martes, 19 de agosto de 2025

Pareceres LXXXII

401.- Literatura y ficción. Chesterton escribió: Literature is a luxury; fiction is a necessity. Lo que en román paladino en el cual suele el pueblo fablar a su vecino, que diría Berceo, viene a ser: «La literatura es un lujo; la ficción es una necesidad». La literatura es un lujo, algo precioso, pero se puede vivir sin literatura. En cambio, sin ficción no se puede habitar en este mundo. Ni el más iletrado de los pocos analfabetos que queden en el mundo carece de ficciones o fabulaciones. Pero la frase hay que entenderla en el sentido de contraponer lengua escrita y lengua hablada. La literatura, en el sentido de lengua escrita, es un lujo, algo precioso y valioso, pero de lo que se podría prescindir sin mayor problema. De hecho, antes de la invención de la escritura, había una mal llamada literatura -el término ya implica escritura, letra escrita- oral, una oralidad que se trasmitía de boca en boca. La ficción es una narración, una historia, un cuento inventado. Sin eso no se puede vivir o, mejor dicho, no se puede existir, porque ficción es la realidad. 

  
402.- IA. La Inteligencia Artificial se ha convertido en el moderno oráculo de Delfos que puede decir a la vez una cosa y la contraria, como cuando a través de su sucursal de Cumas, la Sibila le dijo sibilinamente a aquel soldado que iba a ir a la guerra y preguntó por su suerte: “Ibis... redibis... numquam... in bello morieris”. Lo que tanto valía por “Irás, volverás nunca, morirás en la guerra” como por “Irás, volverás, nunca morirás en la guerra” dependiendo de las pausas que se hicieran en la pronunciación de la solemne respuesta. Recuerdo que cuando, niño, yo iba a misa, antes de la primera comunión, el sacerdote decía: “Palabra de Dios”, y los feligreses, niños y mujeres delante, hombres detrás, contestábamos al unísono: “Te alabamos, Señor”. Hoy podríamos cambiar lo de palabra de Dios por la de  IA, la Divina Providencia. Lo que diga la IA va a misa. Los algoritmos nos gobiernan. Y el éxito de su gobierno es que la gente no sepa muy bien quiénes son esos señores, que a veces confunden con los logaritmos. Su éxito se debe a que ignoramos quiénes son, pero el planeta ha pasado a ser de estos señores de la IA. Ahora somos inquilinos en su finca, y los alquileres no dejan de subir. Hay que pagar por vivir porque la vida tiene un precio. Quien no pague su huella de carbono (el alquiler) será desahuciado. Fue Órgüel quien acuñó el neologismo doublethink, que podemos traducir por pensamiento doble en el sentido de contradictorio, en su profética novela que, redactada en el año del ¨Señor de 1948, bailando los dos últimos números, tituló: 1984. Es un buen hallazgo semántico que expresa la facultad que tienen los que mandan para sostener dos opiniones contradictorias y contrarias simultáneamente, igual que la IA. La mentira ha existido siempre, lo novedoso del doble pensamiento es que el que gobierna consigue imponer un lenguaje que dice a la vez lo mismo y lo contrario, lo que significa y lo que él quiere que signifique, así se le ocurra llamar a la guerra paz, o a la esclavitud libertad, o a lo blanco negro, a la verdad mentira, y a la vida muerte, pero también lo que él quiere, como le dijo Humpty Dumpty a la Alicia de Lewis Carrol: Las palabras significan lo que se le antoja al que manda. Para eso es el Puto Amo.
 
 
403.- El dicho y el hecho. Entre el dicho y el hecho hay un trecho, el enorme trecho que separa las cosas de las palabras o ideas que nos hacemos, abstrayéndolas, de las cosas. Los italianos dicen “tra il dire e il fare c´è il mare”: entre el decir y el hacer está el mar. Podemos imaginar que se abre un mar tan vasto como el Mediterráneo o, más aún, como el maremágnum del océano: una distancia inabarcable. Todo lo que se cuente es, por lo tanto, por el mero hecho de contarlo un cuento, o sea una mentira, real, como la propia realidad, pero falsa; sin embargo, lo que no se cuenta, lo que uno se calla porque no puede contarlo, eso es lo interesante, lo verdadero. Siempre ha sido lo mejor: lo que se sugiere, lo que no se dice, lo que no se reduce a palabras, porque no se deja etiquetar ni simplificar, lo que se calla porque hay detrás algo más, mucho más que palabras. Eso es lo verdadero, aunque no sea real. Del dicho al hecho hay en realidad mucho más que un trecho, un profundísimo abismo infranqueable. 
  
