viernes, 27 de mayo de 2022

Ergo bibamus

    Corvus corax (que es el nombre latino del cuervo común) es un grupo alemán de música neomedieval que ha puesto música  en su disco "Cantus Buranus" a las canciones de los clérigos, estudiantes y goliardos alemanes encontradas en el cancionero del monasterio de Beuern (como también hiciera Karl Orff en su cantata Carmina Burana), queriendo rescatar, para devolvérnosla, la música pagana de la Edad Media, con sus danzas de la muerte y sus cánticos tabernarios. Como muestra de su trabajo, un botón: el Ergo bibamus:  "Por lo tanto bebamos". Así dice la letra en latín: 

 


Ergo bibamus, / ne sitiamus, / vas repleamus! /
Quisque suorum / posteriorum / sive priorum /
sit sine cura! / Morte futura, / re peritura. /
Ergo bibamus!


Una traducción rítmica, conservando algunas rimas consonantes o totales,  y aproximada en todo caso, como son todas las traducciones, podría ser la siguiente:

¡Conque bebamos, / sed no tengamos, / y repitamos! /
¡Nadie cuidado / de su futuro / tenga ni apuro /
por su pasado! / ¡Muerte que llega, / todo lo anega! /
¡Conque bebamos!
 
oOOo
 Otra versión de la letra:

Ergo bibamus, ne sitiamus, vas repleamus,
vas vacuemus, dilapidemus, quidquid habemus.
Morte gravabimur,
expoliabimur.

Conque bebamos, sed no tengamos, y repitamos,
vaso vaciemos, dilapidemos lo que tenemos.
Muerte nos va a aplastar,
nos arrebatará.

jueves, 26 de mayo de 2022

Jean-Luc Godard, sin miedo

    Jean-Luc Godard ya no tiene miedo de nada. Dicen que es la ventaja de una edad avanzada, noventayún años,  en la que uno puede decir lo que piensa y decirlo bien alto sin arrepentirse de ello ni tener que rendirle cuentas a nadie. Por eso este director de cine, a diferencia de sus colegas, es uno de los pocos que se ha atrevido a alzar la voz en contra del discurso monolítico imperante, sobre la intervención vergonzosa del ubicuo Zelenski, el presidente de Ucrania, ese pésimo actor e histriónico hipócrita, en la ceremonia de apertura del festival cinematográfico de Cannes.
 
    Quizá Jean-Luc Godard tenga problemas por lo que ha dicho a la hora de financiar su próxima película, pero es libre y la libertad de expresión es mejor que la genuflexión ante la mano del que paga. 
 
Jean-Luc Godard
 
     El cineasta francés se ha pronunciado contra el veto a la cultura rusa en general y al cine de ese país en particular: Ser ucraniano no debería permitirle a nadie negar la cultura rusa. Nos ha sorprendido la intolerancia sectaria de los representantes del cine ucraniano que exigen la exclusión de todas las personalidades rusas del festival de Cannes y se oponen a la presencia del director ruso Kirill Serebrennikov en la competición.
 
    Y ha declarado más aún: La intervención de Zelensky en el festival de Cannes salta a la vista si se mira desde el ángulo de lo que se llama "puesta en escena": un actor malo, un comediante profesional, bajo la mirada de otros profesionales de su propia profesión. ...Así que ha hecho falta la escenificación de otra guerra mundial y la amenaza de otra catástrofe para que la gente sepa que Cannes es un instrumento de propaganda como otro cualquiera...  Darse cuenta no es gran cosa, pero es algo. La verdad de las imágenes avanza lentamente. Ahora imagine usted que la guerra misma es esta estética desplegada en un festival mundial, cuyos actores son Estados en conflicto, o más bien "en interés", emitiendo representaciones de las que todos somos espectadores... usted y yo. Oigo utilizar mucho el término "conflicto de intereses", que es una tautología. Sólo hay conflicto, pequeño o grande, si hay interés. Bruto, Nerón, Biden o Putin, Constantinopla, Irak o Ucrania, no ha cambiado mucho, salvo la masificación del asesinato.
 
