miércoles, 31 de mayo de 2023

¿Futuro? No, gracias. (I)

    El poeta bilbilitano Marcial  plantea en este epigrama (el núm. 58 del quinto libro de sus Epigrammata) una variación sobre el tópico del "carpe diem". Está dedicado a un tal Póstumo, que aunque puede valer como nombre propio de una persona, no deja de ser también un nombre común significativo, en concreto un adjetivo que quiere decir último, postrero, superlativo como es de post 'después', y que puede servir para designar a cualquiera que posterga o pospone su vida a título póstumo para el incierto día de mañana:


Dices que vas a vivir mañana, Póstumo, siempre.
Ese mañana, di,     Póstumo ¿cuándo vendrá?
¿Cuán lejos, dónde está ese mañana? Y ¿en dónde se logra?
¿Se halla en Persia tal vez      o en los armenios quizá?
Tiene ya ese mañana los años de Príamo o Néstor.
Ese mañana, di,     ¿cuánto te puede costar?
¿Vas a vivir? Para eso ya es tarde, Póstumo, ahora:
Sabio es aquél que vivió,     Póstumo, el día de ayer.


 Cras te uicturum, cras dicis, Postume, semper.
Dic mihi, cras istud, Postume, quando uenit?
Quam longe cras istud, ubi est? aut unde petendum?
Numquid apud Parthos Armeniosque latet?
Iam cras istud habet Priami uel Nestoris annos.
Cras istud quanti, dic mihi, possit emi?
Cras uiues? hodie iam uiuere, Postume, serum est:
Ille sapit, quisquis, Postume, uixit heri.

(Marcial, libro V, 58)

    Nótense las veces que se repite "cras" (mañana) en el poema original: nada más y nada menos que siete veces (cinco en mi traducción). Es un adverbio que significa "mañana" en latín. En inglés se conserva esa palabra fosilizada en "procrastination", que es la acción de dejar las cosas para mañana. Veo que la Real Academia Española ha adoptado el verbo "procrastinar" con el significado de diferir y aplazar, supongo que como anglicismo; un anglicismo en todo caso de origen latino.


    Lo que nos aconseja la tarjeta stop procrastinating and start working en la lengua del Imperio es que dejemos de aplazar las cosas para mañana -"no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy" dice nuestro refranero- y que comencemos a trabajar; lo que nos dice Marcial, mucho más bonito que eso que circula por la Red, es que dejemos de aplazar la vida para el incierto día de mañana y que comencemos a vivir -no a trabajar- ahora. 

    Lope de Vega tal vez se inspiró en el epigrama de Marcial que comentamos cuando compuso aquel célebre verso "siempre mañana y nunca mañanamos" del soneto amoroso en que se quejaba de la dilación de su esperanza y que comenzaba: "Tanto mañana y nunca ser mañana". 

 

     No digamos nunca “Seré...”. No existe eso de haber de ser, de ir a ser, de tener que ser: o eres o no  eres. Ser o no ser, esa es la cuestión. No dejemos que intervenga el tiempo, que éntre el futuro en nuestras habitaciones mientras la casa, que está toda ella en llamas, se quema irremediablemente. Salgamos ahora mismo.   

    No digamos nunca, aconseja Marcial, “Mañana seré feliz, mañana tendré éxito, mañana se producirá la revolución y el mundo será un lugar más hermoso”. Mañana es nunca porque mañana, igual que ayer, es una palabra que sólo significa una cosa: ahora no.

    Así que no tenemos futuro, porque el futuro es la muerte y a nosotros nos queda todavía mucha cuerda, ahora mismo, para seguir dando guerra por delante.
  

martes, 30 de mayo de 2023

¿Incitación al odio?

    El roquero Roger Waters, uno de los fundadores de Pink Floyd, apareció en escena a sus setenta y nueve años el 17 de mayo en Berlín dentro de su gira 'This Is Not a Drill' -Esto no es un simulacro- con un abrigo largo negro, brazalete rojo, guantes negros y gafas negras. Hizo cabriolas en el escenario vestido con lo que parecía ser un uniforme de las SS. Sobre él colgaban estandartes rojos estilo Tercer Reich, con insignias de martillos cruzados que recordaban vagamente a la esvástica de Hitler. Con un cañón falso disparó contra la multitud, flanqueado por hombres vestidos con uniformes militares. Evocaba así la ficticia organización neonazi que aparece en la película de 1982 "Pink Floyd: The Wall".

    Un portavoz de la policía berlinesa a raíz de dicho espectáculo ha dicho: "Estamos investigando (a Waters) por sospecha de incitación pública al odio, porque la ropa usada en el escenario podría usarse para glorificar o justificar el gobierno nazi, perturbando así la paz pública". Pero el hecho de que recuerde a un oficial nazi de las SS no significa que esté glorificando el nazismo, porque podría tratarse de todo lo contrario. Sería como decir que Charles Chaplin glorifica a Hitler en el Gran Dictador, cuando se trata de una sátira paródica. 

     Más sibilina es la acusación que se le ha hecho de antisemitismo, que como se sabe es el odio contra las personas que practican la religión judía. Roger Waters se ha defendido diciendo que él no tiene nada contra los judíos, pero sí mucho contra el Estado de Israel, por lo que podría acusársele de antisionismo, pero no es lo mismo. El antisemitismo es el odio contra un pueblo, mientras que el antisionismo es el odio contra un Estado que, como todo Estado, es el enemigo público número uno de su pueblo.

