miércoles, 6 de marzo de 2024

Pareceres XLII

206.- Omnia sint communia: Las cosas deberían ser de todos, comunes, y por lo tanto no exclusivas de nadie, ni siquiera de su supuesto creador ni propietario. Nosotros también hacemos una declaración de principio en contra de la piratería, como los corsarios de la Sociedad General de Autores, pero por otro motivo: porque estamos en contra de la propiedad privada, ni más ni menos. Toda propiedad es un robo y, consiguientemente, todo acto de piratería también. 
 
 207.- El argumento de René Guénon. Razonaba René Gnénon en La crise du monde moderne (1927) que si definimos la «democracia» como suele hacerse, es decir, como el gobierno del pueblo por sí mismo, nos encontramos ante algo en verdad imposible, algo que no puede existir ni en nuestra época ni en la Grecia de Periclés. Es contradictorio admitir que unas mismas personas pueden ser a la vez gobernantes y gobernadas, porque, por emplear el lenguaje aristotélico, un mismo ser no puede ser en acto y en potencia lo mismo al mismo tiempo y en la misma relación. Podría objetársele al razonamiento de Guénon que habría una forma de resolver la contradicción entre gobernantes y gobernados, que sería el autogobierno o autonomía individual: es decir que uno se gobierne a sí mismo sin admitir ninguna imposición externa por encima, pero eso conlleva que uno se divida internamente en gobernante y gobernado (el Superyó gobernando al Ello en términos psicoanalíticos), lo que lejos de acabar con el gobierno, lo traslada del ámbito social al individual. La única solución que resolvería la dicotomía gobernante/gobernado sería la acracia definida negativamente como ausencia de gobierno de ninguna voluntad, ni siquiera de la propia, como en aquellos versos de Agustín García Calvo que cantaba Amancio Prada (y María Jiménez con mucho salero): Libre te quiero, pero no mía, ni de Dios ni de nadie, ni tuya siquiera. 
208.- Un suceso. La palabra significa “cosa que sucede, especialmente cuando es de alguna importancia”. La palabra en principio es neutra, pero puede adquirir una connotación positiva, como ya tenía en latín “successus” que podía significar 'éxito', sentido que conserva en francés (succès) y en inglés a través del francés (succes), o una connotación negativa como tiene generalmente en castellano, donde significa “hecho delictivo” y “accidente desgraciado”. Pues bien, el suceso que traigo aquí a colación, digno de la prensa sensacionalista, es muy significativo: una mujer apuñala a su esposo porque descubre que él guarda en su móvil fotos explícitas de una joven con la que practica sexo. La mujer, presa de un ataque de celos, no quiso atender las explicaciones de su esposo cuando le dijo que era ella misma cuando empezaron a salir, y le asestó varias puñaladas con un cuchillo. Leonora, que así se llamaba, no se reconoció a sí misma en aquella otra Leonora juvenil, antepasada suya, y arremetió contra su cónyuge. Los vecinos, alarmados por el altercado, llamaron a la policía. El hombre fue atendido en el hospital con diversas heridas de arma blanca y la mujer pasó a disposición judicial. Sucedió en México, en Cajeme en el estado de Sonora hace tres años. El suceso debería hacernos reflexionar sobre si somos nosotros o no somos y dejamos de ser los mismos que éramos... 
  209.- Verificación de dichos y hechos: En las redes sociales se ha difundido que el director general de la OMS habría declarado que los medios independientes deberían ser “eliminados” (wiped out) antes de que llegue la enfermedad X. Es mentira. Se trata obviamente de un bulo. No es cierto que el gerifalte que regenta dicha Organización Maléfica de la Salud haya declarado tal cosa. No lo ha dicho, aunque no podemos estar seguros de que no lo haya pensado en algún momento, habida cuenta de las críticas que recibe su gestión y el autoritarismo totalitario que pretende su tratado de pandemias con motivo de la enfermedad X que no existe todavía y que pretende imponer a la comunidad de las naciones. No lo ha dicho, pero lo ha pensado porque las críticas, vengan de donde vengan, le hacen daño y pueden arruinarle el invento. Y eso sí que no es un bulo.
 
210.- ¿Teléfono fijo o móvil? ¡Hay que ver cómo nos engañamos con el lenguaje! Resulta que el teléfono inalámbrico que llamamos móvil es el más fijo que puede haber porque cargamos casi siempre con él, adherido tanto a nosotros que lo llevamos encima hasta cuando vamos al retrete. Es un miembro más no ya de nuestra familia como era el otro, sino de nuestra personalidad y anatomía individual, un adminículo personalizado de nuestra propia mano, que además, con la conexión a internet, nos hace adictos y enreda, nunca mejor dicho, a la Red Informática Universal y a sus retículas sociales. Y el teléfono alámbrico tradicional, que ahora llamamos “fijo” por contraposición al móvil o celular, tenía la virtud de no adherírsenos a nosotros. No era desde luego tan smart como este que, a fuerza de inteligencia artificial, nos atonta a nosotros e idiotiza con sus imágenes. No había que llevarlo encima a todas horas, porque estaba siempre en casa, enchufado a la pared, dejándonos a nosotros la libertad del movimiento que él no tenía. No consumía batería ni electricidad ni tenía complicadas aplicaciones y su mecanismo era más sencillo que el de un chupete. Cuando alguien te llamaba emitía un rin-rin inconfundible, y si no querías contestar no lo hacías y nadie sabía al otro lado de la línea si era porque no estabas en casa o porque no te apetecía.
 

