jueves, 31 de diciembre de 2020

Tres citas en la casa de citas

Primera cita: Del escritor libanés Gibrán Jalil Gibrán (1883-1931), entresacada de su relato autobiográfico novelado Alas rotas (publicado originalmente en árabe en 1912, y traducido al inglés y republicado en 1957). Como no leo árabe, tomo la frase de una de sus versiones inglesas: The nightingale does not make his nest in a cage lest slavery be the lot of its chicks.... Lo que traducido de la lengua del Imperio a la nuestra podría ser: El ruiseñor no anida en una jaula, para que la esclavitud no sea el destino de sus crías.



Segunda cita: "Pies para qué los quiero si tengo alas pa' volar” es una célebre frase de la pintora mexicana Frida Kahlo, escrita en 1953, tras la amputación de su pierna derecha, un año antes de su muerte, según leo por ahí. La cita está extraída de su diario personal. Figura al pie de una acuarela, en la que se representa un pie cercenado que pisa a otro pie y que a la altura de la pantorrilla se convierte en una especie de jarrón de donde sobresale lo que podrían ser las ramitas mustias a modo de venas rotas de una planta marchita. La frase, que se hizo enseguida muy popular, revela el espíritu rebelde de la artista que consigue sobreponerse a la dura realidad gracias a la imaginación.


Tercera cita: "No fueron los que inventaron la mentira (pues la mentira nunca fue inventada sino que nació por reflejo necesario de la invención de la verdad), sino los que inventaron la verdad quienes hicieron falaz a la palabra. La palabra, que había nacido sólo para ser ficción -ilustración imaginaria con la que los hombres podían repetirse en simulacro sus acciones, sentados junto al fuego-, se hizo madre de engaños cuando se la erigió en decidora de verdades." (Del imprescindible Rafael Sánchez Ferlosio). 

miércoles, 30 de diciembre de 2020

Telegramas antisistema (y III)

No es lo mismo en castellano un pez que un pescado; el último, como su nombre indica, es un pez privado de su natural elemento, el agua, por arte de la pesca.
 
En la expresión “como pez fuera del agua”, el pez ya no es pez sino pescado, es decir, pez moribundo o muerto tras morder el anzuelo o caer en la almadraba. 
 
Aunque el ruedo ibérico haya dejado de ser mayoritariamente católico practicante, dada la secularización, los españoles no han perdido el viejo vicio de la fe. 
 
La revolución francesa instauró en lugar de la semana laboral actual un ciclo de díez días, que Napoleón abolió volviendo a imponer los siete que Dios manda. 
 
Dos grandes revoluciones, la francesa y la rusa, llegaron a derogar durante algún tiempo la semana judeocristiana, pero fue en vano: al fin se impuso Jehová. 
 
Desde el momento en que la industria del automóvil se recicla para que sigamos dependiendo de ella en nuestros traslados, el coche eléctrico no es una solución. 
 
 
 
El desafecto que hay entre los gobernantes/representantes y los gobernados/representados revela, a fin de cuentas, que nos gobiernan pero “no nos representan”.
 
Los políticos profesionales forman una casta de predicadores a modo de guías espirituales con una jerga propia o jerigonza de vendedores de humo y charlatanes. 
 
La poesía no es literatura, sino y ante todo, pura música, que, antes de ser entendida, tiene que ser sentida; no necesita ser leída, sino oída y escuchada. 
 
No importa tanto lo que quiere decir un poema, sino cómo lo dice: sus palabras, al margen de su significado, son fórmulas mágicas, ensalmos rítmicos, alados. 
 
Venus de la poesía, Julio Romero de Torres (1913)
 
La esperanza, esa vieja virtud teologal, nos coloca siempre "a la espera", en expectativa, en posición de stand by; si éramos rebeldes, nos torna conformistas. 
 
Homero, víctima de la corrección política. En una escuela de Massachusetts se jactan de no enseñar la Odisea a sus alumnos por sexista, machista y muy violenta. 
 
Como el neocoronavirus no era tan letal como lo pintaban, eliminaron "letal" de las notas definitorias de "pandemia" a fin de activar el protocolo consiguiente. 
 
Sacaron a relucir en el imaginario colectivo el viejo fantasma del azote de la peste para que cundiera el pánico y la gente reclamara soluciones al gobierno. 
 
Los medios, ávidos de noticias que demuestren que pasan cosas en el mundo cuando en verdad no pasa nada, alimentaron el monstruo que justificase su existencia. 
 
El gobierno impuso un encierro a la gente privándola del sol, aire libre y la relación con los demás so pretexto de poner a salvo su pellejo y el del prójimo. 
 
Foto de Elvis exhumado recibiendo la vacuna en 1956, y un titular al canto: la polio dejó de aterrorizar al mundo y la ciencia venció a la muerte: terrorífico. 
 

 
Sospechoso cambio semántico de "inmunidad colectiva": desaparece la natural por exposición al virus, sólo queda la artificial merced a imposición de la vacuna.
 
Cuando se dice que algo interesa o deja de interesar, hay que entender el término en todos sus sentidos, pero sobre todo en el económico de interés del capital. 
 
Cuando un griego ortodoxo saluda el domingo de pascua a otro diciendo "Cristo ha resucitado", éste responde "En verdad (pero no "en realidad") ha resucitado". 
 
Los gobiernos democráticos, queriendo salvar su mayoría electoral feligresa, se pliegan al designio de la Iglesia de la Ciencia. ¡Que Dios nos coja confesados! 
 
La denominada "inteligencia artificial" también ha llegado a las armas de fuego, disparan automáticamente y sin contemplaciones cuando detectan su objetivo. 
 
