viernes, 10 de octubre de 2025

Hojas secas

Nueva edición remasterizada de Gripe Aviar: "La enfermedad en poco más de dos meses ha obligado en todo el país al sacrificio de casi dos millones de gallinas".
 
  
 El dinero es fe, dice un prestigioso economista. Si todos creemos colectivamente en él, como creemos sin duda, le conferimos un poder del que carece sin la fe.
 
Si creemos en el dinero, le otorgamos, digno de crédito, la fuerza tan poderosa que ha movido el mundo en los cinco últimos milenios y la que lo mueve todavía.
 
 Lo canta la gran Liza Minnelli en un número musical de la película Cabaret: El dinero es el motor que hace girar al mundo con su tintineante y metálico sonido.
 
  El dinero es la idea abstracta de algo que no existía pero que ahora existe, algo en lo que todos hemos decidido creer y que requiere una fe inmensa, religiosa.
 
 El dinero es tan intangible que solamente algo más de la décima parte del que se mueve en el mundo es dinero real, efectivo. El resto es dinero... financiado.
 

 ¿Hablan las cosas? Puede que nos digan algo a su modo y no entendamos su lenguaje. ¿No están acaso sugiriéndonos algo esas hojas caídas en otoño sin palabras? 
 
oOo 
 
La baja médica es la fórmula mágica que permite vivir temporalmente sin trabajar, libres de la maldición bíblica que es nuestra condena al trabajo asalariado. 
 
¿Quién orienta al orientador que aconseja a los alumnos estudiar Formación Profesional en vez de Bachillerato? Sospecho que los vaivenes del mercado laboral.

El absentismo laboral motivado por la crisis de ansiedad que provoca el trabajo es el mal del siglo que afecta especialmente, dicen, a las jóvenes generaciones.

 
  

  Los Estados Unidos, dice su presidente, están siendo invadidos por un enemigo interno que hay que controlar con las fuerzas armadas antes de que se descontrole.
 
Ha renombrado el Departamento de Defensa como lo que es de verdad: Ministerio de Guerra, y declara la guerra interna -from within- del Estado contra el pueblo.
 
 En la Teogonía de Hesíodo se dice que en primer lugar hubo caos y que de ahí surgió el orden o cosmos. No es verdad: el caos es el orden que hay establecido.
 
 
Navegamos, como Ulises, frente a la isla de las sirenas, cuyos cánticos nos invitan a naufragar en un consumo compulsivo que no podrá saciar ninguna mercancía. 
 
Los cánticos de las sirenas digitales de los teléfonos móviles nos prometen conexión con el mundo cuando en realidad nos aíslan más en nuestra vida cotidiana.
 
De tanto ir el cántaro a la fuente, acaba quebrándose y rompiendo el asa o la frente, convirtiéndose, acto seguido, en arqueológica pieza exhibida en el museo.
 
Las hijoputeces del sistema: promete facilitarnos las cosas con la implementación de nuevas tecnologías cuando lo que hace es tecnológicamente complicárnoslas. 

jueves, 9 de octubre de 2025

Crónica de cosas que pasan (4)

Fuera de servicio: Que un cargador de automóviles eléctricos esté fuera de servicio es algo que podría parecer extraordinario y excepcional y, por lo tanto, no debería preocuparnos mucho, pero desgraciadamente no es así: muchos no funcionan, la mayoría de los gratuitos -los de pago son otro cantar, claro, funcionan pero son lentos hasta la desesperación.  Como dice el cartel que le han puesto a este: ni funcionan ni han funcionado nunca desde que los instalaron. 
  
Sin embargo, dan el pego: lucen mucho: pequeños ayuntamientos, como el de Tronchón, en el Maestrazgo turolense, han colocado un punto de recarga y aparcamiento verde para vehículos eléctricos en el centro del pueblo, bien visible, prohibiéndose el aparcamiento a los demás vehículos contaminantes; cargador que, según los vecinos del pueblo citado en El Quijote por sus ya famosos quesos de oveja y de cabra, no funciona ni ha funcionado nunca porque no ha entrado en servicio desde que se instaló hace por lo menos dos años. 
 
  
Los coches eléctricos se quedan desabastecidos sin suministro eléctrico en su santa y loable tarea de salvar el planeta debido a sus nulas emisiones de C02, aunque haya quienes defiendan que el dióxido de carbono es el peor de nuestros males, sino una bendición. En el cartel de color verde del cargador permanentemente fuera de servicio puede leerse: Plaza reservada para vehículos eléctricos durante la recarga. Se refiere a ellos como EV, y no como debería decirse en castellano VE (abreviatura de Vehículos Eléctricos, que queda más guay en inglés: Electric Vehicles). 
  