404.- Ni caso. Durante mucho tiempo la información escaseaba y era un bien más difícil de conseguir que el oro, pero hoy día hay un apabullante superávit. En la Red, desde luego, es lo que más abunda: información, de hecho es casi lo único que hay: informaciones que son publicidad y propaganda para las masas. Hay quien dice que con el aire y con el agua es lo que más abunda en el planeta: información, informaciones. Y dicen que como el agua y el aire es algo necesario. ¿Para qué? Me pregunto yo. Las informaciones son necesarias para meternos el miedo en el cuerpo y en el alma, que es lo mismo, y para distraernos. Lo mismo que el aire y que el agua, que están cada vez más contaminados en el planeta azul, la información también está polucionada, manipulada, sesgada; por lo que su abundancia se convierte en asfixiante: no es una riqueza de la que podamos sentirnos orgullosos, sino un motivo grave de preocupación: la información es un un tumor cancerígeno que pretende aniquilarnos insensibilizándonos ante lo que pasa, porque la información logra que nos desinteresemos precisamente de “lo que pasa” y nos preocupemos por cosas que no nos interesan, que ni nos van ni nos vienen, para que así seamos incapaces de ver lo que tenemos delante de nuestras propias narices, pues vemos, en lugar de lo que hay, las pantallas que nos ponen a modo de aquellas orejeras que les plantaban a los asnos para que caminaran siempre adelante en la misma y prefijada dirección. ¿Es bueno, pues, estar informado? Para nada. No sólo no es bueno, es perjudicial para la salud física y mental. Nuestra tarea, por lo tanto, es librarnos de la información, desinformarnos, no hacer caso de lo que nos cuentan. 
 
 
 
405.- Estatua ecuestre del Generalísimo. El 17 de diciembre de 2008 fue retirada la estatua ecuestre de bronce de Franco que formaba parte del paisaje de Santander después de cuarenta y cuatro años en la plaza del Ayuntamiento. Era obra del escultor José Capuz. El ínclito Generalísimo no galopa ni sigue cabalgando a lomos de su caballo; era Francisco Franco pésimo jinete al parecer. No pueden las palomas ya condecorar, ellas que son las mensajeras de la paz, al victorioso general tras mil batallas haciendo sus deposiciones naturales encima de él, en su calvicie o su uniforme. No pasa ya ningún chiquillo que de pronto le entren urgentes ganas de orinar, y se haga pis en el pedestal de la estatua del caudillo, con toda la inocencia de los niños propia, vengando así a los hijos huérfanos de padres, a las madres todas que odian guerras y batallas, y a las víctimas de guerra que en el mundo han sido. No pasa ya ningún borracho por la noche tambaleándose a la luz de la luna, que se apoye, y le eche encima el largo vómito de su amarga borrachera, ya que ellos, los borrachos sólo y los niños dicen a las claras la verdad. Tampoco pasan los amantes ni se besan a la sombra de esa vieja estatua, ni se enfada el viejo carcamal del mílite glorioso indignado porque le hacen burla y el pecado del amor delante, impunemente, de sus narices; y el vejestorio de él, que firmó sentencias de muerte sin que le temblara el pulso y que de eso del amor no sabe casi nada, que sólo amó a la patria, idea descarnada, maldita sea, ya no siente el desdén indiferente de las palomas, los niños, los borrachos y los enamorados. Ya no galopa el militronche sobre el caballo percherón en Santander; le han quitado y retirado, lástima, su estatua ecuestre so pretexto de remodelación de la plaza.
 
 

lunes, 18 de agosto de 2025

Desalojos y confinamientos incendiarios

    El pueblo cacereño de Oliva de Plasencia (292 habitantes), a medio camino entre el idílico Valle del Jerte y la ciudad de Plasencia, fundada para placer a Dios y a los hombres, no fue “confinado por el fuego”, como miente el titular de El Periódico Global(ista) sino por la Junta de Extremadura, que tomó esa decisión draconiana “ante los riesgos de inhalación de humo y para evitar desplazamientos peligrosos”. Durante 32 horas estuvo este pueblo extremeño confinado  “con sus vecinos dentro”, quienes recibieron un alarmante mensaje ES Alert, a las 6,14 horas de la mañana, “ordenando el confinamiento de todos los vecinos por la amenaza del incendio”, un fuego que tras cuatro días aciagos había arrasado casi cinco mil hectáreas.  No es raro que algunos hayan declarado, como recoge el mencionado periódico que les vino enseguida a la memoria el recuerdo de la pandemia. 
 
