Mostrando entradas con la etiqueta Franco. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Franco. Mostrar todas las entradas

martes, 19 de agosto de 2025

Pareceres LXXXII

401.- Literatura y ficción. Chesterton escribió: Literature is a luxury; fiction is a necessity. Lo que en román paladino en el cual suele el pueblo fablar a su vecino, que diría Berceo, viene a ser: «La literatura es un lujo; la ficción es una necesidad». La literatura es un lujo, algo precioso, pero se puede vivir sin literatura. En cambio, sin ficción no se puede habitar en este mundo. Ni el más iletrado de los pocos analfabetos que queden en el mundo carece de ficciones o fabulaciones. Pero la frase hay que entenderla en el sentido de contraponer lengua escrita y lengua hablada. La literatura, en el sentido de lengua escrita, es un lujo, algo precioso y valioso, pero de lo que se podría prescindir sin mayor problema. De hecho, antes de la invención de la escritura, había una mal llamada literatura -el término ya implica escritura, letra escrita- oral, una oralidad que se trasmitía de boca en boca. La ficción es una narración, una historia, un cuento inventado. Sin eso no se puede vivir o, mejor dicho, no se puede existir, porque ficción es la realidad. 

  
402.- IA. La Inteligencia Artificial se ha convertido en el moderno oráculo de Delfos que puede decir a la vez una cosa y la contraria, como cuando a través de su sucursal de Cumas, la Sibila le dijo sibilinamente a aquel soldado que iba a ir a la guerra y preguntó por su suerte: “Ibis... redibis... numquam... in bello morieris”. Lo que tanto valía por “Irás, volverás nunca, morirás en la guerra” como por “Irás, volverás, nunca morirás en la guerra” dependiendo de las pausas que se hicieran en la pronunciación de la solemne respuesta. Recuerdo que cuando, niño, yo iba a misa, antes de la primera comunión, el sacerdote decía: “Palabra de Dios”, y los feligreses, niños y mujeres delante, hombres detrás, contestábamos al unísono: “Te alabamos, Señor”. Hoy podríamos cambiar lo de palabra de Dios por la de  IA, la Divina Providencia. Lo que diga la IA va a misa. Los algoritmos nos gobiernan. Y el éxito de su gobierno es que la gente no sepa muy bien quiénes son esos señores, que a veces confunden con los logaritmos. Su éxito se debe a que ignoramos quiénes son, pero el planeta ha pasado a ser de estos señores de la IA. Ahora somos inquilinos en su finca, y los alquileres no dejan de subir. Hay que pagar por vivir porque la vida tiene un precio. Quien no pague su huella de carbono (el alquiler) será desahuciado. Fue Órgüel quien acuñó el neologismo doublethink, que podemos traducir por pensamiento doble en el sentido de contradictorio, en su profética novela que, redactada en el año del ¨Señor de 1948, bailando los dos últimos números, tituló: 1984. Es un buen hallazgo semántico que expresa la facultad que tienen los que mandan para sostener dos opiniones contradictorias y contrarias simultáneamente, igual que la IA. La mentira ha existido siempre, lo novedoso del doble pensamiento es que el que gobierna consigue imponer un lenguaje que dice a la vez lo mismo y lo contrario, lo que significa y lo que él quiere que signifique, así se le ocurra llamar a la guerra paz, o a la esclavitud libertad, o a lo blanco negro, a la verdad mentira, y a la vida muerte, pero también lo que él quiere, como le dijo Humpty Dumpty a la Alicia de Lewis Carrol: Las palabras significan lo que se le antoja al que manda. Para eso es el Puto Amo.
 
 
403.- El dicho y el hecho. Entre el dicho y el hecho hay un trecho, el enorme trecho que separa las cosas de las palabras o ideas que nos hacemos, abstrayéndolas, de las cosas. Los italianos dicen “tra il dire e il fare c´è il mare”: entre el decir y el hacer está el mar. Podemos imaginar que se abre un mar tan vasto como el Mediterráneo o, más aún, como el maremágnum del océano: una distancia inabarcable. Todo lo que se cuente es, por lo tanto, por el mero hecho de contarlo un cuento, o sea una mentira, real, como la propia realidad, pero falsa; sin embargo, lo que no se cuenta, lo que uno se calla porque no puede contarlo, eso es lo interesante, lo verdadero. Siempre ha sido lo mejor: lo que se sugiere, lo que no se dice, lo que no se reduce a palabras, porque no se deja etiquetar ni simplificar, lo que se calla porque hay detrás algo más, mucho más que palabras. Eso es lo verdadero, aunque no sea real. Del dicho al hecho hay en realidad mucho más que un trecho, un profundísimo abismo infranqueable. 
  