Procura que no te roben. La Guardia Civil nos regala consejos bienintencionados y útiles para “evitar que nos roben”. Sin embargo, me da a mí la sensación de que esos consejos, si vinieran de otra parte, serían aceptables, pero no proceden, nunca mejor dicho, viniendo de la Benemérita institución, que parece que quiere trasladar la responsabilidad de la inseguridad ciudadana al ciudadano particular, mientras el Estado se desentiende de garantizar dicha seguridad. Nos dice la agente que caminemos por la zona interior de la acera, con el bolso mirando a la pared, para evitar que los cacos tengan acceso a nuestras pertenencias. También que no mostremos joyas u objetos de valor, pero no por el prurito cristiano de no hacer ostentación de la riqueza, sino para que no provoquen la codicia del ladrón.
 
Me contaba a propósito mi anciana madre que el otro día  se le acercó una mujer muy simpática por la calle diciéndole que le enseñara la mano si quería que le leyera la buenaventura. Ella le ofreció la izquierda, pero la quiromante -o lo que fuera- le dijo que esa no valía, que era la mano del demonio, que era en la derecha, que era la de Dios, donde se leía en las rayas de la mano el futuro que estaba escrito. Mi madre, ingenua, se la mostró, y entonces vio como la gitana intentaba sacarle disimuladamente el anillo de oro que llevaba en el dedo anular mientras le acariciaba la mano y le leía lo que no estaba escrito... Mi madre se dio cuenta enseguida de la maniobra de sacarle el anillo y retiró la mano a tiempo, descubriendo a la ladrona, que se dio a la fuga enseguida y desapareció.  
 
La adivina, Bartolomeo Manfredi (1616-1617)
 
También nos dice la agente de la Benemérita que no aceptemos ninguna oferta que nos ofrezcan por la calle por muy ventajosa que nos parezca, porque normalmente será una estafa. En caso de viaje nos aconseja que llevemos lo estrictamente necesario y que vigilemos nuestras maletas y objetos personales -entre ellos, además de la cartera, aunque esto no lo dice, el teléfono móvil supuestamente inteligente, la más personal de nuestras pertenencias.
 
¿Este es el modelo de sociedad que queremos? ¿Un ciudadano temeroso, siempre alerta, que acepta como normal vivir rodeado de ladrones, corruptos y estafadores? El mensaje subliminal es claro, por debajo de las buenas intenciones, si te roban, es culpa tuya, porque no has tenido precaución. Algo parecido al mensaje que se decía antaño a las mujeres: si te violan es porque has provocado los bajos instintos del violador. 
 
Lo que está claro es que la inseguridad no ha venido para quedarse, siempre ha estado presente y formado parte de la normalidad. Las FCSE, Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, que incluyen a la Policía Nacional, y demás policías autonómicas y municipales o locales, y a la Guardia Civil, son los organismos encargados de mantener el orden público y velar por la seguridad ciudadana, quienes, en lugar de combatirla de raíz, cosa que no pueden hacer en una sociedad esencialmente capitalista, es decir, injusta como la nuestra, nos dicen que procuremos acostumbrarnos a convivir con la inseguridad. 
  
Algo falla cuando el poder que encarna el Estado pide a sus súbditos que se comporten como víctimas indefensas y se acostumbren a vivir con miedo, cosa que pone de relieve su fracaso.

miércoles, 8 de octubre de 2025

Crónica de cosas que pasan (3)

Ángeles de la Guarda. El 2 de octubre fue el día de los Santos Ángeles Custodios, patronos de la Policía Nacional. Tras una misa solemne de una hora de duración, se celebró, ocupados los bancos por agentes, mandos, autoridades y civiles, una no menos solemne ceremonia con desfile de la bandera en homenaje a los caídos. Se pronunciaron discursos y dijeron cosas como esta: «Si la nuestra es hoy una Ciudad segura es por vuestro compromiso, vuestra entrega y vuestro trabajo coordinado con la Policía Local»
 
La Ciudad está segura gracias a la labor de los Santos Ángeles Custodios o Ángeles de la Guarda -dulce compañía-, si no al cien por cien, cosa imposible porque siempre pasan cosas, mantiene al menos unos índices de criminalidad más que aceptables y más bajos que otras ciudades de tamaño similar. Y se escuchó esta perla: «El mayor éxito de una sociedad no es que los delitos se persigan, juzguen y castiguen, sino que no lleguen nunca a cometerse». 
 

 Al hacer repaso de las actuaciones del último año, se reconoció que se habían vivido momentos complicados de singular tensión, con ajustes de cuentas entre clanes rivales que desembocaron en tiroteos, pero se remarcó que prácticamente todos los implicados habían sido detenidos. También se citaron varias violaciones y robos con violencia resueltos, y se explicó que, aunque las detenciones aumentaron, los delitos más graves habían descendido de manera muy notable. 
 
Concluidos los discursos, se entregaron distinciones. Varios agentes recibieron la Cruz al Mérito Policial con distintivo blanco. El emotivo acto concluyó con la ejecución a cargo de la banda municipal del himno nacional y el de la propia Policía Nacional. 
 
