cuando se caldean los ánimos, y comienza la bronca. Y cuando las palabras y los gritos no son suficientes, se llega a las manos y comienzan los puñetazos, patadas y empujones. 
 
    Lo que al principio parecía una pelea entre niños, un juego, acaba recrudeciéndose. Empieza a correr la sangre de narices y dientes rotos. Y a alguno se le ocurre tomar una piedra del suelo y arrojársela a alguien a la cabeza. Unos y otros, imitándole, se acribillan a pedradas. Nadie es capaz de mediar para que cese la violencia, que va en aumento. Uno echa meno entonces de la espada, y comienza a herir con ella. Otros entonces recurren abiertamente ya a las armas, que estaban esperando sin duda su momento, ávidas de su uso: sacan flechas de sus aljabas, las ponen en los arcos, los tensan y disparan. Los tentiritas huyen a la estampida.

 
Bajorrelieve de Sobek, el dios cocodrilo, en el templo de Kom Ombo.
 
    Aquello ya no es una pelea de niños, sino una batalla campal. Los tentiritas se dan a la fuga. Uno de ellos, en su precipitada carrera, resbala y, muerto de miedo, cae al suelo y es capturado por los perseguidores. En un arrebato de crueldad sin límite lo descuartizan y despedazan vivo como si fueran bacantes enloquecidas, lo matan y devoran su carne cruda en un alarde de antropofagia brutal, ya que ni siquiera esperan a guisarla en una cazuela hirviendo o a asarla al fuego como se hace con otras carnes, lo que repugna más todavía, royendo hasta los huesos y lamiendo la sangre derramada por la tierra. A tal grado de locura puede llevar el fanatismo religioso.

viernes, 29 de noviembre de 2024

Romance de doña Lambra

Los hijos de don Gonzalo Gústioz y de doña Sancha fueron siete, como siete los soles de la semana, 
 varones fueron granados los siete infantes de Lara, caballeros de nobleza y alta alcurnia castellana. 
 
A las bodas concurrieron de su tío y doña Lambra, la señora de Bureba, a ser su tía llamada. 
Las bodas fueron en Burgos, las tornabodas en Salas. Unas y otras en Castilla serán siempre recordadas.


 Álvar Sánchez, primo hermano de la novia que casaba y Gonzalo, el más pequeño de los infantes de Lara, 
como gallos de pelea mucho entrambos porfiaban,  cual de los dos en las justas mejor bohordo lanzara. 

Llegaron así a las manos después de duras palabras. Cuando las razones huelgan, son los puños los que mandan. 
Da un puñetazo el infante a Alvar Sánchez en la cara.  Cae Sánchez del caballo, de la caída se mata.
 
 Da grandes voces la novia, que a su primo bien amaba: “Nunca dama en casamiento fuera así tan deshonrada”. 
 Lamentaba aquella muerte que sus bodas mancillara. Tío y sobrino disputan, y mucho se reprochaban. 
 
 El conde Garci Fernández, aquel de las manos blancas, medió y calmó la contienda, no a la bella desposada. 
 Los siete infantes marcharon con sus halcones de caza, cobrado se han muchas aves que a su tía le regalan.
 

En la huerta del palacio, a la vera del Arlanza, a la espera del yantar ya huelgan y se solazan. 
El más joven, don Gonzalo, se ha quitado ya las calzas, y en paños menores entra a bañar su azor al agua. 
 
 No cuidaba aquel buen mozo que los ojos de las damas de la torre del palacio con codicia lo cataban. 
Y lo ha visto, la primera, muy cuitada, doña Lambra, y a su corazón le pesa como honda puñalada. 
 
“¿No veis, mis dueñas, les dice, el infante que se baña en meros paños de lino que sus vergüenzas no tapan?
 Lo hace, creo, el malnacido, maldita sea su estampa, para que de él nos prendemos nosotras embelesadas.
 
 Mucho me pesa que escape sin recibir la revancha de la muerte de mi primo que él matara noramala". 
Mandó llamar a un vasallo que era de grande confianza, herida en su corazón, y furiosa de la rabia: 
 
“Toma y rellena un cohombro de sangre y ve y se lo lanzas, a los pechos del infante don Gonzalo, y a la cara,
 el cual, como vino al mundo, en el río, allá, se baña. Y no temas, no eres tú, sino tu ama quien lo manda”. 
 
 Hizo aquello el fiel vasallo que su dueña le mandara. Los hermanos, que lo vieron, se sonrieron de la chanza. 
Pero el joven pendenciero no reía, que se enfada de aquella tan gran deshonra, que es oprobio y grave infamia. 
 
