domingo, 25 de octubre de 2020
SI VIS PACEM, PARA BELLVM
sábado, 24 de octubre de 2020
Hojas secas (II)
El sedicente pensamiento positivo ha creado la falsa ilusión (falsa es epíteto de ilusión) de que la felicidad es una meta realista que todos deberíamos lograr.
Abderramán III, el califa de Córdoba, vivió veinticinco mil quinientos cincuenta días, y calculó que sólo había sido feliz catorce de ellos, y no consecutivos.
Predican que dejemos de convivir con los demás, guardando distancias, si queremos sobrevivir. Pero ¿quién, en medio de ese sinvivir, va a querer sobrevivir?
viernes, 23 de octubre de 2020
Hojas secas
Verso otoñal de Goethe: In dürren Blättern säuselt der Wind. Susurra el viento en la hojarasca, o en las hojas secas o feuilles mortes, que dicen los franceses.
Las autoridades sanitarias justifican su existencia sembrando la hipocondría, preocupación angustiosa por la salud que vuelve a la gente paranoica.
Niegan lo que nos dice a todos y cada uno el sentido común imponiendo el delirio de la histeria demencial y colectiva del llamado relato o narrativa oficial.
Inmolamos a los demás y nos autoinmolamos en sacrificios humanos, chivos expiatorios que somos, en la época más sangrienta de la historia, que es la actualidad.
Han entrado los ladrones en casa y la han desvalijado pero la cuantía del botín arrebatado no es comparable a lo rapiñado año tras año por el Seguro del Hogar.
Inoculan en la población el nocebo del pánico con mensajes traumatizantes de un virus terrorífico y letal que en realidad es la gripe de todos los inviernos.
El "cogito ergo sum" cartesiano se ha sustituido por el "credo ergo sum": el “pienso” por el “creo”; soy fruto de las creencias e ideas que me impiden razonar.
La pandemia es una pantomima de falsa información que engendra miedo a la enfermedad, miedo a la muerte en definitiva, que se ha vuelto virulenta y contagiosa.
La Organización Mundial de la Salud, aguijada por empresas farmacéuticas y una sedicente fundación filantrópica, hace enfermos crónicos a todas las personas.
¿Erradican enfermedades las vacunas o son la herramienta perfecta para inocularlas, propagarlas y que persistan, habida cuenta de sus intereses económicos?
Se atribuye a Mark Twain la lúcida constatación de que es más fácil engañar a la gente que convencerla de que ha sido engañada, logrando así que se desengañe.
Tienen tanto miedo a enfermar y a morir que ni siquiera quieren salir de sus domicilios, que se han convertido en sus nichos. Han perdido la alegría de vivir.
jueves, 22 de octubre de 2020
Breve mensajería antisistémica
Nos embarga a veces la ilusión y afán de poseer algo que nos falta, cuando la mayor satisfacción a nuestro alcance sería librarnos de lo mucho que nos sobra.
La psicosis sin precedente desencadenada por el virus de Dios ha llegado hasta el último rincón del planeta enmascarado, y nunca mejor dicho: se ha viralizado.
Creemos que somos dueños y señores de “nuestras” ideas cuando, en realidad, son ellas las que se apoderan de nosotros avasallándonos: no las usamos, nos usan.
Frente a la pareja, algunas personas optan por la sologamia, y se casan consigo mismas: mal matrimonio. Ser fiel a uno mismo es traicionar a los demás.
Si te quieres mucho a ti mismo acabarás como Narciso, traicionando a la ninfa Eco y a todos los demás, y ahogado en la ciénaga autocomplaciente de los selfis.
Los psicagogos (psicólogos y psiquiatras, popularmente loqueros) quieren volvernos locos para encerrarnos en un manicomio y ponernos una camisa de fuerza.
Ningún creyente -y lo somos todos, con independencia de nuestro credo- se sustrae a la llamada del almuédano a la oración no cinco sino muchas más veces al día.
