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lunes, 15 de agosto de 2022

Haciendo migas (y II)

    Hacer el Camino sirve para descubrir que el Camino no lleva a ninguna parte. El Camino Neocatecumenal -¡qué palabro!- es más viejo que el catarro, a pesar del prefijo neo- que le ponen delante sus secuaces. Ya lo dijo el Poeta: Caminante, no hay Camino. 
 
    Ev-angelio: es la Buena Nueva: la buena noticia que nos traen los ángeles o mensajeros del Señor: que no hay noticia: esa es la mejor noticia: pas de nouvelles, bonnes nouvelles: no news, good news en la lengua de los dominadores.
 
    Los españoles siempre hemos sido más papistas que el Papa, y más cristianos que Cristo. ¿Cuándo nos desespañolizaremos? El desespañolizador que nos desespañolice buen desespañolizador será.
 
    Lo llaman Democracia y no lo es. ¿Qué es? Mercado-cracia. ('Cracia' quiere decir gobierno, y 'mercado' quiere decir Dios: todo el mundo habla de ello y cree en ello con una fe ciega pero nadie lo ha visto por ningún lado). 
 
Información radioactiva, Gabriel Pérez-Juana (2022)
 
     No es que todo vuelva a la normalidad tras las vacaciones, es que las vacaciones también son parte de la normalidad. Lo mismo sucede con el fin de semana. No es que todo vuelva a la normalidad el lunes, es que el güiquén es parte de la locura de la normalidad.
 
    Pensamiento positivo. ¿En qué consiste esta lacra del pensamiento positivo y esta plaga del insoportable optimismo que les ha entrado a los psicagogos, esta ola que nos invade con sus oleadas que tanto se llevan ahora? Pues en que si te echan del trabajo o te deja el novio, te dicen que no es para tanto, que te alegres y no te quejes, que podía haber sido peor. No ven, que eso mismo es bueno: te has librado del trabajo y del novio. No es malo perder el empleo y el novio, puede ser algo bueno porque no hay mal que para bien no venga. Si pierdes el empleo o un novio muy celoso y posesivo, eso es lo que ganas, pierdes tus cadenas, y eso quiere decir que logras tu libertad. Si pierdes el trabajo, puedes ganar el ocio. Si pierdes el novio, puedes ganar tiempo para ti. Bien por esa primera parte. Cualquier pérdida puede ser, si se la mira por otro lado, una ganancia. Piensa que no pasa nada y, si te queda algo de humor, sonríele a la vieja ramera de la vida, y ¡a otra cosa, mariposa! 
 
 
 Estudio para científico, Gabriel Pérez-Juana (2022)
 
    La jovialidad no tiene por qué conllevar el conformismo, y no está reñida para mí con la protesta: quéjate, aunque es verdad, insisto, que no hay mal que para bien no venga. Pero tienes todo el derecho del mundo a quejarte porque aunque perder un trabajo o un novio, amiga mía, puede ser algo bueno, si te pasa, es una desgracia porque te quedas a dos velas y dejas de tener una “fuente de ingresos”, económicos o sentimentales y sexuales, y, sin esos ingresos, no hay vida que se precie, dicen. Quéjate, amiga mía, de que haga falta trabajo y dinero, y tener un novio formal que te traiga por la Calle de la Amargura s/n (sin número) para vivir y no sentirte sola en un mundo donde todos, querámoslo o no, estamos solos. 
 
     ¿A favor de un Estado laico? Dejémonos de adjetivos y vayamos al grano, como las gallinas, vayamos a lo sustancial y sustantivo. No me gusta entretenerme en disquisiciones bizantinas y estériles, ni perderme en los adjetivos como “laico”, “aconfesional”. Formulemos la pregunta como se debe: ¿Estamos a favor del Estado o estamos en su contra? Preguntarse si uno está a favor de un Estado laico en el que estén totalmente separadas la religión y la política es hacerse una pregunta envenenada, supone no cuestionar la existencia misma del Estado en sí, sino sólo su forma. Es más, supone aceptar de plano el Sistema, y la equiparación actual de Estado y Capital, que se da dentro de la Sociedad del Malestar (iba a poner Bienestar, pero es un sarcasmo sangrante) que padecemos, y cuestionarse sólo el color. ¿A favor de un Estado confesional, como la mayoría de los islámicos, y como el actual español, en que se confunden la política y la nueva religión del Mercado, cuyo Dios es el Dinero y cuyos templos las todopoderosas entidades bancarias? ¡Aparta de mí ese cáliz! En contra, en contra del Estado, sea del color que sea, siempre.
 
     Hay algunos emparejamientos o matrimonios, ya sean heterosexuales o sean ya homosexuales, donde están legalmente contemplados, que acaban bien, pero muchos otros, en una inmensa mayoría, duran toda la vida, hasta que la muerte irremediable separa a los dos cónyuges con un golpe seco de su guadaña. 
 
    No me hables de hechos futuros, porque no los hay: si son hechos, por definición, no son futuros, y si son futuros no son hechos todavía: sólo el pasado está hecho, sólo hay hechos pasados, y, algunos, casi todos, es mejor olvidarlos y mantenerlos bien guardados en el baúl de los recuerdos desmemoriados. No conviene tener buena memoria y estar recordándolos siempre, es mejor el olvido: olvido de los hechos, olvido del pasado; despreocupación evangélica por el futuro. (Recordad la Buena Nueva que traía el Ev-angelio: La Buena Noticia es que no hay noticia, ni buena ni mala). 
 
La sirenita está triste
 
     Dicen que el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra. Yo soy hombre, demasiado humano, tanto que nunca aprendo y que tropiezo no dos sino todas las veces que haga falta una y otra vez en la misma piedra dándome de morros con el canto de ella. 
 
    Los conservadores quieren que las cosas sigan como están, los progresistas que cambien. Ni unos ni otros se dan cuenta de que las cosas necesitan cambiar para seguir igual que estaban. 
 
