



No consta en ninguna biografía del pintor que haya estado nunca en la cárcel, aunque sí que durante el mes de enero de 1890 ingresó, al parecer voluntariamente, en el manicomio de Saint-Rémy-de-Provence, en el sur de Francia, donde Vincent Van Gogh (1853-1890), como no podía dejar de pintar nunca, copió un grabado del libro “Londres: Una peregrinación”, una especie de guía turística londinense de la sombría época victoriana de las novelas de Charles Dickens, escrita por Blanchard Jerrold e ilustrada con estampas de Gustave Doré. Uno de los 180 grabados en blanco y negro de Doré llamó particularmente la atención de Vincent y lo reprodujo con su peculiar paleta de colores.
En la esquina de la calle New Gate, nombre de una de las puertas de la muralla romana, con la de Old Bailey, en la city londinense, se alzaba esta prisión, cuyo patio de recreo Van Gogh recrea con sus pinceles porque de alguna forma se ha identificado con la metáfora carcelaria de privación de libertad.
En la novela de Daniel Defoe Fortunas e infortunios de la famosa Moll Flanders, Moll, una convicta de Newgate, describe así la cárcel: Es imposible describir el terror de mi alma, cuando me trajeron por primera vez, y cuando vi a mi alrededor todos los horrores de aquel lúgubre lugar: Me consideraba perdida, y que no tenía otra cosa en que pensar que en salir del mundo, y eso con la mayor infamia; el ruido infernal, los gritos, los juramentos y el clamor, el hedor y la asquerosidad, y toda la horrible multitud de cosas espantosas que vi allí, se unieron para hacer que el lugar pareciera un emblema del propio infierno, y una especie de entrada en él.
¿Por qué llamó la atención de Vincent este grabado? Porque se sentía, sin duda, como esos reclusos, prisionero de sí mismo, si es que se había internado voluntariamente en el sanatorio psiquiátrico, y prisionero del mundo, en definitiva, dando vueltas incansables en círculos como los presos de la estampa de Doré.
Quizá al pintar el óleo, pensaba ya en cómo salir de esa cárcel, en su suicidio, que cometería en julio de ese mismo año. Se trata de un cuadro claustrofóbico, ambientado como está en un espacio cerrado, sofocante; no sólo no hay ningún horizonte sino que los altísimos muros de la prisión, parecen elevarse al infinito. No hay ningún cielo, por lo que es un reflejo fidedigno del propio encierro voluntario y del sentido de reclusión de los últimos días de la atormentada vida del artista.
De esta tela, de este círculo de dolor que representa una condena sin fin, la mirada del prisionero que está en primer plano busca nuestros ojos. De hecho, el preso que no lleva gorra y tiene cabellos rubios -"el loco del pelo rojo", como se tituló en España la película Lust for Life (1956) de Vincente Minnelli en la que Kirk Douglas encarnaba a Van Gogh- que mira al espectador del cuadro recuerda bastante al pintor, por lo que algunos críticos opinan que es un autorretrato, o al menos una descripción de cuál era el espíritu de su estado de ánimo cuando pintó el cuadro.
Vincent se sentía realmente deprimido en estos días, y no veía
escapatoria. Aunque nunca estuvo en la prisión de Newgate que retrata, la cárcel le sirve como metáfora para expresar su situación actual, recluido en un manicomio, y su anhelo de vida y libertad. Las
paredes de esta prisión son altísimas y ocupan la totalidad
del lienzo. Los presos están en la mitad inferior. La claustrofobia es amplificada además por esa forma
poligonal de los muros que no dejan lugar a un soplo de aire ni
rastros de vida natural, salvo, apenas, si nos fijamos un poco tanto en el grabado original como en la tela de Van Gogh, un
par de mariposas blancas sobrevolando en lo alto, en la mitad superior del óleo, que tiene unos colores menos sombríos, hacia un cielo que se adivina pero que a
nosotros no nos es dado contemplar.
J'adore
(literalmente “adoro” en francés, pero se traduce mejor al castellano como “me encanta”) es un perfume femenino -para mujeres- de la casa Dior, que es
'una oda a las mujeres, a su audacia, a su belleza'. Buscando información sobre el agua de colonia de esa casa me
encuentro con esta literatura: “Un torbellino interminable de flores liberadas
exhalando su perfume hasta el infinito: la rosa centifolia, el jazmín
sambac, el ylang-ylang y el nardo de la región de Grasse se cincelan
con los acentos amaderados de un sándalo cremoso”. Y la siguiente y sugerente foto con el lema Infinitely woman: mujer infinitamente donde se sugiere que el frasco que contiene la odorífera esencia es la mujer misma.
