lunes, 27 de septiembre de 2021
ADVERSVS PAEDAGOGOS
domingo, 26 de septiembre de 2021
Dos cuestiones vexilológicas
Algo parecido sucedió más recientemente en Italia cuando, estando presentes los diarcas españoles, el rey Felipe VI y el emérito Juan Carlos I en un acto oficial, sonó el himno nacional español, la Marcha Real, cantada con la letra aquella de José María Pemán de los tiempos de Franco y Maricastaña (¡Viva España...Gloria a la Patria que supo seguir sobre el azul del mar el caminar del Sol. Triunfa España..., etc.)
Según el Estatuto de Autonomía de Cantabria de 1981: "La bandera propia de Cantabria es la formada por dos franjas horizontales de igual anchura, blanca la superior y roja la inferior." Siendo puristas, no es lo mismo el color rojo que el carmesí. Si entramos en el campo semántico de este color, nos encontramos con que las lenguas disponen de numerosos matices para reflejar las distintas tonalidades más o menos intensas o encendidas de este color tan primario: escarlata, colorado, grana, carmesí, granate, púrpura, carmín, rubí, bermellón... Pero en la práctica no diferenciamos la bandera polaca de la cántabra, a no ser que incluyamos los respectivos escudos en cada una de ellas…
Me diréis que es coincidencia. No lo es, sin embargo, porque en el fondo, y bien miradas, todas las enseñas nacionales y pendones de comunidades autónomas y nacionalidades son idénticas, al margen de los colores y diseños que posean.
sábado, 25 de septiembre de 2021
"Todos tenemos que morir"
“Todos
tenemos que morir… ” Lo ha sentenciado la Dirección General de Tráfico
del Ministerio del Interior del Gobierno de España atropellándonos con un tuite (twitt en la lengua del Imperio) que resucita el tópico literario del memento mori, condenándonos así a todos efectivamente a muerte.
Han argumentado que no cuesta nada aplicar pequeñas pautas lingüísticas inclusivas como esta, que fomentan, aseguran con ingenua candidez, la igualdad de género y acaban con las actitudes misóginas y discriminatorias hacia el sexo femenino de las mujeres.
Hay que tener en cuenta, sin embargo, que el género gramatical no se da en todas las lenguas. En algunas, como en inglés se ha visto reducido a los pronombres personales de 3ª persona (he/she/it, pero sólo en singular; en plural sólo hay they), y eso no hace a los hablantes de la lengua del Imperio menos machistas, imperialistas o patriarcales que nosotros, por ejemplo.
Mientras tanto, la DGT, responsable del caos organizado del tráfico por esas calles de asfalto, carreteras y autopistas de Dios por donde circulan los automóviles innecesarios a toda velocidad como si supieran a dónde van, cuando no van a ninguna parte, coches fúnebres que conducen a peatones atropellados y reducidos a la condición servil de chóferes, nos aconseja que seamos prudentes y nos pongamos el cinturón de seguridad para no morir antes de tiempo... que ya nos llegará la hora, nuestra hora, la hora de nuestra muerte, de la que no nos libra ni Dios.
viernes, 24 de septiembre de 2021
La mala prensa de Diógenes
Ahora bien, el auténtico cínico, en el sentido moderno de la palabra, es Alejandro, que, deslumbrado por la respuesta de Diógenes, dijo que de no haber sido quien era, Alejandro Magno, le hubiera gustado ser Diógenes. Alejandro es el primer cínico de la modernidad. Nada le hubiera impedido, si hubiera querido de verdad, renunciar al Poder que encarnaba y haber seguido el ejemplo del filósofo y la "senda de los pocos sabios que en el mundo han sido".
Lo mismo se puede decir de la Grecia moderna, a la que algunos le echaron la culpa de nuestras propios males y frustraciones, olvidando que parte de lo poco bueno que tenemos, si no todo, nos viene de allí, como la luz del sol, ex Oriente lux, esa luz que nos sigue quitando el opaco Alejandro, el más mandado de todos los mandamases.
jueves, 23 de septiembre de 2021
Más cromos para el álbum
No deseaba tanto un simple fin de semana o güiquén, sino el único ujapién o final feliz deseable: el fin de la semana, el mes y el año, sin reloj ni calendario.