 
    Jean-Luc Godard ha roto la uniformidad del discurso que reina actualmente en Europa, donde nadie cuestiona la responsabilidad de la OTAN/NATO en la invasión de Rusia a Ucrania, y donde todo el mundo, como hizo en su momento el parlamento español poniéndose en pie para ovacionarle, le rinde pleitesía.

miércoles, 25 de mayo de 2022

Más mensajería breve

Tras la viruela del simio vendrán más pestes: paperas del erizo, sarampión del sapo, escarlatina del camello... Se frotan las manos Úrsula y los laboratorios.
 
Si la cárcel es el espacio dentro del que uno permanece recluido privado de libertad a lo largo tiempo, yo soy el presidiario y soy, a la vez, el carcelero.
 
 
 El culto a la personalidad es característico de nuestra sociedad capitalista e individualista, que diviniza a al hombre que se ha hecho a sí mismo y realizado. 
 
Lograr los laureles del éxito y la victoria no deja de ser un fracaso cuando debajo de la máscara personal late un corazón amordazado que aspira a la libertad.
 
 En los versos de Luzán “de la pálida muerte / el bárbaro cuchillo” se dejan intercambiar fácilmente los adjetivos: “de la bárbara muerte / el pálido cuchillo”. 
 
Luzán evoca, con guiño a Horacio, la pálida Muerte que llama de una patada con el mismo pie a las puertas de los palacios reales y a las chabolas de los pobres. 
 
Bárbaro el cuchillo porque sólo sabe clavarse en la carne y dar rienda suelta a la sangre con un farfullar de barbaridad y barbarie en su lenguaje sin palabras. 
 

 
La farmacopea capitalista nos convierte en drogadictos que precisan fármacos para todo: tranquilizantes, excitantes, antidepresivos, somníferos, afrodisíacos...
 
Igual que hay comida basura también hay poesía basura, fast poetry, poesía light, de compromiso, de usar y tirar, de quita y pon, “prêt à porter” y de ocasión. 
 
La anestesia del capitalismo narcótico sumerge a sus pacientes en un sueño inducido a fin de liberarlos de todo lo que les impide funcionar, o sea trabajar.
 
 Un chef rebautiza la ensaladilla, ya no es rusa sino ucraniana; al aceite de colza lo renombran ahora de nabina: idéntico perro con otro collar y denominación. 

En Alicia en el País de las Maravillas una benévola Morsa invita a unas ostras a un banquete del que serán comensales y pitanza: el plato principal del festín.

 
 
 
Ucraniofilia y rusofobia son dos caras complementarias de la misma moneda, un delirio de histeria colectiva aguda muy similar a la paranoia del virus coronado.
 
Una campaña del Ministerio de Interioridades nos espetaba antaño: “Identifícate”, tuteándonos, ya ni siquiera tratándonos de usted con el respeto que se debe. 
 
Nos marearon con la guerra al belcebú viral, y ahora nos sermonean con el espíritu sacrificial contra el lucifer ruso. Dos eventos diversos y una única visión. 
 
MVTAVR NE VARIEVR : Cambia para no variar. Se produce la mudanza para no cambiar, un cambio de gobierno para que siga habiendo dominio, gobernantes, gobernados. 
 
Según Ambrose Bierce, el conservador es el político enamorado de males existentes, diferente del político liberal, que desea reemplazarlos por males novedosos.
 

martes, 24 de mayo de 2022

Dos expropiaciones

    1.- La frase de Milton Friedman “La solución gubernamental a un problema suele ser tan mala como el problema y muy a menudo empeora el problema” puede entenderse, en un sentido más general, sin desmerecerse en absoluto sino todo lo contrario, pues lo que dice es verdad, prescindiendo del adjetivo “gubernamental” que Friedman le ha añadido al sustantivo 'solución': La solución a un problema suele ser tan mala como el problema y muy a menudo empeora el problema. En la mitología clásica tenemos el ejemplo de uno de los trabajos de Heraclés: la hidra de Lerna, el monstruo de múltiples cabezas al que se enfrentó el héroe para liberarnos de su amenaza. Cada vez que el hijo de Zeus le cortaba una, surgían dos del tajo que le había propiciado.

