martes, 4 de noviembre de 2025

Retales de costura

La Identificación Digital, de la que tanto se habla, es una operación militar que intenta implementar sus planes de control totalitario y global sobre nosotros.
¿Dónde está la izquierda? 

Cada vez se oye más la frase “Sal de tu zona de confort” en todos los idiomas, como si el hecho de estar satisfecho fuera una culpa que tuviéramos que expiar.

 
Es lamentable que haya comercios que no acepten pagos en metálico, porque el dinero efectivo es el último reducto de libertad que les queda a los que lo poseen.
 
Dice un neurocientífico británico que si no dejamos de pensar con el hemisferio cerebral izquierdo y empezamos a hacerlo con el derecho estamos requeteperdidos.
 
Áutomóviles que invaden la calzada. 
 
No han desaparecido de la faz de la Tierra los sacrificios humanos, como creen algunos ingenuos: nuestros dioses exigen la ofrenda de sangre en aras de la paz.
 
Tu voto importa más bien poco o, francamente, nada, reflexiona sobre ello, en una dictadura de mercado como esta democracia codiciosa de devotos y de votos.
 
El lema del presidente yanqui actual es “peace though strength”, lograr y mantener la paz a la fuerza, a hostia limpia, si fuera -y lo es- necesario, como sea.
 
De Pawel Kuczynski
 
 En lugar de 'vanidad de vanidades, todo vanidad', como tronó el Eclesiastés hace tres milenios, habría que decir ahora: Realidad de realidades, todo falsedad.
 
Pasear sin rumbo, perderse en un bosque, oler una fragancia desconocida, charlar con un desconocido... pequeños placeres cada vez más difíciles, pero posibles.
 
(De Savater) La vieja costumbre de mirar escaparates la ha sustituido el móvil, cruz de penitencia con la que cargamos, hipercomunicados y más solos que la una.
 La vieja y compulsiva costumbre de ir de compras se realiza ahora en línea: los repartidores, pronto serán drones, nos traen los productos a nuestro domicilio.
 
 “Si salgo de esta prisión, nadie me esperará”* nos atañe a todos; la cárcel no está solo tras las rejas; solos y presos, dentro y fuera, como estamos y vivimos. 

*Κι αν βγω απ’ αυτή τη φυλακή / κανείς δε θα με περιμένει, versos de una canción griega moderna.

lunes, 3 de noviembre de 2025

Más ojos sin párpados

    El alcalde de la Ciudad Condal, como se denominó a Barcelona cuando se convirtió en el siglo IX en la capital del condado de Barcelona, un territorio de la Marca Hispánica del Imperio Carolingio, anunció que el consistorio tiene un plan para proveerse de un millar de cámaras más de “seguridad ciudadana”: la mitad se colocarán, Dios mediante -es decir, habiendo dinero que no falte de por medio-, en este mandato y la otra mitad en el siguiente, dado que después de un mandato viene inevitablemente otro.
 
    Barcelona triplicará, pues, las cámaras de videovigilancia instaladas en sus calles de aquí a 2027 extendiéndolas a todos sus distritos. Hasta ahora, el consistorio cuenta con 160 cámaras “para seguridad ciudadana”, por lo que quiere dotarse de 500 dispositivos operativos más. La finalidad -excusatio non petita, accusatio manifesta- no es el control por el control ni la vigilancia de la intimidad ciudadana, sino la prevención de la delincuencia, sostienen los promotores, llamados 'gerente de seguridad y prevención'. Las cámaras según ellos disuaden de la comisión de delitos y, a la vez, cuando se comete uno y queda registrado por el ojo sin párpado infalible del Gran Hermano, la grabación constituye una prueba fehaciente para las fuerzas policiales y para el consiguiente proceso judicial. 
 
    La instalación de los dispositivos no va a hacer que la Guardia Urbana deje de patrullar las calles, no hay que temer por eso, ya que las cámaras no sustituyen la presencia policial en las calles, sino que la complementan, por lo que los barceloneses (y las barcelonesas que diría el partidario del lenguaje inclusivo y excluyente) podrán salir a la calle sin preocupación y podrán dormir a pierna suelta con entera tranquilidad.
 
    El ayuntamiento explica que ha valorado para su emplazamiento los lugares donde se perpetran más delitos -en especial, hurtos y robos con fuerza e intimidación, que son las dos modalidades más frecuentes-, aprovechando aglomeraciones producidas por concentraciones, manifestaciones y fiestas populares.
 
    Se prevé su instalación en lugares hasta ahora carentes de estos artilugios, y acabarán abarcando todos los distritos, incluidos los seis que ahora no cuentan con los aparatos de videocontrol. La aspiración totalitaria es llegar a ver en tiempo real todo lo que sucede en las calles y los barrios de la gran ciudad.
 