Y a sus hermanos afea que no tomen ya sus armas y persigan al villano y descubran quién le manda. La sangre llama a la sangre y al fragor de las espadas y estas llaman a la muerte cuando son desenvainadas. 
 
El vasallo busca amparo y refugio entre las faldas, bajo el brial de su señora, más los infantes lo alcanzan. 
Allí mismo le dan muerte clavándole siete dagas. Las prendas que lo cubrían se tiñen ensangrentadas. 
 
 Huyeron los siete infantes hacia su heredad de Salas,  cabalgando en sus caballos iban por la vega llana. Lloró tres días seguidos, doña Lambra muy cuitada. Solo tenía en los labios una palabra: venganza.
 
Luto guardó y se plañía: "Viuda soy recién casada porque no tengo marido que aquí a la sazón me valga".
Y maldijo a los infantes, que entre los moros mal hayan, que degüellen sus cabezas a tajos de cimitarra. 
 
 

jueves, 28 de noviembre de 2024

Cabaré de variedades (I)

¿Cuál es el reto del Ministerio del Gobierno del Reyno de España para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico? ¿Somos demasiados? ¿Sobramos los de abajo?

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Orgüeliana: La guerra es la paz (y viceversa: la paz es la guerra).

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Dice el capo de la OMS que la mpox, que ha causado ocho muertes en el último mes en todo el mundo, sigue siendo una emergencia de salud pública internacional.

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 Un rayo de luna
llena penetró al trasluz
por el ventanal.
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¿Vacuna Gripe y Covid? ¡No, gracias!
 

El mejor plan para este invierno es evitar las vacunas fracasadas de la gripe y del cóvid que las campañas mercantiles farmacéuticas nos aconsejan inyectarnos.

Salvapantallas del Hospital Clínico Universitario de Valladolid de la Consejería de Sanidad de Castilla y León. Sabemos para quién está bien. No para nosotros.



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Los billetes de banco deberían llevar todos esta advertencia bien visible: “El dinero, como el Poder, corrompe. Cuanto más dinero tenemos, más nos corrompemos”.
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Los paranoicos de la conspiración creen que el Estado está teóricamente para protegernos, los medios para informarnos y la industria farmacéutica para curarnos.

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El mejor candidato a la Presidencia del Gobierno: Nadie.


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 La prestigiosa fotógrafa Annie Leibovitz retrata a Su Majestad, la Reina Doña Letizia, como si fuera modelo de alta costura o estrella de Jólivud espectacular.

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Esto es un simulacro. Permanezcan atentos a sus pantallas: recibirán un mensaje de texto, sonará un pitido y vibrará el móvil aunque esté apagado y en silencio.
 

miércoles, 27 de noviembre de 2024

Onfaloscopia u onfaloscopía

    El neologismo onfaloscopia u onfaloscopía -ambas acentuaciones serían válidas a juzgar por lo que sucede con microscopia y microscopía- no está recogido a fecha de hoy en el diccionario de la culta Academia. No sé yo a qué espera la susodicha institución para decirnos que se trata de un compuesto del griego  ὀμφαλός a través del latín omphalos ('ombligo') y scopia ('acción de ver, examen'), que  sería la contemplación del ombligo, ya sea en el sentido figurado con que lo emplea Rafael Sánchez Ferlosio, cuando habla de la 'empachosa onfaloscopia' de los nacionalismos, atentos solo a su propia esencia identitaria, a su San Simismo, como dice don Rafael, y a creer que son la pepita del universo, que orbitaría alrededor de su propio ombligo egocéntrico, o ya sea en sentido literal, como hacían algunos monjes de los monasterios del monte Atos, dentro del hesicasmo del cristianismo ortodoxo, que buscaban mediante la oración continua la unión con Dios concentrándose en el ombligo como punto de enfoque espiritual mediante la paz interior, el silencio y la contemplación.
 
  
¿Por qué el pincel de Lucas Cranach El Viejo pintó, como muchos otros pintores también, en el Jardín del Edén a nuestros primeros padres Adán y Eva con ombligo?

     Para los antiguos griegos, en Delfos se hallaba el centro del mundo, porque allí se habían entrecruzado las dos águilas que Zeus hizo volar desde dos puntos opuestos del mundo. Allí se encuentra la piedra cónica llamada ónfalo, dejada por Zeus a modo de mojón para señalarlo.  Se cree que esa piedra podría haber sido la misma que, envuelta en pañales le entregó su madre Gea, para engañarlo, a su padre Crono, que devoraba a sus hijos varones para evitar que se cumpliera la profecía de que uno de ellos iba a destronarlo como efectivamente hizo, y que él engulló en lugar de Zeus.
 