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Sociedad hipocondríaca, empeñada como está en vivir un futuro saludable, se desvive tanto por él que deja de vivir ahora y de abrevar en las aguas del olvido.
oOo
miércoles, 22 de septiembre de 2021
El durmiente del valle
Un soneto de Rimbaud me fascinó desde la primera vez que lo leí. He intentado varias veces traducirlo al español y tratado de reproducir su ritmo, su música. En cuanto a la letra, me he separado a veces mucho del original (ya se sabe: traduttore, traditore: 'traductor, traidor'); por ejemplo, en el verso 12, donde el poeta de Charleville dice: Les parfums ne font pas frisonner sa narine ("los perfumes no hacen estremecerse la ventana de su nariz"), yo, obligado por el alejandrino partido en sus dos hemistiquios y la rima en "ío" que me había impuesto hice este hallazgo: "No le dan los perfumes ningún escalofrío".
De verdor hay un hoyo
donde un riachuelo canta
Añadiendo a las hierbas locamente desmayos
De plata; donde el Sol, de la montaña tanta,
Brilla; es un vallecito que hace espuma de rayos.
Boquiabierto, un soldado joven,
casco caído,
Y bañándose en fresco berro azul su testuz,
Duerme; en la hierba, al aire libre, está tendido,
Blanco en su lecho verde, donde llueve la luz.
Los pies entre los lirios, duerme.
Está risueño
Cual sonreiría un niño enfermo, echa un sueño:
Naturaleza, mécelo cálida; tiene frío.
No le dan los perfumes ningún
escalofrío;
Está durmiendo al sol, la mano sobre el pecho
manso. Dos hoyos rojos tiene en costal derecho.
El hombre herido, Gustave Courbet (1840)
La traducción, a veces,
nos obliga a crear, o, mejor dicho, a recrear lo que otros han creado
antes. En este caso se trata de un espléndido poema con un final inesperado: En el último verso del soneto descubrimos que el soldado que creíamos vivo, durmiendo plácidamente al sol tal
vez una siesta en mitad de una naturaleza idílica con la mano sobre el pecho, está en realidad muerto, como el hombre herido que pintó Courbet treinta años antes de que Rimbaud escribiera este espléndido soneto a los dieciséis años, como
cualquiera de nosotros mismos, muertos en vida.
martes, 21 de septiembre de 2021
Recuerdos de la mili
Había en San Andrés del Rabanedo,
en tierras leonesas, un
campamento,
el Centro de Instrucción y Reclutamiento
núm. 12, donde aullaba el viento.
Vega, sotos y montes, y entre el olmedo
río que fluye y trae, vivo, el recuerdo
de las voces de mando de los sargentos
de las que apenas se oyen lejanos ecos.
Cae ahora la nieve. Cunde el silencio.
Sobre los fríos páramos, vaho el aliento.
En la noche estrellada, tú solo dentro
de guardia en la garita del universo.
¿Qué al Ferral del Bernesga hoy te ha traído?
¿Qué en estos andurriales se te ha perdido?
Fuiste a servir al Rey y ya has cumplido.
Ya juraste bandera, y soldadito,
ya te has incorporado a tu destino.
Y ha pasado ya un largo cuarto de siglo:
todo ha cambiado y sigue siendo lo mismo.
Líbrate del soldado que eres tú mismo,
líbrate del cuartel que va contigo,
donde, si te descuidas, te matan vivo,
donde te hacen un hombre si no andas listo.
Húndete en la memoria del puro olvido,
líbrate de las patrias y patriotismos,
vuelve a tu pura infancia como un chiquillo.
lunes, 20 de septiembre de 2021
Debajo de la máscara
Escribe Lucio Anneo Séneca en De clementia, 1, 1, 6: «Nemo enim potest personam diu ferre, ficta cito in naturam suam recidunt.» Nadie en efecto puede llevar una máscara durante mucho tiempo, las cosas fingidas vuelven pronto a su estado natural.