La única noticia verdadera de la que no informan los medios de comunicación, la única unfake new de verdad, es que la realidad, siendo real como es, es falsa.
Almas cándidas, creían que reencontrarían en la Red viejos amigos perdidos, sin darse cuenta de que si los habían perdido era porque no apreciaban su amistad.
DOCTA IGNORANTIA: (Nicolás de Cusa): “Así, pues, a ningún hombre le sobrevendrá nada más perfecto en la doctrina que saberse doctísimo en la ignorancia misma.”
El objetivo de psicólogos y psiquiatras es que aceptes la realidad, que tragues: si no lo haces, te estigmatizan enseguida con el diagnóstico de enfermo mental.
Propagan ideas sin discutirlas, expresan opiniones personales sin ninguna continencia, idiotismos y majaderías, inflación de información siempre falsa.
Einmal ist keinmal. Una vez no es ninguna vez. Para que una vez pueda considerarse una entre varias y no única tiene que haber, por lo menos, dos veces.
El niño vacío y el niño lleno. Frente a la pedagogía que considera que el niño viene al mundo vacío y hay que llenarlo, la antipedagogía propone lo contrario.
La "buena educación" enseña que para conseguir algo bueno hay que tolerar un sufrimiento directa- y perversamente proporcional a la bondad que perseguimos.
Mal necesario: La mayor, más dañina y nefasta mentira que sostiene al Régimen es la aceptación del "mal" como necesario: no hay ninguna necesidad del mal.
La pérdida de la fe en el premio al trabajo remunerado, al sufrimiento lucrativo y retributivo sería, paradójicamente, nuestra mejor y mayor ganancia.
No se desconecten, permanezcan atentos a sus micropantallas a fin de que puedan realizar mejor su función abotargadora de la poca sensibilidad que les queda.
Estamos acostumbrados ya sin duda alguna a la zafiedad irrespetuosa y a la estupidez más chabacana y ordinaria como la cosa más natural y normal del mundo.
Mientras nos entretenemos mirando y pasando pantallas, no vemos lo que tenemos delante y resulta que es evidente: seguimos inmersos en la caverna de Platón.
¿No es extraño que proliferen tantos libros de autoayuda, auténtica bazofia pedopsicagógica, y tantísimos manuales de espiritualidad y misticismo tibetano?
Se fomenta que el individuo soporte estoicamente el peso del mundo, como el gigante Atlas, gozándose en la exaltación narcisista de sí mismo y de sus selfis.
La estrategia de la dominación hegemónica es la idiotización de toda la sociedad, el arma más poderosa de destrucción masiva que jamás se haya esgrimido.
Nos aborregan retransmitiendo el entretenimiento pasivo y espectacular del balompié que para más sarcasmo se llama foot-ball con innecesario anglicismo.
Nos inculcan desde pequeños en la escuela que la realidad es la verdad. Si así fuera, saltaría a la vista la evidencia y no sería necesario el adoctrinamiento.
miércoles, 21 de octubre de 2020
Una vida infernal (Acherusia uita)
martes, 20 de octubre de 2020
Homenaje de Cataluña a Orwell
Si
George Orwell escribió "Homage to Catalonia", Cataluña le rinde ahora
un homenaje póstumo al autor de "1984" dedicándole una plaza en la
ciudad de Barcelona: la plaça de George Orwell, en pleno Barrio Gótico,
distrito de Ciutat Vella.
La fotografía adjunta, tomada de la Red, muestra cómo el vaticinio de Orwell, que nunca pretendió ser un profeta, se ha cumplido sin embargo. Al lado del letrero de la plaza, qué paradoja, tenemos un panel del Ajuntament de Barcelona que nos advierte en catalán, pero se entiende en castellano, de que nos hallamos en una zona videovigilada en un radio de 500 m.