    No importa lo que creas. Cualquier cosa en la que creas y a la que le eches fe, se convierte en Dios: Dios es aquello en lo que crees, sea lo que sea. 
 
    Siempre sucede lo inesperado. Aunque se cumpla el pronóstico, lo que sucede incluye siempre algo que no estaba previsto en el guión. Por eso, donde menos se espera, salta la liebre.
 
Dos últimas noticias al cierre de edición: 

    El joven izquierdista, que fue ministro y fue secretario general de la OTAN y el que dio la ejecutiva orden de bombardear Belgrado y Serbia, impunemente criminal, vomitó en un tuit que no se debe ni olvidar ni perdonar -escrito está- que los que no se vacunaban eran responsables (sic) de la “nueva ola” contagiosa de infección.

 

oOo

    El chérif ordenó la sumaria ejecución: Estados Unidos mata a un hombre con un dron, a Aymán al-Zawahiri, en Kabul, Afganistán, un terrorista al que no había que juzgar, suministrándole la muerte sin piedad. Así es la ley del viejo oeste donde no hay terrorismo ni mayor terror que el estatal. Así es la ley de Lynch, el exterminador, aquel coronel y virginiano juez de paz.

jueves, 11 de agosto de 2022

Haciendo migas (I)

    Aquí estamos haciendo migas, buenas migas. Y para eso desmigamos el pan duro del pensamiento,  buscando la reflexión de la miga, que es lo blando y tierno de dentro, lo que está cubierto por la corteza falsa, rugosa y dura de la realidad.     Aquí seguimos, en estos tiempos que no son buenos, precisamente, sino malos para la lírica como cantó Bertolt Brecht: Schletchte Zeit für Lyrik. Malos tiempos corren efectivamente para la lírica y también para la épica. 
 
   1ª.- “No vendas a tus amigos (y menos gratis)”. Decía un eslogan publicitario. En la primera parte todos estaríamos de acuerdo; la segunda es puro cinismo. ¿Es mejor que no vender a los amigos venderlos a cambio de una fuerte suma de dinero? En realidad es lo que nos decimos a nosotros mismos. No te vendas, pero si lo haces que no sea gratis: en realidad lo que estamos diciéndonos cínicamente, en el peor sentido de la palabra, es prostitúyete muy caro.
 
  
    2ª.- Kill the Russian: Mata al ruso. Camisetas ucranianas con un precioso diseño de un embozado con un cuchillo ensangrentado que ha cortado la cabeza a un ruso y la agarra por los pelos. La última moda de este verano. Toda una apología del odio que incita al asesinato. Mata al que sea ruso, dice en la lengua internacional del Imperio, mata a cualquier ruso por ser ruso, mientras la Unión Europea calla como una puta y envía armas a Ucrania para que se defienda de la agresión de Putin matando rusos.
 
 
    3ª.- Todos hemos sido condenados a la pena de muerte/muerte de pena que está siempre por venir, muerte siempre futura. Todos tenemos nuestra opinión (personal) y ninguno la razón (ni la verdad). 
 
    4ª.- No future. El astrólogo estrafalario y la vidente gallega, guiados por las estrellas del cielo y los naipes del tarot respectivamente, nos dan sus previsiones para el próximo periodo otoño-invierno después de observar el firmamento y una vez puestas todas las cartas de la baraja bocarriba sobre la mesa: no hay futuro. Ni falta que hace, porque el futuro es la muerte, porque la muerte es la espada de Damoclés o el virus letal que nos amenaza con su pavorosa sombra que pende del techo sobre nuestras cabezas coronadas. 
 
     5ª.- No past. El astrólogo estrafalario y la vidente gallega, guiados por las estrellas del cielo y los naipes del tarot respectivamente, proclaman en un estado apocalíptico de revelación mística que el pasado no está escrito, que no hay pasado porque lo que pasa no ha dejado de pasar: no deja nunca de pasar y de hacerse y deshacerse.
 
 
   6ª.- El llamado síndrome de Estocolmo no es una cosa rara que sufren cuatro pirados, lo padecemos todos y cada uno de nosotros de una u otra forma: es, como se sabe, aquel estado psicológico en el que un secuestrado acaba amando y ayudando a quien lo priva de libertad, la víctima acaba comprendiendo al verdugo, y amándolo. Los gobernados amamos a nuestros gobernantes, que para eso los hemos elegido democráticamente, para que nos malgobiernen, para que nos desgobiernen, para que nos jodan en el peor sentido de la palabra. 

    7ª.- Oído por ahí. Antiguamente se decía: “he oído por ahí”, pero actualmente lo que se dice es: “he visto (o leído) en internet”, como si fuera un argumento de autoridad. Olvidamos que tanto en un caso como en otro se pretende dar por válido algo sin mencionar la fuente fidedigna. Por ahí se dicen y por lo tanto se oyen muchas majaderías. En internet –cambiando el sentido del oído por el de la vista- se ven y se leen no pocas majaderías. Dejémonos de retórica: muchas, muchísimas majaderías. 
 
    8ª.- Sé agua, amigo mío. Poco aficionado yo a las artes marciales, me admira sin embargo esta frase de Bruce Lee ("Be water, my friend"), que aconseja que uno debe adaptarse al enemigo como el agua a su recipiente. No hay que fiarse tanto de la propia forma, como de la del enemigo, a la que conviene acoplarse, para lo que hay que desembarazarse de las ideas preestablecidas, inculcadas, recibidas, asimiladas. Uno debe ser permeable, voluble, proteico, moldeable como el líquido elemento. Nada de tener una forma fija predeterminada, eso que se llama una personalidad arrolladora o, lo que es lo mismo, una máscara. Hay que convertirse en agua, volverse agua, hacerse agua, empaparse de agua, dejarse penetrar por el agua, ser líquido elemento. 
 