 
    2.- Recojo una cita de Noam Chomsky, de su libro de 1998, The Common Good (El Bien Común), donde describe estupendamente el importante papel que desempeñan los desacuerdos gestionados en la política moderna...  La forma inteligente de mantener a la gente pasiva y obediente es limitar estrictamente el espectro de opiniones aceptables, pero permitir un debate muy animado dentro de ese espectro, incluso alentar las opiniones más críticas y disidentes. Eso le da a la gente la sensación de que hay un pensamiento libre, a la vez que se refuerzan los presupuestos del sistema todo el tiempo por los límites impuestos al alcance del debate…” Lo que es cierto, pese al hecho cada vez más evidente de que el propio Noam Chomsky forma parte de esa función de disidencia controlada dentro del sistema que describe. 
 
    El ejemplo que me viene enseguida a la mente es la contraposición política de izquierdas y derechas, o en versión estadounidense, el sistema bipartidista etiquetado como democracia. Si lees los medios de comunicación de la oligarquía, todos son parte de los partidos democráticos o republicanos. Recordemos que la contraposición izquierdas/derechas tiene su origen en la revolución francesa: la izquierda fue el lado de la cámara que aquellos que se oponían al poder absoluto del Rey eligieron para sentarse o ponerse de pie. Esencialmente fue solo una protesta, un movimiento para detener la tiranía. El bipartidismo hoy en día, sin embargo, es el alimento del sistema de dominación democrática vigente. 
 
      Eugene V. Debs, desde su óptica marxista, dijo hace más de 100 años que en realidad los dos partidos son el mismo partido: las dos caras de la misma moneda. Él se presentaba en 1904 por un partido minoritario, el Socialist Party, a la presidencia de los Estados Unidos, y lo que no podía imaginar entonces era que los partidos socialistas y comunistas acabarían integrándose en el sistema y creando, en el mejor de los casos, un capitalismo de Estado. Repúblicanos y demócratas en los Estados Unidos, o en España lo que llamamos mezclando las siglas de los populares (PP) y los socialistas (PSOE) el PPSOE: lo mismo da es igual que da lo mismo. Según Debs ambos representan a la clase capitalista en la lucha de clases. Son las dos alas políticas del sistema capitalista o del águila calva imperial norteamericana, por seguir con la metáfora aviar, y las diferencias que hay entre ellos conciernen al botín más que a los principios. 
 
 
     Se presentan sólo dos puntos de vista: el de la narrativa oficial aprobada y su antítesis, excluyéndose los restantes puntos de vista. El hecho oculto a simple vista es que tanto el punto de vista oficial como el punto de vista contrario en realidad refuerzan la narrativa general que se vende y ambos conducen al mismo lugar, por lo que presentar una falsa dicotomía es una herramienta de gestión increíblemente eficaz, merced al que se puede manipular no sólo a los que están conformes y obedecen automáticamente a lo que está mandado, sino también a los que se consideran antisitemas, inconformistas o rebeldes. 

lunes, 23 de mayo de 2022

¡Ni caso!

    Durante mucho tiempo la información era un bien que escaseaba y era más difícil de conseguir que el oro, pero hoy día hay una apabullante inflación y superávit informativo: sobra por doquier. En la Red que se proyecta en las micro- y macropantallas de la caverna mediática es lo que más abunda, desde luego: información, de hecho es casi lo único que hay: noticias que son publicidad, propaganda para masas.
 
    La función de la prensa subvencionada por el Estado y por el Capital privado, tanto monta, consiste en suministrar cantidades ingentes de información para crear con ellas interpretaciones, o sea opiniones, favorables o desfavorables, utilizando estrategias de manipulación de la percepción, creando el fantasma de la Opinión Pública, que no es la opinión que tiene la gente, sino la que debería profesar.
 