Ónfalo de Delfos.  

Mirándose el ombligo.

 
 ¿Por qué Miguel Ángel pintó en la bóveda de la Capilla Sixtina a Adán, si era él el primer hombre, con un ombligo que es huella que delata un cordón umbilical?

martes, 26 de noviembre de 2024

Pareceres LXII

301.- Volver al cine. Las salas de cine tienen cada vez menos espectadores. En los últimos años, sobre todo, se ha producido una deserción casi total del sector. Muchas han cerrado en el centro de la ciudad y en los pueblos. Su cierre se explica por el auge de las plataformas digitales que ha provocado el cambio de hábito de muchos cinéfilos tras la pandem(enc)ia, quienes huían de los espacios públicos -que se decían contagiosos- y buscaban los privados y domésticos de la reclusión familiar. Pero la cosa ya venía de antes con las cintas de vídeo que se alquilaban en los videoclubes y los DVD, solo que se vio favorecida con la aparición del virus coronado. Sin embargo la experiencia de entrar en una sala oscura, sentarse en una butaca, olvidarse uno de sus problemas y circunstancias y meterse en la pantalla sigue siendo única, y es una pena ver esta decadencia. Los pocos espectadores, además, que frecuentan una sala cinematográfica se ven alterados por sus teléfonos móviles supuestamente inteligentes, incapaces de mantenerlos apagados o en silencio, enviando y recibiendo guasaps, por lo que no pueden disfrutar de la experiencia inmersiva y única de meterse dentro de una película. Me encantaría poder redescubrir el placer de disfrutar de una buena película en una oscura sala de cine, metáfora de la caverna platónica, que era para mí una experiencia semanalmente inolvidable, pero me da la sensación de que el séptimo arte ha muerto. 


 302.- El plátano de Cattelan. No es un plátano cualquiera. Es una obra de arte. Un chef-d'oeuvre. No por nada, sino porque lo ha hecho un artista Maurizio Cattelan (1960-...), y lo presentó en 2019 adherido a una pared con una cinta americana en la Art Basel Miami Beach bajo el título de "Comediante", quizá porque el artista o la propia obra de arte se estaba riendo de nosotros, su público. Fue vendido entonces por la no despreciable suma de 120.000 dólares, con lo que se convirtió en el plátano más caro del planeta. Pero la fruta, que no tardará en madurar, ennegrecerse y pudrirse, pero siempre podrá sustituirse por otra, ha vuelto a ser noticia porque recientemente la obra, que no deja de ser un insulto al arte y a la inteligencia, ha vuelto a venderse en una subasta, y lo ha hecho por la astronómica cifra de 6.200.000 (seis millones doscientos mil) dólares, revalorizándose considerablemente como puede comprobarse. Una buena inversión que ha enriquecido a su artista, un provocador que, si fuera español, a la pregunta de qué es el arte, respondería "pasmarte, morirte, petrificarte de frío". 

 

 303.- Hombres de poca fe. Perder la fe, que es lo peor que hay, si eso fuera posible, sería paradójicamente una ganancia. Me gustaría poder decir y escribir que la fe va perdiendo terreno día a día en las vidas de las personas, que nadie cree ya en nada, pero no es verdad, desgraciadamente. Es cierto que la mayoría de la gente no cree ya en Dios, que es una fantasmagoría monoteísta del pasado: soy ateo, gracias a Dios, dijo Buñuel. A fin de cuentas Dios no era más que un pretexto para creer en algo. Pero la pérdida de fe de mucha gente en Dios, el fantasmón judeocristiano del pasado, no significa que la gente no crea en ninguna otra cosa, sino que ha sustituido una creencia obsoleta, por otras supercherías más modernas y no menos perniciosas, como por ejemplo la economía, que es la cara verdadera y dura de la política, y el dinero o Becerro de Oro, que es la nueva epifanía del viejo dios de Israel, o la importancia del individuo y la real gana de su voluntad personal o voto (y lo llaman libertad y no lo es) o el sufragio universal y o el cambio climático, cuyo negacionismo, según dicen, mata. Dicen que la fe puede mover montañas, y puede que sea verdad, pero a mí me parece, y a cualquiera, creo yo, que es mejor que las montañas estén quietas, inmóviles donde están, que no se muevan y produzcan un terremoto. Amén. 