404.- Ni caso. Durante mucho tiempo la información escaseaba y era un bien más difícil de conseguir que el oro, pero hoy día hay un apabullante superávit. En la Red, desde luego, es lo que más abunda: información, de hecho es casi lo único que hay: informaciones que son publicidad y propaganda para las masas. Hay quien dice que con el aire y con el agua es lo que más abunda en el planeta: información, informaciones. Y dicen que como el agua y el aire es algo necesario. ¿Para qué? Me pregunto yo. Las informaciones son necesarias para meternos el miedo en el cuerpo y en el alma, que es lo mismo, y para distraernos. Lo mismo que el aire y que el agua, que están cada vez más contaminados en el planeta azul, la información también está polucionada, manipulada, sesgada; por lo que su abundancia se convierte en asfixiante: no es una riqueza de la que podamos sentirnos orgullosos, sino un motivo grave de preocupación: la información es un un tumor cancerígeno que pretende aniquilarnos insensibilizándonos ante lo que pasa, porque la información logra que nos desinteresemos precisamente de “lo que pasa” y nos preocupemos por cosas que no nos interesan, que ni nos van ni nos vienen, para que así seamos incapaces de ver lo que tenemos delante de nuestras propias narices, pues vemos, en lugar de lo que hay, las pantallas que nos ponen a modo de aquellas orejeras que les plantaban a los asnos para que caminaran siempre adelante en la misma y prefijada dirección. ¿Es bueno, pues, estar informado? Para nada. No sólo no es bueno, es perjudicial para la salud física y mental. Nuestra tarea, por lo tanto, es librarnos de la información, desinformarnos, no hacer caso de lo que nos cuentan. 
 
 
 
405.- Estatua ecuestre del Generalísimo. El 17 de diciembre de 2008 fue retirada la estatua ecuestre de bronce de Franco que formaba parte del paisaje de Santander después de cuarenta y cuatro años en la plaza del Ayuntamiento. Era obra del escultor José Capuz. El ínclito Generalísimo no galopa ni sigue cabalgando a lomos de su caballo; era Francisco Franco pésimo jinete al parecer. No pueden las palomas ya condecorar, ellas que son las mensajeras de la paz, al victorioso general tras mil batallas haciendo sus deposiciones naturales encima de él, en su calvicie o su uniforme. No pasa ya ningún chiquillo que de pronto le entren urgentes ganas de orinar, y se haga pis en el pedestal de la estatua del caudillo, con toda la inocencia de los niños propia, vengando así a los hijos huérfanos de padres, a las madres todas que odian guerras y batallas, y a las víctimas de guerra que en el mundo han sido. No pasa ya ningún borracho por la noche tambaleándose a la luz de la luna, que se apoye, y le eche encima el largo vómito de su amarga borrachera, ya que ellos, los borrachos sólo y los niños dicen a las claras la verdad. Tampoco pasan los amantes ni se besan a la sombra de esa vieja estatua, ni se enfada el viejo carcamal del mílite glorioso indignado porque le hacen burla y el pecado del amor delante, impunemente, de sus narices; y el vejestorio de él, que firmó sentencias de muerte sin que le temblara el pulso y que de eso del amor no sabe casi nada, que sólo amó a la patria, idea descarnada, maldita sea, ya no siente el desdén indiferente de las palomas, los niños, los borrachos y los enamorados. Ya no galopa el militronche sobre el caballo percherón en Santander; le han quitado y retirado, lástima, su estatua ecuestre so pretexto de remodelación de la plaza.
 
 

sábado, 14 de diciembre de 2024

A moro muerto...

Por fin se ha podido comprobar cuál era el objetivo de exhumar el cadáver del dictador Francisco Franco hace ya cinco años: resucitarlo para combatirlo a toro pasado lanza en ristre, haciendo suyo aquel refrán de “a moro muerto, gran lanzada”. 
 
Hoy sería más políticamente cortés y correcto decir 'a enemigo muerto, gran lanzada', pero la frase viene así de antaño de la España de las guerras entre moros y cristianos, y está avalada por María Moliner como expresión con la que “se satiriza a los que se muestran valientes contra algo o alguien cuando ya no hay riesgo en ello”. 
 
"Postrimerías", Bernardo Ferrándiz y Bádenes (1881)
 
En el marco del óleo Postrimerías de Ferrándiz y Bádenes (1881), conservado en el museo de El Prado, pueden leerse estos versos bajo el refrán "A moro muerto, gran lanzada":  Rey fiero ayer para ti, / mis leyes di a respetar, / y hoy que la muerte está en mí, / ¡hasta tú vienes a hollar / el polvo de lo que fui"!. Son las palabras que el gato muerto le dedica al ratón que presume, vivito y coleando, de matar a quien muerto está..Esta inscripción en el marco y el título de la obra aluden al refrán español que hace referencia a la cobardía consistente en aparentar un gran mérito por atacar a quien ya está vencido. 
 
