miércoles, 10 de noviembre de 2021

Ocurrencias varias

Bancarrota. - ¡Bancarrota! Analicemos la palabra: ¿La Banca se romperá alguna vez? ¡Ojalá! ¡Quiera Dios que así sea, como decían las alumnas de un colegio de monjas para aprender a conjugar el modo subjuntivo, que sirve para expresar los deseos! ¡Quiera Dios o el Diablo, en su caso, vete tú a saber, que no siempre gane la banca, que pierda alguna vez, que todos los bancos y bancas del mundo se declaren en quiebra y en bancarrota! 
 
La ventana indiscreta.- Es el título de una película memorable. Y es que toda ventana abierta tiene algo de indiscreción. A través de una ventana abierta pueden verse muchas intimidades y compartirse muchos secretos: a través de la ventana entra el viento (ventana viene de viento, como window en la lengua del imperio procede de wind, que es también el nombre del viento) y a través de la ventana aireamos los trapos sucios de nuestra intimidad. Abramos todas las ventanas para que entre un poco de aire fresco. 
 
La siesta, Gustave Caillebotte (1877)
 
 Del suicidio.- Aquí despotricamos a menudo contra el mundo y renegamos de la falsedad de la realidad, denunciando su mentira consustancial, incluidos nosotros mismos. Algunos me han preguntado alguna vez: ¿Por qué no te suicidas? He aquí algunas respuestas que he ido dándoles a unos y a otros y que se me ha ocurrido reunir: Porque no creo en las soluciones “fáciles” ni definitivas; porque prefiero no tomarme demasiado en serio como para hacer una cosa así; porque no estoy seguro de que eso sea ninguna solución; porque la vida no tiene sentido, pero la muerte probablemente tampoco. No me suicidio no tanto por instinto de supervivencia como por pereza. 
 
El mar, la mar.- El piélago, metáfora de mil naufragios,de todos mis naufragios absolutamente. 
 
Sacrosanta Semana.-  Lo peor de la Semana Santa no es tanto la consagración del dolor, el sufrimiento y el sacrificio como ideales de vida, cuyo paradigma es la pasión de Jesucristo, un Cristo alejado de la sensualidad y los placeres, como el hecho de que no deja de ser, a fin de cuentas, una santificación de la división del tiempo más aberrante y antinatural que tenemos los seres humanos, la sacrosanta semana laboral. La semana ya existía antes de que Dios creara el mundo. Por eso el primer día creó tal y cual, y el séptimo descansó. ¿No podríamos hacer nosotros algo para liberar a Dios y para liberarnos nosotros de esa servidumbre semanal? 
 
Mi problema personal.-  La pescadilla de enroscar, el pez que muerde su propia cola: yo no puedo resolver mis problemas propios personales, porque yo soy el único problema personal que tengo.
 
Homenaje a Caravaggio, Dimitris Anastasíu  (2009)
 

Desnudez como provocación.- Frente a vuestros uniformes militares, religiosos o civiles esgrimimos sin tapujos nuestros cueros in puris naturalibus.
 
Consolación a un amigo despedido de su trabajo.-   "Hoy me han despedido del trabajo”. Lamento lo de tu despido. No se me ocurre ningún consuelo mejor que decirte que lo que se pierde, bien mirado, es, por otra parte, lo que se gana. Piensa que te has librado de tus cadenas. La pérdida de ese trabajo es lo que has salido ganando: toda una bendición. Como dice el dicho popular, no hay mal que para bien no venga. Y nunca mejor dicho que en este caso. Si la pérdida de un trabajo parece en principio algo malo, mirado por el lado que se debe es una liberación: lo mejor que podía haberte pasado aunque estemos en tiempos de crisis y no tengas derecho a paro. 
 
Res publica.- No es monárquica la luna ni tampoco lo es el sol, y no es monárquico el aire ni tampoco lo soy yo. 
 
¿Por qué no juegan ya los niños en la calle en España?.- Porque tienen muchos, demasiados juguetes, tantos que ya no saben, se les ha olvidado, jugar con otros niños. 
 
Realidad imaginaria.- La realidad ha resultado que era ideal y, por lo tanto, imaginaria y no sólo virtual, como demuestran cada dos por tres la televisión -después del apagón analógico, que ya es agua pasada, historia,  vino la era (ya ha llegado, el futuro ya estaba aquí) de la televisión digital- y la más moderna Red,  que se empecinan en retransmitirla para que no perdamos la conexión, es decir, el hilo de la fe en ella. 
 
Cara y cruz del trabajo. - ¿Qué diría el venerable e injustamente olvidado Karl Marx hoy del trabajo asalariado si levantara la cabeza de la tumba donde lo han enterrado los marxistas? Que el trabajo es la maldición del pueblo: si no lo tienes malo porque te falta y si lo tienes malo porque te sobra.
 

 A=-A, Dimitris Anastasíu (2021)
 
¿Por qué da igual quién gobierne?. - Gobierne quien gobierne, gobiernen unos o los otros, da igual, como sabe el pueblo, porque los gobernantes democráticos, que son aquellos hombres y mujeres igualadas por el mismo rasero masculino con apetito de poder que han sido investidos por la gracia del voto popular, son gestores de la economía de mercado, es decir, del dinero. Y nadie va a atentar contra los sacrosantos intereses de la economía, a la que le interesa que haya empresas para que siga habiendo obreros –es decir esclavos- que las sostengan. 
 
Caballo que alcanza pasar querrá.- Cuando llegamos a la meta que nos habíamos trazado, queremos pasar, habida cuenta de la insaciabilidad de nuestras aspiraciones humanas. Porque, en realidad, nunca se alcanza la meta, porque antes de llegar a ella es preciso recorrer la mitad del trayecto, y antes de la mitad, la mitad de la mitad... y así sucesivamente, infinitamente... Es verdad que el que la sigue la consigue, como nos dice el refrán y la voz de la experiencia, como Apolo, enamorado apasionadamente de Dafne, persiguiéndola incansable, pero, cuando la consigue, descubre que ella ya no es la ninfa que lo había enamorado y que él quería, ya que ha cambiado y se ha transformado en el árbol del laurel, que pasará a ser el símbolo de su paradójica victoria. El caballo no alcanza nunca la meta. Y si la alcanza, descubre la realidad de la mentira, la mentira de la realidad: no era esa su meta. 
 
 
Muerte en Florencia , Dimitris Anastasíu (2011)
 
Roma no está en Roma. - Quevedo ya avisaba al viajero de no buscar a Roma en Roma, porque no iba a encontrar otra cosa más que el «cadáver en la que sustentó murallas». Las agencias de viaje nos invitan, sin embargo, a buscar a Roma en Roma, pero resulta que Roma sólo está en sus folletos turísticos. 
 
Week end.- La neurosis del fin del semana es que la semana no se acaba nunca, no hay, en rigor, ningún fin de semana ni domingo que no suponga una vuelta a empezar, serpiente que se muerde la cola.
 
Libros de autoayuda.- Los libros de autoayuda sólo sirven para ayudarnos a soportar el yugo insoportable de ser nosotros mismos y la peor fidelidad que hay, que es la de ser fiel a uno mismo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario