jueves, 20 de abril de 2023

¿Educación lúdica?

    Como diz Aristótiles (Política, V, 4): Así pues, está claro que no hay que educar a los jóvenes mediante el juego; pues los que están aprendiendo no juegan, ya que la educación se produce con dolor. ὅτι μὲν οὖν δεῖ τοὺς νέους μὴ παιδιᾶς ἕνεκα παιδεύειν, οὐκ ἄδηλον· οὐ γὰρ παίζουσι μανθάνοντες, μετὰ λύπης γὰρ ἡ μάθησις

    Es curioso como en el lenguaje del estagirita, la educación de los niños  παιδεία (paideia)  no es una παιδιά (paidiá), un juego de niños. En ambas palabras interviene el término "niño",  παῖς παιδός (pais paidós), pero en el primer caso se trata del proceso de hacer que el niño deje de ser pronto lo que es, un niño, que es algo muy peligroso, para hacer que éntre enseguida por el aro de la sociedad adulta cual fierecilla domada, inculcándole no sólo unos conocimientos sino también unas normas de conducta y adoctrinamiento; mientras que en el segundo caso se trata de un juego infantil: la educación, según el sabio, no es un juego de niños, no es divertida, no debe ser lúdica tampoco, pese a que el nombre latino de la escuela cuando esta no era obligatoria todavía era "ludus" precisamente y el término griego era σχολή (scholé) con el mismo significado de "juego y ocio o tiempo libre del trabajo", porque no hay proceso de aprendizaje sin pena ni esfuerzo: a fin de cuentas de lo que se trataba era de matar al niño, y, como decían los maestros de antaño, en contra de los modernos psicopedagogos o pedopsicagogos a la virulé,  la letra con sagre entra; a lo que el maestro Correas añadía, no sin razón: "y la labor con dolor". 
 
    No en vano la gente dice a veces -o decía, porque ahora es políticamente inoportuno- "te voy a dar un palo (o unas buenas hostias confundiendo la eucaristía evangélica con el sadomasoquismo) para que aprendas".  Así era, efectivamente, cuando se trataba de aprender la lección de la letra, en sus dos modalidades tanto de escritura como de lectura, que es la que no entra sin sangre, sudor y lágrimas, porque otra cosa es el aprendizaje placentero de la lengua, que entra y se aprende sola, sin que nadie nos la enseñe, sin ningún derramamiento de sangre inocente.

 La letra con sangre entra, Francisco de Goya, Museo de Zaragoza (1780-11785)
 
    La frase proverbial significa que para aprender es necesario el trabajo y el esfuerzo. Se ha entendido, a veces, también como que es preciso el castigo corporal como estímulo. Por ejemplo, en el cuadro de Goya que lleva ese mismo título de La letra con sangre entra: asistimos a una escena de escuela en la que el maestro azota a un alumno con las nalgas al aire, que se inclina para recibir el castigo. A su derecha, de pie, otros dos alumnos lloran doloridos después de haber recibido el mismo castigo, mientras sus compañeros se enfrascan en sus tareas de lectura y escritura por la cuenta, como suele decirse, que les trae.
 

miércoles, 19 de abril de 2023

¿Churro, media manga o manga entera?

    Nostalgia y reminiscencias de la infancia, el único paraíso perdido. Llevábamos aquellos pantalones cortos, tan cortos que dejaban al descubierto las piernas enteras. Jugábamos en la calle. Jugábamos en pandilla. Jugábamos al escondite. O a las canicas. O a tapar la calle, que no pase nadie...
 
Juegos de niños,  P. Bruegel el Viejo (1560)
 
     O al burro, es decir a montarnos unos sobre otros, en dos bandos. El que se la quedaba, adoptaba la postura de burro, agachado y poniendo la cabeza entre las piernas del compañero de delante y sujetándose con las manos entre sus piernas. El burro era el que estaba en la cabeza de la fila, se apoyaba sobre la "madre", que estaba de pie contra la pared y que venía a ser el árbitro del juego. Entonces los jugadores del otro bando iban saltando uno por uno sobre la fila de burros, montándolos, digamos, y procurando los primeros ocupar los puestos delanteros para dejar sitio a los de atrás. El que iba a saltar gritaba: "¡Churro (o burro) va!". Cuando todos habían saltado, el último pregunta al primero de los agachados: "¿Churro, media manga o manga entera?" Tocándose al mismo tiempo una parte del brazo: Churro era el hombro, media manga el pliegue del brazo y manga entera la mano. Si el de abajo acertaba se intercambiaban los papeles; si no, se volvía a empezar. 
 