Incendio de Jarilla (Cáceres)
 
   Un vecino sintió algo parecido al pánico: la situación alarmante le resultaba familiar, conocía el mensaje de alarma por la Dana de Valencia. Se juntaban en su recuerdo las inundaciones, el agua, con los incendios, el fuego, dos de los cuatro elementos primordiales que amenazaban la supervivencia. 
 
    El incendio de Jarilla -a tres quilómetros- provocó el desalojo de los vecinos de ese municipio, de Villar y de Cabellabezosa. Uno de los diecinueve residentes de este último se resistió en un primer momento a ser desalojado y tuvo que ser evacuado, a la fuerza y de madrugada, por los agentes, y recuerda: “Nos llevaron medio esposados”.
 
    Vemos cómo el Estado a través de sus instituciones centrales o autonómicas, que vienen a ser lo mismo, utiliza ambos procedimientos coercitivos -confinamientos y desalojos- a propósito de los incendios, justificando su acción por el interés del bien común que se impone al de la gente.
 
    La orden llegó a través de los móviles, esos apéndices ya imprescindibles de la anatomía humana, pero se extendió enseguida por el boca a boca: había que permanecer en el municipio. No se podía salir ni entrar. Y en un primer momento, la recomendación era mantenerse, a poder ser, dentro de las viviendas con las ventanas y puertas cerradas. Todos los accesos al pueblo, por diversas carreteras comarcales, estuvieron desde la mañana del jueves acordonados y controlados por agentes de la Guardia Civil, aunque hubo quienes consiguieron burlar la vigilancia y escapar, e incluso regresar de nuevo, dando rodeos por caminos escondidos. 
 
Oliva de Plasencia, Plaza del Llano
 
          La piscina del pueblo de Oliva de Plasencia, entre tanto, donde podrían aliviarse a remojo los vecinos, se mantuvo cerrada “por precaución”. La Guardia Civil se vio obligada a sancionar a quienes se saltaron las restricciones impuestas por el incendio con multas de hasta tres mil euros. Había bastante nerviosismo bajo un sol de justicia, mientras el humo que asediaba el municipio de Jarilla, volvía a reactivarse y un vecino se preguntaba: “A ver ahora cuándo nos desconfinan”.
 
    Los vecinos se encierran en casa bajo arresto domiciliario. Los que pueden con ventilador, y todos siguiendo las noticias de la televisión cuyos informativos, da igual la cadena pública o privada que vean, informan, vaya novedad en pleno agosto, del calor que hace, por si no nos habíamos enterado. Salen dos o tres víctimas en paños menores diciendo que hay que ver qué calor hace, o bebiendo agua a morros de una botella de plástico, o duchándose en una piadosa fuente pública. Luego, una locutriz dice que vaya calor tan tremendo que hace y da algunas cifras de temperaturas alarmantes. A lo que sigue otro montón de víctimas diciendo que qué barbaridad el calor que hace, que nunca se ha visto una cosa igual, que no hay quien lo aguante. Y así llenan un espacio vacío, porque no hay más noticias. Pasamos, acto seguido, a otra cosa: los incendios que año tras año han calcinado media península durante el mes de agosto. Arruinan a muchos agricultores, ganaderos y propietarios de primeras y segundas residencias. Se cobran también unas cuantas víctimas, pero eso, al parecer, no le importa a nadie entre quienes mandan. Ningún gobierno se ha preocupado de averiguar quiénes son los incendiarios ni cuáles son sus motivos. Como mucho, culpabilizan al Cambio Climático, que mata. Hay víctimas mortales. Al menos tres. El presidente del Gobierno ha dicho numerosas veces y lo han coreado sus ministros y ministras, que actúan como voceros altavoces y portavoces, que el Cambio Climático mata, y que por lo tanto sería el responsable de esas muertes en último extremo, que podrían haberse evitado si no se hubiera negado el fenómeno climático. 
 
    En una comparecencia en el congreso el 27 de noviembre del año pasado dijo el Puto Amo: “Hay algo más peligroso que el Cambio Climático: los gobiernos negacionistas que niegan los efectos devastadores del Cambio Climático. Si el Cambio Climático mata, como dice él, poco importa que haya gobiernos como el suyo, que es el Central, que lo reconozcan, y otros que, negacionistas o renegacionistas, no lo hagan. Afirmarlo o negarlo no sirve de nada, cuando de lo que se trata es de evitar que se produzca el fuego y, en su caso, proceder a apagarlo lo antes posible. 
 