 
    Hay algo de esa sabiduría que llamamos oriental, es decir primigenia, en este pensamiento, en esta lección de filosofía barata pero útil para la vida, que nos invita a ser polimorfos como Proteo. Como el agua. Ya lo dijo Píndaro, antes que Bruce Lee: Lo mejor es el agua, pero el oro se lleva la palma como lo más caro, que no lo más valioso, en esta sociedad donde todo se compra y todo se vende. Sin embargo, mejor que el oro es el agua, que además es la bebida más sabrosa del mundo porque, oh paradoja, no sabe a nada.

viernes, 22 de julio de 2022

Malas ideas, mala fe

Malas ideas, no porque haya unas que sean mejores y otras peores, sino porque no hay ninguna buena: todas son intrínsecamente perversas. 
 
Esa idea que tienes no es una buena idea, porque en rigor no hay buenas ideas, ya que no responden a la realidad, son espejos cóncavos como los de las ferias que la distorsionan: abstracciones.
 
Las únicas ideas buenas son las que no se tienen, las que no te tienen: aquellas de las que te has desembarazado. 
 
 
Todas las ideas son delirantes, porque todas ellas tienen la vocación de locura de las ideas fijas y obsesiones, que es lo que están llamadas a ser para alterar el proceso del pensamiento, que es la razón raciocinante. 
 
Locas ideas, no porque las haya locas y cuerdas, sino porque todas son esencialmente descabelladas abstracciones de las cosas concretas y palpables. 
 
Todas las ideas son falsas sin que por ello dejen de ser reales e irreductibles al razonamiento argumental; falsa es también la realidad, sin que por ello pierda un ápice de realismo, como una novela de Galdós. 
 
Decir que tenemos las ideas claras es una incongruencia: no puede tenerse claro lo que de por sí es opaco; clara sólo es el agua clara; las ideas son siempre oscuras por muy luminosas que se quieran. 
 
Una idea luminosa nos ciega con la luz sombría que desprende.
 

 
No hagas nunca, amigo, de tripas corazón: lo que tengas que tragar por obligación, que no por la devoción del gusto, eso que se llaman los malos tragos de la vida, trágatelo cuanto antes, a ser posible de un solo sorbo, no intentes saborearlos y degustarlos como si se tratara del placer. Pero no digas que te gusta hacerlo porque tienes que hacerlo, y que ya que lo tienes que hacer lo haces con gusto. No, no digas que eso es lo que tú querías. No confundas el corazón con la tragadera de las tripas. No te engañes. 
 
Dicen que hablar no es actuar, que hay que dejar la reflexión teórica y pasar a la acción, para evitar la barbarie. Yo cuando oigo esta frase de que hace falta algo "más que palabras" pienso, instintivamente, en que cuando hay algo más que eso suele haber "hostias". Entonces me digo a mí mismo que es preferible que haya palabras a que corra la sangre y llegue al río, que es lo que suele pasar cuando ya no vale las razón de las palabras. 
 
Nunca se dirá lo suficiente que hablar también es hacer, o mejor dicho, deshacer. Hablar es deshacer algo, y no un algo cualquiera, sino precisamente el algo más necesario que se puede deshacer en la lucha contra el poder en cualquiera de sus formas, el entuerto de la fe, porque el poder se sustenta en la fe, y contra la fe sólo se lucha hablando, pensando, preguntando, discutiendo, poniendo en tela de juicio sus palabras, sus ideas. 
 
No te enamores de las ideas porque son amores baldíos, platónicos, que nunca van a corresponderte.  No colecciones ideas, despréndete de ellas para que no te prendan a ti.
 

En la viñeta de El Roto “¡Qué curioso! Pongo la tele y se me van las ideas”, debería decir, según usamos aquí el término ¡Qué curioso! Pongo la tele y me vienen ideas (que no me dejan pensar ni razonar).

 
Y es que hay que tener las ideas muy claras, hay que estar muy convencido, para dedicarse a bombardear enemigos a diestro y siniestro, y es a la claridad de esas ideas a la que hay que atacar frontalmente si se quiere hacer algo contra las acciones que sobre ellas se sustentan. 
 
Dicho de otra manera, las cosas dejan de ser como son cuando nos libramos de la convicción de que sólo pueden ser así y que no hay más cáscaras. 
 
Es curioso que el símbolo de la idea sea una bombilla de luz que se enciende, y que lejos de iluminarnos nos ciega y nos deslumbra.
 
No se puede obrar de buena fe. La fe es intrínsecamente pervera. Por eso siempre se obra de mala fe.

viernes, 8 de julio de 2022

Miedo a lo uno y a lo otro

    Parecía mentira. Como todo en este mundo. Como este mundo todo, que se mire por donde se mire, no puede ser verdad, y, por lo tanto, no lo es, y, sin embargo, siendo real como es, no deja de ser falso: es mentira. No nos duelan prendas a la hora de reconocerlo. No es que las apariencias engañen, como cree la gente, lo cual es verdad, es que la que engaña es la realidad, porque la realidad son las apariencias. No te fíes de la realidad, me decía a mí mismo. No te fíes de las apariencias, me repetía, considerando cómo eran lo mismo una y otra cosa. 

    Me acordé de la publicidad de una marca de cerveza de cuyo nombre no voy a hacer mención aquí que decía que una de las muchas cosas que hay que hacer antes de morir, es, por ejemplo, vivir.  A veces me pregunto si hay vida después de la muerte, otras me pregunto si la hay antes, aquí y ahora, por ejemplo. He de burlar aquí la vigilancia de la policía de lo políticamente correcto y de las buenas costumbres que, interiorizada, no deja de controlarnos.