    La primera cámara de seguridad se colocó, como decíamos en Homenaje de Cataluña a Órgüel en Barcelona en 2001 significativamente en la plaza George Orwell, en el barrio Gótico.
 

 
    Los equipos no dispondrán todavía, al parecer, de reconocimiento facial ni utilizarán sistemas de identificación a través de Inteligencia Artificial. La videovigilancia está supeditada, nos dicen los responsables para que conciliemos el sueño con tranquilidad, a los requisitos y los límites de leyes autonómicas, estatales y europeas que garantizan que los sistemas de seguridad no colisionan con los derechos fundamentales a la intimidad y la protección de la propia imagen personal, por lo que la Guardia Urbana está obligada a borrar las grabaciones cada tres meses. Por ahora, las imágenes son revisadas por agentes desde la sala de coordinación de los servicios centrales de la Guardia Urbana y la comisaría de la unidad territorial. 
 
    ¿Hay que resignarse o hay que protestar, como decíamos en El Ojo de Dios, por la excesiva vigilancia a la que estamos siendo sometidos por el Gran Hermano (el Gobierno del Estado orgüeliano en que se ha convertido el universo mundo) y los Pequeños Hermanos del sector privado (las empresas en nuestro puesto de trabajo, que no se quedan mancas, por no hablar de los centros de adoctrinamiento) por nuestra propia seguridad, según dicen, y nuestro propio bien y bienestar? 

domingo, 2 de noviembre de 2025

La guerra es la paz

    Publicaba Giorgio Agamben el 23 de octubre del año vigente del Señor el siguiente billete titulado "La guerra è la pace", cuyo título nos remite  a Órguel (war is peace) al mismo tiempo que nos trae a la memoria a Heraclito de Éfeso: Guerra de todos es padre, de todos rey, y a los unos los señaló dioses, a los otros hombres, a los unos los hizo esclavos, a los otros libres.  

La guerra es la paz
Entre los horrores de la guerra que a menudo se olvidan está su supervivencia en tiempos de paz a través de sus transformaciones industriales. Es sabido —pero se olvida— que los alambres de púas con los que muchos aún cercan sus campos y propiedades provienen de las trincheras de la Primera Guerra Mundial y están manchados de la sangre de innumerables soldados muertos; 

 es sabido—pero se olvida— que las lanchas neumáticas que abarrotan nuestras playas se inventaron para el desembarco de las tropas en Normandía durante la Segunda Guerra Mundial; 

 es sabido —pero se olvida— que los herbicidas que se utilizan en la agricultura derivan de los que utilizaron los americanos para deforestar Vietnam; 

 

y, última consecuencia y la peor de todas, las centrales nucleares con sus residuos indestructibles son la transformación «pacífica» de las bombas atómicas. 

 Y es bueno recordar, como había comprendido Simone Weil, que la guerra exterior es siempre también una guerra civil, que la política exterior es, en realidad, una política interior. Invirtiendo la fórmula de Clausewitz, hoy en día la política no es más que una continuación de la guerra por otros medios.

  oOo

La guerra è la pace

Fra gli orrori della guerra che vengono spesso dimenticati è il suo sopravvivere in tempo di pace attraverso le sue trasformazioni industriali. È noto – ma lo si dimentica – che i fili spinati con cui molti ancora recingono i loro campi e le loro proprietà provengono dalle trincee della prima guerra mondiale e sono macchiati del sangue di innumerevoli soldati morti; è noto – ma lo si dimentica – che i gommoni che affollano le nostre spiagge sono stati inventati per lo sbarco delle truppe in Normandia nella seconda guerra mondiale; è noto – ma lo si dimentica – che i diserbanti in uso nell’agricoltura derivano da quelli usati dagli americani per deforestare il Vietnam; e, ultima conseguenza e di tutte peggiore, le centrali nucleari con le loro indistruggibili scorie sono la trasformazione “pacifica” delle bombe atomiche. Ed è bene ricordare, come Simone Weil aveva compreso, che la guerra esterna è sempre anche una guerra civile, che la politica estera è, in verità, una politica interna. Rovesciando la formula di Clausewitz, oggi la politica non è che un proseguimento della guerra con altri mezzi.

23 ottobre 2025 

sábado, 1 de noviembre de 2025

La última lección del curso


Crónica de la conferencia -o charla como preferiría llamarla el Maestro- que iba a impartir en el Instituto de Educación Secundaria para inaugurar el curso escolar, y que hubiera dado pie a un animadísimo debate. 

«Vengo aquí a hablar en contra de lo que os enseñan todos los días en todas partes, en este mismo Instituto, por ejemplo, y en vuestras casas y en la televisión, en contra de la fe que os inculcan y de la atención que debéis dispensar al futuro, a vuestro porvenir. Porque vamos a hablar de lo que os dicen que más importa, de lo único que importa, de vuestro futuro.” 