Viene a decirnos el sabio cordobés que nadie puede desempeñar un mismo papel en la vida durante mucho tiempo, porque cualquier papel que se desempeñe no deja de ser una ficción que representa uno en su puesta en escena cotidiana.
Pero la propia palabra 'máscara' no procede del latín ni del griego, sino que viene probablemente del árabe máshara, según Corominas, que significaba 'bufón, payaso, personaje risible', y de máscara derivan mascarada, enmascararse como se hace en carnaval, el mascarón de proa y la mascarilla que nuestras autoridades sanitarias, tan desautorizadas ellas, nos obligan a imponernos en lugares cerrados y en los abiertos cuando no podamos mantener la distancia de seguridad (sic) por nuestro propio bien, que suele ser la disculpa que se esgrime cuando se nos está haciendo daño.
domingo, 19 de septiembre de 2021
De uexillis (sobre las banderas)
La
vexilología (del latín uexillum
“bandera” y del griego λόγος lógos “discurso, razonamiento, tratado”) es la disciplina que estudia el
diseño, significado y la forma de las banderas, pendones y estandartes.
Todavía recuerda uno, haciendo uso de su particular memoria histórica, y a pesar de lo mucho que ha llovido desde entonces, la ceremonia de la jura de fidelidad a la bandera de los reclutas españoles cuando había servicio militar obligatorio en esta curtida piel de toro: ¡Soldados! ¿Juráis por Dios o por vuestro honor y prometéis a España, besando con unción (sic) su Bandera, obedecer y respetar al Rey y a vuestros jefes, no abandonarles nunca y derramar, si es preciso, en defensa de la soberanía e independencia de la Patria, de su unidad e integridad territorial y del ordenamiento constitucional, hasta la última gota de vuestra sangre? Los soldados contestaban al unísono: ¡Sí, lo juramos! No todos, algunos, si no muchos, callábamos, pero nuestro silencio, sordo como era, no se oía.
sábado, 18 de septiembre de 2021
Fumar es un placer
Hubo un tiempo no del todo muy lejano en que era políticamente correcto fumar, era un rito de paso de la infancia a la adolescencia, significaba que si eras chico o chica y fumabas, dejabas ipsofacto de serlo y ya eras mayor, podías ser considerado un adulto, un hombre o, en su caso, una mujer hecha y derecha, como solía decirse. Y fumar no estaba mal visto, e incluso era signo de buena educación tolerarlo en público aunque uno no fuera fumador. Y además, fumar, como rezaba aquel cuplé que cantaba Sarita Montiel, que esperaba fumando al hombre que más quería, era "un placer genial, sensual", y el humo embriagador del cigarrillo acababa prendiendo "la llama ardiente del amor".
Resulta curioso cómo el nombre de la chaqueta que se ponía para fumar (smoking jacket en la lengua del Imperio) sobre el traje de etiqueta de caballero a fin de no impregnarlo del olor del tabaco, acabó designando en nuestra lengua al propio traje del caballero: el esmoquin, adaptación del gerundio inglés smoking.
El suave sabor que anhelan las madres expectantes (o mujeres embarazadas).
Comparando
la imagen publicitaria de arriba de la mujer preñada que está fumando con la fotografía de la que está
recibiendo la vacuna abajo, veo cierta similitud, salvando las distancias
temporales: En ambos casos se afirmaba que era saludable la ingestión de algo para las embarazadas (el humo del tabaco
entonces, ahora la vacuna). Con el paso del
tiempo se ha acabado reconociendo que el tabaco era bastante
perjudicial tanto para la madre como sobre todo para el bebé que
estaba gestando. ¿Sucederá lo mismo con la vacuna? ¿Tendrá que pasar el tiempo para que lo sepamos?