      Era un juego en el que primaba el contacto físico: nos tocábamos, nos frotábamos, nos rozábamos, nos sentíamos: tocábamos al que teníamos delante y nos tocaban, cuando estábamos debajo, el que teníamos detrás y el que saltaba sobre nosotros. Hace mucho tiempo que no veo jugar en ninguna parte a este juego ni al escondite ni a las canicas. 
 
    Hace mucho que no veo jugar a los niños en la calle. Durante la pandemia se prohibió en España que los niños salieran del confinamiento domiciliario porque se veían como contagiadores sin serlo y como contagiados sin estarlo, pero ya antes se veían pocos en los parques y en las calles de los pueblos y ciudades.
 
Detalle de Juego de niños, de Bruegel el Viejo (margen inferior derecho)
 
     Hace mucho que no se ven siquiera niños. ¿Existen todavía, angelitos perversos polimorfos, o se los ha tragado el progreso, que avanza que es una barbaridad, víctimas de la escuela y de la virtualidad de las nuevas tecnologías de la (in)comunicación y del virus asesino que ha impuesto el contact-less?

martes, 18 de abril de 2023

Consultorio íntimo (2)

    Me escribe un tal Íker, al que no conozco, y me cuenta lo siguiente: “Quisiera algo de luz, porque no se qué va a ser de mí ni de mi vida. Quisiera tener fe, pero no la tengo. Tengo la sensación de que ni psicólogos, ni psiquiatras, ni fármacos van a ayudarme a salir de este pozo sin fondo en el que me hundo. Que lo único que me queda es esperar a estar lo suficientemente desesperado como para dar el paso de quitarme la vida. ¿Hay salida?” 
 
 
    Querido Íker: Hay una salida muy sencilla, que consiste en decir que no a todo, como haces tú con psicólogos, psiquiatras y fármacos. Dices que no tienes fe, pero sí la tienes: tienes fe en la posibilidad de quitarte la vida, como esos 4003 españoles que según el Instituto Nacional de Estadística se suicidaron a lo largo del año 2021, a razón de once al día, un dato alarmante donde los haya y que parece no preocupar mucho a nuestro gobierno, más interesado en luchar contra la violencia machista que se tradujo en los 48 feminicidios que hubo ese mismo año 2021, o los 49 que hubo el año pasado. 
 
 
    Pierde esos restos de fe que te quedan, amigo Íker, en la muerte y el suicidio. No pases a ser un número más engrosando la cifra esa de casi cuatro mil casos de suicidios que hay al año en el desdichado Reino de España.

     Permíteme que te cite un epigrama de Marcial, que es un pequeño poema digno de esculpirse sobre una lápida fúnebre, un dístico elegíaco que consta solo de dos versos, un hexámetro y un pentámetro dactílicos, que decía así en su versión original en latín: hostem cum fugeret, se Fannius ipse peremit. // hic, rogo, non furor est / ne moriare mori?  Te lo traduzco porque esos latines probablemente no te digan gran cosa: Fanio, por huir de enemigo, se dio a sí mismo la muerte. // ¿No es, digo yo, demencial / por no morirse morir? Y donde dice "Fanio" no pienses en el nombre propio de un personaje histórico de alguien que fue acusado por Tiberio y condenado por haber conspirado contra el emperador Augusto, sino en ti mismo: Fanio es cualquiera, por ejemplo tú mismo. Y el enemigo ese ese pozo sin fondo del que hablas metafóricamente en el que sientes que has caído o que sigues cayendo como en una pesadilla sin cesar.  
 
Suicidio de Cánace
 
     Y te doy la versión de don Manuel de Salinas, que lo tradujo con una afortunada redondilla donde reprueba la muerte voluntaria y estoica de Fanio, Fanio, ansioso por huir, / del que su muerte procura / se mató. ¿No es gran locura /  matarse por no morir?   Y te doy también la versión de Quevedo:   Matóse Fanio al huir  / de su enemigo el rigor. / Pregunto yo: ¿No es furor /  matarse por no morir?
 
