martes, 9 de diciembre de 2025

Variety show (2)

Europe is living a celebration
 
    El director y protagonista de 'La vida es bella' (1997), la aclamada película que presenta a un padre que inventa una ficción agradable para edulcorarle a su hijo la realidad de un campo de concentración y exterminio nazi en el que ambos malviven, ha definido así el engendro político e ideológico de Europa, creando otra ficción similar a la de la película para soportar una realidad cada vez más intolerable: Europa es la mayor construcción institucional, política, social y económica de los últimos cinco mil años (le falto añadir 'desde que hay registros registrados') realizada por el ser humano sobre el planeta tierra. Es un proyecto, un ideal, una esperanza, un desafío, un sueño
 

    Inaugura así el director y actor italiano un nuevo patriotismo eurocéntrico tan deleznable como el antiguo y nacionalista que pretende sustituir.
oOo 


 Dolores y Remedios (La Loly y la Reme) 
 

   Dolores, la Loly, siempre quejándose, y alimentando teorías magufas conspirativas, antivacunas y de extrema derecha, mientras que Remedios, la Reme, mucho más positiva, progresista y resiliente, está siempre del lado de la evidencia del consenso de la Ciencia y del Ministerio de Sanidad del Gobierno de España, y siempre, por lo tanto, del lado correcto de la Historia. Lo que importa no es lo que uno cree, dice la Reme, sino “lo que está demostrado" -¿hay algo que este demostrado en lo que no quepa la duda?-, y no lo dice ella o Internet, sino la Ciencia, que, diga lo que diga, siempre va a misa). 
oOo
  
Dos reflexiones de El Roto: la locura y el puente. 
 
 Uno, sobre todo si es un soldado porque sabe de lo que habla, puede decir que la guerra es una locura, como le dice, rifle al hombro, a un conmilitón el de la viñeta de Andrés Rábago, El Roto. Este sin embargo pone en duda su opinión: ¿Y tú qué sabes? ¿Acaso eres psiquiatra? Lógicamente no haca falta ser un especialista ni un médico de almas para diagnosticar que la guerra en particular, y la realidad y la cordura, en general, son una locura. 
 
 
Las escapadas de fin de semana o de puente, como el que acabamos de cruzar a principios de diciembre en las Españas de Dios evitan la huida. No es lo mismo, en efecto, una escapada, que siempre tiene algo de vuelta al redil, que la huida, que sería la fuga sin retorno. Las escapadas finisemanales, igual que las vacaciones, solo sirven para no huir de verdad. 
 oOo
 
 La colmena (la ciudad vertical)
  

Treinta mil personas viven en este edificio, el Regent International Center de 67 pisos de altura, sito en Hangzhou (China). No es solo un edificio, sino una ciudad vertical, una auténtica y bulliciosa colmena en la que hay de todo (escuelas, hospitales, cines, supermercados...) Es la 'ciudad' perfecta de los quince minutos. Puedes vivir aquí, si a lo que se hace aquí se puede llamar 'vivir', sin tener que salir nunca del recinto. Uno se pregunta si estamos ante la solución habitacional del futuro urbano o frente a la locura descomunal de los nichos de un cementerio. Me ha querido recordar a la novela 'La colmena' (1951) de Camilo José Cela, que presentaba Madrid como un gran enjambre humano, un espacio lleno de personas -unos trescientos personajes, creo recordar- que malviven, trabajan, sufren y se cruzan entre sí sin llegar a conocerse nunca del todo, una sociedad hecha de muchas biografías interconectadas y atrapadas en un mismo panal urbano.

 oOo

Desinformación
 

  Neil Postman escribió sobre los efectos de la televisión en la información y el conocimiento afirmando que la televisión alteraba el significado de "estar informado" al introducir la "desinformación", que no es información falsa, sino engañosa,  irrelevante, fragmentada o superficial, que da la sensación y crea la ilusión de saber algo, pero en realidad nos aleja del conocimiento de lo que pasa.  Desarrolló este concepto en su libro "Amusing Ourselves to Death: Public Discourse in the Age of Show Business" (1985), que en español se tituló "Divertirse hasta morir". El libro argumenta que la televisión ha convertido el entretenimiento en el formato principal para toda experiencia, incluyendo la política y el periodismo, lo que degrada el discurso público. Lo que escribió Postman sigue siendo válido hoy en día, pero hay que tener en cuenta la irrupción de internet en 1991, cuando a través de la WWW World Wide Web (Red Informática Universal) permitió navegar a través de páginas electrónicas mediante enlaces, popularizándose, globalizándose y liberalizándose en 1995 para usos comerciales como la vieja TV a la que sustituye con la presentación de la realidad virtual.
 oOo
 
El futuro en tu muñeca

lunes, 8 de diciembre de 2025

Seguridad al por mayor

La Guardia Civil y la Policía Nacional, a falta de protección, dan consejos a los mayores para prevenir hechos delictivos en la calle, tales como 'camina por el interior de la acera, llevando el bolso del lado de la pared para mayor seguridad', 'opta por bolsos de asa o sin correa, así evitarás tirones inesperados' y 'evita la ostentación de joyas u objetos de valor que puedan llamar la atención'. Son consejos, no voy a ponerlo en duda, bienintencionados, habida cuenta de lo que puede pasarle a cualquiera, sobre todo a los viejos, por la calle. Son los mismos que yo doy a mi anciana madre cuando no puedo acompañarla y va sola a dar un paseo, a la compra o al banco, pero viniendo de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, que también velan por la propia seguridad del Estado y el sistema todo, parecen despropósitos, como si reconocieran implícitamente que no pueden brindar la protección y la seguridad que nos prometen.