Una ametralladora dotada de "inteligencia artificial" y más precisión que cualquier francotirador ha matado a un hombre, demostrando ser tan letal como eficaz.

martes, 29 de diciembre de 2020

Telegramas antisistema (II)

Predijeron: Habrá un millón de muertos. Encierran a la población para evitarlo. Hay cien mil muertos. Dicen: Se han salvado novecientos mil gracias al  encierro.

Si no se cumple la profecía, en vez de reconocer honradamente su error de planteamiento, se ponen medallas por salvarnos de la anunciada catastrófica hecatombe.

Se predijo: Habrá un millón de muertos. Se decretó el encierro. Hubo cien mil. Se dice: Podían haberse evitado de habernos encerrado más y muchísimo mejor.

Poco importa que la profecía se revelara totalmente errónea, y el remedio del confinamiento provocase más muertes resultando peor que afrontar la enfermedad.

 ...Desvistieron a un santo para revestir a otro, dejando de atender a unos pacientes reales para atender a otros que resultaron virtualmente potenciales.

Fotografía de madre e hija enmascaradas que se abrazan mediante sábana de plástico en una residencia de ancianos; besos perdidos que se dan, plastificados.

 
Dice un adagio japonés: "Cuando la espada (o, más propiamente, la catana del samurai forjada con acero damasceno) se desenvaina, tiene a la fuerza que matar". 

La cimitarra, una vez desenfundada tras haber sido despertada de su letargo, no puede guardarse impunemente sin haberse cobrado al menos una víctima mortal.
 

El joven que mató a sangre fría a sus padres y hermana con un sable japonés declaró: “No fui yo. El arma y no yo blandió mi mano y cometió sola el parricidio". 

El objetivo de cualquier pistola no es otro más que el óbito, porque es el fin inmediato para el que Samuel Colt la inventó y el  diablo luciferino la cargó. 

La historia impartida en los centros educativos no es enseñanza sino mero adoctrinamiento que persigue la adhesión irracional al espurio concepto del Estado.

La dictadura más eficaz y difícil de denunciar es la democracia actual donde la mayoría de sus súbditos ni siquiera es consciente de la sumisión en la que vive. 

El avión no sirve para viajar sino para desplazarse. Viajar es recorrer la vía a pie, gastando la suela de los zapatos, o a caballo, como hacían los antiguos. 

Analfabetos funcionales: leemos y escribimos porque nos han enseñado a leer lo que nos mandan y a escribir lo que nos dictan: lecturas obligatorias y dictados. 
 
El verdadero viajero, el viajero de verdad, no sabe a dónde va, a diferencia del turista, que, de vuelta sin haber ido aún a ningún lugar, conoce su destino.

En el siglo II de nuestra era comenzó a sustituirse la mano de obra esclava por la "libre"; así que los esclavos pasaron a ser lo que somos hoy: asalariados.

En busca de las señas de una identidad propia que huye de nosotros inasequible dándose siempre a la fuga; esencialmente huidiza, no podrá ser nunca aprehendida.



Dijo Antístenes: Es peligroso dar a un loco una daga y a un malvado el poder. Corríjase: Es peligroso dar a cualquiera una daga o lo que es lo mismo el poder. 

El Foro Económico Mundial pretende dotarnos de identidad digital, como si no tuviéramos ya una identidad en el dígito asignado a nuestro Documento Nacional.

El filántropo multimillonario yanqui se ha convertido en el único profeta verdadero por arte de magia; formula una profecía y ordena después su cumplimiento.

Sócrates, viejo topo que nos enseñó a razonar sin restricción, no agachó la cabeza ante la Parca, desafiando el miedo a la muerte que nos alimenta y atenaza. 

Orgullosos de lo nuestro, dicen, pero ¿qué es lo nuestro? Y ¿por qué orgullosos de palabros aborrecibles como mío, tuyo, suyo etcétera que no deberían existir? 

No son las cosas las que se nos meten por los ojos cuando las miramos, sino las ideas previas que tenemos, que nos impiden cual tapujos ver las cosas como son.

La función de la Red, RIU (Red Informática Universal) o WWW (World Wide Web, que es lo mismo en la lengua del Imperio) es atraparnos en su malla y enredarnos.

La Red nos embrolla y enmaraña como enredadera que trepa caprichosa metiéndonos en el redil cual el pastor que encierra en el aprisco al ganado por la noche.

domingo, 27 de diciembre de 2020

Telegramas antisistema (I)

 Deletreando "OBDC"

El fascismo puede reaparecer en cualquier momento con el revestimiento para su puesta en escena menos pensado que quepa imaginar: el disfraz de antifascismo.
 
Lo peor del confinamiento actual y más difícil de sobrellevar es el primer año; al cabo de ese período acaba uno acostumbrándose, y luego ya resulta llevadero.
 
El sistema no puede combatir la corrupción intrínseca porque ésta es inherente a él, que la genera: no es una falla del sistema, la falla es el sistema en sí. 

Esquizofrenia empresarial: vuélvete emprendedor, conviértete en tu pequeña, mediana o gran empresa, sé tu propio jefe y empleado, tu explotador y tu explotado. 

Entre cruces y Cristos, parroquias, curas y monjas, sacristanes y catequistas, capillas y capellanes, ronda, cual Perico por su casa, el diablo del demonio. 

Llamamos porvenir al futuro porque siempre está pendiente de venir, sin que se cumpla su advenimiento, que se proyecta en un mañana inalcanzable por definición.

