lunes, 3 de noviembre de 2025
Más ojos sin párpados
domingo, 2 de noviembre de 2025
La guerra es la paz
Publicaba Giorgio Agamben el 23 de octubre del año vigente del Señor el siguiente billete titulado "La guerra è la pace", cuyo título nos remite a Órguel (war is peace) al mismo tiempo que nos trae a la memoria a Heraclito de Éfeso: Guerra de todos es padre, de todos rey, y a los unos los señaló dioses, a los otros hombres, a los unos los hizo esclavos, a los otros libres.
La guerra es la paz
Entre
los horrores de la guerra que a menudo se olvidan está su
supervivencia en tiempos de paz a través de sus transformaciones
industriales. Es sabido —pero se olvida— que los alambres de púas
con los que muchos aún cercan sus campos y propiedades provienen de
las trincheras de la Primera Guerra Mundial y están manchados de la
sangre de innumerables soldados muertos;



oOo
La guerra è la pace
Fra gli orrori della guerra che vengono spesso dimenticati è il suo sopravvivere in tempo di pace attraverso le sue trasformazioni industriali. È noto – ma lo si dimentica – che i fili spinati con cui molti ancora recingono i loro campi e le loro proprietà provengono dalle trincee della prima guerra mondiale e sono macchiati del sangue di innumerevoli soldati morti; è noto – ma lo si dimentica – che i gommoni che affollano le nostre spiagge sono stati inventati per lo sbarco delle truppe in Normandia nella seconda guerra mondiale; è noto – ma lo si dimentica – che i diserbanti in uso nell’agricoltura derivano da quelli usati dagli americani per deforestare il Vietnam; e, ultima conseguenza e di tutte peggiore, le centrali nucleari con le loro indistruggibili scorie sono la trasformazione “pacifica” delle bombe atomiche. Ed è bene ricordare, come Simone Weil aveva compreso, che la guerra esterna è sempre anche una guerra civile, che la politica estera è, in verità, una politica interna. Rovesciando la formula di Clausewitz, oggi la politica non è che un proseguimento della guerra con altri mezzi.
23 ottobre 2025
viernes, 25 de julio de 2025
Releyendo 1984 de Órgüel


jueves, 30 de enero de 2025
Lo falso se torna verdadero
martes, 21 de enero de 2025
Trastocando el nombre de las cosas
martes, 7 de enero de 2025
La Historia y la historia.


lunes, 11 de julio de 2022
De la paz y de la guerra
La siguiente reflexión de Cicerón sobre la guerra y la paz, sacada de su contexto, que es la
séptima Filípica que escribió el orador contra Marco Antonio, me parece muy oportuna
en cualquier caso: Nec ego pacem nolo, sed pacis nomine bellum
inuolutum reformido, que viene a decir algo así: Yo no estoy contra la paz, pero me produce espanto la guerra envuelta en
el nombre de la paz.
lunes, 20 de junio de 2022
Más neolengua orgüeliana

martes, 20 de octubre de 2020
Homenaje de Cataluña a Órgüel
Si Jorge Órgüel escribió "Homage to Catalonia", Cataluña le rinde ahora
un homenaje póstumo al autor de "1984" dedicándole una plaza en la
ciudad de Barcelona: la Plaça de George Orwell, en pleno Barrio Gótico,
distrito de Ciutat Vella.
La fotografía adjunta, tomada de la Red, muestra cómo el vaticinio de Órgüel, que nunca pretendió ser un profeta, se ha cumplido sin embargo. Al lado del letrero de la plaza, qué paradoja, tenemos un panel del Ajuntament de Barcelona que nos advierte en catalán, pero se entiende en castellano, de que nos hallamos en una zona videovigilada en un radio de 500 metros.
¿Quién nos vigila? Sin duda ninguna, el Big Brother o Gran Hermano, que es, para los que no lo sepan, algo más que el nombre de un infame concurso televisivo: es el Gran Dictador (y no estamos hablando sólo de los personajes históricos como Stalin, Hitler, Mussolini o Franco, que son agua pasada), sino de los regímenes democráticos y totalitarios que padecemos en la actualidad, Gran Dictador que pretende controlar todos y cada uno de nuestros pasos "por nuestra propia seguridad y nuestro propio bien".
Órgüel, que no era un profeta, como decíamos, lo clavó sin embargo en su novela 1984, escrita treinta y cinco años atrás, describió la sociedad totalitaria del control audiovisual del futuro que ya está aquí instalado entre nosotros desde hace mucho tiempo. Cumplido ese plazo con creces, pues hemos entrado ya en el siglo XXI, podemos comprobar en el cartel instalado en la plaça que le dedica el Ajuntament de Barcelona que la videovigilancia es un fenómeno global no sólo desde el sector privado sino desde el público, como demuestra la fotografía. Y no se puede decir que haya aumentado objetivamente nuestra seguridad, ni siquiera nuestra sensación subjetiva de seguridad, sino sólo nuestro control por parte del Estado y el Capital, tanto monta... ¡Si Órgüel levantara la cabeza...!


















