miércoles, 19 de junio de 2024

Mixtura

La OMS ha modificado la definición de pandemia, lo que le permite declarar una basada en un riesgo potencial que aún no ha ocurrido y no en un hecho confirmado. 

 
 La tradición de aprender versos de memoria ha desaparecido en la escuela y, como consecuencia de ello, aumenta la enfermedad de Alois Alzheimer y la desmemoria. 
 
 Las imágenes que salen en los medios están destinadas a adoctrinarnos para que centremos nuestra atención en ellas, como zanahoria puesta al asno por delante.
 
 La tecnología, que iba a facilitarnos la existencia, entró en nuestra vida para complicárnosla. Y la solución de los idiotas es que hace falta más tecnología.
 
 Somos los títeres andrajosos y patéticos que bailan al son de la misma vieja melodía que reverbera a través de los tiempos al son que nos tocan los titiriteros. 
 
El cáncer, según la oncología, es una célula que se ha olvidado de su función en el organismo y ha perdido su identidad: yo soy un cáncer, la metáfora perfecta.
 
 Puedo configurar mi biometría con mi huella digital o el reconocimiento facial a fin de verificar mi identidad cuando realice alguna compra con el dispositivo.
 
 La mayoría de trabajadores españoles, a favor de la reducción de la semana laboral -¡a la fuerza ahorcan!- a treinta y cinco horas, sin reducción de su salario.
 
 

  Ya nadie quiere salir de su casa, aunque sea pasto de las llamas, sin consultar las previsiones meteorológicas a fin de saber el tiempo que hará en el exterior.
 
 
 Hace calor, mucho calor, fruto del calentamiento global del planeta provocado por el cambio climático, que desembocará paradójicamente en una nueva glaciación.
 
 Queremos ver la lluvia desde la ventana, tras los cristales, no salir a la calle y que nos caiga por sorpresa un chaparrón encima y nos empape hasta los huesos.
 
 La palabra escuela, con que los griegos designaban el tiempo libre, ha degenerado tanto que designa la institución abocada a formar productores y consumidores.
 
  Nadie sabe leer versos. Muy pocos actores y recitadores pueden declamarlos. Nadie reconoce un hendecasílabo si no cuenta las sílabas con los dedos de la mano.
 
 La ciudad de Nueva York plantea prohibir la mascarilla en el metro porque, al salvar vidas, protege las de los delincuentes y dificulta así el trabajo policial.
 
 La hacendosa hormiga había alimentado tanto odio contra las cigarras haraganas que el día de las elecciones decidió acabar con ellas votando por el insecticida.
 

 

martes, 18 de junio de 2024

Higos dulces como la miel

    Marco Porcio Catón, también conocido como Catón el Viejo o Catón el Censor, que vivió a caballo entre los siglos III y II antes de nuestra era, es en la historia de la literatura occidental el creador de la prosa latina; autor, entre otros libros, de una obra historiográfica Origines y de un tratado De agricultura, era un romano chapado a la antigua que se opuso al círculo helenístico de los Escipiones, y a la influencia griega que cada vez permeaba más en la sociedad romana, lo que no le impidió, según se cuenta, sin embargo, ponerse a estudiar griego a la avanzada edad de ochenta años.

    Cuenta Plutarco en su biografía de Catón el Viejo que en una sesión del senado sorprendió a los senadores haciendo aparecer ante su vista como por arte de magia unos higos frescos, muy apetecibles por su tamaño y hermosura, que sacó de los pliegues de su toga donde los llevaba guardados, y diciéndoles que las higueras de las que habían sido arrancados no distaban de Roma más de tres días de navegación, es decir, estaban cerca, muy cerca, relativamente cerca, en el norte de África, pues eran higos líbicos, de Cartago. La mención de aquel nombre propio sin duda les provocó el escalofrío del grito de alarma de '¡Aníbal está a las puertas!', es decir, que el enemigo estaba a pocas millas de Roma, como llegó a estar después de haber cruzado los Pirineos y los Alpes con sus elefantes y sus tropas y haberse introducido en la península itálica y estado a punto de destruir la ciudad eterna si no se hubiera demorado en las delicias de Capua.


    Aquellos higos de la Libia, dulces sin duda como la miel, eran la prueba palpable y evidente de la amenaza real del esplendor comercial cartaginés. Para el viejo terrateniente los púnicos, como llamaban los romanos a los de Cartago, descendientes de los fenicios, la odiada rival pese a haber sido derrotada dos veces antes, descollaba en la producción del vino y de los higos, y era pujante su comercio marítimo por el Mediterráneo. 

    Hasta tal punto se había obsesionado Catón con Cartago que, aunque no viniera a cuento, siempre que tenía oportunidad concluía con un odio implacable sus intervenciones en el senado con la misma cantilena: “Creo que Cartago tiene que dejar de ser lo que es”, o, como diríamos con verbo más moderno: Cartago tiene que dejar de existir”. Escipión Nasica, sin embargo, cuenta Plutarco, opinaba lo contrario. Para él Cartago tenía que seguir siendo lo que fuera y existiendo.