Los bárbaros hoy sólo pueden ser los extraterrestres. ¿A qué esperan, si existen en el espacio exterior, para invadirnos y acelerar el derrumbe del Imperio? 

Nadie quiere la guerra. Ni siquiera los traficantes de armas, que sólo codician el dinero. Son las propias armas las que están a gritos pidiéndonos la guerra. 

Trabalenguas: Todo está personalizado, empezando por mí mismo. ¿Quién me despersonalizará? El despersonalizador que me desenmascare buen desenmascarador será. 



El santoral cristiano, que celebra la Navidad, y el laico, que celebra el día de la mujer trabajadora, tienen en común la misma santificación del calendario. 

El varón está empoderado. ¿Quién lo desempoderará? La desempoderadora que lo desempodere sin necesidad de empoderarse para lograrlo buena desempoderadora será.

Cual bombero pirómano provoca incendios que justifiquen su labor de extinción, así la brigada antidisturbios promueve desórdenes públicos a fin de combatirlos.  

¿Se trata de un error del sistema y un fallo, por lo tanto, de su funcionamiento o, más bien, de que el sistema todo él en su conjunto es una equivocación?

El Fondo Monetario Internacional cree en el único Dios no verdadero pero sí existente que hay, el Dinero, ens realissimum, en el que deposita su crédito, su fe. 

La desaparición del dinero físico y efectivo, lejos de contribuir a la abolición del vil metal, lo consagra, mostrando su esencia puramente numérica e ideal. 

El distanciamiento interpersonal que ha acabado impuesto so pretexto sanitario ya venía cociéndose, no nos engañemos, con la informatización ahora acelerada. 

La Organización que dice velar por la salud del mundo, acorde con los intereses del mercado farmacéutico, elimina el concepto de inmunidad colectiva natural.

Un periodista visionario certifica el principio del fin de la pandemia y vislumbra el final del túnel gracias a la vacunación, que abre un tiempo de esperanza. 

Crean la obsesión del virus, y nos ofertan la liberación del confinamiento, la mascarilla y la distancia social por arte de magia del jeringuillazo vacunal.

sábado, 26 de diciembre de 2020

Laurie Lipton o el triunfo de la Muerte

Grata sorpresa ha sido para mí descubrir la obra de la dibujante Laurie Lipton (nacida en 1960). Sus minuciosos cuadros en blanco y negro nos ayudan a ver la prolija realidad que ella refleja con una laboriosa minuciosidad, maestría y dominio de la técnica, y un gran sentido crítico que hace que su obra sea trascendente. Muchos de sus dibujos con sus característicos esqueletos omnipresentes recuerdan al óleo de Brueghel el Viejo “El triunfo de la muerte” que atesora el Museo del Prado.


 Triunfo de la Muerte, Brueghel el Viejo (1562)

Laurie Lipton, no obstante, no pinta al óleo, sino a lápiz. Sin embargo, ambos artistas vienen a decirnos que la muerte ha invadido el mundo, y de su imperio no se salva ni Dios, cuya defunción certificaría Nietzsche en Así hablaba Zaratustra: la señora inmortal de la guadaña a todos nos iguala, cercenando la vida tanto a los ricos como a los pobres.

 La artista trabajando en una de sus obras

Véase, por ejemplo, este cuadro titulado irónicamente “Felices”: Los esqueletos, todos iguales, todos muertos igual que nosotros, los vivos, llevan en sus manos teléfonos móviles con el icono sonriente de la estúpida felicidad en sus micropantallas. 


Los esqueletos son formas recurrentes en su obra, como en el lienzo del pintor flamenco que evocábamos al principio. Resulta curioso cómo a veces muestra a los vivos como esqueletos y a los muertos como si estuvieran vivos, como en esta Reunión donde la familia -esqueletos- vela al difunto de cuerpo presente todavía. 

 Reunión, Laurie Lipton (2008)

Orto de sus motivos recurrentes son los tubos y tuberías de misteriosas maquinarias que reflejan la complejidad tecnológica de la vida moderna y de las ciudades en las que sobrevivimos malviviendo.


La atracción que sienten algunos, dentro de lo que se llama la cultura popular,  en cines y pantallas televisivas hacia las series y películas de zombis, a raíz sobre todo de que George A. Romero lanzara en 1968 La noche de los muertos vivientes, refleja nuestra preocupación por el triunfo de la muerte: los zombis son muertos que están muy vivos, como los esqueletos de Laurie Lipton, unos seres violentos y antropófagos, que personifican la muerte que nos vive, el futuro que se come nuestro presente cotidiano y que se confunde de hecho con la vida, y viene a matarnos robándonos lo poco de ella que acaso nos quedaba.

Fábrica de la muerte, Laurie Lipton (2009)

La obra de Laurie Lipton puede contemplarse en las galerías ordenadas cronológicamente de su página electrónica, obra que hace pensar, lo que no es poco en estos críticos tiempos acríticos que corren, y no deja indiferente a nadie. Puede gustar más o menos o no gustar, puede resultar más o menos tétrica, pero su valor artístico, al margen de los gustos personales, es innegable, y su mensaje contundente.



viernes, 25 de diciembre de 2020

¿Acto de amor al prójimo?

La portada del número correspondiente a la semana del 23 diciembre de 2020 de la revista alemana Stern, cuyo nombre, emparentado con el inglés star, significa “estrella”, con su característico asteroide blanco de seis puntas irregulares sobre fondo rojo que parece iluminarnos como si fuera la estrella de Belén, no tiene precio por el servicio de propaganda que le presta al Régimen ni tampoco ningún desperdicio por la significativa manipulación del motivo tradicional navideño que representa: la adoración de los Reyes Magos al Niño Jesús recién nacido en el portal de Belén. 
 