martes, 5 de marzo de 2024

La guerra es tendencia esta temporada

    Después de dos años de guerra a gran escala en Ucrania, el fotógrafo británico Brett Lloyd “captura la resiliencia(!)  de la vida ucraniana actual”, según asegura, para la indecente revista Vogue, reflejando el lado amable de la guerra como si fuera el último grito de la moda entre los jóvenes de ambos sexos, y lo hace para que los no tan jóvenes, es decir, los viejos, nos vayamos preparando para lo que encima se nos viene.

    La edición ucraniana de primavera de dicha revista glamurosa presenta un extenso reportaje fotográfico, que idealiza así la vida de un país que lucha por su libertad, independencia y supervivencia, a las órdenes de un títere de Guásinton, un histrión NATO, nunca mejor dicho, cuyo nombre propio omito deliberadamente, retratando a una generación juvenil que no parece muy afectada por los desastres traumáticos y postraumáticos a los que les ha llevado la guerra que, como se sabe, es una continuación de la política por otros medios. Estos jóvenes que retrata parecen felices y contentos con la suerte  que les ha tocado, lo contrario de lo que cabría suponer.

     El reportaje se abre con la imagen amable de una chica sonriente en primera fila, la modelo ucraniana Karina Mazyar, seguida de cinco cadetes igualmente sonrientes en el liceo militar de Kiev, imagen que estiliza, embellece y hace romántica y no traumática la incorporación a filas de los jóvenes abocados a ser carne de cañón.

    El mentado fotógrafo retrata también a una auténtica heroína, Oksana Rubaniak, la joven de 21 años de larga trenza pelirroja, comandante de uno de los pelotones de las fuerzas terrestres de las fuerzas armadas de ese país, trabajadora en el ayuntamiento, poeta y activista, que se incorporó a filas y combatió con sus camaradas en los frentes de Bahmut, Vuhledar y Mariupol, fue herida cerca de Vuhledar en marzo de 2022, pero pronto volvió a las armas y a primera línea de combate desmelenándose.

 

     El reportaje pasa por alto, obviamente, que las mujeres que militan en el ejército de Ucrania tienen que enfrentarse a dos enemigos, uno externo y otro interno: a los rusos en el frente, y a sus compañeros masculinos en las propias líneas, en las que no faltan el acoso y la discriminación sexuales.

    No olvidemos que en el actual escenario que nos pone por delante la sociedad del espectáculo, Ucrania quiere entrar en la OTAN y en la UE, y que tanto la una como la otra están dispuestas a aceptarla, con el beneplácito del águila calva y carroñera de los Estados Unidos que sujeta entre sus garras la rama pacífica del olivo y las flechas de la guerra,  compromiso que obligaría a Europa y a la alianza atlántica a entrar directamente en la guerra contra Rusia en la que indirectamente ya está implicada. Es lo que quieren los angloamericanos: llevarnos a la guerra contra la malvada Rusia y su perverso zar. 

     Conmovedora también la tierna imagen de este soldado barbudo y armado con un gato entre sus brazos. El fotógrafo y la revista que publica sus fotos están vendiéndonos una imagen romántica de la guerra de Ucrania, normalizándola, y haciendo que parezca heroica, épica y bella, lo que hay que relacionar, no podemos perderlo de vista, con el mensaje del otro día de la Vónder, presidenta de la Comisión Europea, que al igual que hizo negocio con las comisiones de las vacunas tratando de prevenir el virus, quiere prevenir ahora, haciendo igualmente caja, la guerra armándonos, por lo que pueda pasar, hasta los dientes.

lunes, 4 de marzo de 2024

El rabo del perro de Alcibíades o la estrategia de la distracción

    Alcibíades, el niño bonito y mimado de Atenas, que en su juventud destacaba por su belleza entre los efebos, al que desearon por igual hombres y mujeres, centro de atención de todas las miradas, allá por donde pasaba levantaba toda una polvareda de comentarios apasionados sobre su persona. El rico aristócrata sobrino de Periclés y discípulo de Sócrates, que se interesó por él, aunque no consiguió desviarlo de su ambición por el poder, sacaba a pasear por Atenas un magnífico perro, cuya espléndida cola destacaba por su vistosidad, por el que había pagado la astronómica suma de setenta minas, es decir siete mil dracmas de entonces, una cantidad exorbitante, para que todos admiraran el porte sublime del can, acorde con la dignidad de su dueño que hacía de él ostentación. Asociadas ambas imágenes, la del perro y la de su dueño, los atenienses ya no sabían si el animal se parecía al amo o el dueño al perro en una rara y perfecta simbiosis. 