    Son dos actitudes aparentemente contrapuestas: Catón el Viejo representa el delenda est Carthago -'hay que destruir Cartago'-, mientras que Escipión Nasica representa lo contrario: seruanda est Carthago -'hay que conservar Cartago'-. Pero Nasica no lo hacía por amor a la paz, porque él, en eso era igual que Catón, no era ningún pacifista, sino porque interesaba a la república mantener una 'guerra fría', avant la lettre, y crear así la ilusión de que había un enemigo externo que había que preservar, porque el enemigo, a fin de cuentas, era más útil vivo y tenido a raya que muerto y como tal eliminado. 

Catón y Escipión discutiendo la destrucción de Cartago, Maître François (1475)

 Escipión: -Non destruatur Cart(h)ago propter mala nobis inde uentura. (Que no se destruya Cartago por los males que van a venirnos a raíz de eso)

Catón: -Destruatur Cart(h)ago propter mala nobis iugiter mun(i)enda. (Que se destruya Cartago por los males que van a creársenos constantemente

    Cartago había sido la potencia rival de Roma, el enemigo histórico que había sido derrotado en la primera y en la segunda guerra púnicas, cuyo recuerdo convenía mantener vivo porque la plebe romana vivía aquella paz desordenadamente y era menos obediente al senado, por lo que en cualquier momento podía estallar una revuelta social. En realidad Escipión Nasica sabía que el poder de los cartagineses no era tan grande como para temer que pudieran vencer a los romanos ni tan pequeño como para despreciarlo.

    Catón el Viejo convenció al senado gracias a su retórica y a sus higos presuntamente cartagineses, y fue el responsable de la tercera y última guerra púnica que estalló en el año de su muerte, el 149 antes de nuestra era, cuya destrucción acaeció en la primavera del año 146, por lo que él no pudo contemplar cómo los legionarios de Escipión Emiliano demolieron durante días lo mucho que todavía quedaba en pie tras el asedio, roturando el solar durante diecisiete días, según se cuenta, con sal para que no germinara ni creciera siquiera una triste higuera. 

Guerra civil en Roma tras la destrucción de Cartago, Maître François (1475) 

    La destrucción de Cartago al final de la tercera guerra púnica, como escribirá el historiador Salustio, supondrá paradójicamente el inicio de la decadencia de Roma y su régimen republicano. Desaparecido el enemigo exterior, que garantizaba la cohesión interna, la ciudad se volverá contra sí misma, pues era el miedo al enemigo cartaginés o púnico lo que la mantenía unida “in bonis artibus” en el buen gobierno, metus hostilis in bonis artibus ciuitatem retinebat, como dejó escrito Salustio. 

    Jacobo de la Vorágine pone en boca de Nasica las siguientes palabras que resumen a la perfección su pensamiento: "No me gusta el consejo de Catón. Pues yo considero que es útil a la república que tengamos ciertos enemigos, porque eso nos mantendrá en el temor y el temor nos mantendrá en la unidad, pero si no tenemos enemigos exteriores, nos nacerán interiores, ya que si nos falta por cualquier parte una guerra externa, sin duda la tendremos intestina, porque la propia seguridad y la paz serán entre nosotros la causa de múltiples desgracias".    

     Viniendo a lo de hoy, asistimos a una nueva estrategia: enarbolar el catoniano delenda est Rusia azuzando a otros para que combatan contra el enemigo, al que hay que destruir, evitando así el desgaste propio. El imperio estadounidense, que podría ser en la actualidad, mutatis mutandis, el equivalente del romano, se encuentra ante Rusia y China en la misma coyuntura que Roma ante Cartago. El tío Sam teme a Rusia, pero en lugar de enfrentarse a ella directamente lo hace a través de su títere ucraniano, el actor nato, con el apoyo político y económico de la Unión Europea y de sus aliados atlantistas.

lunes, 17 de junio de 2024

Pareceres LI

246.- El horror de llegar. El viaje ha sido devorado por el turismo vacacional organizado y por esa curiosa actualización de la peregrinación de los clerici uagantes que es hoy el programa universitario Erasmus -que los estudiantes denominan jocosamente Orgasmus-, y es una auténtica fragua de homologación. En ese sentido, el turismo es la parodia moderna del viaje romántico. Si el sentido de aquel era el descubrimiento y el encuentro con lo diferente a fin de superar el miedo a lo desconocido,  en el mundo globalizado de hoy lo que uno encuentra en su destino turístico es lo mismo que tiene y que le espera a la vuelta de la esquina, lo que hace que el desplazamiento como tal carezca de ese sentido primigenio de descubrimiento de lo otro. Habría que desafiar antes la homologación cultural de la globalización que padecemos para que el desplazamiento tuviera algún sentido. En un mundo que se ha empequeñecido enormemente, el pensamiento, sin embargo, sigue invitándonos a ir lejos, a deambular por caminos poco trillados que pocos tienen el valor de recorrer. Sin metas, sin destinos. Citando a Machado: “¡Ay del noble peregrino / que se para a meditar / después del largo camino / en el horror de llegar!”. 
 