¿Quién nos vigila? Sin duda ninguna, el Big Brother o Gran Hermano, que es, para los que no lo sepan, algo más que el nombre de un infame concurso televisivo: es el Gran Dictador (y no estamos hablando sólo de los personajes históricos como Stalin, Hitler, Mussolini o Franco, que son agua pasada), sino de los regímenes democráticos y totalitarios que padecemos en la actualidad, Gran Dictador que pretende controlar todos y cada uno de nuestros pasos "por nuestra propia seguridad y nuestro propio bien".
Orwell, que no era un profeta, como decíamos, lo clavó sin embargo en su novela 1984, escrita treinta y cinco años atrás, describió la sociedad totalitaria del control audiovisual del futuro que ya está aquí instalado entre nosotros desde hace mucho tiempo. Cumplido ese plazo con creces, pues hemos entrado ya en el siglo XXI, podemos comprobar en el cartel instalado en la plaça que le dedica el Ajuntament de Barcelona que la videovigilancia es un fenómeno global no sólo desde el sector privado sino desde el público, como demuestra la fotografía. Y no se puede decir que haya aumentado objetivamente nuestra seguridad, ni siquiera nuestra sensación subjetiva de seguridad, sino sólo nuestro control por parte del Estado y el Capital, tanto monta... ¡Si Orwell levantara la cabeza...!
lunes, 19 de octubre de 2020
Batería de artillería política de mensajes breves
domingo, 18 de octubre de 2020
¿Dónde fueron a parar?
Publico aquí una versión rítmica de cosecha propia en castellano de la preciosa canción de Pete Seeger Where have all the flowers gone? (¿Dónde fueron todas las flores?) No es propiamente una traducción literal la que presento porque dejo algunas cosas en el tintero habida cuenta de lo imposible que resulta decir en castellano con el mismo número de sílabas lo mismo que en inglés por el carácter prácticamente monosilábico de esta lengua, pero tiene la ventaja de que se puede cantar con la misma melodía.
La canción se pregunta en la primera estrofa de una forma tan sencilla como encantadora dónde fueron a parar todas las flores de ayer, actualizando el tópico clásico del ubi sunt, y se responde que las cogieron las jóvenes, para preguntarse a continuación dónde están esas muchachas y responderse que se han casado ya con sus novios, respuesta que da pie a la siguiente estrofa y pregunta consiguiente por sus esposos..., formando una especie de composición en anillo, dado que la respuesta a la última pregunta nos retrotrae a las flores del principio como si de un círculo vicioso se tratase.
A la letra original le he añadido aquí una última estrofa, contando con la benevolencia infinita de Pete Seger y siguiendo una
sugerencia de un contertulio, que se pregunta dónde fueron a parar los besos de ayer, y hace un alegato en contra de la imposición obligatoria de las mascarillas
que padecemos.
Acompaño la traducción de dos interpretaciones en inglés muy distintas: la de Marlene Dietrich, quien aunque no tenga una bonita voz realiza una magnífica y soberbia interpretación, y la del grupo Almost Irish, que le da a la canción americana un aire melódico irlandés. Hay muchas otras versiones disponibles en la Red, además de la del propio Pete Seeger, pues son muchos los grupos y solistas que han hecho versiones de esta estupenda canción.
¿Dónde fueron a parar tantas novias? / ¿Dónde fueron a parar, tiempo hace ya? / ¿Dónde fueron?, ¿dónde están? / -Todas se han casado ya. / Ay, ¿cuándo lo entenderán? / Ay, ¿cuándo lo entenderán?
¿Dónde fueron a parar sus maridos? / ¿Dónde fueron a parar, tiempo hace ya? / ¿Dónde fueron?, ¿dónde están? / -Fueron al frente a luchar. / Ay, ¿cuándo lo entenderán? / Ay, ¿cuándo lo entenderán?
¿Dónde fueron a parar los soldados? / ¿Dónde fueron a parar, tiempo hace ya? / ¿Dónde fueron?, ¿dónde están? / -En sus tumbas cada cual. /Ay, ¿cuándo lo entenderán? / Ay, ¿cuándo lo entenderán?