Busto de Alcibíades, museos Capitolinos de Roma.

    Cuando el perro ya no era novedad -noticia, diríamos hoy-, acostumbrados como estaban los atenienses al espectáculo de verlo paseando con su dueño por el ágora de Atenas, y se había agotado ya ese tema de conversación, Alcibíades ordenó caprichosa- e inexplicablemente que le amputaran la cola para escándalo de sus compatriotas. Aquello provocó entre amigos y conocidos un aluvión de críticas y comentarios reprobatorios. Nadie entendía excepto él por qué había tomado una decisión tan arbitraria que demostraba, además, crueldad, maltrato animal y mal gusto. 

 Sócrates buscando a Alcibíades en casa de Aspasia, Jean-Léon Gérôme (1861)

    Todo el mundo lo criticaba, pero él, muy tranquilo y risueño, comentó a sus más íntimos allegados que, mientras los atenienses hablaban de la amputación del rabo, no reparaban en cosas peores concernientes a su persona que, con esta estrategia de distracción a modo de cortina de humo, lograba pasar desapercibida. Alcibíades no era un don Nadie en la Atenas de Periclés del siglo V, sino, huelga decirlo, un mandatario. Mientras el vulgo hablara del perro, se olvidarían de los asuntos públicos de mayor enjundia y más turbios, asuntos sociales, políticos y económicos de su gobierno. 

Mosaico romano del museo de El Bardo (Túnez)

    Los alcibíades de turno, personajes famosos de la política y del star system, se manejan muy bien en la palestra de los medios masivos, incluidas las redes sociales en esa denominación, y controlan muy bien la estrategia de la distracción que inauguró el Alcibíades histórico, haciendo que nuestra atención se desvíe de asuntos más importantes y controvertidos, y se centre en otro foco de interés, como dicen ahora, mera cuestión comercial de puesta en escena política. 



    Esta anécdota la refiere Plutarco en su biografía de Alcibíades, incluida en Vidas paralelas, donde dice que teniendo un perro admirable por su tamaño y su porte (ὄντος δὲ κυνὸς αὐτῷ θαυμαστοῦ τὸ μέγεθος καὶ τὸ εἶδος), que había comprado pagando por él a la sazón setenta minas (ὃν ἑβδομήκοντα μνῶν ἐωνημένος ἐτύγχανεν,), le cortó el rabo, que llamaba la atención por lo bellísimo que era (ἀπέκοψε τὴν οὐρὰν πάγκαλον οὖσαν.). Al reprenderle sus compañeros y decirle que todos se metían con él por lo hecho al perro y le vituperaban (ἐπιτιμώντων δὲ τῶν συνήθων καὶ λεγόντων ὅτι πάντες ἐπὶ τῷ κυνὶ δάκνονται καὶ λοιδοροῦσιν αὐτόν,), él, riéndose, “eso es en efecto- les dijo- lo que yo quiero (ἐπιγελάσας, "γίνεται τοίνυν," εἶπεν, "ὃ βούλομαι·); porque quiero que los atenienses hablen de eso, para que no digan de mí algo peor” (βούλομαι γὰρ Ἀθηναίους τοῦτο λαλεῖν, ἵνα μή τι χεῖρον περὶ ἐμοῦ λέγωσι). 

 "Cuidado con el perro"

    Hagamos caso del mosaico que había a la entrada de algunas casas señoriales romanas que representaba a un perro y tenía la leyenda de CAVE CANEM “cuidado con el perro”, y procuremos que los perros mediáticos de los hodiernos alcibíades no nos distraigan y desvíen nuestra atención de lo que realmente nos importa.

domingo, 3 de marzo de 2024

El flujo continuo o la diarrea heraclitana (I)

    Para muchos lo más característico de la filosofía de Heraclito es el “pánta rheî” (todo fluye), cuya versión latina sería por ejemplo “omnia fluunt” o “cuncta fluunt”, como aparece en las Metamorfosis (XV, 178) de Ovidio, atribuida esta doctrina allí a Pitágoras, pero esta frase no figura en los fragmentos literales conservados de Heraclito, por lo que en buena lógica no puede atribuírsele y de hecho no se le asignó hasta mil años después. 
 
    En efecto, un autor tardío, Simplicio de Cilicia (Física, 1313, 11), se la imputa a Heraclito tal como se la conoce, por lo que hemos de pensar que no es una frase original del libro. Esta frase esquematizaría la supuesta creencia de Heraclito de que todo está cambiando continuamente, convirtiéndolo en el filósofo del devenir, que luego la historia de la filosofía contrapondría a Parménides, que sería el filósofo de la permanencia del ser. 
 
    Pero la raíz del equívoco arrancar ya de Platón, que formuló en el Crátilo (mejor que Cratilo, pese a Borges) el “pánta choreî” (todo se va): dice en alguna parte Heraclito (λέγει που Ἡράκλειτος) que todo se va y nada permanece (ὅτι πάντα χωρεῖ καὶ οὐδὲν μένει). 
 