Fijémonos en el detalle gráfico más destacado: lo que le ofrecen sus majestades al niño que está en la cuna no son los dones tradicionales de oro, incienso y mirra, sino un frasco enorme que contiene, por lo que puede leerse allí, cinco dosis de la vacuna, pero no de una cualquiera, por cierto, de las muchas que hay en el mercado, sino en concreto la Pfizer-BioNTEch COVID19... 
 

No se pierda de vista el elocuente cofre repleto de monedas de oro que hay debajo de ella. 
 
Parece, más que una portada de una revista presuntamente seria, una página de publicidad gratuita de la industria farmacéutica. Pero más significativo desde mi punto de vista, aparte del atentado gráfico y de mal gusto de representar la adoración de los magos ofreciéndole al Salvador la salvación a través de la inyección de una vacuna innecesaria, lo que para algunos cristianos no dejará de ser una irreverencia cuando no una auténtica blasfemia, es el texto que figura sobre la imagen debajo de los benévolos angelotes que contemplan la escena sin escandalizarse. Puede leerse en grandes letras mayúsculas la palabra alemana IMPFEN, esto es, la vacuna o la vacunación, y debajo la siguiente aseveración categórica: ein Akt der Nächstenliebe que viene a significar en nuestra lengua, nada más y nada menos que: “un acto de amor al prójimo”. 
 
Quiere presentar así el semanario alemán la campaña de inoculación o introducción en el organismo de la sustancia que contiene los gérmenes de la enfermedad que se quiere combatir, cuyo pistoletazo de salida se dará previsiblemente en las Españas el domingo que viene, como una muestra de caridad cristiana o de acción solidaria, un acto altruista de amor a la humanidad promovido por el empresario multimillonario y filántropo que tanto se ha enriquecido con su compañía tecnológica multinacional de la que no voy a hacer mención y que ama tanto a la humanidad que, como un moderno Cristo redentor, quiere salvar no ya su alma inmortal, quizá condenada acaso para siempre a pudrirse en los infiernos de Pedro Botero, sino su cuerpo, que acabarán devorando inevitable- e inmisericordemente los gusanos sin embargo. 
 
 
Por su parte, el humilde periódico digital de Cantabria eldiariocantabria.es insiste en la misma línea ofreciendo este bochornoso titular que da vergüenza ajena hasta leerlo y no digamos reproducirlo por escrito: Cantabria comenzará la vacunación contra el COVID-19 en residencias el próximo domingo, el mejor regalo de Navidad. Destaca, claro está, no ya la información para que nos enteremos de un hecho futuro -obsérvese la contradicción en los términos que utilizo adrede y que no quiero que pase desapercibida, entre “hecho” -algo pasado- y “futuro” -algo que va a ser, quizá, pero que en todo caso todavía no es y que no ha pasado-, sino la aposición explicativa y literaria a “vacunación”, a saber, “el mejor regalo de Navidad”. Les faltó tiempo y espacio para añadir que “nos traerán sus majestades los Reyes Magos de Oriente”. 
 
Se quiere presentar este jeringuillazo masivo, ya que no totalitario, como un regalo solidario y amoroso, de ayuda desinteresada a los demás, a los que hacemos el bien prestándoles nuestra supuesta inmunidad y tendiéndoles la mano -figuradamente, claro, no vaya a ser que las tengamos sucias y contaminadas-, a los que protegemos misericordiosamente, cuando en realidad es un acto no poco egoísta que persigue únicamente la inmunidad  personal, no garantizada sin embargo por los fabricantes, del individuo vacunado que se salva así de la quema con la mala conciencia tranquila. 

Se argumenta que cuanta más gente se vacune, antes se conseguirá la inmunidad colectiva de rebaño, por lo que cada vacuna individual sería como el granito de arena colaborativa que pone cada cual en esa inmensa tarea... lo que es esencialmente falso. Lo único que se consigue con el protocolo de la vacunación es la configuración del rebaño, pero no está asegurada en modo alguno la inmunidad, para lo que sería preciso exponerse al virus y desarrollar las defensas propias del sistema inmunitario. Al parecer, además,  la vacuna no protege de la enfermedad infecciosa, sino que solamente atenúa sus síntomas, por lo que el vacunado puede seguir contagiando a la gente a su pesar y a pesar del relato oficial que imponen los medios de formación de la opinión pública y manipulación.
 
Volviendo a la portada de esta semana de Stern, parece, más que una cubierta de una revista seria, una página de publicidad de la industria farmacéutica. 
 
  
Y en cuanto a nuestro diario digital provinciano, también allí se lee, lo que faltaba, que la policía y el ejército actuarán en misión farmacológica, siendo los garantes de que los efectivos lleguen a su destino: «Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para asegurar que las vacunas llegan en perfecto estado». 
 
En el grueso de la noticia, subrayado en rojo para que salte enseguida a la vista, puede leerse la siguiente amenaza: Quedarán registradas en el sistema nacional aquellas personas que manifiesten que no quieran vacunarse. Y nos remite a unas declaraciones de la Ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, que defiende la decisión del Ministerio de Sanidad de “registrar en la base de datos a las personas que se nieguen a ponérsela” argumentando que es algo que se hace desde siempre, y que por lo tanto no debería escandalizarnos porque si siempre se ha hecho significa que estará bien hecho, comparando este registro con la cartilla de vacunación con la que cuentan todos los ciudadanos desde la edad infantil. 
 