    Vemos aquí algo que ya vimos durante la pandemia, la delegación o dejación de responsabilidades: el gobierno central les pasa la pelota a los autonómicos, y a su vez estos al central. Nadie quiere la culpa (o la responsabilidad, en su versión laica), que se queda soltera al repudiarla todo el mundo. No se sabe muy bien a quién le corresponde tomar las medidas oportunas ni quién ha hecho dejadez de sus funciones. Unos y otros se echan la culpa mutuamente, y la casa, entre tanto, sin barrer. Si quieren ayuda, que la pidan. Ni unos ni otros, ni el central ni los autonómicos se preocupan por comenzar obras de desactivación ígnea que requieren muchos recursos que prefieren destinar a otros menesteres. 
 
El "milagro"
 
    Sin embargo, en la televisión los vecinos de Oliva de Plasencia y de todas las Españas veíamos y oíamos algo que llamaba nuestra atención. Correspondía al incendio de Tres Cantos, en Madrid. En palabras de la locutriz televisiva: Nos encontramos ante "un círculo en el que están descansando unas 'vaquitas' (sic) que han conseguido salvarse. Parece un auténtico milagro. Es un círculo milagroso debajo del 'arbolito' (sic, por el ridículo diminutivo) están descansando plácidamente rodeadas (sc. las 'vaquitas') de destrucción, de la destrucción que causó anoche el fuego". Pero no se trata de ningún auténtico milagro. El árbol verde y a su sombra el rebaño de vacas rodeadas por terreno calcinado no son ningún milagro. Dicen, decimos, los televidentes/telecreyentes que ese árbol, el único de la zona que se ha salvado por lo que se ve, daba sombra al ganado que de tanto refugiarse en él ha dejado el suelo limpio de pasto, lo que ha servido de cortafuegos natural. Si las autoridades incompetentes permitiesen el pastoreo de ganado y la limpieza tradicional de los montes, habría muchos menos incendios, por no decir casi ninguno. Los auténticos milagros no existen, el sentido común de la gente puede que sí.

domingo, 17 de agosto de 2025

Día Internacional del Peatón

El Día Internacional del Peatón se conmemora cada 17 de agosto, fecha en que se registró la muerte de la primera víctima del automovilismo, una mujer en Reino Unido. La irlandesa Bridget Driscoll fue atropellada por un automóvil con motor de combustión interna un día como hoy, 17 de agosto, del año del Señor de 1896 en la ciudad de Croydon; este primer caso de muerte de un viandante fue juzgado como muerte accidental, aunque se sabía que el conductor conducía con exceso de velocidad. 

 Imagen de Bridget Driscoll tomada de la Güiquipedia
 
Tres años después, el 13 de septiembre del año del Señor de 1899, Henry H. Bliss se convirtió en el primer muerto al otro lado del charco, en los Estados Unidos, a causa de la embestida de un coche. Cuando descendía, junto a una mujer, de un tranvía en la ciudad de Nueva York, el conductor de un taxi lo atropelló lesionándole cabeza y pecho; murió a la mañana siguiente. 

 Henry H. Bliss (1873), primera víctima mortal en el continente americano.

Justo un siglo después, se le dedicó una placa en el lugar donde sucedió. A la ceremonia asistió su bisnieta, que depositó un ramo de rosas en el lugar donde atropellaron a su bisabuelo. La placa dice así: “Aquí en la calle 74ª oeste y en el oeste de Central Park, Henry H. Bliss se apeó de un tranvía y fue atropellado y dejado inconsciente la noche del 13 de septiembre de 1899. El lugar del accidente era conocido en ese momento por los conductores de tranvías como "Tramo peligroso". Cuando el señor Bliss, un agente inmobiliario de Nueva York, murió a la mañana siguiente, se convirtió en el primer accidente fatal de coche registrado en los Estados Unidos. Se erigió esta placa para recordar al señor Bliss en el centenario de su muerte prematura y para promover la seguridad en nuestras calles y carreteras”. 



No debería favorecerse el uso del automóvil personal en las ciudades y sí el de vehículos más inocuos como las bicicletas, o mejor aún, como nuestras propias extremidades inferiores y camineras, ni dedicarse más recursos públicos a autopistas, autovías y carreteras, sino que habría que tener en cuenta que el peatón tiene siempre preferencia en todas las vías públicas. Tengamos en cuenta, sin retroceder tanto en el tiempo y sin ir tan lejos, que el año pasado mismamente murieron en estas sufridas Españas nuestras la friolera de 1154 personas víctimas de accidentes de tráfico, según datos de la Dirección General de Tráfico, y que hubo 4634 heridos graves ingresados en hospitales, quedando algunos con graves secuelas de por vida. 
 