 
    Lo primero que hay que decir es que la traducción es aproximada, porque el adverbio που significa, además de en alguna parte, quizá, probablemente, más o menos... Este adverbio nos pone sobre la pista de que la cita que Platón pone en boca de Sócrates no es literal sino aproximada, un poco o bastante imprecisa tal y como está almacenada en la memoria, e incluso podría ser irónica, como gustaba el maestro. 
 
     Resulta sospechosa porque las dos expresiones πάντα χωρεῖ y οὐδὲν μένει significan lo mismo: En efecto hacer una formulación lapidaria como “todo se va” o, si se prefiere la fórmula canónica, “todo fluye” no necesita una aclaración posterior, redundante y consiguiente como “nada permanece” o “no queda nada”, en la que hemos canjeado el todo por la nada y el irse por el quedarse, con lo que decimos lo mismo con otras palabras, como si no recordásemos la formulación exacta y recurriésemos a dos tentativas de decirlo: a 'todo' (pánta) le oponemos como sujeto de la nueva frase su contrario 'nada' (oudén) y al predicado verbal 'se va' (choreî) le contraponemos 'permanece' (ménei). 
 
    Esta formulación no parece propia de Heraclito, al que le gusta contraponer a una cosa su contraria (vivos/muertos, dioses/hombres, bien/mal...) y parece más bien propia de alguien que no recuerda las palabras exactas de la formulación literal y que ha simplificado lo que decía el efesio convirtiéndolo en doctrina y frase hecha que expresa de dos maneras diferentes la misma idea porque no recuerda acaso o no quiere recordar la formulación exacta que incluiría su contradicción. 
 
Heraclito, según Rafael en La Escuela de Atenas y El Roto. 
 
    Habríamos esperado, en efecto, de Heraclito una formulación más contradictoria, es decir, que expresara la contradicción, algo así como Todo fluye y todo permanece: πάντα χωρεῖ καὶ πάντα μένει, o por decirlo a lo poético, como en aquel octosílabo de Machado, “todo pasa y todo queda”. O dicho con otras palabras y aplicándolo a las metamorfosis o transformaciones como en aquella canción de Georges Moustaki: 'nada ha cambiado y, sin embargo, todo es diferente' (rien n'a changé et pourtant tout est différent).
 
    Si no coordinamos ambas frases, como por ejemplo "Todo pasa y no pasa nada", estamos expresando dos doctrinas, dos opiniones personales o creencias, formulaciones incompletas o cojas, que necesitan el miembro que falta para decir algo que no sea completamente falso, al formular algo contradictorio que resulta verdadero en sus dos mitades contrapuestas, porque el pensamiento necesita ambas muletas para poder formular un razonamiento completo, no una sola de ellas. 
 
    En su lugar, nos ha quedado ya desde Platón y probablemente desde los heraclitanos como Crátilo la fórmula original que suponemos reducida a la primera de sus dos mitades, y convertida en doctrina, es decir en mera opinión , creencia personal o idíā phrónēsis: el flujo o diarrea universal, cuando lo que pretendía la fórmula era luchar contra esa posibilidad (y de paso, al conjugarlas y coordinarlas, contra la contraria, la doctrina complementaria de la inmutabilidad y permanencia de todo). 
 
Pánta rheî, Fabio Sedia (¿2015?) 
 
    La frase del Crátilo continúa diciendo: y comparando los seres con la corriente de un río (καὶ ποταμοῦ ῥοῇ ἀπεικάζων τὰ ὄντα) dice que dos veces no puedes meterte en el mismo río (λέγει ὡς δὶς ἐς τὸν αὐτὸν ποταμὸν οὐκ ἂν ἐμβαίης), pero otro día volveremos sobre los ríos heraclitanos.

sábado, 2 de marzo de 2024

Noticias del mundo y Cita con Adorno

Noticias del mundo
 

La Tierra, aunque achatada por los polos, no es plana sino redonda según la evidencia científica, pero el mundo es cada vez más plano, y plano su encefalograma. 

 En el Ministerio de Defensa no se habla del concepto obsoleto de “guerra” sino del eufemismo “resolución de conflictos”, como si no fuera lo mismo de lo mismo. 

Sancho Panza, antes de hacerse cargo del gobierno de la ínsula, le escribía a su mujer que iba, como todo gobernador, a hacer dineros “con grandísimo deseo”. 

La Vonder, como ya hizo durante la pandemia con la industria farmacéutica, garantiza ahora a la militar dinero de los contribuyentes y un negocio “sostenible”. 

La guerra se detiene, como todo el mundo sin duda sabe, fabricando armamento y enviándolo al frente, igual que se apaga un incendio echándole al fuego gasolina. 

 Caen las mascarillas: Si había alguna duda, ya sabemos cuál era la verdadera razón de obligarnos a llevar bozal pese a su ineficacia demostradísima: el negocio. 