 

    Por eso en la puesta en escena del espectáculo berlinés incluyó una foto de Ana Frank, la joven judía que, con su familia, se escondió de los nazis en Ámsterdam, durante la Segunda Guerra Mundial, fue descubierta y llevada a un campo de exterminio, donde murió de tifus, y otra de la periodista palestino-norteamericana Abu Akleh, que recibió un disparo mortal el año pasado mientras cubría una redada de las Fuerzas de Defensa de Israel en un campo de refugiados palestinos. Ambas habían sido víctimas de la violencia de un Estado totalitario. Por eso el cantante ha sido acusado de antisemita por el Estado de Israel, que se identifica así con el pueblo judío, y que no tolera ninguna crítica por bien fundada que sea de su política internacional.

    Y claro está, Waters ha comparado -infamously, infamemente, según el New York Post- al Estado de Israel por su trato a los palestinos con el régimen nazi y su trato hacia los judíos. Se acusa a Roger Waters de antisemitismo y de incitación al odio, por lo que habría incurrido en un delito criminal. 

 


    Cierto que Waters cantó “Lay Down Jerusalem (If I Had Been God)” mientras mostraba la frase “Fuck the Occupation”, refiriéndose a la ocupación israelí de Palestina. Pero el Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel se enfureció con el artista al que acusó de “profanar la memoria de Ana Frank y los 6 millones de judíos asesinados en el Holocausto”, convirtiendo así a Ana Frank en una especie de santísima virgen y mártir del sionismo.

    Sólo le faltaba a Waters ya que a lo de antisemita se uniera la acusación de “apologista de Putin” y rusófilo, que también se le ha hecho, como era de esperar. Ya hablamos aquí mismo de su carta abierta a la primera dama ucraniana, la esposa del señor Zelenski, instándola a que animara a su marido a hacer las paces con Putin. 


    En febrero, en una entrevista al periódico Berliner Zeitung  Waters comparó al Estado de Israel con el Tercer Reich, y también defendió al presidente ruso Vladimir Putin por su decisión de invadir Ucrania.

    Sin embargo, el músico ha defendido su espectáculo diciendo que era una declaración clara "contra el fascismo, la injusticia, la intolerancia en todas sus formas".  El cantante negó las acusaciones y afirmó que estaba usando su plataforma para oponerse al "autoritarismo y la opresión". "Mi reciente aparición en Berlín ha provocado ataques maliciosos de aquellos que quieren calumniarme y silenciarme porque no están de acuerdo con mis puntos de vista políticos y principios morales", dijo Waters en un comunicado. "El retrato de un fascista demagogo desquiciado ha estado presente en mis shows desde Pink Floyd The Wall, en 1980."

   

lunes, 29 de mayo de 2023

Algunas sentiencias y sintiencias (y II)

 oOo

La limosna es una subvención a la pobreza

para que el pobre siga siendo siempre pobre.

oOo

¿Error del sistema? No, el sistema, todo él,

es el error más grave que hay sin duda alguna.

oOo

Insurrección contra el futuro: Ahora o nunca.

Ahora mismo es el momento: otro no hay. 

 

Realidad virtual, Laurie Lipton (2015)
 

oOo

Es más gozoso que concebir alguna idea,

el abortarla y desembarazarse de ella.

oOo

¿La causa principal del divorcio? Elemental,

querido Watson, es el propio matrimonio.

oOo

Las opiniones personales entorpecen

el entendimiento que tenemos de las cosas.

 


Selfie, Laurie Lipton (2015)

 oOo

¿Hay crímenes de guerra? No, la guerra misma,

flagrante crimen es de lesa humanidad.

oOo

Si no hay razón para la esperanza, no la hay

tampoco para desesperarse sin razón.

oOo

¡No a la mejora de la calidad de vida

de los esclavos! ¡Abolición de la esclavitud! 

La Nueva Normalidad, Laurie Lipton (2021)

oOo
Gane quien gane las elecciones, siempre gana
el Poder, y siempre pierde el mismo, que es el pueblo.

domingo, 28 de mayo de 2023

Tontos de los cojones (sic)

    Un alcalde de la España profunda y carpetovetónica afiliado a un partido sedicente izquierdista, el P¿S?¿O?E,  Partido ¿Socialista? ¿Obrero? Español, dijo que no sabía cómo había tanto "tonto de los cojones"  (sic, literalmente) que votaba a la derecha. Y fueron los de la oposición  y se rasgaron las vestiduras dándose por aludidos, pues, según ellos mismos, ellos, exclusivamente, el P¿P?, el Partido ¿Popular? -el pueblo, que es lo que significa populus en latín, y de ahí viene lo de 'popular', no puede ser 'partido'- tenían la denominación de origen patentada de "la derecha", y pidieron por lo tanto la dimisión del bocazas.

    En realidad el alcalde susodicho se equivocaba sólo en parte, o, dicho de otro modo, tenía su parte de razón, porque, sin querer, algo había dicho de verdad, porque a él también le había votado la derecha aunque no lo crea. Él, por muy izquierdista que se considere, también es de derechas,  y por eso ocupaba la alcaldía que presidía. Ignoro si la sigue presidiendo, pero en todo caso da igual para el caso que nos trae.

   Votar es un acto  intrínsecamente pro-sistema, conformista, y, digámoslo así, de derechas, independientemente de a quién se vote, porque da igual republicanos que demócratas, son lo mismo laboristas que tories, igual da  progresistas que conservadores,  da lo mismo "izquierdas" que "derechas", cara y cruz de la misma moneda que es el establishment.  Como decía el jaicú aquel que sacamos el otro día: Ambidiestro que es, / no se queda manco, no, / jamás el Poder.
 