Lo llaman siniestralidad y echan la culpa a los conductores que a veces conducen drogados, borrachos o distraídos; lo que es siniestro es el automóvil personal mismo, coche fúnebre en potencia, que, como el caballo de Atila, no deja que crezca la yerba allá por donde pasa, y la industria que lo favorece que no tiene empacho en reconvertirse y pasar de los motores de combustión a los eléctricos o hibridados del capital privado subvencionado por el Estado.

 

sábado, 16 de agosto de 2025

No hay libertad en Granada

Mira que es bonita la ciudad de Granada, con su Alhambra, su aroma de naranjos en flor, sus gentes amables, su Albaicín, su nieve a lo lejos en las cumbres de Sierra Nevada, sus gitanas leedoras de buenaventura que te ofrecen una ramita de romero y te penetran con su sonrisa y su mirada, sus estudiantes que derrochan juventud a raudales, rebeldía, inconformismo frente a los roles establecidos por la sociedad y deseos de probarlo todo. 
 
Mira que es bonita y resulta que, con lo bonita que es, van y nos quitan a los granadinos y a los forasteros que estamos aquí de paso la poca libertad que tenemos. Mira que todo era posible en Granada, y a partir de ahora si nos descuidamos no se va a poder vivir libremente.
 
El Gran Hermano quiere controlar la convivencia entre personas, toda relación y actividad social en la ciudad de Granada y evitar que no haya negocio que se realice fuera de lo establecido por el Ayuntamiento, quien confiere a la policía local la potestad de decidir qué relaciones entran dentro de lo que se entiende por una "correcta convivencia". 

Por orden del señor alcalde, o de la señora alcaldesa, vaya usté a saber, elegidos democráticamente, por supuesto, queda prohibida tajantemente toda manifestación de arte espontáneo sin un permiso del ayuntamiento y una licencia municipal,  so pena de sanción y requisa de instrumentos, material y ganancias. 
 
Queda prohibido, por orden de la alcaldía, dormir en la calle al sereno las noches de luna llena, y cualquier petición de limosna. Se pretende acabar así con la pobreza prohibiendo la mendicidad. 
 
Según el bando municipal, queda prohibida "toda muestra de actividad sexual (da igual si no hay dinero de por medio)", quedando la valoración de qué es "actividad sexual" al Policía Local de servicio. Ten cuidado si das un beso a tu pareja, si le metes mano en un banco del parque, o le tocas la entrepierna en la calle porque puedes enfrentarte a importantes sanciones. 
 
Queda prohibido el "trabajo del sexo si este es visible". La prostitución sólo será considerada falta muy grave si se ejerce en el centro de la ciudad o cerca de centros educativos. Si las prostitutas están alejadas y no molestan, si no se ven, entonces sólo serán faltas leves...
 
Prohibido "repartir panfletos o documentos de cualquier tipo en la calle", "así como pegar carteles". 
 
No podemos quedarnos impasibles ante una normativa que reduce las libertades ciudadanas aún más, que atenta especialmente contra la libertad de expresión y que lleva a un nuevo nivel el proceso de infantilización social que padecemos y excluye aún más a los ya excluidos. 
 
No hay libertad en Granada, ni en ninguna otra ciudad del mundo, claro está. Granada no es más que un nombre propio de cualquier otra ciudad, como Gijón, Nueva York o como Berlín. 
 
 
No es nuestro mundo. No queremos que ese sea nuestro mundo. No es el que llevamos en nuestros corazones. Debemos recuperar urgentemente las calles, retomar Granada, reconquistarla, aunque no manu militari como hicieron los Reyes Católicos el 2 de enero del año del Señor de 1492 tras un largo asedio una vez rendido Boabdil; debemos liberar Granada de los que la conquistaron y quieren tomarnos ahora a nosotros como rehenes.

viernes, 15 de agosto de 2025

Entre dimes y diretes

Ay de mí, se quejaba el poeta Teógnide en un dístico elegíaco de la juventud y la maldita vejez, porque esta se le echaba encima y aquella se iba sin remedio.

  A las olas de calor de este verano se suma la ola de incendios devastadores por obra del fuego... extremo, último hallazgo terminológico del Periódico Global.

 Una mujer fue detenida en Marruecos y acusada de blasfemia religiosa por posar con una camiseta que rezaba “Alá es lesbiana” o sea, Dios es mujer y homosexual.

  Ha sido detenido y puesto a disposición judicial el bombero forestal pirómano, presunto autor del incendio que arrasó dos mil doscientas hectáreas de bosque.
 
El Ministerio del Interior declara la Fase de Preemergencia en Situación Operativa Uno del Plan Estatal de Emergencias ante los numerosos incendios forestales.

Ante los incendios unos vecinos son confinados y otros son desalojados. Preventivamente. Mientras tanto, arde España, pero no se quema. Como todos los veranos.