 

Son consejos para las personas mayores, es decir, para los viejos, dejémonos de ridículos eufemismos, muy parecidos a los que se daban a las jovencitas en los tiempos de Maricastaña: que cuando salgan a la calle opten por ropa recatada, sin escotes ni minifaldas provocativas, evitando la ostentación de su belleza y su juventud escandalosas, no portando ropa ajustada que marque las curvas sinuosas, y evitando andares insinuantes, lascivos y provocadores, y actitudes que puedan llamar la atención, a ser posible sin maquillaje, zapatos de tacón alto ni perfume embriagador, todo lo cual podría encender los deseos concupiscentes y libidinosos de los violadores y fomentar agresiones sexuales. Claro está que también, ya puestos, podrían decirles a las mujeres que no salgan nunca solas, y que si lo hacen se pongan un burca -esa prenda que cubre su cuerpo y su cabeza por completo dejando solo una ranura con malla a la altura de los ojos para que puedan ver sin ser vistas- y debajo, por si acaso, un cinturón de castidad.

Decir, en efecto, a los viejos que no se pongan joyas ni relojes caros si no quieren que les roben es la nueva versión de decirles a las mozas que no se pongan faldas cortas si no quieren que las violen. Pero resulta sarcástico que nos digan a los viejos que no nos pongamos joyas cuando a muchos nos las han robado en nuestros domicilios, o hemos tenido que empeñarlas en las tiendas que compran oro para llegar a fin de mes alguna vez. 

 Cuando después de un robo en su domicilio, llama uno a la Benemérita por aquello de que hay que contactar con ellos en caso de emergencia o si uno ha sido víctima de un delito, vienen a tranquilizarte y a decirte como buenos psicólogos que no temas, que lo peor ya ha pasado y que si ya te han robado una vez eso mismo no va a volver a pasar porque ya pasó... Poco ha faltado para que nos digan a toda la población que no salgamos a la calle. Si nos encerramos en casa, como nos obligaron durante el confinamiento de la pandemia que coronó al virus, no hay posibilidad de que nos roben por la calle. Quizá por eso mismo, para evitar la delincuencia callejera, nos confinaron. Pero habría que hacerlo en todo caso bajo cien candados con puertas y ventanas de máxima seguridad: rejas, cámaras de vigilancia y sistemas de alarma para convertir nuestras casas en auténticos centros penitenciarios y nuestros confinamientos en arrestos domiciliarios, no vayan a entrarnos los ladrones a robar dentro o a desalojarnos ocupando nuestra vivienda en propiedad.

En la calle no hay mucho problema si seguimos los consejos de seguridad de las fuerzas policiales, y, esto no nos lo dicen pero hay que tenerlo también en cuenta, si evitamos, claro está, entrar en las entidades bancarias, que son los mayores atracadores, y las grandes superficies comerciales como Mercadona, Carrefour y el Corte Inglés, por citar solo tres nombres. 

 Viñeta de El Roto

¿No sería mejor que los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado nos garantizaran poder andar por la calle sin miedo a que nos roben? Pero, como están reconociendo implícitamente, ya digo, no pueden hacerlo y por eso nos dan los tips que nos dan, como si nos estuvieran culpabilizando a nosotros mismos. Dan ganas de exclamar en latín como Cicerón:  O di inmortales! ubinam gentium sumus? in qua urbe vivimus? quam rem publicam habemus? '¡Redioses inmortales! ¿En qué lugar del mundo estamos? ¿En qué país vivimos? ¿Qué Estado tenemos?'

Hay quien dice que los políticos deberían castigar a los delincuentes, y no soltar a los reincidentes, y cerrar las fronteras, como si todos los males nos vinieran de fuera y no los hubiera dentro, como si no fuera vana la distinción dicotómica entre fuera y dentro, pero ¿cómo van a castigar la delincuencia si los políticos profesionales también delinquen? Tendrían que castigarse a sí mismos. ¿Iban en ese caso a autoflagelarse?

Por otro lado nos dicen para tranquilizarnos que España es uno de los países más seguros del mundo, que hay otros, no vamos a citar ninguno como ejemplo para que no se ofenda, en los que no puedes sacar el móvil en público porque te roban el aparato ipso facto, como si aquí no pasara eso mismo, con el agravante de que los gigantes tecnológicos de la comunicación que nos lo han vendido nos han robado previamente todos los datos que guardábamos en el almario.

domingo, 7 de diciembre de 2025

Micropoemas

 Las cosas hablan / con el lenguaje mudo / de lo que callan. 
 
Se ha enfurecido, / el vendaval del viento, / loco perdido.  
 
  Cerca te quemas / de la lumbre del fuego, / lejos te hielas.
 
Celda, vacante, / solo quiere una cosa: / un ocupante. 
 
 
   oOo 
 
Ahora mismo tiene que ser: aquí / y ahora. No hay futuro: solo un reloj / que miente veinticuatro horas / y un calendario que nos imponen. 
 