La voz profunda del viejo profesor, un octogenario pletórico de vida, irrumpe en el auditorio del Instituto y suena solemne captando enseguida la atención del público adolescente. Habla la voz de la experiencia frente a una masa de alumnos de primero y segundo de Bachillerato, que se preparan para afrontar los exámenes de fin de curso, la transición inventada hacia ese mañana predicado que nunca se alcanza.

El Maestro, no poco bohemio a juzgar por su aliño indumentario un tanto hippy,  no sólo lanza mensajes antisistema a los jóvenes hambrientos de rebeldía sino que consigue que calen en sus cerebros, incluso un viernes a esa última hora de clase de la semana que es la más difícil de impartir. 

Dicen que es un poeta y un filósofo presocrático, y un filólogo y un dramaturgo y un catedrático de latín que fue expulsado por Franco de la Universidad,  y no se sabe cuantas cosas más, toda una eminencia...

Su sermón del predicador laico no es nuevo, pero logra azuzar las mentes de la concurrencia. Se dirige a los «no estúpidos, a los disidentes e incrédulos, al que duda aunque sea con el miedo irracional de no saber dónde apoyarse". 

A mitad de su intervención, se abre un turno de coloquio. Una alumna de 2º de Ciencias levanta la mano y lamenta: «Sabemos que estamos haciendo lo que nos dictan pero no tenemos alternativa. De una manera o de otra siempre vamos a estar dentro del sistema, del que no puede salirse uno». «Intentar matar la fe es difícil, pero a veces basta con quebrantarla un poco», le contesta el viejo profesor, que comienza a despotricar a continuación contra la Democracia, el régimen actual de «administración de la muerte», según sus propias palabras. "La democracia mata al pueblo, porque parte de una idea falsa: se basa en el voto y eso presupone fe en que uno sabe lo que quiere y adónde va, y en que el  sufragio universal  es la expresión de ese saber". 

"¿Pero no es cierto, señor García Calvo, que usted luchó contra la Dictadura de Franco, apoyando al movimiento estudiantil de los años sesenta del siglo pasado junto con Tierno Galván y Aranguren, en favor de la Democracia?" Le interrumpe un profesor joven que acompaña a sus alumnos. 

"Es cierto lo primero,  la parte negativa de tu pregunta, que aquello fue una lucha contra la Dictadura, pero no lo segundo, la parte en la que afirmas que fue "en favor de la Democracia", es más, la Democracia es el nombre del régimen actual de administración del futuro, o sea, de la muerte, que padecemos, es decir, la Dictadura contra la que lucha ahora el pueblo, o lo que quede en nosotros de pueblo que no existe." Asevera el Maestro, dejando más que pensativo a todo el auditorio con la paradoja que acaba de lanzar de que la Democracia es la nueva Dictadura, por eso el ha apoyado también el Movimiento 15-M, como saca a relucir, desde el principio, asistiendo todos los jueves a la Puerta del Sol. 

Su razonamiento se cuela por las rendijas de la cotidianidad de los muchachos de forma inmediata. «El instituto, los padres, los exámenes, los medios de comunicación, os van matando, comiendo la posibilidad de curiosidad, de vivir, porque todo está con las miras puestas en aprobar, en tener un título universitario, conseguir un puesto de trabajo y traer hijos para la gloria», argumenta.


«¿Dice entonces que asumamos el "carpe diem"?», se cuestiona una estudiante de 1º de Humanidades, que cita el verso de Horacio. Pero ese es para el filósofo otro error en el que suele tropezar la sociedad actual. «Nadie es dueño de pasárselo bien, ni siquiera de saber lo que va a pasar. Sólo somos dueños del ¡no!».

El debate «contra el futuro» empieza a animarse en la Biblioteca del Instituto con numerosas intervenciones. Salen a relucir múltiples temas como la profilaxis, el poder establecido, el sentido de la vida o el hastío. El abuelo se siente cómodo frente a un público virgen de esquemas, colmado de inquietudes. «Al luchar contra la fe estamos quitando estorbos para que las posibilidades sean infinitas e imprevistas», sentencia, citando a Machado: "Caminante,  no hay camino, /  se hace camino al andar".

Con sus ochenta y seis años, el Maestro al igual que cuando tenía 40, detesta el concepto de la espera. A los discentes, con 17, les aguarda un futuro «incompatible» con el vivir. «Es la mentira principal y el arma fundamental que el régimen emplea para someteros, para que no pase nada inconveniente», subraya el catedrático.

Pero se acerca el final y la última lección suena como un bálsamo reparador: «El Poder, para alegría nuestra, nunca lo puede todo, nunca lo consigue del todo. El proyecto mortífero no siempre fructifica. Hay voces que saben decir que no.”