¿Dónde fueron a parar tantas tumbas? / ¿Dónde fueron a parar, tiempo hace ya? / ¿Dónde fueron?, ¿dónde están? / -Entre flores por doquier. / Ay, ¿cuándo lo entenderán? / Ay, ¿cuándo lo entenderán?
¿Dónde fueron a parar tantos besos? / ¿Dónde fueron a parar, tiempo hace ya? / ¿Dónde fueron?, ¿dónde están? / -Tras la máscara mortal. /¿Cuándo lo hemos de entender? / ¿Cuándo lo hemos de entender?
sábado, 17 de octubre de 2020
La verdad y la mentira
El grupo escultórico del escultor victoriano Alfred Stevens (1817-75) en el monumento al duque de Wellington que se alza en el interior de la catedral de San Pablo en Londres presenta dos figuras alegóricas con forma humana que personifican la Verdad y la Falsedad. Su aspecto musculoso recuerda el estilo renacentista de Miguel Ángel.
La Verdad arranca la doble lengua a la Falsedad, una lengua muy larga, como vulgarmente se dice, le aplasta el pecho con el pie y después de haberle apartado la máscara carnavalesca, la careta hipócrita que oculta sus grotescos rasgos. Unas colas monstruosas de serpiente asoman bajo su ropaje.
En el grupo escultórico que nos ocupa Verdad y Falsedad están perfectamente caracterizadas, pero un sofista griego podría darle la vuelta a la tortilla y argumentar que lo blanco es negro y lo negro blanco, y, en este caso que la Verdad es en realidad la Mentira y que la Falsedad pisoteada y humillada es de hecho la Verdad, que así resulta ninguneada.
En nuestros tiempos los Estados totalitarios, y todos lo son, fabrican verdades a su medida, y a fuerza de repetirlas machaconamente por todos los medios de creación y manipulación de la opinión pública a su alcance hacen, gracias a la narrativa del relato oficial y su argumentario, que la gente acabe asimilándolas. Llaman, como dijo el poeta, “verdad a la mentira”. Si alguien se atreve a desenmascararlo, se le repetirá, sin argumentos, la conocida pregunta de Poncio Pilato que queda flotando en el aire sin respuesta: “¿Qué es la verdad?”
Mendace ueritas: “En lo falso, la verdad”, dice con adagio latino el barón de Münchhausen, quien como el Humpty Dumpty de Lewis Carroll afirma que las palabras solo significan “lo que yo quiero que digan”, y cuando Alicia le replica que cómo pueden querer decir tantas cosas tan diferentes, Humpty Dumpty zanja la cuestión sentenciando que el significado depende de quién manda.
El psicoanálisis, por su parte, debe su invención a la "verdad mentirosa", para usar el término de Lacan 'verité menteuse', que Freud desenterró en las expresiones del inconsciente y en el mundo onírico de los sueños, donde yace la verdad censurada del deseo, lo que guarda cierta relación con la divisa mendace ueritas del barón. La verdad no sólo reside en la embriaguez que nos desinhibe (in uino ueritas, según la divisa clásica), sino en la mentira que niega y reprime el deseo inconsciente: yo no quería hacerlo...
viernes, 16 de octubre de 2020
Toque de queda en París
El presidente de la República Francesa, de cuyo nombre propio no quiero hacer aquí ninguna mención, ha decretado en París y otras ciudades francesas, el toque de queda cual si fuera un sosias del mariscal Pétain redivivo. A los más viejos no dejará de recordarles a la queda que impusieron los alemanes en la segunda guerra mundial envolviendo las noches parisinas de la ville lumière en tinieblas y silencio. Acaso también recuerden cómo muchos franceses, cómplices, aceptaron la supuestamente benevolente dictadura del mariscal, creyendo que esta les salvaría de una catástrofe mayor cuando ella fue su máxima catástrofe.