     ¿No seremos todos zombis, muertos paradójicamente vivientes, vivos paradójicamente muertos? Y me hago la siguiente reflexión:

    Millones de víctimas inocentes –todas las víctimas lo son- asesinadas en las guerras mundiales del siglo XX, uno de los más crueles y bárbaros de la historia, si algún otro siglo no lo es más, aunque el XXI no le va a la zaga, por lo que se va viendo; millones de vidas sacrificadas en las cadenas de montaje de las fábricas industriales para recibir como premio la jubilación del geriátrico; millones de niños muertos, adulterados al convertirse en personas mayores y descubrir que han sido asesinados por la sociedad; millones de mujeres obligadas a ser iguales que los hombres, reducidas a vulgar ganado en el mercado por obra y gracia del orden farmacológico establecido; millones de peatones y automovilistas muertos desparramándose por las cunetas de las carreteras los fines de semana; millones de televidentes muertos y televisados en cada película y en cada telediario, pero eficazmente escamoteados de nuestra vida cotidiana –se los llevan en discretos coches fúnebres-; millones de zombis lo atestiguan, en definitiva, lo atestiguamos porque los zombis somos la realidad, la cruda y dura realidad. Bajo las confortables apariencias del universo familiar pequeño-burgués, en el sótano de la clase media, habita el monstruo pavoroso,  multiforme e indefinido del horror.


    El peor de todos los virus. Hay un virus peor que el del SIDA, pero que el COVID-19 recientemente actualizado como COVID-22 o trancazo que se arrastra durante quince días en pleno verano, peor que la gripe asiática, la aviar, la porcina o la viruela del mono  cuya amenaza se cierne ahora sobre todos nosotros como espada de Damoclés: es el virus del miedo, el miedo es la auténtica epidemia que se convierte en pandemia que afecta a todo Cristo y de la que no se salva ni Dios, la más perniciosa de las pestes: virus que están sembrando los medios que se dicen de comunicación y que lo que hacen es todo lo contrario: incomunicarnos, porque lo realmente nuevo de este virus no es la gripe en sí, que es tan vieja o más que el catarro, sino la cobertura mediática desproporcionada que la Red convierte, además, en instantánea cobertura 'on line'. 

    Esto no es una teoría de la conspiración, sino la conspiración de la teoría y del pensamiento contra la sinrazón: pretenden silenciarnos con una mascarilla profiláctica que ahora recomiendan y ya no imponen como antes para que no abramos la boca y no hagamos uso de nuestra libertad de expresión y expresemos nuestra rebeldía contra el miedo que nos quieren inculcar a todos en el cuerpo y en el alma.


    ¿A qué fin si no todo un jefe de Estado se dirige a una nación y le habla de un virus “nuevo e incurable” que ya ha causado varios muertos, y les pide a los ciudadanos que no salgan a la calle, que no vayan a la escuela, ni al cine, ni a misa, ni a ninguna parte, imponiéndoles una suerte de efectivo arresto domiciliario a todo un país muchos millones de habitantes, clausurando la vida pública y recluyéndola en el retrete de la privacidad para que no se den cuenta de lo que pasa en la calle y lo que pasa en la calle es que en la calle, al fin y a la postre, no pasa nada?

 

martes, 24 de mayo de 2022

Dos expropiaciones

    1.- La frase de Milton Friedman “La solución gubernamental a un problema suele ser tan mala como el problema y muy a menudo empeora el problema” puede entenderse, en un sentido más general, sin desmerecerse en absoluto sino todo lo contrario, pues lo que dice es verdad, prescindiendo del adjetivo “gubernamental” que Friedman le ha añadido al sustantivo 'solución': La solución a un problema suele ser tan mala como el problema y muy a menudo empeora el problema. En la mitología clásica tenemos el ejemplo de uno de los trabajos de Heraclés: la hidra de Lerna, el monstruo de múltiples cabezas al que se enfrentó el héroe para liberarnos de su amenaza. Cada vez que el hijo de Zeus le cortaba una, surgían dos del tajo que le había propiciado.

 
    2.- Recojo una cita de Noam Chomsky, de su libro de 1998, The Common Good (El Bien Común), donde describe estupendamente el importante papel que desempeñan los desacuerdos gestionados en la política moderna...  La forma inteligente de mantener a la gente pasiva y obediente es limitar estrictamente el espectro de opiniones aceptables, pero permitir un debate muy animado dentro de ese espectro, incluso alentar las opiniones más críticas y disidentes. Eso le da a la gente la sensación de que hay un pensamiento libre, a la vez que se refuerzan los presupuestos del sistema todo el tiempo por los límites impuestos al alcance del debate…” Lo que es cierto, pese al hecho cada vez más evidente de que el propio Noam Chomsky forma parte de esa función de disidencia controlada dentro del sistema que describe. 
 
    El ejemplo que me viene enseguida a la mente es la contraposición política de izquierdas y derechas, o en versión estadounidense, el sistema bipartidista etiquetado como democracia. Si lees los medios de comunicación de la oligarquía, todos son parte de los partidos democráticos o republicanos. Recordemos que la contraposición izquierdas/derechas tiene su origen en la revolución francesa: la izquierda fue el lado de la cámara que aquellos que se oponían al poder absoluto del Rey eligieron para sentarse o ponerse de pie. Esencialmente fue solo una protesta, un movimiento para detener la tiranía. El bipartidismo hoy en día, sin embargo, es el alimento del sistema de dominación democrática vigente. 
 
      Eugene V. Debs, desde su óptica marxista, dijo hace más de 100 años que en realidad los dos partidos son el mismo partido: las dos caras de la misma moneda. Él se presentaba en 1904 por un partido minoritario, el Socialist Party, a la presidencia de los Estados Unidos, y lo que no podía imaginar entonces era que los partidos socialistas y comunistas acabarían integrándose en el sistema y creando, en el mejor de los casos, un capitalismo de Estado. Repúblicanos y demócratas en los Estados Unidos, o en España lo que llamamos mezclando las siglas de los populares (PP) y los socialistas (PSOE) el PPSOE: lo mismo da es igual que da lo mismo. Según Debs ambos representan a la clase capitalista en la lucha de clases. Son las dos alas políticas del sistema capitalista o del águila calva imperial norteamericana, por seguir con la metáfora aviar, y las diferencias que hay entre ellos conciernen al botín más que a los principios. 
 