Te llamo a voz en grito y tu nombre es / un pájaro que vuela al olvido, allí / donde naufraga todo nombre / propio, en el mar del anonimato. 
 
 No sólo se me dio como espectador / gozar de la belleza, tomé además / en el banquete parte activa: / fui comensal y también pitanza. 
oOo 
 
Como flecha que ha disparado el arco, / vas corriendo, atleta veloz, en vano / cual Aquiles, el de los pies ligeros, tras la tortuga. 
 
Nunca alcanzarás a Quelone, atleta, / paso a paso va la tortuga lenta- / mente. Tú, por mucho que corras, siempre irás a la zaga. 

El caballo y el que a caballo monta / no son dos, sino una criatura sola: / nunca suman dos, sino uno solo a todo galope. 
 oOo 
 
 

 La jaula, vacía, / pidiendo a gritos está / un pájaro dentro. 
 
Otra navidad / vomitiva inunda ya / la puta ciudad. 
 
Lento, poco a poco, / salgo yo, el actor, haciendo / mutis por el foro.  
 
Centro comercial, / nada menos, nada más, / es el mundo actual. 
 
Ha perdido el viejo / la memoria, afloran, vagos, / vívidos, recuerdos.  
  oOo
  
Largo, ancho, y alto, / y una cuarta dimensión / que es el tiempo, y ya / hay un antes y un después / por delante y por detrás. 
 oOo
  

Viene galopando, / y nunca llega, / la Señora Inmortal de la Guadaña, / maldita

sea.

-¿Qué quieres ser de mayor? -No quiero ser mayor.

sábado, 6 de diciembre de 2025

Esperando a los bárbaros (y II)

    El enemigo según la Unión Europea es el Oso ruso, el nuevo zar neoimperialista, que se presenta a veces como el abominable hombre de las nieves, la legendaria criatura que habitaba, según algunos, que avistaron sus huellas, en las montañas del Himalaya, el país del invierno. ¿O fue en los Montes Urales? En todo caso, el enemigo, perfectamente identificado, es el Oso estepario. 

    Frente a ese enemigo, no podemos escudarnos en que estamos fuera de peligro porque somos aliados efectivos de muchos países europeos en el marco de la OTAN y la UE, porque las dos guerras mundiales del siglo pasado, de hecho, llegaron a ser globales, es decir, casi planetarias, gracias a los sistemas de alianzas: la Triple Entente contra la Triple Alianza, los Aliados contra las potencias del Eje, como cualquier estudiante de historia de bachillerato reconoce enseguida. 

     Si Rusia atacara a uno de los países bálticos, tan lejos del Ruedo Ibérico, ¿íbamos los españolitos a acudir solícitos en su ayuda? ¿Qué ha sucedido en el caso de la invasión de Ucrania, que aunque no forma parte todavía del engendro de la UE aspira a entrar? ¿Declararíamos solemnemente la guerra a Rusia? Seguramente ya lo hemos hecho sin tantas alharacas, sin atacarla militarmente, bonita paradoja, porque la guerra no se lleva a cabo en su forma tradicional sino en versión económica, porque el dinero es lo que manda: palabras, armas, dinero, mucho dinero, instructores y mucho más, pero nada de incordiar directamente demasiado al Oso ruso, que podría enfurecerse y ensañarse con nosotros.

    Pero ¿qué está sucediendo allende nuestras fronteras, en el país vecino, por ejemplo, sin ir más lejos? Antes de la movilización general, se anuncia el regreso del servicio militar, voluntario en principio. ¿Para qué servirá? Probablemente para nada bueno para la gente, pero sí le va a servir a un presidente como el actual carente de legitimidad, dispuesto a proclamar otra vez «Estamos en guerra» para conservar un mínimo de autoridad y respeto. No es la primera vez que lo hace el mandatario francés. Ya lo hizo hace cinco años cuando dijo a los franceses: «Estamos en guerra, sin duda, una guerra sanitaria… pero el enemigo es invisible». 

"¡Comprometeos!"
     
     El enemigo invisible es el enemigo imaginario de todas las fantasías, creado a semejanza pero por contraposición del amigo imaginario infantil. Son los bárbaros, o los tártaros, o la estepa rusa... Los ciberataques y los drones rusos son hoy este enemigo invisible, que nadie es capaz de ver a no ser que lo vea vía eurovisión, pero hay que creer la palabra de los expertos y de los medios de información que la predican como si fuera el evangelio, la buena nueva, la gran noticia... 

    El presidente francés ha anunciado ya el regreso del servicio militar nacional, al igual que otros países europeos, incluida Alemania, a pesar de que Francia está más endeudada que nunca. Se trata de algo innecesario para la gente, necesario para el presidente de la república, ávido de legitimar su autoridad. Desde el punto de vista estratégico: en el contexto actual, donde los misiles hipersónicos rusos con ojivas nucleares son motivo de preocupación, lo que se necesita no es un ejército improvisado como en 1940 en vísperas de la Segunda Guerra Mundial, sino, según los militronchos, armamento de vanguardia capaz de disuadir a cualquier enemigo potencial de atacarnos, y Francia ya lo posee, por lo que el servicio militar anunciado, primero voluntario y después obligatorio, un ejército improvisado ahora de golpe y sopetón, queda obsoleto cuando existe la disuasión nuclear desde hace años y cuando las nuevas formas que reviste la guerra son básicamente económicas. 