Más madera. Contra nuestra costumbre de no ofrecer nombres propios personales vamos a hacer una excepción con Guillermo (García) Lledó (1946-...), el artista español conocido como pintor y escultor desde la década de los años setenta, cuya obra "Madera" se ha hecho viral porque ha generado un debate entre la gente que utiliza las redes sociales -peces que nadaban en las aguas de la mar salada convertidos en pescados por el uso de dichas redes-, ya que la obra de arte, que parece un palé industrial, fue construida por él, por lo que no es de fabricación industrial, sino artesana, según los críticos del gremio artístico “para ser una representación ficticia de uno”, que busca provocar una reflexión sobre la naturaleza de la representación y la definición de arte. 
 
Laa obra “Madera” (1982) de Guillermo Lledó ha sido expuesta en el Museu Fundación Juan March de Palma de Mallorca. Esta pieza forma parte de la serie “Maderas pintadas” (1981-1982), que explora la relación entre la pintura y la escultura mediante el uso de madera, esmalte sintético y técnicas de pintura monocromática.
  
Madera, Guillermo Lledó (1982)
 
¿Es un palé o no es un palé? Naturalmente que es un palé. ¿Es un palé industrial? Parece que no, sino que es un palé construido por el propio artista, por lo que no puede dudarse de su carácter artesano. ¿Qué valor tiene, aparte de la firma del artista? Ninguno. Quiere hacernos reflexionar sobre la definición de arte. Si el arte es una imitación de la realidad, sería arte, porque imita a la perfección la realidad. Ahora bien, ¿qué realidad imita? La de las producciones de objetos en serie como esta armazón de una plataforma de madera cuya utilidad práctica es almacenar y transportar mercancías, como la propia obra de arte, chef d'oeuvre u obra maestra denominada “Madera”, fechada en el año del Señor de 1982.
 
El director del museo, en este vídeo que se ha hecho viral enseguida, trata de explicar el hiperrealismo de la obra.
 
 

martes, 7 de octubre de 2025

Obituario de Gianfranco Sanguinetti, el último situacionista

    Ha muerto el 3 de octubre del año del Señor de 2025 en Praga, a la edad de 77 años, Gianfranco Sanguinetti, el último situacionista. Hijo de una acomodada familia comunista, Gianfranco desde su juventud se declaró un rebelde. Miembro clave de la Internacional Situacionista, se convirtió en una figura central de los movimientos contestatarios de los años sesenta y setenta, forjando una profunda amistad con Guy Debord, que retrató a nuestra sociedad como la Sociedad del Espectáculo. 
 
Gianfranco Sanguinetti (1948-2025) 
 
    En 1975 engañó a la burguesía italiana con su Informe verídico sobre las últimas oportunidades de salvar el capitalismo: un panfleto firmado con el pseudónimo de “Censor”, en el que un falso empresario revelaba con cínica claridad los secretos del sistema: la burguesía debía aliarse con el Partido Comunista para ilusionar a los trabajadores a fin de reafirmar su dominio, porque, decía, "la verdadera amenaza a la presente estabilidad no proviene del PCI, sino de la revolucionaria posibilidad de una rebelión de las masas contra su condena al trabajo asalariado". Cuando se descubrió su autoría y que todo era una contundente farsa, el escándalo fue total en Italia, aunque traducido al francés por su amigo Guy Debord, el informe fue bien recibido en París: nemo propheta in patria. El informe verídico era un falso informe que se dirigía a quinientos veinte destacados industriales, políticos y periodistas italianos, que lo tomaron en serio como un manifiesto de la derecha económica, que proponía una forma de apaciguar las huelgas generalizadas y la rebelión obrera que sacudía a Italia por entonces, que, por otra parte, sin que se percataran sus destinatarios, alentaba.  
 
    Esto escribía a propósito el 13 de enero del año del Señor de 1981 Fernando Savater, cuando todavía no era persona non grata en El Diario Global(ista), alias El País, en un artículo titulado “La tesis de Sanguinetti”: Magistralmente escrito, el panfleto se presentaba como obra de un oculto gran patricio romano, cínico discípulo de Pareto y buen conocedor de los clásicos, que hacía un balance despiadado de la situación del capitalismo en Italia, revelaba que el atentado mortal de la piazza Fontana (19 de diciembre de 1969) había sido obra del SID (servicios secretos italianos), describía por lo menudo los chanchullos de los más destacados políticos de todas las tendencias y finalmente, para evitar el peligro de una sublevación social, recomendaba una alianza del gran capital con el partido comunista, pues sólo el PCI podría y querría frenar cualquier intento subversivo del proletariado
  
    En Del terrorismo y del Estado (1979) desmontó la maquinaria del miedo con una lucidez que hoy sigue siendo prodigiosa, obra que es una lección de ironía, inteligencia y coraje político, en la que ponía de manifiesto secretos de Estado: las complicidades entre los servicios secretos italianos y las Brigadas Rojas. 
  