 
 La ministra de Medio Ambiente afirma que los incendios forestales alimentados por la ola de calor extremo son los peores desde que hay registros registrados.
 
Contra incendios forestales hay remedios naturales: hatajos de cabras evitan que se queme el bosque ramoneando hierba seca, ramas bajas y arbustos inflamables.

 

 Exhuman al cabo de cincuenta años como burdo espantajo el cadáver del dictador con la fanfarria pedagógica de la memoria histórica a fin de, muerto, combatirlo.
 
Etimología de 'tosco': En el barrio etrusco o toscano de Roma estaban, según Plauto, los  hombres que se vendían a otros hombres, centro prostibulario masculino.
 
A las consabidas olas de calor estival se suman ahora oleadas de xenofobia u odio a los extranjeros, tildados injustamente de forasteros, forajidos y foráneos. 

“Un hombre, tras recibir varios disparos de un arma de fuego, muere en plena calle y a pleno sol (el termómetro marcaba cuarenta grados) por un golpe de calor”.

 
La fiesta de moros y cristianos de Villajoyosa se pretende 'diversa y sin elegetebeifobia': en el cartel un moro y un cristiano, en vez de pelearse, se morrean.
 
 
 Reza un adagio hallado en un códice medieval: 'Verba, fides, facta mundi sunt omnia falsa': Las palabras, la fe y los hechos del mundo son, todos, falsedades.
 
  Ochenta años después de la explosión de las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki, la industria armamentista sigue siendo sin duda el motor económico mundial. 
 
-No son molinos de viento, amigo Sancho, fiel escudero, esos que ves allá en Benavieja, sino catorce desaforados gigantes contra los que me lanzo a la batalla.

  

jueves, 14 de agosto de 2025

Barba non facit philosophum

    La barba no hace al filósofo, decían los antiguos, cuando las barbas eran características de sabios, filósofos y sofistas griegos sobre todo. Podríamos decir hoy también, frente a la moda juvenil masculina: la barba no hace al hombre. Ambos dichos vienen a decir lo mismo que el proverbio medieval que reza: habitus non facit monachum: 'el hábito no hace al monje'. La túnica y la capucha, en efecto, no hacen al fraile pero le confieren la apariencia de serlo.

     Los islamistas radicales de Somalia, adoctrinados por las sagradas escrituras del Corán que ellos interpretan a su manera y veneran al pie de la letra, y sobre todo por los hadices o dichos atribuidos al Profeta, consideran que no llevar barba da un aspecto afeminado a los varones y que las enseñanzas de Mahoma obligan a no recortarla más allá de un puño. Afeitarse la barba, para ellos, es una forma de mutilación masculina, de castración fálica, de renuncia a la virilidad que un hombre debe presentar. 
 
    En nuestro mundo occidental la tradición del afeitado la impusieron los romanos, frente a los griegos, que se dejaban crecer las barbas. Entre los emperadores romanos el afeitado fue la norma hasta Adriano, que, filohelénico hasta la médula, se dejó crecer la barba e impuso esa tendencia entre la aristocracia romana y los emperadores que le siguieron. 
 
    Aunque la moda de las barbas ha ido y venido según los tiempos, y sigue yendo y viniendo, parece que la costumbre occidental más extendida es el rasurado por la publicidad y la tradición, pese  a la tendencia actual de la juventud masculina de dejarse la barba. El rasurado nos da un aspecto a los varones de afeminados, de mujeres, de niños, de efebos imberbes, es cierto, porque queremos alejarnos del mono, dejar de parecernos a él, y el vello es lo que más nos acerca a él. Las barbas nos aproximan también al oso velludo y ya se sabe lo que solía decirse: el hombre y el oso, cuanto más feo más hermoso. 
 
Busto del emperador Adriano
 
     Con la barba islámica sucede un poco lo mismo que con el velo en la cabeza que cubre el cabello de las mujeres: no es, al parecer, uno de los pilares obligatorios del islam, aunque esté prácticamente generalizado, como sí lo son sin embargo la oración cinco veces al día y el ayuno durante el mes de Ramadán. 
 
    La mayoría de las autoridades religiosas musulmanas, ya sean chiítas o sunitas, llevan barba a imitación del Profeta. Sin embargo, en Egipto, Jordania y Turquía pueden encontrarse algunos imanes que se afeitaban las barbas, hecho que en la década de los sesenta y setenta del siglo pasado se convirtió en un símbolo de modernidad. Pero para aquellos que quieren seguir al pie de la letra las enseñanzas del Profeta, los hadices ofrecen pautas de cómo recortar la barba y mantenerla hermosa.
 