    Desde el punto de vista estratégico, la reactivación del servicio militar no se hace para mejorar la defensa militar, sino con una finalidad política. No tiene más objetivo real que ese, con el agravante de que endeudará y perjudicará a los ciudadanos. Francia va a introducir un servicio militar voluntario de diez meses destinado principalmente a los jóvenes de 18 y 19 años de ambos sexos, mientras crece la preocupación en Europa por la amenaza de Rusia. Bajo el nuevo servicio militar, hombres y mujeres -no vamos a discriminar a las mujeres-, en su mayoría de 18 y 19 años, podrían alistarse como voluntarios durante diez meses. Recibirían un salario mínimo de ochocientos euros al mes, la vieja soldada o paga del soldado que, etimológicamente, es el que está a sueldo, además de alojamiento y manutención, y un 75% de descuento en viajes en tren, tropas que solo serían desplegadas en caso de necesidad en territorio nacional.

    El presidente del ejecutivo francés dijo que el servicio comenzaría a mediados de 2026 y ayudaría a Francia a responder a las "amenazas aceleradas" en el escenario mundial. Casi treinta años después de que el país galo eliminara el servicio militar obligatorio, Monsieur le Président dijo que no se retractaría de esa decisión, pero agregó: "Necesitamos movilización", porque Francia no puede permanecer de brazos cruzados. Creía, cacareó además el gallo del corral, que la juventud francesa tenía sed de compromiso y afirmó que había una generación joven «lista para defender a su nación». 

"Para dar vuestra opinión, esperad a que os dé la orden de responder".

    Hasta el momento no hay ninguna sugerencia de que el servicio militar podría volver a ser obligatorio en Francia, como lo era antes de que el entonces presidente aboliera el servicio militar obligatorio en 1997. De hecho el presidente actual ha dicho: “No podemos volver a la época del servicio militar obligatorio”. Eso mismo dice el gobierno progre del Ruedo Ibérico.  Y es que, visto lo visto, lo obligatorio no mola, por eso hay que buscar un modelo híbrido, volungatorio, digamos, que no te obliga, pero que si lo eliges te facilita un poco el hecho de ganarte la vida, según la moderna ecuación de que ganarse la vida es ganar dinero.

    “Este modelo de ejército híbrido responde a las amenazas y riesgos que se avecinan, integrando a jóvenes del servicio militar, reservistas y el ejército en activo”. Tras el programa, en efecto, los participantes podrían integrarse a la vida civil, convertirse en reservistas o permanecer en las fuerzas armadas, añadió el jefe del ejecutivo francés. Dijo que el plan estaba “inspirado en las prácticas de nuestros socios europeos… en un momento en que todos nuestros aliados europeos avanzan en respuesta a una amenaza que pesa sobre todos nosotros”. El anuncio coloca a Francia en línea con casi una docena de otras naciones europeas, como Alemania y Dinamarca, que han lanzado proyectos similares.

viernes, 5 de diciembre de 2025

Variety show

Si no lo creo, no lo veo. "Si no lo veo, no lo creo", reza el consagrado refrán popular castellano que a veces se glosa como "ver para creer", que es el preferido para mostrar incredulidad: muchos  cuando dudan de algo, dicen precisamente que si no lo ven no lo creen. Otros, exagerando su incredulidad, llegan incluso a confesar: "Lo veo y no lo creo". Sin embargo el refranero, petado de opiniones personales y topicazos como suele estar, no da mucha razón de las cosas ni dice mucha verdad en general, ni este refrán en particular, no ya porque otro venga a corregirlo aconsejándonos que solo creamos la mitad de lo que vemos: "De lo que ves, créete la mitad, y de lo que no veas no te creas nada", sino porque, para decir algo de verdad habría que darle la vuelta y formularlo al revés: "Si no lo creo, no lo veo", que es lo que sucede normalmente porque nuestros ojos, ciegos como están, solo ven lo que creen ver.

oOo 

Contrapublicidad de una entidad bancaria. 

Si crees en ti, es tu problema, chico, eres demasiado creyente, crédulo (o creído, si lo prefieres) y muy pagado de ti mismo, como nosotros también. "Si crees en ti, nosotros también", es un eslogan recurrente en la publicidad de una entidad bancaria, de cuyo nombre no vamos a hacer mención ni propaganda, cuyos anuncios forman parte de una campaña más amplia bajo la etiqueta: #PoderElegirEsTuPoder, que concluye: “Al final decidimos seguir siendo nosotros mismos”.

  oOo

Matemáticas dogmáticas y sospechosas (De Mingote, genial)

-A mí lo que me molesta de las matemáticas es que son tan dogmáticas.

-Lo que me parece más sospechoso de las matemáticas es que no tienen ideología.

oOo
 Uno de tantos del montón

UNO-de-50 es, al parecer, una marca de joyería española, que realizaba cincuenta unidades artesanales de cada modelo de joya, vendiendo la ilusión de que cada pieza era única y exclusiva.  