La caverna de Platón
 
    Frente a las creencias que se nos imponen desde arriba, hay algo que surge de abajo, de lo más profundo de nuestros bajos fondos, que es la duda, lo único que nos permite salir de la opinión o de la creencia para tener acceso no al conocimiento de la verdad, que nunca poseeremos, sino al reconocimiento de la mentira.  Cualquier enfoque crítico pasa por la desmitificación y el desengaño de las creencias gracias a la duda.
 
    Como se ha podido ver a lo largo y ancho de la crisis de la pandemia del virus coronado, la mayoría de la gente ha preferido la opinión a la razón, la narrativa a la verdad. La doctrina de la pandemia podría resumirse del siguiente modo: Una epidemia de un terrible virus nuevo se cierne sobre toda la humanidad. No hay ningún tratamiento. Hay que confinar a la totalidad de la población, no sólo a los enfermos, sino también a los sanos. La superación de la pandemia provendrá únicamente de la vacuna. Estos cuatro puntos citados son, desde un punto de vista científico, bastante discutibles, y no solo eso: falsos. Y de hecho hay científicos que los han discutido, aunque han sido enseguida censurados, silenciados y tachados de negacionistas. El síntoma de esta pandemia fue la covidiarrea que hizo que se acabaran en un primer momento todas las existencias de papel higiénico en supermercados.
 
    Un problema que no data de ayer. Como decía Voltaire en su Diccionario filosófico bajo el epígrafe de Opinión: Se la considera la reina del mundo; lo es tanto que cuando la razón quiere combatirla, la razón es condenada a muerte. Es preciso que renazca veinte veces de sus cenizas para ahuyentar a la usurpadora. 
 
 

    Opinión es sinónimo de creencia que es una elección personal y subjetiva, como los gustos personales, opuesta al carácter universal de la razón. Y si la opinión es irracional, ¿qué diremos de la Opinión Pública, que dirige el mundo?
 
    Hay un término griego para la opinión que es doxa que aunque no está recogido todavía en el Diccionario de la docta Academia de la lengua española se usa mucho en ciencias sociales, y no nos resulta muy extraño, porque lo tenemos en adjetivos como ortodoxo y heterodoxo, y convertida la equis en jota en paradoja.
 
    Hay quien dice que la información, junto con el aire y con el agua, es lo que más abunda en el planeta: información, informaciones. El aire y el agua son necesarios para vivir. La información ¿para qué es necesaria? Algunos dirán que para saber lo que pasa. Pero es mentira. Las informaciones son necesarias para meternos el miedo en el cuerpo contándonos mentirijillas y para distraernos de lo que pasa de verdad. Lo mismo que el aire y que el agua, que están cada vez más contaminados en el planeta azul, la información también está polucionada, manipulada, sesgada; por lo que su abundancia se convierte en asfixiante: no es una riqueza de la que podamos enorgullecernos, sino un motivo de gran preocupación.
 
Caminante sobre mar de nubes, C. D. Friedrich (1818)
 
       La información es un tumor cancerígeno que pretende aniquilarnos, anestesiar nos  insensibilizándonos ante lo que pasa, porque la información logra que nos desentendamos precisamente de “lo que pasa” y nos preocupemos por cosas que no nos interesan, que ni nos van ni nos vienen, para que así seamos incapaces de ver lo que tenemos delante de nuestras propias narices -eso y no otra cosa es "lo que pasa"-, pues vemos, en su lugar, las pantallas que nos ponen a modo de aquellas orejeras que les plantaban a los asnos para que caminaran siempre adelante en la misma y prefijada dirección.
 