    Hizbul Islam, el partido islámico somalí, llegó a decir que dejarse la barba era una lección moral del profeta Mahoma y que era un deber mantener viva esa práctica y castigar a los hombres que se afeitaran la barba y dejaran crecer el bigote. Cualquiera que violara esa norma afrontaría las consecuencias según dicta la ley islámica mediante latigazos, amputaciones o la muerte.    
 
  
    ¿Qué dirán esos integristas islámicos de los hombres que no sólo se afeitan las barbas, sino de aquellos que se depilan los vellos de piernas, brazos, pechos, sobacos, nalgas y espaldas? ¿Qué dirán de aquellos que, practicando una depilación más íntima, se rasuran el vello púbico para dejarse unas ingles brasileñas? ¿Qué dirán de los bonzos? ¿Qué dirán de las mujeres barbudas? ¿Las obligarán a llevar barba también o a afeitarse o a ponerse el burca o a qué? 

    Las mujeres occidentales, salvo las nórdicas que son más rubias, se depilan las piernas o se decoloran los vellos cuando son muy oscuros, para que no se vean; si no lo hicieran sus piernas velludas parecerían las de un futbolista. 
 
    Estas modas pasajeras no deberían constreñir por la fuerza a nadie, y de hecho en Occidente no lo hacen, pero no por ello dejan de extenderse y generalizarse.
 
     Que cada cual haga de su capa un sayo, y que nos dejen en paz estos talibanes islámicos y todos los integristas en general, que también los hay cristianos y laicos, y son igual de perniciosos los unos que los otros, porque el problema, lo malo digamos, no es la fe islámica concreta que ellos profesan, sino la profesión de cualquier fe, ciegas que son por esencia todas y cada una de ellas y obcecadoras vendas que nos ponemos en los ojos. 

miércoles, 13 de agosto de 2025

Doctores tiene la Ciencia

Cuando alguien nos pregunta si creemos en alguna otra cosa, además del Credo in unum Deum, o sea el credo en el único dios verdadero, engendrado no creado, que está mandado y que es el dinero, la única religión que no tiene ateos, nos pone en el aprieto de no saber qué responder muy bien, por lo que muchos recordando nuestra etapa de catecúmenos adoctrinados por el catecismo del padre Astete en la catequesis previa a nuestra primera comunión, respondemos que sí, no vaya a ser que nos acusen de negacionistas si decimos que no. Y acto seguido añadimos: Creo en todo lo que cree y enseña la Santa Madre Iglesia Católica, Apostólica y Romana.
 
Si el inquisidor insiste preguntando: “¿Qué cosas son esas?”. Nuestra respuesta catecúmena nos viene enseguida a la cabeza: Eso no me lo pregunte usted a mí, que soy ignorante. Doctores tiene la Santa Madre Iglesia que os sabrán responder
 
Cambiando un poco las tornas de la Iglesia Católica, Apostólica y Romana por su versión contemporánea y laica, que es la Iglesia de la Ciencia, respondemos, mutatis mutandis, a la primera pregunta secularmente: Sí, creo en todo lo que cree y enseña la Ciencia. Y a la insidiosa pregunta segunda: ¿Qué cosas son esas? Reconoce uno su ignorancia al modo socrático, pero no nuestra falta de fe, y decimos: Doctores tiene la Santa Madre Iglesia de la Ciencia, que viene a ser lo mismo que: Expertos y científicos tiene la Ciencia que os sabrán responder
 
Y es que como le dijo don Quijote a su fiel amigo y escudero Sancho Panza: Hemos topado, Sancho, con la iglesia, y con sus ministros, y con sus leyes, y con sus potestades. Esos expertos están cada vez más especializados en sus especiales especialidades, porque los demás somos unos ignorantes de tomo y lomo, pero no nos falta la fe, una fe de carboneros, como la de los viejos creyentes.

martes, 12 de agosto de 2025

Efecto mariposa (dando en el clavo)

Así han glosado algunos el llamado "efecto mariposa" de la teoría del caos: “El aleteo de una mariposa que vuela en la China puede producir un mes después un huracán en Texas”. El aleteo representa un pequeño cambio en las condiciones iniciales del sistema, que desencadena una serie de acontecimientos que provocan fenómenos a gran escala. 
 
Si la mariposa no hubiera aleteado, la trayectoria del sistema podría haber sido completamente diferente. Einstein, a su modo, dijo lo mismo con otras palabras mucho más bellas; a fin de cuentas, era un matemático o, lo que es lo mismo, un poeta: “Hasta la más pequeña gota de rocío caída del pétalo de una rosa al suelo repercute en la estrella más lejana”. 
 