Una bellísima modelo protagonizó la campaña “Culpable de ser yo” en el año del Señor de 2015, celebrando la seguridad en uno mismo y la autoaceptación. El eslogan invitaba a las personas, es decir, a sus clientes, a ser ellas mismas, a disfrutar de su singularidad e independencia, y a sentirse orgullosas de su individualidad, sin sentimientos de culpa. ¿Pero cómo vamos a ser únicos nosotros y nuestra joya artesanal si hay por lo menos otros 49 iguales que nosotros y que nuestra joya, que somos uno del montón de los cincuenta? En resumen, la frase transmite la idea de que ser uno mismo, con las imperfecciones y la singularidad que ello conlleva, no es algo de lo que haya que avergonzarse, sino todo lo contrario: orgulloso de algo que hay que celebrar. No hace falta decir que debido al éxito de la marca, la joyería comenzó a ofrecer enseguida, contra lo que decía su nombre, más de 50 piezas de cada modelo si hacía falta, pero seguía siendo fiel a su ADN en algún caso de edición especial limitada haciendo solo 50 unidades de piezas exclusivas.

oOo

 Los payasos de la tele: La democracia mola, cómo mola.

En horario estelar de máxima audiencia, en prime time, el Ente Público ha emitido esto para adoctrinar a los jóvenes sobre las bondades que ellos no ven por ninguna parte del régimen democrático actual, contraponiéndolo a la dictadura de Franco para hacer que pongan en valor el régimen que les ha tocado padecer, como si no hubiera más alternativa que esto o la dictadura de Hitler, diciéndoles que con el voto pueden cambiar el futuro del país y demás sandeces consabidas. 

      

jueves, 4 de diciembre de 2025

Esperando a los bárbaros (I)

    Hay cuatro obras literarias -el poema “Esperando a los Bárbaros” de Cavafis (1898), y las novelas “El Desierto de los Tártaros” de Dino Buzzati (1940), 1984 de George Órgüel (1948) y “Esperando a los Bárbaros” de J. M. Coetzee (1980)- que forman un cuadrilátero temático en torno a la amenaza de la existencia -que solo cobra carta de naturaleza porque se habla constantemente de ella- de un enemigo externo  que son los bárbaros en un caso y los tártaros en otro. 
 
  
    En el poema de Cavafis, escrito en griego, la ciudad, trasunto de Roma, la urbe por excelencia, y el Imperio romano, viven pendientes de la inminente llegada de los bárbaros; las autoridades se preparan para recibirlos, incluso depositan en ellos alguna esperanza de cambio y regeneración. Al final, los bárbaros que iban a redimir el Imperio no llegan, y la población se queda sin propósito: “¿Y ahora qué será de nosotros sin bárbaros? / Esa gente era una solución”. Los bárbaros simbolizaban una expectativa de cambio que no se produce, pero con la que se ha largamente convivido. 
 

    En la novela “El Desierto de los Tártaros”, escrita originalmente en italiano, la Fortaleza Bastiani a la que es destinado el joven oficial Giovanni Drogo, recién salido de la academia, vive en eterna vigilia ante una amenaza que nunca se materializa. El protagonista vive en un largo compás de espera. El enemigo brilla por su ausencia, y lo que en Cavafis era una experiencia colectiva, en Buzzati es una tragedia personal. 
 
     
    Órgüel, que en 1984 (escrita originalmente en inglés en 1948), y también en Animal Farm) nos presenta la fabricación del enemigo, la inculcación del miedo y la función política de la amenaza. Aquí el Poder necesita un enemigo permanente para sostenerse. Ese enemigo —Eurasia, Asia Oriental, Goldstein— cambia según convenga, pero su función es siempre la misma: hace que cunda el pánico, justifica las medidas represivas de vigilancia y mantiene a la población estado de alerta y obediencia constantes.
 

    Coetze en su novela Esperando a los Bárbaros (Waiting for the Barbarians)”, escrita originalmente en inglés, que toma el título de Cavafis, retoma la figura del Imperio que teme a los bárbaros, pero aquí se ve claramente que el enemigo externo es una construcción del propio Imperio, que fabrica amenazas para justificar la violencia y el control. El magistrado protagonista empieza a cuestionar esta estructura cuando ve la brutalidad ejercida “en nombre de la seguridad”. Los bárbaros son aquí un mero pretexto del poder para perpetuarse. 
 
    Cavafis plantea, cronológicamente el primero, la paradoja de que se necesita al enemigo para existir. Buzzati convierte esa paradoja en una biografía, la de su protagonista, que vive en perpetua sala de espera hasta que le llega la muerte. Órgüel y Coetzee presentan la amenaza construida por el Poder revelando que el enemigo era una ficción útil y necesaria para su sustento. La identidad colectiva necesita una amenaza porque sin ella perdería cohesión y legitimidad. 
    ¿No vemos acaso en la actualidad lo que nos sugieren estas cuatro obras literarias de ficción? Cavafis introduce la idea del enemigo como necesidad. Buzzati muestra cómo esa necesidad consume una vida. Órgüel demuestra que, llevada al extremo, esa fabricación puede dominar el tiempo, la memoria y la realidad misma. Coetzee revela que el enemigo es una fabricación del poder. 
 