 304.- No hay más que denuncias. Los asuntos ya no se resuelven cara a cara, de tú a tú. A la menor palabra fuera de tono uno se arriesga a ser demandado y a tener que buscarse y pagarse un abogado. ¿Tienes un problema con alguien, con un vecino, por ejemplo porque pone la televisión muy alta a horas in tempestivas de la madrugada? ¿Por qué no se lo dices personalmente? ¿Por qué no tratar de resolverlo directamente con la persona en cuestión? Se impone la denuncia policial, o contarles a terceros, la versión de uno mismo, por supuesto. Esta operación de difamación ya no sólo no se hace en directo, sino a través de las redes sociales que nos enredan aún más. ¿Alguien se ha comportado de una manera que no nos ha gustado? Evitemos a esa persona, ¿para qué enfrentarnos e intentar aclararlo? Además de evitarla, podemos bloquearla en nuestras redes sociales. Este comportamiento es cada vez más común, detrás de él está la incapacidad de relacionarnos con el prójimo, tememos la confrontación directa, nos escondemos detrás de chismes parciales que solo cuentan nuestra propia versión distorsionada. Estamos en un mundo no ya de cobardes que se esconden detrás de las redes sociales, sino de personas que necesitan intermediarios para resolver sus problemas a espaldas de los directamente afectados. Incapaces de comunicarnos con los demás abierta- y honestamente, nos refugiamos en la denuncia anónima. 

 

305.- Cambio, change, exchange, Wechsel. Los ciudadanos votan con la esperanza de un cambio, reza un titular de un periódico cualquiera sobre un país democrático cualquiera. Si no tuvieran esa esperanza, no votarían. Pronto se verán defraudados cuando vean que el cambio que se produzca sólo será recambio nominal: cuanto más cambian las cosas, más son las mismas, como dijo el otro, porque cambian para no variar. ¿No habrá cambiado todo para seguir todo igual al fin y a la postre? ¿No cambiamos una moneda por otra con el mismo valor en el mercado? ¿No será peor, incluso, ahora que antes, porque no se reconocen las nuevas formas evolucionadas de la misma opresión y el dominio? ¿No será esa la esencia de la españolez? Puede que ese sea nuestro sentimiento trágico de la vida, según el afortunado título de don Miguel de Unamuno. Si alguien denuncia la falsedad del cambio, será tachado enseguida de loco, adquiriendo el perfil trágico de una heroína como Casandra, condenada a decir la verdad y a que nadie le preste ni la más mínima atención. Contra la presunción de no saber: sabemos muchas,

lunes, 25 de noviembre de 2024

Soñé que vivo vi a Joe Hill

Joe Hill, estadounidense de origen sueco, miembro del sindicato IWW y cantautor, fue acusado de  haber asesinado a dos tenderos, padre e hijo, en un atraco en 1914. Joe siempre se declaró inocente. En el juicio no se aportaron pruebas concluyentes, pero el gobernador del estado de Utah se negó a tomar cartas en el asunto, a pesar de las grandes protestas e incluso de la intercesión del gobierno sueco y del propio presidente estadounidense Wilson. Finalmente Hill fue ejecutado por un pelotón de fusilamiento, el 19 de noviembre de 1915, aunque probablemente era inocente. La mayoría de los investigadores creen que no cometió el crimen. Pidió que lo incineraran y que sus cenizas volvieran a la tierra. A su funeral en Salt Lake City acudieron grandes multitudes, que fueron descritas como "anarquistas, nihilistas, socialistas, terroristas y vagabundos" por el New York Times.

Entre las muchas canciones que compuso y que han cantado Pete Seeger, Phil Ochs, Woody Guthrie y tantos otros, destaca la titulada The preacher and the slave, más conocida como Pie in the Sky "Pastel en el cielo" porque en ella critica la monserga religiosa del predicador, que le promete al buen esclavo que si trabaja y reza, y es bueno, en definitiva, irá cuando muera al Cielo y allí degustará la deliciosa tarta celestial, el salario que redimirá todas sus penalidades terrenales. 
 

Pero más famosa que todas sus canciones es la que le dedicaron a él, diez años después de su muerte, Alfred Hayes, que escribió el texto, y Earl Robinson, que le puso música, "I dreamed I saw Joe Hill last night", más conocida simplemente como "Joe Hill", que pronto se convirtió en un himno del movimiento obrero en el que se cuenta cómo, pese a su muerte, Joe Hill perdura vivo y no muere nunca sin embargo. A partir de la década de 1930, el actor y cantante afroamericano Paul Robeson  la popularizó.

  


He aquí una traducción provisional en versión rítmica:
 
Soñé que vivo vi a Joe Hill / igual que tú y que yo. / “Diez años llevas muerto, Joe” / le digo, y él que no, /  me dice él que no. 
 