247.- Papel higiénico. Una vez decretado el Estado de Alarma, el papel higiénico fue lo primero que desapareció de las estanterías de los supermercados: la población tenía pánico a perder el control de sus esfínteres anales y uretrales, y a ensuciarse haciéndoselo encima, como suele decirse. El acaparamiento del papel higiénico es una regresión inconsciente a nuestra más temprana edad, la etapa anal, según diría el doctor de Viena don Segismundo Freud, que aseguró que los seres humanos equiparamos inconscientemente las heces con el oro o el dinero. En "Sobre las transformaciones del instinto como se ejemplifica en el erotismo anal", el padre del psicoanálisis escribió: Dado que sus heces son su primer regalo, el niño transfiere fácilmente su interés de esa sustancia al nuevo que él encuentra como el regalo más valioso en la vida. Pero la sociedad adulta le dice al niño que "eso" que él produce y que a él le interesa porque es producto suyo, es "caca", algo que no se come, que no se toca, que huele mal, algo que es una función fisiológica, natural, pero de la que uno debe avergonzarse: caca, nene. Eso no se hace. Y el niño renuncia a su don, aprende que hay que limpiarse el culo, y no sólo eso, sino que hay que controlar la producción de heces, que defecar no es un acto placentero que se pueda hacer en público, sino privado, y la mierda no es un tesoro que ofrecer, sino algo de lo que hay que avergonzarse. 
 
 
248.-Realidad y realeza del dinero. Hasta que a comienzos del siglo XXI, en 2002 se impuso el euro sustituyendo a la peseta, se oía en castellano la expresión de que algo no valía "ni dos reales" o que no valía "ni cuatro cuartos" para dar a entender que valía muy poco. 'Cuarto' era el nombre de una vieja moneda española, que se acuñó entre los siglos XIV y XV, que equivalía a cuatro maravedíes, siendo ocho cuartos y medio el valor del real, la otra vieja moneda. El nombre de la moneda "real", como el Real Decreto Ley, deriva de la palabra latina regalem, adjetivo formado sobre el sustantivo rex regis que era el nombre del rey. Por eso a una moneda, acuñada con la imagen del rey, se la llamó real. Resulta curioso cómo en castellano se confundieron enseguida regalem ('relativo al rey') y realem ('relativo a la cosa'), de res rei 'cosa', pero no era lo mismo una boda real, en el sentido de no ficticia o no imaginaria, que una boda del rey. Pero la polisemia del adjetivo, que se deshace en el sustantivo abstracto, en un caso 'realeza' y en otro 'realidad', nos sugiere que el dinero -representado en la moneda acuñada con el rostro regio del monarca- es lo que da realidad a las cosas, nombre e identidad, y precio, por lo tanto, idealizándolas.
Imágenes reales: del rey (delante) y de la realidad (detrás)  

249.- Teatrocracia e hipocresía. Los griegos llamaron al actor “hypokrités”; palabra que subsiste curiosamente en nuestra lengua como reproche que se le hace a alguien por su falsía bajo la forma “hipócrita”: el que actúa y no precisamente en un escenario, es decir, el mal actor, que desempeña  su papel en las tablas del poco noble teatro de la vida cotidiana. El divino Platón, por su parte, inventó la palabra “teatrocracia” que podría recobrar vida e importancia en este mundo nuestro contemporáneo que fue descrito como “sociedad del espectáculo” (Guy Débord). La teatrocracia correspondería a este estado de degeneración de la democracia, esa superstición tan difundida, ese abuso de la estadística. como dictaminó Borges, en el que gobernaría la mayoría, que nunca totalidad, del público. Es el gobierno de las masas, de la chusma, dicho con todo el poder despectivo de esta última palabra. No el gobierno del pueblo, porque el pueblo, la gente, no es una masa de individuos y cada individuo un voto, como pretenden los políticos que sea para que sea sólo eso y nada más que eso, sino algo vivo y palpitante, que está, a poco que se le deje hablar y se le preste oídos a lo que dice, diciendo siempre que no a todas las imposiciones que sobre él se fundamentan, y, en concreto, a la tragicomedia de la realidad. 
 
 
250- Reírse de Dios (y de todo dios). El obispo de Roma ha dicho en un encuentro celebrado en el Vaticano con más de un centenar de humoristas y comediantes de todo el planeta que le gusta rezar cada día y lo hace con la oración de Santo Tomás Moro: “Dame, Señor, sentido del humor”. Les dice a los cómicos que cuando hacen que alguien sonría, hacen también sonreír a Dios. Resulta sin embargo un poco difícil entender cómo puede alguien hacer sonreír a Dios, ese señor tan serio. Y reparte, como si fueran hostias consagradas, los siguientes tópicos sobre lo buena que es la risa del humor, que nunca es contra alguien, sino que siempre es inclusiva, proactiva, que despierta apertura mental, simpatía, empatía. ¿Podemos “reírnos también de Dios”? Por supuesto, afirma, y esto no es una blasfemia, podemos reírnos, mientras jugamos y bromeamos con las personas que amamos. Se puede hacer, pero sin ofender los sentimientos religiosos de nadie. ¿Cómo reírse de Dios sin ofender los sentimientos religiosos? Se pueden denunciar los abusos de poder... con una sonrisa. Podemos, pues, reírnos de Dios y de todo dios, incluido el vicario de Cristo, al que tanto le preocupa la inteligencia artificial que deforma sus imágenes.
 
 

domingo, 16 de junio de 2024

Vuelve 'il fascio'

    Traigo aquí la viñeta de elPERICH, todo un clásico ya de la ilustración gráfica con contenido textual, en la que un personaje pensativo, ante una pintada anónima en una pared que dice “¡CUIDADO VUELVE EL FASCISMO!”, se pregunta escéptico: “Ah... ¿Pero se había ido?” 
 