 
Al parecer la señora ministra ha dicho: «Tener la cartilla de vacunación permite en cada momento, bien a través de ese documento o bien a través de la historia clínica, que cualquier profesional tenga constancia de que esa persona se ha sometido a esa vacuna, medicamento o tratamiento para hacer una mejor vigilancia de su estado de salud». El problema viene porque el registro que se va a hacer, y que "siempre" se ha hecho según la ministra, no es sólo de las personas vacunadas para hacer un seguimiento de su evolución, sino de las que rechazan la vacuna, lo que pone en entredicho la cacareada ley de protección de datos individuales. 
 
El periodismo independiente, si ha existido alguna vez, ha muerto. Ni en el ejemplo alemán ni en el hispánico que hemos analizado, se está dando una muestra de neutralidad y objetividad informativa, sino todo lo contrario; se está haciendo un claro ejercicio de partidismo demagógico en pro de la política sanitaria farmacológica de los gobiernos de España y de Alemania.

jueves, 24 de diciembre de 2020

Esta noche es Nochebuena

Ya vienen desde el Oriente/ como la luz infinita,/ tras la estela de una estrella/ que en el cielo se perfila,/

sus majestades, los reyes/ de lejanas monarquías,/ Melchor, Gaspar, Baltasar,/ portando oro, incienso y mirra,/  

a adorar al que ha nacido/ hijo de una tal María,/ que ha parido en un pesebre,/ sin hogar y sin cobijas,/

un niño que viene al mundo/ a gritar su rebeldía,/ un niño como cualquiera/ que despierta simpatía./

Sus majestades, versadas/ en artes de astrología,/ han trazado ya el horóscopo/ que el futuro pronostica./

Se han quedado horrorizados:/ tras leer en las rayitas/ de sus manos y en los astros/ su destino y biografía:/

el niño que está en la cuna/ morirá en la cruz un día,/ hecho un hombre y hecho un Cristo,/ como Dios manda y la Biblia./

Y el niño, que lo barrunta/ y en sus caras lo adivina,/ rompe a llorar sin consuelo,/ la inocencia ya perdida./

Sabe ya lo que le espera,/ siente ya lo que es la vida:/ que en el teatro del mundo/ su historia ya estaba escrita:/

la existencia es una farsa,/ dramática pantomima;/ que los Reyes son los padres;/ y los padres son mentira./

Esta noche es Nochebuena/ y mañana Dios dirá;/ ¡saca la bota, María,/ que me voy a emborrachar!

miércoles, 23 de diciembre de 2020

Mensajería breve (a)política

Paráfrasis de Baudelaire: Queridos hermanos, no olvidéis nunca que la mejor astucia del Estado Profundo es persuadiros de que no existe. (Él decía del demonio).

El ministro afirma que el 27 de diciembre comenzará la vacunación en España; sería malo que se retrasara un solo día: el 28 es el día de los Santos Inocentes.

El presidente de Cantabria suelta esta fétida ventosidad: Tenemos la peor clase política que he conocido, autoexcluyéndose del clan al que él mismo pertenece.

La pandemia, según la prensa, ha entrado en un nuevo ciclo expansivo en buena parte de España, lo que obliga a endurecer con urgencia las medidas draconianas.

La abolición del servicio militar obligatorio no acabó con el ejército, lo profesionalizó, haciéndolo mercenario y abierto a la incorporación de las mujeres. 

 

Fact checking: Las agencias de verificación de noticias determinan lo que es falso y lo que es verdad constituyendo la moderna versión de la Santa Inquisición.

Secreto de Estado: Todos los Estados del mundo guardan a buen recaudo el secreto del crimen de Estado que perpetran: la inmolación del pueblo en sus altares.

La prensa del Régimen, temerosa de que se dude de sus informaciones y se descubra la mentira de sus verdades, se lanza a cacería de bulos y brujas volanderas.

Se acelera lo digital (le numérique, en Francia): la información (Google, Apple, Facebook, Amazon...), y el ocio (Netflix, Airbnb, Uber...) ya a triscapellejo.

En grandes titulares para que cunda más todavía el pánico: La irrupción de la nueva cepa vírica 'británica' aumenta el miedo a una ola mortífera en Navidades.

Sea lo que sea el monstruo del Estado Profundo, emerge a la superficie unificando el planeta bajo la égida y el pendón de un neoliberalismo mundial globalizado.

El presidente Eisenhower advirtió al dejar el cargo en 1961 contra la influencia predatoria de la industria militar, a la que hay que sumar hoy la farmacéutica.

Algo huele a podrido en las cloacas del Estado, el monstruo más frío de todos los monstruos, que fagocita y engulle al pueblo parasitando la soberanía popular.

El Estado ha perdido el control de su moneda, pero Herr Kapital, Don Dinero, poderoso caballero según Quevedo, no pierde el control de las riendas del Estado.

En verdad os digo: no hay ni izquierdas ni derechas, sino codicia desmesurada de gobierno entre unos y otros partidos que se reparten el pastel parlamentario.

Los periódicos, pese a las ayudas colosales de las subvenciones, ven disminuidas sus ventas en los quioscos en provecho de las ediciones digitales en pantallas.

Hace años que la publicidad ya no vende cosas y bienes de consumo concretos y tangibles, sino valores ideales abstractos que no sacian nuestro afán consumidor.

Prohibido tocar (medidas Covid-19)

La epidemia, mal llamada pandemia, ha sido instrumentalizada enseguida, si no creada a propósito, para la imposición de la futura moneda digital globalizada.

La estructura superficial y profunda del Estado, en conflicto permanente: los mandamases que más mandan son los más mandados; los gobiernos son tigres de papel.