    ¿Es bueno, pues, estar informado? Para nada. No sólo no es bueno, es perjudicial para la salud física y mental. Nuestra tarea, por lo tanto, es librarnos de la información, desinformarnos, no hacer caso de lo mucho que nos cuentan.

domingo, 22 de mayo de 2022

Tantalizándonos

    El verbo 'tantalizar' es un calco del inglés tantalize (pronunciado tantaláis), atestiguado en la lengua de Chéspir desde 1597 como 'someter [a alguien] a un tormento consistente en ofrecer, a través de la vista o de promesas, algo deseado que no se puede conseguir''. En francés está registrado desde al menos 1755 tantaliser (pronunciado tantalisé) con el mismo significado. En castellano no está incluido todavía en el diccionario de la docta Academia, pero se usa con la acepción anglosajona y francesa como sinónimo de atormentar a alguien mostrándole placeres que no puede alcanzar.

    Un ejemplo de su uso en la prosa de Ernesto Sábato: Las palabras de la mesa, incluso las discusiones o los enojos, parecen ya reemplazadas por la visión hipnótica. La televisión nos tantaliza, quedamos como prendados de ella. Este efecto entre mágico y maléfico es obra, creo, del exceso de la luz que con su intensidad nos toma.

    ¿Cuál es el origen de este vocablo? Se basa en el nombre propio de Tántalo, uno de los míticos pobladores del Hades o infierno de los antiguos, castigado por los dioses a sufrir un hambre y sed eternas.

 

Tántalo con el agua al cuello intentando tomar las manzanas


    Tántalo es célebre en la mitología por el castigo que tuvo que sufrir en los Infiernos. Sin embargo no hay acuerdo entre los autores sobre cuál fue el motivo. De la descripción de su tormento hay también dos versiones: se hallaba en los Infiernos colocado debajo de una enorme roca que amenazaba siempre con caer, a modo de espada de Damoclés; pero que se mantenía en eterno equilibrio; o que, sumergido en agua hasta el cuello, no podía beber y calmar su sed porque el líquido elemento retrocedía cada vez que trataba de introducirlo en su boca (... a su barba llegábale el agua, / y, extenuado de sed, no podía llegar a catarla); y una rama cargada de manzanas pendía sobre su cabeza, pero si levantaba el brazo e intentaba tomar la fruta para saciar su hambre, la rama se levantaba bruscamente y quedaba fuera de su alcance. Es este último tormento el que más han reflejado las artes gráficas.
 
    La figura de Tántalo aparece quizá por primera vez en la historia de la literatura en la Odisea de Homero, concretamente en el descenso a los infiernos de Odiseo, o sea Ulises, donde nos lo presenta en estos hexámetros: Luego a Tántalo vi padeciendo penas amargas / puesto de pie en un lago que hasta el mentón le llegaba; / muerto de sed se veía, mas no conseguía saciarla; / pues cada vez que el viejo ganoso a beber se agachaba, / iba menguando el agua que huía, y entre sus patas / negra brotaba la tierra, que un genio divino secaba. / Y árboles de altas copas su fruto por cima le daban: / abarrotados perales, granados, pomar de manzanas, / dulces higueras de miel y olivos de olivas que cuajan. / Cuando el viejo quería alcanzar con su mano a tomarlas, / un vendaval las subía a las nubes encapotadas.
 

     Tántalo, Justin McElroy (diseñador gráfico)
 
     Lucrecio en su De rerum natura libro III, versos 980 y 981 se hace eco del castigo de la roca amenazante: "nec miser inpendens magnum timet aëre saxum / Tantalus, ut famast, cassa formidine torpens": ni Tántalo, el pobre, está -colgada en el aire- temiendo / la enorme roca que caiga, en vano helado de miedo. Reflexiona en ese texto Lucrecio sobre cómo los tormentos infernales, que de por sí son imaginaciones absurdas, trasladan las penas y miserias de esta vida al reino de los muertos. Por eso dice: "Y aquello, sin duda, todo que en los profundos infiernos / contado nos han que lo hay, todo en vida aquí lo tenemos".
 
    Viene a decirnos Lucrecio que el suplicio de Tántalo es nuestro propio suplicio. Sólo hay que cambiar el nombre de Tántalo por el nuestro propio, como nos advirtió Horacio en unos hexámetros de la primera de sus sátiras: Tantalus a labris sitiens fugientia captat / flumina – quid rides? mutato nomine de te / fabula narratur. El poeta lo dice bien claro: Tántalo quiere sediento beber de sus labios el agua / que huye. ¿Por qué sonríes? Cambiándole el nombre, de ti habla / esta historia.
 