Joe, te acusaron en Salt Lake, / le digo frente a mi, / de asesinato, y dice él: / Pero muerto no estoy, / pero muerto no estoy
 
Te dieron muerte a tiros, Joe / los capos del metal. / “No mata un arma a un hombre así. / Y sigo vivo yo, / y sigo vivo yo
 
Y allí, real como era él, / y sonriéndoseme, / Olvidaron, dice, matar / la que se va a montar, / la que se va a montar.
 
 (Joe Hill, me dice, muerto no ha, / ni morirá jamás. /  Donde el obrero en huelga esté, / Joe Hill allí estará, / Joe Hill allí estará).
 
Desde San Diego hasta Maine /  en cada explotación / donde el obrero en lucha esté / allí estará Joe Hill, / allí estará Joe Hill.
 
 Soñé que vivo vi a Joe Hill / igual que tú y que yo. / “Diez años llevas muerto, Joe” / le digo, y él que no, /  me dice él que no. 
 
    Al final de los años sesenta, la canción alcanzó fama en la voz de Joan Baez, que la interpretó solo con su voz y la guitarra en el festival de Woodstock en 1969:
 

    Y no podía faltar en este recorrido la versión de Bruce Springsteen, más aparatosa musicalmente tanto en cuanto a voces como instrumentos, destacando a media canción su inevitable armónica dylaniana, interpretada en Tampa en 2014: 

domingo, 24 de noviembre de 2024

Yo, Posteguillo

El pasado 15 de noviembre el escritor valenciano Santiago Posteguillo (1967-...) desgranaba en el Senado, con verbo pausado, lo que vivió en Paiporta durante dos días consecutivos, hasta que huyó de allí, cuando al tercer día empezaron a llegar los voluntarios, porque en cuarenta y ocho horas no había aparecido ni Dios -institucionalmente nadie,  a socorrer a los vecinos. 

 

La prensa califica su discurso en el Senado de durísimo, crudo, estremecedor, desgarrador... No es, sin embargo, un discurso ante los senadores, sino una conferencia ante el público general interesado y asistente al acto, dentro del ciclo Encuentros con la Historia y la Literatura en el Senado. No era, pues, una comparecencia política en el sentido estricto del término, ya que Santiago Posteguillo hablaba de la importancia de Hispania en la historia de Roma, una conferencia en la que supo dar entrada a la actualidad a propósito de las lluvias torrenciales de Paiporta (Valencia), ya que él el día 29 de octubre durante la tragedia que costaría la vida a más de 200 personas estaba a cincuenta metros del tristemente célebre barranco del Poyo. 

Santiago Posteguillo, que se ha caracterizado por sus novelas inspiradas en la historia de la antigua Roma, tales como la galardonada con el Premio Planeta en 2018 Yo, Julia -guiño literario a Yo, Claudio, de Robert Graves- concluye al final del vídeo que ha subido a las redes, y del que se ha hecho eco la prensa enseguida,  citando la muerte de los hermanos Graco, de Saturnino, y de Julio César, explicando cómo en la antigua Roma los políticos se mataban entre sí, mientras que ahora, viniendo a lo de hoy, los políticos matan a puñaladas al pueblo. Recuerda también a Machado y su “Españolito que vienes al mundo, te guarde Dios, una de las dos Españas ha de helarte el corazón”, y apostilla que ahora son las dos Españas -PSOE y PP encarnados en los gobiernos central y autonómico respectivamente que se defienden echándose la culpa el uno al otro- las que nos van a helar el corazón. 

No estaría mal recordar a Nietzsche, se me ocurre a mí, frente a "el Estado somos todos" que es mentira y que vomitó el Puto Amo (Fucking Master en la lengua del Imperio): "El estado es el más frío de los monstruos fríos. Él miente fríamente; y esta es la mentira que sale de su boca: Yo, el Estado, soy el pueblo". Esto nos recuerda precisamente al título de otra novela de Posteguillo sobre la verdadera historia de Julio César: "Roma soy yo", y a la celebérrima frase "l'État, c'est moi" que se atribuye a Luis XIV: el Estado soy yo.

Durante tres días, los vecinos quedaron atrapados entre el fango y los cadáveres, sin recibir ayuda institucional. La falta de una rápida respuesta de las autoridades, agravada por la carencia de noticias, hizo que la limpieza fuera más lenta de lo deseado, lo que ha aumentado las condiciones sanitarias que amenazan con enfermedades infecciosas. La burocracia y la falta de planificación adecuada así como el enfrentamiento entre los dos gobiernos el Central y el Autonómico, cada uno de un signo político distinto e indiferente, han dejado a los afectados en condiciones insalubres, que, según pasan los días, aumentan el riesgo de enfermedades y agravan el sufrimiento de una comunidad ya devastada.

sábado, 23 de noviembre de 2024

La gran riada del Segre

En el verano del año 49 antes de Cristo, probablemente el 28 de junio, se produjo un fenómeno meteorológico extremo en la cuenca del Segre, el afluente principal del Ebro, que no se entiende muy bien según los parámetros actuales del Cambio Climático, como veremos más adelante.