La ideología progresista de la nueva oligarquía mundial se opone al conservadurismo soberanista de los Estados nacionales, propugnando la gobernanza planetaria.

El Nuevo Orden Mundial, suprimiendo las naciones y nacionalismos del antiguo régimen, persigue mercado único, moneda única, pensamiento único y único gobierno. 

Lo que parece ya claro a estas alturas de la película viral coronada es que no era tan fiero el león como lo pintaban: en rigor, nada es nunca como en pintura.

 

¿A qué esperan las agencias de verificación para denunciar el bulo difundido por la OMS de que Santa Claus, inmune al virus, repartirá a los niños los juguetes?

Inversores en tecnología y vacunas consagran enormes sumas para asegurarse la cobertura mediática que sostenga la puesta en escena de la pandemia universal.

(Pregunta retórica) ¿Hay una agenda oculta que so capa de velar por la salud acapara dinero, poder y control de la gente poniendo en escena una falsa pandemia?

Los que denuncian fake news o bulos que tienen, como las mentiras, las patas muy cortas, pierden de vista la falsedad esencial de las verdades que defienden. 

La emergencia sanitaria ha sido el caldo de cultivo ideal para la implantación definitiva de la sopa boba digital que tiempo atrás venía cociéndose a mansalva.

martes, 22 de diciembre de 2020

Seguidilla del agua

Del corazón del bosque/ de la montaña,/ arroyuelo que fluye/ de agüita clara,/

agua dulce, corriente / que no se estanca,/  que nunca brota turbia/  de la fontana;/

que se va abriendo paso,/  que salta y canta,/  fresca, que nos despierta/ la sed que apaga,/

 

agua que no cotiza/ en bolsa y banca/, libre,  que no se vende/ embotellada;/

que a todos abastece/ de balde, y mana/  agua viva, bendita,/  que arrulla el alma/

entre helechos y el musgo/ y la hojarasca/ del otoño dulcísimo/ que ya se acaba./

lunes, 21 de diciembre de 2020

De la razón sin razón de Estado

Maquiavelo, escritor italiano del siglo XVI, nunca empleó el término “razón” de Estado sino “arte”:  arte dello Stato, arte o artimaña del Estado es la expresión que utilizó. Pero aunque la acuñación del término es posterior, definió el concepto impecablemente para referirse a las medidas excepcionales que ejerce un gobernante a fin de salvaguardar la esencia del Estado, bajo el supuesto de que su supervivencia está por encima de los derechos de sus súbditos.

Maquiavelo, en efecto, en sus Discursos sobre la primera década de Tito Livio, en el título del capítulo 41 del libro III, declara, independientemente del medio ignominioso o glorioso, es decir malo o bueno, que se use, la defensa a ultranza de la patria, que es otro de los nombres que ha recibido el Estado a lo largo de la historia: La patria debe ser siempre defendida, sea con ignominia, sea con gloria, porque de cualquier modo la defensa es indispensable.” La defensa de la patria, cuando está en juego su salvación, no puede supeditarse a consideraciones morales. Las medidas que se tomen serán siempre buenas porque, viene a decirnos aunque no con estas mismas palabras que se le atribuyen, el fin justifica los medios. 

Retrato de Nicolás Maquiavelo, Santi di Tito (1536-1603)
 

No se descartan, en absoluto, los procedimientos ilegales, dando pábulo así al llamado terrorismo de Estado. De hecho, predomina la connotación negativa de la expresión “razón de Estado”. Todo vale con tal de mantener el orden establecido. La razón de Estado justifica un mal menor si con él se evita un mal mayor, pero si prescindimos de los adjetivos mayor y menor, la razón de Estado justifica el mal sustantivo y sustancial.

Pero la razón de Estado no se inventó en el renacimiento italiano, sino que puede rastrearse mucho más atrás, por lo menos hasta la República de Platón, quien si no llega a justificar el crimen,  sí legitima maquiavélicamente la mentira de los gobiernos en aras del Estado. Tomo de la obra el siguiente texto (III, 389 b-c): τοῖς ἄρχουσιν δὴ τῆς πόλεως, εἴπερ τισὶν ἄλλοις, προσήκει ψεύδεσθαι ἢ πολεμίων ἢ πολιτῶν ἕνεκα ἐπ᾽ ὠφελίᾳ τῆς πόλεως, τοῖς δὲ ἄλλοις πᾶσιν οὐχ ἁπτέον τοῦ τοιούτου.

Que viene a ser algo así en nuestra lengua: “Si es adecuado que algunos hombres mientan, éstos serán los que gobiernan el Estado, y que frente a sus enemigos o a los ciudadanos mientan para beneficio del Estado; a todos los demás les estará vedado”. (Trad. de Conrado Eggers Lan).

Y lo mismo en otra traducción: “Si hay, pues, alguien a quien le sea lícito faltar a la verdad, serán los gobernantes de la ciudad, que podrán mentir con respecto a sus enemigos o conciudadanos en beneficio de la comunidad sin que ninguna otra persona esté autorizada a hacerlo.” (Trad. de Pabón y Fernández Galiano).

Las diferencias entre las dos traducciones no son muy significativas y podía haber ofrecido una sola, pero quiero que se vea que afectan sobre todo a la interpretación de la palabra πόλις (pólis), cuyo significado primordial es ciudad-Estado, ya que la ciudad era la forma de Estado o patria correspondiente a la Grecia clásica. La primera traducción se inclina por el significado actual de Estado aplicable a las modernas naciones, mientras que la segunda  conserva el término “ciudad”. 