Y se confunde con otra que es “A toro muerto, gran lanzada”, no menos castiza, pero quizá posterior, porque antiguamente se mataba a los toros con una lanza en la suerte de lanzadas, que equipara la bravura del toro a la del moro con su rima facilona. 
 
Ambos refranes se aplican a aquellos valientes que se atreven a arrostrar todos los peligros cuando ya no hay peligro alguno en ello, para lo que necesitan agitar el espantajo fantasmagórico del peligro.
 
 
En cualquier caso, tanto si el muerto es el toro como el moro, tirar la lanza exhibiendo valentía y arrojo después del triste final, cuando ya ha pasado el peligro, es vana presunción. No hay mayor insensatez, como nos recuerda otro refrán, que la de jactarse de lo que uno carece, que es lo que vienen a transmitirnos el refrán con sus dos variantes. 
 
Hay un latinajo medieval que puede relacionarse con el refrán y que quizá hunda sus orígenes en las fábulas de Esopo: Mortuo leoni et lepores insultant ('Al león muerto hasta las liebres lo insultan').
 
El Partido (¿Socialista? ¿Obrero?) Español, que no combatió el franqusimo cuando vivía Franco, el General-ísimo, quiere combatirlo medio siglo después, cuando ya es una fantasmagoría histórica, durante el año que viene en el que se cumplirá el cincuenta aniversario de su muerte bajo el lema, falso como el solo de “memoria es democracia”. 
 
 
He aquí la transcripción del discurso leído por el presidente del ejecutivo: “A lo largo del año 2025 el Gobierno va a impulsar la conmemoración de los cincuenta años de lo que vamos a llamar “España en libertad” (aplausos, como en los programas de la tele), una conmemoración, una conmemoración con un único objetivo, y es poner en valor (sic) la gran transformación en este medio siglo de democracia logrado (lee), y homenajear a todas las personas y a todos los colectivos que la hicieron posible. Esta conmemoración se va a traducir en más de un centenar de actividades culturales, eventos de diversa índole que van a inundar nuestras calles, escuelas, universidades, museos, a partir del ocho de enero del año 2025. Para articular esta conmemoración el gobierno de España va a crear un comisionado especial, va a nombrar un comité científico formado por expertos y expertas de reconocido prestigio, y va a colaborar con todas las administraciones públicas en la ejecución de un extenso programa de actividades. Vamos a dar a lo largo de comienzos de este próximo año en un acto específico para el arranque de estas celebraciones los detalles de esta conmemoración de cincuenta años desde la muerte del dictador. Casi medio siglo nos separa de su muerte pero las consecuencias de aquella herida evidentemente son tangibles a día de hoy y exigen, lo que hemos venido siempre reivindicando, exigen verdad, reparación y justicia, como las que reciben las veintinua víctimas del golpe de Estado de 1936, de la guerra, de la violencia política, de la dictadura franquista a las que hoy estamos rindiendo homenaje”
 
Merecen a propósito del centenar de eventos que nos esperan para el año que viene especial mención las palabras que escribía Gabriel Albiac en El Debate el viernes 13 de diciembre bajo el título Capitalizar el dolor (de los otros)
 
    "A los diecisiete y en la Universidad Complutense, transité al territorio de los movimientos clandestinos, que –¡oh, cuan ingenuamente!– fantaseaban el derrocamiento de la dictadura. Los únicos que iban más allá del huero verbalismo eran los diversos grupos comunistas. Allá que me fui. A los socialistas, por aquel final de los años sesenta, nadie los había visto. Ni nadie los esperaba en las modestas, pero nada cómodas, actividades contra un régimen que, en el fondo, sabíamos demasiado blindado como para hacernos ilusiones. La gente que pudiera haber en el PSOE –si es que alguna había, que yo no la vi jamás– tuvo la prudencia de preservarse en una retaguardia de la cual vinieron a sacarla los agentes del Departamento de Estado norteamericano, cuando quedó ya claro que el general se moría. Y, de manos del Departamento de Estado, esas gentes de González y Guerra recibieron formalmente la herencia del franquismo. Deberían haber quedado agradecidas. A los dos: al franquismo y al Departamento de Estado. Gracias a ambos, gentes sin entidad alguna hicieron muy ricas carreras y aún mejores fortunas".
 
Y como concluye Albiac, resulta divertido (y más, diría, yo, sarcástico) que sean los herederos de esas siglas PSOE “quienes armen el gran festival jubilatorio por la muerte de un dictador contra el que jamás movieron un dedo”. Y que quieran ahora, cuando se va a cumplir el cincuentenario de su muerte, arrojar una lanza de larga y amplia repercusión contra el General-ísimo para lo que han tenido que resucitar su cadáver y organizar más de un centenar de eventos culturales con, se supone, público dinero.