El mundo contemporáneo subraya las exclamaciones, pero se olvida con demasiada frecuencia de los interrogantes. Son pocos los que se cuestionan las cosas. Los niños que preguntan, cada vez más escasos, son de oro.  Y es cierto que preguntarse es, por supuesto, más difícil que dar una respuesta cualquiera, pero contestar a la pregunta reconociéndose casi de inmediato en una respuesta no hace más que matar la pregunta. "Y precisamente es la pregunta lo que importa, lo que no debe morir nunca, lo que debe vivir".

Agustín García Calvo, el más joven de todos los viejos profesores, murió a los ochenta y seis años en su Zamora natal el día de Todos los Santos de 2012. No llegó a impartir la conferencia o charla, como él hubiera preferido, de la que acabo de ofreceros la crónica.  Sus palabras, sin embargo, están vivas porque,  como dijo muchas veces, en la lengua, que es del pueblo, no manda nadie, ni  siquiera Dios, ni tampoco la muerte, esa que se lo llevó a él, esa que "nadie la llama y viene, como el viento;  saberla,  nadie la sabe,  porque no tiene nombre ni mandamiento".

Amancio Prada canta en este vídeo uno de los poemas más bellos de Agustín García Calvo: "Tú,  cuya mano", al que puso música Chicho Sánchez Ferlosio.

 

viernes, 31 de octubre de 2025

Pareceres LXXXVIII

431.- El templo de las Musas. El robo a plena luz del día de las joyas napoleónicas del Museo del Louvre de París ha revelado la deficiencia de las instalaciones de videovigilancia externas, ya que la cámara que cubría la zona de la Sala Apolo, por donde entraron los cacos, no cubría el balcón crucial. Pero no hay que preocuparse: el nuevo plan de seguridad que se diseñe cubrirá todas las fachadas del museo y modernizará el equipo para prevenir futuros ataques de intrusos. El robo no ha sido solo “el robo del siglo”, como se ha denominado, sino una profanación, o más aún: un sacrilegio. El Museo es el sancta sanctorum de la última religión moderna y secular, que es el Arte. El Museo, y el parisino es uno de los más importantes templos de la Historia del Arte del mundo, es la gran catedral que atesora, en lugar de reliquias, obras artísticas igualmente consagradas. Su valor es incalculable no porque sea muy alto o difícil de evaluar, sino porque las piezas que atesora, la mayoría de ellas, si no todas, fruto de la rapiña de los coleccionistas, no tienen precio. Por eso el robo ha indignado casi tanto como la profanación de la Basílica de San Pedro, en el Vaticano, por un individuo que se bajó los calzones y se puso a orinar en el altar.
    
432.- Nadie en línea en la Red. O la mayoría bots, es decir robots, porque bot es aféresis monosilábica de robot. Un bot es una aplicación de un programa informático automatizado que realiza tareas repetitivas en una red. Dicha aplicación sigue instrucciones específicas para imitar el comportamiento humano, pero es más rápida y precisa. Cada vez más IA, como cuando uno llama por teléfono y no puede hablar con ningún semejante porque no hay nadie al aparato, solo un robot que nos da órdenes. Por primera vez en la historia hay más bots que personas en Red, y la tendencia va a crecer hasta el infinito, porque Internet, tal y como lo conocíamos e imaginábamos, ha desaparecido por completo. Desde hace unos diez años, las plataformas en línea han ido desplazando progresivamente los mensajes, imágenes y opiniones creadas por personas y favoreciendo el contenido creado por máquinas. ¿Una teoría conspiranoica más creada y apoyada por algunos usuarios paranoicos? La Inteligencia Artificial de ChatGPT de OpenAI, Gemini, la IA de Google, o Apple Intelligence, ha acelerado todavía más este proceso. Es posible que en un futuro inmediato, no muy lejano, el contenido prácticamente total de Internet sea obra de la Inteligencia Artificial, cuyo resultado es, como puede comprobarse, la información falsa, la ausencia de filtro y de autoría humana  ¿Significa algo que un vídeo tenga decenas de miles de reproducciones, o que una canción tenga millones de descargas? Si un profesor le pide a ChatGPT, por ejemplo, que genere una tarea que pueda asignar a sus alumnos, estos resuelven la tarea utilizando ChatGPT, y el profesor acaba corrigiendo las tareas usando a su vez la Inteligencia Artificial, ¿qué pintan el profesor y los alumnos en el proceso de aprendizaje? Es la serpiente que se muerde la cola, el uróboro perfecto.
 