Nos informa de ello Julio César en sus Memorias de la Guerra Civil. En el contexto de la batalla de Lérida, actual Lleida, antigua Ilerda, tuvo lugar una tormenta estival torrencial que provocó inundaciones. 

Escribe César: Se desencadena en efecto una tormenta tan grande que no se recordaba que hubiera habido nunca inundaciones más copiosas en aquellos lugares. Entonces además se fundió la nieve de todas las montañas y desbordó las riberas altas del río, y en el mismo día se llevó los dos puentes que había tendido Gayo Fabio. Este suceso acarreó al ejército de César graves inconvenientes.

Al parecer el campamento de César se hallaba entre el Segre y el Cinca, a unos seiscientos metros aproximadamente del pie del cerro en que se levantaba Lérida, por lo que ninguno de los dos ríos podía atravesarse, lo que conllevaba que sus tropas estuvieran confinadas en un terreno muy reducido, por lo que el suministro de trigo era prácticamente imposible.

Sigue diciendo César: Estas inundaciones duraron varios días. Intentó César reconstruir los puentes, pero no lo permitía la magnitud de la riada ni las cohortes de los enemigos, apostadas en la orilla, dejaban que se hicieran; esto les era fácil impedirlo tanto por la naturaleza del propio río y la magnitud de la riada como porque se lanzaban proyectiles desde toda la orilla contra un único y estrecho lugar; y era difícil dada la velocidad de la corriente hacer las obras y evitar los proyectiles al mismo tiempo.

Los lugartenientes pompeyanos, Afranio y Petreyo, aprovecharon el aislamiento de las tropas de César para cortarles el suministro de trigo, esperando desgastarlas por el aislamiento y por el hambre. César mandó construir a sus soldados balsas para cruzar el río. Las quillas y costillajes se hacían de madera de poco peso; el resto del casco, trenzado en mimbre, iba recubierto de piel. Por la noche traslada a sus tropas a la otra orilla, y una vez tomada y fortificada sin que se den cuenta los enemigos, emprende desde ambas orillas la construcción de un puente, que deja listo en dos días (probablemente el 11 y 12 de julio, dos semanas después de las lluvias torrenciales), lo que le permite recibir los convoyes de trigo y solucionar el problema del hambre. 

¿Cómo puede explicarse este fenómeno meteorológico extremo? Lógicamente no podemos hablar de Cambio Climático en el sentido moderno de la expresión, dado que se entiende que el aumento de temperaturas globales y las alteraciones climáticas son provocadas principalmente por la actividad humana desde la Revolución Industrial en adelante hasta nosotros, debido a lo cual este fenómeno meteorológico extremo no tendría relación directa con un evento de hace algo más de dos mil años

Podría explicarse recurriendo al concepto de cambio climático natural, no provocado artificialmente -variabilidad climática natural, lo llaman algunos para diferenciarlo- que se explicaría atendiendo a otras consideraciones como ciclos solares, o, en el caso que nos ocupa, a oscilaciones atmosféricas y oceánicas, en las que no interviene directamente el ser humano.

¿Se trataba acaso de una DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) o Gota Fría, que se produce cuando una masa de aire frío queda aislada en las altitudes de la atmósfera, rodeada por aire más cálido, lo que crea inestabilidad atmosférica que, en combinación con otros factores como humedad y temperaturas altas en superficie, puede desencadenar lluvias intensas y concentradas, a menudo localizadas y con potencial para causar inundaciones? 

 
El Mediterráneo, incluso en verano, puede experimentar fenómenos aislados de convección intensa si se da una combinación adecuada de aire frío en altura, humedad y calor acumulado.

La cuenca del Segre, con su origen en los Pirineos, es propensa a este tipo de eventos cuando una perturbación atmosférica interactúa con el relieve montañoso, que explicaría las lluvias torrenciales que desbordaron el Segre y anegaron el terreno, aunque es verdad que las lluvias torrenciales también pueden ser causadas por tormentas convectivas ordinarias en regiones montañosas, sin necesidad de una depresión aislada en las alturas.