    ¿Quién, nos preguntamos nosotros hoy, aquí y ahora, es el enemigo del que tanto se habla en este viejo continente en el que habitamos? ¿Cual es el enemigo de Europa, cuál el de España?
(continuará 

miércoles, 3 de diciembre de 2025

Pareceres XCII

451.-Luces navideñas. La ocurrencia despilfarradora de un alcalde vigués de hace años con muy pocas luces se ha extendido desgraciadamente por todo el ruedo ibérico como un reguero de pólvora, y ahora grandes y pequeños municipios compiten con afán exhibicionista por ver quién la tiene más larga desplegando más alumbrado navideño, aumentando el gasto público de un consumo eléctrico completamente innecesario. Un derroche de esta magnitud no debería pasarnos desapercibido, no solo por la contaminación lumínica que nos impide ver la luna y las estrellas las frías noches de cielo despejado del final del otoño y comienzos del invierno,  sino porque el despropósito luminotécnico solo beneficia a las industrias eléctricas y perjudica al medio ambiente.  Mucha gente acaba deslumbrada ante este intento vano de acortar la oscuridad nocturna y alargar la luz natural de los días, y se queda la gente con la boca abierta como babiones o tontos de baba ante el encendido de las lucecitas navideñas de colores que iluminan artificialmente unas ciudades generalmente horrorosas cuando cae la noche.
   

452.- La cultura como opio del pueblo. Publicaba Trapiello en El Mundo un artículo titulado “La cultura es el opio del pueblo” el viernes 21 de noviembre del año del Señor de 2025 -que ahora se escribe en la lengua del imperio al revés de mayor a menor: 2025/11/21: primero el año, luego el mes en núumeros arábigos y no romanos como se hacía antaño y a mí me enseñaron en la escuela: 21-XI-2025, y finalmente el día, que nos recuerda a aquel otro memorable de Rafael Sánchez Ferlosio “La cultura, ese invento del gobierno”. Trapiello ha utilizado la cita de Marx sobre la religión para aplicársela a la Cultura. Lamenta que el presidente del gobierno español, al que se le ve el pelo de la dehesa, porque es un hombre esencialmente inculto, se interese tanto últimamente por la “cultura” -por lo que sus asesores entienden por ello. No es imprescindible que un político sea culto, desde luego, pero resulta patético cuando finge que lo es sin serlo: “De la noche a la mañana se le ha visto a Sánchez acudir a un programa musical de Radio 3, descoserse con el disco de una cantante de moda y promocionar en el Congreso un serial de Netflix basado en el libro de un escritor afín”. La cultura por la que se interesa 'nuestro querido presidente' no es la gran cultura, sino la popular, es decir no la del pueblo, sino la que el mercado le impone a la masa popular. Lo ha hecho asesorado por sus múltiples consejeros “confiados en que ese barniz tape las corrupciones en las que está hundido hasta el cuello”. Acaba Trapiello su columna evocando a un futuro Galdós joven -un escritor realista que no necesitará fiar nada a su imaginación- que está tomando notas de todo lo que sucede: “Sabe que la cultura está, hoy más que nunca, sobrevalorada, como supo Ferlosio. Que en las cavas de Moncloa trabaja un cabildo de consejeros en la nueva droga, la cultura como un nuevo opio del pueblo que lo distraiga y atonte hasta las próximas elecciones”. No perdamos de vista que la cultura es un objeto más de consumo en nuestro mundo: un producto venal más de la sociedad del espectáculo: los cuadros y los libros, por ejemplo, son elementos decorativos muy apropiados para decorar las paredes de los museos y de los hogares de postín para rellenar algunas estanterías y como fondo fotográfico de algunos retratos de hombres y mujeres públicos que miden su saber no por el número de volúmenes que han leído y asimilado sino por el número de códices que almacenan en su biblioteca, que no es lo mismo. 
 
453.- La Consejera de Salud y la IA. Unas declaraciones que sugerían que la IA podía diagnosticar igual o mejor que los profesionales sanitarios, no han gustado nada a un sindicato de médicos catalanes, que reclaman la dimisión de la responsable del Departamento. Por unas palabras suyas en un acto en Lérida donde se firmó un convenio para impulsar proyectos con Inteligencia Artificial en el ámbito sanitario. En aquel acto, la Consejera alabó el papel que puede tener la IA en el sistema, ya que es "extraordinariamente efectiva y diagnostica con una precisión igual o superior a la que podemos tener los mismos profesionales". Unas palabras que han indignado a los galenos, que le piden a la consejera que se disculpe por ellas y, si no lo hace, que cese y que sea sustituida ella misma, totalmente prescindible también, por la Inteligencia Artificial que tanto elogia, porque le había faltado poco para dar el siguiente paso y afirmar que los profesionales de la salud son completamente prescindibles, que ya no reconocen a sus pacientes a los que a menudo solo atienden telefónicamente y previa cita a raíz de la peste aquella del virus coronado. 
 
  
454.- Movilización de capital. Que no se diga, pero parece que es verdad, que el Jefe del Ejecutivo progre español va a movilizar ochocientos diecisiete millones de euros más para el títere NATO, el presidente pedigüeño de Ucrania de visita en nuestro país, lo primero de todo, y son sus palabras, “para apoyar al ejército ucraniano en su defensa por la libertad y la integridad territorial de Ucrania frente al invasor”, en segundo lugar “para proteger a su población civil”, y finalmente “para impulsar ese horizonte de reconstrucción y de modernización de las estructuras dañadas por el neoimperialismo de Putin”. Parece que alude con esto último de las 'estructuras dañadas' a carreteras, escuelas y hospitales, educación y sanidad, que son los nichos de gasto progresistas, pero no nos engañemos: el objetivo de esta movilización de capital es que siga la guerra en la que seguirán muriendo rusos y ucranianos, alargando interminable- e indefinidamente el negocio de los fabricantes de armamento y el conflicto. Así no se defiende, señor presidente, la soberanía europea y así no se demuestra el compromiso, la coherencia y la solidaridad del conjunto de la solidaridad española, como usted cacarea, sino todo lo contrario. España prevé que, habida cuenta de que el año pasado se movilizaron mil millones en equipamiento militar, el monto de la ayuda financiera a Ucrania de este año de 2025 no debería ser menor, por lo que debería alcanzar la milmillonaria cifra de mil millones de euros por lo menos: donde hay dinero, que se vea. 
  