El frasco representa el cuerpo sinuoso de la mujer, que es la destinataria del perfume, como se ve en la imagen, donde para resaltar esta idea publicitaria la modelo lleva un collar anillado y dorado al cuello como el recipiente del perfume siendo su cabeza el tapón. El cuerpo de la rubia modelo es, no podía ser de otra forma, dorado, como el frasco.
El perfume ha sido presentado con el eslogan "Future is gold", material que rodea a la bellísima actriz jolivudense Charlize Theron durante todo el spot dirigido por Jean Baptiste Mondino, en el que aparece luciendo un espectacular vestido dorado y trepando por un telón dorado en un salón cubierto de oro (el salón de los espejos de Versalles, que representa el papel de la mujer subordinada al patriarcado históricamente) para llegar a romper el techo de cristal de su empoderamiento, a través del cual accede a una ciudad repleta de oro también donde se levantan altos rascacielos.
El empoderamiento de la mujer no es ningún logro social como nos lo presenta el anuncio publicitario porque supone la equiparación de la mujer al hombre en lo peor que este tiene, que es precisamente el poder, lo que lejos de destruir el patriarcado actual existente viene a reforzarlo haciendo que el sexo sea indiferente como requisito para desempeñar el mando. En ningún momento se cuestiona el Poder establecido, sino que se defiende el derecho de la mujer a ejercerlo como el varón: tanto monta, monta tanto Isabel cómo Fernando, sus católicas majestades. Lo cual, lejos de derrocar la monarquía, la consolida.
El anuncio de Dior nos va diciendo en la lengua del Imperio: "The past can be beautiful / A memory, a dream / But´s no place to live". Se alude a la belleza del pasado, que no es un lugar donde actualmente se pueda vivir. Y sigue: "And now is the time / The only way out is up / It´s not heaven / It´s a new world / The future is gold". Ahora es el momento de emprender el camino hacia arriba, no hacia el cielo paradisíaco, sino al Nuevo Mundo: una ciudad de fálicos rascacielos. "El futuro es oro" es precisamente el título del filme publicitario.
Al toparme por
la calle con este panel publicitario en una parada de autobús urbano
no he podido dejar de asombrarme, y he tomado la foto que publico, donde el frasco que hemos visto que representaba el cuerpo de la mujer recuerda también, a la vista de esta imagen,
el ofrecimiento del sexo femenino, el coño abierto bajo la boquita cerrada de unos sensuales labios. Si procedemos a la anatomía o despiece, las manos constituirían los labios vaginales (mayores y menores), el tapón el clítoris, debajo del clítoris se adivina el orificio uretral en forma de punto y, más abajo, en el hueco abierto entre las manos se abriría la vagina dorada. La garganta de la mujer donde aparece la inscprición Life is Gold (la vida es oro) sería en esta imaginería el Monte de Venus.
¿Pornográfico? No, erótico. La publicidad no suele recaer en pornografía. Pero sí que de alguna forma lo hace porque presenta a la mujer como un coño, lo que recuerda a aquel otro eslogan publicitario de hace unos años "Toda tú eres un culito", ante el que protestaron muchas feministas argumentando que las mujeres eran algo más que "un culito". Nos hallamos aquí aunte una forma más sofisticada de decir algo parecido: "Toda tú eres un coñito".
A multimillonarios como Bill Gates, Georges Soros y Charles “Chuck” Feeney suelen calificarlos generosamente los locutores televisivos y los periodistas como “filántropos”, o sea, “amantes de la humanidad”. Digo que es una calificación generosa por no decir que gratuita, y sin mucho fundamento. Su amor a la humanidad, su filantropía, se traduce en realidad en una firlargiria o amor al dinero mismo. Son filárgiros, amantes del vil metal, sólo que en su fuero interno identifican el oro, el dinero, con el ser humano. Los hombres son para ellos recursos humanos, o, siguiendo la metáfora de la que se hace eco el poeta griego Píndaro, dinero. Si aceptamos la ecuación, definirse como amante de la humanidad sería lo mismo que definirse como amante del dinero: filantropía sería filargiria y viceversa.