    Y es que, en efecto, pensamos con él, no puede volver algo que nunca se ha ido, que sigue aquí pero que ha evolucionado y que ha logrado, en el colmo de los colmos, llegar incluso a travestirse y disfrazarse de antifascismo. Por lo tanto no vuelve, no, sigue entre nosotros, como el virus coronado, si se me permite el símil. 
 
     Vuelve el fascismo, de elPERICH (manipulado)
 
    Precisamente cuando creíamos que el virus chino como se le llamó al principio o de Wuhan era historia -como el fascismo de principios del siglo XX en Europa, o fajismo como prefería Unamuno con término más patrimonialmente castizo- resulta que se nos presenta bajo una de sus múltiples mutaciones porque tanto este como aquél se han modificado proteicamente, convirtiéndose en lo contrario aparentemente de lo que eran: Ahora toca, por lo que leo, la variante FLIRT del coronavirus, que está haciendo leves estragos -debido sin duda al fracaso exitoso de las vacunas que pretendiendo combatir el virus resultan ellas mismas virales- en la gente que conozco y en la que leo del otro lado del charco. 
 
    El virus es proteico, como el fascismo que, según la paradoja que le dijo Nino Maccari a Ennio Flaiano incluye el antifascismo: los fascistas se dividen en dos categorías: los fascistas y los antifascistas, que para definirse como tales necesitan crear, como don Quijote, el monstruo que combaten.
 
    Ya Passolini en El fascismo del antifascismo nos advirtió de que el fascismo actual era la 'sociedad de consumo', con una definición que parece inofensiva, meramente descriptiva, y recubre una auténtica dictadura, quizá la más difícil de desenmascarar porque se disfraza de libertad, la del mercado.
 
Otra versión de lo mismo: cuidado, vuelve la derecha.  

    El mensaje del muro de la viñeta de elPERICH lo oímos constantemente bajo muchas formas procedente sobre todo de nuestro gobierno progresista y de los que lo apoyan: Hay que evitar la vuelta del fascismo, de la ultraderecha, de la extrema derecha, de la dictadura, del nazismo... como si el auténtico fascismo, en su millonésima actualización, no fuera precisamente la realidad que tenemos, incluido el gobierno progresista que la defiende y gobierna y cualquier otro que aspire a ocupar su lugar y sustituirlo. 
 
    Entre nosotros, es célebre esta entrevista que le hizo a Antonio Escohotado un periodista televisivo, en la que afirma que la extrema derecha no existe, que es un invento de la extrema izquierda que necesita un reflejo especular, y donde no hay algo se lo inventa a modo de fantasma de Canterville.
 
 
    Habría que objetarle, no obstante, al maestro Escohotado que probablemente la extrema izquierda tampoco exista, y que toda izquierda que asuma el poder deja de ser izquierda para convertirse ipso facto en derecha a juzgar por lo que hemos vivido en España bajo el gobierno progresista.

sábado, 15 de junio de 2024

Aria di frocciagine

    In Vaticano c'è aria di frociaggine, lo dijo el otro día el papa Francesco a puerta cerrada, pero las paredes oyen y ha trascendido y se ha sabido: 'En el Vaticano hay ambiente de mariconerío'. 
 
    Algunos se preguntan qué le habrá pasado al Santo Padre que se descolgaba diciendo que en los seminarios de curas había demasiado mariconerío, un comentario muy vulgar, despectivo y homófobo impropio de quien ha publicado un libro titulado “¿Quién soy yo para juzgar?”. Tuvo que desdecirse enseguida diciendo que hay que acoger a los homosexuales en la iglesia y afirmar que en ella hay sitio para todos, pero no así en los seminarios, donde no conviene que los haya por aquello de la posterior pederastia de la que tanto se acusa al estamento clerical. 
Fotos fake del papa Francesco creadas con IA
 
     Y qué le habrá pasado cuando hace poco ha sostenido también que las homilías no deberían durar más de ocho minutos, porque si duran más la gente se aburre y se duerme en la iglesia y si se amuerma deja de asistir al santo oficio, y se queda así sin feligreses. Por eso ha propuesto una homilía light,  incisiva y breve, a lo Gracián -lo bueno, si breve, dos veces bueno- tendiendo "un puente eficaz entre la palabra de Dios y la vida de los fieles", que no interrumpa mucho la frenética actividad consumista de los parroquianos, que tienen tantas cosas que hacer y tan poco tiempo por delante que no pueden perderlo escuchando sermones parroquiales. 
 
    Este Santo Padre, que ya se alió con la farmacopea universal promocionando las vacunas como acto de amor entre los cristianos y que se lleva también con el G7 que le invitan a su cumbre -nunca antes un papa de Roma había asistido a la reunión de las economías más industrializadas de este mundo -Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido- y  que no deja de sorprendernos con sus encíclicas ecológicas y poco teológicas en las que ha sustituido al viejo dios bíblico por el Planeta, al que hay que salvar a toda costa, y que tanto se preocupa por la Inteligencia Artificial, parece que está dispuesto a acelerar ahora la desaparición del cristianismo en manos de un neoliberalismo globalizador liberal progresista que no tiene mucha necesidad de la religión tradicional. 
 