    Así resumía Savater su tesis: Para Sanguinetti hay dos clases de terrorismo: uno, ofensivo, que ejemplifica con los atentados de los palestinos o de los irlandeses, y que es el recurso de desesperados o ilusos; otro, defensivo, tiene resultados mucho más prácticos que el anterior y es obra exclusiva de los Estados sometidos a grave crisis social o que la temen próximamente. El terrorismo de Italia es para Sanguinetti paradigma de la segunda clase de terrorismo, el defensivo o de Estado. A partir del año 1969, el Estado italiano, sumido en irresolubles conflictos laborales, padeciendo una acentuada falta de confianza popular en sus instituciones corrompidas e incapaz de inventar ningún nuevo proyecto comunitario por exigencias del capitalismo que se ve obligado a defender, encuentra en el terrorismo ofensivo una vidriosa esperanza de supervivencia. De este modo, tras varios intentos preparatorios, lleva a cabo el atentado de piazza Fontana, donde mueren por bomba numerosas personas. Se esgrime el fantasma de la conjura de extrema izquierda; los más «listos» suponen que el golpe más bien proviene de la extrema derecha: da igual, pues en ambos casos el Estado queda reforzado como imprescindible ante el peligro de un comunismo radical (frente a la derecha) o el peligro fascista (frente a la izquierda)
 
    El secuestro y ejecución de Aldo Moro fueron para Sanguinetti casos de terrorismo defensivo del Estado:    las Brigadas Rojas no eran más que uno de los disfraces de los servicios secretos italianos.
 
    Posteriormente, publicó Dinero, sexo y poder (2015), criticando las biografías falsas de Guy Debord. Desde su exilio en Praga llevaba a cabo un blog sobre el despotismo occidental con textos incisivos sobre la pandemia y el genocidio palestino.
 
    Hemos traducido y publicado en las páginas electrónicas de este arcón una pequeña aunque significativa obra de su labor como escritor:  El coño, ayer y hoy. Puede también leerse uno de sus últimos y lúcidos textos, escrito el 15 de abril de 2020 y traducido por José Sagasti, en Contraindicaciones, a propósito de la pandemia y la pretensión de imponer un gobierno mundial, titulado "El despotismo occidental".

lunes, 6 de octubre de 2025

Crónica de cosas que pasan (2)

Pre-sequía: El concejo de Vigo informa de que las duchas de las playas están fuera de servicio porque el municipio se encuentra en estado de “pre-sequía”, un término que nos recuerda a la 'nueva normalidad' que trajo la pandemia de los enfermos paradójicos que no tenían síntomas: asintomáticos y presintomáticos: aunque todavía no hay sequía, pronto va a haberla. Los casos asintomáticos y presintomáticos, no lo olvidemos, fueron denominados "propagadores silenciosos", y subrayaban la importancia del distanciamiento social continuo, el famoso confinamiento o encierro de la gente, el lavado compulsivo de las manos y la sucia higiene profiláctica basada en la mascarilla cuando se salía de la casa. 

El alcalde psoecialista vigués cierra el grifo de las duchas a los bañistas de las playas por si acaso, movido por una histeria climatérica, propia del período de la vida en el que cesa la función reproductora, más que climática. Hay quien puede preguntarse si hay sequía a estas alturas de la película en Vigo. Según el concejo todavía no, pero hay pre-sequía, por lo que hay que tomar la pre-caución de no ducharse y desperdiciar el líquido elemento, para salvaguardar la poca agua que habrá cuando llegue la auténtica sequía. Al parecer, el nivel actual de los embalses gallegos es muy bajo, cosa que, por mucho que llueva en la verde Galicia, suele suceder tras el verano, cuando las eléctricas vacían los pantanos y embalses, como hacen, para obtener electricidad, desperdiciando muchos litros de agua que solo sirven para que se enriquezcan las empresas.

 
Muerta en vida. “Una paciente acude a una consulta tras haber estado ingresada en el hospital y la doctora le comunica la noticia de su defunción”. Algo más que un titular sensacionalista y surrealista de un periódico de campanario provincial. Vamos al grano, como las gallinas. Todos los medios se han hecho eco de la noticia. La pobre mujer octogenaria había ingresado a principios de mes en el prestigioso hospital Marqués de Valdecilla de la capital cántabra aquejada de una celulitis infecciosa, y fue dada de alta pocos días después con una evolución favorable. 
 

En revisión médica posterior para seguimiento rutinario, la doctora le informó de que ¡figuraba como fallecida en el sistema sanitario de la Seguridad Social! Se trataba, obviamente, de un error administrativo, pero la pobre anciana llegó a temer que estuvieran ocultándole el diagnóstico grave de una enfermedad mortal y que la doctora fuera algo así como San Pedro informándole de que su vida había llegado a término y se hallaba a las puertas del Cielo. Creyó que su muerte, hasta entonces siempre futura, ya se había presentado, aunque no se hubieran percatado ni ella ni su más inmediato entorno. 
 