El ejército protege la paz y la industria farmacopólica la salud, sosteniendo ambos guerras y enfermedades respectivamente como justificación de su existencia.

 

 ÚLTIMA HORA: Israel dispara a una multitud que asalta camiones de comida en Gaza “en un incidente (literal) con decenas de muertos”, según el Periódico Global.

  oOo
Cita con Theodor W. Adorno
 
Freiheit wäre, nicht zwischen schwarz und weiß zu wählen, sondern aus solcher vorgeschriebenen Wahl herauszutreten. (Theodor W. Adorno, Minima moralia 85). 
 
"La libertad consiste no en elegir entre blanco y negro, sino en escapar de toda alternativa preestablecida." 

 
 
 
 

viernes, 1 de marzo de 2024

En marzo, las marzas.

En las calendas de marzo, sin permiso del alcalde, vamos a cantar las marzas y a daros un poco el cante.
 
 La tradición da licencia a estas coplas y cantares. Y por eso aquí venimos sin que nos lo mande nadie. 
 
En marzo empezaba el año que se consagraba a Marte en tiempos de los romanos, y sus guerras y combates. 
 
Maldita la falta que hacían, maldita la falta que hacen. Otras guerras más antiguas hay de damas y galanes. 
 
 Pero no teman, vecinos, venimos en son de paces nosotros aquí, marceros de marzas tradicionales. 
 
 
 
 Marzo, seas bienvenido de días primaverales. Bienvenido, marzo, seas, a echar una cana al aire. 
 
Ya van más largos los días y las noches más amables. Si una puerta se nos cierra, otras muchas hay que se abren. 
 
 Pedimos el aguinaldo y esto, que no ofenda a nadie: pan y un cuartillo de vino, que se nos seca el gaznate. 
  
Por delante la verdad con sus pelos y señales: no hay que andarse con mentiras ni falsas realidades.

Lo que digan obispado y nuestras autoridades nos entra por un oído, y por el otro nos sale. 
 
Lo que enseñan en la escuela para la vida no vale: dos y dos nunca son cuatro, como todo el mundo sabe.
 
 
 
Damas y galanes oigan: Antes, moza, de casarte, y antes de casarte, mozo, mira mucho lo que haces.
 
 Mira al cura, qué bien vive, que el buey solo bien se lame, soltero y en mancebía: si te casas, te enterraste. 
 
"Cada oveja, su pareja"; pero, como ustedes saben, las ovejas se emparejan solo al ir a aparearse.
 
 Viva el amor libre, vivan el desmadre y el despadre,  sea lo que sea eso, y que no se ofenda nadie.
 
Y allá va la despedida de nuestras coplas marzales: nos vamos, porque ya es hora, con la música a otra parte. 
 

jueves, 29 de febrero de 2024

Con el alma en un vilo

En el mar de la duda en que bogo” (Bécquer)

  Ángel Exterminador, cementerio de Comillas, Josep Limona (1895)
 
Con el alma en un vilo, lobo que aúlla versos de amor románticos bajo la luna 
 
 bogando a la deriva va de las musas, naufragando en muy vastas mares de dudas. 
 
Olvidada la letra, queda la música, rimas que son cadencias de oro y de púrpura. 
 
¿Dónde está la razón? ¿En la locura? ¿Es la niebla que acecha densa, traslúcida? 
 
Las ideas son átomos de aire, burbujas, olas que en playas rompen hechas espumas. 
 
En la pupila el alma baila desnuda. Vuela el cendal, el céfiro suave susurra. 
 
Resplandeciente arcángel vela las tumbas con la espada sacada ya de su funda. 
 
Un cementerio gótico y arquitectura de un paisaje que no tiene figuras. 
 
En el aire, el misterio y una pregunta: ¿Quién tañerá la lira sin partitura? 
 
Un silencio elocuente, sordo, retumba: se oye su eco, prosaica literatura.

miércoles, 28 de febrero de 2024

De la demerastia, a propósito de Alcibíades

    Platón, haciendo uso de la enorme plasticidad que le permitía la lengua griega que manejaba, inventó el neologismo 'demerasta' -griego δημεραστής, a partir de δῆμος (dêmos) puebloἐραστής (erastés) enamorado, amante, a imagen y semejanza de 'pederasta' (amante o enamorado del niño), y lo puso en boca de Sócrates en su diálogo Alcibíades (1 132 a), donde el maestro que reconocía su ignorancia  le aconsejaba al niño bonito que era Alcibíades (al que Cornelio Nepote le dedicó los adjetivos latinos luxuriosus, dissolutus, libidinosus, intemperans, que no necesitan mucha traducción) y del que estaba por otra parte enamorado (sus dos grandes pasiones, según confiesa, fueron Alcibíades y la filosofía) que no se convirtiera en un demerasta o, si se quiere, populista, con palabra de raigambre latina y, como suele decirse, de más rabiosa actualidad:


 Sócrates reprochando a Alcibíades, Anton Peter (1819)

    Y de ahora en adelante, si no te dejas corromper por el pueblo de los atenienses y no llegas a envilecerte, yo no te abandonaré (καὶ νῦν γε ἂν μὴ διαφθαρῇς ὑπὸ τοῦ Ἀθηναίων δήμου καὶ αἰσχίων γένῃ, οὐ μή σε ἀπολίπω). Pues lo que yo temo muy mucho es que convertido en amante del pueblo te eches a perder (τοῦτο γὰρ δὴ μάλιστα ἐγὼ φοβοῦμαι, μὴ δημεραστὴς ἡμῖν γενόμενος διαφθαρῇς), lo que a muchos de los atenienses ya también les ha pasado (πολλοὶ γὰρ ἤδη καὶ ἀγαθοὶ αὐτὸ πεπόνθασιν Ἀθηναίων) . 
 