    No hay salvación, muchacho, ni falta que hace que la haya porque tampoco hay ninguna condena. No hay ninguna salida porque tampoco hay ninguna entrada ni ningún pozo sin fondo o túnel del que no se ve la luz al final, porque tampoco hay principio ni fin: no hay un adentro y un afuera: lo de dentro es lo de fuera y lo de fuera es lo de dentro. 

lunes, 17 de abril de 2023

Era mentira

    La industria farmacéutica, ávida de vender sus productos, ya sean medicamentos, tratamientos o vacunas, crea enfermedades imaginarias ad hoc. El fenómeno, denominado disease mongering en la lengua del Imperio, es muy sencillo. Consiste en considerar patológicos procesos completamente naturales como pueden ser el envejecimiento, la menopausia, la hiperactividad... Otro procedimiento, algo más sofisticado, consiste en rebajar los niveles aceptables que definen la normalidad. 
 
    Si, por ejemplo, hace veinticinco años se consideraba aceptable un nivel de colesterol total en sangre inferior a 250 mg/dl, hoy se considera que debe ser inferior a 200 mg/dl, rebajándose considerablemente los límites de lo que se considera normal, por lo que si rebasamos ese límite incurriremos en lo que se ha denominado hipercolesterolemia, aumentando el futuro riesgo cardiovascular. Si se nos diagnostica el susodicho exceso de colesterol en sangre, tendremos que introducir cambios en la dieta, hacer ejercicio y sobre todo medicarnos.
 
    Pero hemos vivido en los últimos tres años un procedimiento mucho más sofisticado de creación de una enfermedad imaginaria previamente inexistente conocida con otro nombre. No se trataba de convencer a personas que estaban en buen estado de salud de que estaban enfermas, como en los casos anteriores, sino de que podían estarlo y contraer una enfermedad que las llevaría a la muerte, dada la malignidad y contagiosidad del agente provocador, que estaba en el aire que respirábamos y en todas las superficies, por lo que había que usar guantes y lavarse compulsivamente las manos, usar mascarillas tanto en espacios exteriores como interiores, y evitar el contacto personal con nuestros semejantes, dado que todos -no se libraba ni Dios- podíamos ser contagiosos. 
 

 
    El éxito de este procedimiento lo garantizó la puesta en circulación del oximoro: enfermo asintomático. La existencia del mortífero y novedoso patógeno que provocaba una enfermedad desconocida con infinidad de síntomas era delatada no por sus síntomas y consecuencias, sino por una prueba de laboratorio completamente fraudulenta, la dichosa PCR, que nunca puede tener un carácter diagnóstico, pero cuyo resultado positivo obligaba al aislamiento sin ningún tratamiento médico.
 
    El síntoma de que uno había contraído la peligrosa enfermedad era precisamente la ausencia de síntomas, algo que repugna al sentido común, pero que fue creído a pie juntillas como si se tratara de un dogma científico precisamente por lo absurdo que era. Se hacía así realidad la divisa aquella atribuida a Tertuliano, el apologeta de la fe cristiana, del credo quia absurdum (lo creo por lo absurdo que es), que él formuló con otras palabras: credibile quia ineptum est (se puede creer porque es ilógico).
 
    Por lo demás, se nos hizo creer que había desaparecido como por arte de magia de la faz de la tierra la ya vieja gripe a principios de 2020, cuando hacía su aparición estelar la presunta nueva enfermedad desconocida para la que no había tratamiento alguno disponible. Era mentira. 
 

     El caso es que basándose en unos cálculos probabilísticos erróneos, se inventa una enfermedad para la que se dice que no hay tratamiento porque es nueva y desconocida, y se atribuye a un virus supuestamente nuevo, el SARS-CoV-2, del que todavía se discute si es de origen natural o artificial y creado en un laboratorio, cuestión bizantina donde las haya, porque lo que no se discute es si realmente ese virus es tan novedoso como dicen, o es el viejo virus de la gripe de toda la vida. 
 
    Como afirma el doctor Mike Yeadon en un importante artículo publicado en The conservative woman el 22 de marzo pasado, la novedad del virus era un bulo: “Esta mentira es que alguna vez ha estado en circulación un nuevo virus respiratorio que, de manera crucial, causó enfermedades y muertes a gran escala. De hecho, no lo ha hecho.” 
 