   Y como sentenció de una vez para todas Isabel Escudero (1944-2017): "Ni derecha ni izquierda; / entre arriba y abajo / está la pelea". Daba a entender así la coplilla que la izquierda y la derecha eran las dos manos imprescindibles y complementarias del Poder, que no se queda nunca manco.
 
 
    Dejemos, por lo tanto, la cosa, simplemente,  en que hay mucho tonto que vota, en el sentido de que cree saber lo que quiere, y no quiere aceptar lo fundamental, que es que no sabe lo que le conviene. Sin más. En esa primera parte de su aserto sí que tenía razón el bocazas del alcalde. Sin querer, pues él sólo pretendía atacar a sus rivales de la oposición, había dicho algo de verdad.     



sábado, 27 de mayo de 2023

Algunas sentiencias y sintiencias (I)

Ya llega el finde,  rutinario como siempre, pero nunca 

llega el definitivo y anhelado fin de la semana.

Predica el sistema la libertad dentro del orden del sistema.

Los juicios de valor no valen mucho, valen poca cosa,

poquita cosa, tan poca cosa que en verdad no valen nada.

¿Será el trabajo asalariado la moderna esclavitud?

Maleducados por obra y gracia del sistema educativo. 

Confinados, Laurie Lipton (2021)
 

oOo

¿Echar raíces? Sólo los árboles y plantas.

¿Quién gobierna en las Españas? ¿El pueblo? No: el reloj

ordena y manda, y el calendario laboral.

El que vende más es el que más también se vende.

Tu propio punto de vista limita tu visión.

Las ideas anestesian nuestras sensaciones.

En aras del futuro hipotecados todos.

Selfie, Laurie Lipton (2020)
 

viernes, 26 de mayo de 2023

La Organización ataca de nuevo

    Poco después de haber declarado a primeros de mayo el fin de la emergencia internacional por la pandemia coronaviral tras tres largos años, en los que se habrían contabilizado, según datos oficiales, 765 millones de diagnósticos de contagios y casi siete millones de muertes, incluida entre las fallecidas la vieja gripe, que ha acabado resucitando milagrosamente ahora, la Organización Mundial de la Salud (en adelante, la Organización, a secas), por boca de su director general, el señor Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha alertado en la Asamblea Mundial de la Salud que se está celebrando estos días en Suiza de que "sigue existiendo la amenaza de que aparezca otro patógeno con un potencial aún más mortífero". 
 
    ¿Qué pretende con esta declaración terrorífica la Organización? En primer lugar empoderarse más aún de lo que ya está  y en segundo lugar, continuar propagando para ello el miedo, que es el virus más contagioso y letal que puede haber, no vaya a ser que la gente se descuide un poco, como parece que estaba empezando a pasar, se despreocupe de su salud y comience a vivir sin miedo.
 
    La Organización no quiere perder el protagonismo adquirido, quiere afianzarlo, por lo que pretende que la gente y las instituciones estén sobreaviso y preparadas para que, cuando surja la próxima pandemia, la respuesta sea "decisiva, colectiva y equitativa".
 
    El Director General, el señor Tedros, ha instado a los países a no demorar más la aprobación del tratado internacional que le confiere a la Organización que regenta plenos poderes ante futuras pandemias, forzando así a tomar medidas colectivas tanto farmacológicas como no farmacológicas que afectarán a todo el mundo: vacunas, confinamientos, mascarillas, cuarentenas...  
 
 
    Sería, desde luego, más saludable y seguro para la salud de la humanidad no firmar ese acuerdo o, como ha dicho un eurodiputado croata, firmar un acuerdo con el cartel colombiano, que sabe más de drogas que la Organización.  
 
    No podemos olvidar que durante la pandemia coronaviral la Organización no ha hecho más que contradecirse y mentir, comenzando por la más gorda de todas las mentiras: que había una emergencia global. Además de propagar el pánico, por lo que debería ser considerada una organización terrorista,  nos ha engañado constantemente: “Hay un virus nuevo y desconocido” -y resulta que era más viejo que el catarro de Matusalén-, “La vacuna protege de enfermar gravemente y de morir” -y ya se ha visto a cuántos ha enfermado gravemente y se ha llevado por delante al otro barrio antes de tiempo- “La vacuna es segura y eficaz en un 82%” -y no se sabe muy bien para qué ni para quién era tan segura y eficaz-...     
 
    La Organización es un peligro para la gente, igual que un mono borracho con dos pistolas. Sería bueno para la salud de todos y cada uno de nosotros que se auto-disolviera: Mejor desorganizados.  
 
    Pero Alemania marca la pauta: El Bundestag, que es su órgano federal legislativo supremo, otra organización, ya ha decidido, por una amplísima mayoría democrática parlamentaria, ceder su soberanía sanitaria a la Organización y, por lo tanto, a la industria farmacéutica que la subvenciona.

jueves, 25 de mayo de 2023

Pareceres (XX)

96.- Sacrificar es según la Academia, en primer lugar: Ofrecer a una divinidad algo o a alguien en su honor, generalmente destruyéndolos o matándolos. Y en segundo lugar: Matar un animal, especialmente para el consumo. En aras del ideal que creemos que debe ser la vida, que es nuestra moderna divinidad, solemos sacrificar -es decir, hacer sagrada, o lo que es lo mismo para el caso, matar- nuestra propia vida cotidiana corriente y moliente. ¿Dispuestos a sacrificarnos por nosotros y por los demás? Resultado: dictaduras, brutalidad, campos de concentración y exterminio, conformismo, violencia, la historia universal en marcha.