  
433.- Chimeneas, estufas de leña y vacunas a embarazadas: Si un grupo de expertos de la Alianza Europea de Salud Pública y una Comisión de las Naciones Unidas dice que una estufa de leña puede provocar cáncer de pulmón y asma por humo de leña, habrá que creer lo que dicen, ya que para eso han estudiado en prestigiosas universidades como Yale o Harvard. También, en otro orden de cosas, afirman los expertos de la Organización Mundial de la Salud y de los ministerios sanitarios de los estados terapéuticos sufragados por las empresas de la Gran Farmacopea que las vacunas durante el embarazo no son dañinas, sino altamente recomendables para la salud de la madre y del bebé, por lo que podría afirmarse que una vacuna inyectada a la persona gestante puede matar, como suele decirse, dos pájaros de un tiro, una expresión muy carpetovetónica que se corresponde con otras en otros idiomas: los ingleses dicen algo parecido a nosotros: kill two birds with one stone (matar dos pájaros de una pedrada), mientras que los alemanes dicen en su lengua, que es la de Goethe, zwei Fliegen mit einer Klappe schlagen, matar dos moscas de un golpe de palmeta matamoscas, lo que suele suceder fácilmente por el tamaño menor de las moscas y sobre todo si ambas se hallan copulando.
  
434.- El nombre propio y el pseudónimo. Escribía Gabriel Albiac a propósito de la publicación de las cartas de amor de Vargas Llosa a su glamurosa, sofisticada y elegante novia durante ocho años, que B. Traven, un nombre propio como otro cualquiera, era un muro contra el que se habían estrellado “los más prolijos críticos literarios”, porque era un pseudónimo que encabezaba una docena de novelas y un puñado de cuentos de la primera mitad del siglo veinte, como El tesoro de Sierra Madre, llevada al cine por John Huston en 1948. Narra la historia de tres hombres pobres que se hacen amigos y se unen, víctimas de la fiebre del oro, para buscar el rico mineral en las montañas de Sierra Madre, en México, encuentran un yacimiento pero la codicia del vil metal y la desconfianza corroe pronto su amistad. Sorprendente el final: unos bandidos confunden con arena los sacos del tesoro, los rompen y vacían, despreciando su contenido, y se llevan los burros y las provisiones, mientras un fuerte vendaval dispersa el polvo de oro por el desértico paisaje. Y concluía Albiac: “Obra mayor de un Nadie. Alrededor de cuyo vacío biográfico se enredaron tantas sabias conjeturas, que son aún más ficción que sus ficciones”. Pero B. Traven no es un Nadie, es un pseudónimo, como lo son todos los nombres propios; también usó otros, como el de Ret Marut, y dejó dicho, para ocultar el bulto de su identidad, que la biografía de un creador carecía totalmente de importancia, porque lo importante era su obra. Pero en nuestros tiempos las biografías de los creadores suplantan a sus creaciones, que de este modo quedan postergadas, carentes de importancia, cuando es lo único que debería si acaso valorarse. 
 
  
435.- El que lo dice lo es. Recuerdo que en mi niñez, cuando discutíamos en el patio del colegio, y alguien nos insultaba, le contestábamos: ‘El que lo dice lo es’, a lo que solía replicarse con la rima consiguiente de la coletilla: “Con el culo al revés”. Se revertía así, como un bumerán, la carga del insulto sobre el que lo había lanzado porque cuando alguien critica a otro, proyecta sobre el otro sus propios defectos, temores o aspectos que se niega a ver y a asumir en sí mismo, ya que el otro es un espejo en el que uno se ve, como en sus pupilas, siempre reflejado. Se cuenta que el presidente ruso se burló del anterior presidente yanqui, el abuelete gagá, quien en una entrevista televisiva había declarado que su homólogo ruso era un asesino, comentando que ese calificativo correspondía a la propia personalidad del presidente estadounidense que lo había proferido. Vamos, que vino a decirle: El que lo dice lo es, o con sus palabras:  "Yo soy goma y tu eres pegamento. Los insultos rebotan en mí y se pegan a ti". No es un simple dicho infantil. Su significado es muy profundo: siempre nos vemos reflejamos en los demás, que son nuestro espejo. Pero ambos, tanto el zar ruso como el pistolero yanqui, tenían razón en llamarse asesinos.  
 

jueves, 30 de octubre de 2025

El discurso de Han

    El Poder premia y promociona a intelectuales 'críticos' como Han cuyo discurso no supone ningún peligro para sus intereses. Byung-Chul Han, "considerado uno de los filósofos contemporáneos más destacados", ha recibido en Oviedo el Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades del año del Señor de 2025, dotado con una escultura del Joan Miró, un diploma acreditativo, una insignia y 50.000 euros, que no son pocos. 

    A pesar de algunos acertados dardos de Han, que se repiten a lo largo de sus muchos y breves libros, como "la ilimitada libertad que nos propone el neoliberalismo no es más que una ilusión", "aunque hoy creamos ser más libres que nunca, la realidad es que vivimos en un régimen despótico neoliberal que explota la libertad"...), su crítica no deja de ser tibia y superficial, porque no profundiza en lo estructural.

    Uno, dice Han, se imagina que es libere pero, en realidad, lo que hace es explotarse a sí mismo voluntariamente y con entusiasmo hasta colapsar. 