Quizá se le ocurrió pensar en su fuero interno aquello que se le ocurrió, dialécticamente, a Eurípides de ¿Quién sabe si esta vida no es estar ya muerto, /  y la muerte estar viviendo? Pero su muerte civil le acarreó varias complicaciones: no podía retirar medicamentos de la farmacia para las dolencias de la vejez ni acceder a su cuenta bancaria para acceder a su pensión, porque oficialmente estaba fallecida, viéndose obligada a solicitar una Fe de Vida (sic) que acreditara fidedignamente que estaba viva, acudiendo personalmente pese a su movilidad reducida a varias oficinas para regularizar su situación. Cosas de la burocracia. Y un error humano, que puede cometer cualquiera, pero muy significativo que hace que el Estado nos elimine de sus listas de votantes y contribuyentes, matándonos civilmente, como suele decirse, aunque sigamos vivos y coleando por debajo.

domingo, 5 de octubre de 2025

Crónica de cosas que pasan (1)

Bendiciendo un témpano de hielo. Su Santidad el Vicario de Cristo, el new Pope, bendice un bloque de hielo de más de veinte mil años de antigüedad procedente de un fiordo groenlandés que se estaba derritiendo en el océano tras desprenderse del manto glacial. Pretendía el Sumo Pontífice con ese gesto concienciar al mundo en general y a los feligreses en particular sobre la gravedad de la doctrina fideísta del cambio climático. Curiosa la paradoja, el Papa critica a los escépticos climáticos mientras bendice un témpano de hielo.
 
Estas fueron las palabras en la lengua del Imperio, ni siquiera en latín que era, como Dios manda, la lengua oficial de la Iglesia, del Obispo de Roma, un nuevo Papa que sigue la estela de su predecesor, preocupado por la teología del calentamiento planetario que está rompiendo el hielo del glaciar: “Lord of Life, bless this water, may it awaken our hearts, cleanse our indifference, soothe our grief, and renew our hope through Christ, our Lord. Amen”, o sea, en román paladino con que la gente de por aquí fabla con so vecino: 'Señor de la Vida, bendice esta agua, que despierte nuestros corazones, purifique nuestra indiferencia, calme nuestro dolor y renueve nuestra esperanza a través de Cristo, nuestro Señor. Amén'. 
  
Abogaba el Sumo Pontífice por la conversión ecológica y animaba con el simbolismo de su gesto a concienciar a la sociedad para que presione a sus gobiernos de cara a desarrollar 'normativas más estrictas' en orden a procurar la salvación no ya de nuestras almas, como antaño, sino del planeta, que es objetivo menos individual y más noble, santo y colectivo. 
 
La Iglesia Católica, Apostólica y Romana pone en el apogeo de su climaterio la religión al servicio de la nueva fe climatológica, sustituyendo el simbolismo de la cruz por el termómetro del calentamiento global y bendiciendo el hielo que se derrite y exige, según la nueva religión to develop and implement more rigorous regulations, procedures and controls”, para entenderlo mejor: desarrollar e implementar más rigurosas regulaciones, procedimientos y controles, en definitiva, lo dicho: más estrictas normativas. 
 
Pornografía infantil: Algo tenía la mítica portada de la banda roquera mugrienta y desaliñada Nirvana de su exitoso álbum que se vendió como rosquillas Nevermind de 1991 que sigue levantando ampollas: la fotografía de un bebé desnudo, con el pitilín al aire, nadando hacia un billete de un dólar prendido como cebo de un anzuelo. El caso es que el bebé retratado como Dios lo trajo al mundo, que ahora tiene treinta y cuatro años, demandó hace cuatro años a lo que queda de la banda -su cantante se suicidó-, al fotógrafo y a su sello discográfico acusándolos de explotación sexual por publicar su imagen en la portada del disco, causándole continuos daños y quebrantos personales. El caso fue desestimado. 
 
El interesado volvió a recurrir, y un juez federal acaba de volver ahora a desestimar la demanda tras determinar que esa foto no es pornografía infantil, aparte del hecho de que el demandante estaba desnudo en la portada del álbum, lo que tiene más que ver con la típica foto familiar de un niño desnudo bañándose que con el porno duro. 
  
La familia del niño cobró solo 200 dólares por la famosa fotografía del pequeño, pero el fotógrafo tampoco cobró más de 1.000 dólares, ya que, por aquel entonces, Nirvana era una banda desconocida para gran parte del público. Para conmemorar el décimo aniversario de publicación del disco, el niño, que reconoció que le atormentaba que lo vieran como una de las mayores estrellas porno del mundo, volvió a posar esta vez con bañador. 
 