A continuación del texto citado,  se considera una falta grave que un particular engañe a los gobernantes, lo que se compara con el enfermo que engaña al médico, y se afirma que si un gobernante sorprende a alguien mintiendo debe castigarle “por introducir una práctica tan perniciosa y subversiva en la ciudad”.

Platón defiende en la República el gobierno de los filósofos. Deben ser ellos los que detenten el poder y, por lo tanto, tengan el monopolio, por así decir, de la verdad y la mentira, pudiendo suministrar esta última por razón de Estado, en beneficio de la república. Si alguna función tiene la filosofía que profesan los amantes de la sabiduría es precisamente acallar la pregunta dándole una respuesta. La pregunta siembra la duda, y la duda es algo que las autoridades no pueden tolerar, porque en el gobierno sólo puede haber certidumbres incuestionables.

Lo que nos hace pensar y lleva a decir que el gobierno se ejerce no sin mentira y que sólo gracias al engaño se sostiene el ejercicio del poder. La principal encargada en nuestros días del sostén de la mentira es la ciencia. En el antiguo régimen fue la religión. Ahora la nueva religión, el opio del pueblo, la mentira es la ciencia, y sus artículos de fe son las publicaciones científicas revisadas por pares que avalan su carácter científico. Ahora bien, esa mentira es real, es la realidad que se nos impone. La razón común o lógica desenmascara la falsedad de las verdades científicas, al igual que las religiosas de otros tiempos, pero no puede dejar de constatar la realidad de su existencia.

domingo, 20 de diciembre de 2020

Coplas contra el matrimonio

La poesía popular ha sabido expresar con el candor de la sencillez y una economía de palabras que nos llega al alma los sentimientos de amor y desamor más profundos, por ejemplo en estos versos: “Porque el agua duerme sola, / amanece helada”, o en aquellos otros de protesta ante la soledad: “Que non dormiré sola, non, / sola y sin amor.” 


Si la lírica erótica, ya desde el amor cortés y mucho antes, ha sido una poesía masculina, por ser de varón la voz del poeta, la poesía popular europea desde Safó y otras poetisas griegas ha dado voz también a las mujeres, y no sólo a las doncellas, sino también a las casadas y malcasadas.

 
En muchos cantares, como las Coplas de una moza que no quería casamiento del poeta cántabro de finales del siglo XV y comienzos del XVI, Rodrigo de Reynosa, es una voz femenina la que expresa su deseo contrario a la institución e imposición del matrimonio, frente al que propone el libre enamoramiento. Se hace eco aquí el poeta campurriano de una tradición de poesía popular que presta su voz a la rebeldía contra la Sagrada Familia.

No quiero ser casada sino libre enamorada. 

No me quiero cautivar ni meterme en sujeción pues que todo, a mi pensar, es estar siempre en prisión; y por aquesta razón, cierto, no seré casada sino libre enamorada. 

¿Quién me saca a mí de seso que buey suelto bien se lame? No quiero tomar tal peso,  por eso nadie me ladre, que, aunque me mate mi madre, cierto, no seré casada, sino libre enamorada. 

El buen amigo, señora, llama con gorra en la mano, este otro siquiera una hora no está en paz en todo el año; por eso ved si me engaño en no querer ser casada sino libre enamorada. 

Si os paráis a la ventana o a la puerta, están gruñendo, dicen que sois mujer vana y siempre te están riñendo; prometo, pues esto entiendo, que yo no seré casada sino libre enamorada. 

Si rogáis a algún amigo que haga algo por vos, queda bien agradecido, piensa se lo manda Dios, pues esto miramos nos: gran locura es ser casada sino libre enamorada. 

El buen amigo nos tiene siempre sobre su cabeza, dos mil veces va y viene mostrando su gentileza; pues decid: ¿no es gran tristeza pensar yo de ser casada sino libre enamorada? 

En fin, concluyo con esto, que más quiero yo tener amor y no padecer con marido muy molesto; y pues que estoy yo en esto, cierto, no seré casada sino libre enamorada.
 
 
Aquí van las Coplas de la moza que no quería casarse, al modo del  maestro Rodrigo de Reynosa sobre estribillo tradicional. Retomamos la voz femenina del poeta, y le añadimos alguna copla contra el matrimonio con Dios -nuestra moza no se casa con el Altísimo- y contra la sologamia o matrimonio con uno mismo. Frente a la añeja institución se propone, dejándolo en la indefinición, el libre amor:
 
"Que no quiero ser casada,/ sino libre enamorada".
 
No me quiero amancebar/ ni meter en sujeción, / que es lo mismo, a mi pesar, / esto que aquesto: prisión, / y por esa tal razón/ cierta: no seré casada/ sino libre enamorada.
 
Ninguno, novio o marido/ -da lo mismo abad que abate-,/ que, hideputa malnacido, / me haga suya y me maltrate, / y de una zurra me mate;/ no hay zagala bien casada, / sino libre enamorada.
 
No me venga con lisonja:/ que no no me caso, madre,/ ni voy a meterme a monja/ maridada con Dios padre,/ maguer la gente me ladre;/ ser no quiero malcasada, / sino libre enamorada.
 
Ni me doy yo por dinero/ a moro de morería,/ ni a nadie en el mundo entero,/ ramera de mancebía,/ mas por gusto sí lo haría:/ no hay moza bien maridada,/ sino libre enamorada.
 