 
      ¡Cómo le taparon enseguida la boca para una vez que la abrió y predicó el amor a los enemigos según el evangelio de Cristo, cuando gritó el “Basta guerra!” y aconsejó al actor nato de Ucrania que firmara la paz con Rusia!

viernes, 14 de junio de 2024

"Como mucho, uno o dos casos"

    Un informe del televisivo director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, cuyo nombre propio no merece más que piadoso olvido, al que recientemente se vio acompañando en Ginebra a la Ministra de Sanidad que se postulaba para entrar en el Consejo Ejecutivo de la OMS(1),  'tranquiliza' a la población española sobre la gripe aviaria que se avecina diciendo: “El riesgo es muy bajo”. 
 
 
     Aunque probablemente tenga razón y el riesgo de contraer la gripe aviar sea muy bajo o nulo, todos recordamos que al comienzo de la pasada pandemia universal de la enfermedad del virus coronado también dijo el citado personaje que el riesgo era muy bajo. “Como mucho habrá 1 ó 2 casos”, pronosticó literalmente, y ya vimos el chaparrón que se nos echó encima: los casos se multiplicaron por doquier al aumentar los ciclos de la prueba diagnóstica que falseaba la realidad y detectaba lo que no había, nos confinaron a todos, nos amordazaron con la mascarilla o mascareta, como prefieren los catalanes, redujeron nuestra libertad de movimiento y nos impusieron las banderillas en los ruedos ibéricos de los vacunódromos y el pasaporte sanitario para viajar y asistir a los eventos públicos... ¡Y la gente, encima, salía a aplaudir a las autoridades que nos 'salvaban' así la vida a las ventanas y balcones a las ocho de la tarde!
 
      Así que aunque ahora diga que el riesgo es ínfimo, por más que tenga razón, no nos tranquiliza a nadie, sino todo lo contrario, nos echamos a temblar temiendo la próxima que nos están cociendo en las alturas, de donde nunca cae nada bueno, y máxime, además, cuando leemos que la Unión Europea se gasta otra vez el dinero de sus contribuyentes en adquirir por lo pronto 665.000 dosis para abastecer a granjeros y veterinarios de los Estados miembros. 
 
 
 
     Dicen los expertos que el virus ya está aquí, y vaticinan que solo es cuestión de tiempo que acabe transmitiéndose entre personas. Y cuando esto ocurra podríamos enfrentarnos, Dios no lo quiera, a una nueva pandemia originada por un virus respiratorio transmisible como el coronavirus o cualquier otro virus gripal, provocando desde casos asintomáticos -contradicción en los términos a la que tontamente nos hemos habituado- hasta síntomas que irían desde muy leves (conjuntivitis, rinitis, tos, mucosidades y afecciones respiratorias varias) a graves como la neumonía que requiere hospitalización, y la muerte inevitable. 
  
    El contrato firmado por la UE incluye inicialmente más de medio millón de dosis de vacunas, como queda dicho, así como la opción de adquirir hasta cuarenta millones más de dosis si la situación lo requiriera. No se sabe cuánto tiempo tardará este virus en convertirse, merced a la OMS, en pandemia universal. Pero sí se sabe que el H5N1, que es su nombre técnico, ha progresado mucho, y evolucionado, según cuentan, una auténtica barbaridad. 
 
    La influenza aviar, pese a tantos influencers e influyentes medios de comunicación que son los que la inoculan como entre nosotros El Diario Global, alias El País, y tutti quanti, no es un riesgo para los mamíferos, incluidos nosotros, los humanos. Y eso lo sabe la comunidad científica desde hace décadas. El virus, pues, no representa ningún peligro a no ser, claro está, que hayan soltado o se les haya escapado accidentalmente, vaya usté a saber, alguna cepa modificada genéticamente suya que a todos nos contagie. 
 
 (1) La ministra de Sanidad española presentó “con la mirada puesta en la sanidad pública y el bien común” su candidatura en la 77ª Asamblea Mundial de la Salud para formar parte del Consejo Ejecutivo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el período 2025-2028. En sus redes sociales se autodefine como ministra “con la misma vocación de servicio público que me ha acompañado todos los días de mi vida, dentro y fuera del quirófano”.

jueves, 13 de junio de 2024

¿Anarcocapitalismo?

    Últimamente se oye mucho hablar de anarcocapitalismo y anarcocapitalistas o partidarios de la intervención mínima del Estado en la vida de la gente y, al mismo tiempo, defensores del capitalismo existente. El termino 'anarco-capitalista' es un cóctel explosivo entre lo primero “anarco” y lo segundo “capitalista”, dado que los que así se denominan defienden por un lado la reducción del Estado a su mínima expresión y por otro tienen fe en el mercado, la competencia y la propiedad privada, por lo que son en realidad los liberales o neoliberales de toda la vida, que quieren un Estado mínimo, porque el Estado nos roba, y contra eso se rebelan, pero no contra la propiedad privada, que es como aseveró Proudhon el auténtico robo. Por eso han elegido como su bandera o sus colores la aurinegra: el amarillo representa al oro y la propiedad privada, y el negro la anarquía.