Es posible que las lluvias torrenciales de la campaña de Lérida sean un ejemplo de fenómenos meteorológicos extremos dentro del clima mediterráneo, cuyos veranos suelen ser secos pero ocasionalmente pueden presentar tormentas intensas y crecidas de ríos, que aunque son raras en pleno verano mediterráneo, no son imposibles por lo que vemos aquí. Una tormenta estacional local pudo haber causado las inundaciones del Segre, un fenómenos frecuente en la geografía fluvial española, aunque suele darse más en otoño y en invierno, como hemos visto recientemente en la comunidad valenciana.

viernes, 22 de noviembre de 2024

Nimiedades (II)

No hemos perdido aquella virtud teologal, que era garantía de lo que se espera, y prueba de lo que no se ve, habiendo como hay tantos nuevos artículos de fe. 
 
Cuanto mayor sea la propensión a creer y cada vez más pesada el fardo de nuestra fe, tanto menor será nuestra disposición a hacer uso del beneficio de la duda.
 
¿De qué nos sirve la libertad de expresión cuando el pensamiento y el lenguaje, que vienen a ser lo mismo, no pueden emprender el vuelo, enjaulados como están?  

Israel es un Estado violento, como lo son todos, lo que no justifica su existencia pero pone en evidencia que el establecimiento del Estado es un acto criminal. 

Alerta roja de la Agencia Estatal de Meteorología: En los próximos días empezaremos a notar la inminencia del invierno, pudiendo nevar en los montes Pirineos. 

La mirada se levanta del haz de luz que surge de la pantalla digital a modo de aura de devoción y santidad porque tiene sed real de comunicación y comunión.

 Ni el Becerro de Oro ni Mammón ni Dinero representan la idolatría de los bienes materiales y presentes, sino, antes bien, la promesa de los bienes venideros. 
 
Cuando se comprende que los dos negocios más rentables que hay económicamente hablando son las armas y los fármacos es fácil entender el mundo en que habitamos. 
 
Escoger el mal menor parece a veces que es la mejor opción que puede tomarse, pero esa elección olvida a menudo que está escogiendo el mal por mínimo que sea. 
 
 
El Diluvio Universal no lo provocó la bíblica cólera de Dios contra los hombres, sino el Cambio Climático debido, según la Ciencia, al calentamiento planetario.
 
El adjetivo "militar" devalúa el nombre al que se une: y así justicia, vida, música o inteligencia militar no son ni justicia ni vida ni música ni inteligencia. 
 
La cacareada música pop o popular es aquella que logra popularidad a fuerza de imponérsele machaconamente al pueblo por las ondas y la industria discográfica. 

Reconocer que el dinero es un 'mal necesario' en nuestra sociedad supone darle carta de naturaleza a la exigencia de ese mal, que solo así se vuelve necesario. 
 
El fotógrafo de guerra retrata escandalizado armas made in Spain en los olvidados campos de batalla del tercer mundo, y se avergüenza de nuestros gobernantes. 
 
Decir de alguien que es un líder positivo implica que se considera bueno que haya líderes, guías, gurúes, jefes, petición de principio bastante insostenible. 
 
  La Red Informática Universal no es un medio de comunicación, sino de consumo, basado, en algoritmos de contenidos generados mediante la inteligencia artificial. 
 
La huella de carbono que dejamos al paso cuando respiramos es la versión laica y secular, bajo invocación científica, del inveterado y bíblico pecado original. 
 
Debemos hacer examen de conciencia y firme propósito de enmienda a fin de reducir el volumen de nuestras emisiones que provocan el Cambio Climático que mata. 


Los médicos traicionan la salud; los jueces y los abogados, la justicia; los científicos, la ciencia; y los principales medios de comunicación, la información. 

 Vivimos en estado de emergencia perpetua desde la crisis sanitaria del virus coronado, la catástrofe de la guerra y la climática del calentamiento planetario. 

ONU, OTAN, FEM, OMS, AEMET... Siglas y más siglas que crean nuevas palabras para ocultar su significado so pretexto de abreviar su carga semántica y sentido.

jueves, 21 de noviembre de 2024

De la Salvación del Planeta

    De salvar almas para el Cielo y evitar que se condenen para toda la eternidad en el pudridero de los infiernos como pretendía la iglesia católica, apostólica y romana, hemos pasado durante la pandem(enc)ia a salvar vidas enclaustrándonos en nuestros hogares bajo arresto domiciliario autoinfligido, embozándonos con ridículas mascaretas y guardando las distancias de seguridad recomendadas con los prójimos, cada vez menos próximos y más distantes, a la vez que se aproximaban virtualmente los más lejanos por videoconferencias, y ahora se trata, por lo que se ve, de salvar el Planeta herido de muerte y moribundo que nos aloja con las bendiciones de la Iglesia de la Salvación Ecológica y de la Ficción Científica. 
 