Las fortunas que han amasado estos magnates milmillonarios son fruto de expropiaciones de lo común: sus apropiaciones, sus fortunas, son expropiaciones. Por mucho que luego quieran limpiar su mala conciencia, es decir la conciencia de que han cometido un robo, con generosas donaciones humanitarias para blanquear su dinero negro, la denominación de filántropos les cae gordísima, muy grande. En realidad son filárgiros. Lástima que nuestra docta Academia no recoja todavía este término, de origen griego, como filántropo, formado sobre phílos, «amigo» y árgyros «plata» o sea «dinero». En portugués está atestiguado el término, que se define como aquel que muestra filargiria (definida como una preocupación excesiva por el dinero cuando no por avaricia o codicia).
Dejando aparte a Bill Gates, que muestra su filantropía queriendo reducir gracias a las vacunas el número de habitantes del planeta para que haya más sitio para los que queden con la mejor intención del mundo porque nadie hace mal a sabiendas, o destinando fondos millonarios para crear leche materna artificial, y centrándonos en otro multimillonario, George Soros, hay que denunciar su intervención en el Sínodo de Davos para «alertar» de la importancia que tiene derrotar a Rusia de manera urgente. Según Soros, de lo contrario, podríamos encontrarnos ante el inicio de la Tercera Guerra Mundial y nuestra civilización «podría no sobrevivir». Curioso que para evitar la Tercera Guerra Mundial tengamos que comenzarla... si no la hemos comenzado ya. Según su muy errado punto de vista, la invasión de Ucrania por Rusia se produjo en medio de la lucha entre dos sistemas de gobierno diametralmente opuestos entre sí: una sociedad abierta y una sociedad cerrada. Evidentemente, para Soros, Rusia encarna la sociedad cerrada y Occidente, es el estandarte de sociedad abierta. ¡Qué sencillo y fácil de entender, no hacen falta más que dos neuronas, pero qué maniqueo y qué falso! Su filantropía, además, excluye a los rusos del resto de la humanidad.
El otro milmillonario, Charles “Chuck” Feeney, ha dejado de serlo por voluntad propia a sus noventayún años de edad, en el umbral de su vida, recién cumplidos, y ha decidido enfrentarse a la Parca “arruinado”. Ha regalado su fortuna que ascendía a ocho mil millones de dólares a obras benéficas, universidades y organizaciones de todo el mundo a través de su fundación Atlantic Philanthropies. Con este gesto alienta a los multimillonarios como él a donar su dinero en vida para controlar mejor su destino. Es la idea que él ha patentado de 'Giving While Living', o sea de dar mientras se vive... no vaya a ser que luego venga Hacienda y se lo lleve.
La Vagantenstrophe o Vagantenzeile, como se llama en alemán, la estrofa goliárdica, propia de la lírica medieval latina tanto religiosa como laica, está compuesta por cuatro versos largos de trece sílabas, formados cada uno de ellos por dos hemisquios: uno de siete sílabas ( + - + - + - +) y otro de seis (+ - + - + -) , donde el signo “ +” representa el golpe de la marca rítmica y el signo “-” la sílaba no marcada. Cuando se dice sílaba marcada rítmicamente se quiere decir en principio que lleva el acento de palabra como marca rítmica, aunque pudiera no llevarlo eventualmente y sentirse como tal, arrastrada por el ritmo general. Asimismo, cuando se dice no marcada se dice sílaba átona o carente de acento de palabra en principio, aunque podría llevarlo eventualmente y no percibirse como tal marca rítmica, cayendo a contratiempo, lo que podría dar un énfasis especial a la palabra dentro del verso.
Del Archipoeta, precisamente, me apropio de un verso: folio sum similis de quo ludunt uenti, que traduzco: igual que hoja seca soy / con que juega el viento, que me recuerda a las feuilles mortes de Prévert, y me lanzo a la carrera.
Soy como hojarasca yo
Como arenas de la mar,
La máquina de producción incesante de noticias para consumo informativo del que quiere saber lo que pasa sin enterarse paradójicamente por eso mismo de nada de lo que está pasando saca la noticia de que tres de los siete gorilas que viven -si eso es vida y puede denominarse como tal- en el Parque de la Naturaleza de Cabárceno (Cantabria) tienen COVID, sí, sí, covid, no viruela del mono, sino covid, o, mejor dicho: no es que lo tengan propiamente hablando, sino que han resultado positivos en las pruebas que se les realizaron al efecto a petición del veterinario de los simios.