Dicho toque estará en vigor durante catorce días entre las nueve de la noche y las seis de la mañana. Consuma así el presidente francés su declaración unilateral de guerra al virus coronado, y asimismo consuma el golpe de Estado, término acuñado por Gabriel Naudé como “coup d'état” en el siglo XVII para referirse a las acciones que los príncipes de este mundo ejecutan contra el derecho común, sin guardar ningún orden, respeto ni justicia que valga, poniendo en peligro el interés particular en nombre del inasequible bien público. Explicaba Naudé que lo propio del poder del Estado, fundado sobre la violencia y la disimulación, su solo y único objetivo era perseverar en su ser.
Dicho golpe de Estado instaura "hasta nueva orden" la dictadura sanitaria so pretexto de declararle la guerra -"esto es una guerra", repite incansablemente el susodicho presidente- a un enemigo inexistente, al virus de una pandemia, de la que cualquier epidemiólogo honesto señala que no solamente no existe ya, sino que ni siquiera existió nunca, puesto que lo que hubo durante la primavera no fue más que una epidemia y no la plaga del diluvio universal que sostienen ahora todavía.
A nadie puede caberle ya la más mínima duda de que lo que estamos padeciendo en la vieja Europa, en unos y otros países, bajo unos u otros gobiernos de distinto signo político, cuya orientación hacia la izquierda o hacia la derecha resulta indiferente y trivial, es una dictadura so capa sanitaria, una dictadura que podríamos calificar sin ningún escándalo con el adjetivo de democrática, creando un significativo oximoro, o aparente contradicción que revela cuál es la esencia autoritaria y totalitaria por otra parte de nuestras modernos regímenes democráticos.
Nadie en su sano juicio duda ya de que esto es una tiranía, por resucitar este otro viejo término, de un despotismo supuestamente ilustrado con sus confinamientos, cierres de fronteras, restricciones de libertad de circulación y de reunión, que quiere reducirse a seis personas como máximo tanto en el ámbito público como en el privado, y una imposición del poder central sobre los poderes locales subordinados so pretexto de una cruzada sostenida por la intoxicación informativa que padecemos de la propaganda gubernamental y de los medios de manipulación y conformación de la opinión pública a su servicio, que resucitan ahora el viejo término francés de “couvre-feu” que literalmente significa “cubrefuego” o “tapafuego”, pero que se traduce por nuestra expresión equivalente de “toque de queda”, que es como aquel “a las diez en casa” de algunos padres a sus hijas adolescentes en la edad del pavoneo.
Lo
de “toque”, en nuestra lengua, tiene que ver con que se anunciaba al son de
corneta, trompa, campana, o instrumento músico similar; lo de
“queda” porque tras el sonido de la chirimía que fuera, se convocaba, en tiempos de guerra o turbulencia, a
“estarse quedo”, o sea, quieto, en casa, normalmente durante las horas de la
noche, por lo que no se podía circular por las calles sin un salvoconducto. La Academia define el término
“toque
de queda” como la “medida gubernativa que, en
circunstancias excepcionales, prohíbe el tránsito o permanencia en
las calles de una ciudad durante determinadas horas, generalmente
nocturnas”. Pero aquí y ahora lo único excepcional es el toque de queda, no las circunstancias que supuestamente obligan a tomar la medida. El virus, por lo poco que a mí se me alcanza, si sigue circulando como parece que hace, aunque bastante de capa caída, no distingue el día de la noche.
La expresión francesa, por su parte, de couvre-feu (literalmente el cubrefuego, inglés curfew, nombre de un instrumento de cobre, hierro o terracota generalmente en forma de tapadera, que servía al fin de apagar el fuego) nos retrotrae a la Edad Media -¿cuándo saldremos definitivamente de ella?-, en concreto a la primera mitad del siglo XIII, y su sentido era apagar el fuego en las chimeneas antes de ir a acostarse so peligro de que se declarase un incendio y ardiese la ciudad.