    Hablemos del Planeta, y salgamos un poco al espacio exterior de la mano de la palabra, que llega a nuestra lengua a través del latín planēta, tomada como préstamo del griego πλανήτης, que significa "errante", y se aplica a los astros que giran alrededor de una estrella como el Sol y que se hacen visibles no porque tengan luz propia, que no la tienen, sino por la luz que reflejan. Planeta errante, es pues redundancia etimológica. La estrella, por cierto, alrededor de la que giramos nosotros, el astro rey, el antiguo Helio o Sol, viene a decirnos con su mudo silencio junto con todas las demás estrellas del universo sin fin que somos nosotros los fugaces, los errantes.
    Y claro para salvar el Planeta, con mayúscula honorífica que a Dios y a todo dios corresponde, hay que ducharse con agua fría, o, dicho negativamente, no hay que hacerlo con agua tibia o caliente ni meterse tampoco en una bañera rebosante como una piscina, que eso consume mucho líquido elemento del que andamos tan escasos y que está a punto de dejar de ser un recurso público para privatizarse, si no lo está ya, cotizando como cotiza en la Bolsa de los Valores: una ducha rápida con agua gélida y ya está, un gesto sencillo que salva a Gaia, la madre Tierra, Gea, sí, que nos parió. 
 
    No hay que encender la calefacción en invierno ni tampoco quemar leña en la chimenea, porque eso genera mucho dióxido de carbono o CO2 que asciende a la atmósfera y allí crea el efecto invernadero que recalienta el Globo y provoca el Cambio Climático antropogénico que nos trae pertinaces sequías y catastróficas inundaciones que se cobran vidas, tanto humanas como animales, si cabe hacer un distingo tan inepto, porque el Cambio Climático mata, así como la herejía negacionista que lo niega.
 
    Tampoco hay que usar el aire acondicionado que nos refresca en el verano. Basta, como sugirió la genialidad del Puto Amo, Fucking Master, en la lengua del Imperio que él chapurrea, con no llevar corbata y desabrocharse, si acaso, el botón de la camisa a la altura del cuello para así refrigerarse. De este modo tan sencillo, quitándonos la corbata, ahorramos energía, y estamos más cómodos y frescos, que es de lo que se trata en el estío, un gesto tan sencillo que, por arte de abracadabra, salva vidas, las presentes nuestras y las futuras de las generaciones por venir.
 
 
 "No llevo corbata, eso significa que todos podemos ahorrar desde el punto de vista energético (¿?); y he pedido a todos los ministros (y ministras, parece que dice deprisa y corriendo, aunque ellas no suelen llevar esa soga al cuello) y a todos los responsables públicos, y al sector privado, en la medida de lo posible, que cuando no sea necesario (¿lo es alguna vez?) no utilicen la corbata, y así todos ahorraremos (¿el dinero que cuesta la prenda? ¿energía?)". 
 
    Ya puestos, uno podía también, comparecer sin la chaqueta americana, y sin camiseta de tirantes por debajo, por supuesto, solo con la camisa arremangada, y desabrocharse un segundo botón, dando una imagen campechana y posmoderna, como si uno fuera lo que no es: uno más de los de abajo. 
 
 
    Para cocer los garbanzos, porque hay que alimentarse, use olla rápida, nada de estar horas y horas cocinando a fuego lento como hacían las abuelas, que eso consume mucho y de lo que se trata es de hacer ahorro de energía. Y, ya puestos a sentarnos a la mesa, una vez llegada la hora de yantar, comamos un revuelto de grillos, escarabajos y cucarachas, un plato muy sostenible y sabroso, dado que los eructos y flatulencias de la ganadería porcina y vacuna, cuyas carnes nos suministran sabrosas viandas,  emiten sin embargo gases de efecto invernadero, especialmente metano, por lo que hay que minimizar la dieta carnívora, ya que esas emisiones contribuyen al calentamiento planetario, o global, como prefieren algunos cráneos privilegiados, que con ese término pretenden hacer pedagogía para que tengamos bien presente que el planeta no es plano, como el encefalograma de los políticos, sino redondo. 
 
    Y no se preocupe usted, que oye las noticias en la radio mientras come so peligro de atragantarse al escuchar tantas sandeces, por los tanques de guerra y los misiles de largo alcance que el presidente senil de los Estados Unidos autoriza al títere nato ucraniano a utilizar contra la madre Rusia, porque tanto los unos como los otros son ecológicos, green, o sea, verdes, del color de la esperanza, la esperanza de que gracias a ellos alcancemos algún día la paz que salvará al mundo de la guerra que provocan.