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domingo, 16 de junio de 2024

Vuelve 'il fascio'

    Traigo aquí la viñeta de elPERICH, todo un clásico ya de la ilustración gráfica con contenido textual, en la que un personaje pensativo, ante una pintada anónima en una pared que dice “¡CUIDADO VUELVE EL FASCISMO!”, se pregunta escéptico: “Ah... ¿Pero se había ido?” 
 
    Y es que, en efecto, pensamos con él, no puede volver algo que nunca se ha ido, que sigue aquí pero que ha evolucionado y que ha logrado, en el colmo de los colmos, llegar incluso a travestirse y disfrazarse de antifascismo. Por lo tanto no vuelve, no, sigue entre nosotros, como el virus coronado, si se me permite el símil. 
 
     Vuelve el fascismo, de elPERICH (manipulado)
 
    Precisamente cuando creíamos que el virus chino como se le llamó al principio o de Wuhan era historia -como el fascismo de principios del siglo XX en Europa, o fajismo como prefería Unamuno con término más patrimonialmente castizo- resulta que se nos presenta bajo una de sus múltiples mutaciones porque tanto este como aquél se han modificado proteicamente, convirtiéndose en lo contrario aparentemente de lo que eran: Ahora toca, por lo que leo, la variante FLIRT del coronavirus, que está haciendo leves estragos -debido sin duda al fracaso exitoso de las vacunas que pretendiendo combatir el virus resultan ellas mismas virales- en la gente que conozco y en la que leo del otro lado del charco. 
 
    El virus es proteico, como el fascismo que, según la paradoja que le dijo Nino Maccari a Ennio Flaiano incluye el antifascismo: los fascistas se dividen en dos categorías: los fascistas y los antifascistas, que para definirse como tales necesitan crear, como don Quijote, el monstruo que combaten.
 
    Ya Passolini en El fascismo del antifascismo nos advirtió de que el fascismo actual era la 'sociedad de consumo', con una definición que parece inofensiva, meramente descriptiva, y recubre una auténtica dictadura, quizá la más difícil de desenmascarar porque se disfraza de libertad, la del mercado.
 
Otra versión de lo mismo: cuidado, vuelve la derecha.  

    El mensaje del muro de la viñeta de elPERICH lo oímos constantemente bajo muchas formas procedente sobre todo de nuestro gobierno progresista y de los que lo apoyan: Hay que evitar la vuelta del fascismo, de la ultraderecha, de la extrema derecha, de la dictadura, del nazismo... como si el auténtico fascismo, en su millonésima actualización, no fuera precisamente la realidad que tenemos, incluido el gobierno progresista que la defiende y gobierna y cualquier otro que aspire a ocupar su lugar y sustituirlo. 
 
    Entre nosotros, es célebre esta entrevista que le hizo a Antonio Escohotado un periodista televisivo, en la que afirma que la extrema derecha no existe, que es un invento de la extrema izquierda que necesita un reflejo especular, y donde no hay algo se lo inventa a modo de fantasma de Canterville.
 
 
    Habría que objetarle, no obstante, al maestro Escohotado que probablemente la extrema izquierda tampoco exista, y que toda izquierda que asuma el poder deja de ser izquierda para convertirse ipso facto en derecha a juzgar por lo que hemos vivido en España bajo el gobierno progresista.

domingo, 18 de febrero de 2024

A propósito...

        ...de una cita atribuida a Antonio Escohotado (1941-2021): “Aprender significa disfrutar cambiando de idea”. Parece inevitable que para aprender haya que desembarazarse del lastre de las ideas recibidas y se diría enquistadas en el cerebro, y eso, como dice Escohotado, nos hace disfrutar. El problema viene porque parece inevitable que para desalojar una idea tiene que venir otra enseguida como pieza de recambio a sustituirla y a ocupar el vacío que deja la primera, como si no pudiera quedar permanentemente vacante la casilla. Aprender, más bien, significa disfrutar desprendiéndonos de una idea o presunta verdad que ya teníamos. Aprender, más que adquirir ideas y verdades nuevas, es descubrir la falsedad de las verdades e ideas que ya teníamos. Y este proceso es por un lado gozoso sin duda por la liberación que conlleva, y doloroso por el otro, porque para descargarnos de una verdad tengamos que cargar con el lastre de otra hasta que con el tiempo, como suele decirse, se revele su falsía y sea desmentida... Pero no puede negarse el gozo de la eyaculación en general. 
 
 
        ...del ¡Viva la libertad, carajo! del actual inquilino de la Casa Rosada, que, granjeándose las simpatías y votos mayoritarios del electorado argentino, declara que siente un profundo desprecio por el Estado, y que el Estado es el Enemigo del pueblo. Se declara este jefe de Estado por un lado minarquista o partidario de la minarquía, es decir, de reducir el Estado a su mínima expresión, para lo que hace uso de una simbólica motosierra con la que se dispone a efectuar los recortes necesarios, y por otro lado se declara filosóficamente (sic) anarcocapitalista, es decir negador del Estado y afirmador del Capital, del que se declara enamorado apasionadamente: la plata, lo sabés vos, es la plata, che. No ve que ambos, Estado y Mercado, son hoy la cara y la cruz de la misma moneda, hasta tal punto fundidos y confundidos. Él, que se presenta como el gran abanderado de la libertad, ha llegado a decir que el Estado es una asociación criminal donde un conjunto de políticos, una banda de delincuentes, se dedica a expoliar a la ciudadanía utilizando el monopolio de la violencia para robar los recursos del sector privado. Quiere dinamitar el Estado desde dentro. No debería olvidarse, ya que es el jefe de dicho establecimiento,  de eliminarse a sí mismo en el intento.
 
         ...de la vitamina D, un medicamento a la búsqueda desesperada de pacientes. Los suplementos vitamínicos no dejan de ser medicamentos que pueden sernos recetados haciendo un abuso de diagnóstico al establecer unos niveles mínimos, que son los que tiene la mayoría de la población, y declarar que son patológicos por el déficit que suponen y, por lo tanto, no son aceptables, definiendo una enfermedad inexistente en la población sana. Se prescribe así sin necesidad un tratamiento que puede causar, no nos engañemos, importantes daños, porque no hay ningún medicamento inocuo, y así tenemos hipervitaminosis D, que es el nombre de la toxicidad de dicha vitamina, producida cuando se tienen cantidades excesivas en el cuerpo debidas a grandes dosis de suplementos de dicha vitamina, no a la alimentación ni a la exposición de nuestro cuerpo serrano al sol, ya que el cuerpo regula la cantidad tomada por la exposición al astro rey y por la alimentación. Dicha ingesta del suplemento de vitamina D puede acarrear hipercalcemias graves en niños y en adultos. Recordemos cómo durante la falsa pandemia se habló de la insuficiencia general de vitamina D en la población, por lo que la epidemiología al servicio de la farmacopea propuso una falsa solución, y la gente corrió a adquirirla a la farmacia.