 
     Se presentan sólo dos puntos de vista: el de la narrativa oficial aprobada y su antítesis, excluyéndose los restantes puntos de vista. El hecho oculto a simple vista es que tanto el punto de vista oficial como el punto de vista contrario en realidad refuerzan la narrativa general que se vende y ambos conducen al mismo lugar, por lo que presentar una falsa dicotomía es una herramienta de gestión increíblemente eficaz, merced al que se puede manipular no sólo a los que están conformes y obedecen automáticamente a lo que está mandado, sino también a los que se consideran antisitemas, inconformistas o rebeldes. 

miércoles, 9 de marzo de 2022

Ocurrencias que concurren

    Hay que ser conscientes de que la caja tonta no es tan tonta como puede parecer ingenuamente a primera y simple vista y ella quiere hacer que creamos haciéndose la tonta, ya que es una poderosísima arma psicagógica e inteligente de destrucción y distracción masiva que se declara en pie de guerra contra todos nosotros, su público televidente. 
 

     Las dos caras complementarias del Estado: De la pretensión del Ministerio de Sanidad de salvar vidas hemos pasado ahora a la del Ministerio de Defensa, o sea de la Guerra -llamemos a las cosas por su justo nombre, como es debido y se merece- de enviar a Ucrania para defensa de la paz armamento ofensivo made in Spain fácil de manejar -es decir, fácil de que el arma cargada por el diablo maneje al que pretenda manejarla. Nótese la contradicción inherente de la expresión “armas ofensivas para la defensa” de la población civil que según cacareó nuestra ínclita Ministra de la Guerra puede usar prácticamente cualquiera sin conocimiento ni licencia para hacerlo. 
 
 
    Frente al principio jurídico de “in dubio pro reo” hay jueces que esgrimen el contrario, que es “in dubio contra reum”, o sea en caso de duda, culpable el acusado. Uno, en situación de incertidumbre, es declarado infeccioso hasta que se desmuestre su salud, no su enfermedad; uno es prejuzgado culpable hasta que quede probada su inocencia, no su culpabilidad. La cuarentena se basa en la presunción de culpabilidad. Confían dichos jueces quizá en que el Juicio Final reparará los daños colaterales causados por sus juzgados -pero es justicia divina, no humana, la que premiará a los reos inocentes. 
 
 
  
    No se nace mujer, se llega a serlo, escribió Simone de Beauvoir. Igualmente descubre uno que tampoco se nace varón, llega uno a serlo, por lo que en definitiva no se nace, sino que se va uno haciendo y nunca termina de hacerlo, o varón o mujer. No hace falta decir que tampoco se nace hombre en el sentido genérico del término, o sea ser humano, y que cuando uno quiere darse cuenta de lo muy hecho que está es cuando le llega la hora y se deshace.
 
 
    Cuando la oferta supera a la demanda, se crea en economía de mercado, vía publicidad comercial y propaganda, la ilusión de la necesidad del producto y se programa a la vez su obsolescencia, poniéndole por un lado fecha de caducidad que nos anime a desecharlo y reemplazarlo pronto, y haciendo por el otro, efectivamente, que caduque. 
 
 
    “Si no hago nada malo, no tengo nada que temer”, dicen algunos partidarios de la vigilancia tecnológica de los prójimos por el Gran Hermano, lo cual está muy bien hasta que uno hace algo que cree que está bien hecho y por eso lo ha hecho -nadie, en efecto, obra mal a sabiendas, según el dicho probablemente socrático- pero que resulta malo a ojos de los demás, por ejemplo, a ojos de las autoridades competentes, que juzgan dicho acto delictivo y proclaman su maldad. Entonces uno tendrá serios problemas y mucho que temer. 
  

    La pregunta que deberíamos hacernos no es por qué hay gente que duda de la Ciencia, sino por qué hay gente que cree a pie juntillas en la Ciencia. ¿No será porque ha dejado de creer en Dios o en cualesquiera otras creencias o artículos dogmáticos de fe que tuviera, y tiene uno la imperiosa necesidad de creer en algo a toda costa, sea lo que sea para rellenar el vacío que ha dejado la vieja Religión?
 

 

miércoles, 10 de noviembre de 2021

Ocurrencias varias

Bancarrota. - ¡Bancarrota! Analicemos la palabra: ¿La Banca se romperá alguna vez? ¡Ojalá! ¡Quiera Dios que así sea, como decían las alumnas de un colegio de monjas para aprender a conjugar el modo subjuntivo, que sirve para expresar los deseos! ¡Quiera Dios o el Diablo, en su caso, vete tú a saber, que no siempre gane la banca, que pierda alguna vez, que todos los bancos y bancas del mundo se declaren en quiebra y en bancarrota! 
 
La ventana indiscreta.- Es el título de una película memorable. Y es que toda ventana abierta tiene algo de indiscreción. A través de una ventana abierta pueden verse muchas intimidades y compartirse muchos secretos: a través de la ventana entra el viento (ventana viene de viento, como window en la lengua del imperio procede de wind, que es también el nombre del viento) y a través de la ventana aireamos los trapos sucios de nuestra intimidad. Abramos todas las ventanas para que entre un poco de aire fresco. 
 
La siesta, Gustave Caillebotte (1877)
 
 Del suicidio.- Aquí despotricamos a menudo contra el mundo y renegamos de la falsedad de la realidad, denunciando su mentira consustancial, incluidos nosotros mismos. Algunos me han preguntado alguna vez: ¿Por qué no te suicidas? He aquí algunas respuestas que he ido dándoles a unos y a otros y que se me ha ocurrido reunir: Porque no creo en las soluciones “fáciles” ni definitivas; porque prefiero no tomarme demasiado en serio como para hacer una cosa así; porque no estoy seguro de que eso sea ninguna solución; porque la vida no tiene sentido, pero la muerte probablemente tampoco. No me suicidio no tanto por instinto de supervivencia como por pereza. 
 
