viernes, 26 de mayo de 2023
La Organización ataca de nuevo
jueves, 25 de mayo de 2023
Pareceres (XX)
96.- Sacrificar es según la Academia, en primer lugar: Ofrecer a una divinidad algo o a alguien en su honor, generalmente destruyéndolos o matándolos. Y en segundo lugar: Matar un animal, especialmente para el consumo. En aras del ideal que creemos que debe ser la vida, que es nuestra moderna divinidad, solemos sacrificar -es decir, hacer sagrada, o lo que es lo mismo para el caso, matar- nuestra propia vida cotidiana corriente y moliente. ¿Dispuestos a sacrificarnos por nosotros y por los demás? Resultado: dictaduras, brutalidad, campos de concentración y exterminio, conformismo, violencia, la historia universal en marcha.
97- NO A LA GUERRA. ALTO EL FUEGO. La gente no quiere la guerra. Ni siquiera los traficantes de armas, que sólo codician el dinero. Son las propias armas las que están pidiendo a gritos la guerra, o sea, una intervención humanitaria, en medio de esta tensa espera y silencio ensordecedor.

98.- El grafitero urbano deja su artística firma en la pared porque se considera, suponemos, un artista. Pero ¿qué dicen las pintadas, su obra? ¿Qué significan esos gritos en forma de garabatos? ¿Qué comentan las paredes? Su obra no es más que su firma. ¡El nombre del que lo escribió! Cuando uno se dedica a estampar su nombre propio compulsivamente por todas partes para afirmar así su personalidad, el refrán escolar reza: “el nombre de los burros aparece por todas partes”. ¿Qué dicen los jóvenes? Nada: sólo: aquí estoy yo: esta es mi firma: una celebración egoísta de mi individualidad masificada. Su firma no está ligada a ningún producto comercial: no es una marca de tejanos, por ejemplo: el único producto comercial es ellos mismos: Yo, Sociedad Anónima o, mejor, Sociedad Limitada.
100.- Nueva refutación del movimiento procedente de la antigua India milenaria, que viene a sumarse a la clásica griega de: El móvil no se mueve ni en el lugar en el que está ni en el que no está. Glosa de Nagarjuna: “El móvil que se ha movido ya no se mueve, y el móvil que va a moverse no se mueve tampoco todavía. ¿Dónde pues el movimiento del móvil que ya no se mueve o que todavía no se ha movido?”
miércoles, 24 de mayo de 2023
"Nu hai juturu"
“Nu hai juturu”. Al parecer así se diría en cántabru, "No hay futuro", según Ángel Marín, investigador y activista por los derechos lingüísticos del pueblo cántabro, que escribía en Eldiariocantabria el 2 de mayo de 2023 un artículo en castellano titulado “Ensin augua nu hai juturu”.

No voy a entrar en el tema que plantea de que sin agua no hay futuro, pero sí me quedo con la frase que da título a su artículo, y que amplía escribiendo en cántabru: "Ensin augua nu hai juturu, ni lu brá tampocu’n denguna parti del mundu”. Lo único que le reprocho es que sustituya, como hacen ordinariamente los políticos o ejecutivos de Dios, que es el Estado y es, a la vez, el Mercado, la vida por el futuro, o por el juturu, como él prefiere decir y que sería lo mismo pero en cántabru, cuando dice que sin agua no hay futuro. Sospecho yo que lo que quiere decir es que sin agua no hay vida, cosa que todos sabemos, pero mete la bicha del juturu para justificar la invención de una lengua.
Lo mismo le sucede a la revista digital Mogura, el "mediu d’espresión de la mozandá revolucionariu cántabru" (sic, por la concordancia del femenino abstracto 'mozandá' con el neutro de materia), donde leemos que "nel sistema capitalista español nu hay juturu", cuando lo que quieren decir, supongo yo, es que en el sistema capitalista español no hay vida, porque otra cosa no habrá, pero futuro desde luego sí que hay, y mucho, desgraciadamente; es más, es lo único que hay.
Esto me trae a la memoria aquella copla goliardesca que compusimos en cántabru precisamente inspirada en una pintada callejera que lo fiaba todo al trampantojo del futuro: Lo impusibli / es pusibli: / el cántabru medrará / ensin frenu, / mui de llenu, / nun juturu cuajará.
Habida cuenta de su parecido con el
castellano, habría que decir que esta lengua milenaria que es el
cántabru sería hermana suya, así como del gallego y del catalán,
es decir, sería una lengua hija del latín. Una prueba irrefutable
la constituiría el mantenimiento de la vocal latina final -u, que en castellano se abrió en -o, salvo muy pocas
excepciones cultas como espíritu, tribu e ímpetu, que son voces de origen latino pero que conservan su terminación por influencia culta de la escritura,
y que en cántabru se habría mantenido, como vemos en los ejemplos
que propone Marín: lu,
juturu, tampocu, mundu. Lo
que más me extraña, sin embargo, es que eso mismo le haya sucedido a la
negación latina NON, que en castellano quedó reducida a NO, acabada en -o que en cántabru, al parecer, se habría cerrado en -u, como se hace en castellano con la o disyuntiva, que pasa a -u cuando va seguida de palabra que empieza precisamente por -o: salvo error u omisión.