97- NO A LA GUERRA. ALTO EL FUEGO. La gente no quiere la guerra. Ni siquiera los traficantes de armas, que sólo codician el dinero. Son las propias armas las que están pidiendo a gritos la guerra, o sea, una intervención humanitaria, en medio de esta tensa espera y silencio ensordecedor.


98.- El grafitero urbano deja su artística firma en la pared porque se considera, suponemos, un artista. Pero ¿qué dicen las pintadas, su obra? ¿Qué significan esos gritos en forma de garabatos? ¿Qué comentan las paredes? Su obra no es más que su firma. ¡El nombre del que lo escribió! Cuando uno se dedica a estampar su nombre propio compulsivamente por todas partes para afirmar así su personalidad, el refrán escolar reza: “el nombre de los burros aparece por todas partes”. ¿Qué dicen los jóvenes? Nada: sólo: aquí estoy yo: esta es mi firma: una celebración egoísta de mi individualidad masificada. Su firma no está ligada a ningún producto comercial: no es una marca de tejanos, por ejemplo: el único producto comercial es ellos mismos: Yo, Sociedad Anónima o, mejor, Sociedad Limitada.

 
99.- Hay quien dice que es preferible animar a un equipo deportivo que a un ejército armado empeñado en vencer o morir matando. Ninguna objeción a algo tan sensato en principio, si no fuera porque ambas cosas son lo mismo. Los gritos de ¡España! ¡España! fomentan el afán competitivo, el fantasma de la identidad nacional, la lucha por la hegemonía, el espíritu de la victoria y la derrota que arma a los ejércitos para defender esa misma patria que se corea en los estadios deportivos. Puede que sea más civilizado celebrarlo en un campo de juego que en uno de batalla, sólo que así como el estadio es visto como un campo de batalla donde luchan disputándose la Copa de la Victoria, las selecciones nacionales de España y Marruecos, pongamos por caso, no podemos evitar que el frente de combate donde pugnan, por ejemplo, israelíes y palestinos, pueda ser visto con la misma ligereza que un campo más de balompié.

100.-  Nueva refutación del movimiento procedente de la antigua India milenaria, que viene a sumarse a la clásica griega de: El móvil no se mueve ni en el lugar en el que está ni en el que no está. Glosa de Nagarjuna: “El móvil que se ha movido ya no se mueve, y el móvil que va a moverse no se mueve tampoco todavía. ¿Dónde pues el movimiento del móvil que ya no se mueve o que todavía no se ha movido?”

miércoles, 24 de mayo de 2023

"Nu hai juturu"

    “Nu hai juturu”. Al parecer así se diría en cántabru, "No hay futuro", según Ángel Marín, investigador y activista por los derechos lingüísticos del pueblo cántabro, que escribía en Eldiariocantabria el 2 de mayo de 2023 un artículo en castellano titulado “Ensin augua nu hai juturu”.

    No voy a entrar en el tema que plantea de que sin agua no hay futuro, pero sí me quedo con la frase que da título a su artículo, y que amplía escribiendo en cántabru: "Ensin augua nu hai juturu, ni lu brá tampocu’n denguna parti del mundu”. Lo único que le reprocho es que sustituya, como hacen ordinariamente los políticos o ejecutivos de Dios, que es el Estado y es, a la vez, el Mercado, la vida por el futuro, o por el juturu, como él prefiere decir y que sería lo mismo pero en cántabru, cuando dice que sin agua no hay futuro. Sospecho yo que lo que quiere decir es que sin agua no hay vida, cosa que todos sabemos, pero mete la bicha del juturu para justificar la invención de una lengua.

    Lo mismo le sucede a la revista digital Mogura, el "mediu d’espresión de la mozandá revolucionariu cántabru" (sic, por la concordancia del femenino abstracto 'mozandá' con el neutro de materia), donde leemos que "nel sistema capitalista español nu hay juturu", cuando lo que quieren decir, supongo yo, es que en el sistema capitalista español no hay vida, porque otra cosa no habrá, pero futuro desde luego sí que hay, y mucho, desgraciadamente; es más, es lo único que hay.

    Esto me trae a la memoria aquella copla goliardesca que compusimos en cántabru precisamente inspirada en una pintada callejera que lo fiaba todo al futuro: Lo impusibli / es pusibli: / el cántabru medrará / ensin frenu, / mui de llenu, / nun juturu cuajará.

    Habida cuenta de su parecido con el castellano, habría que decir que esta lengua milenaria que es el cántabru sería hermana suya, así como del gallego y del catalán, es decir, sería una lengua hija del latín. Una prueba irrefutable la constituiría el mantenimiento de la vocal latina final -u, que en castellano se abrió en -o, salvo muy pocas excepciones cultas como espíritu, tribu e ímpetu, que son voces de origen latino pero que conservan su terminación por influencia culta de la escritura, y que en cántabru se habría mantenido, como vemos en los ejemplos que propone Marín: lu, juturu, tampocu, mundu. Lo que más me extraña, sin embargo, es que eso mismo le haya sucedido a la negación latina NON, que en castellano quedó reducida a NO, acabada en -o que en cántabru, al parecer, se habría cerrado en -u, como se hace en castellano con la o disyuntiva, que pasa a -u cuando va seguida de palabra que empieza precisamente por -o: salvo error u omisión.