El significado actual de couvre-feu como restricción periódica de movimiento se impone a partir de 1800, y señala la prohibición de salir uno de casa y circular libremente sin dar explicaciones a nadie, decretada por
las autoridades de un país por medida de policía o en virtud de una orden
de la autoridad militar en un casus belli. Por extensión y en sentido figurado,
tomado como símbolo, significa también ahogo de la inteligencia y
de las legítimas aspiraciones; declive o fin del fuego vivo de la razón, cuyas llamas se apagan en el silencio de la noche, ahora que las autoridades sanitarias nos mandan, infantilizándonos como a niños pequeños, a la cama.
No hay que ser el adivino Tiresias para ver que esta medida no va a resolver ningún problema, porque en el fondo tampoco se pretende con ella resolver problema alguno, sino que el problema es ella misma: una imposición más del Estado autoritario sanitario en su guerra sin cuartel contra la gente que acepta resignada todas las medidas "por su bien".
jueves, 15 de octubre de 2020
SPECVLVM MENDAX
El adjetivo latino MENDAX -ACIS, derivado de MENDVM y/o MENDA “defecto, falta, error”, significa en principio “que tiene defectos, defectuoso”, y por restricción del significado “embustero, es decir, que no dice la verdad, por ejemplo en la expresión “speculum mendax” de Ovidio, el espejo mentiroso. Tenemos en castellano el derivado culto “mendaz”, que la Academia define escuetamente como “mentiroso”. Relacionados con esta raíz están los compuestos enmendar, remendar/remiendo, y también mendigo.
Veamos el contexto en que aparece la expresión ovidiana. Está en Tristia III, 7, vv. 33-38, tres parejas de dísticos elegíacos de hexámetro y pentámetro dactílicos que hablan sobre la llegada de la vejez y la pérdida de la hermosura: ista decens facies longis uitiabitur annis, / rugaque in antiqua fronte senilis erit, / inicietque manum formae damnosa senectus, / quae strepitum passu non faciente uenit; / cumque aliquis dicet fuit haec formosa dolebis, / et speculum mendax esse querere tuum.
Me atrevo a traducirlos en versión rítmica castellana aproximada así: Ese tu rostro gentil se ajará al correr de los años / y una arruga saldrá a noble tu frente, senil, / y meterá mano ya a tu belleza vejez perniciosa, / que se acerca con un paso que no oyes venir; / y sufrirás cuando alguien afirme “¡qué guapa era!” / y has de quejarte de que es falso el espejo que ves.
¿Por qué califica el poeta de falso al espejo? La respuesta es simple: porque lo que dice, la realidad que enuncia, es falsa, siendo con todo real. La arruga que le ha salido en la frente a la joven hermosa es real como ella misma, como le muestra el espejo; pero algo le dice en su interior que ella, la joven que un día fue hermosa y ya no lo es, no es tampoco la imagen que muestra el espejo, la realidad.
Esto me recuerda a un poema de Karmelo C. Irribaren (1959- ) titulado "Los espejos", que contrapone el espejo doméstico propio, que nos dice lo que queremos oír, y por lo tanto miente, con los otros espejos, los espejos públicos, que nos dicen la verdad.
Dice más o menos así en nuestra lengua e idéntico esquema rítmico de asclepiadeos mayores: ¡Oh hasta ahora crüel y en el amor dueño de gracias mil, / cuando sin esperar salga el primer bozo a tu presunción / y caído el mechón se haya, a volar que echa en tus hombros hoy, / y el color que hoy es más puro que flor púrpura de un rosal, / Ligurino la faz te haya, al mudar, vuelto rugosa, “ay” / al espejo dirás viéndote tú otro que no eres tú: / “¿Por qué no tuve yo, siendo chaval, el pensamiento de hoy? / ¿Por qué tersa la piel no vuelve a ser con lo que siento yo?”