A veces un fenómeno insignificante, una palabra inconveniente en un momento inoportuno, por ejemplo, puede desencadenar grandes tempestades. Dadme una palanca, dijo el griego, y moveré el mundo. Algo tan nimio aparentemente como una palanca puede levantar un peso enorme sin necesidad de un grandísimo esfuerzo muscular… 
 
Es la moraleja que se desprende de la cantilena infantil popular inglesa For the want of a nail ('Por la falta de un clavo'), cuya versión escrita más temprana es la de John Gower, que remota aproximadamente a 1390. 
  
For the want of a nail the shoe was lost. 
For the want of a shoe the horse was lost. 
For the want of a horse the rider was lost. 
For the want of a rider the battle was lost. 
For the want of a battle the kingdom was lost. 
And all for the want of a horseshoe nail. 
 
De la que me atrevo a hacer una versión, que dice así: 
 
Por la falta de un clavo perdió la herradura,
por faltar la herradura perdióse el caballo, 
por faltar el caballo perdióse el jinete, 
por faltar el jinete perdió la batalla, 
por faltar la batalla perdióse el imperio, 
y todo se echó por la falta de un clavo a perder.

Lágrimas de san Lorenzo

 

Mediada ya la noche, / la luna llena / de agosto alumbra el cielo, / Selene espléndida. 

Una infinita lluvia / cae de estrellas. / ¿Son las lágrimas, acaso, / benditas perlas

de san Lorenzo asado / a viva fuerza / en la parrilla ardiendo, / sin una queja

que, tostado de un lado, / Dios no lo quiera, / le dice a su verdugo: / "Dame la vuelta"?

  

El martirio de san Lorenzo, Tiziano (1558)

 ¿Rutilantes, fugaces, /son las Perseidas / que en la noche deslumbran / con sus estelas? 

¿Es un meteorito, / o es un cometa / que se deshace roto / y desmelena? 

¿Son restos de un incendio, / chispas, pavesas, / destellos luminosos / que centellean? 

¿O es chatarra lanzada / al espacio, fuera, / cohetes y satélites, /sombras chinescas? 

¿Son fuegos de artificio? / ¿Son las ideas, / conceptos que forjados / se desintegran? 

Saber, nada sabemos / a ciencia cierta, / ni lo que fue o lo que es, / ni lo que sea. 

lunes, 11 de agosto de 2025

Sierpes veraniegas

Tras El virus asesino llega a nuestras pantallas El calor criminal, que mata implacable a treintayún españoles cada día en lo que llevamos ya de tórrido verano.
 
Mucha gente padece ansiedad climática o estrés térmico, fenómeno nuevo que hace del cambio climático el eje central de su vida por su fuerte impacto emocional.
 
Bella Vista, David Hockney (1937-...)
 
Últimas noticias: Hace cinco mil setecientos años se celebró un banquete caníbal en Atapuerca, Burgos, en el que once de nuestros antepasados fueron engullidos.
 
La Ley de Servicios Digitales de la UE impone la censura preventiva a las plataformas so pretexto de lucha contra los discursos de odio y la desinformación.
 
Me ha despertado el rayo de luna llena que entraba por el ventanal en mitad de la noche, creyendo yo sin escuchar el canto del gallo que era ya de madrugada.
 
 ¿Zeus, que se había transformado a la sazón en toro blanco, abdujo a Europa o fue Europa la que sedujo al toro que era el dios a fin de, arrebatada, liberarse?
 
  
¿Cómo puede verificar uno, por ejemplo yo mismo, como exige la página digital, que soy un ser humano y no otra cosa como un engendro autómata mecánico o robot?
 
La Magna Industria de Confección de Fármacos, cuando no nos hace creer que estamos enfermos, nos enferma de verdad para vendernos ipso facto sus medicamentos. 
 
En vez de ¡Oh loca fantasía / que fabricas palacios en el viento!, el poeta que llevaba dentro prefirió: ¡Oh loca fantasía / que palacios fabricas en el viento! 
 
El cambio climático que dicen los meteorólogos que padecemos es un caldo de cultivo ideal para ciertas enfermedades, lo que hace aún más necesarias las vacunas. 
 

 Concluía Samaniego su célebre fábula de La Lechera con esta moraleja: No anheles impaciente el fin futuro: / Mira que ni el presente está seguro. ¡Ni el pasado!

 

 La fabulada codorniz de Samaniego, libre hasta poco ha, lamenta, arrepintiéndose ya, haber caído por un grano de trigo presa en la trampa de un lazo corredizo.