 
455.- Al pan pan y al vino vino. Se usa esta expresión para indicar que a las cosas hay que llamarlas por su nombre, sin utilizar ridículos eufemismos ni metáforas traslaticias. Tanto el pan como el vino, además, son elementos cruciales en nuestra cultura clásica grecolatina por ser el pan el don de Ceres, la griega Deméter,  y el vino el de Baco. En la tradición cristiana el pan se transustancia en el cuerpo de Cristo y el vino en su sangre, dejando así de ser y de llamarse pan y vino para pasar a ser por arte de magia cuerpo y sangre de Cristo en la teofagia o ingestión del dios sacrificado. Los griegos antiguos y los modernos no utilizaban esta frase nuestra, sino Τα σύκα, σύκα, και τη σκάφη, σκάφη”: (Hay que llamar) a los higos higos y al barco barco: digo las cosas como son, sin rodeos ni eufemismos: a los higos, higos y a la barca barca, como leemos en Luciano, por ejemplo. En cuanto a la barca, era fundamental entre las islas del Egeo y para la pesca, y por lo que atañe a los higos eran en el mundo antiguo el fruto más dulce, casi melifluo. Hay que tener en cuenta que en la antigüedad era la miel y no el azúcar, que nos llegaría a Occidente después de la caña del sudeste asiático gracias a la expansión musulmana, el edulcorante que se utilizaba. Y hay higos tan dulces, ya se tomen maduros o ya secos o pasos, que son pura miel. En todo caso, además, no perdamos de vista que el higo, sobre todo el abierto, es una metáfora sicalíptica -nunca mejor dicho- del sexo femenino.  Pero hay quien propone otra interpretación: la palabra que significa 'barca' también quiere decir 'artesa' o 'cesto', y podría referirse, por lo tanto, al que se utilizaba en el mercado para pesar los higos. Según esto, el sentido del dicho sería que no había que confundir el peso de los higos con el del cesto en el que se pesaban, el contenido, digamos, con el continente y el contenido juntos. Se non è vero è ben trovato
 

martes, 2 de diciembre de 2025

Coches y balizas

Los automóviles personales son el símbolo del status social: la marca del coche suele decirnos mucho más sobre la clase social que aparenta el propietario que a la que pertenece. Algunos empleados aspiran a poseer autos más aparatosos y ostentosos que sus propios jefes o CEOs, como se dice ahora con el anglicismo flagrante del acrónimo Chief Executive Officer que quiere disimular la jefatura, esto es, el hecho de que donde hay capitán no manda marinero, porque quieren dar a entender que pertenecen a la élite, la clase social de los pocos elegidos: la minoría selecta o rectora que posee el capital. 
 
El coche está ligado también al sexo. Algunos automovilistas sienten que el coche es una prolongación de su órgano viril, una prótesis ortopédica del falo, digamos, por lo que está ligado también a la conquista sexual. La publicidad de coches recurrió desde sus inicios a las mujeres. Una fórmula publicitaria que, sin duda, ha tenido, tiene y tendrá éxito. Asociar la imagen de posesión de un coche con el de una hembra atractiva parece que sigue funcionando tanto si los compradores son varones como féminas. La prueba es que pocas veces un anuncio publicitario de coches protagonizado por másculos ha logrado unas ventas espectaculares. 
 
 
La mayor mentira de la propaganda automovilística consiste en decir  que el coche te da libertad, cuando en realidad te la quita al convertirte en su chófer y obligarte a ir por donde Dios manda, es decir por esas autopistas del Estado o del Capital, aquellas, las más rápidas y seguras, en algunas hay que pagar peaje para circular, donde si no encuentras la muerte encontrarás la evidencia de que al final de tu trayecto nada ni nadie te esperaban. 
 
No la libertad, sino otra cosa encontraron los tres mozos cántabros que en la madrugada del domingo 30 de noviembre pasado volvían de regreso a casa en el automóvil de uno de ellos, charlando amistosamente y escuchando quizá música en la radio, por una carretera regional no transitada a esas horas, y se encontraron después de una curva cerrada con el silencio sepulcral definitivo: tres vidas truncadas en la flor de la edad.
 
Deberíamos reflexionar sobre la imposición del automóvil personal. Lo hemos convertido en un instrumento necesario para ir de casa al trabajo y del trabajo a casa, haciendo virtud de la necesidad de ir al curro como si fuera necesario trabajar e ir al centro de trabajo. Lo hemos convertido en un medio privado de transporte, cuando podríamos utilizar para cualquier desplazamiento uno público, la bicicleta o la línea de san Fernando, consistente en ir un rato a pie y otro andando. 
 