Lo gracioso es que el niño, que ya es un hombretón, lleva treinta y cuatro años intentando pillar el dichoso billete con sus demandas judiciales. La auténtica pornografía, sin embargo, no es nadar desnudos como Dios nos trajo al mundo  o con bañador, sino que todos vayamos en pos del billete del anzuelo para de peces libres en la mar serena pasar a convertirnos en pescados.

sábado, 4 de octubre de 2025

Recuperar la soberanía

    De vez en cuando la gente hace un descubrimiento importante: que los gobiernos elegidos democráticamente por el pueblo no gobiernan en realidad, porque están gobernados desde fuera, desde arriba: porque quien manda es Don Dinero, el más poderoso de todos los caballeros. Y donde manda capitán, que es el Capital, no manda marinero. ¿De qué sirve entonces la democracia parlamentaria? ¿Para qué sirve un gobierno sujeto al gobierno del vil metal, llámese Fondo Monetario Internacional o Banco Mundial? ¿Quién ha elegido democráticamente a Herr Kapital, das Kapital, que diría el reverendo Carlos Marx, como Dios todopoderoso del universo mundo? Algunos de los avatares de esta divinidad son Mister Dolar, o Mister Euro, la moneda única y monoteísta que sustituyó a las politeístas pesetas, francos, marcos, liras y demás divinidades trasnochadas menores que ya son poco menos que la calderilla del recuerdo, y que algunos añoran. 
 
    Hay, en efecto, quienes abogan por la vuelta a las viejas monedas nacionales para recuperar las esencias patrias de nuestra memoria histórica, como hay quienes abogan por el rechazo al dinero digital en favor del dinero físico, cuyo uso está sujeto a menos restricciones por lo que consideran que nos hace más libres del control estatal (pero no del dinero). 
 
    Entre los primeros, Giorgio Agamben publica en la Red una columna el 23 de septiembre titulada Moneta e Memoria  que establece la conexión etimológica entre la moneda y la memoria, dado que el latín 'moneta', origen de nuestro término 'moneda' y del inglés 'money', era la diosa romana equivalente de la griega Mnemósine, la Memoria. Higino, por ejemplo, escribe que de Júpiter y Moneta nacieron las Musas, equiparando de hecho a Moneta con la titánide Mnemósine, la Memoria. Pero Moneta no es la traducción del griego Mnemósine, que sería más bien 'memoria', sino un epíteto también de Juno, la hermana y esposa de Júpiter, Iuno Moneta, junto a cuyo templo se instaló en Roma una ceca donde se acuñaba la moneda. 
 
    Entra Agamben en el debate sobre la abolición de la moneda única europea y la recuperación de la moneda tradicional de cada país y escribe que cada nación del viejo continente, al renunciar a la soberanía sobre su propia moneda, ha renunciado también a su propio legado de recuerdos, a su memoria histórica, diríamos con la expresión a la moda. Y más adelante: “Cuando un distinguido economista declara que la única manera de que Francia (y quizás todos los países europeos) salgan de su crisis es recuperar la autoridad sobre su propia moneda, en realidad está sugiriendo que ese país redescubra su relación con su propia memoria. La crisis de la comunidad europea y su moneda, que ya nos afecta, es una crisis de memoria, y la memoria —no lo olvidemos— es para cada país un lugar eminentemente político. No hay política sin memoria, pero una memoria europea es tan frágil como su moneda única”. 
    De alguna manera, el filósofo italiano tras la conexión etimológica que establece entre el dinero y la memoria histórica está sugiriendo o proponiendo, como el economista cuyo nombre propio no cita, que cada país europeo recupere su soberanía nacional recobrando su propia memoria económica. No es ningún secreto su oposición al engendro de la Unión Europea: Ha dejado escrito: "Para decirlo sin tapujos ni reservas: si realmente queremos pensar en una Europa política, lo primero que tenemos que hacer es quitar de en medio a la Unión Europea, o al menos estar preparados para el momento en que, como ahora parece inminente, se derrumbe". La oposición, justa y necesaria, a las políticas de la Unión Europea lo lleva no solo a decir simplemente que no a dichas políticas supranacionales, sino a querer recuperar el viejo patrón de la soberanía de la nación, que no debe confundirse nunca con la soberanía popular. 

viernes, 3 de octubre de 2025

Elogio de la docencia

 La docencia es una de las profesiones más nobles a las que uno puede dedicarse. Por eso se la llama magisterio, que en latín quiere decir “lo más importante”.

Magisterio se contrapone etimológicamente a ministerio, “lo menos importante”; la condición propia de los que mandan, que son los más mandados: la servidumbre.

Pero la docencia no consiste en transmitir conocimientos, sino en despertar la inteligencia, para lo que es contraproducente la acumulación de los saberes. 

 
En efecto, conocer, en el sentido de atesorar conocimientos eruditos a través de la memorización, no sólo es poco inteligente sino un obstáculo para el aprendizaje.

Pues solo se aprende de los propios desengaños; saber, no sabemos nada, pero tenemos muchas, demasiadas certezas que entorpecen el descubrimiento de la verdad.

Aprender es liberarse, tanto el maestro como el discípulo de su condición previa, y de la fe y las creencias que albergan, que hacen imposible el arte de vivir.