El responsable de los animalejos se mosqueó
al comprobar que varios de los gorilas tosían y tenían más mocos
de lo habitual. Al parecer, habían perdido, además, el apetito y se
mostraban cansados. Y se le ocurrió que, habiendo como hay una pandemia de coronavirus desde hace algo más de dos años, los gorilas podían estar también ellos contagiados y enfermos, pobrecitos. Loable que se preocupe de la salud de los animales que están a su cargo, pero la ocurrencia no deja por ello como poco de ser disparatada, y falsa la alarma desatada.
Así que puesto al corriente el Director General de Salud Pública de la taifa cántabra, el señor Reinhard Wallmann, ordenó que se hicieran pertinentes los análisis. No les metieron a los gorilas el palitroque por las narices para hacerles la PCR dichosa, ni les tomaron muestras de saliva o de sangre, sino que analizaron sus heces que era lo que más a mano tenían después de recoger muestras copiosas. Analizados los excrementos en el laboratorio, tres de los siete gorilas resultaron positivos en coronavirus, aunque una de las dos hembras afectadas con una carga viral muy baja.
Al parecer, según la prensa local de campanario, los tres se encuentran ya mejor, prácticamente asintomáticos. En mi visita al parque como reportero aficionado que además está exento de pagar los 32 euros que cuesta la entrada de adulto por vivir en uno de los términos municipales en los que se halla el parque temático, pude comprobar que los siete gorilas están aparentemente en perfecto estado de salud. Han recuperado el apetito y el humor y tienen un comportamiento normal. «Probablemente ha influido que ninguno tenía una carga viral reseñable», y no solo una de las dos hembras, como se dijo al principio.
Dado que los animales viven en un recinto cerrado tanto interior,
donde una gran cristalera los separa del público, como exterior, donde se levantan unos altos muros con el mismo fin, se sospecha que la
vía de contagio han podido ser los cuidadores, por lo que fueron sometidos a las pruebas todos aquellos que en las últimas semanas se
han ocupado de los animales para seguir la pista y detectar cuál sea el
genoma del virus. Los cuidadores resultaron negativos, quizá porque como suele suceder hayan pasado la enfermedad del virus sin enterarse.
«Necesitamos saber qué variante es porque hay que descartar todas las posibilidades», afirma el Consejero de Sanidad y Director General de Salud Pública. Podría tratarse de una variante desconocida hasta el momento que haya sido capaz de saltar con facilidad de humanos a animales. No sería la primera vez que sucede. «Existe una publicación de hace un año donde ya se constató un caso de gorila infectado en un zoológico de California» añade.
«Esto es algo que se piensa que puede ser habitual aunque no esté muy estudiado. Hace tiempo que se está tratando de entender cómo el virus ha sido capaz de mutar tan rápido para dar lugar a las variantes que conocemos en tan poco tiempo. Y una de las hipótesis más compartidas es que ha estado viajando de los animales a los humanos continuamente», explica el epidemiólogo. Pero ahora parece que según eso se estaría cerrando el círculo, y rizando el rizo, como suele decirse, y el virus estaría regresando de los humanos a los animales, esos antepasados nuestros.
¿No podía haberse tratado de un catarro común?¿No podría haber sido un resfriado corriente? Parece que esta hipótesis no se contempla, y que descartada como está se piensa en la existencia de un contagio como única explicación, y por lo tanto hay que identificar el vector de dicho contagio y poner en marcha el rastreo. En todo caso no ha sido necesario aislar a los gorilas positivos del resto confinándolos ni ponerles mascarillas que probablemente hubieran durado menos que un suspiro en sus bocas. Habida cuenta de que no hay un tratamiento específico, y la poca carga viral de los tres afectados, sólo se le aplicó medicación a Nicki.
Como puede comprobarse por noticias como esta, que han saltado enseguida a toda la prensa nacional y a la televisión -durante mi visita, TVE estaba entrevistando al veterinario que dio la voz de alarma-, si no se trata de mera propaganda turística del parque, que no vive en sus mejores momentos después de algunos incidentes como el incendio del cubil en el que murieron tres jirafas hace unos años, seguimos inmersos en la ya larga y cansina narrativa covidiana porque interesa seguir con la ficción de la pandemia, porque algunos están interesados en el relato que impide que no nos enteremos de verdad de lo que pasa.