 
 Tántalo, Giambattista Langetti (1625-1676)
 
    Eduardo Galeano escribió en "Lecciones de la sociedad de consumo" una reflexión penetrante sobre cómo la publicidad, o sea, la televisión, nos tantaliza: El suplicio de Tántalo atormenta a los pobres. Condenados a la sed y al hambre, están también condenados a contemplar los manjares que la publicidad ofrece. Cuando acercan la boca o estiran la mano, esas maravillas se alejan. Y si alguna atrapan, lanzándose al asalto, van a parar a la cárcel o al cementerio. Manjares de plástico, sueños de plástico. Es de plástico el paraíso que la televisión promete a todos y a pocos otorga. A su servicio estamos. En esta civilización, donde las cosas importan cada vez más y las personas cada vez menos, los fines han sido secuestrados por los medios: las cosas te compran, el automóvil te maneja, la computadora te programa, la TV te ve.
 
 
Tántalo y Sísifo en el Hades, August Theodor Kaselowky (c.1850)

sábado, 21 de mayo de 2022

Nuevas coplas goliárdicas y una advertencia.

 La viruela / de la abuela / erradicada que fue, / resucita... / ¡Quita, quita! / ¿No adivinas para qué? 


 Poco a poco, / vuelve el coco, / la pandemia, otra vez, / ya está lista / y a la vista / con total desfachatez. 
 
  ¿No te amuela / la viruela / de los monos y el mandril / que han soltado / y ordenado / que nos meta en el redil? 
 
 
El Mercado / y el Estado / rinden culto al dios Mammón, /  siendo el clero / el banquero / de esa nueva religión. 
 
Rima ciencia / con creencia, / obediencia y sumisión: / su argumento / es un cuento / zanjador de la cuestión. 
 
Poca gracia, / qué desgracia, / tiene el sello individual / que se esconde / en rincón de / estilista personal. 
 
¿Qué es España? / No me extraña / que no sepa un español / qué es ser eso, / molde en yeso / que se cuece y seca al sol. 
 
La cantante, / rutilante, / en el eurofestival. /¡Y a lo chulo, / que es mi culo / monumento nacional!
 
 
Pavorosos, / peligrosos, / como te lo diga yo: / Terroristas, / los turistas, / la madre que los parió. 
 
Ay, mi gozo, / en un pozo / yendo en pos del ideal. / Corro en cerco / como un puerco / en un hondo lodazal. 
 
Es la rima / que se arrima / alimento espiritual, / eco se hace / que deshace / el pecado original. 
 
Todo el mundo, / furibundo, / tiene, propia, su opinión / defensiva / y ofensiva / y la saca en procesión. 
 
Te aconsejo, / zagalejo, / no faltarle a la vejez, / que los años / desengaños / dan y verde madurez.
 
oOo
Advertencia

  El sentido común advierte que las autoridades sanitarias y la Organización Mundial de la Salud no son saludables y perjudican seriamente por lo tanto la salud.
 

viernes, 20 de mayo de 2022

Más ocurrencias ajenas expropiadas

Andrés Rábago, alias El Roto, publica en la prensa diaria una serie de viñetas titulada Los desastres de la guerra, que nos recuerdan por su temática los grabados homónimos de Goya. 

 Presenta en blanco y negro, como es habitual en él, con unas manchas de rojo de sangre en este caso en pecho y mano, un soldado muerto con casco y rifle: El texto dice: Murió por una causa que nunca entendió. Murió sin entender por qué razón moría, como nos pasa casi siempre a todos y cada uno de nosotros. 