    Nunca he oído en Cantabria, y en Asturias tampoco, a nadie que queriendo negar algo diga “nu” o nun en vez de “no” o “non” como se dice en asturiano (en algunos bables se oye "ño" o "ñon"),  lo que me hace pensar que el cántabru que escribe Marín y cía no deriva del latín propiamente dicho, sino del castellano más bien, por lo que estamos no conservando una lengua milenaria sino inventándola al convertir por decreto ley todos los finales castellanos terminados en -o en -u, y todos los acabados en -e en -i (parti, por ejemplo, en vez de parte en su ejemplo), con lo que estamos invirtiendo lo que en realidad pasó: la -u átona latina final se conservaría en cántabru, configurándose este fenómeno fonético como seña de identidad lingüística, no pasaría a -o como en castellano; pero el problema viene con la negación: non, que nunca fue *nun en latín, por lo que malamente pudo conservarse la -u.    

martes, 23 de mayo de 2023

Armas pacíficas, pacíficas armas

    Un ex presidente del Gobierno de las Españas de cuyo nombre propio no merece la pena acordarse condenó públicamente hace unos años el ataque de Israel a la franja palestina de Gaza, reconociendo, acto seguido, públicamente sin empacho alguno que nuestro país había vendido armas a Israel, pero añadiendo, con cínica hipocresía, «no se ha matado a ningún palestino con armas españolas». 

    ¿Qué clase de armas eran esas que no mataban al enemigo? Pues eran fusiles, pistolas, ametralladoras y, silenciadores para más recochineo, que acallaban la detonación impactante de dichas armas de fuego. 

    Y es que, al parecer, hay armas –y no nos habíamos percatado de ello hasta ahora- estrictamente pacíficas e inofensivas, que no hacen "pum", o si lo hacen no lo capta nuestro oído, silenciadas que están, y no matan a nadie. Son sólo disuasorias, es decir que pretenden infundir miedo y no meter plomo en el cuerpo del adversario. Son armas inocentes que, contra el dicho popular, no las carga el diablo sino san Miguel Arcángel, el Jefe de los Ejércitos de Dios. Y no preguntemos quién es el adversario: El enemigo es aquel al que se convierte en objetivo militar y se dispara.

 Moneda romana. Cara del emperador, y dios Marte pacificador con lanza y rama de olivo (270 d. de C.) 

    Podría parecer a primera vista que España no vende muchas armas, o solo se las vende a Israel. Pues nada más lejos de la realidad: nuestro país es uno de los mayores proveedores de armas del mundo, el séptimo suministrador mundial de armas convencionales, sí, de armas pacíficas de esas que no matan a ningún palestino, según el cínico dicho de aquel ex presidente del Gobierno. También hay que decir que nuestro país ha incrementado notablemente su gasto militar, ordenado por el gobierno más progresista de nuestra historia, como gusta definirse.

    La venta de unos aviones de combate y de unos buques de guerra a Venezuela fue calificada por ese mismo personaje como una «operación comercial con armas pacíficas». Que era una operación comercial lucrativa nadie lo pone en duda. El comercio de armas es uno de los negocios más lucrativos del mundo. Que los aviones de combate y buques de guerra sean armas pacíficas es otro cantar que no se lo cree casi nadie, no hay más que reparar en las expresiones aviones 'de combate' y buques 'de guerra', que lo dicen todo. Claro está que las armas no hacen daño a nadie mientras no se usen, pero el problema es que se venden y se compran no para guardarlas en el armario bajo la custodia del maestro armero sino para usarse.

    La entonces ministra de Defensa española declaraba, a la sazón, sin rebozo alguno ni sonrojo tampoco por su parte: «Soy una mujer pacifista». No le suponía ninguna contradicción lógica decir que era pacifista y administrar, a la vez, el Ministerio de la Guerra, hoy denominado de Defensa. Pero iba más lejos aún: «…y el Ejército también es pacifista». Quería convencernos de que las fuerzas armadas eran piadosas hermanitas de la caridad con dos pistolas al cinto encargada de sembrar la paz beatífica a su paso.

    Y lo decía tan serios tanto el uno como la otra, como si no fueran conscientes del oximoro o estúpida agudeza que había usado. El oximoro, como se sabe según los manuales de retórica, es una contradictio in terminis consistente en armonizar dos conceptos opuestos, en una sola expresión formando así un concepto nuevo fruto de la contradicción, cuyo significado se desprende no de su sentido literal, que es absurdo (por ejemplo, «un dolor placentero»), sino del sentido metafórico.
 

      En el año 2021 la Unión Europea engendró el Fondo Europeo de Apoyo a la Paz, cuyo objetivo era, como indica su nombre, contribuir económicamente al mantenimiento de la paz previniendo los conflictos bélicos y fortalecer la seguridad y la estabilidad internacionales. Pues bien, estos fondos están financiando como se sabe desde su creación la compra y la entrega de armas cada vez más sofisticadas y ofensivas a un país extracomunitario, la Ucrania de Zelenski, contribuyendo así a subvencionar dicha guerra so pretexto de defender la paz.

    El eximio oximoro que está detrás de la política de la UE es el orgüeliano “La paz es la guerra”. La idea no es extraña, es la “pax Romana” o, más modernamente, “pax Americana”, siguiendo el principio Si uis pacem, para bellum”, que significa que si quieres la paz prepares la guerra. Y en ese sentido se le aplica al dios de la guerra, al fiero y viejo Mavorte, al padre Marte, pues era según la leyenda mítica padre de Rómulo y Remo y por lo tanto de todos los romanos, un epíteto controvertido como “pacifer”: MARS PACIFER (o PACATOR): Marte portador de la paz, el pacífico Marte, Marte pacificador, el pacifista Marte, igual de pacifista que aquel ex presidente que justificaba el tráfico de armas, como el actual, que nuestra Ministra, que todos los Ejércitos y todas las pacíficas armas que vende España a sus socios y a sus clientes.