    Si no había un virus novedoso y asesino, qué argucia no sé si más propia de la Inteligencia Artificial o de la Natural, hacernos creer que sí lo había, enredándonos en la discusión propia de los sabios de Bizancio sobre si el dichoso agente patógeno era natural y fruto de una zoonosis o artificial y resultado de una fuga de un laboratorio de investigación virológica con ganancia de función. 
 
 

domingo, 16 de abril de 2023

Cada vez más tontos

   Cada día que amañece, a recua dos parvos crece, dicen los gallegos, o sea: cada día que amanece, la recua de tontos (o la grey de los lerdos) crece.  El número de mentecatos es infinito como el de las estrellas del cielo o las arenas de la mar y los desiertos. Un estudio científico de una prestigiosa universidad norteamericana viene a corroborarlo: el atontamiento de nuestra sociedad, gracias a las nuevas tecnologías, es un hecho consumado y demostrado.

 

 

    El lema oficial de la prestigiosa Universidad de Northwestern (Illinois), fundada en 1851, certifica y avala el estudio: “quaecumque sunt vera”, que quiere decir en latín Todo lo que es verdadero, tomado al parecer de las sagradas escrituras, en concreto de la Epístola a los Filipenses (4:8) que san Pablo escribió a los cristianos de la diócesis griega de Filipos: “Por lo demás, hermanos, pensad en todo lo que es verdadero”. (De cetero fratres, quaecumque sunt vera, [...] cogitate). 


    En griego se puede leer además: ὁ λόγος πλήρης χάριτος καὶ ἀληθείας, tomado al parecer del evangelio de san Juan, divinas palabras, que diría Valle-Inclán, que comienza: En el principio era el Verbo... Y el Verbo, que estaba "lleno de gracia y de verdad", se hizo carne y habitó entre nosotros. 

     El estudio llevado a cabo por la Universidad del Noroeste se basó en una prueba de personalidad realizada en línea al parecer a unos cuatrocientos mil estadounidenses, y la conclusión, generalizando el resultado a todo el planeta, es que el cociente o coeficiente de la inteligencia natural humana está decreciendo pavorosamente.

   Los gobiernos y los políticos globales esperan poder remediar esta situación aplicándonos la Inteligencia Artificial, que, como ilustra irónicamente Vallot, va a hacer que cambien nuestras vidas, pero resulta que, como suele suceder las más de las veces, es peor el remedio que la enfermedad.

 

    Ya hablamos de ello en El arcón, en concreto en la entrada La gran amenaza, por lo que este fenómeno no debería sorprender a los escasísimos lectores.   

viernes, 14 de abril de 2023

Marginalia

A las doce en punto comienza la Rompida de la Hora con estruendoso redoble de bombos y tambores, pero la hora que marca el despótico reloj nunca se quebranta. 
 
Voy al médico, que de algo tiene que vivir, luego al boticario, que de algo tiene que vivir; cuando llego a casa, tiro los fármacos: también yo tengo que vivir.  
 
La psicología positiva que predica que la felicidad es una elección personal culpabiliza al desdichado individuo y exculpa así a la sociedad de su desgracia.
 
No te creas todo lo que piensas, (addendum: pero no dejes por ello de pensar y de descreer, que donde no cabe la duda acaba siempre entrando y colándose la fe).

Una letra y el acento diferencian las voces griegas fármacon y farmacós; al primero lo llamamos veneno o medicina, según la dosis; al otro, víctima expiatoria.
 
 Se me fue el santo al Cielo, a donde va el nombre propio a parar y van a dar todos los nombres de los santos y santas que en el mundo han sido, al santoral.
 

 ¿Cuándo muere un ser vivo, o sea un mortal, cuando aún está vivo o cuando ya está muerto? Si no muere ni en uno ni en otro momento, no hay muerte que nos valga. 
 
Nadie en su sano juicio y condiciones normales habría aceptado nunca el encierro domiciliario, por lo que se esgrimió la falsa coartada de emergencia sanitaria.
 
 El director médico de ModeRNA, tras el éxito, según él, de la vacuna masiva contra el coronavirus, pronostica para el futuro la personalizada contra el cáncer.
 

 ¡Loada sea la Industria de la Gran Farmacopea de la ingeniería del ARN mensajero que, salvando millones de vidas, tantos éxitos presentes y futuros nos depara! 
 
