lunes, 28 de octubre de 2024
Cambio de hora (I)
domingo, 27 de octubre de 2024
Lo que no hay es el olvido
sábado, 26 de octubre de 2024
La poco fiable Güiquipedia

viernes, 25 de octubre de 2024
Cucurucho de castañas asadas
jueves, 24 de octubre de 2024
La banalidad de la gripe
miércoles, 23 de octubre de 2024
Amor a los colores
-¿Qué va a decir Él? No va a reconocer que lo hace por la pasta, joder, aunque sea la verdad, porque defraudaría al equipo, tío, y a toda la peña. Él vende que lo hace por amor a los colores, pero vuelve a fichar por un contrato millonario con una cifra de muchos ceros por su interés personal. El club, la afición y el equipo le importan una mierda, o ¿no crees que sería capaz de fichar mañana mismo por el equipo contra el que se enfrenta hoy, y dejarnos a todos tirados y con el culo al aire?
-Son mercenarios. -Sentenció con solemne amargura otro tertuliano que no había abierto la boca hasta entonces. Y añadió: -Igual que los políticos, desengañaros (sic), colegas: No representan a nadie. Los únicos colores por los que se mueven son los del dinero.
martes, 22 de octubre de 2024
¿Homenaje o ultraje a la bandera?
¿Llegará alguna vez el día feliz en que asistamos a la ceremonia, simbólica o real, de arriado y, acto seguido, incineración solemne de todas las banderas, deterioradas y desgastadas por el uso y el abuso que de ellas se ha hecho a lo largo de la historia universal, y no sean sustituidas por otras nuevas ni repuestas, o, lo que sería lo mismo, el día en que estandartes, lábaros y pendones no sean más que lo que son, paños o trapos o retazos de tela que, izados en el mástil, ondean al viento sin representar nada ni a nadie, carentes de cualquier significación y simbolismo, como las cometas multicolores de jirones de tela o cintas de papel que, sujetas por un cordel muy largo, se arrojan al aire para que el viento las vuele y sirvan de diversión a niños y muchachos?
lunes, 21 de octubre de 2024
La cabeza de Medusa
Hay un pequeño texto de Sigmund Freud de 1922 que lleva por título "Das Medusenhaupt" (La cabeza de Medusa), que analiza el simbolismo, claramente sexual como no podía ser menos para el doctor de Viena, de la cabeza cortada y serpentífera de la górgona Medusa que enarboló Perseo como arma letal que dejaba de piedra a sus rivales y que finalmente regaló a la diosa virgen Atenea, quien la portaba en su escudo o en su pecho. Establece el padre del psicoanálisis la siguiente ecuación "decapitación = castración", por lo que el miedo que produce la visión de esta cabeza separada de su cuerpo, sería similar al terror masculino ante la amenaza cercenadora de su castración.
Cabeza de Medusa, Caravaggio (1597)
domingo, 20 de octubre de 2024
La vieja que burló al diablo
sábado, 19 de octubre de 2024
Romance del Judío Errante
Romance del Judío Errante
I
(Inspirado libremente en la Ballade Brabantine d'Isaac Laquedem y en un pliego de cordel castellano)
Llevaba un más que raído polvoriento capisayo, / morral al hombro, bastón y faltriquera al costado.
-“Buenos días”, le dijeron, -“Buenos”, les ha contestado. / -“Hacednos merced, buen hombre, de platicarnos un rato,
que a juzgar por vuestras trazas, sois nuevo por estos pagos”. / -“Vengo, en verdad, de muy lejos, de un tiempo y país lejanos”.
-“Entrad en esta taberna, y os convidamos a un trago, / que el vino espanta las penas que suelen acongojarnos”.
-“Si pudiera detenerme, aceptara de buen grado / pero no puedo sentarme ni siquiera hacer un alto.
Una maldición recae sobre mí y mi sino aciago; / de pie debo mantenerme siempre, sin ningún descanso”.
-“Parecéis sin duda ser, diríase, centenario. / Cuál es vuestra edad, decidnos, paseando más despacio”.
-“He perdido la noción de los muchos que tengo años, / que son, señores, tantísimos que ya no puedo contarlos.
Dando tumbos por el mundo llevo, por decirles algo, / cientos de duros inviernos y cientos de estíos largos.
Ya no sé cuál es mi idioma ni en qué lengua estoy hablando, / extranjero en todas partes y en todas partes extraño”.
-“Decidnos quién sois, amigo, cuál es vuestro nombre y caso, / mientras en compaña un trecho vamos al par caminando”.
II
-“En verdad no sé quién soy ni si soy el que era antes. / Mas si no falla el recuerdo, vaya esto por delante:
Nací en ciudad de Judea, muchísimos siglos hace, / Jerusalén renombrada, de oro puro deslumbrante,
donde yo era zapatero, como lo fuera mi padre, / y a la sazón un muchacho arisco de agrios modales,
y ahora soy el fantasma de este extraño personaje / que ronda por este mundo, peregrino itinerante.
Soy Isaac Laquedem, llamado el judío errante, /el eterno vagabundo, el de vida miserable”.
III
-¿Permitirás, buen amigo, que me detenga en tu casa? / Mas yo, desalmado, "No, le dije, sigue tu marcha,
reo indigno, no quiero yo a mi puerta tal infamia. / Eres, sin duda, culpable de esa cruz con la que cargas.
Algo habrás hecho, seguro, para que te condenaran". / Sin querer le hube juzgado, juez que sentencia dictaba.
Y el galileo me dijo: Ponte tú en camino, y anda, / vete a recorrer el mundo, sin rumbo, en eterna errancia,
hasta la fin de los tiempos, si es que algún día se acaban, / cuando el Gran Juicio Final ponga fin a toda causa.
Afligido y consternado, emprendí sin más la marcha. / No he parado desde entonces, en mi peregrina diáspora.
Voy huyendo de mí mismo, desarraigado y sin patria, / y viendo cómo los tiempos para ser los mismos cambian.
IV
He atravesado desiertos, surcado todos los mares, / he cruzado cordilleras, barrancos, ríos y valles.
En todas partes idénticos he visto los mismos males; / en todos los continentes crímenes abominables,
múltiples generaciones de hijos que se vuelven padres, / sucediéndose y cayendo como hojas de los árboles.
Y a mí, que bien lo quisiera, no puede nada ni nadie / darme, bendita, la muerte, ni guerras ni enfermedades.
La muerte a mí no me alcanza que Dios no quiso otorgarme. / No tengo esposa ni hijos, amigos ni familiares.
Solo guardo en el bolsillo un denario interminable, / una moneda en desuso pero contante y sonante,
con la que pago la deuda de sed que sacio y el hambre, / que viaja conmigo siempre sin que nunca se desgaste,
que en esta vida el dinero, maldita la falta que hace, / es lo único que cuenta siendo lo que menos vale”.