Aprender es desaprender, desprenderse de certidumbres e ideas que ciegan razón y corazón. Aprender es liberarse uno. Enseñar es ayudar a liberarse a los demás.


Las aulas son jaulas donde los niños, pájaros prisioneros dentro, aprenden a hacer lo que la propia institución académica que los recluye no les permite: volar.

Aprender, amarrados al palo de una estaca como estamos y pudiendo movernos solamente según la longitud de la soga, es romper el cordel invisible que nos ata.

La buena conducta y buena educación no se basan en la vieja moral retributiva de premio y castigo, sino en el paulatino desprendimiento del ego de uno mismo.

Se elogia aquí la docencia porque despierta la inteligencia y abre la mente, embotada de ordinario por prejuicios y condicionada por el lastre del pasado.



Si se elogia tanto la docencia es porque rompe moldes y esquemas, y enseña la mentira de las verdades y la realidad, cuya falsía suele pasarnos desapercibida.

Contra la educación que predica los valores bursátiles, la sumisión a la dictadura de los mercados y la venta al mejor postor de nuestra fuerza de trabajo;

contra la pedagogía moderna, que desprecia la inteligencia y fomenta  la visceral incontinencia del esfínter anal, consagrándola como libertad de expresión;

contra la venta de la mano de obra y conversión de nuestra vida en trabajo asalariado, reloj cronometrado y misérrimo jornal: no hay dinero que lo valga.

jueves, 2 de octubre de 2025

Supermercados futurizos

    A la vista del vídeo que acompaña a esta entrada, se pregunta uno hasta qué punto una emisión televisiva como esta de un informativo que hace una cadena privada, pero podría ser pública, porque para el caso da igual, es información o es propaganda. De hecho es más un anuncio publicitario que una noticia informativa, aunque también lo es. Atención al mensaje implícito y subyacente, porque parece que todo son bondades y no lo son: un establecimiento comercial abierto las veinticuatro horas del día y los siete días de la semana. Es el triunfo total del mercado, que no se subordina ya a los horarios laborales ni a las festividades, sino que salta por encima de ellos y se abre al flujo constante de capitales y mercancías.

    Para entrar en el establecimiento hay que identificarse previamente introduciendo el nuevo DNI que es nuestro número de teléfono móvil individual e intransferible, y a continuación nuestra tarjeta de crédito, pues el pago que se haga será siempre con dinero digital.

    El abanico de mercancías, una vez que se ha abierto la puerta del comercio, es amplio en este caso, desde alimentos frescos y congelados hasta productos de limpieza e higiene. Al final no se pasa por caja, dice la locutora televisiva. En su lugar, funciona la Inteligencia Artificial, que detecta automáticamente todos los productos que llevamos y nos cobra descontando su precio de nuestra tarjeta de crédito. Acto seguido, recibimos el tique en la pantalla de nuestro teléfono supuestamente inteligente, cuyo número hemos introducido al comienzo de la operación para entrar en el establecimiento mercantil.

      Se ha creado, dice la información publicitaria o la publicidad informativa, un nuevo espacio “que tiene las bondades del autoservicio y la bondad de una tienda”, con lo que “se mejora muchísimo la experiencia de compra del cliente”.

    Si entran varias personas a la vez no hay ningún problema: la IA, que funciona mediante cámaras y sensores de peso en las estanterías, detecta a cada cliente y lo va siguiendo. 

    Los entusiastas de este nuevo sistema dicen que es más rápido ya que se evitan las largas colas frente a la caja y está abierto al público en cualquier horario.

    Ha desaparecido el factor humano: el dependiente, el cajero, el tendero... Se eliminan así puestos de trabajo, aumentando la cifra de desempleados y el trato personal o la interacción, como dicen ahora, con los clientes. Sucede ya en muchas gasolineras, donde el usuario hace el trabajo del empleado. El empresario se ahorra, así, un puesto de trabajo ya que el cliente hace su trabajo bajo el nombre de “autoservicio”: antes te servían la gasolina, ahora te la sirves tú y te cobran lo mismo, porque si bien la desaparición del trabajo asalariado podría considerarse una liberación de la maldición bíblica de ganarse el pan con el sudor de la frente, mientras no desaparezca el salario -cada vez se habla más de una renta básica para todos-, o sea, el capital, seguimos en las mismas o peores circunstancias.

    La tecnología no está colaborando con el trabajo humano facilitándolo y haciéndolo más cómodo, sino reemplazándolo. De hecho se habla de robots reponedores de productos en las estanterías. 

Robot reponedor 

    Ha desaparecido el dinero en efectivo prácticamente, pero no seamos ingenuos, pecado imperdonable a estas alturas: eso no significa que haya desaparecido efectivamente el dinero.  Nada más lejos de la realidad, sino todo lo contrario: se ha sublimado, adquiriendo el carácter sobrenatural e inmaterial, espiritual y divino, que siempre ha tenido. La desaparición del dinero contante y sonante, por otra parte, ya sucede en los establecimientos actuales donde se puede efectuar el pago en metálico o con tarjeta, que a su vez puede ser de débito o de crédito, y que resulta para todos más cómodo ya que no hay que andarse con engorrosos cambios.