 Napoleón como Marte pacificador, Antonio Canova (1809)

    Un personaje histórico, por otra parte, tan poco sospechoso de pacifista como fue Napoleón Bonaparte, hijo eximio de la revolución francesa, fue considerado Marte pacificador. El escultor italiano Antonio Canova, maestro del neoclasicismo esculpió al general como un colosal dios Marte victorioso e idealizado. El emperador está desnudo, como las estatuas de los dioses y héroes de la antigüedad clásica, si se exceptúa la capa militar que se apoya en su hombro. Su brazo izquierdo sostiene una lanza, y el derecho un globo sobre el que se yergue una Victoria alada, personificación de la helénica Nike de Atenea.
 
 
    Conviene recordar que la revolución francesa, fruto de la Ilustración como era, no acabó con la monarquía en la guillotina e instauró la república, como nos enseñan los libros de texto de la historia oficial. Lo que hizo en verdad fue reforzar e insuflar nueva savia al viejo tronco monárquico. De ella salió precisamente Napoleón, uno de los monarcas más absolutos que en el mundo han sido, el gran déspota, el Gran Rey, que llegó a contar con un ejército que ya lo hubieran querido para sí los régulos anteriores. Él y no otro, precisamente, creó el servicio militar obligatorio moderno que algunos hemos padecido en carne propia todavía, y al que el pueblo español le dedicó aquella copla: 'Me cago en Napoleón, / me cago en José Primero, / y puestos así a cagar, / me cago en el mundo entero'.  

    Resulta sarcástico considerar, pues, a Napoleón Bonaparte, como a Marte, el viejo dios de la guerra y padre de los romanos, y a todos los políticos progresistas o conservadores, que vienen a ser lo mismo, a todos los ejércitos y armas del mundo instrumentos de la paz. Pero ya se sabe, eso tiene sentido en un mundo posmoderno como el nuestro en el que reina la mentira, o posverdad, y en el que a la guerra impunemente se la llama paz.

lunes, 22 de mayo de 2023

Retahíla de jaicus o jaicús

Están de moda los jaicus (o jaicús) japoneses. Se aprecia en estas composiciones poéticas la concisión de su brevedad, la alusión a una de las cuatro estaciones del año, la belleza de las imágenes y muchas otras pinturerías por el estilo. Su poética, dicen, se basa en la emoción que produce en el poeta la contemplación de la naturaleza. Pero ¿qué es formalmente un jaicu? 

Según la inevitable Güiquipedia, consiste en un poema breve de diecisiete sílabas, escrito en tres versos de cinco, siete y cinco sílabas respectivamente. Según esto, se trataría de una métrica “a sílabas cuntadas”, lo que no es exacto en absoluto, porque los ejemplos japoneses del género a veces no suman diecisiete sílabas, sino algunas más o algunas menos. 

A poco que se profundice, se descubre que el japonés cuenta con sílabas de dos moras, por lo que una de esas sílabas "largas" puede contar como dos elementos rítmicos. 

Entre nosotros, se han hecho imitaciones manteniendo este esquema de 5-7-5 sílabas, como en este ejemplo de Octavio Paz: Hecho de aire / entre pinos y rocas, / brota el poema, o este otro de Jorge Luis Borges: ¿Es un imperio / esa luz que se apaga / o una luciérnaga?, donde el último verso, que tiene seis sílabas, al acabar en palabra esdrújula cuenta como pentasílabo. 

Octavio Paz, precisamente, y Eikichi Hayashiya tradujeron al poeta japonés Matsuo Basho, considerado el padre del jaicu, ofreciéndonos de él esta bellísima perla: Este camino / nadie ya lo recorre, / salvo el crepúsculo

Muchos poetas actuales optan por aproximarse al jaicu japonés con una estrofa de tres versecillos con el esquema “corto, largo, corto” sin más atención al cómputo de sílabas. Y algunos ni siquiera se atienen al número tres, y entregándose al “verso libre” escriben como dice García Calvo “unos reguerillos de prosa tipográficamente separados”. 

La definición del jaicu no dice nada sobre su condición prosódica, como anota Agustín García Calvo en su monumental “Tratado de rítmica y prosodia y de métrica y versificación”, publicado por editorial Lucina en 2006, que propone como modelo rítmico japonés originario un esquema que podríamos llamar trocaico cataléctico, lo que conlleva un final yámbico o con marca rítmica en la sílaba final del verso, por lo que estos versos, según el cómputo silábico de la métrica castellana serían 6/8/6,  y ofrece este ejemplo propio: Al primer temblor / del Otoño, el frío ¡qué / dulce por la piel! 

Siguiendo este esquema propuesto por el maestro, ofrezco algunos humildes intentos propios en este sentido para devolver a los jaicus el esquema rítmico originario japonés, que no suelen seguir las traducciones a nuestra lengua que prefieren el esquema tópico de 5/7/5, o españolizarlos con nuestra seguidilla o la soleá de nuestra tradición. 


De aquí para allá, / cual rosal de Jericó, /sin echar raíz
 
Canta el ruiseñor /enjaulado su canción / que echa así a volar.
 