    Hace suya, sin citar la autoría, la cita de un aforismo de Franz Kafka (1883-1924), cuando dice que somos como aquel animal que le arrebata el látigo a su amo y se autoflagela, creyendo que así se libera. Franz Kafka, en efecto, había dejado escrito: "El animal arrebata el látigo al amo y se fustiga a sí mismo para convertirse en amo, y no sabe que esto es solo una fantasía producida por un nuevo nudo en la correa del látigo del amo" ("Das Tier entwindet dem Herrn die Peitsche und peitscht sich selbst, um Herr zu werden, und weiß nicht, daß das nur eine Phantasie ist, erzeugt durch einen neuen Knoten im Peitschenriemen des Herrn"). 

      En clave hegeliana, el animal kafkiano representa la figura del esclavo que, al rebelarse, cree liberarse, pero al imitar la figura del amo reproduce la estructura del dominio. En realidad todo su discurso y la tesis principal de su obra no es más que una variación sobre este aforismo kafkiano.    El poder del señor el poder se perpetúa incluso a través de la rebelión del esclavo o, para el caso es lo mismo, del animal domesticado que se rebela: el acto de arrebatarle el látigo no rompe la estructura de dominación, sino que la reafirma bajo otra forma que resulta más efectiva. El esclavo se explota a sí mismo, se autoflagela, y lo peor de todo es que cree que así se libera del señor.

    Frente a fenómenos contemporáneos como la digitalización (teléfonos inteligentes, redes sociales, Inteligencia Artificial...) Han insiste en que nos hemos convertido en esclavos de la tecnología, en lugar de ponerla a nuestro servicio, de forma que no es nuestro producto, sino que nosotros somos su producto. Las redes sociales, por ejemplo, no nos socializan sino que nos aíslan más de lo que estamos. 

    Frente a la democracia como régimen político dominante propone que debe basarse en la moral y en la virtud del respeto. Su discurso se vuelve así moralista. 

 

    Su discurso, en alemán, no está mal elaborado. Comienza haciendo referencia al magisterio de Sócrates y a la labor del filósofo como tábano que irrita a sus congéneres: La misión del filósofo consiste precisamente en agitar, despertar, criticar y recriminar a sus compatriotas, como hacía Sócrates, que se comparaba con un tábano que pica y así espolea y estimula al caballo remolón. "Yo soy un filósofo", afirma con presunción por su parte, y acaba diciendo que, aunque sus libros han sido muy criticados  -se han vendido como rosquillas, convirtiendo al autor en un superventas autor de best-sellers de filosofía ligera-, y ha irritado a la gente como el tábano socrático, no ha irritado tanto cuando, asegura con socarronería, no ha sido condenado a muerte como Sócrates, y sí ha recibido, en cambio, el reconocimiento de la Fundación Princesa de Asturias con el suculento botín que se ha llevado.

miércoles, 29 de octubre de 2025

In memoriam Georges Brassens

    Un 29 de octubre del año del Señor de 1981 nos dejó Georges Brassens, dejando un enorme vacío en la poesía y la canción francesa. Se me ocurre como homenaje para recordarlo escuchar esta canción que tituló “Le testament”, grabada en 1956, cuya letra es un  alarde de ironía y de ternura, donde Brassens contempla su muerte sin solemnidad, con cierta socarronería y un inmenso amor hacia la vida. Escuchémosla en versión original:
 

    Entre nosotros la cantó en castellano Paco Ibáñez en su disco de 1979 en una versión bastante fiel al original y aceptable en general en lo que concierne al metro y al ritmo, realizada por Pierre Pascal. 
 
    Confiesa que se entristecerá como un sauce llorón cuando le llegue la hora y tenga que ir al cementerio, pero que tomará el camino más largo y hará novillos en su tumba porque deja la vida mal de su grado. Quiere ir al otro barrio siguiendo la senda de los escolares remolones, sin prisa, y le gustaría antes volver a enamorarse y perder el norte una vez más deshojando el crisantemo que es la margarita de los muertos. 
Universo Brassens, ilustración de Jean Solé.
 
     Le desea a su viuda que contraiga segundas nupcias enseguida con un tipo que sea como él para que pueda aprovechar sus pantuflas y su ropa. No se va a poner celoso si le hace el amor a su mujer de la que espera que no tenga que recurrir a la cebolla para llorar su muerte, ni le importa tampoco que fume en su pipa y su tabaco, y que beba su vino.
 
    Concluye su testamento diciendo "Aquí yace una hoja muerta; / mi testamento concluyó / han puesto un letrero en mi puerta: / "Cerrado está por defunción". Deja la vida sin encono, contento porque al menos no van a dolerle más las muelas, y dice que se halla ya en la fosa común, la fosa común del tiempo, una de las imágenes más bellas de su cancionero poético donde el tiempo se presenta como el cementerio universal. 
 