 
    Que la derecha más extrema se sienta cómoda con el término «anarcocapitalismo» molesta e irrita puesto que la defensa de un anarquismo de libre mercado o de propiedad privada, nada tiene que ver con el término anarquía y ni siquiera con el termino anarquismo, que ha rechazado mayoritariamente la propiedad privada y el libre mercado capitalista. Como escribe la historiadora Laura Vicente en su blog: La derecha nos roba los 'muebles': anarquismo y lo libertario:   Hace tiempo que tengo la sensación molesta de que la derecha se apropia de términos que no les han pertenecido y que los medios de comunicación, ¡¡como no!!, ayudan en la consolidación de dicha apropiación.
 
    Nos roban, en efecto, el mobiliario terminológico. El otro término del que se han apropiado es “libertario”, de larga tradición en España con el significado de “anarquista” desde la fundación de las Juventudes Libertarias en 1932, y que aparece también en la expresión “movimiento libertario” que vinculaba y relacionaba a la CNT, la FAI y las JJLL. 
 
    Pues bien en 1971 se crea en los Estados Unidos el Libertarian Party o Partido Libertario, que nada tiene que ver con el anarquismo, cuyos objetivos son la mínima expresión del Estado, y la reducción de los impuestos, pero no la abolición del dinero ni de la propiedad privada. 
 
    El Partido Libertario argentino, mucho más reciente, fue creado en 2018, y en 2021 se presentó a las elecciones formando una coalición con otros partidos de la misma cuerda político-económica llamada La Libertad Avanza, que presentaba a Javier Milei como primer candidato con su lema ¡Viva la libertad, carajo! y su defensa de la minarquía o minarquismo -mínima expresión del Estado-, que resultó elegido presidente de la república y es el actual inquilino de la Casa Rosada. 
 
 
    Otra diferencia con el movimiento libertario clásico que rechaza las elecciones, tanto las sindicales como las políticas. La contradicción de estos “libertarianos”, como los denomina Laura Vicente para diferenciarlos de los libertarios, es que, partidarios como son de reducir el Estado a su mínima expresión, lo quieren fuerte, por lo que no renuncian al uso de la fuerza y de su columna vertebral, que son las fuerzas armadas, tanto el ejército como las diversas policías. 
 
    Y finalmente se apoderan de la palabra “libertad”, que no vamos a definir positivamente, pero sí negativamente como hace y dice cualquiera que piense un poco y diga lo que siente: Libertad no sabemos qué es, pero sí sabemos que no puede ser consumir, no es la servidumbre de los mercados, no es dejarnos gobernar por nuestros presuntos representantes y sus fementidos cantos de sirena. 
 
    La palabra anarquía, procedente del griego ἀναρχία, compuesto de la negación an- y del término arquía, que procede de ἀρχή que tiene un doble sentido (en primer lugar comienzo, y de ahí principio, punto de partida y también meta o punto de llegada; y en segundo lugar, poder político, autoridad o gobierno), no solo significa la negación de este último, sino también de su fundamento primero y último que instaura una jerarquía fuera de la cual imperaría el caos y el desorden. 
 
¿Anarco?capitalismo
 
     Resulta evidente que el llamado «anarcocapitalismo», o neoliberalismo, ni rechaza el poder ni mucho menos ese primer principio y meta a la vez, que sería el dinero o capital, sino todo lo contrario. La anarquía, por tanto, más que la afirmación de alguna cosa positiva como podría ser la multiplicidad y la diversidad ilimitada, es la negación de la jerarquía y de la dominación. Por lo que no tiene nada que ver con la dictadura del mercado, ni con la competencia entre seres humanos, ni mucho menos con la propiedad privada que establece el dinero que convierte a las personas en seres dependientes de otros seres y dominados por el afán de poseer. 

    En el otro extremo tenemos a los socialistas, socialdemócratas, “progresistas” como gustan llamarse ahora en España, o bienestaristas por aquello de paladines del Estado de Bienestar. Son los partidarios de que el Estado corrija las desigualdades económicas a fin de no dejarlo todo en manos del mercado y de la libre competencia, dadas las terribles consecuencias.

    Pero ambas posturas, tanto la que se inclina por el mercado, como la que prefiere la tutela del estado, no son tan contrapuestas como parecen a primera y simple vista y como nos quieren hacer creer los políticos de izquierdas y de derechas, sino más bien complementarias. 

Exhibición (a la derecha de la imagen) del 'anarcocapitalismo' argentino. 

   Los que parecen enemigos irreconciliables en realidad son amantes desesperados, y en ese sentido no deberíamos consentir que la palabra “anarquía” sea tomada por los mayores defensores del orden, y deberíamos recuperar la vieja tradición del anarquismo y del pensamiento libertario clásico que se opone tanto al Estado como al Capital.

miércoles, 12 de junio de 2024

Comprimidos en cápsulas

Érase una vez, una vez que no acabó de pasar aún. 
 
En realidad todo cambia, y en verdad todo sigue igual. 
 
De repente, se ha levantado el viento, y va todo y yo a volar. 
 
Todo fluye, igual que el río que se quedó seco sin caudal. 
 
Lo mismo duró que lágrima de rocío al salir el sol. 
 
 
En la vieja charca salta la rana de Basho, chapotea el agua.
 
 ¿Qué será el amor, que nos tiene en vivas ascuas a nosotros dos? 
 