Sócrates y Alcibíades,  Christoffer Wilhelm Eckersberg (1816).

    ¿Qué hay de malo en ser un amante del pueblo, un demerasta, un populista? En principio no tendría por qué ser algo negativo, sino todo lo contrario, ya que se trata de una forma de amor amparada bajo la protección del dios Eros. El problema reside en que no es un amor desinteresado, sino que en los sistemas de gobierno democráticos como era el ateniense y son la mayoría de los que hoy padecemos ese amor es interesado: busca los votos del pueblo para legitimar el gobierno unipersonal y tiránico que se ejercerá sobre el propio pueblo con su consentimiento.

    Ya un historiador tan penetrante como Tucídides vio que la democracia ateniense de Periclés que tanto se ha ponderado y ensalzado en los tiempos modernos como logro de la humanidad y modelo de democracia directa... no dejaba de ser una tiranía. En efecto, el historiador griego dejó escrito en el libro segundo 65, 9, de La Guerra del Peloponeso,  y hablando de Periclés, que fue el tutor por cierto del joven Alcibíades: Era una democracia de palabra (en teoría), pero de hecho (en la práctica) era el gobierno del primer ciudadano. ἐγίγνετό τε λόγῳ μὲν δημοκρατία, ἔργῳ δὲ ὑπὸ τοῦ πρώτου ἀνδρὸς ἀρχή. 

Sócrates y Alcibíades, Édouard-Henri Avril (1906)

    Contrapone Tucídides la palabra, “logo” λόγῳ, con la tozuda realidad de los hechos, “ergo” ἔργῳ: bajo el nombre de democracia oficialmente gobernaba el pueblo, pero en realidad el que mandaba era el presidente del gobierno, diríamos hoy con flagrante anacronismo, elegido por el pueblo.

    Se revela así que la democracia no deja de ser la perfección de la dictadura, dado que el déspota, dictador, tirano, sátrapa o como quiera llamarse está legitimado por el amor del pueblo traducido en votos. Para lograr esos votos el aspirante al puesto de presidente del gobierno debe amar y halagar hasta la hez al pueblo, convertirlo en electorado, y ser un populista o demerasta. Se trata de un amor interesado, porque es fruto de la ambición de poder. Si quieres llegar a ser el primer ciudadano, es decir, presidente del gobierno, debes ser un demerasta, un populista, y, por lo tanto, un demagogo.
 
    Frente a ese amor interesado, podría haber un amor libre y desinteresado por el pueblo y por lo popular, no por el pueblo definido en naciones o unidades estatales, sino por el pueblo indefinido en general, ese que no quiere que se ejerza sobre él ninguna soberanía, ya que él, o sea nadie por encima de él, es su único soberano, pero no era el caso evidentemente de Alcibíades que nos ocupa. Y ese amor no tendría nada de malo o censurable, sino todo lo contrario.

martes, 27 de febrero de 2024

'Imagen iconoclasta' y 'voluntad popular': contradictiones in adiecto

-Imagen iconoclasta: Cuando decimos que alguien cultiva una imagen iconoclasta, incurrimos en una contradicción en los términos, un oxímoron u oximoro, mejor dicho, concretamente en una contradictio in adiecto en el adjetivo con el que calificamos al sustantivo. Una imagen iconoclasta sería una imagen que destroza las imágenes, rompedora, que entraría en contradicción consigo misma, contraria a todas las imágenes habidas y por haber y opuesta, por lo tanto, a los íconos, que son las imágenes consagradas y que reciben un culto religioso. 

    Íconos, en efecto, eran, en principio, representaciones religiosas de pincel o relieve, usadas en las iglesias cristianas orientales, y, más en general, cualquier tabla pintada con técnica bizantina. Se fomentó su culto entre los feligreses, porque llegaban más fácilmente a ellos que las escrituras sagradas. No obstante, algunas religiones como el Islam han prohibido siempre el culto a las imágenes. Dos nuevas acepciones se suman a esta, que es la tradicional: ícono es también el signo que mantiene una relación de semejanza con el objeto representado; p. ej., las señales de tráfico en las carreteras. E ícono es también, en el campo de la informática, cualquier representación gráfica esquemática utilizada para identificar funciones o programas. 