Recuerdo que durante la oprobiosa dictadura había anuncios televisivos que invitaban a los empleados a compartir el automóvil personal para ir a su centro laboral y no poner en circulación simultánea tantos autos como personas con la complicación añadida de encontrar un aparcamiento y "para hacer amigos" entre los compañeros de trabajo o de estudios. Eran también los tiempos del autoestop, que ahora se han convertido en los del blablacar, lo mismo que antes pero pagando, compartiendo los gastos de combustible y peaje. 
 
 
Ahora se pretenden en algunas grandes ciudades reservar carriles específicos de las vías públicas para la circulación de los VAO, Vehículos de Alta Ocupación,  no solo para autobuses y taxis, sino también para automóviles con dos o más ocupantes, sancionando a los coches que transporten solo a su chófer con una multa de unos doscientos pavos, que no es poco precisamente. 
 
Las autoridades no saben qué hacer contra la proliferación automovilística: por un lado les interesa ponerle algún freno, porque va a llegar el momento, si no ha llegado ya, en que haya más coches que personas físicas contribuyentes y votantes, pero por otra parte a las altas instancias no les conviene ni interesa perjudicar a la poderosa industria de la automoción, que ahora se está reinventando a sí misma y vistiendo de verde con los coches eléctricos que pueden circular libremente en las Zonas de Bajas Emisiones de las ciudades,  para no contaminar como los tubos de escape de los vehículos de combustión. 
 
Los coches, además, son el moderno caballo de Atila, rey de los hunos; por donde pasan no crece la hierba sino la negra flor del asfalto: han invadido pueblos y ciudades y han convertido las plazas y las calles en aparcamientos, privándonos a los viandantes de amplios espacios, e impidiendo a los niños jugar a la pelota y corretear tras el balón so riesgo de ser atropellados. 
 
  
A la proliferación de automóviles se une ahora una ridícula y extravagante exigencia de la Dirección General de Tráfico que se hará efectiva a partir de las calendas de enero del año del Señor 2026 que nos viene encima de golpe y sopetón, cuyo Director General, cuyo nombre propio y apellido omito por delicadeza, nos la explica: La implantación de la baliza V16 conectada supone un salto adelante y nos sitúa como referentes europeos en seguridad vial. Permite señalizar sin salir del vehículo, evita riesgos innecesarios y aporta información vital a los demás usuarios de la vía. Lo del paso adelante es muy relativo. Más bien parece un paso atrás, porque lo de señalizar sin salir del vehículo y aportar información vital ya lo hacían las luces de emergencia,  y en cuanto a los riesgos innecesarios es más peligroso permanecer dentro del vehículo que salir de él, que es lo que cualquiera haría en su sano juicio después de una colisión o accidente.   Añade el Director General:  Los triángulos han cumplido su papel durante veintiséis años, pero la evolución tecnológica nos permite seguir progresando. Los triángulos podrían perfectamente seguir cumpliendo su función durante otros veintiséis años, como hacen en el resto de Europa, donde no es obligatoria esta baliza de la que somos pioneros, y que no se exigirá a los conductores internacionales que circulen por nuestras carreteras, pero sí a los nacionales, siendo esta una discriminación incomprensible cuya única razón de ser es el afán recaudatorio del Estado y de la DGT en nombre de un progreso o 'salto adelante' que así lo justifica todo. Concluye finalmente el susodicho personaje cacareando:  Nuestro compromiso es reducir los atropellos y proteger a quienes se encuentran en situaciones de emergencia”.

lunes, 1 de diciembre de 2025

Mensajes publicitarios

Interrumpimos las noticias para dar paso enseguida a los mensajes publicitarios de nuestros patrocinadores, sin los que no podríamos ofrecerles las noticias.
 

  Según The Guardian, en exclusiva para sus lectores de pago, las reservas de agua de Europa se están agotando -continuous present- debido al climático colapso.
  
Icónico es un adjetivo muy manido, significa que tiene carácter de icono o ícono, mejor, imagen religiosa y venerada. De ahí la adoración de todas las imágenes.
 
Escribió Spinoza que nosotros no queremos algo porque lo juzguemos bueno, sino que, al contrario, juzgamos que algo es bueno precisamente porque lo queremos.
 
 Las gallinas se vuelven locas, mas no como consecuencia de la gripe aviar sino del encierro decretado por el gobierno contra la pandemia, poniendo menos huevos.
 
 Cataluña detecta cuatro nuevos casos de peste porcina africana y cierra los bosques de doce municipios tras hallar varios jabalíes afectados por la enfermedad.
 
 El verdadero peligro de la Inteligencia Artificial no es que sea inteligente, sino que nosotros, aplicados a ella, nos hagamos más tontos, volviéndonos idiotas.
 
 
 El Consejo de Ministros y Ministras del Gobierno progre español progresa una barbaridad comprometiendo más de sesenta mil millones de euros en gasto militar.
 
 ¡Europa y, dentro de ella, España están en peligro! El enemigo que nos amenaza es invisible, como el virus coronado. Ciberataques y drones rusos son el enemigo.
 
 El miedo a la enfermedad del virus coronado ha dado paso al miedo a la gripe tanto en su forma tradicional como en sus variedades aviar y porcina, actualizadas.
 
 

Tras la iluminación navideña, entrará en vigor la obligatoriedad de llevar en el auto la baliza luminosa conectada, que se ve menos que las luces de emergencia.