 

Al mismo tiempo, los periódicos del régimen cuentan que la guerra de Ucrania de la que nos informan puntualmente todos los días, como la orgüeliana guerra de Eurasia de la novela 1984, que es el año de la era cristiana en el que vivimos ahora, pese a que el calendario diga que estamos en 2022, se cronifica, es decir se hace crónica, como si se tratara de una enfermedad recurrente, como una rutina, como la propia paz, que es el reverso amable y políticamente correcto de la misma moneda de la guerra. 

 Podríamos, imitando a Andrés Rábago, alias el Roto, hablar de los desastres de la paz, y colocar en la lápida de cualquier tumba, a modo de epitafio, ese mismo texto: "Murió por una causa que nunca entendió". 

La imagen del soldado muerto de El Roto, por otra parte, me trae a la memoria el soneto de Arthur Rimbaud El durmiente del valle, el verso "Cada cual con su muerto carga a cuestas" que se nos ocurrió a propósito de él, y el lienzo de Courbet en el que un hombre herido, parece que sueña y duerme plácidamente.

 

El hombre herido, Gustave Courbet (1840) 

He aquí la recreación musical y la paráfrasis que hace del poema en español el cantante Pedro Guerra: 

 

oOo 

Un fragmento de Guerra y paz de Tolstoi 

 

 El príncipe se siente a un tiempo alegre y afligido por la contradicción que experimentaba entre su anhelo de algo infinitamente grande e indeterminado y la sensación de que él era un ser limitado y corpóreo, como también Natasha, a la que oía cantar acompañándose con el clavicordio: la contradicción de algo grande e indeterminado y la sensación de ser un ser limitado. 


jueves, 19 de mayo de 2022

Zelenski hasta en la sopa

    El presidente ucraniano, marioneta de la sociedad del espectáculo  y el circo máximo mediático del pensamiento único, parece que está como Dios ubicuo en todas partes. El comediante convertido en héroe nacional e internacional de la resistencia al bárbaro invasor apareció el otro día como por arte de magia en la pantalla del Gran Teatro Lumière donde se celebraba la gala de la ceremonia de apertura de la 75ª edición del festival cinematográfico de Cannes. 

Zelenski en el Festival de Cannes 2022
 

    Después de todo es un actor, y su último papel protagonista es el de presidente en la película ucraniana de hazañas bélicas, la “guerra más terrible desde la Segunda Guerra Mundial”, que se presenta en todas las macro y micropantallas y que aspira, cómo no, a llevarse la palma de oro: una victoria más para la derrotada Ucrania.  

    En alusión al primer festival de Cannes, que se celebró en 1946, poco después de acabada la Segunda Guerra Mundial, declaró ante un auditorio repleto de estrellas del cine: “Podríamos haber pensado que no iba a haber más guerras, pero tanto entonces como ahora había un dictador, una guerra contra la libertad, y ahora y antes el cine no debe quedarse mudo”.

  En una alocución cargada de referencias cinematográficas, el presidente ucraniano ha mencionado a Charles Chaplin y su película genial "El gran dictador", una sátira contra el nazismo y Adolf Hitler, y contra todas las dictaduras venideras, estableciendo el paralelismo con la situación actual en Ucrania: "¿Permanecerá el cine callado o alzará la voz? ¿Puede el cine quedarse al margen de esto?", ha añadido. 

    "El odio acabará desapareciendo, los dictadores morirán", ha pronosticado con un mensaje simplista y optimista que olvida algo fundamental, que él está al servicio del Gran Dictador como tantos otros pequeños dictadorzuelos con su discurso beligerante de odio y de defensa de la guerra como única política. 

    El público como era de esperar se puso en pie y le dedicó una larguísima ovación. Ucrania cosecha así después del reciente triunfo en el eurofestival más éxitos internacionales. Gane o pierda la guerra en el campo de batalla, la guerra mediática, que es hoy por hoy el auténtico frente de combate, la tiene bien ganada y reganada.