    Así define el diccionario de la Academia iconoclasta: Del gr. εἰκονοκλάστης, rompedor de imágenes. 1. adj. Se dice del hereje del siglo VIII que negaba el culto debido a las sagradas imágenes, las destruía y perseguía a quienes las veneraban. 2. adj. Se dice de quien niega y rechaza la merecida autoridad de maestros, normas y modelos.  

    Ninguna de las dos definiciones es muy objetiva: Nótese que la Academia habla de "el culto debido a las sagradas imágenes" en la primera definición, sin cuestionarse qué es una imagen sagrada y por qué lo es, y en la segunda definición se incurre en la misma petición de principio "merecida autoridad de maestros, normas y modelos". Tanto en una definición como en la otra sobran los participios "debido" y "merecida", si queremos establecer una definición objetiva y no caer en la iconodulía o veneración -dulía es, más que adoración, dependencia rayana en la esclavitud- de las imágenes, como hace en este caso que nos ocupa la doctísima Academia. 

    Estamos acostumbrados a ver, por ejemplo, camisetas con anuncios de logos multinacionales, que, además de costosas, resultan propaganda gratuita para las transnacionales que hay detrás, con lo que los portadores de esas prendas acaban, por mor de la disidencia y del look contestatario, vistiendo la misma prenda conformista, como si fuera el uniforme de la China comunista de Mao, y  haciéndoles además el juego a las grandes firmas, convirtiéndose en sus hombres-pancarta y sin cobrar por ello;  en vez de eso, todo lo contrario: ¡pagan por hacer publicidad de una marca luciéndola y proyectando una imagen inconformista, que es lo más conformista que puede haber!

    Un ejemplo: Un futbolista inglés archiconocido, cuyo nombre no voy a citar aquí, pero que estará en la mente de casi todos. Dicen que su mujer, experta en marketing y merchandising -observad el discreto encanto de estos gerundios anglosajones de raíz inequívocamente latina porque tienen que ver con la "mercem" o mercancía-, convirtió su matrimonio en la nueva pareja real de Inglaterra, desarrollando el lado fashion y cool de su apuesto marido, al que transformó en un ídolo cuyo atuendo y aliño indumentario, sorprendentes trenzas y cortes de pelo, aretes de diamantes, tatuajes y otras excentricidades o intentos de salirse (ex-) del meollo o cogollo del centro mismo  (-céntrico) de la vulgaridad que nos constituye, se convirtieron enseguida en puntos inevitables de referencia para millones de jóvenes del entero mundo, ávidos de disidencia controlada y de proyectar rabiosamente una imagen rebelde de sí mismos, una imagen iconoclasta, una mera moda.   

    ¿Por qué es una contradictio in adiecto "imagen iconoclasta"? Porque la única imagen iconoclasta sensu stricto sería la no proyección de ninguna imagen, cosa harto difícil en estos tiempos que vivimos en los que cualquier imagen dicen que vale más que mil palabras, cosa que es radicalmente falsa, porque siempre evocará más imágenes una palabra que palabras una imagen, y porque vivimos en una época en que la abundancia de imágenes televisivas o impresas ha acabado atrofiando nuestra imaginación.

    Siempre recuerdo a una abuela mía analfabeta que llamaba "santos" a las ilustraciones de los libros. No iba muy desacertada en una época en que todas las imágenes tienden a convertirse en íconos, es decir, en imágenes sagradas por su carácter aleccionador que nos exige fe, tal es la reverencia y el temor religioso con los que las adoramos.  
 

-Voluntad popular: Según el lógico Frege,  la expresión “voluntad popular”, der Wille des Volks, como decía él, es un ejemplo de expresión lingüística con significado y sentido aunque sin referente, cuyo carácter abstracto, teológico, fabuloso y contradictorio, no se le escapa a nadie. 

    ¿Existe un solo pueblo o varios y muchos? Evidentemente, hay muchos pueblos existentes. ¿Existe una sola y genérica “voluntad popular” o varias y, más aún, muchas y concretas,  tantas al menos como pueblos en el universo mundo? En este último caso ¿cuántas “voluntades populares” existen, si es que existen verdaderamente? ¿Tantas como comunidades políticas organizadas democráticamente desde arriba en forma de estados nacionales?
 
    ¿Qué cosa puede ser la voluntad del pueblo, esa voluntad general y a la vez voluntad de todos y cada uno de los componentes de ese pueblo? ¿Sabe el pueblo lo que quiere? ¿Que gobierne la izquierda o la derecha, o esa componenda que llaman el centro? ¿O que gobierne alguna fuerza política que todavía no se ha dibujado en el panorama electoral? ¿No será, más bien, que no gobierne nadie, que no mande nadie, que nadie sea más que nadie, que el pueblo sea su único y solo soberano?

lunes, 26 de febrero de 2024

La razón de la fuerza contra la fuerza de la razón

    El secretario general de la OTAN, el señor Jens Stoltenberg, ha reiterado el sábado pasado, 24 de febrero, que, dos años después del inicio de la invasión rusa, Ucrania puede seguir contando con el apoyo incondicional de sus socios internacionales; y además: "Ucrania se unirá a la OTAN, es sólo cuestión de tiempo".  Está claro que el señor Stoltenberg y la Organización del Tratado del Atlántico Norte que regenta no tienen empacho en precipitar al mundo  a la tercera guerra mundial en la que ya estamos inmersos sin saberlo. Hemos pasado de la guerra fría a la guerra caliente, tan caliente que nos quema las pestañas.
 