El mar, la mar.- El piélago, metáfora de mil naufragios,de todos mis naufragios absolutamente. 
 
Sacrosanta Semana.-  Lo peor de la Semana Santa no es tanto la consagración del dolor, el sufrimiento y el sacrificio como ideales de vida, cuyo paradigma es la pasión de Jesucristo, un Cristo alejado de la sensualidad y los placeres, como el hecho de que no deja de ser, a fin de cuentas, una santificación de la división del tiempo más aberrante y antinatural que tenemos los seres humanos, la sacrosanta semana laboral. La semana ya existía antes de que Dios creara el mundo. Por eso el primer día creó tal y cual, y el séptimo descansó. ¿No podríamos hacer nosotros algo para liberar a Dios y para liberarnos nosotros de esa servidumbre semanal? 
 
Mi problema personal.-  La pescadilla de enroscar, el pez que muerde su propia cola: yo no puedo resolver mis problemas propios personales, porque yo soy el único problema personal que tengo.
 
Homenaje a Caravaggio, Dimitris Anastasíu  (2009)
 

Desnudez como provocación.- Frente a vuestros uniformes militares, religiosos o civiles esgrimimos sin tapujos nuestros cueros in puris naturalibus.
 
Consolación a un amigo despedido de su trabajo.-   "Hoy me han despedido del trabajo”. Lamento lo de tu despido. No se me ocurre ningún consuelo mejor que decirte que lo que se pierde, bien mirado, es, por otra parte, lo que se gana. Piensa que te has librado de tus cadenas. La pérdida de ese trabajo es lo que has salido ganando: toda una bendición. Como dice el dicho popular, no hay mal que para bien no venga. Y nunca mejor dicho que en este caso. Si la pérdida de un trabajo parece en principio algo malo, mirado por el lado que se debe es una liberación: lo mejor que podía haberte pasado aunque estemos en tiempos de crisis y no tengas derecho a paro. 
 
Res publica.- No es monárquica la luna ni tampoco lo es el sol, y no es monárquico el aire ni tampoco lo soy yo. 
 
¿Por qué no juegan ya los niños en la calle en España?.- Porque tienen muchos, demasiados juguetes, tantos que ya no saben, se les ha olvidado, jugar con otros niños. 
 
Realidad imaginaria.- La realidad ha resultado que era ideal y, por lo tanto, imaginaria y no sólo virtual, como demuestran cada dos por tres la televisión -después del apagón analógico, que ya es agua pasada, historia,  vino la era (ya ha llegado, el futuro ya estaba aquí) de la televisión digital- y la más moderna Red,  que se empecinan en retransmitirla para que no perdamos la conexión, es decir, el hilo de la fe en ella. 
 
Cara y cruz del trabajo. - ¿Qué diría el venerable e injustamente olvidado Karl Marx hoy del trabajo asalariado si levantara la cabeza de la tumba donde lo han enterrado los marxistas? Que el trabajo es la maldición del pueblo: si no lo tienes malo porque te falta y si lo tienes malo porque te sobra.
 

 A=-A, Dimitris Anastasíu (2021)
 
¿Por qué da igual quién gobierne?. - Gobierne quien gobierne, gobiernen unos o los otros, da igual, como sabe el pueblo, porque los gobernantes democráticos, que son aquellos hombres y mujeres igualadas por el mismo rasero masculino con apetito de poder que han sido investidos por la gracia del voto popular, son gestores de la economía de mercado, es decir, del dinero. Y nadie va a atentar contra los sacrosantos intereses de la economía, a la que le interesa que haya empresas para que siga habiendo obreros –es decir esclavos- que las sostengan. 
 
Caballo que alcanza pasar querrá.- Cuando llegamos a la meta que nos habíamos trazado, queremos pasar, habida cuenta de la insaciabilidad de nuestras aspiraciones humanas. Porque, en realidad, nunca se alcanza la meta, porque antes de llegar a ella es preciso recorrer la mitad del trayecto, y antes de la mitad, la mitad de la mitad... y así sucesivamente, infinitamente... Es verdad que el que la sigue la consigue, como nos dice el refrán y la voz de la experiencia, como Apolo, enamorado apasionadamente de Dafne, persiguiéndola incansable, pero, cuando la consigue, descubre que ella ya no es la ninfa que lo había enamorado y que él quería, ya que ha cambiado y se ha transformado en el árbol del laurel, que pasará a ser el símbolo de su paradójica victoria. El caballo no alcanza nunca la meta. Y si la alcanza, descubre la realidad de la mentira, la mentira de la realidad: no era esa su meta. 
 
 
Muerte en Florencia , Dimitris Anastasíu (2011)
 
Roma no está en Roma. - Quevedo ya avisaba al viajero de no buscar a Roma en Roma, porque no iba a encontrar otra cosa más que el «cadáver en la que sustentó murallas». Las agencias de viaje nos invitan, sin embargo, a buscar a Roma en Roma, pero resulta que Roma sólo está en sus folletos turísticos. 
 
Week end.- La neurosis del fin del semana es que la semana no se acaba nunca, no hay, en rigor, ningún fin de semana ni domingo que no suponga una vuelta a empezar, serpiente que se muerde la cola.
 