     Sirva como contrapunto del discurso maniqueo y grandilocuente de Zelenski el testimonio honesto de este desertor ucraniano perteneciente a la Guadia Nacional de ese país: Ahora entiendo que mi patriotismo está basado en una mentira, pues todo lo que pensaba, todo lo que nos decían resultó ser falso. Aquí llegué a ver que todo es al revés, que los agresores somos nosotros. Ya no quiero combatir y nunca volveré a tomar las armas.

miércoles, 18 de mayo de 2022

Carteles contra la guerra

    La obra del dibujante holandés Louis Raemaekers (1869-1956)​ se caracteriza por su carácter de denuncia de las guerras que emprendió Alemania en el pasado siglo, pero puede servirnos para condenar cualesquiera otras guerras en particular, y la guerra en general.

    Trabajó Raemaekers en publicaciones periódicas como De Telegraaf, y criticó con sus caricaturas políticas la invasión alemana y las atrocidades cometidas por los boches, constityuéndose en una de las figuras claves de la propaganda del bando aliado. La popularización de su obra se considera el mayor esfuerzo propagandístico de la Primera Guerra Mundial.

La cosecha está madura, L. Raemaeckers (1914)

    Su obra, muy divulgada durante las dos Guerras Mundiales, alcanzó una popularidad y una difusión inmensas y extraordinarias. Pero al acabar la Gran Guerra el interés por ella fue disminuyendo en países como Gran Bretaña y Francia, donde sus viñetas habían alcanzado sin embargo un enorme éxito y popularidad. En el período de entreguerras un editor holandés rechazó una colección de sus ilustraciones porque "el público está bastante cansado de los temas bélicos".

    Tras la invasión alemana de Bélgica, Louis Raemaekers se convirtió en uno de sus más feroces críticos de la 'Violación de Bélgica', como se conoció, contra la postura neutral de su país Holanda. Sus caricaturas gráficas mostraban el dominio de los militares alemanes en Bélgica, a los que retrataba como bárbaros y al Kaiser Guillermo II como aliado de Satán. Su obra fue confiscada en varias ocasiones por el gobierno holandés y fue criticada por muchos por poner en peligro la neutralidad de su país. 

Un brindis a la Kultura, Louis Raemaeckers
 
     La Oficina de Propaganda de Guerra británica, Wellington House, distribuyó masivametne su obra tanto en Inglaterra como en otros lugares, en apoyo del bando aliado. Cuarenta de sus caricaturas más cautivadoras se publicaron en Raemaekers Cartoons, que se tradujo inmediatamente a dieciocho idiomas y se distribuyó por todo el mundo, lo que le dio a su obra proyección universal. El número total de caricaturas de Raemaekers distribuidas en este gran esfuerzo propagandístico se elevó rápidamente a millones.

 

La danza de Alemania con la Muerte, L. Raemaeckers

    Sacar ahora algunas de estas viñetas debería servirnos para denunciar las atrocidades de la guerra, de todas las guerras, no sólo de la única que nos sirven por la televisión y los medios ahora mismo, que es la de Ucrania. Y sobre todo, de las atrocidades de los desastres de la guerra, habría que denunciar la mayor de todas ellas: la muerte de la Verdad, que es la primera víctima, como tantas veces se ha dicho y repetido, y como tituló Goya uno de sus grabados. 

Murió la Verdad, Goya (1814-1815)
 

     En el suelo yace, en primer término, una figura femenina con los pechos desnudos: que es la alegoría de la Verdad, nuda Veritas, de la que parten rayos de luz. Está rodeada por varias personas que asisten a su entierro; un obispo oficia la ceremonia y unos monjes con palas se preparan para sepultar el cadáver. A la izquierda se halla la alegoría de la Justicia que con una mano sujeta la balanza y con la otra se cubre el rostro en señal de duelo; es el personaje que manifiesta mayor tristeza en esta escena.

    Hay quien ha querido ver que la mujer que yace muerta es la Constitución, pero el título, que Goya escribió personalmente, no deja lugar a dudas. De alguna manera Goya nos está sugiriendo que el desastre de la guerra es la muerte de la Verdad, de la que sólo la Justicia se compadece mientras los demás se dedican a enterrarla dándole, eso sí, cristiana sepultura.