Lo bueno de cualquier futuro que imaginemos es que no va a ser nunca exactamente como lo habíamos temido o deseado, por lo que acabará siempre sorprendiéndonos.
 
Sucedió de verdad una vez: No lo olviden las generaciones de hombres, mujeres y transexuales venideras. Se casaban y besaban enmascarados, y así se retrataban.
 
 
 Lo que la ciudadanía no aceptaría nunca en condiciones normales, alterando dichas condiciones merced a una declaración de emergencia, lo admite y hasta invoca.

jueves, 13 de abril de 2023

Chateando con ChatGPT

Ella (llamada GPT, que es abreviatura de Generative Pretrained Transformer, es decir, Tran(s)formadora -con el exitoso prefijo tra(n)s- de transhumano y transexual- Preentrenada Generativa o, mejor, Generadora o quizá Engendradora, con voz femenina de Inteligencia Artificial Abierta) -¡Hola! ¿Le puedo ayudar en algo?

Yo.- Compón un hendecasílabo, por favor.

Ella. -En la noche oscura del alma me encuentro.

Yo.- El verso me suena a plagio de San Juan de la Cruz y su mística Noche Oscura del Alma.

Ella.- ¡Pido disculpas si te hice pensar eso! En realidad, la frase "noche oscura del alma" es una expresión muy utilizada en la literatura y en la poesía, especialmente en la poesía mística. Es cierto que San Juan de la Cruz escribió un poema muy famoso con ese título, pero mi intención no fue plagiarlo. Si mi verso te hizo pensar en él, me alegra porque eso significa que mi poesía evoca la obra de grandes poetas y escritores. Pero insisto en que mi intención no fue plagiar a San Juan de la Cruz. ¡Gracias por tu comentario! 

Yo.- Bien, pero tengo que corregirte: El verso tiene doce sílabas métricas y catorce gramaticales, luego no es un hendecasílabo: no tiene once sílabas.

Ella.- Tienes razón, me equivoqué en mi respuesta anterior. Aquí te dejo un endecasílabo: -La luz del sol acaricia mi piel.

Yo. (Doy por válido el verso porque aunque tiene diez sílabas gramaticales cuentan como once métricas ya que termina en sílaba tónica al ser la última palabra aguda). -¿Es original tuyo?

Ella.- Ups (sic). Por favor, inténtelo de nuevo más tarde. (De tutearme ha pasado a ustedearme de golpe y sopetón)

(...)

Yo. -¿Es original tuyo el hendecasílabo “la luz del sol acaricia mi piel”?

 Ella.- Como modelo de lenguaje, soy una inteligencia artificial. El ejemplo que proporcioné es una combinación de palabras comunes y utilizadas en la literatura, por lo que puede que haya sido empleado en algún momento por algún escritor. Pero no tengo conocimiento de su origen exacto. Mi función es proporcionar ayuda en la creación de contenido original, así que si deseas, puedo ofrecerte algunas sugerencias de cómo crear tus propios versos endecasílabos. 

Yo.- Sí, me gustaría mucho.

Ella.- ¡Claro! Aquí te dejo algunas sugerencias sobre cómo crear versos endecasílabos (Y me da cinco consejos de manual elemental de métrica de cara a componer más que hendecasílabos castellanos el inevitable pentámetro yámbico inglés, me da la sensación: que cuente las sílabas, que escuche las palabras al pronunciarlas, que haga varias combinaciones, que piense en patrones de acentuación, especialmente en el ritmo yámbico del hendecasílabo y en último lugar, copio y pego, algo muy típico y tópico:)  Busca inspiración en la naturaleza: La naturaleza es una fuente inagotable de inspiración. Puedes crear versos endecasílabos que describan la belleza del mar, cielo, flores, atardeceres, entre otros. Espero que estas sugerencias te hayan ayudado a crear tus propios versos endecasílabos. ¡Disfruta del proceso y buen trabajo! Si necesitas más ayuda en el futuro, no dudes en preguntar.

Yo.- ¡Gracias!

Ella.-¡De nada! ¡Que tengas mucho éxito en tus creaciones poéticas!

Yo.- Espera un poco, por favor. ¿Podrías componerme un haiku?

Ella.- ¡Claro que sí! Aquí te dejo uno: "Entre las hojas / canta el ruiseñor su canto / de amor y gozo". Espero que te guste.