Nunca
he oído en Cantabria, ni en Asturias tampoco, a nadie que queriendo
negar algo diga “nu” o “nun” en vez de “no” o “non” como se dice en asturiano (en algunos bables se oye "ño" o "ñon"), lo que me
hace pensar que el cántabru que escribe Marín y Cía. no deriva del latín
propiamente dicho, sino del castellano más bien, por lo que estamos no conservando una lengua milenaria sino inventándola al convertir por decreto ley
todos los finales castellanos terminados en -o en -u, y todos los acabados en -e
en -i (parti, por caso, en vez de parte en su ejemplo), con lo que estamos invirtiendo lo que en realidad pasó: la -u átona latina final se conservaría en cántabru, configurándose este fenómeno fonético como seña de identidad lingüística, no pasaría a -o
como en castellano; pero el problema viene con la negación: non, que nunca fue
*nun en latín, por lo que malamente pudo conservarse la -u.
martes, 23 de mayo de 2023
Armas pacíficas, pacíficas armas
Un ex presidente del Gobierno de las Españas de cuyo nombre propio no merece la pena acordarse condenó públicamente hace unos años el ataque de Israel a la franja palestina de Gaza, reconociendo, acto seguido, públicamente sin empacho alguno que nuestro país había vendido armas a Israel, pero añadiendo, con cínica hipocresía, «no se ha matado a ningún palestino con armas españolas».
¿Qué clase de armas eran esas que no mataban al enemigo? Pues eran fusiles, pistolas, ametralladoras y, silenciadores para más recochineo, que acallaban la detonación impactante de dichas armas de fuego.

lunes, 22 de mayo de 2023
Retahíla de jaicus o jaicús
domingo, 21 de mayo de 2023
Máximas mínimas
Crisis climática: Los virólogos de ayer, concluida ya la crisis sanitaria, son los meteorólogos de hoy, que, como ellos, nos advierten de un peligro futurible.
Idiota es cualquiera que, mal que le pese, se forja sus propias ideas personales, irracionales rémoras que se fijan como lapas a la nave y no la dejan navegar.
sábado, 20 de mayo de 2023
De iuventute (¿Cuándo perdemos la juventud?)
Perdemos la juventud, ese divino tesoro que cantó Rubén y encarna la diosa Hebe, no cuando cumplimos años, sino el día que empezamos a valorar el dinero, confundiendo como el necio de Machado valor y precio, y a admitir que todo se compra y todo se vende, incluidos nosotros, las personas, que nos vendemos y nos compramos y prostituimos, en definitiva, al mejor postor, bien baratos, mal que nos pese, por unos billetes de papel de banco so pretexto de ganarnos la vida, cuando en realidad la estamos perdiendo igual que el divino tesoro del poeta.
viernes, 19 de mayo de 2023
En las paredes de Atenas (El arte de los graffiti, y 2ª parte)
Se vende miedo.
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El sistema de enseñanza es la enseñanza del sistema.
¡No es nuestro mundo éste!
Vida, no supervivencia.
ΤΑ ΠΛΟΥΤΗ ΤΟΥΣ ΕΙΝΑΙ ΤΟ ΑΙΜΑ ΜΑΣ
jueves, 18 de mayo de 2023
En las paredes de Atenas (El arte de los graffiti, 1ª parte)
La poesía y la filosofía anónimas y populares están en las calles y muros de la capital griega, como en casi todas las ciudades del mundo, y nos interpelan. Son la expresión de la voz del pueblo, o, si se prefiere, de la gente común y corriente que nos asalta y sorprende a cada vuelta que damos para llamar nuestra atención, conmovernos y hacernos pensar con su insolente libertad de expresión y belleza desgarrada.
He aquí una pequeña muestra, personal y subjetiva como todas, de las pintadas que me han salido al paso mostrándome que las viejas palabras de la lengua de Homero siguen más vivas que nunca todavía en las lenguas modernas: filosofía, escepticismo, caos, estética, el miedo (phóbos), el cosmos, la vida (zoé, bíos), la muerte (thánatos)...
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El trabajo es alegría sólo para los jefes.
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La felicidad se escribe con "e" y no con "€"



























