Se vende miedo.
oOo
El sistema de enseñanza es la enseñanza del sistema.
¡No es nuestro mundo éste!
Vida, no supervivencia.
ΤΑ ΠΛΟΥΤΗ ΤΟΥΣ ΕΙΝΑΙ ΤΟ ΑΙΜΑ ΜΑΣ
La poesía y la filosofía anónimas y populares están en las calles y muros de la capital griega, como en casi todas las ciudades del mundo, y nos interpelan. Son la expresión de la voz del pueblo, o, si se prefiere, de la gente común y corriente que nos asalta y sorprende a cada vuelta que damos para llamar nuestra atención, conmovernos y hacernos pensar con su insolente libertad de expresión y belleza desgarrada.
He aquí una pequeña muestra, personal y subjetiva como todas, de las pintadas que me han salido al paso mostrándome que las viejas palabras de la lengua de Homero siguen más vivas que nunca todavía en las lenguas modernas: filosofía, escepticismo, caos, estética, el miedo (phóbos), el cosmos, la vida (zoé, bíos), la muerte (thánatos)...
Se queja el periodista griego Dimitris Politaquis de que “El sexismo lingüístico se reproduce constantemente a través del uso generalizador y omnipotente del género masculino en una lengua y una cultura donde la palabra "ciudadano" aún no tiene un género femenino oficialmente establecido.” En griego, tanto clásico como moderno, en efecto, la palabra “ciudadano” (que se dice πολίτης, polítes, derivado de πόλις, pólis, el nombre antiguo de la ciudad y del Estado) no tiene género gramatical femenino, sino solo masculino, palabra de la que nos viene nuestro helenismo "cosmopolita" o sea ciudadano del mundo. Pertenece, en efecto, a los sustantivos masculinos de la primera declinación griega como ποιητής, poietés, el poeta, δεσπότης, despótes, el amo y origen de nuestro déspota, o ἀθλητής athletés, el atleta, que se refieren a oficios y ocupaciones desempeñados habitual- y tradicionalmente por varones.
Como muy bien
añade el columnista eso no le sucede a la que seguramente es la palabra
griega más abundante en la literatura clásica: ἄνθρωπος,
ánthropos, el ser
humano, el hombre en sentido general, la persona, que vale tanto para el varón como para la mujer. Y cosa que tampoco
le sucedía en griego clásico a la palabra θεός, theós,
divinidad, que podía ser
masculina y femenina, antes de que se creara un femenino especial
θεά, theá, para
la diosa y las diosas,
habida cuenta del politeísmo.
Más exitoso, al menos a nivel informal y gráfico, le parece al columnista que es el uso del 'patito' que nosotros llamamos “arroba”, nuestra vieja unidad de peso hoy en desuso, que se simbolizó alguna vez con el carácter tipográfico @.
Hay que tener en cuenta que este símbolo @ que empleamos en los correos electrónicos no se llama igual en las demás lenguas. Y es que a veces nos parece que lo que pasa en nuestra lengua es común a las demás, y no una peculiaridad, como comprobamos cuando comparamos con otros idiomas. Por lo que se nos alcanza, se llama "arroba" en portugués, en español y en francés, pero no en italiano, donde se llama "chiocciola" o su diminutivo "chiocciolina", que quiere decir 'caracol', y también "a comercial" (entre los comerciantes venecianos del siglo VII, al parecer, la @ era un signo gráfico que representaba el ánfora, una medida de peso y capacidad que se utilizaba entonces, representado por la "a" minúscula manuscrita inicial de la palabra "amphora", embellecido por la escritura florentina típica). Los griegos lo denominan παπάκι, papáqui, 'patito', y en alemán se llama algo tan curioso como Klammeraffe, o sea, mono-araña. En inglés se denomina, con distintos nombres, signo "at": "at sign", "at the rate", "at symbol", "at mark", "commercial at", y "ampersat".
El origen del moderno símbolo @ nace en la Edad Media como unión estilizada de las letras minúsculas "a" y "d" que forman la preposición latina "ad" que significa "junto a", "en", según una teoría, o, según otra que parece más plausible, de la primera y última letra de la preposición latina "apud", que signficia "en casa de". En la escritura cursiva la "d" se curvaría hacia la izquierda y se extendería sobre la "a" abarcándola para crear el símbolo. Este uso que a los hispanohablantes nos resulta más extraño es el que hacen los americanos en los eventos deportivos donde el signo "@" se utiliza como separador de los nombres de dos equipos contendientes para indicar que el segundo de ellos jugará en su propio campo, es decir, "en casa". Por ejemplo "LA Lakers @ Boston Celtics" indica que el partido tendrá lugar en casa de los Celtics de Boston.
Ray Tomlinson, el ingeniero americano que inventó en 1971 el correo electrónico, utilizó en 1972 el símbolo "@" como separación entre el nombre del destinatario y el servidor que hacía las funciones de oficina de correos. Por ejemplo fulanodetal@ejemplo.com, donde el usuario se llama "fulanodetal" y el dominio "ejemplo.com".
Resulta curioso cómo el símbolo de la arroba (@) ha empezado a utilizarse en español en algunos contextos no académicos como recurso gráfico que parece integrar las vocales "a" y "o", con lo que se pretende evitar engorrosas repeticiones políticamente correctas o corteses, como diría Gracián, tales como "los niños y las niñas, los ciudadanos y las ciudadanas", por lo que se escribe "l@s niñ@s" o "l@s ciudadan@s", haciendo así explícita gráficamente la alusión a los dos sexos, olvidando algo tan consabido como que en castellano el género masculino es el común, genérico o no marcado, que ya incluye al femenino, mientras que el femenino es el género marcado o exclusivo; olvidando que no se pueden confundir los géneros gramaticales con los sexos (en la frase "la policía disolvió la manifestación", tanto la palabra "policía" como "manifestación" son de género femenino en español, pero no necesariamente de sexo femenino); y olvidando que cuando decimos "el niño y la niña están contentos" no podemos escribir "content@s" porque una de dos: o tendríamos que leerlo "contentos y contentas" y sería un despropósito lingüístico; o tendríamos que decir "contento" y "contenta" como si fueran dos palabras distintas al modo de "pozo" y "poza" o "caño" y "caña" -pero ¿qué nota semántica que no sea redundante le añade al adjetivo "contento" la forma "contenta", aparte de la concordancia gramatical de género femenino?