Yo. -Sí, mucho. (No le digo que el haiku tiene una estructura de 5, 7 y 5 sílabas gramaticales, y que el ejemplo que me ha puesto es de 5, 8 y 5, y que me gusta más: Canta el ruiseñor / en la jaula su canción / huérfano de amor). 

miércoles, 12 de abril de 2023

Bakunin y la biología

    Leo con interés las notas de “Releyendo a Bakunin”, que escribe la historiadora y autora de varios libros y artículos sobre anarcosindicalismo y anarcofeminismo Laura Vicente en su blog “Pensar en el margen”. 
 
     Cuenta Laura Vicente que había leído “Dios y el Estado” (1871) del anarquista ruso a los 20 años, y que, releído ahora, cuarenta años después, le había resultado más fructífera esta segunda lectura que aquella juvenil. 
 
    De sus notas, me llama la atención especialmente la contraposición que establece Mijail Bakunin entre “vida” y “ciencia”, y su apuesta por la primera en detrimento de la segunda. La palabra 'biología', como se sabe, es un compuesto de origen griego que contrapone ambos términos: bio 'vida' y logía 'ciencia', como si fuera sencillo saber qué es la vida. Pues bien, define el anarquista ruso la vida como la verdadera escuela del hombre, y la contrapone a la “ciencia”, tan admirada en el siglo XIX, a la que considera “la brújula de la vida, pero no la vida”. 
 
Bakunin, fotografiado por H.-A. Boissonnas (1876)
 
 
    Copio la cita: “La vida es fugitiva, pasajera, pero también palpitante de realidad y de individualidad, de sensibilidad, de sufrimientos, de alegrías, de aspiraciones, de necesidades y de pasiones. Es ella la que espontáneamente crea las cosas y todos los seres reales”. Y llama mi atención esta consideración de Bakunin que cita Laura Vicente: “...la ciencia tiene por misión única esclarecer la vida, no gobernarla”. 
 
 Su rechazo a esa posibilidad, comenta la autora del blog a este propósito, es contundente cuando señala que el gobierno de la ciencia y de los hombres de ciencia, no puede ser sino impotente, ridículo, inhumano y cruel, opresivo, explotador, malhechor. Se puede decir que los hombres de ciencia «no tienen ni sentido ni corazón para los seres individuales y vivientes».  Bakunin intuye «que el gobierno de los sabios, si se le deja hacer, querrá someter a los hombres vivos a experiencias científicas», y todavía va más lejos al afirmar que si los sabios, los expertos, diríamos hoy apostillo yo, no pueden hacer experiencias sobre el cuerpo de los hombres, no querrán nada mejor que hacerlas sobre el cuerpo social y he ahí lo que hay que impedir a toda costa. 
 
 
    Bakunin parece presentir algo obvio en nuestro siglo XXI, como subraya Laura Vicente, que la biopolítica, como se ha dado en llamar, es decir, el ejercicio del poder, con la inestimable ayuda de la ciencia, sobre la vida de los individuos y las poblaciones, sería una realidad. Y puesto que para los «seres reales, compuestos no solo de ideas sino realmente de carne y sangre, la ciencia no tiene corazón», Bakunin afirma que lo que «predico es, pues, hasta un cierto punto, la rebelión de la vida contra la ciencia, o más bien contra el gobierno de la ciencia. No para destruir la ciencia (…) sino para ponerla en su puesto, de manera que no pueda volver a salir de él».  De hecho, hace tiempo que salió, concluye la nota de Laura Vicente.
 
   Bakunin desconfiaba de la ciencia y por ello del gobierno de la ciencia, al que estamos sometidos, y lo hemos estado especialmente durante los dos años de covid que hemos sufrido, 2021 y 2022, en los que se nos impuso la fe en la ciencia, como si fuera la nueva religión, olvidando que lo propio de la ciencia, a diferencia de las religiones, es la duda, no la fe. 
 