 ¿Error del sistema? No. El sistema es el error. ¡Ese es el problema! 
 
Se pone nocturna, por detrás de las montañas, fría ya la luna.
 
Pez, y no pescado, nadando en la mar salada, nunca en el mercado. 
 
¿La realidad? Es de la imaginación delirio ideal. 
 
Un lobo la paz camuflado bajo piel de oveja feroz. 
 
  ¿Crímenes de guerra? El crimen, la guerra misma en la negra tierra. 
 
 ¡Qué contradicción:  las imágenes atrofian la imaginación! 
 
Lo que se pierde es de alguna forma, también, ganancia a su vez. 
 
 Últimas noticias: Nada nuevo bajo el Sol, salvo el mismo Sol.
 
 ¿Hay vida después de la muerte? Y antes ¿la hay? ¿Quién la vio y la ve? 
 

 
¿Habrá vida en Marte? ¿La hay acaso aquí, en la Tierra? ¿Y en alguna parte? 
 
 “El trabajo libera” (lema de algunos campos de exterminio nazis) 
¿Quién nos librará del trabajo que nos da falsa libertad? 
 
 ¿Manda el pueblo allí, en el Reino Unido? No: el Big Ben es rey. 
 

 
Llega el finde ya, pero el fin de la semana ¿cuándo llegará? 
 
¿Cómo puede ser, si es imposible, que esté el magnolio en flor? 
 
 ¿Quién recordará el año, el día y el mes de la fecha de hoy? 
 
 oOo 
 
Helo aquí el week-end, el maldito invento inglés una y otra vez. Pero la semana al fin vuelve siempre a comenzar. 
 
 Canta, encantador, el petirrojo cantor triste su canción. Reconforta el corazón ahuyentando el mal de amor.
 
 
Me paro a escuchar la interminable canción, melodioso son del arrollo y las linfas que fluyen del hontanal.
 
Ya no soy aquel que era, aquel que fui una vez, pero el mismo soy. Es mentira y es verdad: Mira a ver si puede ser.
 
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¿De qué nos sirve, en la presente situación, cambiar de conductor y no de dirección? 
 
Podemos elegir el carcelero que ha de vigilarnos, sin escapatoria ya de nuestro cautiverio. A eso, nada más, tan solo, se reduce nuestra libertad. 
 
Resuenan los clarines de la guerra a fin de que aceptemos condición de falsa paz.

martes, 11 de junio de 2024

La invención del enemigo

    Publicaba recientemente el infatigable Giorgio Agamben una breve pero sugerente columna titulada La invención del enemigo, en la que analizaba con su habitual lucidez por qué los países europeos han convertido a Rusia en su enemigo mortal. Así escribía:
 
    "Creo que muchos se han preguntado por qué Occidente, y en particular los países europeos, cambiando radicalmente la política que habían seguido durante las últimas décadas, decidieron de repente convertir a Rusia en su enemigo mortal. Una respuesta es, con toda seguridad, muy posible. La historia demuestra que cuando, por la razón que sea, fallan los principios que aseguran la propia identidad, la invención de un enemigo es el dispositivo que permite -aunque sea de forma precaria y, en última instancia, ruinosa- hacerle frente. Esto es precisamente lo que está ocurriendo ante nuestros ojos. Está claro que Europa ha abandonado todo aquello en lo que creía -o, al menos, en lo que creyó durante siglos: su Dios, la libertad, la igualdad, la democracia, la justicia. Si en la religión -con la que Europa se identificaba- ya no creen ni los curas, también la política ha perdido hace tiempo su capacidad de orientar la vida de las personas y de los pueblos. La economía y la ciencia, que han ocupado su lugar, no son en absoluto capaces de garantizar una identidad que no adopte la forma de un algoritmo. La invención de un enemigo contra el que luchar por cualquier medio es, a estas alturas, la única manera de colmar la angustia creciente ante todo aquello en lo que ya no se cree. 
 
    Y ciertamente no es prueba de imaginación haber elegido como enemigo al que durante cuarenta años, desde la fundación de la OTAN (1949) hasta la caída del Muro de Berlín (1989), ha permitido llevar sobre todo el planeta la llamada Guerra Fría, que parecía, al menos en Europa, definitivamente desaparecida. Frente a quienes se obstinan en tratar de encontrar de este modo algo en lo que creer, es necesario recordar que el nihilismo -la pérdida de toda fe- es el más inquietante de los huéspedes, que no sólo no puede ser domado con mentiras, sino que sólo puede conducir a la destrucción de quienes lo han acogido en su casa."
 
 

 
    Tratando de dar una respuesta a la pregunta de por qué Rusia es el enemigo de la Unión Europea, formula Agamben con sus palabras lo que se ha dado en llamar el teorema de Salustio, que consiste en agitar el metus hostilis o miedo a la amenaza de un enemigo exterior para garantizar la unidad interna, que Neal Wood definió en estos términos: El miedo a un enemigo externo promueve la cohesión social interna. Se asegura así aunque no sea de la mejor manera la propia identidad de la nación.