Libros de autoayuda.- Los libros de autoayuda sólo sirven para ayudarnos a soportar el yugo insoportable de ser nosotros mismos y la peor fidelidad que hay, que es la de ser fiel a uno mismo.

miércoles, 20 de enero de 2021

Globalización y perversión del lenguaje

Perversión del lenguaje: El lenguaje se ha pervertido de tal forma que se le hace decir lo contrario que dice: se bombardea a un pueblo en nombre del Pueblo (“tuvimos que destruir la aldea para salvarla”, como declaró un veterano del Vietnam), se mata a los hombres en nombre de la Humanidad, se invade un país para llevarle la democracia, se le masacra para liberarlo de una dictadura brutal, se violan los derechos humanos para hacer que se respeten, se priva de libertad en defensa de la propia libertad, se nos quita la vida porque no es saludable y se salta por encima de cualquier vestigio de derecho para imponer el imperio de la ley. En suma, el fin justifica los medios. Maquiavelo, triunfal, sonríe desde lejos. Y, encima, quieren que comulguemos con ruedas de molino.



Globalización: Todo el mundo bebiendo el mismo jarabe burbujeante, no alcohólico, de color oscuro, embotellado en vidrio o en lata, cuya publicidad rezaba antaño que era la chispa de la vida, el aguachirle universal y mundializado. Las letras blancas de su marca comercial entrelazadas sobre fondo rojo, los colores del impresentable Papá Noel, su engendro más logrado y el mayor corruptor de la infancia que en el mundo ha sido, son el símbolo mundial del American Way of Life. Se une ahora su nombre a la guerra contra el presunto virus que han declarado los Amos del Mundo abogando por el distanciamiento social, y haciendo campaña contra las interacciones -¡qué palabro!- sociales y familiares. Su lema es esta curiosa paradoja: “Hoy, estar separados es la mejor manera de estar juntos”.   


No, señor, la mejor manera de estar juntos no es estar separados. ¿En qué cabeza caben una memez y una sinvergonzonería como esas?

 


 

martes, 12 de enero de 2021

Otros diez comprimidos en cápsulas

11.- Abracadabra patasdecabra. Muchas personas recitan en todo el mundo mantras para la liberación de los males del cuerpo y de la mente como por arte de magia: versos sánscritos que comprenden fórmulas sagradas para la mayoría incomprensibles, divinas palabras que diría don Ramón del Valle-Inclán, como el latín eclesiástico que el pueblo ya no comprende en este Occidente tan des-orientado. La fuerza de esas palabras mágicas radica en el efecto placebo, en la fe que depositamos en ellas, en el hermetismo y el atractivo del misterio que exhala el hecho de que no se comprenda muy bien su significado.

12.- La propia personalidad es una ficción que nos acabamos creyendo a fuerza de representar el papel de nosotros mismos una y otra vez sobre las tablas del teatro del mundo en nuestra puesta en escena cotidiana. La prueba de que no es verdad que tú seas quien eres es que has de llevar siempre en el bolsillo un documento que acredite tu identidad. Tú mismo te miras un día en el espejo y te preguntas: ¿Quién soy yo? Y, a falta de mejor respuesta, acabas respondiéndote: Soy Narciso, y te quedas tan ancho, identificándote contigo mismo, es decir, con tu propia sombra. Pero alguien o algo por lo bajo, como el demonio de Sócrates, te dice que no.

13.- Profecía: El fin del mundo entendido como aniquilamiento de toda forma de vida humana inteligente sobre la faz del planeta Tierra no tendrá lugar ni en un futuro más o menos inmediato ni tampoco en un futuro lejano por la sencilla razón de que ya se ha producido y sucedido. 

 


14.- ¿Reflejan la realidad los medios de comunicación? Eso, al menos, es lo que pretenden, creando un simulacro virtual de ella, que podemos llamar el Espectáculo, siguiendo el hallazgo terminológico del llorado Debord, una proyección que ya no responde a la realidad sino que la suplanta. En realidad lo que hacen es recrear la realidad. ¿Por qué la recrean? Tal vez porque no está creada de una vez por todas. Porque, si no lo hicieran, se tambalearía el edificio y se vendría abajo, como el castillo de naipes de todas nuestras certezas ante la sombra benéfica de una duda.

15.- Abogo por la proclamación de una nueva Ley Sálica. Una ley que no sólo impida reinar a las mujeres, lo que sería desde luego bastante sexista y discriminatorio, sino que prohíba reinar, aplicando el mismo rasero igualitario, también a los varones, para que no se sientan ellos discriminados en la exclusión del trono, que quedaría de este modo perpetuamente vacante. Hago esta propuesta -¿imposible?-, consciente de que así y solo así nadie será más que nadie. 

 

16.- Recordemos la vieja parábola budista: cuando una casa está en llamas no preguntemos de dónde viene el fuego, o quién fue el incendiario o cuál es el pronóstico meteorológico para las próximas horas en el exterior: hagamos algo para apagar el incendio o escapemos, si ya es demasiado tarde para evitar la propagación de las llamas.

17.- La vida se ha convertido en un producto más de consumo a la venta en las enormes superficies comerciales llenas de ascensores y escaleras mecánicas que suben y bajan por nosotros, cuando no de un catálogo virtual de venta y entrega rápida a domicilio para que el cliente no necesite salir del caparazón de su casa (¡quédate en casa!). Pero se han agotado las existencias de “vida” en las rebajas. Lo sabe el ama de casa. Sabe que ya no vive: sobrevive. Es decir: se limita a existir. Por eso se da a la bebida o comulga con las hostias consagradas en forma de píldoras tranquilizantes y ansiolíticas, tomadas con fe litúrgica, para escapar de la depresión, el pan nuestro cotidiano.