Margaritas mil / se abren por doquier en flor / despuntando abril.
 
Peino canas ya / pero qué me importa a mí, / viejo dizque soy.
 
Se acabó el pastel. / Picotea aquí y allá / migas el gorrión.
 
Una jaula y un / pajarito dentro, allí / sin poder volar.
 
 Un espejo, en él / veo a otro como yo / que me mira a mí.
 
Ambidiestro que es, / no se queda manco, no, / jamás el Poder.  
 

  ¡Mira, el abedul / de oro viejo amaneció / revestido aún!
 
El cerezo se ha / desprendido de otra más / hoja seca ya.
 
Mi imposible amor, / nunca haremos el amor / de verdad tú y yo.
 
Otra que arranqué / hoja de almanaque, el mes / concluyó otra vez.
 
Llueve, el vendaval / como un lobo aúlla, y yo / tomo solo el té. 
 
Sin ningún valor / las pesetas que ahorré / para el porvenir.
 
Grillo cantarín, / escuchando su cricrí / vuelvo a la niñez.  

Canta el ruiseñor, / el galán primaveral, / y enmudezco yo.


 

domingo, 21 de mayo de 2023

Máximas mínimas

Sólo mueren los que saben que van a morir, como los gladiadores del anfiteatro romano, que saludaban al emperador diciéndole: aue, Caesar, morituri te salutant
 
La más perfecta caverna de Platón no es la sala de cine ni la hogareña pequeña pantalla, sino internet, que nos sumerge en una realidad virtual sin precedentes. 
 
 
No nos engañemos: la tecnología es hoy el medio constituido en un fin en sí mismo que utiliza el Estado como instrumento político para dominar a la ciudadanía. 
 

Crisis climática: Los virólogos de ayer, concluida ya la crisis sanitaria, son los meteorólogos de hoy, que, como ellos, nos advierten de un peligro futurible.

 

Últimas noticias, Laurie Lipton (2022)

 
 Los Estados Unidos de América, que creen en Dios, que es el Dólar, declararon la guerra al terrorismo, al virus y ahora a Rusia a través de su títere ucraniano.
 

Idiota es cualquiera que, mal que le pese, se forja sus propias ideas personales, irracionales rémoras que se fijan como lapas a la nave y no la dejan navegar.

 

Exitus letalis: eufemismo médico que no tiene que ver con el éxito, sino con la salida de la vida, y, por lo tanto alude -divinas palabras latinas- a la muerte.
 
Cuando la vejez te llega, / no es que vuelvas a la infancia, / es que moderas el paso / y al fin la niñez te alcanza (José Bergamín, Rimas y sonetos rezagados). 
 

sábado, 20 de mayo de 2023

De iuventute (¿Cuándo perdemos la juventud?)

Perdemos la juventud, ese divino tesoro que cantó Rubén y encarna la diosa Hebe, no cuando cumplimos años, sino el día que empezamos a valorar el dinero, confundiendo como el necio de Machado valor y precio, y a admitir que todo se compra y todo se vende, incluidos nosotros, las personas, que nos vendemos y nos compramos y prostituimos, en definitiva, al mejor postor, bien baratos, mal que nos pese, por unos billetes de papel de banco so pretexto de ganarnos la vida, cuando en realidad la estamos perdiendo igual que el divino tesoro del poeta.

Perdemos la juventud el día que aceptamos que la realidad es todo lo que hay y nada más que lo que hay, que siempre ha sido así y que nunca podrá hacerse nada para cambiar las cosas y que dejen de ser como son.
 
Perdemos la juventud el día que dejamos de estar enamorados, que es el día en que declaramos solemne- y paradójicamente nuestro amor a otra persona, matando así el amor que sentíamos por ella, y decidimos casarnos con ella sepultando nuestros sentimientos en la tumba del matrimonio.

Diosa Hebe, hija de Zeus y Hera, que sirve el néctar y danza con las Musas y las Horas al son de la lira de Apolo.

Perdemos la juventud el día que dejamos de soñar quimeras y utopías, y despertamos nuestro sentido práctico, entrando por el aro y aceptando las reglas del juego que nos impone la sociedad establecida.
 
Perdemos la juventud el día que aceptamos que el ganador es el mejor por el simple hecho de que ha ganado, convertimos el éxito y el triunfo en monedas de cambio, y ya no somos capaces de defender una causa perdida.
    
Perdemos la juventud el día que sólo vemos lo que se ve y no nos damos cuenta de que para ver las cosas hay que cerrar a menudo los ojos y olvidarse de las ideas previas que tenemos, que distorsionan la realidad.

Perdemos la juventud el día que nos miramos al espejo y no vemos las arrugas del alma, y no se nos cae la cara de vergüenza porque hemos perdido por el camino la vergüenza. Ese día nos asalta el recuerdo de aquellos versos de la canción de otoño en primavera del poeta nicaragüense: Juventud, divino tesoro, / ¡ya te vas para no volver! / Cuando quiero llorar, no lloro... / y a veces lloro sin querer... 

 

viernes, 19 de mayo de 2023

En las paredes de Atenas (El arte de los graffiti, y 2ª parte)

Todos somos esclavos.
 (El adjetivo "ólos", que queire decir "todo" se aspiraba en griego antiguo, donde se decía "hólos"; de ahí deriva una palabra como "holocausto" -nombre del sacrificio en el que se quema entera a la víctima del sacrificio-, "holístico", y otra como "católico", donde se ha perdido la -h- intercalada que conservan otras lenguas como el inglés (catholic), y que significa "universal". δούλος, dulos, es la forma clásica de decir "esclavo, siervo, lacayo, sirviente". Decir que en nuestro mundo, donde oficialmente está abolida la esclavitud, "todos somos esclavos", significa que a pesar de ello no somos libres todavía).
 
