Mira que es bonita la ciudad de Granada, con su Alhambra, su aroma de naranjos en flor, sus gentes amables, su Albaicín, su nieve a lo lejos en las cumbres de Sierra Nevada, sus gitanas leedoras de buenaventura que te ofrecen una ramita de romero y te penetran con su sonrisa y su mirada, sus estudiantes que derrochan juventud a raudales, rebeldía, inconformismo frente a los roles establecidos por la sociedad y deseos de probarlo todo.
Mira que es bonita y resulta que, con lo bonita que es, van y nos quitan a los granadinos y a los forasteros que estamos aquí de paso la poca libertad que tenemos. Mira que todo era posible en Granada, y a partir de ahora si nos descuidamos no se va a poder vivir libremente.
El Gran Hermano quiere controlar la convivencia entre personas, toda relación y actividad social en la ciudad de Granada y evitar que no haya negocio que se realice fuera de lo establecido por el Ayuntamiento, quien confiere a la policía local la potestad de decidir qué relaciones entran dentro de lo que se entiende por una "correcta convivencia".
Por orden del señor alcalde, o de la señora alcaldesa, vaya usté a saber, elegidos democráticamente, por supuesto, queda prohibida tajantemente toda manifestación de arte espontáneo sin un permiso del ayuntamiento y una licencia municipal, so pena de sanción y requisa de instrumentos, material y ganancias.
Queda prohibido, por orden de la alcaldía, dormir en la calle al sereno las noches de luna llena, y cualquier petición de limosna. Se pretende acabar así con la pobreza prohibiendo la mendicidad.
Según el bando municipal, queda prohibida "toda muestra de actividad sexual (da igual si no hay dinero de por medio)", quedando la valoración de qué es "actividad sexual" al Policía Local de servicio. Ten cuidado si das un beso a tu pareja, si le metes mano en un banco del parque, o le tocas la entrepierna en la calle porque puedes enfrentarte a importantes sanciones.
Queda prohibido el "trabajo del sexo si este es visible". La prostitución sólo será considerada falta muy grave si se ejerce en el centro de la ciudad o cerca de centros educativos. Si las prostitutas están alejadas y no molestan, si no se ven, entonces sólo serán faltas leves...
Prohibido "repartir panfletos o documentos de cualquier tipo en la calle", "así como pegar carteles".
No podemos quedarnos impasibles ante una normativa que reduce las libertades ciudadanas aún más, que atenta especialmente contra la libertad de expresión y que lleva a un nuevo nivel el proceso de infantilización social que padecemos y excluye aún más a los ya excluidos.
No hay libertad en Granada, ni en ninguna otra ciudad del mundo, claro está. Granada no es más que un nombre propio de cualquier otra ciudad, como Gijón, Nueva York o como Berlín.
No es nuestro mundo. No queremos que ese sea nuestro mundo. No es el que llevamos en nuestros corazones.
Debemos recuperar urgentemente las calles, retomar Granada, reconquistarla, aunque no manu militari como hicieron los Reyes Católicos el 2 de enero del año del Señor de 1492 tras un largo asedio una vez rendido Boabdil; debemos liberar Granada de los que la conquistaron y quieren tomarnos ahora a nosotros como rehenes.