Hay una viruela del mono asintomática y potencialmente grave que no presenta erupciones cutáneas ni síntomas característicos, pero que es altamente contagiosa.
Los influyentes influencers captan como pescadores a sus followers en sus redes sociales diciéndoles como Jesús sígueme (follow me en la lengua del Imperio).
Perpetuamos nuestra condición de espectador y opinador pasivo dentro de la caverna de Platón colaborando en la reproducción en sesión continua del espectáculo.
Si hay algo en lo que tanto la izquierda como la derecha políticas se ponen de acuerdo es en que el trabajo es bueno, adictas como son a la maldición de Jehová.
"No me importa que me controlen, no tengo nada que ocultar". El problema no somos los controlados, sino los controladores. ¿Quién controla a los controladores?
La mayor parte del trabajo que hay o es totalmente inútil o es solo útil para absorber como esponja una proporción cada vez mayor de nuestro tiempo y energía.
La única razón principal de la existencia de la mayoría de las industrias que hay es convencernos de que hay alguna razón principal que justifica su existencia.
Lo importante es la plena ocupación, que no haya desempleo y todo el mundo tenga un trabajo a ser posible inútil como, por ejemplo, el caso de Ícaro y su roca.
Tu televoto puede ser decisivo en el eurofestival a la hora de elegir la canción ganadora, que nunca será la mejor porque no hay ninguna buena en ese palmarés.
El trabajo de cualquier profesor se complica con la exigencia administrativa burocrática cada vez mayor de papeleo de programaciones y redacción de memorandos.
No son nuestros placeres los que están destruyendo el planeta, sino el sentimiento culpable de que tenemos que sufrir para merecer nuestros efímeros placeres.
La obsolescencia programada es la razón principal de la superproducción industrial que hay, diseñado como está todo para no durar y dejar pronto de servirnos.
Los fabricantes son perfectamente muy capaces de fabricar teléfonos, lavadoras, bombillas... que no se averíen; pero si lo hacen se acaban pronto sus negocios.
El virus coronado pandémico que arruina la vida de la gente, esencial para el sostenimiento del sistema político y económico, es, adivina, adivínalo, el dinero.
Siguen interesados en la gestión a largo plazo de la vacunación, dada la nula protección con el paso del tiempo y la persistencia de la enfermedad coronavírica
El Gobierno de la U.E. prepara el lanzamiento de su campaña de la temporada otoño-invierno de (re)vacunación de Covid-19 y la extensión del Certificado Digital.
Era “segura y eficaz” según sus propias palabras, pero no para combatir la enfermedad, sino para progagarla, haciendo dependiente nuestro sistema inmunitario.
El jefe del laboratorio farmacéutico se comprometió en el Foro de Davos a vender sus vacunas a precio de coste a los países pobres, un favor flaco que les hace.
El dinero apareció cuando Adán y Eva fueron expulsados del paraíso y condenados a reproducirse y ganarse con el sudor de su frente la vida, echándola a perder.
Dinero es Dios padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra, fundamento ontológico de todas las cosas, incluidas, claro está entre ellas, las personas.
“Mienten siempre. Están mintiendo ahora mismo. Saben que están mintiendo. Saben que sabemos que están mintiendo. Pero siguen haciéndolo y no dejan de mentir”.
En lo que se vende como poesía (se vende poco y se lee menos, pero se vende) importa más la prosa que el verso, el fondo que la forma, la letra que la música.
Escribe Sulpicio Severo entre los siglos IV y V de la era cristiana una biografía de Martín de Tours, o más propiamente hagiografía, es decir una crónica literaria de la vida... de un santo: una santificación de una vida, la de san Martín.
Martín era un soldado romano de caballería que sirvió bajo las órdenes del emperador Juliano, el que sería luego conocido como el Apóstata. Cuenta Sulpicio Severo que el padre de Martín, que llegó a ser tribuno militar de una legión romana, dado su ardor guerrero y fervor marcial, deseó para su hijo una brillante carrera de armas. Así pues, cuando nació le puso el nombre al niño de Martín, derivado del nombre del dios de la guerra, Marte.