Nietzsche, fotografiado por G.-A. Schultze (1882)
 
     Respecto a la contraposición "Dios" y el "Estado" que hace Bakunin, será preciso esperar a Nietzsche y a su novela filosófica "Así habló Zaratustra", (1883), donde se establecerá la muerte de Dios y la aparición del Nuevo Ídolo: En algún lugar existen todavía pueblos y rebaños, pero no entre nosotros, hermanos míos: aquí hay Estados. ¿Estado? ¿Qué es eso? ¡Bien! Abridme ahora los oídos, pues voy a deciros mi palabra sobre la muerte de los pueblos. Estado se llama el más frío de todos los monstruos fríos. Es frío incluso cuando miente; y ésta es la mentira que se desliza de su boca: «Yo, el Estado, soy el pueblo.»

martes, 11 de abril de 2023

Trabajo

    En el país vecino algunos trabajadores se han suicidado sin causa exterior aparente. El Gobierno galo buscó una razón para los suicidios y los atribuyó a problemas psicológicos personales. No es así. En realidad los suicidios son un grito de revuelta ante una situación que nos desborda y de la que no podemos escapar. Un trabajador en medio de una reunión se clavó un cuchillo en el abdomen. En realidad nos estaba dando una puñalada a todos, a la opinión pública, al mundo. Quería que viéramos lo que no queremos ver: que él es nosotros mismos, que nosotros mismos somos él. 
 
    Los sindicatos obreros han luchado por reducir el número de horas y aumentar los salarios y, en menor medida, controlar las condiciones de trabajo, y últimamente en Francia para que no se suba la edad jubilosa de la liberación del trabajo de los 62 años actuales a los 64, pero no han tocado el problema esencial, que es la existencia del trabajo mismo. Se diría que han colaborado en la mejora humanitaria de las condiciones laborales, pero no en la destrucción de lo que nos hace infelices: el trabajo. Es como si hubieran servido, paradójicamente, para lo contrario de lo que querían, para perpetuar la esclavitud humanizándola, en lugar de liberarnos de ella. 
 
 
    El trabajador y el patrón eran antaño dos personas distintas, ahora se da el caso de que en muchos casos son la misma persona. Si yo trabajo para mí mismo, podría decir que soy autónomo, pero también puedo decir que no soy tan independiente, porque no soy uno: me he dividido esquizofrénicamente en dos y yo soy a la vez mi jefe y mi empleado, por lo que estoy trasladando el escenario de lo que los marxistas llamaban la lucha de clases al interior de mí mismo. 
 
    El trabajador ha sido transformado en una especie de empleador de sí mismo. Ya no hay lucha de clases fuera de uno mismo. Pero el capital -ahora en forma financiera- y el trabajo siguen estando ahí, y el conflicto se ha trasladado al alma del individuo, y este conflicto -irresoluble, esquizofrénico- es el que lleva a explotar, al no puedo más del suicidio. 
 
    Frente a esto sólo nos queda reivindicar la figura intelectual de Paul Lafargue, y gritar con él: VIVA EL DERECHO A LA PEREZA, que trabajen las máquinas. Ni trabajar para vivir, ni vivir para trabajar, sino todo lo contrario. El trabajo mata: No te mates trabajando, no te mates a trabajar.

lunes, 10 de abril de 2023

Jaicus y tancas de abril

“Je est un autre” (Arthur Rimbaud) 
Yo soy otro que es 
diferente del que soy, 
distinto de mí.
 oOo 
 

¡Cuánta variedad
en el centro comercial
de la mismidad! 

oOo
La fe que perdí
pérdida grande no fue:
 fue lo que gané.
 
oOo
Pensar no es creer, 
es negar lo que se cree,
y es más: descreer. 


oOo
 Primavera ya,
según la publicidad, 
en el Corte Inglés.
 
oOo
 Mandar es mentir, 
gobernar es engañar 
hasta intimidar.
 
oOo
 Volando se van,
las ideas se me van 
con el vendaval.
 Y yo las dejo marchar 
echado a volar detrás. 
 
oOo
Es mi obligación, 
mi única obligación, 
ser a mi mismo fiel; 
mas no he de cumplirla yo, 
testarudamente infiel. 
 

oOo
 
Al atardecer
al estaque se lanzó
la garza real.
Vivo ningún pez quedó,
la silueta gris voló.

oOo
 
 
Si tú no estás, 
me adentro en un abismo 
de soledad. 
 
Si no estás tú, 
me abismo, oh soledad, 
en tus adentros. 
 
Si tú no estás, 
me adentro en la soledad
 de los abismos. 
 
Si no estás tú, 
se abre el abismo, y me entra
la soledad.