Puto fuera mi linaje/ si me casara conmigo;/ no es ese buen maridaje/ sin amiga y sin amigo,/ yo desposada conmigo,/ guay de mí, pobre cuitada,/ sino libre enamorada
 
No quiero, pues, matrimonio/ sino sólo el buen amor/ y así me lleve el demonio;/ venid, amigo, al albor/ cuando cante el ruiseñor,/ que no quiero ser casada/ sino libre enamorada.     
 

sábado, 19 de diciembre de 2020

Héroe de la vacunación

Me llegan tres imágenes del centro de vacunación que se ha abierto en el distrito alemán de Cléveris (Kleve), que pertenece a la región de Düsseldorf, que son para echarse a temblar porque muestran que todo está preparado para el jeringuillazo.  

La primera de ellas nos da la bienvenida amablemente al Centro de Vacunación de dicha localidad germana:  "Schön, dass sie da sind" (¡Qué bien que usted(es) esté(n) aquí! o Es bueno tenerles aquí). Hay seis siluetas humanas verdes -color ansiolítico propio de quirófano- que representan al menos tres generaciones: ancianos, adultos jóvenes y... ¡un niño!

La segunda imagen del Centro de Vacunación de Cléveris nos presenta al personal sanitario que sale a recibirnos, siete personas, cuatro mujeres en primer término y tres varones detrás, convenientemente separadas unas de otras, nada de arrejuntarse ni apretujarse para salir en la foto, que no es sanitariamente correcto, todos con sus debidas acreditaciones identificadoras colgadas del cuello para demostrar que son quienes son. ¡Lástima que lleven mascarillas  -barbijos en Argentina, Bolivia, Paraguay y Uruguay; cubrebocas en México-, que nos impiden ver sus rostros sonrientes para la fotografía que los inmortaliza y leer en sus labios!

Tras recibir la inyección salvífica que nos cae del cielo como el maná milagroso después de haber hecho una larga cola... podremos hacernos un selfi aprovechando el muro que han colocado a ese fin (selfie wall, en la lengua del Imperio) y subirlo a las redes sociales para dar ejemplo fomentando de paso nuestro narcisismo solipsista. He aquí el muro:

Sólo tenemos que colocarnos delante de la silueta verde de la familia feliz. Atención al cartel: "¡Muestra a todos que tú eres un héroe de la vacunación (o de la jeringuilla)!". Al lado de la silueta verde pone "Yo soy un héroe de la vacunación" (Impfhero, en la lengua de Goethe). Quieren presentar como heroísmo lo que no es sino sumisión y obediencia. 

¿En qué consiste ese heroísmo que nos venden? En principio en jeringarse uno, en el sentido etimológico de la palabra, que nos lleva hasta la jeringuilla, diminutivo de jeringa, la grecolatina syringa utilizada a modo de lavativa o enema que se introducía por salva sea la parte para purgar y descargar el intestino, a la que se enchufa una aguja hueca de punta aguda cortada a bisel, por donde nos inyectan la dosis.  

Se supone que el heroísmo consiste en hacer algo por los demás cuando en realidad lo hace uno por sí mismo. Nos vacunamos, se supone, para inmunizarnos, para salvarnos desde un punto de vista egoísta y personal. Para eso se han inventado un virus y una enfermedad concomitante asociada a él, aderezado todo ello con una sofisticada prueba de laboratorio que han impuesto a la población y que arroja un elevado índice de falsos casos positivos de malades imaginaires o enfermos imaginarios, que diría Molière.

¿Por qué la Organización Mundial de la Salud reconoce finalmente ahora que las pruebas de PCR (Polymerase Chain Reaction), que en castellano deberían denominarse pruebas de RCP (Reacción en Cadena a la Polimerasa) que se realizan con valores superiores a 35 ciclos de amplificación arrojan un número enorme de (falsos) positivos, obligando a las numerosas personas asintomáticas que se sometían a dichas pruebas y resultaban positivas a guardar tanto ellas como sus contactos estrechos, como si fueran apestados, innecesarias cuarentenas, porque en verdad no estaban enfermos ni eran contagiosos, lo que ha afectado significativa- y negativamente a su vida personal, laboral,  social y familiar? 

 

¿Qué interés tiene la OMS  ahora en reconocer algo que se sabía desde hace muchos meses y que ella no había querido ver hasta ahora, dado que la prueba PCR ha sido fundamental para mantener la invención de la pandemia? Por alguna razón ahora le interesa a dicha organismo sanitario desmontar el embeleco de la ficción del virus y de la enfermedad que se sacó de la manga haciendo que disminuya drásticamente el número de (falsos) casos positivos. Esa razón no puede ser otra que la vacuna que nos ocupa, cuyos resultados salutíferos están por ver y demostrar, y sus efectos adversos son impredecibles.

Pronto veremos, cuando empiece la vacunación en serie en nuestro país, cómo van a disminuir los casos positivos de contagios porque a partir de ahora, siguiendo las recomendaciones de la organización sanitaria, se harán menos teses y los que se hagan se realizarán no como estaban haciendo hasta ahora muchos laboratorios,  por encima del umbral de los 35 ciclos de amplificación, algunos incluso por muchos más, sino por debajo, lo que arrojará numerosos casos negativos y amortiguación de la epidemia, redundando todo ello en el éxito de la vacuna, ya corroborado en las acciones bursátiles de los laboratorios fabricantes.   

Sólo si se produjera un rechazo masivo generalizado del jeringuillazo, volverían seguramente a subir los umbrales de amplificación cíclica de las pruebas en los laboratorios analíticos, y reaparecería, persistente, la temible pandemia como por arte de magia, una enfermedad asintomática que uno sólo sabe que la tiene hasta que se hace un tes y le da resultado positivo.