    Conviene que nos demos cuenta de que los países que no están directamente en guerra todavía,  tampoco están en paz, porque la paz no es simplemente la ausencia de la guerra declarada. Nuestras Españas, por ejemplo, no están en guerra, pero tampoco están en paz porque están colaborando durante los dos años que lleva en la guerra de Ucrania adiestrando hombres y enviando armas y dineros al frente de combate.


 
    El Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, el señor Borrell, otro que tal baila y lo hace al mismo son que Stoltenberg, se descuelga con un artículo de prensa titulado La guerra en Ucrania y la agenda geopolítica, que leo en El Diario Montañés de ayer domingo, pero que veo que publican también El Correo, Diario Sur y Diario de Navarra, del grupo Vocento, en el que reconoce que Putin no ha ganado la guerra que dura ya dos años, pero tampoco la ha perdido.
 
    En el mentado artículo, escribe que tenemos tres desafíos: El primero, apoyar a Ucrania “más y más rápido en un nuevo tipo de guerra de alta intensidad que asocia las trincheras de la Primera Guerra Mundial con el papel determinante que jugarán el uso de drones y la inteligencia artificial”. Es decir, estamos actualizando la Primera Guerra Mundial introduciendo en ella los últimos avances tecnológicos y la IA. 
 
    El segundo desafío es “que (Ucrania) sea miembro de la Unión Europea” -cosa que no costará mucho dada su participación en Eurovisión, al igual que la de Israel, que ni siquiera forma parte del continente europeo pero participa en el eurofestival. 
 
    Y tercero pero no menos importante desafío: Prepararnos para un largo período de tensiones con Rusia. “Nuestro esfuerzo militar tiene que ser sostenido” afirma literalmente, dado que el tío Sam podría desentenderse de la seguridad europea. Dice Borrell que visitó hace unas semanas al presidente Volodímir Zelenski, ese actor cómico y títere nato, nunca mejor dicho, y que este, como cabía esperar, le dijo que “era necesario aumentar el suministro de munición” (para la guerra, obviamente), a lo que apostilla el Alto Representante “que es ahora nuestra tarea más importante”. 
 
Ilustración de Adrià Voltà
 
       No sé si merece la pena comentar la ilustración de Adrià Voltà que acompaña el artículo de Borrell: una tarta con los icónicos colores ucranianos del azul y el amarillo ensangrentada por las dos velas o quizá petardos que representan los dos años que con los colores de Rusia -blanco, azul y rojo- enrojecen toda Europa. Es el rojo de Rusia el que tiñe toda Europa, incluida Ucrania, pues parece que se quiere dar a entender que la sangre recae sobre todo el continente.
 
    El resto del artículo se refiere a Gaza, para la que propone una solución política, al contrario de Ucrania, donde no ve más solución que la ayuda militar, es decir, echar más leña al fuego. 
 
    Y finalmente el señor Borrell plantea la “cuestión transversal de nuestra seguridad y capacidad de defensa”, recordando que hace dos años dijo que Europa estaba en peligro y nadie le hizo caso. Supongo que se refiere a la historia aquella del jardín europeo frente a la jungla exterior...  Ahora el tiempo, escribe, le ha dado la razón, y lamenta que”nuestra industria de defensa se ha quedado pequeña” y que no vamos a ser capaces de hacer frente a nuestra agenda geopolítica, es decir, a hacer lo que está mandado desde arriba ”si no somos capaces de defendernos” del peligro que nos acecha, lo que empieza por desarrollar nuestra industria de defensa. Y escribe: “Estamos haciéndolo; por ejemplo, la capacidad de producción de municiones para suministrar a Ucrania ha crecido un 40% en el último año”. 
 
    No plantea él la necesidad de crear un ejército europeo “sino de poder movilizarlo de forma conjunta y coordinada para hacer frente a los retos comunes”. Pero ¿cómo vamos a movilizarlo de forma conjunta y coordinada si no lo hemos creado? Muy sencillo: porque no se trata de crear algo nuevo, sino de algo mucho más fácil: utilizar los viejos ejércitos existentes y subordinarlos a la agenda geopolítica que es lo que está mandado. Porque en el mundo en el que vivimos “se generaliza el uso de la fuerza para resolver los conflictos”.  Lo dice Borrell y punto redondo. Lo dice como si estuviera constatando una realidad que no se puede cambiar y se queda tan ancho, porque es de lo que se trata, de generalizar el uso de las fuerzas armadas para solucionar los conflictos y de hacer que prevalezca como ya de hecho prevalece la razón de la fuerza contra la fuerza de la razón.