    La versión que canta Paco Ibáñez es la adaptación que hizo Pierre Pascal, bastante respetuosa en general con el texto de Brassens, si no fuera por un pequeño pero significativo detalle: cuando, pensando en su vida, le desea que tome un nuevo esposo, para que aproveche todo lo que él deja le ruega que nunca pegue a sus gatos, lo que en la versión de Pierre Pascal es “que nunca, le parta un rayo, / mi jaca se atreva a montar”, lo que podría remediarse tal vez: “pero que nunca, le parta un rayo, / mis gatos se atreva a pegar”. La versión de Pierre Pascal “que nunca... mi jaca se atreva a montar” parece que se refiere a su viuda, por la connotación sexual del verbo “montar” y el simbolismo de la jaca, que es la yegua del caballo, dando la sensación de que el cantante se presenta como el caballero que no quiere que su montura cuya alzada no llega a metro y medio sea montada por otro. 
 
      No era esa la intención de Brassens, que le desea a su viuda que tome esposo y a este que tome posesión de ella y de sus cosas de él, pero le pone una sola condición: que no maltrate a sus gatos porque entonces se revolverá en su tumba y volverá como un fantasma a hacerle la vida imposible.

martes, 28 de octubre de 2025

Mayoría absoluta y silenciosa

    El comentario de la entrada Soberanía popular y soberanía nacional, que decía “Me acordaba de lo que decían los griegos de los muertos: “iénai es pléonas”, “ir a la mayoría”, “pasar a la mayoría”, dándonos una lección de democracia para siempre”, me ha traído a la memoria una vieja viñeta de Chumy-Chúmez a propósito de un célebre verso de una rima de Bécquer dirigido a una tumba ¡Dios mío! ¡Qué solos se quedan los muertos! y la respuesta que esta le da al romántico poeta: ¿Solos? Pero ¿qué dices, Gustavo Adolfo? ¡Si ya somos mayoría absoluta! 
 

     Y, efectivamente, para los antiguos griegos y romanos la expresión 'pasar a la mayoría' era un eufemismo de morir, ya que οἱ πλεῖονες (“los más”) son —en una visión proverbial— los muertos, más numerosos que los vivos.  Se hace referencia con este eufemismo  a la muerte sin nombrarla, como cuando en castellano se dice que alguien se fue al otro barrio. 
 
    Entre los romanos la expresión aparece en el Satiricón de Petronio (42,5), refiriéndose al lugar adonde va la mayoría, aunque no todos todavía, a morir. Un tal Crisanto, víctima de los matasanos... tamen abiit ad plures. medici illum perdiderunt: “sin embargo se fue a donde va la mayoría. Los médicos lo mataron”, que Lisardo Rubio traduc así: "Con todo se ha ido a donde iremos todos". 
 
    También en el prólogo de la comedia de Plauto Cásina, aparece una curiosa fórmula: los muertos son... qui... abierunt hinc in comunem locum “los que se fueron de aquí a un lugar común”, es decir, a un lugar en el que todos hemos de acabar, lo que nos recuerda el afortunado verso de Brassens “la fosse comun du temps”. 
 
     Entre los griegos, en la comedia de Aristófanes Las asamblearias, versos 1072-3, un joven, ante la presencia de una vieja que quiere acostarse con él, se pregunta πότερον πίθηκος ἀνάπλεως ψιμυθίου, / ἢ γραῦς ἀνεστηκυῖα παρὰ τῶν πλειόνων; que traduce con gracia Federico Baraibar y Zumárraga: “¿Es una mona rebozada en albayalde / o el espectro de una bruja que vuelve de los infiernos?,  lo que más literalmente sería "...o una vieja que ha resucitado de entre la mayoría de los muertos".
 
    Pero si hubiera que elegir un pasaje más significativo por la relación entre la muerte y el régimen democrático,  sería la anécdota que refiere Pausanias en su Descripción de Grecia (libro I, 43, 3), donde cuenta que los megarenses pidieron consejo al oráculo de Delfos sobre la mejor forma de gobierno que podrían adoptar, a lo que el dios Apolo les respondió sibilinamente que las cosas les irían bien ἢν μετὰ τῶν πλειόνων βουλεύσωνται si tomaran las decisiones basándose en la mayoría, aludiendo al régimen democrático y asambleario. Los megarenses, sobreentendiendo que “la mayoría” eran los muertos que tenían a sus espaldas y no ellos, mortales que estaban en lista de espera, decidieron situar el buleuterio, el lugar de la asamblea, sobre las tumbas donde estaban sepultados sus muertos, en el cementerio de los héroes caídos, donde podrían tomar sus decisiones contando con la mayoría. 
 