18.- Es gracia que espera alcanzar de Vuestra Merced, o algo así, se ponía antes en las instancias dirigidas a la autoridad competente, legitimando la competencia de la autoridad. Toda reivindicación dirigida a un interlocutor preciso lleva consigo su propio logro, que es su rotunda derrota, porque da por válida la legitimidad de la existencia del interlocutor y de la reclamación que se le hace, poniendo en funcionamiento un mecanismo de negociación que fortalece el sistema vigente de dominación. La autoridad, legitimada, se aviene así a escucharnos y a concedernos graciosamente o denegarnos lo que se supone que queremos, que es lo que queremos realmente, pero no lo que queremos de verdad, que es, huelga decirlo, pero por si acaso, que no haya autoridad. Tal vez sería bueno que hiciéramos nosotros como aquellos manifestantes que durante una huelga salvaje mostraban una pancarta en la que podía leerse: NO PEDIMOS NADA. Ellos habían comprendido que la derrota estaba de antemano en la propia reivindicación.

 

19.- El pueblo no tiene nombre propio, sino común, porque pueblo no es sólo una masa de individuos y cada individuo personal un voto, como pretenden los políticos profesionales reducirlo para que sea sólo eso y nada más que eso, sino algo vivo y palpitante que está, a poco que se le deje hablar y se le preste oídos, diciendo rotundamente siempre que no a las imposiciones que sobre él se quieren fundamentar.

20.- Leído en los periódicos del Régimen: una de las principales causas de muerte en el mundo es el suicidio. Según la Organización Mundial de la Salud cerca de ochocientas mil personas se quitan la vida al año en el mundo, siendo muchísimas más las que lo intentan. Más allá del cáncer y del corazón, más que por las guerras, la gente se quita la vida porque, ante la imposibilidad de vivir, no quiere existir o sobrevivir, que viene a ser lo mismo que estar muerto. Se dan la muerte para huir de la muerte.

domingo, 10 de enero de 2021

10 compimidos en cápsulas

 1.- Han desaparecido de nuestro mundo todas las imágenes sagradas, pero se han sacralizado, como contrapartida, todas las imágenes merced a su reproducción y divulgación masiva: ahora cualquier retrato profano, cualquier daguerrotipo adquiere enseguida el rango sacrosanto de un ícono venerable, al que se le rinde culto por el mero hecho de ser una imagen. Las imágenes, que han sido tradicionalmente un método de adoctrinamiento del vulgo, colocadas en las iglesias para inculcar la conciencia religiosa a las masas analfabetas incapaces de leer los libros sagrados, siguen teniendo igual función hoy en día, sólo que no aparecen en los templos tanto como en las pantallas: esos sagrarios laicos con los que comulgamos todos los días, en detrimento de nuestra propia imaginación que se atrofia a fuerza de imágenes. 

 

2.- El viajero de verdad, a diferencia del turista, no sabe a dónde va: no va a La Meca, ni a Santiago, como Dios manda, ni a Roma, aunque todos los caminos lleven a la Ciudad Eterna. El verdadero peregrino ignora su destino.

3.- Caminar, nadar, montar en bicicleta o correr son actividades lúdicas, que se hacen libremente, o sea con mente libre. Practicar la natación, el ciclismo o el atletismo es convertir esas mismas actividades en deporte: ideología, competitividad y sufrimiento. Llegamos así a las aberraciones de las cintas y las bicicletas estáticas. Esta última hubiera horrorizado al inventor de la Laufsmachine, el barón alemán Karl Christian Ludwig Drais von Sauerbronn. ¿No es lo mejor del velocípedo la sensación del aire fresco en la cara, la embriaguez de los aromas o el paisaje en movimiento, y lo peor el pedaleo, por muy deportivo, sano y gimnástico que sea?

4.- Cara o cruz. La imagen del rey o emperador en la cara de la moneda fomenta el culto a la personalidad del monarca. Pero no nos engañemos: la auténtica monarquía la encarna la propia moneda, el vil metal contante y sonante. No es, como intuyó nuestro Quevedo, que Don Dinero sea un poderoso caballero, es que es más: es el más poderoso de todos los caballeros, y aun más: el único y existente Dios verdadero.

Apolo y Dafne, atribuido a Piero del Pollaiolo (1441-1496)

 5.- El que la sigue, pese al refrán, no la consigue. Apolo no logra beneficiarse de la ninfa de carne y hueso que lo enamoraba, a la que acosó infatigablemente día y noche. Cuando la alcanzó, ella ya no era la que era a la sazón: La ninfa, Dafne, o sea, Laura, se había convertido en su nombre propio, o sea, en el laurel, que pasaría a ser el símbolo perenne de su paradójica victoria.

6.- La pareja, algo bueno tenía que tener, nos saca de las casillas egoístas de nosotros mismos y del narcisismo ególatra del amor propio, contra el que es el mejor antídoto.

7.- Una prueba de que la identidad no es más que un fetiche, esto es, un hechizo, o sea, algo ficticio, como revela la etimología del vocablo, es que el parlamento de una comunidad autónoma española va a destinar este año que entra una partida presupuestaria de muchos miles de euros a fomentar la suya propia. Si es preciso incentivar esa identidad, subvencionándola económicamente, es que no se sostiene en pie sin el crédito por sí sola. Esto nos hace pensar que tal vez el dominio no sea absoluto ni perfecto, que quizá Dios no sea todopoderoso, que quizá haya alguna esperanza de que se resquebraje la esencial homogeneidad del ser, que diría Mairena, aquel precursor de todo lo contrario, porque, si no fuera así, el corsé de la identidad se impondría per se sin más, sin necesidad de que nada ni nadie la fomentara económicamente.

8.- Este mundo todo, es decir, eso que se llama la realidad, ha sido puesto delante de nuestros propios ojos a guisa de venda para ocultarnos la verdad.

9.- Políticos y científicos de diverso pelaje se rasgan las vestiduras por el nacimiento de Eva, la primera niña clonada. Pero Eva no es, a pesar de las resonancias bíblicas de su nombre propio, el primer clon humano: Todos y cada uno de nosotros somos perfectos ejemplares equiparables como dos gotas de agua que tienen la pretensión de ser distintos y originales; todos somos clones.

10.- Dios no es más que un pretexto o una disculpa que tiene mucha gente, incluidos los que se consideran ateos, para creer en algo.