    Un adversario amenazante refuerza el sentido de identidad nacional, aumenta la cohesión social, disminuyen las divisiones raciales, políticas o económicas internas, y, en sentido contrario, en las épocas de bonanza puede peligrar el equilibrio, y cuando no hay un enemigo exterior, puede haber peligro de guerra civil porque cuando se disipan las amenazas exteriores parece que, como contrapartida, se amplían las divisiones internas. De ahí la necesidad que tienen los estados de crear deliberadamente un enemigo. Y de ahí también aquellas palabras del polítólogo ruso Georgy Arbatov dirigidas a los Estados Unidos de América tras el fin de la guerra fría y la caída de la Unión Soviética a finales del siglo XX: «Vamos a hacerles un daño terrible a ustedes. Vamos a privarles de su enemigo».
 
    Curiosamente un cuarto de siglo después del fin de la guerra fría, el tío Sam vuelve a reinventar el enemigo ruso y a declararle indirectamente esta vez la guerra caliente, por vía intermedia ucraniana y europea, pagando a alguien para que la haga por él.
 
    El otro día aparecía en la prensa la noticia de que el senil tío Sam le concedía una nueva ayudita al presidente de Ucrania, actor 'nato' (palíndromo de OTAN) y títere de los Estados Unidos, de doscientos veinticinco millones de dólares americanos (225.OOO.OOO $)casi nada.

lunes, 10 de junio de 2024

Escueta mensajería

Un político, cuyo nombre propio importa poco, ha acertado sin querer: “Europa no es un mapa, es una idea”. Una falsedumbre, pues, en permanente construcción.
 
 Europa no es solo el nombre propio de un topónimo en un mapa, sino mucho más que eso: es una idea real o realidad ideal que se nos impone ya a machamartillo.
 
 La Unión Europea no es la esperanza que pretendía ser de un futuro mejor que el presente sino un peligro mortal para la propia Europa y los pueblos europeos.
 
El engendro político-económico, y viceversa , de la Unión Europea ya no puede ocultar que es un lobo autoritario y belicista disfrazado bajo pelleja de cordero.
 
Europa raptada por el toro de la Unión Europea.
 
 
 Los estados democráticos modernos proclaman la libertad de expresión en sus constituciones como compensación por la falta efectiva de libertad de pensamiento.
 
La realidad es que no existen las naciones, dijo el intelectual, confundiendo realidad con verdad, pues las naciones sí existen y mucho, son reales pero falsas.
 
El Rey llama a construir una España y una Europa más fuertes, inclusivas y prósperas para las generaciones futuras, mostrando así su falta real de consistencia.
 
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 Definió magistralmente Giuseppe Tomasi di Lampedusa lo efímero y eterno del amor: "El amor. Sí, el amor. Un año de ardor y llamas, y luego treinta de cenizas".
 
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 Gloria al descreído que ha sido excomulgado de la comunidad de los creyentes aquejados del inveterado vicio de la fe y de su consiguiente fanatismo religioso. 
 
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 Este hombre quiere salvar a la Humanidad, Es hora, dice, de ser más agresivos contratacando (in pushing back) a los antivacunas, que plantean un serio desafío.
 
Afirma que las vacunas funcionan y que la Organización que él regenta, subvencionada por la Gran Farmacopea, tiene la exclusiva de la ciencia y la evidencia.
 
 La vida, que es una Enfermedad mortal de Transmisión Sexual, la han prolongado artificialmente y convertido en enfermedad crónica, a fin de vender medicamentos.
 
Un fallo del programa informático en el Hospital Universitario provoca que doscientos pacientes 'desaparezcan' como por arte de magia y se declaren fallecidos.
 
La OMS ha reportado la primera muerte por gripe aviar AH5N2 (actualización de la vieja AH5N1) en el mundo, caso humano confirmado en México en un laboratorio.
 Quienes sufran tos, malestar general y fiebre pueden pensar, con alta probabilidad de acertar en el diagnóstico, que el virus erradicado ha vuelto a visitarnos.
 
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 Las chicas tienden cada vez más a la extrema izquierda y los chicos a la extrema derecha, ahondando en que ellas son más de Venus y ellos de Marte al parecer.
 
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Los medios de (in)formación nos sirven cada día el recuento obsceno de muertes en la guerra, como en la pandemia, normalizando así un número que es intolerable.  
 
La guerra extiende cada vez más sus tentáculos, y en vez de oponernos a ella, celebramos la final de la copa de Europa y el concierto de una cantante americana.
 
Al mismo tiempo que exigen el cese de hostilidades y el alto el fuego, envían armamento supuestamente defensivo a los países en guerra, reactivando la economía.
 
 Guerra sucia: El empleo del adjetivo “sucia” aplicado al sustantivo “guerra” sugiere falsamente que hay o puede haber una guerra limpia, que resulta blanqueada.
 
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Ya no sentimos ni frío ni calor en el cuerpo, sino solo los números que cuantifican las temperaturas que pronostican los meteorólogos y marcan los termómetros.  
 
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Que todos nuestros sueños se realicen es lo peor que puede pasarles a nuestros sueños, y a nosotros: El perseguidor de sueños acaba siendo por ellos perseguido.
 
 
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 Policías locales de la comunidad autónoma reciben en la Universidad de Cantabria nociones básicas teóricas y prácticas de uso de pistolas de eléctrica descarga. 
 
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Los 'influencers' se definen, pagados de sí mismos, como 'creadores de contenidos': nosotros, los influidos, somos sus contenedores y también sus contenidos.