    La expresión antigua permanece en italiano: “andare nel mondo dei più” ir al mundo de los que son más, y de algún modo también en alemán: “er ist zur grossen Armee abgegangen”, cuando se quiere decir que alguien ha palmado, incorporándose a las filas del gran ejército.  
      Si lo que nos interesa es la cuestión concreta de los números y nos preguntamos si hay más seres humanos vivos o muertos sobre la faz de la Tierra, remontándonos al origen del homo sapiens hace unos 300.000 años, habrían nacido según algunos cálculos unos ciento veinte mil millones de personas. Si le restamos a esa cantidad los 8.100 millones aproximadamente que andamos vivos ahora todavía por el mundo, resultaría que efectivamente tenemos más de 100.000 millones de muertos a nuestras espaldas, una mayoría absoluta y silenciosa, por lo que nos corresponderían proporcionalmente unos  14 muertos a cada uno de los vivos en la actualidad. 
 
    Siempre, por más que la población del planeta quiera crecer y multiplicarse como Dios manda, los muertos van a ser mayoría, una mayoría que también vamos a engrosar inevitablemente los que estamos vivos. Esa mayoría absoluta -para la que basta con la mitad más uno- y silenciosa -el que calla, como dice el refrán, asiente, cuyo peso numérico traducido en votos (un hombre, un voto) otorga legitimidad al sistema democrático-, es la que democráticamente gobierna conformista y complacida, diciendo con su silencio a todo que sí e imponiéndose a la totalidad, pese a que la mayoría no somos todos... todavía, ni lo seremos nunca, cuando estemos muertos y enterrados, mientras siga alguien vivito y coleando por aquí. Los muertos, en efecto, son mayoría absoluta.

lunes, 27 de octubre de 2025

En una palabra: No.

    Antes de bañarme en el río Leteo, que es el río de Lete o del Olvido, y beber en sus benditas aguas la desmemoria de todos mis recuerdos,  o, dicho a la moderna, antes de que me afecte la enfermedad que descubrió ese señor alemán de cuyo nombre no quiero acordarme, apoderándose de mí la amnesia, y me olvide definitivamente de todo y de todos, de mi familia, de mi trabajo, de mi domicilio, de mis amigos y hasta de mi edad, sexo y nombre propio y apellidos, y en definitiva, de mí mismo y de mi sombra;
 
Las aguas del Lete junto a las llanuras del ElisioJ. R. Spencer Stanhope (1880)

     y antes de que las olas del mar borren mis pisadas en la arena de la playa al atardecer, que son la huella del rastro de mi leve paso sobre la faz de la Tierra; antes de que se apodere de mí la afasia y sea incapaz de articular palabras, quisiera recordar que vine al mundo a vocear una, que es la palabra más pura y contundente, la que nos hace a todos más humanos, porque hace que nos rebelemos contra la opresión y lo que nos oprime, contra la realidad, falsa como es. 
 
    Esa palabra que se esgrime con alegría como un arma contra la tristeza de la existencia que nos imponen y nos imponemos como única realidad posible, es la primera palabra del lenguaje humano;  al principio sólo un gesto, luego una palabra articulada que convirtió al homo erectus en un homo sapiens nesciens, es decir en un hombre que es consciente de su vasta ignorancia.
 
    Es una palabra, y mucho más que una mera palabra, transmitida de padres a hijos de generación en generación, común a todas las lenguas del mundo, es la negación de la realidad que nos ha tocado vivir, la negación de que la realidad sea todo lo que hay, la negación de que la realidad sea la verdad y nada más que la verdad, cuando es mentira. 
    Esa palabra es, aunque parezca mentira, la más positiva de todas, la única manera de decir sí a la vida. Esa palabra es: ¡No! No a todas las ideologías, a todos los –ismos, que sólo sirven para dividirnos y enfrentarnos, a todas las imposiciones constitutivas.

domingo, 26 de octubre de 2025

Mínimas máximas

“Tengo la esperanza de que colapse el sistema y esto va a pasar pronto”, dice a La Voz de Asturias el filósofo galardonado Byung-Chul Han, metiéndose a profeta.
 Dos palabras castellanas, fiesta y siesta, reivindica Han, y vaticina que “el capitalismo implosionará -¡toma ya!- por su propia contradicción fundacional”.
  
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Eslóganes: El dinero digital es control social. Nada que objetar al lema. Más reprochable es el siguiente que esgrimen algunos: Defiende el efectivo, ¡por tu libertad! 
 
Recordemos a san Juan Crisóstomo, Padre de la Iglesia primitiva, que, anticipándose a Proudhon, sentenció que todo rico es un ladrón o un heredero de ladrones.
 
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 Saco de Teología Negativa del Tiempo de M. Theunissen, libro aún no traducido al español, esto: “El Tiempo nos domina a nosotros, las personas, y a las cosas”. 
 («Die Zeit herrscht über uns, über uns Menschen wie über die Dinge»)
 
 Sugiere Theunissen que no somos los señores del tiempo, sino que es él quien se enseñorea de nosotros: tiempo no es lo que vivimos, sino lo que se nos impone.
 
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¿Por qué, si el médico me ha recetado tomar una píldora diaria durante tres días, tengo que comprar en la farmacia un envase que contiene treinta comprimidos?