    Uno no necesita hablar con nadie. Hace la compra silenciosamente con total privacidad. Y se va, como si hubiera entrado a hacer sus necesidades en un retrete.

    Pero la IA de Gúguel también nos informa y hace al mismo tiempo propaganda so pretexto de información que la emisora televisiva emitiendo juicios de valor como este: Atención: Los supermercados del futuro se caracterizarán por el uso intensivo de inteligencia artificial (IA), cámaras y sensores para un seguimiento en tiempo real de los productos y clientes, y pantallas digitales que ofrecerán información detallada de los alimentos. Esto permitirá la compra autónoma sin colas y pagos automáticos, experiencias de compra personalizadas y la promoción de hábitos alimentarios más saludables y sostenibles.

    ¿Qué quieren decir las dos últimas frases? ¿Qué es una experiencia de compra personalizada? ¿Qué hábitos alimentarios más saludables y sostenibles fomentan estos supermercados futurizos? Al parecer se “minimizan la interacción física y la manipulación de objetos, mejorando la higiene” En Amazon Go hay hasta la posibilidad de comprar con este sistema de autoservicio, el colmo de los refinamientos, sentado uno, sin apearse de su automóvil.


miércoles, 1 de octubre de 2025

Versos de Prada

    Este Prada no es el agudo columnista de algunos periódicos y revistas españoles de derechas, novelista por otro lado notable además de católico practicante, obeso confeso y a mucha honra, y mártir de las tres o cuatro lectoras desocupadas y beatas y de todos los que todavía lo soportamos, ni tampoco es el costurero italiano, el cual, que yo sepa, no se ha metido de modisto de altos vuelos a poeta todavía. 

    Los que traigo hoy aquí a colación son unos versos breves pero llenos de enjundia epigramática de don Manuel González Prada, escritor peruano injustamente olvidado o más bien poco conocido o ignorado por estos pagos, ya fallecido, pero cuyas rimas siguen vivas, hoy más que nunca, todavía, sin perder ni ripio del ritmo en el baile de las palabras.

Manuel González Prada  (1844-1918)

    Vienen como anillo al dedo  para este medio de lectura rápida sobre la pantalla fugaz que es internet, o sea la Red de la telaraña cibernética, y no sobre el papel –aunque no hay mal que por bien no venga, ya que la falta de papel supone muchos más árboles que se salvan de la tala.

    Su característica más notable es, aparte de la brevedad telegráfica, la condensación aforística del pensamiento. Allá van, espigados aquí y allá de su obra poética, estos epigramas que hablan un poco de todo: de la maldad e ignorancia, si no son la misma cosa, del ser humano; del amor; de la relatividad del bien y el mal; y una declaración de principio que no tiene desperdicio, antes del “Je ne regrette rien” de Edith Piaf.

Quien muchos días se pasa /  sin ver a un necio de frente, / no tendrá seguramente /  ningún espejo en su casa. 
*
El vicio y la virtud, el bien y el mal, / simples cuestiones de ángulo visual.
 * 
De nada estuve nunca arrepentido, /  a no ser del pecado... no cometido. 

Todo cabe en lo posible; / ¿Por qué razón no cabrá? / Nada existe más absurdo /  que la misma realidad. 
 * 
Yo figuro en la comedia /  de mi vida, o la tragedia, / como el autor, el actor /  y el sereno espectador.
 *
 Ser el diamante o la arcilla, /  la palmera o el zarzal, / el rumiante o el microbio, / el monarca o el patán, / todo es el mismo, /  todo es igual. / Sucumbir hoy o mañana, / de vejez o enfermedad, / podrirse bajo la tierra /  o en los abismos del mar, / todo es lo mismo, / todo es igual. 
 * 
 La dulce muerte del sueño /  venga y cierre mis pupilas: /  el olvidar que se vive / es lo mejor de la vida. 

 En la sesuda experiencia / de las personas ancianas, / no busquéis verdad o ciencia, / buscad errores con canas. 
*
 La creencia prudente y acertada, / la más segura, no creer en nada. 
*
 ¿Dónde tus luces divinas,  / oh Religión decantada? / Viejo candil de posada, /  más humeas que iluminas.
 * 
Todos somos hermanos /  (recordémoslo bien); /  todos somos hermanos, /  como Caín y Abel. 
 * 
Orgullo no te cause el patriotismo, / que son también patriotas / que aman sus escondrijos y sus peñas /  los topos y las ostras. 
 * 
 ¡Es un perro! decimos / al denigrar a un zote. / Con más razón, al insultar a un perro, /  repetirán los perros: ¡Es un hombre!