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  Despenalizad el libre pensamiento.
(Pensamiento se dice en griego "skepsi", que también significa "reflexión, meditación", de ahí que el adjetivo "skeptikós", origen de nuestro "escéptico", signifique etimológicamente "reflexivo, meditabundo, pensativo". Toda una lección de humildad etimológica para los dogmáticos que se creen en posesión de la verdad. El escepticismo es la mejor vacuna contra el fanatismo y el dogmatismo. Debajo de la pintada un cartel de "se vende", algo completamente normal en una época y una sociedad en la que todo se compra y se vende sometido a las reglas del mercado).
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¿Acaso hay vida antes de la muerte?
(Vida y muerte; zoé y thánatos. A veces nos preguntamos si habrá vida después de la muerte.  La pintada griega nos pregunta, al revés, encarecidamente, habida cuenta de sus cuatro signos de interrogación (;;;;), si hay vida antes de la muerte. De tánato: eutanasia, tanatorio. De zoe, que es sinónimo de "bios", deriva la zoología, que es el estudio de los seres vivos, mientras que de "bios" procede la "biología" o estudio de la vida en general. Resulta curioso que haya dos palabras para lo que nosotros llamamos 'vida' en griego: zoé es la vida biológica, zoológica, diríamos mejor, en el sentido de animal, que como dice Giorgio Agamben compartimos con el resto de los seres vivos, mientras que bíos es la vida social de los seres humanos estructurada en una comunidad política).  
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Se vende miedo.
(Uno de los rótulos que más se ve en estos tiempos de crisis paseando por la ciudad de Atenas y también por nuestras ciudades españolas, no nos engañemos,  es "políte" (se vende), forma pasiva del verbo clásico "poléo, que significa "poner a la venta", y que resuena en nuestro monopolio. La expresión cervantina de "el patio de Monipodio", con la que denomina al hampa sevillana en su novela Rinconete y Cortadillo,  es una alteración del helenismo "monopolio".  La gracia de esta pintada es que lo que se vende no es ningún local, propiedad o negocio, sino el "fobos" es decir, el miedo que alimenta todas nuestras fobias).


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El sistema de enseñanza es la enseñanza del sistema.
(Crítica del sistema educativo, que es correa de transmisión de los valores que justifican el propio sistema socio-económico de dominio del hombre por el hombre, en esta pintada antisistema. Y buen ejemplo del carácter flexivo que conserva todavía la lengua griega. Prestad atención a la alternancia nominativo/genitivo: to sístima / tu sistímatos, un neutro de la tercera declinación, y un femenino de la primera i didascalía / tis didaskalías).

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¡No es nuestro mundo éste!
(Precisamente mundo se dice en griego "cosmos", de donde surge el "microcosmos" que somos cada uno de nosotros dentro del "macrocosmos" que es la sociedad entera. Algo sin embargo se rebela dentro de nosotros y nos hace decir que ese mundo no es nuestro mundo, el que llevamos dentro de nosotros, el que todos deseamos en el fondo de nuestro corazón).

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Vida, no supervivencia.
(La palabra vida -zoé- se proclama como reivindicación, en contra de lo que el sistema nos ofrece: epi-biosi (super-vivencia): lo que queremos es vida de verdad, no lo que tenemos a cambio: mera supervivencia).
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(En la lengua del Imperio, para que entiendan los turistas que visitan la ciudad de Atenea en qué consiste el tópico horaciano del "carpe diem" : Cuando todo el mundo vive en el futuro, el presente ¡au revoir!)
 
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Ο  ΚΟΣΜΟΣ  ΣΑΣ  ΕΝΑΣ ΚΟΣΜΟΣ  ΠΟΥ  ΑΓΑΠΑ  ΟΤΙ  ΜΙΣΕΙ,  
Ο  ΚΟΣΜΟΣ  ΜΑΣ  ΑΛΛΟΣ.
Vuestro mundo es un mundo que ama lo que odia; 
nuestro mundo es otro.
ΚΑΘΕ ΟΙΚΤΟΣ ΓΙΑ ΤΟΥΣ ΕΧΘΡΟΥΣ ΤΗΣ ΕΛΕΥΘΕΡΙΑΣ ΕΙΝΑΙ ΑΝΑΝΘΡΩΠΟΣ
Toda compasión por los enemigos de la libertad es inhumana.
ΟΙ ΑΡΝΗΣΕΙΣ ΤΡΕΦΟΥΝ ΤΗΝ ΟΜΟΡΦΙΑ ΜΑΣ
 Los rechazos alimentan nuestra belleza.
ΤΟ ΧΑΟΣ  ΕΙΝΑΙ  ΦΙΛΟΣ ΣΟΥ
El caos es tu amigo. 
ΤΑ ΠΛΟΥΤΗ ΤΟΥΣ  ΕΙΝΑΙ ΤΟ ΑΙΜΑ ΜΑΣ
Su riqueza es nuestra sangre.
ΤΑ ΦΡΑΓΚΑ ΣΟΥ ΕΙΝΑΙ ΤΟ ΕΙΣΗΤΗΡΙΟ ΣΟΥ ΓΙΑ ΤΟ ΠΟΥΘΕΝΑ
Tus monedas son tu billete hacia la nada. 
Libertad para los sueños.